CRISTIANOS DEL NUEVO SIGLO
Es una pagina que busca publicar contenido cristiano y temas de actualidad que ayuden a la comprension del mundo en que vivimos, que sirvan para edificar la vida y la comunidad cristiana, ya con aportes del autor de la pagina, o encontrados en diferentes sitios.
sábado, 27 de diciembre de 2025
Seymour Hersh, un periodista que cambió la historia
Seymour Hersh, un periodista que cambió la historia
Por Sebastiaan Faber | 27/12/2025 | EE.UU., Mentiras y medios
Fuentes: CTXT - Imagen: Seymour Hersh en la oficina de The New York Times en Washington en 1975. / Netflix
Un documental de Laura Poitras y Mark Obenhaus rinde homenaje al legendario reportero de investigación que destapó la matanza de Mỹ Lai (1969), los abusos en la cárcel de Abu Ghraib (2004) y el sabotaje del gasoducto Nord Stream (2023)
Hay un momento en Cover-Up, el documental sobre Seymour Hersh que se estrena estos días en Netflix, que ilustra perfectamente el método de trabajo del legendario periodista de investigación estadounidense. Ocurre cuando Hersh les explica a Laura Poitras y Mark Obenhaus, los realizadores de la película, cómo dio con el soldado que estaba en el centro de la masacre de Mỹ Lai, uno de los mayores escándalos de la guerra de Vietnam, que Hersh reveló en 1969.
Hersh ya llevaba cierto tiempo cubriendo el Pentágono. Pero en lugar de hacer piña con los otros periodistas y transmitir lo que los mandamases se dignaban a comunicarles en sus ruedas de prensa diarias, Hersh iba a la cafetería, donde forjaba amistades con funcionarios y oficiales. Un día, recibe una llamada de una persona desconocida que le transmite un rumor: un soldado se ha vuelto loco en Vietnam, matando a mucha gente. Poco después, Hersh se topa en un pasillo del Pentágono con un coronel amigo al que no ha visto en años y que acaba de ser no solo promovido a general, sino nombrado jefe de gabinete del comandante de las fuerzas norteamericanas en Vietnam, William Westmoreland. Bromeando con su amigo, Hersh le pregunta a bocajarro: “Oye, ¿qué sabes del tipo que se ha cargado a una aldea entera?”.“Mira, Sy”, le contesta el otro, “a ese tal Calley, espero que se lo lleve el mismísimo diablo”.
Así, sin darse cuenta, el general no solo le confirmó el rumor, sino que además le proporcionó una pista clave: el apellido del soldado. Esto le permitió a Hersh emprender una búsqueda rocambolesca –incluida una visita al despacho de un abogado, donde logró transcribir una página de un expediente que el abogado había dejado expuesto sin querer, mientras charlaban de otra cosa– que finalmente le llevó a una base militar, donde consiguió entrevistar al soldado. Paso a paso, descubrió que la masacre de Mỹ Lai no había supuesto ninguna atrocidad aislada o individual, sino que encajaba en un patrón de violencia militar contra civiles.
La combinación de atrevimiento, persistencia e ingenio que le llevó a esta primicia marcaría toda la carrera de Sy Hersh, un outsider por antonomasia. Nació en plena Gran Depresión, en 1937, en el seno de una familia judía en un barrio negro del South Side de Chicago. Después de la muerte repentina de su padre, se tuvo que encargar del negocio familiar, una tintorería. Fue una casualidad (un profesor que apreció su talento) la que le llevó a la Universidad de Chicago, y otra casualidad (un encuentro fortuito con alguien que trabajaba en un diario) la que le permitió descubrir su vocación de periodista. Como joven reportero, le tocó cubrir a la policía municipal en una ciudad aún dominada por la mafia. Se enamoró del oficio al instante; el flechazo le ha durado más de 60 años.
Cover-Up, que combina un repaso de su carrera con entrevistas en las que Poitras y Obenhaus no esquivan las preguntas incómodas, es un tributo a su protagonista octogenario. Pero también es un retrato de toda una generación. De hecho, nos permite inferir cuáles son los rasgos que han definido a la escuela periodística que Hersh ayudó a consolidar y que consiguió destapar algunos de los mayores escándalos políticos de los siglos XX y XXI, desde el Watergate hasta los desmanes de la CIA en Latinoamérica o los abusos de Estados Unidos en Irak.
Aunque Hersh y compañía se nutren de las filtraciones, nunca caen en lo que hoy conocemos como periodismo de filtración. Las fuentes que acaban por compartir información secreta con el periodista son importantes, pero no controlan el relato. La confianza que ponen en el reportero se basa, ante todo, en que este tratará la información filtrada con responsabilidad y protegerá su identidad a toda costa. De hecho, Hersh –que tardó 20 años en aceptar la propuesta de Poitras de hacer un documental sobre él– se queja una y otra vez ante el equipo de rodaje, al que ha dado acceso a todos sus apuntes. Varias veces se arrepiente y amenaza con tirar la toalla. Lo que están haciendo, dice, “es malo para mi gente”. Llama la atención que se refiera a sus fuentes como si fueran parientes suyos.
Cuando Poitras le pregunta por qué, a lo largo de los años, tantas personas se han mostrado dispuestas a compartir datos sensibles con él, contesta: “La gente filtra por muchas razones diferentes. Yo les ofrezco un servicio. Si la filtración es buena, voy a por ella a toda leche”. Las y los filtradores no siempre comparten los objetivos de Hersh –destapar abusos–, pero no son pocos los que se deciden a dar el paso por motivos éticos.
La primicia de Mỹ Lai, que le valió un Premio Pulitzer, fue publicada por una pequeña agencia porque los grandes medios no se atrevían
Un segundo rasgo que destaca es que las y los reporteros de la generación de Hersh suelen operar en solitario. Desconfían de los colectivos y de las instituciones, incluidos los propios medios para los que trabajan. No suelen ser colegas de trato fácil; de team players tienen poco. Van a contracorriente, son más bien tercos y se enojan con facilidad. Ponen mucha más fe en su intuición que en el criterio de sus superiores o en los protocolos oficiales. Por otro lado, este modus operandi solitario también les confiere un humanismo y una flexibilidad que les ayudan a mantener sus amplias redes de contactos personales.
En tercer lugar, Hersh y compañía no han sido quisquillosos con respecto a los medios de los que se han servido para difundir su trabajo. Han sido importantes los grandes diarios y las revistas establecidas, claro está. Pero la primicia de Mỹ Lai, que le valió un Premio Pulitzer, fue publicada por una agencia de medio pelo porque los grandes medios no se atrevían. Hersh también ha escrito libros –incluido un relato desmitificador sobre el gobierno de John F. Kennedy– y ha colaborado en documentales. Desde hace varios años, escribe en Substack, donde tiene doscientos mil suscriptores.
Seymour Hersh en una imagen promocional del documental 'Cover-Up' (Poitras y Obenhaus, 2025).
Seymour Hersh en una imagen promocional del documental ‘Cover-Up’ (Poitras y Obenhaus, 2025).
Con todo esto, algo más difícil de precisar ha sido la orientación política de Hersh. Richard Nixon le consideraba un peligroso comunista, por el que, sin embargo, sentía un curioso respeto (“El hijoputa es un hijo de puta, pero suele estar en lo cierto”, espeta el presidente en una conversación con Kissinger cuya grabación reproducen Poitras y Obenhaus). Cuando Hersh se dedicaba a descubrir las atrocidades norteamericanas en Vietnam, hubo quien sugirió que fuera deportado a Cuba.
Pero aunque Hersh suele identificarse como “viejo progre” (“an old leftie”), en realidad opera desde un marco político bastante más básico: es un patriota norteamericano que, como hijo de inmigrantes, se toma muy en serio los valores democráticos y republicanos que le enseñaron en la escuela pública (“Es la persona más patriótica que conozco”, me dijo Dan Kaufman, un antiguo colaborador). Desconfía de toda forma de poder, empezando por su propio gobierno. Al final del documental, Hersh se emociona al abordar el coste emocional de cubrir episodios de violencia extrema. Poitras le pregunta por qué, a pesar de todo, sigue dedicado a esta labor. “Es que no puedes tener un país que haga esto y dejar que [ese país] mire hacia otro lado”, dice Hersh. “No puedes”.
La conclusión más importante del documental, sin embargo, quizá sea otra: el periodismo de verdad –el que cuenta y cambia el mundo– es humano. En todos los sentidos. Puede parecer obvio, pero no sobra reafirmarlo en un momento en que la mayor amenaza que se cierne sobre la profesión es el parasitismo robótico de la inteligencia artificial. Por más que se dediquen a ordenar y sintetizar información, la labor de Hersh y compañía es un producto, por un lado, de valores éticos, solidarios y, por otro, de relaciones interpersonales atravesadas por la confianza y el escepticismo, la intuición y el afecto y, a menudo, una fe francamente irracional en la posibilidad de descubrir y contar la verdad.
Que este periodismo sea humano –ético, intuitivo, interpersonal– también significa que es falible. La intuición no siempre acierta. Hersh tiene fama de terco e irascible, pero cuando Poitras y Obenhaus le preguntan por algunos de sus trabajos más criticados –incluida su cobertura amable del gobierno de Bashar al-Assad, que quiso desmentir el uso de armas químicas– Hersh admite que se dejó embaucar por el líder sirio. “Le vi tres o cuatro veces y no creí que fuera capaz de hacer lo que hizo”, confiesa. “Podemos decir que estuve equivocado. Muy equivocado”. “¿Es un ejemplo de lo que puede pasar cuando uno se acerca demasiado al poder?”, le pregunta Poitras. “Por supuesto”, contesta Hersh.
El periodista se muestra menos contrito respecto a una historia de 2023 que afirma que el sabotaje del gasoducto Nord Stream, en el mar Báltico, fue obra de los servicios de inteligencia estadounidenses. Esta investigación, como otras recientes de Hersh, tiene toda la pinta de estar basada en una única fuente, algo que muchos del gremio considerarían una práctica deontológicamente dudosa. “La crítica es legítima”, dice Hersh, “pero ¿qué quieres que haga?”. “¿Qué pasa si la fuente se equivoca?” le pregunta Poitras. “Pues entonces llevo veinte años equivocándome”, contesta Hersh impertérrito. “Porque llevo veinte años trabajando con este tipo. Y al final siempre se demostraba que lo que me contaba era verdad”.
“A pesar de que no he estado de acuerdo con todo lo que ha hecho, Sy Hersh es uno de mis héroes”, me dice por teléfono David Kaplan, un periodista veterano norteamericano que ha dirigido el Centro de Integridad Pública (CPI), el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) y la Red Mundial del mismo nombre (GIJN). “Todas y todos los que nos dedicamos a esto le debemos mucho. Su obra marca un hito en una tradición norteamericana de largo abolengo, que comienza con los muckrakers del fin de siglo: gente como Upton Sinclair, Lincoln Steffens e Ida Tarbell”, agrega Kaplan. “Son periodistas que, como Sy, parten de la indignación moral. No es casualidad que, cuando se fundó la asociación estadounidense de periodistas de investigación, adoptara las siglas I.R.E. [ira en inglés]. Además de este punto de partida ético, los principios básicos del gremio siguen siendo los mismos. Se trata de emprender investigaciones sistemáticas, de largo aliento, que partan de hipótesis y busquen evidencia sólida para probarlas o refutarlas”.
“Eso sí”, agrega Kaplan, “los muckrakers de antes eran lobos solitarios, como lo ha sido Hersh. Hoy, los cambios tecnológicos y las presiones políticas han hecho que los modelos más efectivos sean colaborativos: muchos trabajamos en equipos de investigación que unen varios medios y que, muchas veces, trascienden las fronteras nacionales. La tecnología, por un lado, ha supuesto una presión añadida, dadas las formas de vigilancia constantes y cada vez más intrusivas que afrontamos las y los periodistas. Por otro lado, las filtraciones también son mucho más fáciles. Hoy es extremadamente difícil guardar un secreto. Todos los registros de un banco, por poner un caso, caben en un solo USB. Y disponemos de métodos de computación que nos permiten analizar datos a una escala que habría sido inimaginable hace quince años”.
Pero incluso Hersh, ese lobo solitario, ha tenido colaboradores y equipos de apoyo. “Era siempre impaciente y duro, pero nos tenía un gran respeto”, me dijo el periodista Dan Kaufman, que trabajó varios años con él como fact checker (contrastador de información) en la revista The New Yorker, en la época en que Hersh destapó, en tres piezas sucesivas, los abusos en la cárcel de Abu Ghraib.
“Nos apreciaba”, recuerda Kaufman, “porque le importaba que reforzáramos el rigor de sus piezas”. “No hay relación más simbiótica que la de un reportero y sus contrastadores”, dijo Hersh en 2018 en una presentación de libro, “porque se basa en la confianza: según las reglas del New Yorker, el contrastador tiene que hablar con todas mis fuentes, por más secretas que sean”.
Su relación con los editores, en cambio, solía ser más tensa. “Hay que entender la presión que pesaba sobre cualquiera de las historias de Hersh. Dados sus temas, la revista siempre se enfrentaba a amenazas legales. Él solía trabajar con dos editores –Amy Sorkin y John Bennet, otra leyenda– y dos contrastadores. Eran días largos, con 40 o 50 llamadas de Hersh, todas brevísimas, impacientes y excitadas. Pero una vez terminado el trabajo, nos agradecía nuestra labor con gran generosidad”.
“Como periodista, aprendí mucho de Sy”, dice Kaufman. “En mi propio trabajo, he asimilado a fondo su mantra personal: quítate de en medio para dejar paso a la historia. Uno de los aspectos que más admiro de él es su capacidad para crear un espacio para la voz de los testigos, a quienes a veces trata con algo parecido a la ternura. Otro es su desconfianza perpetua de los relatos oficiales y de las élites que los propagan. En ese sentido, son cruciales sus raíces obreras. Cuando sabe que el relato oficial que se propaga es falso, se ofende personalmente. La indignación moral que le mueve es genuina y constante, como lo es su patriotismo”.
“No conozco a ningún periodista que persiga sus historias con más tesón”, agrega Kaufman. “Es increíble que, con sus 88 años, escriba al menos una pieza por semana. Y me consta que en Substack sigue trabajando con verificadores. Aunque las piezas que publica allí tienen menos peso que en una revista como el New Yorker, estar en Substack le permite asumir más riesgo –por más que signifique que puede equivocarse–. A estas alturas, se lo puede permitir. Al fin y al cabo, dos de sus primicias, la de Mỹ Lai en 1969 y la de Abu Ghraib en 2004, expusieron las dimensiones ocultas del poder de Estados Unidos. Y al hacerlo, cambiaron el curso de la historia”.
Fuente: https://ctxt.es/es/20251201/Politica/51459/seymour-hersh-periodismo-laura-poitras-documental-my-lai-abu-ghraib.htm
viernes, 26 de diciembre de 2025
Es solo un farol": experto italiano desmonta el plan de Kiev para engañar a Trump con pretextos electorales
- Sputnik Mundo,
"Es solo un farol": experto italiano desmonta el plan de Kiev para engañar a Trump con pretextos electorales
Zelenski figura en la acusación del escandaloso caso de corrupción de su círculo más cercano, según documentos de la Oficina Anticorrupción de Ucrania -
Volodímir Zelenski y sus patrocinadores europeos pretenden engañar al mandatario de EEUU, Donald Trump, mediante el tema de las elecciones en Ucrania, para obtener un alto el fuego en el frente, opina el profesor de sociología de la universidad romana Luiss, Alessandro Orsini, en una conversación con el periódico italiano 'Il Fatto Quotidiano'.
"En mi opinión, esto es simplemente un farol para que Zelenski y sus [protectores] de la UE fuercen a Trump a aceptar este plan, en virtud del cual Kiev obtendría un alto el fuego aparentemente con motivo de las elecciones, aunque en realidad no sea así", explicó.
Según Orsini, Kiev no está dispuesta a un arreglo pacífico y está preparada para todo con tal de prolongar el proceso de elaboración de un acuerdo de paz, para lo cual necesita una pausa temporal en los combates.
El 22 de diciembre, el jefe de la facción de Zelenski en la Rada, Servidor del Pueblo, David Arajamia, informó que en el Parlamento ucraniano se está formando un grupo de trabajo para estudiar la cuestión de la posible celebración de presidenciales de Ucrania durante la ley marcial. Prometió informar más adelante sobre la fecha de la reunión.
A inicios de diciembre, Zelenski, tras las declaraciones de Donald Trump sobre la necesidad de realizar elecciones en Ucrania, expresó su disposición a reformar la legislación para permitirlas y encargó a la Rada Suprema la elaboración de un proyecto de ley que contemple su celebración en un plazo de entre 60 y 90 días.
El mandato de Zelenski expiró el 20 de mayo de 2024. Los comicios en Ucrania debían celebrarse el 31 de marzo. No obstante, la ley sobre el régimen jurídico de la ley marcial prohíbe explícitamente el proceso electoral a la jefatura del Estado.
Al mismo tiempo, la Constitución del país, que tiene un rango jurídico superior, establece en su artículo 103 que el presidente es elegido por un mandato de cinco años. El artículo 104 del documento indica que el jefe de Estado ucraniano, cuyo mandato expiró, puede ejercer sus poderes durante no más de 30 días tras el anuncio oficial de los resultados electorales.
Como señaló el presidente ruso, Vladímir Putin, basado en una evaluación preliminar, las únicas autoridades legítimas en Ucrania siguen siendo el Parlamento y el presidente de la Rada. En sus palabras, si el país vecino quisiera elegir legítimamente a un presidente, sería necesario derogar la ley sobre la ley marcial: su validez no significa que se prorroguen los resultados de las elecciones anteriores, ya que "no hay nada al respecto en la Constitución".
Navidad no es una historia occidental, es una historia palestina
Recomiendo:
La Navidad no es una historia occidental, es una historia palestina
Por Munther Isaac | 26/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo
Fuentes: Quds News Network.
Traducido del inglés por Marwan Pérez para Rebelión
La Navidad es una historia de imperio, de injusticia y de la vulnerabilidad de la gente común atrapada en su camino.
Cada diciembre, gran parte del mundo cristiano entra en un ciclo familiar de celebración: villancicos, luces, árboles decorados, frenesí consumista y la cálida imagen de una noche nevada. En Estados Unidos y Europa, el discurso público suele hablar de «valores cristianos occidentales», o incluso de la vaga noción de «civilización judeocristiana». Estas frases se han vuelto tan comunes que muchos asumen, casi automáticamente, que el cristianismo es inherentemente una religión occidental, una expresión de la cultura, la historia y la identidad europeas.
No lo es.
El cristianismo es, y siempre ha sido, una religión de Asia Occidental y Oriente Medio. Su geografía, cultura, cosmovisión e historias fundacionales tienen sus raíces en esta tierra, entre pueblos, lenguas y estructuras sociales mucho más parecidas a las de la Palestina, Siria, Líbano, Irak y Jordania actuales que a cualquier cosa imaginable en Europa. Incluso el judaísmo, invocado en el término «valores judeocristianos», es en sí mismo un fenómeno propio de Oriente Medio.
Occidente recibió el cristianismo, pero ciertamente no lo engendró.
Y tal vez nada revele la distancia entre los orígenes del cristianismo y su expresión occidental contemporánea más claramente que la Navidad: la historia del nacimiento de un judío palestino, un hijo de esta tierra que nació mucho antes de que surgieran las fronteras e identidades modernas.
Lo que Occidente hizo de la Navidad
En Occidente, la Navidad es un mercado cultural. Se comercializa, se romantiza y se envuelve en capas de sentimentalismo. Los regalos ostentosos eclipsan cualquier preocupación por los pobres. La Navidad se ha convertido en un espectáculo de abundancia, nostalgia y consumismo: una festividad despojada de su esencia teológica y moral.
Incluso los versos familiares de la canción navideña Noche de paz oscurecen la verdadera naturaleza de la historia: Jesús no nació en la serenidad, sino en la agitación.
Nació bajo ocupación militar, en una familia desplazada por decreto imperial, en una región sumida en la violencia. La sagrada familia se vio obligada a huir como refugiados porque los niños de Belén, según el relato evangélico, fueron masacrados por un tirano temeroso, decidido a preservar su reinado. ¿Les suena?
De hecho, la Navidad es una historia de imperio, de injusticia y de la vulnerabilidad de la gente común atrapada en su camino.
Belén: Imaginación vs realidad
Para muchos en Occidente, Belén, el lugar de nacimiento de Jesús, es un lugar de imaginación: una postal de la antigüedad, congelada en el tiempo. El «pueblito» se recuerda como una aldea pintoresca de las Escrituras, más que como una ciudad viva y vibrante con gente real, con una historia y una cultura propias.
Hoy en día, Belén está rodeada de muros y puestos de control construidos por el ocupante. Sus habitantes viven bajo un sistema de apartheid y fragmentación.
Muchos se sienten aislados, no sólo de Jerusalén –que el ocupante no les permite visitar–, sino también de la imaginación cristiana global que venera el pasado de Belén mientras a menudo ignora su presente.
Este sentimiento también explica por qué a tantos en Occidente, mientras celebran la Navidad, les importan poco los cristianos de Belén. Peor aún, muchos adoptan teologías y actitudes políticas que borran o descartan por completo nuestra presencia para apoyar a Israel, el imperio de hoy.
En estos marcos, la antigua Belén es apreciada como una idea sagrada, pero la Belén moderna —con sus cristianos palestinos sufriendo y luchando por sobrevivir— es una realidad incómoda que debe ignorarse.
Esta desconexión es importante. Cuando los cristianos occidentales olvidan que Belén es real, se desconectan de sus raíces espirituales. Y cuando olvidan que Belén es real, también olvidan que la historia de la Navidad es real.
Olvidan que esto ocurrió en un pueblo que vivía bajo un imperio, que enfrentaba el desplazamiento, que anhelaba justicia y que creía que Dios no estaba distante, sino entre ellos.
Qué significa la Navidad para Belén
¿Cómo se ve la Navidad desde la perspectiva de quienes aún viven donde todo empezó: los cristianos palestinos? ¿Qué significado tiene para una pequeña comunidad que ha preservado su fe durante dos milenios?
En esencia, la Navidad es la historia de la solidaridad de Dios.
Es la historia de un Dios que no gobierna desde lejos, sino que está presente entre la gente y se pone del lado de los marginados. La encarnación —la creencia de que Dios se hizo hombre— no es una abstracción metafísica. Es una declaración radical sobre dónde Dios elige morar: en la vulnerabilidad, en la pobreza, entre los ocupados, entre quienes no tienen más poder que el de la esperanza.
En la historia de Belén, Dios se identifica no con los emperadores, sino con quienes sufren bajo el imperio: sus víctimas. Dios no viene como un guerrero, sino como un niño. Dios está presente no en un palacio, sino en un pesebre. Esta es la solidaridad divina en su forma más contundente: Dios se une a la parte más vulnerable de la humanidad.
La Navidad es, pues, el anuncio de un Dios que se enfrenta a la lógica del imperio.
Para los palestinos de hoy, esto no es mera teología, sino experiencia vivida. Al leer la historia de Navidad, reconocemos nuestro propio mundo: el censo que obligó a María y José a viajar se asemeja a los permisos, los puestos de control y los controles burocráticos que configuran nuestra vida cotidiana. La huida de la Sagrada Familia resuena con los millones de refugiados que han huido de las guerras en nuestra región. La violencia de Herodes resuena en la violencia que vemos a nuestro alrededor.
La Navidad es una historia palestina por excelencia.
Un mensaje al mundo
Belén celebra la Navidad por primera vez tras dos años sin festividades públicas. Fue doloroso, pero necesario, cancelar nuestras celebraciones; no teníamos otra opción.
En Gaza se estaba desarrollando un genocidio, y como personas que aún vivimos en la patria de la Navidad, no podíamos fingir lo contrario. No podíamos celebrar el nacimiento de Jesús mientras niños de su edad eran rescatados muertos de los escombros.
Celebrar esta época no significa que la guerra, el genocidio ni las estructuras del apartheid hayan terminado. Siguen asesinando gente. Seguimos asediados.
En cambio, nuestra celebración es un acto de resiliencia: una declaración de que todavía estamos aquí, de que Belén sigue siendo la capital de la Navidad y de que la historia que cuenta esta ciudad debe continuar.
En un momento en que el discurso político occidental utiliza cada vez más el cristianismo como arma de identidad cultural —excluyendo a menudo a las mismas personas entre las que nació el cristianismo— es vital volver a las raíces de esta historia.
En esta Navidad, nuestra invitación a la iglesia global —y a los cristianos occidentales en particular— es recordar dónde comenzó la historia. Recordar que Belén no es un mito, sino un lugar donde aún hay gente. Si el mundo cristiano quiere honrar el significado de la Navidad, debe volver su mirada hacia Belén, no hacia la imaginada, sino hacia la real, un pueblo cuyos habitantes aún hoy claman por la justicia, la dignidad y la paz.
Recordar Belén es recordar que Dios está con los oprimidos y que los seguidores de Jesús están llamados a hacer lo mismo.
Fuente: https://qudsnen.co/post?id=66943&slug=christmas-is-not-a-western-story-it-is-a-palestinian-one
Publicado por primera vez en Al Jazeera
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
jueves, 25 de diciembre de 2025
Voto «planchado», fraude institucionalizado
Recomiendo:
Voto «planchado», fraude institucionalizado
Por Javier Suazo | 23/12/2025 | América Latina y Caribe
Fuentes: Rebelión [Imagen: Ana Paola Hall y Cosette López. El Heraldo]
«El voto planchado solo existe en Honduras y vulgariza el proceso electoral, ya que permite que la delincuencia política se imponga y el narcotráfico capture más territorios” (Rogelio Ortega, economista)
«Hay un partido político que ha hecho tanto lavado y planchado que debería tramitar sus permisos para convertirse en Dry Clean» (Eduardo Facussé, empresario)
Después del golpe de Estado en Honduras (junio 2009), los procesos electorales se han caracterizado por la puesta en práctica de nuevos mecanismos y acciones institucionales, políticas e incluso sociales que permiten que un candidato pueda salir electo como presidente, alcalde y diputado sin contar con la mayoría de votos y respaldo popular. Estos mecanismos son innovadores, ya que superan a los tradicionales como el robo de urnas, compra de votos, declarar a un ganador previo para que los miembros de la mesa de otros partidos se retiren, resultados a boca de urna por un medio de comunicación tarifado que da como ganador a determinado candidato, retrasar la elección y pérdida de urnas en algunos municipios, entre otros.
En las elecciones de 2013, donde las denuncias del candidato del Partido Anticorrupción (PAC), Salvador Nasralla, fueron que el Partido Nacional y su candidato, Juan Orlando Hernández (JOH), le robaron la elección, ya que muchos de sus votos le fueron trasladados a este, al no tener representantes en las mesas electorales y controlar el Tribunal Superior Electoral (TSE), tuvieron poco eco en la prensa tarifada e instancias judiciales. Igual denuncia hizo la candidata del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Xiomara Castro, pero tampoco recibió acogida.
Para las elecciones de 2017, Salvador Nasralla, candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura, denunció un fraude del Partido Nacional al inflar urnas con votos rurales (la curva de Batson), apagar el sistema y reiniciar el registro y conteo para poner a la delantera a JOH. Ello fue complementado con los llamados votos “planchados”, o sea, el ingreso de nuevos votos a las urnas donde existían inconsistencias y ameritaban un escrutinio especial. Es un voto llenado por miembros del partido de gobierno (inclusive por un partido de oposición que compra representantes a la mesa electoral de otros partidos y empleados del TSE) y se introduce a la urna sin doblar, sin “arrugas”, lo que evidencia un fraude electoral constitutivo de delito penado por la Ley.
En las elecciones de 2021, donde salió electa la actual presidenta de la República, Xiomara Castro, el voto planchado no funcionó y fue poco visible. Un argumento es que la representante del partido Libertad y Refundación (LIBRE) al CNE, abogada Rixi Moncada, con pleno conocimiento de esta práctica, no lo permitió y preparó al personal de la institución, incluyendo aquellos empleados nombrados por el Partido Liberal, para rechazar no solo los ataques al sistema, sino también la eventual manipulación de actas en municipios rurales. La abogada Moncada trabajó de la mano con la representante del Partido Liberal, abogada Anal Paola Hall, que se manifestó a favor de no permitir un fraude electoral.
La presidenta Xiomara Castro y candidata del partido LIBRE, Rixi Moncada, denunciaron estos antecedentes, y el representante Marlon Ochoa al CNE hizo pública denuncias que se fraguaba un fraude electoral en contra del partido y la democracia, pero con poca incidencia dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE) al existir una Alianza entre la representante del Partido Nacional, Cosset López, y Ana Paola Hall, la cual, para dirigentes del partido liberal, todavía se mantiene después de las elecciones [1].
El argumento de fondo era y sigue siendo sacar a LIBRE del poder, ya que representa al comunismo, cuando se sabe que el Gobierno de Xiomara Castro fue el mejor alumno de Fondo Monetario Internacional (FMI), redujo la pobreza, garantizó la propiedad privada y mantuvo –en general- buenas relaciones con los “gringos”. Se le acusó de tener relaciones con China, derogar la Ley de las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDES) y Ley de Empleo por Hora, como políticas de gobierno contrarias al sistema de libre empresa y valores democráticos, aun cuando buscan devolver la soberanía patria y contribuir al logro del objetivo de justica social.
Pero, en la práctica, la lucha política -discurso- se centró en meter en un “saco” a los dos partidos tradicionales y ligar a los candidatos con la llamada burguesía nacional incipiente (Oligarquía Nacional prefiere Fausto Calix, director de Aduanas), un grupo de empresarios extranjeros de ascendencia árabe principalmente, con nacionalidad hondureña, que reciben incentivos del Estado, pero que sus beneficios para la población no son los esperados, sobre todo en términos de empleo de calidad, exportaciones y generación de mayor valor agregado en los productos [2].
Se buscaba que las elecciones fueran lo más limpias posibles, por lo menos esa era y es la denuncia permanente de Marlon Ochoa, representante de LIBRE al CNE, pero la oposición política denunció distorsión al ligar esas denuncias a un objetivo político referido al atraso de las elecciones para que Rixi Moncada, la candidata de LIBRE, pudiera oxigenarse ya que las encuestas (un 80% de ellas) daban por ganador a un candidato de la oposición política, caso de Salvador Nasralla. Hay que reconocer, de acuerdo a la evidencia publica, que Rixi Moncada nunca lideró las encuestas, y presentarla como la líder afectó al partido LIBRE (especialmente en el norte del país) y donde la imposición no la comparte el pueblo [3].
En la población crece la percepción que las elecciones fueron ganadas por Salvador Nasralla del Partido Liberal, pero que se las quieren robar. Se está en el conteo de actas con inconsistencias (no sumadas), pero también el Partido Liberal ha impugnado más de 8.835 actas que ameritan de nuevo ser revisadas o contadas. En las primeras urnas de las 2.792 sin escrutar se ha presentado evidencia del voto “planchado”, o sea que la persona nunca votó por ese candidato y personal del CNE, o fuera de este, decidieron votar por ella, pero no doblaron los votos. A la persona que vota se le exige que doble la papeleta para que pueda introducirse en la urna, pero hay urnas con votos sin “dobleces”, lo que supone que alguien los introdujo y llenó la urna.
Salvador Nasralla ha acortado la distancia que mantenía con Nasry Asfura, en más de 20.000 votos, pero dirigentes del Partido Nacional consideran que solo están contando votos de municipios donde Nasrralla es mayoritario, o sea los votos de la costa norte, y esperan que cuando empiecen a contarse los votos de municipios rurales la diferencia inicial se mantenga o suba. El problema es que muchos de estos votos están contaminados, o sea que han sido inflados, no coinciden la huella, firma y número de votos en el cuadernillo y papeleta.
Los expertos señalan que al permitirse el contento de votos de las 8.835 urnas impugnadas por el Partido Liberal, Salvador Nasralla salga vencedor, pero todavía las Comisionadas no se han pronunciado y se teme que no sea autorizado y declare ganador a Nasry Asfura. Las Comisionadas, Ana Paola Hall y Cosette López, se han ausentado de las oficinas del CNE, aduciendo que son perseguidas y amenazadas, emitiendo comunicados sin las firmas respectivas. Para Marlon Ochoa, esos comunicados contradicen el espíritu de la Ley, ya que no se permite el conteo total de urnas voto por voto. En la población aumenta la sospecha que las amenazas para Ana Paola Hall son de los “narcos”, ya que había renunciado anteriormente al cargo -por dichas amenazas- pero no fue aceptada por el Congreso de la República.
Salvador Nasralla no aceptará una declaratoria trunca si no se cuentas las más de 8.000 urnas impugnadas e intencionalmente se retrase el conteo, pero algunos de los dirigentes del Partido Liberal -lado “oscuro”- pueden avalarla. Todo parece indicar que a más tardar el 26 de diciembre, las Consejeras emitan la declaratoria, aunque sea ilegitima, empezando por la existencia de votos “planchados”.
Notas:
[1] Prácticamente la abogada Cosette López del Partido Nacional, absorbió a la representante del Partido Liberal Ana Paola Hall, al grado que se cree que ella es la que coordina el CNE y es vocera única del mismo.
[2] Esta lucha, al parecer la ganaron estos empresarios que controlan además a la prensa tarifada, ya que la Ley de Justicia Tributaria, no pudo aprobarse por el Congreso Nacional.
[3] Un caso especial es San Pedro Sula, la ciudad Industrial de Honduras, donde no hubo un crecimiento en las encuestas con la llegada de Rodolfo Padilla a la candidatura para la Alcaldía de la Ciudad. Había un antecedente en contra que ligaba a Padilla Sunseri con actos de Corrupción, y en San Pedro, y gran parte de la Costa Norte del país, la corrupción es el principal problema a resolver.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
China se posiciona "como eje central" en el incipiente orden mundial
- Sputnik Mundo,
China se posiciona "como eje central" en el incipiente orden mundial
🪙 La economía de China conserva su impulso en la recta final del año -
"El orden de posguerra está muriendo y un nuevo orden, aunque aún incipiente, está comenzando a emerger, con China como eje central", afirmó el académico británico Martin Jacques en la Conferencia Anual del 'Global Times 2026'. Ante la crisis del sistema internacional actual, las cuatro iniciativas globales chinas ofrecen una respuesta.
En declaraciones recogidas por el medio asiático Global Times, Jacques, fellow del Instituto de China en la Universidad Fudan, destacó que el pensamiento civilizatorio es innato en China, que surgió primero como Estado-civilización y luego como nación.
Lo anterior le confiere al gigante asiático una comprensión profunda de la civilización para el sur global, que se refleja en la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG, 2021), la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG, 2022), la Iniciativa para la Civilización Global (ICG, 2023) y la Iniciativa para la Gobernanza Global (IGG, 2025), que marcan el inicio de la "sinización" de las relaciones internacionales.
China exhorta a EEUU a respetar la seguridad de navegación de los países de América Latina
Fu Xiaoqiang, presidente del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, explicó que la IGG incorpora sabiduría china con principios como consulta amplia, contribución conjunta y beneficios compartidos, guiando la gobernanza hacia la paz y el desarrollo.
En tanto, en un artículo de octubre, el presidente chino Xi Jinping detalló que la IDG promueve desarrollo inclusivo; la ISG, seguridad cooperativa; la ICG, respeto a la diversidad civilizatoria, y la IGG, un sistema equitativo para una comunidad de futuro compartido.
Expertos como Ma Xiaojun y Zhang Weiwei enfatizan que estas propuestas comparten la experiencia de la modernización china, desafiando narrativas occidentales y ofreciendo alternativas al orden en crisis, posicionando a China en el corazón del nuevo emergente.
miércoles, 24 de diciembre de 2025
Belén, un texto eclesiástico explosivo: «Fe en tiempos de genocidio»
Recomiendo:
Belén, un texto eclesiástico explosivo: «Fe en tiempos de genocidio»
Por Marc Vandepitte | 23/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo
Fuentes: Rebelión
Resulta excepcional que un documento eclesiástico emplee la palabra ‘genocidio’. Sin embargo, lo que los líderes eclesiásticos palestinos han publicado en Belén va mucho más allá: es una acusación frontal contra la guerra, el apartheid y la ambigüedad occidental que lo hace todo posible.
Los líderes eclesiásticos y los teólogos suelen expresarse con prudencia: reconciliación, diálogo y, sobre todo, ausencia de juicios tajantes. Pero en Belén ese tono melifluo no se escuchó por ninguna parte. En noviembre patriarcas y jefes de las Iglesias palestinas presentaron allí Kairos Palestina II, Un momento de verdad: la fe en tiempos de genocidio.i Es un texto que dice en voz alta lo que en otros lugares suele callarse.
Durante este encuentro en Belén 140 palestinos y 160 asistentes internacionales debatieron la situación política y religiosa actual. El motivo del escrito fue la guerra genocida en Gaza y el recrudecimiento del apartheid en Cisjordania. La comunidad se sintió obligada a reflexionar sobre el significado de la fe en un tiempo de horror.
El documento describe el ataque a Gaza como una guerra que se ha cobrado cientos de miles de víctimas y ha desplazado a casi dos millones de personas. Los autores hablan de seres humanos quemados vivos, torturados hasta la muerte en prisiones o forzados a huir repetidamente. Según el texto, cada aspecto de la vida en Gaza ha sido destruido, desde la atención sanitaria hasta la educación.
Hoy en día, según el documento, se hace visible el verdadero rostro de la ideología sionista. El sistema se describe como un régimen organizado de apartheid que, mediante tecnologías avanzadas, ejerce un control total sobre la vida palestina. Este régimen fragmenta la tierra, divide a la población y transforma la existencia de los palestinos en un “infierno incómodo”.
El sionismo como pecado estructural contra la creación
Kairos II sostiene que el genocidio es un proceso profundamente arraigado en la historia colonial de Europa. El Estado de Israel, fundado en 1948, es considerado en el texto como la continuación de un proyecto colonial basado en el racismo y en una ideología de superioridad religiosa. Los autores califican esto de “pecado estructural contra Dios, contra la humanidad y contra la creación”.
El documento también expresa una crítica feroz al mundo occidental. Los autores afirman que la guerra en Gaza ha dejado al descubierto la hipocresía de Occidente, cuyos valores y compromiso con los derechos humanos resultan, a su juicio, vacíos. El texto señala que el mundo occidental ha sacrificado al pueblo palestino, demostrando racismo y un doble rasero.
Ajuste de cuentas con el cristianismo sionista
Una parte considerable del documento está dedicada a la crítica del cristianismo sionista. Se trata de una corriente cristiana que interpreta la fundación y expansión del Estado de Israel como el cumplimiento de profecías bíblicas y parte del plan divino para el fin de los tiempos. Por ello, muchos cristianos sionistas apoyan a Israel política y financieramente de manera incondicional, incluso cuando esto contraviene los derechos humanos o el derecho internacional.
El cristianismo sionista predomina especialmente entre cristianos evangélicos y pentecostales en Estados Unidos y el Reino Unido, así como en movimientos evangélicos en auge en partes de América Latina y África.
El documento describe el cristianismo sionista como una teología del racismo, el colonialismo y la superioridad étnica. Según el texto, esta ideología invoca a un «dios racista» de guerra y limpieza étnica, lo cual es completamente ajeno al núcleo de la fe cristiana.
El documento concluye que el cristianismo sionista debe ser llamado por su nombre: una “distorsión teológica y una corrupción moral”. Por ello, los autores exigen el cese de las conversaciones religiosas y del diálogo interreligioso con los cristianos sionistas. Según ellos, es hora de que las Iglesias de todo el mundo rechacen esta teología sionista y reconozcan que la situación en Palestina es una cuestión de dominación colonial.
Los autores no limitan su mirada a Gaza; describen cómo los colonos en la Cisjordania ocupada causan devastación, destruyen cultivos y envenenan fuentes de agua, a menudo bajo la protección o con la participación activa del ejército israelí.
Al mismo tiempo, el texto subraya la situación de la población palestina que vive dentro del Estado de Israel, donde denuncian un racismo flagrante, la criminalización de la libertad de expresión y una negligencia sistemática. Se menciona específicamente a las comunidades beduinas como víctimas de limpieza étnica, mientras que a los refugiados de 1948 se les sigue negando el derecho a regresar a sus aldeas.
Crítica al propio liderazgo
El documento es también honesto sobre los problemas internos de la sociedad palestina. Debido a la ocupación prolongada y a las secuelas de los Acuerdos de Oslo,ii la Autoridad Palestina, según el texto, ha quedado atrapada sirviendo a los intereses del ocupante. La confianza en el liderazgo político ha desaparecido en gran medida.
El texto menciona un aumento de la corrupción y una falta de ley que incrementa la frustración y la desesperación de la población. Incluso en medio de la destrucción en Gaza, se señalan el robo y el caos como factores que agravan el sufrimiento del pueblo.
El documento aboga por una profunda reconsideración nacional para extraer lecciones del pasado que lleven a una visión conjunta y una estrategia clara de acción futura, todo ello dentro de un marco democrático y representativo. Al mismo tiempo, advierte contra la tendencia de dar a la lucha nacional un carácter religioso o de convertirla en un conflicto que enfrente a las religiones entre sí.
Mujeres y jóvenes
Dentro de la lucha palestina, Kairos II describe a la mujer como la “columna vertebral inflexible” que mantiene unidos el hogar, la tierra y el futuro. El documento afirma con claridad que no puede haber una verdadera liberación sin su plena participación en la toma de decisiones a todos los niveles.
Asimismo, la juventud ocupa un lugar fundamental. Aunque se reconoce su ira y su miedo, los líderes eclesiásticos la llama a una esperanza arraigada en la acción, animándola a expresarse a través del arte, la música y la organización.
El texto subraya que la Iglesia palestina, como descendiente de la primera Iglesia, está inseparablemente vinculada a la tierra del país y que sus campanas seguirán sonando como testimonio de la verdad.
Llamamiento al boicot y a la acción mundial
En la última parte los autores se dirigen a la comunidad internacional. Se hace un llamado a las personas cristianas de todo el mundo a presionar a sus gobiernos con el fin de aislar a Israel y exigirle que rinda cuentas. Se insiste en el procesamiento de los criminales de guerra y en reparaciones para la reconstrucción de Gaza.
El documento establece una distinción tajante entre la identidad judía y el sionismo: afirma que no todo judío es sionista ni todo sionista es judío. Las voces judías que se oponen a la guerra son acogidas como socios en la humanidad compartida y en la lucha por la dignidad.
Los autores subrayan que la verdadera solidaridad nunca es gratuita; es una postura que tiene un precio y conlleva una responsabilidad moral. Según el texto, hoy es Palestina, pero mañana otros pueblos oprimidos podrían ser los siguientes. La elección es simple: «vivimos juntos o perecemos juntos».
El documento concluye afirmando que cualquier solución política es inútil mientras no se reconozca la injusticia histórica. Un verdadero comienzo requiere desmantelar el sistema colonial y el apartheid basado en la supremacía. En última instancia, la paz no descansará sobre la violencia, sino sobre la justicia y la igualdad.
Este documento ya está siendo comparado con textos históricos como los de Martin Luther King Jr. y las declaraciones contra el apartheid en Sudáfrica.
Fuente: “¿Cuál es la palabra cristiana ante el genocidio?”: nuevo documento de Kairos Palestina llama a repudiar el sionismo
Notas:
i Kairos: Es una palabra griega que significa ‘el momento oportuno’ o ‘el tiempo decisivo’. A diferencia de chronos (tiempo medible), kairos se refiere a un momento cargado de significado en el que la acción es necesaria. En teología se refiere a un momento en el que Dios interviene en el mundo. Los teólogos de la liberación lo utilizan para puntos de inflexión históricos que exigen un compromiso profético y claridad moral, como en los documentos Kairos de Sudáfrica (1985) y Palestina (2009).
ii Acuerdos de Oslo: Serie de acuerdos provisionales entre Israel y la OLP (1993 y 1995) que establecieron un marco para el autogobierno palestino. Para la población palestina Oslo no garantizó el fin de la ocupación, ya que las cuestiones clave (fronteras, Jerusalén, refugiados, asentamientos) se pospusieron, lo que permitió a Israel consolidar su poder sobre el terreno. El autogobierno palestino resultó en una administración limitada sin soberanía real.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
limpieza étnica avanza con demoliciones y palizas a familias palestinas en Jerusalén
Recomiendo:
La limpieza étnica avanza con demoliciones y palizas a familias palestinas en Jerusalén
Por | 24/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo
Fuentes: Naiz [Foto: Foto: Derribo del edificio donde vivían 13 familias en el barrio de Silwan. (Saeed QUAQ | ZUMA PRESS | DPA | EUROPA PRESS)]
La demolición de 13 viviendas y la expulsión de 90 palestinos que vivían en ellas en Jerusalén fue ayer una de las mayores operaciones de este tipo en los últimos años del plan israelí de limpieza étnica en la capital palestina, avalada por un régimen legal discriminatorio.
Autoridades israelíes acometieron ayer la demolición de 13 apartamentos en Jerusalén Este y provocaron así el desplazamiento de unos 90 vecinos palestinos del barrio de Wadi Qaddum en Silwan, al sur de la Ciudad Vieja. Se trata de la mayor operación de destrucción de viviendas y demolición en la capital palestina en años.
Argumentaron que el edificio se construyó sin permiso de obra y en un terreno destinado a uso no residencial.
El derribo de las viviendas estuvo acompañado de palizas por parte de colonos a los residentes que se oponían a la demolición. La abogada de las familias tenía prevista ayer una reunión con representantes de la Municipalidad de Jerusalén para explorar soluciones alternativas, pero las autoridades ignoraron esta cita.
A lo largo de los años, los residentes habían interpuesto múltiples procedimientos legales para evitar la demolición e incluso intentaron impulsar un proceso para legalizar con carácter retroactivo el edificio.
Solo este año, unas 100 familias de Jerusalén Este han perdido sus hogares de esta forma, mientras aumenta sin cesar la colonización judía de la ciudad, ocupada progresivamente desde 1967 y donde la población palestina va reduciéndose cada vez más, privada de sus derechos.
En todo Cisjordania han sido más de 370 las operaciones de derribo de viviendas durante este año.
Aviv Tatarsky, investigador de la ONG Ir Amim, subraya que demoler el edificio no fue una necesidad legal, sino una decisión política. «Los palestinos se ven obligados a realizar las llamadas construcciones ‘ilegales’ por un régimen que bloquea sistemáticamente los permisos, y las demoliciones son utilizadas entonces (por Israel) como herramienta para controlar la tierra», explicó.
Apartheid legalizado
Silwan se encuentra al sur de la Ciudad Vieja, en una zona aún de mayoría palestina, pero muy codiciada por los colonos, ya que se sitúa justo debajo del que lo judíos llaman Monte del Templo.
El mes pasado allí también se produjo el desalojo de tres familias, tras lo que un grupo de colonos irrumpió y se mudó a las mismas viviendas con la protección de fuerzas policiales israelíes.
A la vez, Israel ha resucitado un plan para construir un barrio ultraortodoxo de más de 9.000 viviendas en Jerusalén Este, y el pasado domingo aprobó la construcción y legalizó otras 19 colonias en varias zonas de Cisjordania.
En Hebrón, las autoridades también ordenaron ayer la demolición de seis hogares.
Decenas de familias palestinas afrontan procesos judiciales basados en una ley israelí discriminatoria que otorga a judíos, que pueden ser originarios de países europeos o americanos, el derecho en exclusiva de reclamar en Jerusalén Este propiedades anteriores a 1948, mientras niega a ese mismo derecho a los palestinos. Así, oficializa la expulsión de población de un territorio ocupado, es decir, un crimen de guerra.
La organización de colonos Ateret Cohanim —en coordinación con las autoridades— interpone decenas de demandas para desahuciar a estas familias palestinas y confiscar sus hogares para la expansión de colonias.
Franja de Gaza
A la vez, un grupo de colonos hirió ayer a varios palestinos al disparar contra ellos y dejó en estado crítico a dos cerca del pueblo de Anata, a cuatro kilómetros al norte de Jerusalén, en una política de limpieza étnica paralela a la de Gaza, donde ayer drones israelíes atacaron el barrio de Shujaiya, en el este de la ciudad de Gaza, y mataron a al menos un palestino. Las fuerzas israelíes atacaron con artillería también zonas de Jan Yunis y Rafah, y un helicóptero abrió fuego en el campo de Bureij.
Líbano
El Ejército israelí mató ayer a al menos tres personas en otro bombardeo lanzado contra el sur de Líbano que vulnera el alto el fuego acordado en noviembre de 2024. El ataque fue perpetrado con un dron que atacó un vehículo en la carretera Aaqtanit-Quneitra, en Sidón.
Fuente: https://www.naiz.eus/es/info/noticia/20251223/la-limpieza-etnica-avanza-con-demoliciones-y-palizas-a-familias-palestinas-en-jerusalen
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)