viernes, 30 de diciembre de 2016

"El papel de un hombre de fe es defender a la Madre Tierra y apoyar a las comunidades"


Ricardo Falla, sacerdote jesuita de la Teología de la Liberación y antropólogo
"El papel de un hombre de fe es defender a la Madre Tierra y apoyar a las comunidades"

Desinformémonos


En Guatemala se desarrollan todo tipo de proyectos que atentan contra la Madre Tierra, y “el papel del hombre de fe es defenderla y apoyar a las comunidades que se encuentran en lucha”, define Ricardo Falla, sacerdote jesuita de la Teología de la Liberación y antropólogo, quien en 1992 fue acusado de guerrillero y tuvo que exiliarse a Honduras. Explica que se trata “no solo de extracción de minerales, sino que dividen a las comunidades a base de láminas, despensas o dinero”.La participación de la Iglesia en la guerra en Guatemala no fue monolítica, explica el sacerdote, pero “hubo un movimiento muy fuerte a partir de una junta de obispos en la reunión de Medellín de 1968. Se asumieron, con mucha fuerza, algunos punto de la Teología de la Liberación por parte de algunos obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas”, relata Falla. “Se cambió la visión del Cristo de la Fe”.
El antropólogo jesuita colaboró con la guerrilla porque estaba en la misión de acompañar a los pueblos desprotegidos, explica. El ejército guatemalteco, entrenado para peinar la montaña, reconoció una modificación en una loma, en la que el sacerdote enterró unos papeles. Como resultado, fue acusado de guerrillero y exiliado a Honduras.
Después de su exilio, Falla escribió el libro “Al atardecer de la vida”, con historias y testimonios de guerra y resistencia en Guatemala, que se presentó en el marco del Congreso de Estudios Mesoamericanos en esta ciudad, del 5 al 8 de mayo.
Durante la guerra en el país centroamericano fueron asesinados 17 sacerdotes; el primero fue un norteamericano, al que “bajaron de su avioneta”; a otro, en 1978, lo emboscaron cerca de la capital, “un hombre pacífico pero que protestó contra el servicio militar obligatorio; además de muchos catequistas”, recuenta el jesuita. “Eso nos motivó mucho para apoyar a las organizaciones campesinas y enfrentarnos a los poderes fuertes del Estado y del ejército”, explica.
El papel de Falla fue acompañar a las Comunidades de Población en Resistencia (CPR), ubicadas al norte de Guatemala, en la frontera con México. Después vinieron las grandes masacres, en las que fueron exterminadas comunidades enteras.
La represión ocurrió en la parte norte del Quiché, colindante con la Selva Lacandona de Chiapas, ubica el Teólogo de la Liberación. De los sobrevivientes, “algunos se fueron a los ejidos mexicanos y formaron campamentos con más de 20 mil personas. Otros muchos prefirieron no salir de su territorio y se quedaron debajo de la montaña. Esto cambió su forma de producir y se implementó su autodefensa”, expone.
Falla también trabajó como antropólogo en las comunidades, aunque para los pobladores fue un sacerdote que tomó nota de lo que contaron. “Yo entré en 1983, un año después de las masacres. La gente contaba todo y agradecía que la oyeran”, recuerda.
Después vinieron los acuerdos de paz, debido a la presión de muchas organizaciones, entre ellas las CPR. “En 1996, estas comunidades decidieron salir a la luz frente a la coyuntura política, descubrirse y trabajar para la paz en 1996”, valora Falla. “La participación de la Iglesia cambió mucho a raíz de los últimos Papas. Hubo un retroceso y se volvió muy conservadora”, considera el jesuita.
Ante las estrategias de las empresas para introducirse a los territorios –con regalos y compra de autoridades-, “lo que necesitamos es compartir experiencias para estar claros de lo que viene”, invita el teólogo. “Hay que estar con los ojos abiertos a lo que pasa, pero sin fomentar pánico”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

El fuego sigue encendido en Standing Rock

El fuego sigue encendido en Standing Rock


La batalla de Dakota de Norte ha sido desde el principio mucho más que la oposición contra una corporación petrolera.

Nueva York, Estados Unidos - Lo prendieron el pasado mes de abril. Sus cuidadores lo mantienen limpio y ordenado. Barren su alrededor dibujando un círculo sobre la arena. Se turnan para alimentarlo y atizarlo durante el día y también durante las largas y frías noches del invierno, llueva o nieve. El fuego sagrado arde sin interrupción desde entonces.

La hoguera ocupa el centro espiritual de la acampada de protesta de Standing Rock, Dakota del Norte, y encarna la cosmovisión de los lakotas que impregna cada una de sus acciones. Todo es un círculo, el agua, la estaciones, las relaciones. Se reza, canta y tocan tambores en círculo.

Frente al fuego la gente comparte por qué está aquí y por qué esta lucha es importante. Lo hacen sin adoctrinamiento –aquí los “ismos” no caben–. También se dan anuncios a través de la megafonía, las gentes se encuentran y consumen el café y el té que varios voluntarios preparan sin descanso. Cada mañana a las seis horas un centenar de personas acude a orar en círculo.

Los tipis siguen marcando la vista del campamento cuando se observa desde un punto elevado. Estas estructuras habitacionales portátiles de planta circular sirven de cobijo durante la noche, ya que permiten tener una estufa en el interior gracias a una apertura en la parte de arriba. Son también lugar de rezos y ceremonias grupales restringidas.

Los sioux

Son tierras de los sioux –pronunciado 'su' en inglés–, o sencillamente de los lakota. Toro Sentado pereció en esta zona en 1890 tras resistir heroicamente contra los colonos europeos. Aquí se produjo la masacre de cientos de indígenas de Rodilla Herida.

También fue un lakota Black Elk –Alce Negro–, hombre sagrado cuyo pensamiento y profecías se reflejaron en el libro Black Elk Speaks, obra de culto desde los años 60 y fuente de inspiración para entender la espiritualidad de los pueblos originarios de América del Norte y el presente de la humanidad.

Intuyendo una clara derrota moral y ante la opinión pública a principios de diciembre, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, dependiente de la Administración Obama, denegó el permiso para completar el oleoducto planeado en estas tierras.

El anuncio llegó en el preciso momento en que cientos de guardianes del agua formaban un círculo ceremonial alrededor del campamento. Estalló la alegría, pero sólo supone una victoria parcial porque la empresa dijo al día siguiente que seguiría adelante con sus planes.

Existe cierto temor por lo que pueda hacer Trump, con un equipo aun –si cabe– más favorable a este tipo de proyectos y de las industrias extractivas. Pero a estas alturas nada puede ser peor que el maltrato sufrido por los indígenas de Isla Tortuga –uno de los nombres nativos que recibe América del Norte– desde la llegada del hombre blanco.

Represión

En estos meses de protesta pacífica los abusos han llegado en forma de bulldozers, tanquetas, pelotas de goma, gas lacrimógeno, gas pimienta, perros de ataque, granadas aturdidoras –una joven casi pierde un brazo–, chorros de agua en medio del frío de la noche y un largo rosario de violencias ejecutadas con una crueldad difícil de entender.

Hay que puntualizar que la policía militarizada no ha puesto en práctica estos métodos en un contexto de enfrentamientos, gran tensión y/o como medida defensiva. La mayoría de las veces los agentes han disparado parapetados detrás del alambre espino o desde lo alto de un monte, sin que su integridad estuviera en peligro en ningún momento.

Lo han hecho con una parsimonia que resulta pasmosa de observar, como si estuvieran escribiendo una multa. El rosario de crueldades injustificables sigue: intervinieron unas canoas y las devolvieron con el casco rajado con una radial, inservibles. En otra ocasión requisaron ropa, sacos de dormir y material de acampada. Lo devolvieron todo orinado.

Profecías

Frente a los beneficios a corto plazo de este saqueo capitalista que lleva esclavizando la tierra durante los últimos 200 años, la visión infinita y circular de los lakota. Ésta no es una nueva lucha del siglo XXI, es la lucha de siempre, que retorna de nuevo, reciclada, con rostro y tácticas nuevas, pero con la misma agresividad.

Según las profecías, los jóvenes lakota de hoy encarnan la séptima generación después de Alce Negro, y ganará en esta nueva fase de la guerra contra la avaricia y la intolerancia. La señal fue la aparición de la serpiente negra: el oleoducto. En torno a Standing Rock se ha formado una gran coalición arcoíris compuesta por indígenas de todos los continentes, ecologistas, activistas reciclados del movimiento Occupy, veteranos de guerra desencantados con la maquinaria de guerra de su país y solidarios de cualquier color.

El agua es la vida

El grito de guerra en Standing Rock es "mni wiconi". El agua es la vida. Occidente ha necesitado varios siglos de avances científicos para llegar a la conclusión de que para que haya vida en un planeta, debe haber agua. Algo tan sencillo que comprenden los pueblos indígenas que mantienen vivo el vínculo con la naturaleza, con el Gran Espíritu, con la fuente.

Hay que acercarse al fuego con respeto y ceremonia. Se debe entrar por la parte abierta y caminar en el sentido de las agujas del reloj. Agacharse. Meditar. Echar un poco de tabaco o salvia fresca. Saludar al anciano o sabio que allí permanece. Y al salir dar una vuelta sobre uno mismo en señal de respeto. El fuego sagrado arderá hasta que muera la serpiente negra.

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/global/32585-fuego-sigue-encendido-standing-rock.html

martes, 27 de diciembre de 2016

Cuento de Navidad : Desconfiando del Sr. M.


Cuento de Navidad
Desconfiando del Sr. M



Pongamos que esto nunca sucedió, que es una invención, que los personajes que aparecen en este relato nunca existieron y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Digamos que es un cuento. Imaginemos un lugar recóndito de los Estados Unidos de América donde las temperaturas aquellos días previos a la Navidad oscilaban entre los 17 grados bajo cero y los menos 23, que con viento se sentían como menos 55. Raro era el espacio que no estaba cubierto por varios pies de nieve, la brisa más tímida se sentía en la cara como navajazos y la narices eran un fluir constante de mocos transparentes que se congelaban sobre el bigote como estalactitas. Podría ser en Dakota del Norte aquella vez que por poco se acaba el mundo.
El Sr. I trataba de regresar a Boston con sus hijos, S y E, después de haber cubierto como periodista unas protestas de tribus indígenas contra un oleoducto. Los nativos de la nación sioux habían conseguido que otros pueblos indígenas del continente y el resto del planeta acudieran a su llamada para combatir pacíficamente a la serpierte negra de la profecía de Caballo Loco. Los pueblos originarios habían conseguido detener el avance de la culebra tóxica que ponían en peligro el agua de la región y, por extensión, la vida en la Tierra.
El Sr. I había tenido experiencias extraordinarias en los campamentos de Standing Rock, donde había visto cómo personas de todas las razas, edades y procedencias hacían frente con humildad, solidaridad y plegarias a las adversidades de las temperaturas extremas en la pradera helada y a las agresiones de las compañías del petróleo, que estaban a punto de destrozar el planeta definitivamente.
El Sr. I se había enamorado de esa nueva sociedad naciente que recuperaba los valores ancentrales de los seres humanos que sabían vivir en armonía con la naturaleza. El Sr. I se había enamorado muchas veces aquellos días de frío y ayuda mutua, de sacrificio y esperanza.
Pero ahora el Sr. I trataba de llegar a Massachusetts antes de Navidad y solo encontraba obstáculos en su camino. El Sr. N y la Sra. L lo habían ayudado a llegar desde el casino Los Caballeros de la Pradera, de la reserva sioux, hasta el aeropuerto de Bismarck, y la Sra. A lo llevó del aeropuerto a la estación de autobuses, donde comprobó que se habían cancelado los viajes a Fargo, desde dónde salía su vuelo hacia Boston, pasando por Chicago, hasta nuevo aviso.
La Sra. A, antes de continuar su marcha camino de Texas y después de compartir historias e inquietudes, llevó al Sr. I hasta un motel barato.
Al Sr. I le quedaban 33 dólares en el bolsillo y su tarjeta de débito, la única que tenía, estaba en números negativos.
En el grupo de Facebook Standing Rock Rideshare, la Sra. H le comunicó al Sr. I que su marido, el Sr. M, viajaría en su propio vehículo ese día de Bismarck a Fargo.
Por mensajes de texto, el Sr. M le comunicó al Sr. I que llegaría al motel en 20 minutos. Dos horas después, el Sr. I seguía esperando en el vestíbulo del motel.
El Sr. I estaba intranquilo con la larga espera y se preocupó todavía más cuando descubrió que el Sr. M no era uno de los solidarios protectores del agua de Standing Rock, sino que parecía un buscavidas que viajaba de un extremo a otro de EEUU con dudosas intenciones.
El Sr. M llegó al motel, donde lo esperaba el Sr. I, en un Chevrolet Impala de 1996 destartalado, blanco pero con varias partes improvisadas de la carrocería marrón.
El Sr. I se preguntó cómo aquel vehículo había podido llegar de un tirón desde Las Vegas y cómo el Sr. M podía estar tan loco de pensar que podía llegar hasta Seatle.
El Sr. M era un joven negro de unos treinta años, 12 años más joven que el Sr. I. Vestía unas botas recien compradas para la nieve, patalón militar de camuflage y una parca con capucha de piel de roedor que le cubría la cara casi por completo. El Sr. I no pudo verle la cara claramente al Sr. M hasta más avanzado el viaje. El Sr. M se movía con nerviosismo huidizo.
El Sr. I era español, había vivido 16 años en Puerto Rico y tenía bastante limitaciones con el inglés. El Sr. M hablaba un inglés de gueto incomprensible para el Sr. I. Se somunicaban casi mejor con las pocas palabras que el Sr. M sabía en español.
El Impala no tenía calefacción y al Sr. I casi se le vuelven a congelar los dedos de los pies en las poco más de tres horas que duró el viaje entre Bismarck y Fargo.
El Sr. M llevaba las llaves del Impala en un manojo de unos 15 llaveros que eran recuerdos de las ciudades que había visitado. El Sr. I pensaba en algunos momentos de pánico que eran souvenirs de sus asesinatos pasados.
El Sr. I era un hombre confiado que había viajado a una docena de países creyendo en que el hombre es bueno por naturaleza y que siendo respetuoso y humilde se puede llegar a todas partes sin grandes problemas. Presumía de que nunca le había pasado nada malo confiando en la gente, en los desconocidos que se encontraba en el camino. Pero ahora en Dakota del Norte, de vuelta a casa por Navidad, se sentía inseguro y desconfiaba del Sr. M. Se enojaba consigo mismo constantemente por imaginar a cada paso historias escabrosas en las que él era la víctima.
Poco antes de llegar a Fargo, el Impala se estaba quedando sin gasolina y pararon en una estación de servicio para repostar. El frontal del carro y los laterales del vehículo estaban amurallados con estalactitas de hielo. El Sr. I no quiso ir a orinar, a pesar de necesitarlo, temiendo que el Sr. M lo dejara allí y se fuera con sus cosas. El Sr. I le dio sus últimos treinta y tres dólares al Sr. M lamentando que era todo el dinero que le quedaba. El Sr. M cogió treinta y le devolvió tres preguntándole si quería que lo invitara a un café y ofreciéndole sus cigarrillos.
El Sr. M parecía un buen tipo. Pero estaban en medio de ninguna parte, y el Sr. I no lo entendía bien, no tenía dinero y estaba ansioso por llegar a su destino. Desconfiaba. Se sentía mal por desconfiar, pero no podía dejar de hacerlo. En Standing Rock había participado en ceremonias indígenas que lo habían reconciliado con el género humano. El primer día de su llegada le habían regalado una pulsera amuleto elaborada por un chamán peruano. Se había sentido protegido durante toda su estancia en la pradera helada, pero ahora flaqueaba.
Perdieron el rumbo en un par de ocasiones antes de llegar a Fargo y en cada ocasión, el Sr. I pensaba que el Sr. M le iba a hacer algo malo. Cuando encontraban el camino correcto, el Sr. I se sentía ridículo por estar desconfiando tanto, pero al poco no podía dejar de desconfiar de nuevo.
El Sr. M compartía sus cigarrillos con el Sr. I. El Sr. I compartía un pedazo de queso y otro de chalchichón con panecillos con el Sr. M. El Sr. I cortaba con una pequeña navaja rebanadas de queso y salchichón que le pasaba al Sr. M con un panecillo mientras este conducía el Impala desvencijado y adornado de estalactitas. El Sr. M se lo comía todo de un bocado. El Sr. I encendía los cigarrillos que fumaban a medias.
Eran desconocidos hermanados por las circunstancias y la carretera. Apenas se cruzaron con otros vehículos durante casi tres horas. A veces la carretera era una pista de hielo. A menudo la sensación era de estar en medio de ninguna parte y lejos de todo. Hacían chistes que no siempre los dos entendían. Pero siempre se reían los dos. El Sr. I se sentía agradecido, pletórico, en algunos momentos. En otros momentos estaba a punto de entrar en pánico pensando que el Sr. M podría ser un asesino en serie. En esos momentos, el Sr. I se torturaba pensando que estaba traicionando sus principios, reafirmados en Standing Rock, al desconfiar tanto de su nuevo hermano, el Sr M.
Llegaron a Fargo por la noche. El avión del Sr. I salía al día siguiente. Una amiga del Sr. I, la Sra. Z, le había reservado y pagado una habitación en un motel de la cadena Super 8. El Sr. M le pidió al Sr. I que le dejara descansar en la habitación durante unas horas, que no había dormido en más de dos días, y que le quedaba todavía mucho viaje hasta Seatle.
Al Sr. I no se le pasó por la cabeza ni un segundo el decirle que no al Sr. M. Negarle cobijo a un necesitado no entraba en su concepción del mundo, independientemente de que fuera cerca del día de Navidad. Pero le preocupaba más de la cuenta, aquella vez, que lo cogieran de pendejo con dramático resultado.
No hay problema, le dijo el Sr. I al Sr. M. Lo único que no sé es cómo lo vamos a hacer con la gente que trabaja en el motel. No estoy acostumbrado a quedarme en hoteles y no sé cómo va esto de que alguien más se quede en la habitación de uno cuando se ha pagado por un solo adulto. No quiero que le cobren de más a mi amiga, que tan generosamente me ha pagado la habitación.
No te preocupes, contestó el Sr. M, yo me he quedado en hoteles de todo el país, yo soy tu invitado que voy a verte un rato, ellos no tienen por qué saber que me voy a quedar a dormir. Además, la gente que trabaja en los Super 8 comprenden y no dicen nada.
Que el Sr. M conociera tan bien a los trabajadores de los hoteles de todo Estados Unidos le preocupaba todavía más al Sr. I. El Sr. I no se consideraba racista y trataba de ejercer su no racismo activamente. Pero el Sr. M a veces le parecía el estereotipo de tipo malo de película y no se atrevía a preguntarle a qué se dedicaba y por qué viajaba tanto. A lo mejor estaba huyendo.
El Sr. I le pidió al Sr. M que por favor no fumara en la habitación y que no hiciera ningún estropicio. Pero el Sr. M no paraba de salir y entrar de la habitación, y al Sr. I le parecia muy raro. Cada vez que el Sr. M salía de la habitación, el Sr. I iba al cuarto de baño a comprobar que todavía estaba el secador de pelo y contaba las toallas. El Sr. I trabajó en un reportaje sobre Standing Rock hasta entrada la noche. Cuando terminó, el Sr. M le enseñó un termo de café. En el interior del termo había media libra de moñas de marihuana.
Claro, pensó el Sr. I, por eso viaja tanto el Sr. M, porque se dedica a traficar con drogas por Estados Unidos. Pero no le quiso preguntar. Sin embargo, el Sr. I y el Sr. M bajaron al aparcamiento y se metieron en el viejo Impala blanco y marrón con barbas de hielo a fumarse un moto de marihuana.
El Sr. M le pidió al Sr. I que le contara qué loquera era esa de Standing Rock. El Sr. I habló durante una hora y le enseñó fotos de cuando 3.000 veteranos de guerra estadounidenses pidieron perdón a la nación lakota por las masacres del general Custer, de cuando hombres blancos recibieron sus plumas de águila y de las ceremonias en las hogueras, hasta que el frío les hizo regresar a la habitación.
- Yo conocí una vez a un indio que cantando era capaz de despejar el cielo de nubes, dijo el Sr. M.
- Te creo, dijo el Sr. I.
El Sr. I durmió de un tirón toda la noche, con su cartera en un calcetín, a pesar de que temía pasarse la noche en vela pendiente de los movimientos del Sr. M.
Al día siguiente, el sol brillaba sobre la nieve y volvieron a fumar marihuana en el Impala. Pero ahora el Impala necesitaba aceite y el Sr. M quería ir al pueblo a buscar un taller a que revisaran el vehículo.
Por favor, déjame en el aeropuerto, me han pasado muchas cosas en este viaje y quiero estar tranquilo ya allí. Necesito ver a mis hijos, se puso dramático el Sr. I.
El Sr. M estuvo de acuerdo en parar en una gasolinera de camino al aeropuerto y echarle allí el aceite al Impala, del que calleron pedazos de la carrocería cuando abrimos el capó.
El Sr. I seguía desconfiando. Cuando el Sr. M entró en la gasolinera a comprar el aceite, el Sr. I no pudo evitar pensar que todo se trataba de atracar a mano armada la estación de servicio. Fueron unos minutos de angustia. El Sr. I se imaginó rehén, tiros, sangre, cómplice, cárcel, corredor de la muerte.
Cuando el Sr M salió de la tienda de la gasolinera sonriente y desarmado, con un bote de aceite en la mano, el Sr. I respiró tranquilo y se llamó gilipollas a sí mismo.
De camino al aeropuerto volvieron a perderse. Estaban, de nuevo, en medio de ninguna parte. Transitaban por un camino de gravilla en medio de la pradera nevada. No se veía ninguna señal de civilización en ninguna dirección. El Sr. M estaba seguro de que el aeropuerto estaba en dirección oeste. El Sr. I defendía con vehemencia que el aeropuerto esta en dirección este.
Discutieron casi a gritos. El Sr. I, de nuevo víctima de un ataque de pánico, pensando que había llegado el momento en el que el Sr. M lo iba a cortar en pedacitos, le pidió que lo dejara allí mismo, que caminaría solo hasta donde quiera que estuviera el maldito aeropuerto de Fargo.
El Sr. M, que no tenía por qué aguantar la desconfianza del Sr. I, que no tenía por qué llevarlo si quiera al aeropuerto, dio muestras de una inagotable paciencia y humildad.
Los dos tenían razón. Siguieron hacia el oeste y encontraron un aeropuerto, pero era municipal, y el Sr. I buscaba el internacional, hacia el este.
Cuando finalmente llegaron al aeropuerto internacional Hector de Fargo, el Sr. I le pidió disculpas por tanta desconfianza al Sr. M.
El Sr. I llevaba una bandera de Puerto Rico que le había dado la Sra. Z con la petición de que la gente de los campamentos de Standing Rock se la firmaran de recuerdo.
- ¿Me dejas firmar tu bandera de Puerto Rico?, le preguntó el Sr. M al Sr. I a la entrada del aeropuerto.
- Claro, hermano, aquí la tienes, firma y escribe lo que quieras. Me siento el tipo más afortunado del mundo porque la vida me ha regalado conocer gente como tú, le dijo el Sr. I al Sr. M.
- Yo también soy un tipo afortunado porque conozco a gente como tú, respondió el Sr. M al Sr. I.
Y los nuevos amigos se fundieron en un abrazo arropados por la badera de Puerto Rico en el interior de un Impala desvencijado a la entrada de un aeropuerto en un lugar perdido del profundo Estados Unidos poco antes de aquella Navidad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Cancion de Navidad

https://youtu.be/ERyP7vijId4

Cancion de navidad - Silvio Rodríguez y José Feliciano

lunes, 26 de diciembre de 2016

Israel nació como resultado del robo, a punta de fusil, del territorio y de la población de Palestina

Israel nació como resultado del robo, a punta de fusil, del territorio y de la población de Palestina

La limpieza étnica de Palestina y la aparición del Estado terrorista de Israel entre 1947 y 1948. A mano armada, judío-sionistas sacaron de su tierra, de sus casas y de sus propiedades a los palestinos. Expulsión ejecutada por los sionistas es conocida como "Al-Nakba" (La catástrofe). Cuarenta fotos sobre el despojo palestino perpetrado por Israel

¿Quiere Ud. entender qué pasa en Gaza el día de hoy? Analice esta foto tomada en la ciudad de Haifa, Palestina, en abril de 1948. Puede Ud. observar a tres terroristas judío-sionistas, armados con fusiles, integrantes de la banda conocida como Haganah, expulsando de su casa, de su tierra y de sus propiedades a una pacífica familia palestina.
Así fue cómo nació el Estado de Israel: sobre la base del robo y la desposesión, a punta de fusil, de los habitantes de Palestina. Para poder fundar Israel, el sionismo expulsó del territorio a ochocientos mil pobladores árabes, cuyas familias residían en Palestina desde siglos atrás. Como consecuencia de esta limpieza étnica se erigió artificialmente en tierra palestina el Estado Judío. Desde 1948, los palestinos expulsados por el sionismo tuvieron que refugiarse en ciudades como Gaza, o en otros países como Jordania o el Líbano.
Los palestinos fueron expulsados de sus tierras bajo amenaza de exterminio por las bandas judío-sionistas. La foto muestra a una familia de Haifa huyendo de la ciudad para escapar de la destrucción inminente anunciada por los terroristas israelitas.
Foto: Exodus, Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)
Los hombres palestinos, entre los diez y cincuenta años de edad, fueron enviados a campos de concentración.
Palestina despojada de su casa en la villa de Burj el-Shemali, tras el asalto sionista de 1948-49. La vivienda de esta pobre mujer quedó en el lado de lo que el Estado artificial de Israel considera hasta hoy "su" territorio.
La mujer, con sus pequeños hijos, es impedida de ingresar a su hogar  por la alambrada de púas colocada por los judío-sionistas para demarcar la denominada "Línea Verde". La Green Line indicó el territorio invadido y retenido por los terroristas israelitas luego del Armisticio de 1949.
Foto: A Palestine refugee woman cut off from her home by the "Green Line", Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)
Europeos de religión judía, recién llegados a Palestina, saquean el pueblo de Aquir en mayo de 1948. Las bestias sionistas expulsaron a todos los habitantes palestinos y destruyeron la ciudad, dejando sólo cinco casas en pie.
 Palestinos masacrados en Deir Yassin
 Palestinos masacrados en Deir Yassin
Barrio palestino de Manshiah, en Jaffa, devastado por los bombardeos de los terroristas judíos de Irgun en mayo de 1948
Elocuente retrato del sufrimiento de los palestinos en 1948 al ser expulsados de su tierra y de sus propiedades por los terroristas sionistas
Pocos lectores jóvenes conocen que el Estado de Israel se erigió sobre la base del robo y la usurpación de la tierra de los palestinos.
Expulsados de su propio país por los terroristas judío-sionistas
Las casas, propiedades y tierras palestinas pasaron a ser propiedad de sionistas recientemente emigrados de Europa.
Al ser expulsados de sus tierras por el judío-sionismo, algunos palestinos intentaron cargar en camiones algunas de sus propiedades.
En 1948, ochocientos mil seres humanos fueron expulsados de Palestina por los terroristas sionistas, como puede apreciarse en esta foto.
Palestinos en la Marcha de la Muerte, iniciada tras la masacre sionista en Lydda, el 11 de julio de 1948. Centenares de habitantes fueron fusilados en la mezquita Dahmash. Cuarenta mil residentes fueron expulsados de la ciudad.
El nacional-sionismo expulsó a los habitantes nativos de Palestina luego de cometer múltiples masacres y crímenes de guerra contra los árabes.
Mujeres, niños y ancianos palestinos son expulsados de sus hogares
Miles de palestinos intentaron huir de los bombardeos sionistas escapando por las playas.
Otros palestinos tuvieron que huir caminando.
Familias palestinas huyen de la villa de Al-Falouja, treinta kilómetros al nordeste de Gaza, expulsadas en 1948 por el terror implantado por las bandas terroristas judío-sionistas Irgun, Stern y Haganah. Los palestinos fueron expulsados inmisericordemente de sus casas, sus olivares y sus campos cultivados.
Foto: Exodus, Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)
Niños expulsados por Israel de sus hogares en Palestina, aparecen en la escuela levantada en tiendas de campaña en Khan Younis, Gaza, 1950.
Foto: Palestine refugee boys in tent school in Khan Younis, Gaza, Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)
1.  El 14 de mayo de 1948, como consecuencia de la imposición de la fuerza bruta nacional-sionista sobre la población nativa de Palestina, europeos de religión judía provenientes de Rusia, Alemania, Polonia, otros países de Europa Oriental y, en menor número de otras naciones, declararon en forma unilateral la creación del Estado de Israel, el mismo que se asentaría inicialmente sobre el 77% del territorio de Palestina.
2.   Con el fin de llevar adelante dicha declaración, los nacional-sionistas sólo tuvieron en cuenta la satisfacción de sus propios intereses. A pesar de saber que a fines de 1947 y comienzos de 1948 la población de Palestina ascendía a dos millones de habitantes, los nacional-sionistas no consultaron en ningún momento la opinión de 1,350,000 habitantes árabes nativos, es decir 68% de la población del país. (Para fines comparativos, debe indicarse que la población sionista ascendía a 650 mil personas.)
3.  Usualmente, se afirma, de manera incorrecta, que el Estado de Israel fue “creado” el 29 de noviembre de 1947 como resultado de una Resolución de Partición del Territorio de Palestina adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es necesario tener presente que las Naciones Unidas carecen de funciones ejecutivas o legislativas. Por ello no tienen atribuciones para “crear” estados. Sus resoluciones tienen el carácter de recomendaciones a las partes.
4.  La Resolución de Partición del Territorio de Palestina contemplaba la creación de dos estados cuya vida institucional se iniciaría el 15 de mayo de 1948. Uno de ellos sería el Estado Judío, que ocuparía el 56% del territorio de Palestina, y el otro pasaría a ser el Estado Árabe, sobre el 42% del territorio palestino. El 2% restante correspondería a la Zona Internacional de Jerusalén y alrededores que quedaría bajo la administración de las Naciones Unidas. La implementación de la creación de ambos estados y de la Zona Internacional de Jerusalén se encomendó a una comisión de cinco países miembros que no llegó a funcionar por la violencia impuesta por Israel.
5.  En la adopción de la Resolución de Partición de Palestina, las Naciones Unidas tampoco consultaron la opinión de los habitantes nativos. Estados Unidos y la Unión Soviética, principales potencias dominantes, se negaron a aceptar que la ONU realizara un referéndum en Palestina, consulta en la cual los presuntos futuros habitantes de los nuevos estados hubieran podido expresar su voluntad. Igualmente, la ONU, dominada por ambas potencias, se negó a solicitar la opinión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la partición de Palestina.
6. Tal cual era de esperarse, la población nativa de Palestina, cuyos antepasados se asentaron allí desde por lo menos doce siglos atrás, rechazó la Resolución de Partición, por considerarla ilegal, inmoral e indigna. Por su lado, el sionismo la aceptó como un punto de partida en sus ambiciones territoriales imperialistas. Sin embargo, como los hechos posteriores lo demostraron, particularmente el asesinato por los sionistas en 1948 del mediador de las Naciones Unidas, la Resolución de Partición de la ONU no satisfizo los afanes expansionistas del nacional-sionismo.
7. Con la finalidad de apoderarse de todo el territorio de Palestina e inclusive de áreas más allá de Palestina, supuestamente integrantes de un mítico Imperio de “Gran Israel” (Eretz Israel), el nacional-sionismo llevó a cabo entre el 29 de noviembre de 1947 y el 14 de mayo de 1948 una campaña de genocidio y limpieza étnica del pueblo nativo. A ella se aunó la expulsión de Palestina de los árabes sobrevivientes, la apropiación ilícita de sus tierras, y el pillaje y/o destrucción de sus propiedades. Fue así como 418 ciudades y villas palestinas fueron destruidas por el sionismo, trece mil palestinos nativos fueron asesinados, y los sobrevivientes, en número de ochocientos mil, fueron arrojados a campos de concentración como supuestos “refugiados”. Por decisión unilateral nacional-sionista, barrios residenciales, centros comerciales, escuelas, bancos, hospitales, clínicas, mezquitas, iglesias, edificios y servicios públicos propiedad de los palestinos, fueron apropiados por Israel en lo que puede considerarse como el más grande genocidio, saqueo, pillaje y robo de la historia contemporánea.
8. Los métodos utilizados por los nacional-sionistas en la limpieza étnica de Palestina fueron diversos. Los principales fueron las masacres de pueblos enteros y los diversos actos de terrorismo practicados contra los palestinos. Entre los asesinatos colectivos más conocidos ejecutados por el nacional-sionismo pueden mencionarse las masacres de Deir Yassin, Balad Esh-Sheikh, Sa’sa’, Lydda, Hula, Ed-Dawayimeh y la recientemente revelada masacre de Tantura.
9. En el genocidio practicado por los sionistas contra la población palestina, un rol importante le cupo a dos grupos terroristas. Ellos fueron las bandas criminales Irgun, encabezada por Menachem Begin, y Stern. La primera de ellas, entre otras acciones, dinamitó en 1946 el Hotel King David de Jerusalén, asesinando a más de noventa ingleses, árabes y judíos. Asimismo, fue responsable de la masacre de Deir Yassin, en la que los sionistas quitaron la vida a 254 palestinos, mayormente mujeres, niños y ancianos. Por su lado, el grupo terrorista sionista Stern asesinó a balazos el 17 de septiembre de 1948 al Conde Folke Bernadotte, mediador de Naciones Unidas que se proponía implementar la resolución original de la ONU. El asesinato del mediador de las NN.UU. pinta de cuerpo entero a los criminales sionistas, puesto que Bernadotte, como presidente de la Cruz Roja Sueca, salvó de la muerte a muchos prisioneros judíos de los campos de concentración nazis. La banda Stern le agradeció el esfuerzo ultimándolo de seis balazos.
10. La anterior exposición resume los orígenes terroristas y criminales del Estado de Israel. Como política de estado, el judío-sionismo ha intentado suprimir la historia de la limpieza étnica de Palestina y ha tratado de evitar que estos hechos sean del conocimiento de la opinión pública internacional. Usualmente, el sionismo presenta la creación de Israel y la ocupación de Palestina como si se tratara de un territorio vacío, no ocupado por nadie. La realidad es muy distinta: más de ochocientos mil seres humanos fueron expulsados de Palestina por el sionismo, robados de sus propiedades y condenados a vivir como parias hasta el día de hoy. Tal el fundamento de genocidio, crímenes contra la humanidad y robo sobre el que se ha edificado el Estado artificial de Israel.

lunes, 19 de diciembre de 2016

La profecía de Caballo Loco que se cumple en Standing Rock

La profecía de Caballo Loco que se cumple en Standing Rock

SRE-Claridad/Rebelión


Standing Rock, 10 diciembre 2016 (SRE/Claridad)- El 1 de septiembre de 1877, cuatro días antes de ser asesinado por la espalda, Caballo Loco (Tashúnka Uitko, en idioma lakota) tuvo una visión cuando fumaba la pipa ceremonial con Toro Sentado (Tatanka Oyotanka) que está inspirando ahora la unificación de las naciones indígenas de Norteamérica en torno a la lucha contra un oleoducto en Standing Rock, en Dakota del Norte.

Caballo Loco murió asaetado por la bayoneta de un soldado a los 30 años de edad respetado por su pueblo, al que había guiado con sus visiones y animado a seguir practicado sus tradiciones ancestrales y a no rendirse ante el hombre blanco.

El líder indígena había avanzado que los hombres blancos llegarían luego con “carros de fuego” y provocarían grandes matanzas en todo el mundo, pero que, “tras mucho sufrimiento, la Nación Roja se levantará nuevamente y será la bendición de un mundo enfermo, de promesas rotas, de egoísmo y desunido”, según las crónicas nativas de la época. Caballo Loco le dijo a Toro Sentado que llegaría un tiempo “de siete generaciones cuando todos los colores (razas) de la humanidad se reunirán bajo el árbol de la vida” y entre los Lakota “habrá personas que llevarán el conocimiento y la comprensión de la unidad entre todos los seres vivos”.

La joven lakota Allison Rendille cuenta a SRE/Claridad en el campamento Oceti Sakowin, entre los ríos Cannon Ball y Misuri, que inspirados en esa profecía de Caballo Loco los Lakota están “reconstruyendo” su nación, que esta “renaciendo” y que reivindica su soberanía y sus tradiciones ancestrales, hasta el punto de haber declarado su independencia y de estar en el proceso de que sea reconocida formalmente. Estudiante de Ciencias Políticas y colaboradora de la campaña de Bernie Sander, la joven indígena se encuentra en Standing Rock desde el pasado 11 de agosto.
“Sentí que tenía que estar aquí, estamos en el proceso de reconstruir nuestra nación. El gobierno nos ha oprimido siempre, nos han oprimido desde 1492. Ahora estamos recuperando las tradiciones de nuestros antepasandos”, defiende Rendille.

“La profecía dice que la séptima generación va a enfrentar a la serpiente negra. Hace 150 años esa serpiente negra podría haber sido los ferrocarriles, ahora la serpiente negra es el oleoducto” Dakota Acces cuya finalización han impedido los miles de “protectores del agua” que han acudido de todo el mundo a Standing Rock y que pone en peligro a lo largo de todo su recorrido, según los manifestantes, el agua que consumen 17 millones de personas en EEUU.

Ahora los tipis de Standing Rock están asentados siguiendo un patrón con la forma de cuerno de un búfalo, lo que no se hacía así desde hace 150 años.

“Estamos aquí para proteger la naturaleza, tenemos que aprender a reunificar y valorar las reglas que nos ha dado Wakan tanka”, dice la joven refiriéndose a un complejo concepto en idioma lakota que suele traducirse como “el gran espíritu”, “el creador” o “el gran misterio”, pero que haciendo un esfuerzo lingüístico analizando todas las partes que lo conforman vendría a ser “el abuelo que está alrededor cada uno, que también está dentro y que nos ama”.

Rendille explica que al principio de la lucha de Standing Rock contra el oleoducto, “los abuelos, los ancianos, fueron avisados en una ceremonia sobre la mejor estrategia y en la ceremonia de ancianos fueron avisados de que la mejor estrategia ahora es quedarse en paz. Con esta disciplina de paz y oración que se está imponiendo han logrado mantener el camino”.

Otra de las antiguas tradiciones que inspiran el movimiento indígena de Standing Rock es la del ternero de búfalo blanco. Según esa tradición, un ternero de bisonte albino se convirtió en una joven indígena que fue la que trajo los siete valores fundamentales de las tribus de Norteamérica.
“Son como los 10 mandamientos de los cristianos”, explica Rendille.

El primero de ellos es el que se ejercita en la ceremonia de purificación en “la cabaña del sudor”; el segundo valor es el de poner nombre a los niños; el tercero es la curación, el cuarto, la adopción; el quinto, el matrimonio; el sexto, la búsqueda de la visión; y el sexto es la ceremonia de la danza del sol. Cada uno de ellos tiene numerosas implicaciones.

“En nuestra historia de la creación ella era una especie de mesías que trajo el sistema social. Que además de los siete valores enseñó los utensilios, el arco, la flecha, la pipa sagrada... Estas herramientas son usadas por los hombres pero son provistas por las mujeres. En nuestra cultura hay un balance formal entre hombre y mujeres. Por eso el jefe es un hombre, pero hay un consejo de mujeres, está el consejo de ancianos. En el consejo están los siete fuegos del consejo Oceti Sakowin, que es la gran alianza de todas las tribus Lakota. Cada uno tiene su propio jefe, pero hay un sistema paralelo de mujeres. Es un sistema de vida natural”, defiende la joven.
Uno de los jefes de la confederación Oceti Sakowin es Akicita Hoksida (Chico Soldado) representante para el Gobierno de la Nación Sioux Mdewakanton Dakota.

Akita Hoksida renunció a su ciudadanía estadounidense, tiró su pasaporte, su tarjeta del seguro social y todas las identificaciones federales. Tiene sus propios documentos de identidad, su carnet de conducir, y lleva una copia certificada de la biblioteca del congreso, “que vale sólo 10 dólares”, de los tratados de Laramie que reconocen la soberanía de su pueblo en el territorio de la reserva, por lo que el gobierno federal le tiene que dejar regresar a su tierra y no tiene jurisdicción sobre él incluso si es acusado de un delito.

“¿Quienes son ellos para darnos sus documentos?”, dispara en un inglés vertiginoso Akicita Hoksida. “No necesitamos que nos reconozcan, pero nos tienen que reconocer. Este cuerno es nuestro gobierno. Oceti Sacowin es un país soberano. Tenemos que actuar como que lo es, para que nos reconozcan formalmente. Un paso importante es tener nuestros propios documentos”.
El jefe lakota lo tiene todo muy claro, cita leyes y tratados como si los conociera de memoria. Está lejos de ser aquel indígena ingenuo del que tanto se aprovechó el hombre blanco durante siglos. Habla con seguridad de demandas, entre ellas una millonaria por el uso del nombre Dakota sin que se les pidiera permiso, tanto el gobierno federal como los negocios locales de los hombres blancos.

Tienen numerosas demandas millonarias planificadas, pero necesitan mucho dinero para presentarlas y sostenerlas. “Nos han robado mucho”. Por ejemplo, el petroleo que se transportará por el oleoducto, que va a pasar por sus tierras sin permiso indígena poniendo en riesgo sus recursos de agua, pero que tampoco va a pagar peaje.

Explica que las reservas indígenas deben regresar a gobernarse como lo hacían tradicionalmente, no como les obligó a organizarse el gobierno de EEUU, que les impuso una “estructura corporativa”, donde la familia del jefe se queda con todo, que promociona la corrupción. Las reservas de todo EEUU son territorios paupérrimos con jefes riquísimos. “Los valores, las filosofías cambiaron”.
Esa estructura corporativa facilita al gobierno y las grandes empresas comprar, adquirir, expropiar, exprimir tierras y agotar recursos de las reservas de tal forma que solo se benefician los jefes corruptos, corrompidos fácilmente por adaptarse a las formas empresariales capitalistas del hombre blanco. La organización tradicional de las tribus no explotaba las tierras hasta agotarlas, como hacen las corporaciones, pero las leyes sobre las reservan obligan a explotar las tierras “al modo blanco, que lo agota todo”.

El jefe nativo menciona a Karl Marx sin temor a que ser acusado de comunista estalinista. Los suyos vivían en un nivel superior a la dictadura del proletariado antes de que Marx y el capitalismo nacieran. Asegura que el avanzado sistema educativo que Finlandia ha implantado los últimos 12 años para convertirse en el mejor del mundo es una copia exacta de cómo educaban los nativos americanos a sus hijos antes de que llegara el hombre blanco a las Américas. Sin embargo, el actual sistema educativo de EEUU “es un mecanismo para que los niños acaben en prisión, porque las prisiones son entidades para ganar dinero”.

“Los indios podemos salvar a toda América de la especulación financiera”, defiende el jefe Chico Soldado, que tiene claro que el arma de los indígenas ahora es la palabra.
“Les perdonamos todo lo que han hecho, vamos a tratarnos como amigos y aliados, vamos a negociar, pero como iguales, como soberanos, que no vengan a negociar a tratar de aprovecharse como siempre del indio tonto”.

Ver crónicas anteriores de Standing Rock en el siguiente enlace:
https://standingrockenespanol.com/ 

martes, 6 de diciembre de 2016


Las 4 cosas que el Papa Francisco les dice a los pobres

Público.es


Tras los dos primeros encuentros –Roma, 2014 y Santa Cruz (Bolivia), 2015–, el III Encuentro Mundial de los Movimientos Populares tuvo lugar en Roma del 3 al 5 de noviembre pasado. Participaron en el evento unos 200 activistas de entre los más pobres de la Tierra (cartoneros, recicladores de basura, vendedores ambulantes, campesinos sin tierra, indígenas, desempleados, chaboleros, vecinos de asentamientos populares, etc.) pertenecientes a 92 movimientos populares procedentes de 65 países de los cinco continentes.Las cuestiones que se abordaron fueron, como en los dos encuentros precedentes, las denominadas tres “T”: “Trabajo, Techo, Tierra”, a los que se añadieron esta vez las cuestiones de “la democracia y el pueblo”; el “cuidado del medio ambiente y la naturaleza”; y “los emigrantes y refugiados”.
Los participantes se reunieron, durante los dos primeros días, en el Colegio Internacional Pontificio Maria Mater Ecclesiae ubicado en Via Aurelia Antica, en Roma, (sede y seminario mayor de los “Legionarios de Cristo”…).
Entre los participantes figuraban: Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), de Argentina; João Pedro Stédile, del Movimiento de los campesinos sin tierra de Brasil y de la organización internacional Vía Campesina; Vandana Shiva, filósofa y ecologista india, Premio Nobel Alternativo en 1993; y José “Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay.
El día 5 de noviembre, ya en el seno del Vaticano y después de una misa en la Basílica de San Pedro a la que se accedió por la Puerta Santa de la Misericordia, todos los participantes, más unos tres mil activistas de los movimientos sociales italianos, fueron recibidos en audiencia, en la inmensa Aula Pablo VI, por el Papa.
En su discurso de síntesis, Francisco empezó recordando “los diez puntos de Santa Cruz de la Sierra, donde la palabra cambio estaba preñada de gran contenido, estaba enlazada a cosas fundamentales: trabajo digno para los excluidos del mercado laboral; tierra para los campesinos y pueblos originarios; vivienda para las familias sin techo; integración urbana para los barrios populares; erradicación de la discriminación, de la violencia contra la mujer y de las nuevas formas de esclavitud; el fin de todas las guerras, del crimen organizado y de la represión; libertad de expresión y comunicación democrática; ciencia y tecnología al servicio de los pueblos”.
Y definió “un proyecto de vida que rechace el consumismo y recupere la solidaridad, el amor entre nosotros y el respeto a la naturaleza como valores esenciales. Es la felicidad de ‘vivir bien’ lo que la gente reclama, la ‘vida buena’, y no ese ideal egoísta que engañosamente invierte las palabras y nos propone la ‘buena vida’”.
¿Qué les dijo, en el fondo, el Papa a los pobres? Esencialmente cuatro cosas:
1) ¡Rebelaos contra la tiranía del dinero! “Hay un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera. De ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de Estado y lo que erróneamente algunos llaman ‘terrorismo étnico’ o ‘religioso’, pero ningún pueblo, ninguna religión es terrorista. Es cierto, hay pequeños grupos fundamentalistas en todos lados. Pero el terrorismo empieza cuando ‘has desechado la maravilla de la creación, el hombre y la mujer, y has puesto allí el dinero’. Toda la doctrina social de la Iglesia se rebela contra el ídolo-dinero que reina en lugar de servir, tiraniza y aterroriza a la humanidad.
Ninguna tiranía se sostiene sin explotar nuestros miedos. Esto es clave. De ahí que toda tiranía sea terrorista. Y cuando ese terror, que se sembró en las periferias con masacres, saqueos, opresión e injusticia, explota en los centros con distintas formas de violencia, incluso con atentados odiosos y cobardes, los ciudadanos que aún conservan algunos derechos son tentados con la falsa seguridad de los muros físicos o sociales. Muros que encierran a unos y destierran a otros. Ciudadanos amurallados, aterrorizados, por un lado; excluidos, desterrados, más aterrorizados todavía, por el otro.
Tenemos que ayudar para que el mundo se sane de su atrofia moral. Este sistema atrofiado puede ofrecer ciertos implantes cosméticos que no son un verdadero desarrollo: crecimiento económico, avances técnicos, mayor ‘eficiencia’ para producir cosas que se compran, se usan y se tiran, englobándonos a todos en una vertiginosa dinámica del descarte… pero este mundo no permite el desarrollo del ser humano en su integralidad, el desarrollo que no se reduce al consumo, que no se reduce al bienestar de pocos, que incluye a todos los pueblos y personas en la plenitud de su dignidad, disfrutando fraternalmente de la maravilla de la Creación. Ese es el desarrollo que necesitamos: humano, integral, respetuoso de la Creación, de esta casa común”.
2) ¡Sed solidarios! “¿Qué le pasa al mundo de hoy que, cuando se produce la bancarrota de un banco, de inmediato aparecen sumas escandalosas para salvarlo, pero cuando se produce esta bancarrota de la humanidad no hay casi ni una milésima parte para salvar a esos hermanos que sufren tanto? Y así, el Mediterráneo se ha convertido en un cementerio, y no sólo el Mediterráneo… tantos cementerios junto a los muros, muros manchados de sangre inocente. El miedo endurece el corazón y se transforma en crueldad ciega que se niega a ver la sangre, el dolor, el rostro del otro.
¿Qué hacer frente a esta tragedia de los migrantes, refugiados y desplazados? Les pido que ejerciten esa solidaridad tan especial que existe entre los que han sufrido. Ustedes saben recuperar fábricas de la bancarrota, reciclar lo que otros tiran, crear puestos de trabajo, labrar la tierra, construir viviendas, integrar barrios segregados y reclamar sin descanso como esa viuda del Evangelio que pide justicia insistentemente (1). Tal vez con vuestro ejemplo y su insistencia, algunos Estados y organismos internacionales abran los ojos y adopten las medidas adecuadas para acoger e integrar plenamente a todos los que, por una u otra circunstancia, buscan refugio lejos de su hogar. Y también para enfrentarse a las causas profundas por las que miles de hombres, mujeres y niños son expulsados cada día de su tierra natal”.
3) ¡Revitalizad la democracia! “La relación entre pueblo y democracia. Una relación que debería ser natural y fluida pero que corre el peligro de desdibujarse hasta ser irreconocible. La brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos económicos y mediáticos que parecieran dominarlas. Los movimientos populares no son partidos políticos y, en gran medida, en eso radica su riqueza, porque expresan una forma distinta, dinámica y vital de participación social en la vida pública. Pero no tengan miedo de meterse en las grandes discusiones, en Política con mayúscula, y cito a Pablo VI: ‘La política ofrece un camino serio y difícil –aunque no el único– para cumplir el deber grave que cristianos y cristianas tienen de servir a los demás’ (2). O esa frase que repito tantas veces: ‘La política es una de las formas más altas de la caridad, del amor’”.
Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de otros sectores de la sociedad, están llamados a revitalizar, a refundar las democracias que pasan por una verdadera crisis. No caigan en la tentación del corsé que los reduce a actores secundarios, o peor, a meros administradores de la miseria existente. En estos tiempos de parálisis, desorientación y propuestas destructivas, la participación protagónica de los pueblos que buscan el bien común puede vencer, con la ayuda de Dios, a los falsos profetas que explotan el miedo y la desesperanza, que venden fórmulas mágicas de odio y crueldad o de un bienestar egoísta y una seguridad ilusoria.
Sabemos que mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y, en definitiva, ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”.
4) ¡Sed austeros! ¡Huyan de la corrupción! “Así como la política no es un asunto de los ‘políticos’, la corrupción no es un vicio exclusivo de la política. Hay corrupción en la política, hay corrupción en las empresas, hay corrupción en los medios de comunicación, hay corrupción en las iglesias y también hay corrupción en las organizaciones sociales y los movimientos populares. Es justo decir que hay una corrupción naturalizada en algunos ámbitos de la vida económica, en particular la actividad financiera, y que tiene menos prensa que la corrupción directamente ligada al ámbito político y social. Es justo decir que muchas veces se manipulan los casos de corrupción con malas intenciones. Pero también es justo aclarar que quienes han optado por una vida de servicio tienen una obligación adicional que se suma a la honestidad con la que cualquier persona debe actuar en la vida. La vara es más alta: hay que vivir la vocación de servir con un fuerte sentido de la austeridad y la humildad. Esto vale para los políticos pero también vale para los dirigentes sociales y para nosotros, los pastores.
A cualquier persona que tenga demasiado apego por las cosas materiales o por el espejo, a quien le gusta el dinero, los banquetes exuberantes, las mansiones suntuosas, los trajes refinados, los autos de lujo, le aconsejaría que se fije en qué está pasando en su corazón y rece para que Dios lo libere de esas ataduras. El que tenga afición por todas esas cosas, por favor, que no se meta en política, que no se meta en una organización social o en un movimiento popular, porque va a hacer mucho daño a sí mismo, al prójimo y va a manchar la noble causa que enarbola. Que tampoco se meta en el seminario. Frente a la tentación de la corrupción, no hay mejor antídoto que la austeridad; esa austeridad moral y personal.
La corrupción, la soberbia, el exhibicionismo de los dirigentes aumenta el descreimiento colectivo, la sensación de desamparo y retroalimenta el mecanismo del miedo que sostiene este sistema inicuo”.
En conclusión, el Papa Francisco citó al fallecido dirigente afroamericano, Martin Luther King, el cual optó por el amor fraterno aún en medio de las peores persecuciones y humillaciones: “Cuando te elevas al nivel del amor, de su gran belleza y poder, lo único que buscas derrotar es los sistemas malignos. A las personas atrapadas en ese sistema, las amas, pero tratas de derrotar ese sistema. (…) Odio por odio sólo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo. Si yo te golpeo y tú me golpeas, y te devuelvo el golpe y tú me lo devuelves, y así sucesivamente, es evidente que se llega hasta el infinito. Simplemente nunca termina. En algún lugar, alguien debe tener un poco de sentido, y esa es la persona fuerte. La persona fuerte es la persona que puede romper la cadena del odio, la cadena del mal” (3).
Notas:
(1) Cf. Lc 18,1-8.
(2) Lett. Ap. Octogesima adveniens, 14 de mayo 1971, 46.
(3) Sermón en la iglesia Bautista de la avenida Dexter, Montgomery (Alabama), 17 de noviembre de 1957.
Ignacio Ramonet. Periodista y escritor. Director de ‘Le Monde Diplomatique’ en español

lunes, 21 de noviembre de 2016

Usurpación, pero sagrada


La atroz pretensión moral del sionismo
Usurpación, pero sagrada



Distinguimos la sociedad humana respecto de la naturaleza por una serie de rasgos que nos hace únicos respecto del resto de las especies vegetales y animales. Por cierto que eso no niega nuestra raíz biológica común que nos emparenta tan entrañablemente con todos los seres vivos.
Así, la naturaleza nos otorga ejemplos y referencias mucho más materiales, y nos corresponde a nosotros reconocerlos y evaluarlos desde nuestra propia condición, humana. Como la forma de reproducirse de los cucos (también llamados cuclillos, aunque en el ejemplo que queremos abordar, esta última resulta una denominación totalmente inapropiada).
La hembra del cuco deposita un solo huevo en el nido de otras aves, normalmente de pequeñas aves insectívoras […]. La hembra del cuco se lleva un huevo de la otra especie de ave y lo sustituye con uno de los suyos. […] los huevos cercanos a los posaderos de los cucos [sitios de descanso y de reconocimiento del paraje] son más vulnerables. Los nidos parasitados múltiples veces eran los que están más cerca de los puntos de observación, y que los no parasitados eran los que estaban más lejos […]. El cuco adulto se parece a un gavilán, lo que da más tiempo a las hembras para parasitar nidos [porque su población originaria teme retornar al visualizar gavilanes, un predador natural de tantos pájaros]. [1]
“Cuando los futuros huéspedes [anfitriones, aunque involuntarios] ponen sus hue-vos, ella espera a que el adulto que los está incubando se ausente. Entonces, asalta el nido ajeno, se come o tira fuera algunos huevos y pone uno suyo. Cuando el adulto de la otra especie regresa, no nota nada y sigue empollando esperando que nazcan sus polluelos.”
”El polluelo de cuco nace un par de días antes que los demás porque su tiempo de incubación es menor que el de las especies que parasita. Unas horas después de salir del cascarón, el polluelo, con sus escasos 3 gramos de peso y sin plumón, empuja fuera del nido a los otros huevos con su espalda de hombros anchos y fuertes […]. Así, se convierte en el rey y señor del nido, y la madre adoptiva se afana en cebar a ese pollo que en pocos días le dobla el tamaño. [2].
A fines de siglo XIX, en pleno colonialismo mundializado −recordemos que el reparto europeo de carnicería de África es de 1885− judíos askenazíes, étnicamente mucho más caucásicos que sirio-cananeos, deciden, apoyándose en mandatos sagrados (de la Torah) afincarse en Palestina, identificada como la tierra donde vivieran los judíos hace miles de años y donde permaneciera una muy limitada población judía, sin conflicto con las mayorías que a partir del s. VII se hicieron musulmanas.
Las primeras aliah llegaban a “La Tierra prometida” y compraban tierras a efendi ausentistas que vivían de las rentas que les daba la propiedad y el trabajo campesino de la población local. Cada compraventa realizada con el apoyo de la policía entonces turca traía consigo el desalojo a veces violento, y con el tiempo cada vez más, de los campesinos así despojados de su fuente laboral… y alimentaria. En esas tierras vaciadas de palestinos, los sionistas fueron erigiendo establecimientos colectivistas, los renombrados kibutzim.
Estaban sacando pichones del nido para aposentarse jóvenes judíos, bien nutridos y mejor provistos.
Palestina estaba poblada desde tiempo inmemorial. Con superpuestas migraciones, como es la historia en general de la humanidad. El mismo David Ben Gurion, el que motorizó la expulsión violenta y mediante métodos terroristas de población árabe de Palestina, reconocía −al menos hasta fines de la década del ‘20− que los “palestinos” eran los más seguros, étnicamente hablando, descendientes del pueblo judío. Pero que desde el s.VI habían sido indudablemente musulmanizados y tal vez antes aún, cristianizados.
La pretensión de “redimir la tierra”, la consigna mediante la cual los judíos sionistas se hacen de la tierra palestina mediante compra (inicialmente), conquista, ocupación o expulsión violenta de otros titulares de esa tierra, procura así cumplir mandatos religiosos de la ortodoxia judía. Pero tal mandato, precisamente por provenir de una religión monolátrica [3] establece un absolutismo mental y un ombliguismo psíquico que ciega a sus portadores y es lo que explica (ya que de ningún modo justifica) la serie impresionante de acciones crueles, abusivas, que los sionistas han ido perpetrando a lo largo de las décadas contra los moradores de esa tierra que consideran suya por una cesión que les habría otorgado su dios en exclusividad y en permanencia. Que semejante abuso haya sido y sea tolerado e incluso apoyado por grandes potencias no legitima en absoluto tales procederes.
La ignorancia, el (falso) pensamiento basado en clisés, los medios de incomunicación de masas, nos han inducido a pensar en el sionismo y sus excesos como respuesta a la peripecia vivida por los judíos bajo el nazismo. Pero en esas sendas de pensamiento que con inocencia e ignorancia reconoce Mazin Qumsiyeh haber compartido “se escapa por completo que los sionistas han ejercido atrocidades sobre los palestinos antes de que, no ya el nazismo victimara a tantos judíos, sino antes que ni siquiera hubiera surgido el nazismo.”
Las acciones sionistas ejercieron su dominio con mano de hierro. A diferencia de los judíos que habían vivido desde tiempo inmemorial en Palestina (o que tal vez nunca habían emigrado) los sionistas encararon la ocupación de la tierra palestina como empresa absoluta y exclusiva, no admitiendo trato alguno con la población musulmana o cristiana allí establecida. Esa diferencia, radical, entre los judíos del antiguo yishuv y los del nuevo o moderno yishuv dio lugar al primer asesinato político del s XX en Palestina. Del cual fue víctima no un árabe sino un judío, dialoguista. Que se negaba a la política de apartheid de los sionistas; Jakob de Haan, poeta y referente de la comunidad judía “antigua” se preguntaba por qué tenía que romper vínculos sociales que había tenido siempre, él y los suyos, con quienes no eran judíos, como él. La organización sionista que era el embrión de la Haganá, que devino en 1948, el Ejército de Defensa [sic] de Israel, lo asesinó a sangre fría en 1924. [4]
Es que de Haan no era un cuco. Aunque pequeño, no era un cuclillo.
En 1920 el sionismo funda la Histadrut, una suerte de central sindical exclusivamente para judíos. Como los patrones, generalmente judíos, optaban por los asalariados palestinos a los que se les podía y solía pagar un tercio de los sueldos que se les pagaba a obreros judíos, la tendencia “espontánea” de los patrones era a contratar obreros palestinos. La Histadrut obligó como política de estado a pagar el mismo sueldo a palestinos y judíos. Pero nadie sueñe igualdades. Lo que hizo la Histadrut fue obligar a desembolsar el mismo sueldo para todos, pero mientras los obreros judíos recibían dicho salario, los palestinos siguieron recibiendo el sueldo miserable de siempre y los dos tercios diferenciales se lo embolsaba la central sindical para así mejorar los servicios (de todo tipo, sanitario, educacional, recreativo) de los obreros judíos… “Infamia sacralizada por lo excelso del fin propuesto” califica Mazin Qumsiyeh esta política.
Porque la política fue siempre, desde 1897 en adelante y acentuada desde 1948, no ceder nada a la población palestina. Por eso los palestinos no pueden edificar ni una pieza, no pueden construir ni una alberca. Todo eso pertenece “por derecho divino” a los judíos.
Para acentuar la discriminación, cuando palestinos desesperados por la falta de agua, han intentado proveerse de tanques, suelen pasar “espontáneos” que se los perforan a balazos…
Este es el cuco –sindical en este caso− en acción, como cuando tira del nido a los habitantes originarios…
Las acciones de los mistarvim que analizara (y denunciara) Ilan Pappe [5] que diezmaban a la población palestina penetrada con agentes camuflados que se hacían pasar por ejemplo, por un paisano mudancero que dejaban a un mecánico palestino una camioneta para reparar. Al rato explotaba matando a todos los presentes, dejando en ruinas el taller y viviendas vecinas y, sobre todo desquiciando los lazos sociales.
Qumsiyeh da una serie de ejemplos, históricos, concretos, [6] que no son discutibles acerca de si “es ultrajante” invocarlos o si resultan “viciosos” los términos que usa, [7] donde la violencia fue desencadenada inicialmente por los sionistas, además de los ya señalados:
- Primer atentado a barcos (1940): en el conflicto entre tendencias sionistas, el atentado al vapor Patria significó la muerte de 268 humanos a bordo del barco, judíos, y el hundimiento de un enorme cargamento de armas que Ben Gurión no quería que fortaleciera a sus adversarios en la puja por el establecimiento del Estado de Israel;
- Primer auto-bomba, contra el Hotel King David, con decenas de asesinados británicos, árabes palestinos, judíos y extranjeros (1946);
- Primera carta-bomba (1947); contra políticos británicos;
- Primer ataque a buses (con civiles cualesquiera)(1947);
- Primer ataque a cafés (con civiles cualesquiera) (1947);
- Primer atentado a trenes (de pasajeros, casi cien víctimas mortales) (1947);
- Primer secuestro de aviones (1954).
El cuco en acción. Desalojo y/o manducación del habitante originario del nido.
Moshe Sharett, primer ministro en los primeros o casi primeros tiempos del Estado de Israel (1954-1956) y antes figura de primer nivel en la dirección sionista desde 1933, en su diario −que se mantuvo secreto por más de 30 años− revela la verdadera política israelí, no la oficial, y va mostrando cómo fue un montaje lo de la agresividad árabe y el defensismo israelí y cómo en los hechos la violencia partió prácticamente siempre o casi siempre del lado sionista, provocando, arteramente, a las empobrecidas naciones recientemente pasadas al nivel de independientes, sujetas por múltiples lazos a los centros mundiales de poder. Sharett escribió un diario luego de su paso por el gobierno israelí en el que desnuda lo que acabamos de citar. Ese diario demoró unos 30 años en ver la luz pública tras la decisión de su hijo. Y hubo una periodista, hija de un funcionario de los más cercanos a Sharett, que abordó el diario e hizo una lectura crítica que publicó en inglés. [8]
Sharett sostiene que la dirección sionista creó “un estado de sitio mental en la sociedad israelí [para] complementar el mito prefabricado de la amenaza árabe […y] lograr una cohesión defensiva de la sociedad israelí judía. Estaba calculado principalmente para la ‘eliminación de los frenos morales’.”
Esto es lo que vemos con transeúntes que escupen un palestino herido yacente, soldados conscriptos que rompen con cascotes los bracitos de niños que les arrojan piedras, “vecinos” que dirigen las aguas servidas hacia la Franja de Gaza para emponzoñar un poco más ese territorio; detenciones/secuestros arbitrarios, niños palestinos presos en jaulas al aire libre en pleno invierno… [9]
Apenas un par de ejemplos de las múltiples atrocidades reconocidas por Sharett: a principios de la década de los ’50 se producen violentísimos atentados sobre buses israelíes en el norte del recién adquirido país. Con muertos en cada abordaje. Los atacantes visten ropas talares, de estilo árabe… y se retiran prestamente hacia la frontera… todo lleva a pensar en árabes armados. Pero en el sitio estaba el coronel estadounidense Hutchenson, miembro de la Comisión Mixta del Armisticio jordano-israelí que no se tragó las apariencias y que anunció oficialmente: “de los testimonios de los sobrevivientes no existían pruebas suficientes de que los asesinos fueran realmente árabes.” ¡Caramba!, ¿qué podrían ser, indios sioux, coreanos, vascos? En un informe confidencial dejó a un lado la diplomacia y refiriéndose a uno de dichos atentados atribuyó explícitamente el ataque al ómnibus a “terroristas que intentaban agudizar las tensiones en el área así como crear problemas para el actual gobierno.” Los “halcones” estaban furiosos con “los palomas” como Sharett… se trataba, entonces, de terroristas judíos que atentaban hasta contra buses que llevaban judíos… leyó bien: judíos matando judíos.
De más está decir que la superioridad israelí logró remover al enviado norteamericano casi de inmediato.
Otra de las tantas atrocidades que menciona Sharett: los “halcones” arrasan una aldea palestina, Lydda [10] (en 1947/1948 los sionistas arrasaron entre 400 y 500 aldeas palestinas matando innumerables pobladores). Luego de la operación de arrasamiento que arroja 69 cadáveres, hombres, mujeres, niños, se le pregunta a Sharon, el comandante del operativo por la mortandad, que contesta: ‘el número de víctimas había sido 10 o 12.’ “Sólo contamos las muertes militares, los soldados de la guarnición de la Legión Jordana.” (ibíd.). Expresión de desprecio a humanos (civiles) muy significativa. Voz de amos. Los niños, los ancianos, las mujeres no cuentan; son como “los daños colaterales” madeinUSA.
Volviendo a la tipificación del carácter infame de las políticas discriminatorias y sobre todo a la sagaz observación de Sharett de que la sacralización se basa en “lo excelso del fin propuesto”, no podemos dejar de recordar uno de los Pensamientos de Blaise Pascal: “El hombre no es ni ángel ni bestia, y la desgracia quiere que quien haga el ángel haga la bestia". [11]
Y amarga frutilla de este malhadado postre: la autora del “limpio trabajo de Rokach” al decir de Uri Avneri [12] que estudia el Diario de Sharett, de donde extrajimos los últimos ejemplos; un palestina judía perteneciente al Antiguo Yishuv que se hizo periodista en Italia, de Israel Radio, de Roma y del periódico palestino Al Fajr, en 1984 la encontraron muerta. Antes había sido muy presionada desde la cancillería israelí para que no publicara su trabajo. Apareció muerta a la edad −50 años− en que los pueblos nórdicos, por ejemplo, consideran el momento cumbre de la vida humana, la óptima relación de pujanza y veteranía, de vigor intelectual. Sabiendo del disgusto de la dirección sionista y de sus redes “de seguridad” por el “destape” de sus atrocidades, que han alcanzado tan a menudo a ser asesinatos y “confección de pruebas” para desviar el conoci-miento de las verdaderas causas de muerte, conociendo la impunidad con que operan, uno no puede menos que asociar esa “mano” con la aparición de Livia Rokach sin vida.

Notas
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Cuculus_canorus.
[2] coctel-de-ciencias.blogs.quo.es/2011/05/15/el-engano-de-los-cucos/.
[3] Religión basada en la idolatría a un único dios (Jean Soler).
[4] Noam Chomsky, entre otros, sin velos ideológicos o religiosos, rememora esa atrocidad.
[5] La limpieza étnica de Palestina de 1948, Editorial Crítica, Barcelona, 2008.
[6] Compartir la tierra de Çanaán, Editorial Canaán, Buenos Aires, 2007.
[7] Aspectos que invoca, por ejemplo, Steven Stotsky para recusar a Qumsiyeh (“Exposing Mazin Qumsiyeh's Falsehoods”, http://www.camera.org/index.asp?x_context=6&x_article=1383.
[8] Livia Rokach, Israel’s Sacred Terrorism. A Study based on Moshe Sharett’s Personal Diary and other Documents, AAAUG, Inc. Graduates, Mass., 1980.
[9] Los primeros ejemplos son de público conocimiento; el último: file:///E:/palestino-israeli/brutalizacion%20y%20constricc.%20progr/I.%20tiene%20ni%C3%B1os%20pal.%20en%20jaulas%20en%20invierno%20%E2%80%93%2016%2001%2016.htm.
[10] Se trataba, según estimaciones arqueológicas, de una aldea de unos cinco milenios de existencia…
[11] Pensamientos, 678.
[12] en Hoalam Hazeh, 23/9/1980.
Blog del autor: http://revistafuturos.noblogs.org