miércoles, 10 de diciembre de 2025

Trump: "Acabamos de incautar un petrolero en las costas de Venezuela"

Trump: "Acabamos de incautar un petrolero en las costas de Venezuela" Actualidad RT 10 dic 2025 20:08 GMT El presidente estadounidense anunció que se trata del "más grande jamás incautado". Donald Trump anunció este miércoles la incautación de un petrolero en las costas de Venezuela, en medio de la escalada de agresiones estadounidenses contra la República Bolivariana. "Acabamos de incautar un petrolero en la costa venezolana. Un petrolero grande. Muy grande", declaró el presidente estadounidense. "El más grande que se haya visto nunca, y están sucediendo otras cosas que lo verán más adelante", agregó sin precisar mayores detalles sobre la acción. 🚨URGENTE🚨"ACABAMOS DE INCAUTAR UN PETROLERO EN LAS COSTAS DE VENEZUELA"https://t.co/fneg3SyGeShttps://t.co/Jap5JRHBNTpic.twitter.com/BUiudRCnwv — RT en Español (@ActualidadRT) December 10, 2025 Previamente, Bloomberg reportó que las fuerzas estadounidenses "interceptaron y confiscaron un petrolero sancionado" en el mar Caribe. Estados Unidos llevó a cabo una "acción judicial de ejecución contra un buque apátrida" que estuvo atracado por última vez en Venezuela, según un alto funcionario de la Administración de Trump citado por la agencia. Llamados de Venezuela ante la agresión militar "Alerta, América Latina": El llamado del ministro de Defensa de Venezuela ante agresión militar de EE.UU. "Alerta, América Latina": El llamado del ministro de Defensa de Venezuela ante agresión militar de EE.UU. En la jornada anterior, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, pidió a América Latina estar "alerta" ante el despliegue militar de EE.UU., cuyo fin es "someter a los pueblos de la región" para mantener el control político y de los recursos de los países latinoamericanos. El también vicepresidente sectorial de Defensa y Soberanía manifestó que el "imperialismo quiere dominar y hacer suyo este continente", por lo que llamó a "defender el concepto de soberanía, bajo el precepto de la autodeterminación nacional". "Yo digo: ¡Alerta, Venezuela, alerta, América Latina!", expresó. La agresión de EE.UU. en el Caribe, en síntesis Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la 'operación Lanza del Sur', con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes. Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin presentar evidencias al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de liderar un cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura. Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela. Falta de sustento: la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico. Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional. Agresión de EE.UU. contra Venezuela

Europa es extremadamente hipócrita con el genocidio»Entrevista a Haidar Eid

Entrevista a Haidar Eid «Europa es extremadamente hipócrita con el genocidio» Por Gorka Castillo | 10/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Naiz Haidar Eid era profesor de Literatura de la Universidad Al-Aqsa de Gaza, hoy destruida por Israel. Es una de las voces más respetadas en su Palestina natal. Fundador del movimiento BDS, es autor de libros que desmantelan el etnocentrismo sionista, como “Descolonizando la mente palestina”. ¿Qué opina del plan Trump y de la resolución de la ONU para el futuro de Gaza? Creo que es un reciclaje de las políticas coloniales y de apartheid de Israel que han ignorado nuestro derecho fundamental a la autodetermina- ción que es inalienable, según el derecho internacional. Y creo que dos años de sufrir un genocidio sistemático, e incluso 77 años después de la Nakba, la catástrofe y la limpieza étnica, se presenta este plan con un profundo y grave desprecio por la historia palestina, nuestros derechos y sacrificios. Queda claro que el deseo de EEUU e Israel es imponer una solución que menoscabe a mi pueblo durante más tiempo. Lamentablemente, cuentan con el apoyo de importantes países árabes e islámicos. ¿Cree que si prosperan estos planes podrían quedar sin efecto los procesos penales abiertos en las cortes internacionales de Justicia contra los autores del genocidio? Absolutamente no. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha sido muy claro y el Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricano también lo ha sido: los procesos interpuestos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) continuarán. Esta decisión cuenta con el apoyo de países como Brasil y Turquía, que decidieron unirse a Sudáfrica en su demanda penal contra Israel. En cuanto a la Corte Penal Internacional (CPI), podemos decir lo mismo. [Benjamin] Netanyahu y [Yoav] Galant son criminales de guerra en búsqueda y captura por las matanzas cometidas en estos dos últimos años y que hoy siguen cometiendo. El plan de [Donald] Trump no significa dejar sin efecto las consecuencias de sus atrocidades, de sus responsabilidades directas en la planificación y ejecución del genocidio. Por lo tanto, los cargos continuarán vigentes sin lugar a dudas. ¿Qué efectos puede tener el plan de Donald Trump sobre el pueblo palestino? Ninguno, porque no aporta nada positivo. Al contrario. Sin embargo, también considero que los palestinos de Gaza necesitaban un respiro, un alivio, algo de consuelo por las matanzas y la destrucción que han vivido. El promedio de asesinatos era de 100 personas al día. Eso es terrible. Necesitaban descansar de tanta violencia aunque el genocidio no se haya detenido. Ahora bien, la implementación del plan de Trump significará la reanudación del exterminio. La vida de los palestinos no va a mejorar en nada porque no hay ni una sola referencia a nuestros derechos legítimos, a nuestra cultura y a nuestro patrimonio histórico. Solo encuentro referencias a una rendición sin condiciones. Algo que no sucederá pese a que el 90% de los edificios de la ciudad de Gaza estén destruidas o que el 100% de las de Rafah hayan sido barridas. Beit Hanoun y Beit Lahia, dos ciudades al norte de la Franja, han sido reducidas a escombros. A todo esto habría que sumar el hecho de que no llega la ayuda humanitaria necesaria. Israel sigue violando el alto el fuego. Lo ha hecho 400 veces matando a varios cientos de personas. ¿Qué siente un palestino cuando Israel justifica estos crímenes como un derecho legítimo a su defensa y acusa a quienes le critican de «antisemitas»? Las acusaciones de ‘antisemitismo’ que realiza Israel contra todo aquel que le critique por sus crímenes carecen de respaldo internacional. Diría que hay un consenso casi global, con la excepción de los Gobiernos occidentales. Todas las organizaciones de derechos humanos del mundo, desde Amnistía Internacional hasta Human Rights Watch y la organización israelí B’Tselem, entienden que acusar de genocida al Estado sionista no es una crítica subjetiva, es un hecho. Israel está cometiendo un exterminio planificado en Gaza. Incluso Naciones Unidas, a través de una comisión especial encabezada por la jurista sudafricana Navi Pillay, ha certificado los gravísimos delitos que ha cometido en Palestina. Intelectuales de la talla del historiador israelí Ilan Pappé, el filósofo palestino Edward Said o usted mismo siempre han considerado que la idea de los dos Estados es un proyecto racista. ¿Por qué? Absolutamente. Pero no solo lo han dicho Ilan Pappé y Edward Said. Hay muchísimas personas, algunas muy destacadas del ámbito político internacional, que consideran que la solución de los dos Estados es un proyecto racista. Estoy seguro de que usted y los lectores conocen el proyecto que la minoría blanca intentó desarrollar en Sudáfrica para segregar a la mayoría negra, los bantustanes, las llamadas patrias independientes que el régimen racista ideó como reservas aisladas para la población negra. Aquello es idéntico al proyecto de los dos Estados, que no es otra cosa que la separación etnorreligiosa de dos grupos de población, donde uno de ellos, el de los musulmanes y cristianos, es recluido en ‘bantustanes’ mientras los judíos israelíes dominan el resto del territorio. Eso es racismo, porque discrimina a la población indígena de Palestina que tiene el derecho irrenunciable de regresar a los pueblos y aldeas de las que fueron expulsados en virtud de la limpieza étnica perpetrada por Israel en 1948. La solución de los dos Estados no tiene en cuenta nada de esto. En la práctica, significa que los judíos israelíes obtendrían el 78% de la Palestina histórica, dejando solo el 22% para los palestinos. Pero, incluso, la mayor parte de ese 22% ya ha sido expropiado y anexado a colonias o asentamientos israelíes ilegales. Entonces, la pregunta es: ¿dónde podemos los palestinos establecer nuestro Estado? ¿Qué puede hacer la sociedad civil internacional para cambiar la situación impuesta por EEUU y Europa a favor de Israel? La sociedad civil palestina emitió una declaración en 2005 en la que instaba a la comunidad internacional a boicotear el apartheid israelí. A desinvertir en ese Estado racista, en las empresas internacionales que se benefician de las violaciones de los derechos fundamentales palestinos y a forzar a los Gobiernos para que impongan sanciones hasta que Israel cumpla con sus obligaciones internacionales. Esto es lo que quieren los palestinos. Quieren que la sociedad civil internacional boicotee la política segregacionista de Israel, porque solo a partir de ahí podremos hablar de un futuro mejor. Es exactamente lo que sucedió en Sudáfrica con el apartheid y fue un triunfo. Pero también hay que recordar que la comunidad internacional tardó más de 30 años en atender al reclamo del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) que lideró la población negra de Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (ANC), el Partido Comunista de Sudáfrica y el movimiento antiapartheid. Aquello fue lo que marcó los acontecimientos ocurridos a finales de los 80, cuando el régimen racista de Pretoria, completamente aislado internacionalmente, se vio en la tesitura de liberar a Nelson Mandela que años después se convirtió en el primer presidente negro de la Sudáfrica multirracial, multicultural y multirreligiosa. Esto es lo que la sociedad civil internacional puede hacer ahora mismo. En el Estado español, hay un movimiento organizado importante en esta dirección. Sin embargo, los Gobiernos europeos son muy reacios a implementar sanciones. Desafortunadamente, Europa ha sido extremadamente hipócrita con el genocidio. Todos sabemos que la política de apartheid de Israel sería insosteni- ble sin su apoyo. No es que Europa sea cómplice de las matanzas que comete el Estado sionista, es que está directamente involucrada. Ha participado en los crímenes de guerra y contra la humanidad que viene perpetrando con total impunidad. Alemania es el segundo mayor exportador de armas a Israel. No tengo duda de que Europa y Reino Unido también deberían rendir cuentas ante la CPI por haber permitido la consumación de las matanzas en Gaza. ¿Mantiene la esperanza de ver, pese a los terribles obstáculos, una Palestina libre? Por supuesto que tengo la esperanza de ver una Palestina libre entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Más que esperanza, tengo la convicción de que así será. Y de que será un Estado laico y democrático para todos sus ciudadanos, sin importar su religión, etnia o género. Sé que no ocurrirá mañana o pasado porque, citando a Antonio Gramsci, vivimos sumergidos en una época de monstruos a la espera de que el viejo mundo muera y el nuevo termine de emerger. Estamos en un tiempo de interregno, de tránsito. ¿Cuánto durará? Nadie lo sabe, pero quién hubiera imaginado en los años 70 y 80 que Mandela acabaría convirtiéndose en presidente de Sudáfrica o que la URSS colapsaría en 1989. Pensarlo entonces era inverosímil. Lo mismo ocurre con el proyecto colonial sionista en Palestina. Qatar y Egipto instan a Israel a retirarse de Gaza Qatar y Egipto, países garantes del cumplimiento del alto el fuego, que Israel viola a diario, pidieron ayer la inmediata y total retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza y el despliegue de una fuerza militar internacional de estabilización para consolidar la frágil tregua que entró en vigor el 10 de octubre. Señalan que hasta la retirada israelí y el retorno de la estabilidad en Gaza no se puede considerar que haya un alto el fuego. De hecho, ayer, Israel mató a otras siete personas en Beit Lahia, el barrio gazatí de Zeitoun y Yabalia, todos en el norte del enclave, entre ellas una mujer de 70 años y su hijo, que fueron perseguidos y atacados por un avión no tripulado. Ya son más de 370 las personas a las que Israel ha matado desde la entrada en vigor de la tregua. A la mayoría por traspasar, según Israel, la «línea amarilla» tras la que siguen apostadas sus tropas. Fuente: https://www.naiz.eus/es/info/noticia/20251207/europa-es-extremadamente-hipocrita-con-el-genocidio-1

martes, 9 de diciembre de 2025

Honduras denunciará el "golpe electoral en curso" ante organismos internacionales

Honduras denunciará el "golpe electoral en curso" ante organismos internacionales Sputnik Mundo La presidenta hondureña Xiomara Castro especificó que su Gobierno presentará la denuncia ante instancias como Naciones Unidas, la Unión Europea, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como otros organismos internacionales. "Vivimos un proceso marcado por amenaza, coacción, manipulación del TREP [Transmisión de Resultados Electorales Preliminares] y adulteración de la voluntad popular, estas acciones constituyen un golpe electoral en curso", comentó. El pasado 7 de diciembre, el partido oficialista Libre en Honduras informó que desconocía las recientes elecciones realizadas en el país latinoamericano y convocó a manifestaciones a nivel nacional. El partido oficialista Libre en Honduras desconoce las elecciones y convoca a protestas Rixi Moncada, candidata de Libre, leyó un comunicado de la coordinación nacional del partido en el que condena "la injerencia y coacción" del presidente estadounidense Donald Trump en la jornada electoral.

El presidente de Estados Unidos en su laberinto

Recomiendo: El presidente de Estados Unidos en su laberinto Por Marcos Salgado | 09/12/2025 | EE.UU., Venezuela Fuentes: Diario Tiempo Argentino A 22 semanas del despliegue militar en el Caribe, es el presidente de EE.UU. el que aparece más condicionado que el venezolano. (Desde Venezuela) Ya lleva 22 semanas el despliegue militar de los Estados Unidos en el Caribe. Desde el principio y hasta ahora, los titulares se apilan vertiginosamente, condimentados por operaciones de prensa, las cloacas de las redes sociales y una pléyade no tan famosa de podcasters en busca de visitas y seguidores. Las versiones se suceden atolondradas, pero todas en el mismo sentido: que Nicolás Maduro se fue a Qatar, que el avión presidencial va hacia Nicaragua y hacia Cuba… o a todas partes al mismo tiempo. Buscan transmitir una imagen de presidente débil, acorralado por la ofensiva del magnate presidente del norte. Y prefigurar así el fin de época. Pero en Venezuela se conjura todos los días esta guerra psicológica. Primero, las apariciones del mismo presidente venezolano, en función de gobierno. Los temas centrales que propone Maduro en su agenda: la consolidación de la estructura de las comunas y los consejos comunales y la unión popular-militar-policial como clave de organización para la defensa. Así, Maduro aparece un día bailando en una tarima un remix con su propia voz reclamando “Peace, yes. War, no”. Pero en el mismo acto advierte que Venezuela no aceptará nunca “la paz de las colonias”. Al día siguiente, revisa los planes de defensa en las montañas que separan Caracas del Caribe, y se congratula porque las armas para la defensa ya están distribuidas y en posición. El otro gran conjuro lo protagonizan las venezolanas y los venezolanos cada día. La presión militar y la guerra en redes no ha logrado que la población se retire de las calles y de sus quehaceres. Por el contrario, como cada diciembre, por ejemplo, se desbordan de aficionados los estadios de la Liga Profesional de Béisbol, mientras otros corren maratones nocturnas por el Día de los Muertos. Un párrafo aparte para la forma en que los caraqueños y las caraqueñas han recuperado la ciudad de noche, gracias a un aumento de la seguridad ciudadana nunca visto en todo el período de la Revolución Bolivariana La llamada Mientras la mediática insiste en la inminencia de un ataque reinterpretando las bravatas evasivas del presidente estadounidense, en paralelo sigue un complejo trabajo para mantener abiertos los canales de comunicación entre Washington y Caracas. Fue el mismo Trump el que dijo a periodistas y sin que nadie le preguntara, ya hace un par de semanas, que estaba dispuesto a un diálogo directo con Maduro. Lo dijo el mismo día que su secretario de Estado, el furibundo antivenezolano Marco Rubio, anunciaba que se designaría al inasible Cartel de los Soles como organización terrorista internacional. Después, la confirmación de la llamada llegó también del mismo Trump. En lo que tal vez sea una danza de mensajes públicos con destinatarios privados, solo varios días después la confirmó el propio Maduro. El presidente venezolano dijo que había sido una conversación “en un tono de respeto” y hasta “cordial”. Afirmó que, si esa llamada abría pasos hacia un diálogo respetuoso de “Estado a Estado, de país a país”, el diálogo y la diplomacia eran bienvenidos porque “siempre” buscaría la paz. Así, desmintió las versiones que echó a rodar el mismísimo Departamento de Estado, sobre un supuesto ultimátum de Trump. Ultimátum que, por cierto, como vimos más arriba, el bolivariano desmiente con apariciones comprobables (muchas callejeras) casi todos los días. Así, 22 semanas después, es Trump el que aparece más condicionado que Maduro. Al dilema de cruzar o no la línea y atacar en el territorio venezolano o en las aguas contiguas, se le suma la fuerte ofensiva demócrata que busca, directamente, anular por completo la operación Lanza del Sur. En ese marco, no la está pasando nada bien el secretario de Guerra, el mediático Peter Hegseth, entrampado en sus propias declaraciones sobre el primer bombazo a una supuesta “narcolancha” en el Caribe, el 2 de setiembre, cuando remataron a dos sobrevivientes en un segundo ataque. ¿Qué hará ahora Donald Trump? ¿Huirá hacia adelante y atacará o se retirará después de alguna acción simbólica, como el ataque a instalaciones nucleares en Irán, meses atrás? Sobre lo que sí no hay duda, es que la ahora oficial reinstalación de la Doctrina Monroe tiene en la República Bolivariana de Venezuela el principal escollo. Fuente: https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/presidente-laberinto/

lunes, 8 de diciembre de 2025

Juan Hus

En el verano de 1415, cuando Europa parecía respirar entre guerras y concilios, la ciudad de Constanza se convirtió en el escenario de un drama que marcaría para siempre la historia de la fe. Allí llegó Jan Hus, sacerdote, profesor y predicador checo, amparado por un salvoconducto firmado por el rey Segismundo. El documento prometía algo sencillo y sagrado: un viaje seguro al Concilio de Constanza… y un regreso asegurado, pasara lo que pasara. Hus creyó en esa promesa. Creyó que podría explicar sus ideas —inspiradas en las Escrituras y en el pensamiento de John Wycliffe— ante hombres dispuestos a escuchar. Pero se equivocó. Apenas llegó a Constanza, en noviembre de 1414, fue arrestado y encarcelado. Los clérigos aseguraron que la palabra de un rey no tenía fuerza frente a un concilio que actuaba “por fe”. Segismundo protestó, pero pronto cedió. Y Hus quedó solo. Los meses siguientes fueron un descenso silencioso: frío, enfermedad, cadenas, interrogatorios. El concilio quería una retractación completa. Hus, enfermo y debilitado, pedía solo una cosa: que le mostraran sus supuestos errores con las Escrituras en la mano. Nadie lo hizo. El 6 de julio de 1415, Hus fue llevado a la catedral de Constanza para oír su sentencia final. Lo acusaron de desafiar la autoridad papal, de cuestionar las indulgencias, de enseñar que la verdadera Iglesia no era la jerarquía, sino la comunidad de los fieles predestinados. Cada vez que intentó hablar, lo silenciaron a gritos. Entonces pronunció las palabras que sellarían su destino: “Me retractaré con gusto… si me muestran mis errores con las Escrituras.” Nadie respondió. El concilio lo declaró hereje. En un ritual solemne de degradación, los obispos le quitaron una a una sus vestiduras sacerdotales: la estola, el cáliz, la túnica. Después, le colocaron en la cabeza una corona de papel decorada con demonios y la palabra “heresiarca”. Dijeron que entregaban su alma al diablo. Hus respondió que la confiaba a Cristo. Fue llevado fuera de la ciudad, al lugar de ejecución. Lo encadenaron a una estaca, rodeado de haces de leña. Los relatos afirman que oraba y cantaba salmos cuando encendieron el fuego. Su voz se apagó entre las llamas; su cuerpo quedó reducido a cenizas que fueron arrojadas al Rin para impedir cualquier futuro homenaje. Pero la muerte de Hus no apagó su causa. En Bohemia, la indignación por su ejecución encendió el movimiento husita, que pronto derivó en guerra abierta. Un siglo después, Martín Lutero miraría hacia Constanza y vería en aquel sacerdote bohemio un precursor: un hombre que había pagado con su vida la convicción de que la conciencia, iluminada por las Escrituras, no podía ser doblegada por ningún poder humano. Jan Hus murió entre llamas. Pero lo que defendió —la verdad, la conciencia, la libertad interior— seguiría ardiendo mucho tiempo después. #fblifestyle

Las tropelías de Trump quién las juzgará?

Recomiendo: ¿Las tropelías de Trump quién las juzgará? Por Hedelberto López Blanch | 08/12/2025 | Opinión Fuentes: Rebelión Las arbitrariedades y acciones delictivas del convicto presidente Donald Trump son largas e interminables, como aparece reflejado en varios artículos de investigadores y medios de prensa. Una de las últimas acciones que demuestran la innata prepotencia de Trump fue la de indultar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, preso en Estados Unidos por narcotraficante, que cumplía una sentencia de 45 años de cárcel, mientras por otra parte amenaza con bombardear a Venezuela con falsas acusaciones de ser un Estado narco. El año pasado Hernández fue condenado por tribunales de Nueva York por exportar más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Ahora Trump lo considera un «angelito» que solo aceptó millones de dólares por proteger envíos de drogas y que todo «fue un montaje del expresidente Joe Biden». El New York Times describió en un amplio artículo que Juan Orlando «se jactó de que iban a meter las drogas en las narices de los gringos, y aceptó sobornos de millones de dólares del Chapo Guzmán para permitir que los cargamentos de cocaína pasaran por Honduras». Durante el juicio federal, agrega el diario, los testimonios y las pruebas demostraron cómo el expresidente mantuvo a Honduras como bastión del comercio mundial de estupefacientes. Orquestó una vasta conspiración de tráfico que, según los fiscales, hizo ganar millones a los cárteles, al tiempo que conservaba a Honduras como uno de los países más pobres, violentos y corruptos de Centroamérica. ¿Qué les parece? y ahora el convicto presidente Trump afirma que el «muchachito» no es culpable. La decisión del mandatario estadounidense se produce en un contexto de agresión injustificada contra Venezuela y su presidente constitucional, Nicolás Maduro. Numerosos barcos de guerra están frente a las costas de la nación bolivariana en el Caribe desde hace casi dos meses y han lanzado ataques contra lanchas acusadas sin pruebas de traficar drogas, en los que han sido asesinadas 83 personas. Pero veamos un pequeño resumen realizado por especialistas de varios medios de comunicación acerca de las incontables fechorías y arbitrariedades cometidas por un presidente que dirige el poderoso imperio, aunque en una pirámide de decadencia. Resulta que aunque Trump lo ha negado voló siete veces en el avión de Jeffrey Epstein, un acaudalado financiero abusador sexual que se relacionó con muchas personas famosas y adineradas y que extrañamente se ahorcó en una cárcel estadounidense. Trump, en 97 ocasiones, se ha acogido a la Quinta Enmienda para no declarar ante diferentes acusaciones. Ha sido condenado 34 veces por delitos graves y se le ha acusado de 91 cargos criminales. En su expediente aparecen 26 acusaciones de agresiones sexuales; en seis oportunidades se ha declarado en bancarrota para no pagar deudas y se le atribuyen cinco exenciones del servicio militar. Asimismo, acumula dos juicios políticos (impeachments) durante su período presidencial anterior, dos empresas condenadas, una universidad falsa clausurada y una falsa organización de caridad cerrada. El magnate presidente tuvo que pagar 25 millones de dólares en un acuerdo por fraude, cinco millones de dólares por un veredicto de abuso sexual, 12 millones de dólares por una sentencia por mal uso de una organización de caridad falsa, 93 millones de dólares en sentencia por abuso sexual y 400 millones de dólares en otra sentencia por fraude. ¿Qué les parece? Un extenso y enjundioso inventario de fechorías cometidas por el presidente Donald Trump que quiere dirigir al mundo entero al estilo de las películas del oeste norteamericano. Y si llegara al término de su mandato podríamos preguntarnos: ¿quién lo juzgará? Usted lector, tiene la palabra. Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Los ataques de Estados Unidos a barcos en el Caribe son un crimen de guerra

Avanzada Recomiendo: 3 Entrevista a David Cole, profesor de derecho de la Universidad de Georgetown «Los ataques de Estados Unidos a barcos en el Caribe son un crimen de guerra» Por Amy Goodman, Juan González | 08/12/2025 | EE.UU. Fuentes: Democracy Now! A medida que se intensifican las críticas de demócratas y republicanos sobre los ataques estadounidenses contra supuestos “barcos de la droga” en el Caribe y el Pacífico oriental, la Casa Blanca defiende una operación llevada a cabo el 2 de septiembre en la que murieron 11 personas. The Washington Post informa de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó un segundo ataque para matar a dos supervivientes del primero, una orden que, según los expertos jurídicos, constituiría un crimen de guerra. La Casa Blanca confirmó el lunes el segundo ataque, pero afirmó que la autorización no procedía de Hegseth, sino del almirante Frank Mitch Bradley, entonces jefe del Mando Conjunto de Operaciones Especiales. Esto se produce tras la amenaza de Hegseth de llevar a cabo un consejo de guerra contra el senador demócrata Mark Kelly, un antiguo oficial de la Marina, después de que Kelly y otros cinco veteranos demócratas instaran a los miembros del ejército a desobedecer órdenes ilegales. Nos acompaña David Cole, profesor del Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown y exdirector jurídico nacional de la ACLU [Unión Estadounidense por las Libertades Civiles]. Su reciente artículo para The New York Times se titula “Mark Kelly está siendo investigado por decir la verdad”. La última vez que hablamos con él fue en octubre, tras su artículo en The New York Review of Books titulado “Salirse con la suya”, sobre los ataques a los barcos. Así que, por decirlo suavemente, estas dos cuestiones están cobrando mucha fuerza esta semana. Por un lado, tenemos las revelaciones de The Washington Post sobre el segundo ataque a un barco que mató a los náufragos, los dos hombres que se aferraban a la vida en este barco cuando lo golpearon de nuevo; y por otro lado, tenemos los ataques contra Mark Kelly para llevarlo a un consejo de guerra, después de que él y otros hablaran de que los soldados no obedecen órdenes ilegales. Háblenos de la convergencia de estos dos temas y, en concreto, de lo que le está pasando a Kelly en este momento. David Cole: Toda esta operación, desde el principio, es ilegal. No es legal atacar de forma premeditada a personas porque creas que están involucradas en actividades delictivas. En este país tenemos un sistema para juzgar a las personas, condenarlas y sentenciarlas. Incluso si se te declara culpable de contrabando de grandes cantidades de drogas, no se te puede ejecutar. La pena de muerte se limita a culpables de homicidio. El presidente dice que esto es una guerra, pero está mezclando la metáfora con la realidad. La “guerra contra las drogas” es una metáfora, como la “guerra contra el cáncer”. No nos da permiso para matar a las personas que transportan drogas, al igual que la “guerra contra el crimen” no nos da permiso para matar a los delincuentes. Lo que ya sabemos es que no solo toda la operación es ilegal desde el principio, sino que además ahora están atacando a los supervivientes de estos ataques, personas que no representan ninguna amenaza para Estados Unidos, que intentan salvar sus vidas y que el ejército está atacando y matando a sangre fría. Se parece cada vez más a la matanza de Mỹ Lai. Y, sin embargo, cuando los miembros del Congreso les dicen a los militares: “Sabéis que tenéis la obligación de no cumplir órdenes ilegales”, ¿qué hace el presidente? No dice: “Oye, pues es verdad. Estas órdenes son problemáticas. Deberíamos reconsiderarlas. Deberíamos prestar atención a todos los abogados que nos dijeron que eran ilegales antes de que los echáramos de la sala”. En cambio, van tras Mark Kelly, senador, excombatiente, simplemente por… Amy Goodman: Exastronauta. David Cole: …decir la verdad. Y exastronauta. Simplemente por decir la verdad. El estaba cumpliendo órdenes no es una defensa ante un crimen de guerra. Y matar a civiles que no están involucrados en un conflicto armado contra nosotros es un crimen de guerra. Se trata de una actividad delictiva desde el principio, doblemente delictiva cuando se empieza a atacar a los supervivientes. Tienen que replantearse esta política, no afirmar que sus críticos están involucrados en sedición. Juan González: Pero, David, me pregunto si todos estos ataques a barcos están creando un clima en el que, básicamente, Estados Unidos, el pueblo de Estados Unidos, se está acostumbrando al hecho de que el país va a entrar en guerra. Es decir, va a atacar militarmente a Venezuela. Y, por ejemplo, The Guardian acaba de informar de que en Trinidad y Tobago, que está justo al lado de Venezuela, hay cien marines que han instalado un radar. Había una cita de un líder político de Trinidad y Tobago, David Abdulah, del Movimiento por la Justicia Social, acusando a su Gobierno de ser cómplice de estas ejecuciones extrajudiciales en el Caribe. Me pregunto: ¿qué pretexto crees que utilizará Estados Unidos para atacar militarmente a Venezuela? Si entran en guerra con Venezuela, será un acto de agresión contra un país que no nos ha atacado David Cole: Bueno, toda esta operación es un pretexto. No hay ninguna guerra en curso. No estamos siendo atacados. Nadie ha sido reclutado para luchar contra el enemigo. El presidente Trump ha tomado un problema de delincuencia y ha dicho: “Voy a utilizar al ejército para resolver el problema de la delincuencia. ¿Cómo? Matando gente a sangre fría”. Y Pete Hegseth traduce eso para decirle a su gente: “Matad a todo el mundo”. Y entonces, el almirante Bradley responde a eso ordenando matar incluso a los supervivientes que simplemente se aferran a la vida. Se trata de crímenes que el Gobierno intenta justificar como actos de guerra. Si entran en guerra con Venezuela, eso también será un crimen de guerra. Será un acto de agresión contra un país que no nos ha atacado. El hecho de que haya gente que quizá –probablemente– introduzca drogas de contrabando en este país desde Venezuela no distingue a ese país de México, de Canadá, de muchos otros países en los que se introducen drogas de contrabando. No nos da autoridad para matar a canadienses. No nos da autoridad para matar a mexicanos. No nos da autoridad para matar a venezolanos. Y, desde luego, no nos da autoridad para entrar en guerra con un país. Juan González: También me pregunto por otra importante batalla legal de la administración Trump: la admisión por parte del Departamento de Justicia de que fue la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien tomó la decisión de deportar a un grupo de hombres venezolanos al famoso complejo penitenciario de El Salvador, ignorando la orden de un juez de mantenerlos bajo custodia. ¿Qué opinas de esto? David Cole: Es indignante. Indignante. Somos un país de ley. Eso significa que los funcionarios del Gobierno, al igual que tú y que yo, tienen que cumplir las órdenes judiciales. En este caso, la administración Trump, utilizando de nuevo el pretexto de una guerra, dijo que iba a deportar a cientos, varios, un par… más de cien venezolanos, alegando que forman parte del Tren de Aragua, una banda de narcotraficantes venezolana que, según Trump, está involucrada en un conflicto armado contra nosotros, a pesar de que nadie había oído hablar de este grupo antes de que Trump hiciera esta ridícula afirmación. La ACLU acudió a los tribunales para impugnar esa decisión con carácter de urgencia. El juez celebró una audiencia. Les dijo, en términos inequívocos: “No expulsen a estas personas. Y si los aviones han despegado, hagan que den la vuelta. Y si aterrizan en El Salvador, no dejen que las personas bajen. Tráiganlas de vuelta”. En cambio, Kristi Noem, directora del Departamento de Seguridad Nacional, ordenó a su personal que desobedeciera esa orden y continuara con los vuelos a El Salvador para entregar a estos hombres a las autoridades salvadoreñas, donde fueron recluidos, en esencia, en una prisión donde se practica la tortura. Así no es como se supone que debe funcionar el estado de derecho. Creo que esto va a dar lugar a cargos por desacato contra Kristi Noem y los demás que participaron en ese incumplimiento flagrantemente ilegal de la orden del juez. Amy Goodman: Quería continuar con el tema de la deportación de personas. Está el caso de Kilmar Abrego García. Un valiente abogado del Departamento de Justicia dijo en el tribunal, porque tenía que decir la verdad, que no estaba claro por qué se le había enviado al CECOT [Centro de Confinamiento del Terrorismo]. Ahora se enfrenta a la posibilidad de ser enviado a un país africano tras otro, un continente del que no es originario. No van a dar marcha atrás en su deportación. Quería preguntarte sobre eso. Y también sobre este tema: ayer tuvimos una noticia sobre una joven, estudiante de Babson College, deportada a Honduras este fin de semana mientras intentaba volar de Boston a Texas para dar una sorpresa a su familia por Acción de Gracias. A Any Lucía López Belloza, de 19 años, le dijeron que había un problema con su tarjeta de embarque en la puerta de embarque, antes de que fuera detenida por los funcionarios de inmigración. Al día siguiente de su detención, un juez federal dictó una orden de emergencia que prohibía al Gobierno expulsarla de Estados Unidos durante 72 horas. Sin embargo, fue deportada y ahora se encuentra en Honduras, país que lleva años sin visitar. Ella no creció allí. David Cole: Creo que tenemos que preguntarle al presidente Trump: ¿no tiene sentido de la decencia? ¿No tiene vergüenza? El tipo de crueldad que está infligiendo a personas que han vivido aquí toda su vida, al señor Abrego García, cuya deportación fue, sin duda, un error. Y en lugar de admitir su error y pedir perdón, ahora quieren enviarlo a un tercer país, a África, un lugar que no conoce y en el que nunca ha vivido. Esto es… esto es simplemente inaceptable. Es absolutamente inaceptable. Y creo que el pueblo estadounidense reconoce que lo que está haciendo la administración en nombre de la aplicación de la ley de inmigración es demasiado duro, demasiado cruel. No se está seleccionando a los delincuentes. No se está seleccionando a las personas en la frontera. Se está deteniendo a estudiantes universitarios. Se está deteniendo a personas que acuden a sus entrevistas y a sus comparecencias ante los tribunales y se las está llevando a países de los que nunca han salido. Amy Gooman: David, tenemos esta noticia de última hora. El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández acaba de salir de prisión en Estados Unidos, donde cumplía una condena de 45 años por tráfico de drogas y delitos relacionados con armas de fuego. Su hermano, Tony Hernández, también cumple cadena perpetua aquí en Estados Unidos. El expresidente fue condenado por enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos. Comparad esto con lo que está haciendo Estados Unidos en el Caribe, bombardeando los llamados barcos de la droga para impedir que estas entren en Estados Unidos. David Cole: Una vez más, ¿no les da vergüenza? Se trata de alguien que era, en esencia, un capo de la droga, alguien que utilizó la autoridad de su cargo para garantizar que se introdujeran drogas, en cantidades masivas, en Estados Unidos. Es procesado, condenado y sentenciado. ¿Y qué hace el presidente Trump? Lo saca de la cárcel. Mientras tanto, los pescadores de los barcos del Caribe, que nunca han sido juzgados ni acusados de nada, son tiroteados y asesinados desde el aire. Y cuando la gente se aferra a la vida, siguen adelante y disparan y matan a esas personas. No se trata de luchar para impedir que las drogas entren en este país, porque entonces no se indultaría a alguien que ha sido condenado por ese delito. Se trata de pura política, y es jugar con la vida de las personas, acabar con la vida de las personas, para obtener ventajas políticas partidistas. Juan González: Me pregunto por el uso que hace Trump del indulto. La mayoría de los presidentes esperan hasta su último año en el cargo y, en torno a la época navideña, conceden un montón de indultos, pero Trump se ha vuelto loco con estos indultos. ¿Podrías hablar sobre el mensaje que esto transmite sobre el poder presidencial? David Cole: Bueno, el poder de indulto es uno de los poderes que la Constitución otorga al presidente, sin control. Por lo general, hemos confiado en que los presidentes lo utilicen de forma sensata, que lo utilicen para conceder clemencia en los casos apropiados, no para recompensar a los donantes, ni a los hijos de los donantes, ni a aquellos que han infringido la ley de la misma manera que Trump. Trump está utilizando, o mejor dicho, abusando del poder de indulto como ningún otro presidente lo ha hecho antes, y espero que ningún otro lo vuelva a hacer después. Pero realmente plantea dudas sobre dar al presidente un poder absoluto. El poder absoluto corrompe, y el presidente Trump lo ha demostrado con su uso del poder de indulto. Está indultando a personas que benefician sus intereses comerciales. Es decir, lo está utilizando para llenarse los bolsillos y dejar en libertad a personas con las que se identifica, no para conceder indultos basados en principios. Enlace a la entrevista original en inglés: https://www.democracynow.org/2025/12/2/david_cole Fuente de la traducción al castellano CTXT: https://ctxt.es/es/20251201/Politica/51241/david-cole-donald-trump-pete-hegseth-barcos-asesinatos-crimen-de-guerra.htm