viernes, 29 de enero de 2021

Entra en vigor el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares

Entra en vigor el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por | 28/01/2021 | Ecología social Fuentes: Ecologistas en acción Desde el 22 de enero el mundo será un poco más seguro: entra en vigor el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, tres meses después de la ratificación del mismo por 50 países. Este tratado intenta paliar el fracaso del anterior Tratado de No Proliferación Nuclear, que se ha mostrado incapaz de frenar el desarrollo armamentístico nuclear. El uso de armas nucleares quedará prohibido, como lo está el uso de armas biológicas (1975), químicas (1997), las minas antipersonas (1999) o las bombas de racimo (2010). Hiroshima y Nagasaki mostraron al mundo hace más de 75 años la catástrofe que supone el uso de las armas nucleares. Una amenaza impulsada durante la guerra fría posterior, en la que varios países impulsaron la fabricación de ojivas nucleares (Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido, Francia y China), mientras otros como el Estado español estaban intentándolo. Ante esta realidad, el 1 de julio de 1968 se firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear con la intención de lograr lo antes posible el fin de la carrera armamentística nuclear y emprender medidas eficaces encaminadas al desarme nuclear. Dicho tratado ha sido ratificado por 191 países, entre ellos España, que lo hizo el 5 noviembre 1987. Este tratado frenó en gran medida el aumento del peligro de guerra nuclear, pero no ha logrado en los 50 años desde su entrada en vigor en 1970 cumplir su compromiso explícito de lograr el desarme nuclear total, ni frenar el aumento del número de países con armas nucleares. Por ello, en 2017 Naciones Unidas inició la negociación de un nuevo tratado: el Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares (TPAN), con el objetivo de llegar a la eliminación total de las mismas. Un acuerdo aprobado por 122 naciones en la Asamblea General en 2017, que entraría en vigor tres meses después de que lo ratificaran 50 estados parte, lo que sucedió el 22 de octubre de 2020, cuando lo ratificó Honduras. El tratado representa el primer instrumento multilateral jurídicamente vinculante para el desarme nuclear, donde cada Estado parte se compromete a nunca y bajo ninguna circunstancia desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro modo, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares. Tampoco permite el emplazamiento, la instalación o el despliegue de armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares en su territorio o en cualquier lugar bajo su jurisdicción o control, entre otras disposiciones. La iniciativa surge en 2007, con la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), una coalición de organizaciones civiles de más de 100 países. En 2017, ICAN recibió el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su trabajo “para llamar la atención sobre las catastróficas consecuencias humanitarias de cualquier uso de armas nucleares” y por sus “esfuerzos pioneros para lograr una prohibición basada en tratados de tales armas”. Ecologistas en Acción señala la gravedad y su preocupación porque que las potencias nucleares no sean parte del tratado, ni los países de la OTAN, la organización señala que son precisamente estos países los que deberían estar obligados al cumplimiento del acuerdo, así como, señalar la obligación de la comunidad internacional de establecer los mecanismos necesarios para que se produzca la desnuclearización mundial. Señala además que de no ser la actitud contraria de los países a la desnuclearización es una amenaza a la seguridad mundial y a los Derechos Humanos. En cuanto al Estado español, al igual que el resto de participantes en la OTAN, no lo ha firmado. De hecho, de Europa sólo han ratificado Austria, Irlanda, Malta, San Marino y la Santa Sede, que no pertenecen a la OTAN. El Gobierno español persiste así en su actitud de no participar en la negociación inicial del Tratado por las Naciones Unidas en 2017, siguiendo la directriz que había marcado EE UU. Para Ecologistas en Acción está en una actitud muy decepcionante en un país donde la mayoría de la población se declara antinuclear. Las ciudades y los pueblos pueden ayudar a generar apoyo para el tratado al respaldar el llamamiento de ICAN, registrando mociones en los ayuntamientos. El llamamiento se ha aprobado en: Alcoi, Alzira, Barcelona, Binissalem, Cádiz, Canovelles, A Coruña, Castelldefels, Ferrol, Granollers, La Garriga, Guadalajara, Masllorenç, Vallromane y Zaragoza. La firma del tratado es uno de los temas de los que se ha hablado y negociado mucho, y debatido varias veces en el Parlamento estatal, pero en ninguna ocasión, siguiendo las directrices de la OTAN, los grandes partidos han dejado llegar a un acuerdo y hacer la firma efectiva, la última de ellas en diciembre de 2020. Incluso desatendiendo la carta abierta que Ana Palacio, Javier Solana y Carlos Westendor, extitulares de la cartera de Exteriores, firmaron junto a numerosos exdirigentes de aliados de EE UU en septiembre de 2020 pidiendo a los líderes actuales que “demuestren coraje y audacia, y se unan al tratado”. Es muy decepcionante que en este momento, donde además el tratado ya va a empezar su andadura y con tantos apoyos sociales y políticos, el propio PSOE no vote a favor de la iniciativa presentada esta vez por ERC, teniendo la posibilidad de desmarcarse de la OTAN y ser el primer país de la organización en firmar el acuerdo, como ya valoró ICAN animándonos a ello. Hasta que finalmente se haga efectiva la adopción por el estado, seguiremos insistiendo para sumar al estado en la lucha contra las armas nucleares. Ecologistas en Acción celebra la entrada en vigor del TPAN. Desde este momento las armas nucleares son ilegales según el derecho internacional, una victoria para todo el movimiento antinuclear mundial. Fuente: https://www.ecologistasenaccion.org/160584/entra-en-vigor-el-tratado-de-prohibicion-de-armas-nucleares/

'Pucherazo contra Trump. Fraude electoral en el 2020'

'Pucherazo contra Trump. Fraude electoral en el 2020' HOY CON NOSOTROS 17:09 GMT 28.01.2021URL corto Por Javier Benítez 0 90 Síguenos en Hay que combatir el relato de los medios de comunicación de Occidente sobre las recientes elecciones presidenciales en EEUU. Así lo manifiesta el investigador, economista, escritor y periodista Guillermo Rocafort al referirse a su más reciente libro titulado 'Pucherazo contra Trump. Fraude electoral en el 2020'. 00:00 / 26:05 El estímulo Pucherazo: término que se remonta a las épocas del Rey Alfoso XII, a finales del siglo XIX, y que alude a un fraude electoral que consiste en alterar el resultado del escrutinio, según constata el diccionario de la RAE. Qué pasa © SPUTNIK Invasión del Capitolio: "Una fiesta de disfraces" Rocafort explica que 'Pucherazo contra Trump. Fraude electoral en el 2020', es un libro que compila artículos que ha ido publicando en las fechas de las elecciones, a principios de noviembre de 2020. "Artículos de los cuales soy el autor exclusivo y que he ido publicando en los digitales más prestigiosos de España, como por ejemplo Confilegal, digital jurídico referencia del mundo de las leyes en España: jueces, magistrados, abogados, fiscales, etc., y otro gran medio histórico digital en España que es el Confidencial Digital". El disparador de este libro, de acuerdo al autor, fue el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero "porque me impresionó mucho todo lo que sucedió y lo que todavía no sabemos". El escritor señala que al día siguiente del asalto ya tenía listo su libro y lo colgó en Amazon en su cuenta personal, donde también tiene otros libros de su autoría que tratan temas de la España medieval y renacentista. Se activa la maquinaria de la censura La intención de Rocafort fue dar un punto de vista distinto y académico basado en informes de integridad electoral que ha hecho la Universidad de Harvard: cada dos años en las elecciones legislativas y cada cuatro en las presidenciales. "Es un estudio científico casi el que he realizado", detalla el economista. "Cuál es mi sorpresa cuando empiezo a notar movimientos por parte de Amazon, problemas. En un primer momento me preguntan, sobre todo relacionado con temas de autoría, de propiedad intelectual, de derechos de autor. Yo soy abogado y de eso 'piloto' un poco. Seguidamente les respondí en un informe muy extenso explicándoles a grosso modo y diciéndoles que estos artículos son míos y lo que he hecho simplemente, como propietario de esa obra intelectual, es compilarlo y sintetizarlo en este libro". Un teclado con iconos de redes sociales © FOTO : PIXABAY/ KROPEKK_PL Redes sociales: más transparencia y más control externo Durante una semana este asunto pasó a un segundo plano. Pero allí estaban los tentáculos Amazon, para decidir, tal como han hecho la propia Amazon en el caso Parler, o Facebook, Twitter y YouTube, con el expresidente de EEUU Donald Trump, para decidir quién, cómo, cuándo, dónde, y por qué, pueden, o no, publicar algo, y cuándo hay que cercenar el derecho a la libertad de expresión. "Cuál es mi sorpresa cuando veo que el libro es bloqueado [por Amazon]. Ellos alegan razones de propiedad intelectual y de contenido. Yo deduzco de todo esto que es una censura: lo estamos viendo en otras empresas tecnológicas estadounidenses, cómo hay un monopolio informativo dirigido a blanquear la victoria de Biden", observa. Esta situación sumió a Rocafort en un estado de shock, "porque entiendo que el derecho a la libertad de expresión es un derecho básico en los regímenes occidentales, y por lo tanto, sentir que esto es un ataque furibundo a esa libertad de expresión y que socava nuestro régimen jurídico básico". Lo que pasó a continuación fue, tal como lo describe el autor, "una reacción furibunda de parte de muchos tuiteros en el sentido de censurar a Amazon, y Amazon de motu propio restablece el libro. Pero luego ya lo que ha hecho Amazon es dar otro giro más, otra vuelta de tuerca, al bloquearme temporalmente la cuenta sin alegar motivos". Hoy con nosotros Susana Cañil: "Ser tú mismo hoy en día, creo que es la máxima provocación" "Yo entiendo que en esa censura ya ni siquiera hay una persona detrás, sino que está el propio algoritmo. Porque yo creo que nos encontramos ya en censuras provocadas por las propias máquinas que están programadas por los hombres. Con lo cual es una situación casi todavía más preocupante que sea un algoritmo el que decida, en parte, el destino de la humanidad, en este caso concreto en mi cuenta en Amazon, que es una cuenta de libros de lo más normales, de una persona que tiene inquietudes e intenta, en este último caso, demostrar o acreditar lo que ha sido un fraude electoral por muchísimas razones", declara. Lo que subyace En opinión del escritor, esta circunstancia presenta dos derivadas importantísimas que van por distintos caminos, pero se correlacionan. "Una es cómo se ve afectado el derecho a la libertad de expresión: en EEUU que durante décadas ha sido la nación más poderosa del mundo, a su [entonces] presidente con casi 90 millones de seguidores, que Twitter sea capaz de censurarle la cuenta, demuestra que por encima de la seguridad nacional y cualquier otro derecho, existe una voluntad censora, algorítmica, medio humana, que a una personalidad tan relevante, la más importante de ese país, decide cortarle la comunicación con sus seguidores, sus votantes, con el pueblo, con el mundo. Le han aplicado un cordón de censura de tal manera que ha quedado silenciado, cosa propia de regímenes despóticos", denuncia Rocafort. Imagen de diferentes redes sociales (referencial) © FOTO : LOBOSTUDIOHAMBURG / PIXABAY La UE alerta de que el bloqueo de las cuentas de Trump amenaza la libertad de expresión "Por otro lado tenemos otro hecho, ya no tanto jurídico, sino económico, que es lo que se denomina las prácticas monopolísticas, que además están muy perseguidas en EEUU. Cómo es posible que estas personas, estos algoritmos, estas empresas, tengan la capacidad de acumular tanta riqueza de una manera abusiva mediante actos económicos de mala fe: practicas colusorias, prácticas concertadas que intentan restringir competencias y derechos de los consumidores y de los ciudadanos. Cuidado, porque pueden recibir procedimientos sancionadores anticompetitivos, y hay que decir que el derecho de defensa a la competencia tiene una vertiente penal", explica el escritor, y remite al ejemplo de lo que sucedió con Bill Gates hace unos años. EEUU, ¿el país de la libertad? "Si vemos cómo está actuando el Partido Demócrata con el impeachment y la 25ª enmienda, si vemos cómo están actuando los medios de comunicación mayoritarios, que son demócratas, vemos que hay una violencia contenida, además hasta el extremo que a los propios congresistas republicanos que han apoyado lo que es el desafío a los resultados electorales, están siendo expulsados, perseguidos, laminados", subraya. del Capitolio de EEUU © AFP 2020 / JOHN MOORE El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU afirma que persiste un elevado nivel de amenaza "Un medio de comunicación está para buscar la verdad de una forma independiente, objetiva. Y realmente durante todo el proceso electoral [en EEUU] yo no he visto a ninguno de estos medios, como el Washington Post o el New York Times, analizando, investigando lo que son pruebas evidentes de que ahí ha habido un pucherazo, ya sea en las máquinas Dominion, ya sea en las maletas llenas de votos que sacan de debajo de las mesas, ya sea analizando el voto de los muertos, o cómo de alguna forma el padrón está inflado, o cómo hay cientos de miles de votos más que de votantes. Es que no han investigado absolutamente nada: se han dedicado a defender a su candidato", avisa el autor. "Esto abre también una profunda reflexión hasta el punto de que tomemos conciencia de hasta qué punto los medios de comunicación, en vez de servir a la verdad, están sirviendo a sus propios intereses económicos y al poder emergente, que en este caso es el mundialismo que representa Biden", concluye Guillermo Rocafort. 1 / 2 © SPUTNIK Guillermo Rocafort

miércoles, 27 de enero de 2021

Biden y Venezuela: ¿un semestre de tanteo, aprietes y sin cambios?

Biden y Venezuela: ¿un semestre de tanteo, aprietes y sin cambios? Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Álvaro Verzi Rangel | 18/01/2021 | Venezuela Fuentes: CLAE / Rebelión El bloqueo financiero contra Venezuela se inició con la orden ejecutiva del 9 de marzo de 2015, firmada por el entonces presidente Barack Obama (cuyo vicepresidente era Joe Biden) y que ha sido prorrogada en los siguientes años por su sucesor republicano, Donald Trump. El gobierno venezolano espera que la administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asumirá su cargo el miércoles 20 de enero, “tenga atisbos de decencia y contemplación y también que cumpla el derecho internacional y establezca canales diplomáticos de diálogo respetuoso, aquí no hay superiores ni inferiores», señaló la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, este sábado en La Habana, Cuba. Venezuela estuvo 13 meses sin vender «una sola gota de petróleo», denunció el presidente Nicolás Maduro frente a los diputados de la Asamblea Nacional durante su mensaje anual a la nación. La razón, las medidas coercitivas que aplica Estados Unidos contra la nación, principalmente contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa). ¿Se puede aspirar aún a un modelo de bienestar tradicionalmente unido con la estatal petrolera? ¿Es posible aún apalancar crecimiento con petróleo en Venezuela?, se pregunta el portal venezolano Hinterlaces. El bloqueo financiero contra Venezuela inició con la orden ejecutiva del 9 de marzo de 2015, firmada por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama (cuyo vicepresidente era Joe Biden) y que ha sido prorrogada en los siguientes años por su sucesor republicano, Donald Trump. Hoy, el operativo estrangulamiento económico sigue vigente con varias acciones simultáneas: persecución financiera, bloqueo al comercio internacional de petróleo, sabotaje y corrupción interna. Estados Unidos y sus aliados no sólo aplican un feroz bloqueo de activos financieros, capital, filiales y empresas asociadas a estatales venezolanas sino que hacen foco en Pdvsa y sus filiales, como CITGO, con sus refinerías, una red de oleoductos y más de 5.000 gasolineras. Atacar Pdvsa es apuntar al corazón de los programas sociales y al desarrollo económico del país. Estados Unidos rapiña con una estrategia que, según Maduro, alcanzó su clímax en 2019, con la confiscación y el saqueo a Citgo, la operación de despojo más bochornosa que se haya cometido en la historia reciente a una nación del mundo. Las pérdidas que sólo por caída de producción petrolera, sin considerar factores como la guerra de precios, se ubican ene 102 mil millones de dólares desde el 2015. Las órdenes ejecutivas del gobierno de Donald Trump impidieron que Pdvsa lograra financiarse en mercados internacionales. Es más, en febrero de 2020 EEUU apretó su asfixia económica al imponer sanciones a Rosneft Trading, la filial de la estatal rusa Rosneft, para obligar a un tercer gobierno a someterse a sus órdenes hegemónicas, sin importarles en lo más mínimo lo que ahora dicen voces extraoficiales, que Biden estaría considerando: el sufrimiento de los millones de venezolanos. Maduro, Guaidó y el nuevo gobierno Si bien la atención en Venezuela en el arranque del 2021 se trasladó a la nueva Asamblea Nacional, donde su nuevo presidente, Jorge Rodríguez, un hombre central en el entramado de poder del presidente Nicolás Maduro, brindó su primera entrevista, a la agencia estadounidense AP, donde dejó claro que esperan un acercamiento con la nueva administración de Joe Biden. Todos los puntos están sobre la mesa, dijo a AP, en referencia a los temas que se podrían incluir en un eventual acercamiento con la administración Biden: la situación de los seis ejecutivos de Citgo, filial de la empresa estatal petrolera venezolana Citgo arrestados y condenados por corrupción el año pasado, los dos mercenarios estadounidenses detenidos durante la fracasada operación Gedeón, que contó con la anuencia suficientemente documentada del “presidente encargado” Juan Guaidó. Maduro sigue siendo presidente de Venezuela dos años después de que Estados Unidos lo declarara ‘ilegítimo”, tituló Fox News, mientras la administración saliente de Estados Unidos está duplicando su apoyo a Guyana en la disputa limítrofe con Guyana por el territorio del Esequibo, exponiendo otro flanco en su campaña para sacar del poder al presidente venezolano Nicolás Maduro. Canadá se sumó a la posición de EEUU contra Venezuela en la controversia del Esequibo. La reciente afirmación de Venezuela de que tiene soberanía sobre el área adyacente a la costa del Esequibo de Guyana es preocupante”. dijo el viceministro adjunto de Canadá para las Américas, Michael Grant. Por cierto, el devaluado Guaidó ya no aparece públicamente, y a diferencia del inicio del año parlamentario 2019, cuando se trepó a una reja e intentó mantener la ilusión funcional de su Asamblea Nacional, ahora aparece comandando una supuesta “comisión delegada” de esa Asamblea, compuesta por un puñado de diputados con sus períodos concluidos, recuerda Marcos Salgado.. Pero héte aquí que esa comisión virtual “sesionó” y designó un nuevo presidente de la junta directiva de Citgo, la empresa de refinación, distribución y venta de gasolina de Petróleos de Venezula (Pdvsa) en los Estados Unidos, con capacidad para refinar 750 mil barriles de crudo al día. Citgo quedó bajo control de Guaidó, a quien la Casa Blanca reconoció como “autoridad” de Venezuela. Desde ese momento se redobló la presión para quedarse con el botín de esa mina de oro que es Citgo: aparecieron los tenedores de bonos de Pdvsa y la empresa minera canadiense Crystallex, que viene desde hace tiempo intentando pescar activos venezolanos para cobrarse una indemnización de 1.400 millones de dólares por la nacionalización del yacimiento de oro Las Cristinas en Venezuela, en 2008. Esta semana un juez de Delaware en Estados Unidos dio el primer paso para que Crystallex se quede con parte de Citgo. Pero esto no sucederá todavía, porque antes la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos tiene que levantar restricciones que en principio están vigentes hasta junio de este año. En el juicio, promovido por Crystallex, el Estado venezolano no ha podido ejercer el derecho a la defensa, por la estrategia de poder dual adelantada por la administración Trump. Para la vicepresidenta Delcy Rodríguez, «robarle Citgo a los venezolanos» y «robar los barcos de gasolina que compró Venezuela» son «actos de piratería Lo cierto es que Joe Biden invitó al representante de Guaidó, Carlos Vecchio, a la toma de posesión. Para la agencia estadounidense AP, esta invitación pudiera ser una señal de que “no hay prisa por cambiar de rumbo”, lo que para analistas venezolanos sintetiza lo que sucederá en el primer semestre de la administración demócrata. Varios de ellos señalan que en ese lapso, el nuevo gobierno intentará una aproximación a través de Cuba y Rusia para el inicio de un diálogo amplio de forma de llamar a elecciones presidenciales en 2022. Si esta “solución” para Venezuela es a través de Cuba y Rusia, el departamento de Estado y su titular Tony Blinken tendrán al menos un semestre de conversaciones y presiones. Los analistas dudan que esa «triangulación» dé resultado, en el sentido que ambos países acogerán la línea de Nicolás Maduro y simplemente ofrecerán su apoyo como «buenos oficiantes». Mientras Maduro abre la economía y redimensiona el rol y el peso del Estado en la misma (no solo por viraje ideológico sino por necesidad agobiante), si la previsión del Credit Swiss de un 3,5% de crecimiento del PIB para 2021 empieza a cumplirse, lo que significa que el gobierno lentamente va recuperando cierto margen de maniobra, las manecillas del reloj pueden empezar a correr al revés… Lo cierto es que la corrupción y los abusos de poder en todas las instancias, incluso en las municipales a cargo de gobernantes de la oposición, no afecta a los rusos ni a los chinos, sino a los ministerios productivos, a las economía comunal y al ciudadano de a pie, a la espera de un depuración y reformateo del poder judicial. Los ministerios saben que no hay ni habrá recursos, por lo menos hasta el 2024 incluido. Apenas los habrá para pagar los servicios básicos que debe prestar un Estado y devolver paulatinamente a los salarios del sector público algún poder de compra. El cuadro de situación nos muestra a Guaidó y su combo intentando tener un control sobre Citgo y su desmembramiento; al gobierno de Venezuela dispuesto a dialogar con Biden; mientras el dizque embajador de Guaidó en Washington fue invitado a la toma de posesión de Biden, lo que puede llegar a indicar que en la nueva administración de Estados Unidos no hay apuro para cambiar la política hacia Venezuela. Quizás algunos prefieren olvidar que fue Obama y su vice Biden quienes comenzaron a aplicar sanciones contra Venezuela. *Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) http://estrategia.la/2021/01/17/biden-y-venezuela-un-semestre-de-tanteo-aprietes-y-sin-cambios/

Biden y Venezuela: ¿un semestre de tanteo, aprietes y sin cambios?

Biden y Venezuela: ¿un semestre de tanteo, aprietes y sin cambios? Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Álvaro Verzi Rangel | 18/01/2021 | Venezuela Fuentes: CLAE / Rebelión El bloqueo financiero contra Venezuela se inició con la orden ejecutiva del 9 de marzo de 2015, firmada por el entonces presidente Barack Obama (cuyo vicepresidente era Joe Biden) y que ha sido prorrogada en los siguientes años por su sucesor republicano, Donald Trump. El gobierno venezolano espera que la administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asumirá su cargo el miércoles 20 de enero, “tenga atisbos de decencia y contemplación y también que cumpla el derecho internacional y establezca canales diplomáticos de diálogo respetuoso, aquí no hay superiores ni inferiores», señaló la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, este sábado en La Habana, Cuba. Venezuela estuvo 13 meses sin vender «una sola gota de petróleo», denunció el presidente Nicolás Maduro frente a los diputados de la Asamblea Nacional durante su mensaje anual a la nación. La razón, las medidas coercitivas que aplica Estados Unidos contra la nación, principalmente contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa). ¿Se puede aspirar aún a un modelo de bienestar tradicionalmente unido con la estatal petrolera? ¿Es posible aún apalancar crecimiento con petróleo en Venezuela?, se pregunta el portal venezolano Hinterlaces. El bloqueo financiero contra Venezuela inició con la orden ejecutiva del 9 de marzo de 2015, firmada por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama (cuyo vicepresidente era Joe Biden) y que ha sido prorrogada en los siguientes años por su sucesor republicano, Donald Trump. Hoy, el operativo estrangulamiento económico sigue vigente con varias acciones simultáneas: persecución financiera, bloqueo al comercio internacional de petróleo, sabotaje y corrupción interna. Estados Unidos y sus aliados no sólo aplican un feroz bloqueo de activos financieros, capital, filiales y empresas asociadas a estatales venezolanas sino que hacen foco en Pdvsa y sus filiales, como CITGO, con sus refinerías, una red de oleoductos y más de 5.000 gasolineras. Atacar Pdvsa es apuntar al corazón de los programas sociales y al desarrollo económico del país. Estados Unidos rapiña con una estrategia que, según Maduro, alcanzó su clímax en 2019, con la confiscación y el saqueo a Citgo, la operación de despojo más bochornosa que se haya cometido en la historia reciente a una nación del mundo. Las pérdidas que sólo por caída de producción petrolera, sin considerar factores como la guerra de precios, se ubican ene 102 mil millones de dólares desde el 2015. Las órdenes ejecutivas del gobierno de Donald Trump impidieron que Pdvsa lograra financiarse en mercados internacionales. Es más, en febrero de 2020 EEUU apretó su asfixia económica al imponer sanciones a Rosneft Trading, la filial de la estatal rusa Rosneft, para obligar a un tercer gobierno a someterse a sus órdenes hegemónicas, sin importarles en lo más mínimo lo que ahora dicen voces extraoficiales, que Biden estaría considerando: el sufrimiento de los millones de venezolanos. Maduro, Guaidó y el nuevo gobierno Si bien la atención en Venezuela en el arranque del 2021 se trasladó a la nueva Asamblea Nacional, donde su nuevo presidente, Jorge Rodríguez, un hombre central en el entramado de poder del presidente Nicolás Maduro, brindó su primera entrevista, a la agencia estadounidense AP, donde dejó claro que esperan un acercamiento con la nueva administración de Joe Biden. Todos los puntos están sobre la mesa, dijo a AP, en referencia a los temas que se podrían incluir en un eventual acercamiento con la administración Biden: la situación de los seis ejecutivos de Citgo, filial de la empresa estatal petrolera venezolana Citgo arrestados y condenados por corrupción el año pasado, los dos mercenarios estadounidenses detenidos durante la fracasada operación Gedeón, que contó con la anuencia suficientemente documentada del “presidente encargado” Juan Guaidó. Maduro sigue siendo presidente de Venezuela dos años después de que Estados Unidos lo declarara ‘ilegítimo”, tituló Fox News, mientras la administración saliente de Estados Unidos está duplicando su apoyo a Guyana en la disputa limítrofe con Guyana por el territorio del Esequibo, exponiendo otro flanco en su campaña para sacar del poder al presidente venezolano Nicolás Maduro. Canadá se sumó a la posición de EEUU contra Venezuela en la controversia del Esequibo. La reciente afirmación de Venezuela de que tiene soberanía sobre el área adyacente a la costa del Esequibo de Guyana es preocupante”. dijo el viceministro adjunto de Canadá para las Américas, Michael Grant. Por cierto, el devaluado Guaidó ya no aparece públicamente, y a diferencia del inicio del año parlamentario 2019, cuando se trepó a una reja e intentó mantener la ilusión funcional de su Asamblea Nacional, ahora aparece comandando una supuesta “comisión delegada” de esa Asamblea, compuesta por un puñado de diputados con sus períodos concluidos, recuerda Marcos Salgado.. Pero héte aquí que esa comisión virtual “sesionó” y designó un nuevo presidente de la junta directiva de Citgo, la empresa de refinación, distribución y venta de gasolina de Petróleos de Venezula (Pdvsa) en los Estados Unidos, con capacidad para refinar 750 mil barriles de crudo al día. Citgo quedó bajo control de Guaidó, a quien la Casa Blanca reconoció como “autoridad” de Venezuela. Desde ese momento se redobló la presión para quedarse con el botín de esa mina de oro que es Citgo: aparecieron los tenedores de bonos de Pdvsa y la empresa minera canadiense Crystallex, que viene desde hace tiempo intentando pescar activos venezolanos para cobrarse una indemnización de 1.400 millones de dólares por la nacionalización del yacimiento de oro Las Cristinas en Venezuela, en 2008. Esta semana un juez de Delaware en Estados Unidos dio el primer paso para que Crystallex se quede con parte de Citgo. Pero esto no sucederá todavía, porque antes la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos tiene que levantar restricciones que en principio están vigentes hasta junio de este año. En el juicio, promovido por Crystallex, el Estado venezolano no ha podido ejercer el derecho a la defensa, por la estrategia de poder dual adelantada por la administración Trump. Para la vicepresidenta Delcy Rodríguez, «robarle Citgo a los venezolanos» y «robar los barcos de gasolina que compró Venezuela» son «actos de piratería Lo cierto es que Joe Biden invitó al representante de Guaidó, Carlos Vecchio, a la toma de posesión. Para la agencia estadounidense AP, esta invitación pudiera ser una señal de que “no hay prisa por cambiar de rumbo”, lo que para analistas venezolanos sintetiza lo que sucederá en el primer semestre de la administración demócrata. Varios de ellos señalan que en ese lapso, el nuevo gobierno intentará una aproximación a través de Cuba y Rusia para el inicio de un diálogo amplio de forma de llamar a elecciones presidenciales en 2022. Si esta “solución” para Venezuela es a través de Cuba y Rusia, el departamento de Estado y su titular Tony Blinken tendrán al menos un semestre de conversaciones y presiones. Los analistas dudan que esa «triangulación» dé resultado, en el sentido que ambos países acogerán la línea de Nicolás Maduro y simplemente ofrecerán su apoyo como «buenos oficiantes». Mientras Maduro abre la economía y redimensiona el rol y el peso del Estado en la misma (no solo por viraje ideológico sino por necesidad agobiante), si la previsión del Credit Swiss de un 3,5% de crecimiento del PIB para 2021 empieza a cumplirse, lo que significa que el gobierno lentamente va recuperando cierto margen de maniobra, las manecillas del reloj pueden empezar a correr al revés… Lo cierto es que la corrupción y los abusos de poder en todas las instancias, incluso en las municipales a cargo de gobernantes de la oposición, no afecta a los rusos ni a los chinos, sino a los ministerios productivos, a las economía comunal y al ciudadano de a pie, a la espera de un depuración y reformateo del poder judicial. Los ministerios saben que no hay ni habrá recursos, por lo menos hasta el 2024 incluido. Apenas los habrá para pagar los servicios básicos que debe prestar un Estado y devolver paulatinamente a los salarios del sector público algún poder de compra. El cuadro de situación nos muestra a Guaidó y su combo intentando tener un control sobre Citgo y su desmembramiento; al gobierno de Venezuela dispuesto a dialogar con Biden; mientras el dizque embajador de Guaidó en Washington fue invitado a la toma de posesión de Biden, lo que puede llegar a indicar que en la nueva administración de Estados Unidos no hay apuro para cambiar la política hacia Venezuela. Quizás algunos prefieren olvidar que fue Obama y su vice Biden quienes comenzaron a aplicar sanciones contra Venezuela. *Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) http://estrategia.la/2021/01/17/biden-y-venezuela-un-semestre-de-tanteo-aprietes-y-sin-cambios/

miércoles, 20 de enero de 2021

Aún estamos a tiempo de hacer posible lo imposible

Aún estamos a tiempo de hacer posible lo imposible Por Adolfo Pérez Esquivel | 20/01/2021 | Opinión Fuentes: Agencia Paco Urondo [Foto: Paula Conti] El premio Nobel de la Paz reflexionó sobre la actual momento que vive la humanidad, a partir de la crisis por el coronavirus. Los pueblos buscan alcanzar la convivencia y la paz en su dinámica permanente de transformación social, cultural, política y espiritual, entendiendo la necesidad de encontrar caminos de unidad en la diversidad. La humanidad sufrió dos guerras mundiales con millones de muertos, heridos y el aumento de la marginalidad y pobreza; la comunidad de las naciones buscó superar esa tragedia y darse un código de conducta dando nacimiento a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, valioso aporte. La Comunidad de las Naciones avanzó en generar espacios de convivencia y reconstruir las vidas de los pueblos, pero sin modificar las estructuras de dominación económica y política capitalista que afirmaron su poder internacional provocando conflictos y otras guerras que aumentaron la confrontación Este- Oeste, la intolerancia, la discriminación y la concentración económica en pocas manos. Esta ponencia la expuse en la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, hace ya algunos años, pero pienso que tiene vigencia frente a la realidad actual y he sumado a la reflexión algunos problemas como la pandemia del Covid 19, tragedia sin precedentes que afecta a toda la humanidad y la otra pandemia que es el hambre en el mundo. Thomás Merton señala que ningún ejército es garante de la Paz, todos están estructurados para ejercer la violencia del poder de las armas. El mundo vive conflictos y guerras de “baja intensidad,” se suman los genocidios cotidianos del hambre, la pobreza y la concentración del poder de quienes manejan el poderío mundial e imponen a los pueblos mecanismos de dominación como la “deuda externa”, apropiándose de los bienes y recursos de países más pobres y débiles. Hoy, a los golpes militares en diversos países, se suma la Lawfare, es decir la guerra judicial impuesta en Brasil contra Lula, en Honduras contra Manuel Zelaya, en Bolivia para el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, en Paraguay contra Fernando Lugo y la agresión permanente contra Cuba y Venezuela, que pone en evidencia la política de dominación que intenta imponer los EEUU al continente latinoamericano. La humanidad debe enfrentar desafíos que supera en muchos aspectos los conocidos hasta nuestra época, la ciencia y técnica han generado nuevos caminos y debemos estar atentos. Simplemente quiero señalar algunos de estos emergentes que nos preocupa. La tecnología ha llevado a la humanidad a la aceleración del tiempo que ha alterado el ritmo natural y provocado en el ser humano y nuestras sociedades cambios profundos e irreversibles, como los ritmos asimétricos que viven los pueblos llamados sub-desarrollados que no podrán alcanzar a quienes disponen del conocimiento tecnológico y científico. El tiempo de la técnica es diferente del tiempo cósmico, así como del tiempo humano. Es más, la tecnocronía no sólo transforma el tiempo cósmico, sino también la temporalidad humana y por ello la técnica tiene el formidable poder de modificar, además, de la naturaleza humana, la naturaleza a secas. – como señala R. Panikkar. En todo caso es un hecho que el hombre solo sin la ayuda de la técnica, no sigue a la máquina, sino que es engullido por ella. Por otra parte, debemos tener conciencia que la tecnología llegó para quedarse y por lo tanto es necesario desarrollar la capacidad del equilibrio y no de la dependencia. La humanidad dispone de condiciones tecnológicas y científicas para superar el hambre, basta leer los informes de la FAO donde afirma que por día mueren en el mundo más de 35 mil niños de hambre. El hambre es un mal crónico y la pandemia del Covid 19 ha profundizado la desigualdad social, se calcula más de 821 millones de personas en el mundo víctimas del hambre. Un genocidio económico del cual no se habla y que pasa a ser parte de los llamados “olvidos intencionados”, en un mundo que está en condiciones de superar ese terrible flagelo que afecta a la humanidad El médico brasileño Josué de Castro quien fuera director de la FAO, en la década del 60 publica una obra que continúa vigente, “La Geografía del Hambre” señala la grave situación de desigualdad entre los pueblos. Son las guerras silenciosas que afectan a gran parte de la humanidad; “Josué Señala que, “el hambre es la manifestación biológica de una enfermedad sociológica”. Quiero recordar al Dr. Norman Burlog, quien recibiera el Premio Nóbel de la Paz en 1970 por la llamada “Revolución Verde”, una excelente persona con quien me reuní en varias oportunidades. Creía que su trabajo sería comprendido y aplicado para superar el hambre en el mundo, tenía claro la necesidad de encontrar nuevos métodos y técnicas de producción de alimentos; sin embargo sus aportes se utilizaron para los monocultivos y tecnología de alto costo e impacto ambiental, la imposición de los agro tóxicos para alcanzar los rindes de producción, en nombre del desarrollo y el aumento de las fronteras de los monocultivos van destruyendo la biodiversidad, expulsando a los pequeños y medianos productores rurales y dañando la vida y a la Madre Tierra- Con Norman Burlog hemos conversado y discutido sobre la producción, el desarrollo y la soberanía y la cultura alimentaria de gran diversidad y riqueza de los pueblos, como el impacto de los monocultivos impuestos a la producción sobre los pequeños y medianos productores rurales. Políticas aplicadas por gobiernos y empresas que confunden desarrollo con explotación, dañando la biodiversidad y riqueza de las comunidades y pueblos y profundizando la desigualdad con aquellos que no disponen de los recursos económicos y técnicos para superar las asimetrías y desigualdades y sufren los impactos ambientales y económicos, siendo desplazados de sus territorios e imponiendo los agro-tóxicos y la dependencia a las semillas transgénicas. Sumándole a esas políticas económicas la megaminería, que provoca graves daños a los bienes y recursos naturales como el agua y al medio ambiente. Estas políticas de explotación no pueden ser aplicadas sin la aprobación y complicidad de los gobiernos, que apuntan a la coyuntura, y no a los cambios estructurales que los pueblos necesitan para su vida y desarrollo. En la Universidad de Tokio, Japón, hace ya algunos años tuve la oportunidad de conocer a Vandana Shiva investigadora india, quien viene trabajando y denunciando las causas y efectos de la producción agrícola, las políticas y consecuencias de los grandes intereses económicos. Es importante conocer sus trabajos y algunas de sus obras fundamentales, la “Bio-piratería“, “La cosecha robada”, “La democracia de la Tierra,” entre otras , donde expone la grave situación de los campesinos en la India por la apropiación de sus saberes y experiencias sobre las semillas que se fueron transmitiendo de generación en generación y que hoy, empresas trasnacionales se apropian y patentan, las semillas y saberes de los pueblos, y cuando éstos reclaman sus derechos son reprimidas sus protestas sociales, les obligan a pagar las semillas transgénicas y encima les aplican la ley antiterrorista, violando los gobiernos el derecho de los pueblos. Es necesario cambiar los ejes de nuestros análisis, como lo señala F. Kapra: “los nuevos conceptos de la física han ocasionado un profundo cambio en nuestra visión del mundo, determinando el paso de una concepción mecanicista newtoniana, a una holística y ecológica y buscar los valores y ética en nuestras sociedades, universidades, escuelas y promover la participación social y proteger a la Madre Tierra. Es prioridad de los pueblos el preservar los recursos naturales, el agua y la biodiversidad, hoy en peligro por la devastación y voracidad de aquellos que privilegian el capital financiero sobre la vida de los pueblos; olvidando que precio y valor no son lo mismo. Hay quienes piensan que hay que “humanizar el capitalismo”, no creo que sea posible porque nació sin corazón. Es la deshumanización que pierde el rostro y conciencia de la humanidad. Los avances tecnológicos tienen muchas luces y sombras; por un lado, la ciencia ha prolongado la vida de los seres humanos, eliminado las distancias entre los pueblos, eleva la vida hasta un grado insospechable hasta hace poco tiempo en el mundo y por otro debemos tener conciencia que la máquina ya no se adapta al hombre, sino que es éste quien debe adaptarse al ritmo de la máquina. Lo que debe tenerse presente es la aceleración, la vida del ser humano y la técnica nos ha llevado a preguntarnos hacia donde vamos y para qué. Quiero plantear brevemente qué entendemos por derechos humanos, si bien en la carta de la Declaración Universal de los DDHH de las Naciones Unidas sus principios están en las bases y valores de las religiones y pensadores en diversos tiempos y épocas, es fundamental clarificar desde donde se debe hacer un abordaje correcto para no caer en el acotamiento y cansancio de las políticas de DDHH. Los derechos humanos son integrales y hacen a la vida misma de las personas y los pueblos. Hoy son las comunidades que sufren la falta de garantías para desarrollarse plenamente en la democracia, por lo tanto DDHH y democracia son valores indivisibles, se construye en el hacer cotidiano, en la participación social, cultural y política, por lo tanto debemos comprender los derechos humanos desde su integridad y restablecer el equilibrio entre el ser humano y la Madre Tierra, preservando la creación y su evolución. Es urgente proteger la vida planetaria antes que sea tarde, en volver la mirada y el pensamiento en restablecer el equilibrio entre las necesidades del ser humano y la Madre Tierra, nuestra Casa Común, hay caminos a seguir teniendo presente la vida planetaria, las Encíclicas del Papa Francisco, Laudato Si y Fratelli Tuti son un llamado a la mente y al corazón. Otros pensadores, teólogos, científicos llaman a encontrar nuevos caminos para la vida. Es necesario encontrar nuevos paradigmas hacia la construcción de un “Nuevo Contrato Social”, caso contrario los grandes intereses económicos continuarán destruyendo la Casa Común. La rebelión de los pueblos frente a la situación actual es poder recuperar el equilibrio entre sus necesidades y el respeto a la Madre Tierra antes que sea tarde. Las actuales democracias delegativas no responden a sus necesidades y es necesario la construcción de democracias participativas, donde puedan ejercer sus derechos y tomar decisiones y no derivar todo el poder en sus gobiernos y poder determinar el camino a seguir-. Algunas posibilidades y pistas para encontrar caminos alternativos: la Academia de Ciencias del Ambiente de Venecia, Italia, ha lanzado la campaña para constituir el Tribunal Penal Internacional sobre los crímenes ambientales que la humanidad viene soportando en el mundo, como la devastación y contaminación, las quemas y deforestación. La propuesta es la reforma del Art. 7 del “Estatuto de Roma” e incluir los crímenes de lesa humanidad contra la Madre Naturaleza, por la degradación que provocan empresas que actúan con total impunidad y complicidad de muchos gobiernos, como la destrucción de la capacidad productiva de los pequeños y medianos productores. Si vemos el tiempo recorrido desde la Cumbre de Río, hasta Río + 20, tenemos que señalar que fue Río- 20, en donde las posibilidades de avanzar fueron inversas a lo anunciado y que continúa profundizándose la destrucción de los bosques, la biodiversidad y alcanzando en muchos países índices de contaminación y destrucción de los recursos naturales, como el agua, provocando daños ambientales irreversibles. La campaña de la FAO es llegar al año 30 como meta para superar el hambre en el mundo, pero no creo que ese objetivo se alcance en la actual situación mundial de explotación y dependencia. Frente a la pandemia del Covid 19 que sufre la humanidad es urgente que las vacunas lleguen a todos los sectores sociales y sean un bien libre y gratuito para toda la humanidad. Las vacunas van a ayudar, pero no van a resolver el mortal virus del Covid 19, el problema es restablecer el equilibrio con la Madre Tierra. Hay que aprender a vivir Es urgente despertar conciencia crítica, valores, y comprender que somos parte y no dueños de la Madre Tierra; necesitamos cambiar la estructura del pensamiento cartesiano y comprender el pensamiento holístico que nos permitirá recuperar el sentido de pertenencia, identidad y valores, es decir el equilibrio de la creación. Son muchos los desafíos que enfrentamos en nuestros países y el mundo y debemos buscar en nuestro interior la fuerza de la espiritualidad y poner en práctica el amor en acción. Hacer caminar la palabra del pensamiento crítico y valores, que nos permita generar y construir un “nuevo contrato social” para proteger la creación y no caer en el derrotismo, en que no hay salida al sistema imperante y a los mecanismos de dominación que hoy agobian y sufre las dos terceras partes de la humanidad. La peor de las derrotas es la resignación. Necesitamos fortalecer la esperanza en que otro mundo es posible, no los paliativos que calman el dolor, pero nada cambia, es decir la necesidad de asumir los desafíos, la resistencia y despertar de los pueblos, dejar de ser espectadores y asumirse como sujetos y constructores de su propia historia antes que sea tarde para la vida planetaria. Fuente: https://www.agenciapacourondo.com.ar/debates/aun-estamos-tiempo-de-hacer-posible-lo-imposible-por-perez-esquivel

martes, 19 de enero de 2021

El país donde la libertad es una estatua

El país donde la libertad es una estatua Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Vijay Prashad | 19/01/2021 | EE.UU. Fuentes: Instituto Tricontinental de Investigación Social. En 1972, cuando el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile sufría la presión asesina de parte de Estados Unidos, el poeta Nicanor Parra escribió: «Estados Unidos: el país donde la libertad es una estatua». El 6 de enero el mundo fue testigo de un espectáculo interesante, un grupo de lo que parecían ser personajes de un programa de fantasía de televisión tomaron posesión del Capitolio, que alberga al Congreso de Estados Unidos. A pesar de gastar más de un billón de dólares en su ejército, servicios de inteligencia y policía, su gobierno se vio invadido por la horda de fanáticos de Donald Trump. Llegaron sin un plan o programa preciso y no fueron capaces de levantar una verdadera revuelta en el país. Lo que mostraron claramente es que hay una grave división en Estados Unidos, que debilita la capacidad de las elites para ejercer su dominio sobre el planeta. Alrededor del mundo la gente se quedó boquiabierta ante el bizarro desfile del ejército de Trump haciendo disturbios en las dependencias de un órgano que se llama a sí mismo “la democracia más antigua del mundo”. Con gran precisión, el presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, publicó un tuit que vinculaba las sanciones económicas estadounidenses contra su país y el caos en Washington, DC. Los eventos en el Capitolio, escribió el 7 de enero, “mostraron que EE. UU. no tiene ningún derecho moral para castigar a otra nación bajo el pretexto de defender la democracia. Estas sanciones deben terminar”. El gobierno de Venezuela manifestó su preocupación por “la polarización política y el espiral de violencia” y explicó que “Estados Unidos padece lo mismo que han generado en otros países con sus políticas de agresión”. El término “derecho moral” utilizado por el presidente Mnangagwa ha resonado en todo el mundo: ¿cómo puede una sociedad que enfrenta graves desafíos a sus propias instituciones políticas sentir que tiene el derecho de “promover” la democracia en otros países, mediante los diversos instrumentos de una guerra híbrida? Estados Unidos —como otras democracias capitalistas— se ha enfrentado a desafíos insuperables para su economía y sociedad, con altos índices de desigualdad de la riqueza aplastados por la precariedad a gran escala y la deflación de los ingresos. Entre 1990 y 2020, los multimillonarios estadounidenses aumentaron su riqueza en 1.130%, mientras la riqueza media en el país aumentó solo 5,37% (este aumento fue aún más marcado durante la pandemia). La clase dominante del país no ofrece ninguna salida a esta crisis social y económica, porque parecen no importarles los grandes dilemas de su propia población y del mundo. Un ejemplo de esto es el escaso apoyo a los ingresos que se ha proporcionado durante la pandemia, mientras el gobierno corre a proteger el valor de la riqueza de una pequeña minoría que posee una parte obscena de la riqueza y los ingresos nacionales. Más que buscar una solución a la crisis económica y social —que no puede resolver—, la clase dominante estadounidense proyecta su problema como uno de legitimidad política. Está instalada la falsa sensación de que el principal problema del país es Donald Trump y su ejército improvisado, pero Trump es simplemente el síntoma del problema, no su causa. El electorado que ha convocado seguirá intacto y continuará creciendo mientras el espiral de la crisis siga fuera de control. Grandes franjas de la elite estadounidense se han alineado con Joe Biden, esperando que él —como representante de la estabilidad— sea capaz de mantener el orden y restaurar la legitimidad de Estados Unidos. Su visión es que el país está pasando por una crisis socioeconómica y de legitimidad política para la que no tienen respuestas. El dossier de enero del Instituto Tricontinental de Investigación Social, Ocaso: la erosión del control de Estados Unidos y el futuro multipolar, aborda la cuestión del ocaso de la autoridad estadounidense. Desde la guerra contra Irak (2003) y la crisis crediticia (2010), se ha previsto el deterioro del poder de Estados Unidos y su proyecto. Al mismo tiempo, el país sigue ejerciendo un enorme poder a través de su superioridad militar, su control sobre grandes secciones del sistema financiero y de comercio (el complejo dólar-Wall Street), y sobre grandes redes de información. Desde fines de la década de 1940, Estados Unidos ha declarado que cualquier cosa “inferior a un poder preponderante sería optar por la derrota”. Este objetivo político ha sido reforzado en cada Estrategia de Seguridad Nacional del gobierno. La crisis socioeconómica de las últimas dos décadas ha debilitado la autoridad estadounidense, pero no ha erosionado su poder. Por eso nuestro dossier se titula Ocaso: estamos en medio de un proceso de disminución de la autoridad estadounidense, pero no de pérdida de poder. Durante las últimas dos décadas, China ha perfeccionado su capacidad científica y tecnológica, lo que produjo un rápido avance del desarrollo del país. En los últimos años, lxs científicxs de China han publicado más artículos revisados por pares que lxs de cualquier otro país, y las empresas y científicxs chinxs han registrado más patentes que lxs de cualquier otro lugar. Producto de estos avances intelectuales, las empresas chinas han logrado innovaciones tecnológicas fundamentales en áreas como la energía solar, la robótica y las telecomunicaciones. La elevada tasa de ahorro de la población ha permitido al Estado y el capital privado chino hacer importantes inversiones en el área de la manufactura: esto ha impulsado a las industrias de alta tecnología, que representan una amenaza real para las empresas de Silicon Valley. En el dossier sostenemos que este desafío ha provocado que la clase dirigente estadounidense instigue una confrontación peligrosa con China. Tanto el “giro hacia Asia” de Obama como la “guerra comercial” de Trump han tenido un componente militar, que incluye el despliegue de ojivas nucleares tácticas en las aguas de Asia. En vez de enfrentar los enormes desafíos sociales y económicos dentro de EE. UU., su clase dominante se ha refugiado en la retórica anti-China. ¿Por qué hay tanto desempleo en Estados Unidos?, se pregunta la gente. Por culpa de China, responden las elites, ya sea quienes apoyan a Trump o quienes miran con nostalgia los tiempos de Obama. ¿Por qué la covid-19 produjo tantos estragos en Estados Unidos, que sigue teniendo el mayor número de muertes en el mundo? Por culpa de China, dice Trump. Biden, más sutil, hace ruidos similares. La orientación general de la clase dominante estadounidense es culpar a China por cada problema al interior de Estados Unidos, hacer del ascenso de China la excusa de cualquier fracaso de EE. UU. Trump utilizó el Quad (Australia, India, Japón y Estados Unidos) de la era de Obama contra China, mientras Biden promete construir una “coalición de democracias” más amplia (Quad más Europa) contra China. Sin importar qué fragmento de la clase dominante estadounidense gobierne el país, sus líderes buscarán transferir toda la responsabilidad por sus fracaso a China. Esta es una estrategia hipócrita y peligrosa —como señalamos en el dossier—, porque las élites de EE. UU. saben bien que el desarrollo económico de China representa una amenaza real para su país, pero que China no tiene la ambición militar ni política de dominar el mundo. Sin embargo, la clase dominante estadounidense está dispuesta a arriesgar el cataclismo de una guerra de esas dimensiones para proteger su “poder preponderante”. En 1972, cuando el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile sufría la presión asesina de parte de Estados Unidos, el poeta Nicanor Parra escribió: Estados Unidos: el país donde la libertad es una estatua. Un año después, el gobierno estadounidense dijo al general Augusto Pinochet que saliera de los cuarteles, derrocara al gobierno de Allende e inaugurara una dictadura que duraría 17 años. Tres años antes del golpe de Estado, el director de planes de la CIA https://monthlyreview.org/product/washington-bullets/«>escribió: “Es una política firme y continua que el gobierno de Allende sea derrocado por un golpe. Es imperativo que estas acciones sean implementadas clandestinamente y de manera segura para que el [gobierno de Estados Unidos] y la mano estadounidense estén bien escondidos”. Esta política de asegurar que “la mano estadounidense esté bien escondida” es parte de las técnicas de la guerra híbrida que esbozamos en el dossier. Mujeres y hombres valientes lucharon y murieron para derrocar la dictadura de Pinochet. Entre ellxs había personas como Ricardo Silva Soto, un joven que disfrutaba jugando fútbol y estudiando en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile. Se unió al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) del Partido Comunista de Chile, que operaba contra los tentáculos de la dictadura. En junio de 1987, Silva Soto y otrxs militantes fueron asesinadxs a sangre fría en la Operación Albania. La Comisión Chilena de Derechos Humanos y la Vicaría de la Solidaridad concluyeron que no se habían disparado balas desde el interior de la casa de seguridad de la calle Pedro Donoso 582, en la comuna de Conchalí de Santiago. Las balas fueron disparadas por militares desde corta distancia. En la cercana comuna de Recoleta, hay una farmacia popular llamada Silva Soto. Fue abierta en 2015 por el alcalde Daniel Jadue, quien actualmente es candidato a la presidencia de Chile. La creación de esta farmacia condujo al establecimiento de la Asociación Chilena de Farmacias Populares (ACHIFARP) y a la apertura en 94 municipalidades de establecimientos de este tipo, que jugaron un rol clave en la lucha contra la covid-19. Ricardo Silva Soto fue asesinado para evitar el mundo respirara. Su nombre ahora aparece en medio de un proceso que ayuda al mundo a sobrevivir. La reacción mundial a los eventos del 6 de enero muestra que la autoridad de Estados Unidos está muy mermada. Biden utilizará cualquier método —incluyendo la guerra híbrida— para revivir esa autoridad. Pero es poco probable que lo logre. El poema de Parra fue escrito en 1972 con amarga ironía; hoy, debido al interés mundial por Black Lives Matter y la aparición pública de las hordas de supremacistas blancos que apoyan a Trump, los versos de Parra son vistos como una descripción de la realidad. EE. UU. tiene importantes recursos para reasentar su autoridad. La lucha que viene —en nombre de personas como Ricardo Silva Soto— será difícil y peligrosa, pero es una lucha esencial por el bien de la humanidad. Fuente: https://leftword.us11.list-manage.com/track/click?u=6a79324d3b4acfde1e7e…

Un nuevo orden burgués y la continuidad de la izquierda en El Salvador

Un nuevo orden burgués y la continuidad de la izquierda en El Salvador Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Roberto Pineda | 19/01/2021 | América Latina y Caribe Fuentes: Alainet El próximo 28 de febrero se realizarán las elecciones legislativas y edilicias y los votantes salvadoreños repartirán las respectivas recompensas y castigos a los partidos contendientes. Introducción El próximo 28 de febrero los votantes salvadoreños repartirán las respectivas recompensas y castigos a los partidos políticos contendientes, en estas elecciones legislativas y edilicias, que terminarán de configurar un nuevo mapa político y su respectivo bloque de poder, que empezó a dibujarse en 2018 y 2019. En este nuevo mapa político, un nuevo actor, el partido Nuevas Ideas vinculado al actual presidente Nayib Bukele, y su retórica confrontativa, pasa a ocupar en el imaginario social un papel determinante, así como un papel hegemónico en el dispositivo del poder, mientras que los anteriores pilares del viejo sistema político, ARENA y el FMLN, son desplazados a roles secundarios y simbólicos de legitimación del sistema. Cuáles son los factores que han conducido a este desenlace impensable hasta hace algunos meses del descalabro del actual sistema político basado en el bipartidismo y la emergencia de un nuevo sistema político conducido por una sola fuerza y su dirigente máximo. ¿Cuál es el futuro de la izquierda, en su vertiente política y social? A continuación abordamos estas cruciales temáticas, claramente interconectadas. I. La pugna entre el viejo orden oligárquico y el emergente orden burgués La crisis del bloque de poder oligárquico comprende la crisis de la institucionalidad surgida a partir de los Acuerdos de Paz de enero de 1992. Esta institucionalidad del sistema político hoy agonizante, reflejó por una parte, un acuerdo político negociado luego de un largo conflicto militar (1980-1992) y por la otra, la continuidad del viejo orden socio-económico oligárquico, garantizado por la Constitución contrainsurgente de 1983. El Acuerdo de Paz de enero de 1992 no debe sobreestimarse ni tampoco subestimarse. No adquirió la altura histórica de la Constitución de 1950, pero si fue una gran reforma política. Fue un compromiso necesario ante un conflicto armado que se prolongaba sin un desenlace definitivo a favor de ninguno de los bandos. Fue asimismo un compromiso impuesto sobre sectores de las Fuerzas Armadas y de la Oligarquía por una peculiar alianza fáctica entre el FMLN, movimiento popular, y comunidad internacional, incluyendo al gobierno estadounidense del texano George Bush. Los Acuerdos de Paz cerraron el largo capítulo de la represión política, en el marco de la dictadura militar, y que en el último periodo, incluyo crueles masacres como la de El Mozote y el magnicidio de Monseñor Romero, pero no eliminaron la represión social por parte del Estado, que aún sigue vigente, ni tampoco enfrentaron la problemática socio-económica. Fue una institucionalidad impuesta que fue gradualmente agotándose, desgastándose, al no lograr garantizar cambios estructurales en el sistema; ni el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores populares y exhibir altos niveles de corrupción y nepotismo. Las posibilidades -abiertas a partir de 2009 con el triunfo electoral del FMLN- de su ruptura y transformación, mediante la irrupción de un nuevo bloque de poder, conducido por una alianza entre sectores revolucionarios y democráticos, que rompiera con el modelo neoliberal y originara un nuevo poder, de naturaleza popular, fueron frustradas, ni tan siquiera intentadas. Y esto origina que el conflicto social se resuelva hoy ya no entre proyectos históricos antagónicos, sino mediante la irrupción de una nueva fuerza política, Nuevas Ideas y su máximo dirigente, Nayib Bukele, que asume la representación y conducción de sectores de la burguesía, con un amplio respaldo popular, pero en el marco de una salida burguesa de la crisis, de naturaleza bonapartista, afincado en el mismo sistema y al interior de los sectores dominantes. Nayib es el resultado de la incapacidad de la izquierda de constituirse como alternativa real de poder, por lo que hoy la disputa se da entre la fracción oligárquica y la fracción burguesa de las clases dominantes, mientras la izquierda tendrá que reinventarse para ser de nuevo alternativa real de poder en un futuro indeterminado. Y en el caso de Bukele, de no romper con el modelo neoliberal, será triturado más temprano que tarde por el viejo orden oligárquico que continuara al acecho de recuperar su poder. Un nuevo bloque de poder victorioso El elemento constitutivo inicial de fuerza política de Nuevas Ideas y de su líder Nayib Bukele fue la voluntad y el deseo de los sectores populares de rechazar las opciones políticas de ARENA y FMLN. La gente se cansó de la corrupción de ARENA y de la indecisión del FMLN y pasó factura electoral en 2018 y 2019, y la pasará seguramente este 28 de febrero de 2021.[1] A partir de este primer momento del proceso es que se va constituyendo un nuevo discurso del orden burgués, un dispositivo de poder, de trasformación de la fuerza en pilares de poder, que incluye sucesivamente la conquista de la presidencia en 2019, y desde ahí la construcción del partido Nuevas Ideas, el aseguramiento de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional Civil, el poderoso respaldo del gobierno de Trump, de un sector del movimiento popular y sindical, y próximamente el control de importantes ciudades y de la Asamblea Legislativa, así como la abierta disputa de los medios de comunicación oligárquicos, con el periódico El Salvador y la televisión estatal, ya que el nuevo bloque de poder necesitará legitimarse como expresión de la búsqueda de los intereses nacionales, y la coyuntura sanitaria del Covid-19 le servirá “como anillo en trompa de cuche” para avanzar en sus planes. De todos estos elementos, el único que será modificado será el relacionado con la administración estadounidense y el nuevo gobierno Biden. La instauración de un nuevo orden político – de naturaleza bonapartista, autoritaria y burguesa- que presenciamos y que será macerada electoralmente el 28 de febrero e institucionalmente el 1 de mayo, obedece a múltiples factores. Entre estos el profundo desgaste sufrido por el sistema político en su conjunto, surgido a raíz de los Acuerdos de Paz de enero de 1992, que en 30 años no logró garantizar una situación de mejora significativa de los niveles de vida de los sectores populares, ya que abrazó a nivel económico un modelo –neoliberal- que únicamente favoreció al capital transnacional y oligárquico pero golpeó fuertemente los dispositivos de protección social del Estado; mientras que en el plano político originó una gestión marcada por la incapacidad y la corrupción. Por su parte, los partidos políticos, como pilares fundamentales del sistema, se encargaron sistemáticamente de evidenciar públicamente -con sus actuaciones en defensa de sus intereses elitistas- el fracaso de un modelo que no logró cumplir su tarea de defender la vida –salud, educación, vivienda, seguridad- amenazada de su ciudadanía, lo que abrió una brecha entre la vieja clase política – incluyendo al FMLN- y amplios sectores populares. La continuidad y consolidación del ascendente orden burgués va depender asimismo de la capacidad de Nuevas Ideas de elaborar una nueva narrativa, que garantice su continuidad en un nuevo sistema político, con sus respectivos rituales de agresión hacia los sectores políticos desplazados del poder y de seducción permanente hacia sus bases sociales y aliados, lo cual incluye el espectáculo como mecanismo idóneo para cautivar la atención y el apoyo, desde la imaginación, desde los sentidos y fundamentalmente por medio de las redes sociales. Bukele necesita asegurar y reproducir el poder mediante la razón y las emociones, mediante la justificación y el embellecimiento. Una derecha derrotada pero en pie de lucha El orden oligárquico no cederá fácilmente su dominación bicentenaria (1821-2021). Cuenta con recursos y experiencia para revertir la derrota, o para en dado caso, lograr un arreglo acomodaticio con el nuevo poder. Presenciamos el primer momento, de medición de fuerzas, el momento de la pugna interna entre bloques al interior de las clases dominantes. Y en esta fase inicial, la derecha política y mediática ha tenido la capacidad de arrastrar al FMLN en su cruzada por la defensa de la Constitución y de la democracia del orden liberal-oligárquico, por la “unidad” de la nación, por los Acuerdos de Paz de 1992 y contra la evidente corrupción del nuevo régimen. Pero no solo al FMLN sino incluso a otras instituciones de antiguas y respetables credenciales democráticas, que hoy aparecen públicamente como parte del engranaje de una clara estrategia de frente único contra la “dictadura.” La derecha oligárquica y el establishment arenero confía todavía en que puede recomponerse política y electoralmente y le apuesta a diversos escenarios que le favorezcan, muchas veces confundiendo deseos y fantasías con realidades, entre estos están los siguientes: a que como resultado de la sistemática campaña de denuncia de la “corrupción” e “incapacidad” de la “dictadura”, la gente reaccione y modere, reduzca su respaldo electoral a Nuevas Ideas, y el resultado electoral de febrero 28 sea equitativo y no pierdan la mayoría calificada; e incluso quien quita que haya la posibilidad que la gente “despierte” , los “perdone” y los resultados les favorezcan. Otra posibilidad soñada es que el actual sistema electoral los beneficie con su compleja estructura de cocientes y residuos. Asimismo, la derecha oligárquica confía en que a futuro se abran brechas y conflictos entre los diversos componentes de Nuevas Ideas e incluso al interior de las Fuerzas Armadas y la PNC, surjan problemas vinculados a ascensos, y en definitiva que se desarrollen contradicciones al interior del nuevo bloque de poder. Y finalmente existe la ilusión, nacional e internacionalmente [2], que con la llegada de la nueva administración demócrata de Joe Biden a la Casa Blanca, de los globalistas, el próximo 20 de enero, el nivel de presión aumente significativamente, lo que obligará según esta tesis, a la administración Bukele a obedientemente moderar su conducta política, y esto beneficiara a la derecha oligárquica. Esto no pasa de ser una posibilidad. II. El desafío de garantizar la continuidad de la izquierda salvadoreña Antecedentes Uno de los errores principales de la izquierda salvadoreña en este último periodo, ha sido su “miopía kelseniana”, la ingenua pretensión de identificar democracia con este modelo de democracia liberal, nacida de la Constitución contrainsurgente de 1983 y reforzada con los Acuerdos de Paz de enero de 1992. Algunos pretenden convertir este modelo histórico en el non plus ultra de la emancipación social, en un abierto rechazo de la necesidad de transformar esta sociedad y este sistema capitalista. Lo irónico del caso es que fue precisamente por esta visión reformista que fueron expulsados del FMLN hace un par de décadas los principales dirigentes del ERP y de la RN, incluyendo a los entonces “comandantes” Joaquín Villalobos y Fermán Cienfuegos. Tenía razón Marx, la historia se repite primero como tragedia, y después como farsa. Esta defensa firme y abnegada de la Constitución y el sagrado “estado de derecho”, este fetichismo constitucional, pretende encubrir la incapacidad como izquierda durante el ejercicio de la presidencia, durante diez años, 2009 al 2019, de revertir el modelo neoliberal, lo cual fue mimetizado mediante el despliegue de políticas asistencialistas, analgésicas, sugeridas incluso por el mismo Banco Mundial y FMI para paliar las consecuencias nefastas del modelo. El principal alegato esgrimido para no realizar las transformaciones fue el de no tener la mayoría legislativa. En realidad, no hubo la voluntad de radicalizar el proceso, por el temor de un golpe de estado y en un claro acomodamiento a las reglas de la democracia liberal. Y la gente lo entendió y hoy cobra esa factura histórica. El proceso de soñar y trabajar por una nueva izquierda Es en este complejo marco que está planteado el desafío de garantizar la continuidad de la izquierda, en lo político y en lo social. Hay que aclarar que en este asunto no debemos ni podemos partir de cero, y hablar de la construcción en abstracto de una nueva izquierda, pero tampoco podemos negar la necesidad de una fuerza de izquierda que rebase las fronteras de la actual izquierda electoral, aglutinada en el FMLN. Y este proceso pasa necesariamente por el resultado del evento electoral, que nos permitirá medir donde estamos; por las propuestas a futuro de las actuales tendencias –dentro y fuera del FMLN- y por la apertura hacia una nueva propuesta organizativa de ampliación de fuerzas así como de un necesario y perentorio periodo de debate sobre nuestro horizonte de lucha. En este inédito proceso existen dos visiones extremas y dogmáticas, que amenazan con descarrilar este esfuerzo: los que creen que el instrumento FMLN es un fin en sí mismo y no puede ni debe surgir otro y los que consideran que el instrumento FMLN esta ya agotado e ideológicamente está en el campo de la derecha. Ambas visiones no contribuyen al esfuerzo de una izquierda renovada. Pero, independientemente de los resultados electorales, la izquierda política, el instrumento FMLN, atraviesa por una profunda crisis, derivada del agotamiento de su participación electoral ya por 25 años, que le ha permitido acumular una valiosa experiencia de su militancia en campañas electorales y en la gestión del estado, pero a la vez le ha acarreado fuertes niveles de acomodamiento al sistema, y la impensable perdida de la confianza popular, particularmente por su gestión en la presidencia. Y esto último es altamente delicado y preocupante porque se trata de una derrota que no es electoral, ni tan siquiera política, sino ética, que es la peor de las derrotas y la más difícil de superar. Esto explica la presencia en los candidatos de izquierda de audaces acrobacias cromáticas en sus actuales campañas. La astucia radica –según ellos-en separarse del rojo. Ante esta situación de la izquierda, que incluye diversos elementos, crisis de identidad, ideológica, orgánica, de proyecto político, de respaldo popular, y otros, los desafíos son múltiples y la necesidad del debate es urgente. Y este debate debe incluir la necesidad de clarificar nuestra posición y actitud ante la democracia liberal; ante la socialdemocracia como corriente política y su visión de conciliación de clases (unidad nacional) y de paz social, y nuestra visión opuesta de confrontación social y lucha de clases. Pienso que la izquierda no debe contribuir a la tranquilidad oligárquica, sino debe ser siempre el partido de la rebelión y no de la paz social. Corresponde a la izquierda la defensa de sus tradiciones de lucha, de su memoria histórica, como parte estratégica de la construcción de una nueva alternativa de poder. Por lo que uno de los desafíos para la izquierda es el de construir una visión alternativa de democracia que comprenda las elecciones, pero que no gire alrededor de estas, como el núcleo principal, y que tenga como eje básico la participación popular y social, la movilización y la lucha popular. Y cuidarnos en la gestión pública, del peligro del clientelismo, ya que la derecha tiene la experiencia y capacidad de disputarnos los clientes con mejores ofertas. Sobre héroes y villanos Cada fuerza social con su respectiva visión ideológica, define y construye acorde a sus intereses y agendas, sus propios héroes y villanos históricos. Agustín Farabundo Martí y Schafik Handal son los héroes supremos de la izquierda salvadoreña, y contrario sensu, el General Maximiliano Martínez y Roberto D’Aubuisson, lo son de la derecha. Otras figuras en ambos campos han ido siendo también desplazadas o resignificadas. En el caso de Monseñor Romero la Iglesia Católica Romana astutamente optó por recuperarlo institucionalmente por medio de su santificación. En el caso del democristiano José Napoleón Duarte, su memoria se va extinguiendo inexorablemente. En el caso de Anastasio Aquino, Francisco Morazán, Gerardo Barrios, Roque Dalton, Feliciano Ama, Fabio Castillo y Prudencia Ayala, sus figuras crecen con el paso del tiempo. Sobre acontecimientos y visiones El fugaz levantamiento de enero de 1932 junto con la prolongada Guerra Popular Revolucionaria (1980-1992) constituyen las dos narrativas épicas supremas de la izquierda salvadoreña, con sus mártires y héroes. La derecha cuenta con sus propias matrices narrativas, que incluyen la victoria sobre “el comunismo” en 1932 y en los años 80s con la creación del partido ARENA, que iniciaba simbólicamente sus campañas electorales en Izalco, para conmemorar la efeméride para ellos también “gloriosa” en sentido inverso, de enero de 1932. Nosotros celebramos el levantamiento y ellos su aplastamiento a sangre y fuego. Cada fuerza política que asume la conducción del país construye su propia tradición histórica. En los años cincuenta del siglo pasado, los prudistas celebraban cada 14 de diciembre como el día de la revolución, pensando en la gesta de 1948. Cuando triunfó el PCN, esta conmemoración fue interrumpida, porque inventaron sus propias tradiciones. Y lo mismo hizo el PDC de Duarte en los años ochenta con sus reformas, ARENA con su “príncipe de la paz” y el FMLN en sus dos gestiones de gobierno. A principios de los años setenta, recuerdo que como PCS celebrábamos en marzo la victoria de la Comuna de Paris de 1871, en noviembre el triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia, el ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio, así como los únicos mártires eran entonces los dirigentes obreros Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez, asesinados en 1968. En el caso de los Acuerdos de Paz de enero de 1992, estos fueron el resultado de la incapacidad de tomar el poder por la fuerza de las armas, y constituyeron un compromiso, un acuerdo negociado que le puso fin a la guerra mediante una reforma política, que aseguró libertades civiles y políticas, y trasladó el conflicto militar al terreno electoral, sin afectar el modelo capitalista ni la institucionalidad oligárquica, pero sí eliminando la dictadura militar y fundamentalmente garantizando la libertad de organización y expresión de las ideas de izquierda. El FMLN entregó las armas, los militares regresaron a sus cuarteles, Estados Unidos apoyo el “proceso de paz”, el movimiento popular fue paralizado, mientras la oligarquía se transnacionalizó y obtuvo mayores ganancias y el modelo neoliberal se entronizó en el país. Hoy nos encontramos frente a una transición hacia un nuevo modelo político, que seguramente con Nuevas Ideas como eje conductor, construirá sus propias tradiciones, sus nuevas y propias narrativas, incluyendo probablemente la derrota electoral de ARENA y el FMLN como su épica principal, así como desmontará las tradiciones anteriores, incluyendo la vinculada a unos ya para las nuevas generaciones, míticos Acuerdos de Paz. Y por supuesto, que aprovechando el Bicentenario de la Independencia, el proyecto político de Nuevas Ideas edificará y refrendará su vínculo con los próceres de la independencia, en concordancia con una visión autoritaria del dispositivo democrático liberal, incluyendo la división de poderes, ciudadanía, Constitución, libertad de prensa, transparencia, etc. Conclusiones Cuando se pierde el rumbo, recomendaba un argentino defensor de los derechos humanos, lo más conveniente es regresar al lugar de dónde venimos. Y en nuestro caso, como izquierda salvadoreña, este locus es el de la lucha popular por la democracia y el socialismo. Ahí no hay donde perderse. No obstante esto, es indudable que la recreación orgánica de la izquierda y su reformulación programática serán procesos prolongados y complejos, con avances y retrocesos, con vacíos e incertidumbres, y vinculados -como siempre ha sido- a las dinámicas latinoamericanas de edificación de alternativas tanto en el plano de la teoría como de construcción de poder popular, de hegemonía emancipadora. Lo importante es tener una visión de apertura hacia lo nuevo, hacia la renovación, a la vez que de afianzamiento de principios, de fronteras ideológicas claras y definidas, que son rasgos de identidad como izquierda, tales –entre otros- como el antiimperialismo ( sea ante Trump o ante Biden), la lucha contra el patriarcado y el racismo, la utopía de una nueva sociedad y a nivel organizativo, una visión y práctica democrática, individual y colectiva, horizontal, sin caudillos ni iluminados. Los desafíos de la realidad y particularmente de este nuevo modelo político, autoritario y populista, simbolizado por el partido Nuevas Ideas y su líder máximo Nayib Bukele, exigen que nos aboquemos en varias direcciones de manera simultánea: por una parte, a la construcción de una nueva izquierda, plural, democrática y combativa, así como a fortalecer el movimiento popular y social fundado en una racionalidad crítica, emancipatoria y democrática, que privilegie la diversidad y que sirva de sustento a esta nueva izquierda política . Y por otra parte, descodificar el proyecto de Nuevas Ideas, identificar sus grietas, descartar descalificaciones electorales que no acumulan sino dividen al respecto de sus seguidores, los cuales son parte de ese núcleo popular que con sus luchas contribuirá seguramente a la construcción de un nuevo El Salvador. En esta visión de acumulación de fuerzas, de construcción de poder popular, debemos de entender la crisis provocada por la pandemia del coronavirus como clara expresión de la crisis de la modernidad y del progreso indefinido, pero a la vez como una oportunidad de promover la organización y la lucha por el derecho a la salud, y la necesidad de una cultura democrática del cuido, opuesta a una visión disciplinaria, panóptica, derivada de un modelo individualista y autoritario. Y por último que como izquierda, confiemos en las sabias palabras del poeta español: caminante, no hay camino, se hace camino al luchar. Notas: 1 Ver Pineda, Roberto. El Salvador: horizonte electoral 2021. https://www.alainet.org/es/articulo/208702 2 https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/jose-miguel-vivanco-derechos-hu… Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/210541

lunes, 18 de enero de 2021

COVID-19 ,Ya sumamos dos millones de muertos

COVID-19 Ya sumamos dos millones de muertos: La OMS alerta que especulan con las vacunas Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Isabella Arria | 18/01/2021 | Conocimiento Libre Fuentes: CLAE El secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterrez anunció que el mundo ya pasó los dos millones de muertos en la pandemia del coronavirus. La mortandad se está acelerando, porque llegar al primer millón de víctimas tomó desde los primeros días de 2020 hasta el 28 de septiembre, pero el segundo millón tomó menos de la mitad de ese tiempo. Guterres calificó de “hito desgarrador” el umbral rebasado ayer de 2 millones de fallecidos a causa del COVID-19, un número detrás del cual, dijo, hay “nombres y rostros: la sonrisa que ahora sólo es un recuerdo, el asiento siempre vacío en la mesa de la cena, la habitación que resuena con el silencio de un ser querido”. Este panorama resulta incluso más sombrío si se considera que pasaron nueve meses para que la pandemia se cobrara un millón de vidas, pero apenas transcurrió la tercera parte de ese tiempo para alcanzar el segundo millón, una aceleración de las muertes que está lejos de amainar, pese al arranque de la vacunación. Como señaló Guterres, la distribución de las vacunas ha vuelto a evidenciar una de las mayores fallas sociales al hacer frente al coronavirus: un déficit de solidaridad al que puede achacarse, en buena medida, la magnitud y la duración de la emergencia sanitaria. En efecto, al constatar que las vacunas están llegando rápidamente a los países de altos ingresos, mientras que los más pobres del mundo no tienen ninguna, no puede sino concluirse que la ciencia tiene éxito, pero la solidaridad falla. Este deplorable fracaso recuerda que la ciencia es una de las herramientas más formidables de que se ha dotado la humanidad, pero sólo despliega su completo potencial cuando todos los agentes involucrados en ella se guían por los más elevados estándares éticos. Está claro que ni la falta de solidaridad ni la injusta distribución de los beneficios del conocimiento científico son producto de los temores y aprehensiones despertados por la propagación mundial del virus SARS-CoV-1. Por el contrario, esos males se encontraban plenamente instalados en la mayor parte de las sociedades del orbe, las cuales han sucumbido a un discurso que pone el enriquecimiento privado y la acumulación de bienes materiales por encima de cualquier necesidad. Hasta el extremo de permitir que la avaricia ponga en riesgo la integridad del medio ambiente planetario y, con ello, la supervivencia del ser humano como especie. La experiencia adquirida durante los ya casi 12 meses transcurridos desde que la Organización Mundial de la Salud declaró a la pandemia una “emergencia sanitaria global” no deja lugar a dudas: la lógica del egoísmo y el “sálvese quien pueda” engendra desastres y conduce a callejones, de los que sólo se puede salir a través de la colaboración y la solidaridad globales. Estados Unidos sigue siendo el país con más víctimas, 389.000, seguido por Brasil con 207.000 e India con 152.000. En total, el planeta ya tiene casi 94 millones de contagiados, un proceso alimentado por las segundas olas en Europa, las Américas y algunas zonas de Asia. El Reino Unido ya tiene 3.300.000 contagiados, cuarentenas regionales y un cierre parcial del tránsito aéreo internacional. Europa superó este fin de semana los treinta millones de casos de coronavirus. Los países de la Unión Europea han anunciado una serie de restricciones de viaje así como medidas de confinamiento. Según el mapeo de casos realizado por la Universidad de Johns Hopkins, los países con mayor número de contagio son Francia con 2.931.350, Italia con 2.373.115, España con 2.252.164 contagiados y 54 mil muertos, Alemania con 2.023.778 y 45 mil fallecidos, Polonia con 1.422.320, Ucrania con 1.183.963, Países Bajos con 914.376 y Portugal con 528.469. Con un invierno marcadamente frío en comparación al del año anterior y con nevadas históricas, como en el caso de España, los gobiernos europeos comenzaron a aplicar la primera dosis de la vacuna. Italia es el país con la mejor campaña de vacunación y ya superó el millón de inmunizados. En Alemania se priorizó a las personas mayores de 80 años, en España cuentan con prioridad para los residentes en hogares de mayores, sus cuidadores y el personal de salud. Mientras que en Portugal se inició un nuevo confinamiento después de registrar un récord de fallecidos al llegar a 159 muertes por covid-19. Portugal contabiliza más de 8.500 muertes y la cifra de casos sumó 10.663 en un solo día según notificó la Dirección General de Salud (DGS).. La vacunación en Europa puede demorarse, ya que la firma Pfizer anunció que no llega con los plazos. La presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen señaló que, al saber que Pfizer reduciría temporalmente sus entregas a Europa para mejorar la producción, contactó «inmediatamente» con la farmacéutica y le aseguraron que «todas las dosis garantizadas para el primer trimestre llegarán este trimestre». La presidenta de la CE recordó que «normalmente» se tardan diez años en desarrollar y entregar una vacuna, y que al hacerlo en menos de un año hay que enfrentar todas las «dificultades» que normalmente requieren más tiempo. Consideró además que el «extenso» portafolio de dosis que la UE ya tiene firmadas con varias farmacéuticas, que supera los 2.300 millones de dosis, «mitigan los riesgos de problemas que siempre surgen cuando tienes procesos a esta velocidad». Acaparadores de vacunas La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el 95% de las vacunas contra el coronavirus está concentrado en diez países, por lo que el director para le región Europa de la organización, Hans Kluge, hizo un llamando a ser más solidarios: «Todos los países capaces de contribuir, dar y apoyar el acceso y el despliegue justos de las vacunas háganlo». El director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, consideró un logro que en poco más de un mes unas 28 millones de dosis fueron aplicadas, pero lamentó que eso ocurrió en 46 países, mientras que diez (Estados Unidos, China, Reino Unido, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Italia, Rusia, Alemania, España y Canadá) concentraron el 95% de las aplicaciones. La OMS anunció la semana pasada que comenzaría a fines de enero a repartir las primeras dósis a través de la alianza Covax, sistema alternativo para asistir a 172 países de manera equitativa sin importar su capacidad económica. El sistema surgió tras el frustrado reclamo ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), liderado por Sudáfrica e India, con el respaldo de otros 99 países, para que se libera el derecho comercial de patente de las vacunas, medida resistida por los potencias económicas que tienen el poder de producir la vacuna. «La situación es alarmante», confirmó Kluge, tras decir que este 2021 “será otro año de coronavirus, pero más previsible». Mostró preocupación ante las nuevas variantes detectadas especialmente en Reino Unido y Sudáfrica, cuya propagación es entre 40 y 70% más rápida, y que ya se expandieron a 50 países, entre ellos 25 europeos, incluída Rusia. «La variante suscita preocupación: sin un mayor control para frenar la propagación, habrá un mayor impacto en los centros de salud, casi desbordados y bajo presión», explicó el director regional. * Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la) http://estrategia.la/2021/01/16/ya-sumamos-dos-millones-de-muertos-oms-alerta-que-especulan-con-las-vacunas/

Hay un golpe de Silicon Valley a la democracia global?

Hay un golpe de Silicon Valley a la democracia global" QUÉ PASA 15:12 GMT 16.01.2021URL corto Por Javier Benítez La supremacía de las grandes tecnológicas están imponiendo un totalitarismo corporativo, donde el que piensa diferente es perseguido. Así lo entiende el analista internacional Cristian Taborda al referirse al ejemplo paradigmático del presidente de EEUU, Donald Trump, pero que no es el primero, ni será el último. 00:00 / 14:39 Lo que debe preocupar el mundo Hay cuatro aspectos que deberían preocupar al mundo sobre lo que ha ocurrido con las elecciones en EEUU, y sobre todo, durante las últimas semanas, incluido el asalto al Capitolio, de acuerdo a Cristian Taborda. Donald Trump, La aprobación de Trump se hunde a 29% tras los disturbios en el Capitolio de EEUU El analista incide en que "el primer aspecto es la irregularidad en en las elecciones de la principal potencia del mundo, lo que Trump denunciaba del fraude electoral, donde varios estados han incurrido en graves faltas como la votación de muertos, en otros lugares donde ha habido más votantes que ciudadanos". "El segundo punto es la posibilidad de una guerra civil dentro de EEUU, en el corazón del imperio, esto debido a la fractura que hay, tanto en la elite, como en la población misma. Se han expuesto dos sociedades totalmente distintas: la América profunda que lucha por la industria, por esa idea del sueño americano que encarnaba Trump; y luego la 'nueva América' de las grandes tecnologías, la de las costas, que se funda básicamente en los servicios y finanzas", apunta el experto. El tercer punto, de acuerdo a Taborda, es "la censura de las redes sociales y la visibilidad de estos poderes que en algún momento estaban ocultos y hoy sale a la luz, que tienen nombre y apellido, y que son el poder global de la Big Tech, estableciendo una dictadura digital, donde a la censura de Twitter, Facebook e Instagram, se sumó YouTube cancelando el canal de Donald Trump, en lo que es un verdadero golpe cívico de Silicon Valley". "Hay que tener claro esto: esto es un golpe de Silicon Valley a la democracia, no sólo a la de EEUU, sino global marcando un antecedente", enfatiza el analista. En este punto hay que hacer una pausa para observar que, quiénes se han pronunciado contra el golpe dado por las tecnológicas, pueden encontrarse en las antípodas ideológicas, de acuerdo al analista. Como ejemplo, cita los casos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y del líder de Vox, partido de ultraderecha de España, Santiago Abascal. Ambos repudiaron del mismo modo el accionar de censura de las tecnológicas. "Acá podemos ver cómo se corren viejas divisiones las de Estado-mercado, izquierda-derecha, e irrumpe una nueva división a escala planetaria que es la confrontación entre los pueblos libres y soberanos, frente a una tiranía global, que no reconoce ciudadanos, sino esclavos. Por eso hay que recalcar la importancia del golpe que lleva a cabo Silicon Valley para las democracias", remarca el analista. "El cuarto punto tiene que ver con el trasfondo que esconde sobre lo que está sucediendo, esta gran catástrofe global que es la pandemia, todo un reordenamiento geopolítico, donde podemos ver que si en los '90 se produjo un capitalismo de derecha, neoliberal y privatista, hoy estamos ante lo que es un capitalismo de izquierda, progresista y estatista. […] Si en los '90 el Consenso de Washington estaba comandado por EEU, ahora todo parece indicar que va a ser comandado por China", advierte Taborda. ¿Otra demostración de totalitarismo corporativo? Mientras, Deutsche Bank, uno de los acreedores más importantes de Trump, dejará de hacer negocios con el magnate y sus empresas, según The New York Times: Trump Organization, tiene préstamos pendientes con Deutsche Bank por unos 340 millones de dólares. Donald Trump, presidente de EEUU Los bancos siguen a las redes sociales y dan la espalda a Trump Asimismo, el Signature Bank de Nueva York, decidió cerrar dos cuentas personales en las que el actual inquilino de la Casa Blanca tenía unos 5,3 millones. Pero no se quedó en eso: "Creemos que la acción apropiada sería la renuncia del presidente de Estados Unidos, es lo mejor para los intereses de nuestra nación y del pueblo estadounidense", dijo el Signature Bank de Nueva York en un comunicado. "Este es un gran punto para entender lo que está sucediendo. Qué mejor que en este caso mencionar lo que decía el gran maestro de la política que fue Aristóteles: De la democracia radical y de la oligarquía extrema, surgen las tiranías", remacha Cristian Taborda.

miércoles, 13 de enero de 2021

El asalto al Capitolio es sólo el comienzo

Por qué el asalto al Capitolio es sólo el comienzo Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Marc Vandepitte | 13/01/2021 | EE.UU. Fuentes: De Wereld Morgen [Foto: Marco Verch Professional Photographer, Flickr / CC BY 2.0] El 6 de enero presenciamos escenas en Washington reservadas normalmente para las repúblicas bananeras. No se trataba de un último intento para salvar la presidencia de Trump, como algunos piensan, sino del comienzo de un período violento y turbulento en la historia de los Estados Unidos. El analista político Marc Vandepitte resume los hechos y mira hacia el futuro. Una acción «salvaje» planificada Los eventos impactantes no cayeron del cielo. Semanas antes Trump había llamado a sus seguidores a través de una serie de tweets a acudir y manifestarse el 6 de enero. Uno de esos tweets no dejó mucho a la imaginación: “¡Venga, será salvaje!” (“Be there, will be wild!”) A finales de diciembre ya estaba claro que los partidarios radicales planeaban una gran y violenta acción de protesta para evitar la certificación de la victoria electoral de Joe Biden. El grupo armado neofascista Proud Boys reservó hoteles en Washington con semanas de anticipación. En los foros codificados se hablaba de contrabando de armas y de la creación de un “campamento armado”. Muchos de los alborotadores parecen tener vínculos o son miembros de milicias de extrema derecha. Entre los detenidos estaba un teniente retirado de la Fuerza Aérea. Una hora y media antes del asalto al Capitolio Trump incitó a sus seguidores en Twitter: “Nunca recuperarás nuestro país con debilidad. Tienes que mostrar fuerza”. En una reunión de protesta celebrada ese día en Washington su abogado personal Rudy Giuliani llamó a la multitud a resolver la disputa electoral mediante la violencia: un “juicio por combate”. En retrospectiva sigue siendo sorprendente que los alborotadores fueran tan pocos. Este levantamiento es la culminación de cuatro años de escalada de violencia de la extrema derecha, desde los manifestantes cargados de antorchas en Charlottesville, que gritaron contra negros y judíos, las milicias fuertemente armadas que se manifestaron contra el confinamiento, hasta los planes para secuestrar y posiblemente asesinar al gobernador de Michigan. Se estima que cientos de grupos paramilitares están activos en los EE.UU. en este momento. Algunos están fuertemente armados. Suman unos 50.000 miembros. Los expertos ven un cambio inquietante de únicamente mostrar las armas a una voluntad real de usarlas. El verano pasado hubo casi 500 incidentes de intimidación o violencia por parte de civiles armados. Los supremacistas blancos y otros extremistas de derecha fueron responsables de dos tercios de todos los ataques y conspiraciones terroristas nacionales en 2020. La mitad de esa violencia se dirigió contra manifestantes. Es una reminiscencia de las bandas de matones fascistas de los años 30. Extraña acción policial El hecho de que los trumpistas fueran capaces de penetrar en estos edificios fuertemente custodiados es muy curioso. En primer lugar, ese edificio debería haber sido vigilado mucho más fuertemente. Las demostraciones del pasado muestran que tomar el Capitolio es casi imposible. La floja acción policial contrasta fuertemente con las anteriores manifestaciones cerca del Capitolio. Edward Luce del Financial Times lo dice sin rodeos: “Si manifestantes afroamericanos hubieran intentado asaltar el Capitolio o la Casa Blanca, no hay duda de que se habría disparado contra ellos”. Los seguidores de Trump, sin embargo, encontraron poca resistencia por parte de los guardias de seguridad. Aparentemente, podían contar con su simpatía. Se vio a algunos policías que dejaban pasar a los alborotadores a través de las barreras del Capitolio. Otros incluso posaron felices juntos para un selfi con los partidarios de Trump. Se sabe que al menos una cuarta parte de las milicias de extrema derecha en los EE.UU. consiste en soldados y policías activos o antiguos. Sin embargo, los servicios de seguridad eran perfectamente conscientes de antemano de los posiblemente serios disturbios. Por ejemplo, previamente se informó bien a los parlamentarios presentes de la amenaza y se les aconsejó que llevaran una bolsa con sus pertenencias para pasar la noche si fuera necesario. Finalmente apenas 26 personas fueron detenidas dentro de los edificios y otras 43 personas fueron detenidas afuera. En una manifestación pacífica en 2018 en el mismo lugar se detuvo a 600 personas. La diferencia es que eran manifestantes de izquierda. El apoyo republicano Trump no fue el único en incitar y apoyar a los insurgentes. Incluso después del asalto al Congreso alrededor del 70 % de los republicanos en la Cámara de Representantes y una cuarta parte en el Senado se negaron a certificar al menos parte de los resultados de las elecciones. Lauren Boebert, delegada republicana, declaró durante la sesión: “Ahora tengo votantes fuera de este edificio. Prometí ser su voto”. Los últimos días se mostró en un vídeo paseando con una pistola Glock por Washington. Ivanka Trump, hija del presidente, describió a los alborotadores como “patriotas”. Muchos líderes republicanos condenaron, el ataque pero no culparon a Trump. Casi la mitad de los partidarios republicanos apoyan la invasión del Capitolio. El caldo de cultivo A pesar de su vulgaridad, su total incompetencia y su desastrosa política con respecto al coronavirus, Trump aún cuenta con muchos seguidores. En las últimas elecciones presidenciales obtuvo los votos de 74 millones de votantes, la segunda cifra más alta en la historia de los Estados Unidos. Hay varias razones para esto. Desde la década de 1970 los EE.UU. han experimentado un relativo descenso económico en el escenario mundial. A partir de los años 90 esto fue acompañado por una desindustrialización de regiones enteras del país. Junto con una política de austeridad antisocial, esto se ha traducido en una fuerte degradación social. Hoy en día el 58 % de los ciudadanos viven de salario en salario. A menudo tienen que aceptar dos o tres trabajos para no terminar en la pobreza. En los últimos cuarenta años el salario medio de los trabajadores blancos no cualificados ha disminuido más de un 20%, una caída que fue especialmente pronunciada después de la crisis financiera de 2008. Al mismo tiempo aumentó la tasa de mortalidad de la población adulta blanca. La brecha entre ricos y pobres se ahondó más. En ningún lugar del mundo occidental esa brecha es tan amplia como en los EE.UU. El 0,1 % de los afortunados tienen tanta riqueza como el 90% de los más pobres. Además del declive social, se debilitó el tejido social. Las organizaciones sociales, las instituciones religiosas y los sindicatos vieron desplomarse significativamente la cantidad de sus miembros. En 1970 el 27 % de los empleados eran todavía miembros de un sindicato; hoy en día es sólo un 10 %. La gente se ha atomizado y se ha vuelto vulnerable. Al nivel político tampoco se podía contar con los demócratas. Al igual que los partidos de centro y socialdemócratas en Europa, bajo Clinton y Obama el partido demócrata fue la fuerza motriz de la política neoliberal. Los demócratas apenas tuvieron en cuenta las muchas quejas de gran parte del electorado (blanco). La base social en la que se apoya Trump es principalmente la de los grupos de personas con un bajo nivel de educación, principalmente blancos. Pero sus ideas de extrema derecha y ultranacionalistas también atraen a segmentos de las clases media y alta. Explotar el miedo y la ira Ha surgido un peligroso vacío social y político. Mucha gente se siente ignorada y excluida por aquellos que tienen el poder político y económico. También ven el mundo como un lugar amenazador y hostil. Trump responde a la desconfianza del establishment perfilándose como un forastero. A pesar de que Trump viene de las más altas esferas de la población, se posiciona como un antiestablishment y se enfurece contra la casta política, los medios de comunicación, los científicos e intelectuales. Su lenguaje duro y vulgar encaja perfectamente con eso. Al igual que otros líderes de la extrema derecha en otros países, Trump es particularmente hábil en explotar el miedo y la ira de amplios sectores de la población. Utiliza un discurso venenoso que combina el chovinismo nacional con la hostilidad hacia los migrantes y las minorías. Condena a los intelectuales y expertos como traidores al pueblo. Eso atrae a la gente que se siente excluida. También da a la gente la sensación de que escucha sus quejas y que las defiende en contraste con otros líderes políticos. En tiempos inciertos la gente busca respuestas simples y un líder fuerte. La ideología autoritaria y de extrema derecha de Trump es bien recibida por su grupo de apoyo radicalizado. Alrededor una cuarta parte de la población consideró en 2017 que una toma de posesión militar estaba justificada si había mucha corrupción o crímenes. El gran apoyo electoral con el que Trump puede contar insufla energías a los grupos paramilitares de extrema derecha y los hace más audaces. Apoyo del establishment Al principio de su mandato Trump pudo contar con la gran mayoría de la élite económica gracias a una importante reducción de impuestos. Sin embargo, sus guerras comerciales, su política caprichosa y sus lazos con la extrema derecha erosionaron ese apoyo. Una proporción significativa de empleadores no apoyó su política antiinmigratoria. No obstante, Trump siguió contando con capitalistas de sectores como la energía, la agroindustria, el transporte y la construcción. La clase capitalista prefiere líderes políticos dispuestos y predecibles. Pero si no hay alternativa, no duda en ofrecer un salvavidas al bufón más brutal o incalculable, siempre y cuando defienda sus intereses. Esto nos enseña la historia del fascismo del siglo XX y las dictaduras del Tercer Mundo. Los medios de comunicación y los medios sociales son cada vez más fundamentales en las elecciones. Según el Centro Berkman Klein, las elecciones presidenciales de 2020 fueron un proceso impulsado por la élite a través de los medios de comunicación. Al igual que en 2016 Trump pudo contar con mucho apoyo de los medios de comunicación. Rupert Murdoch, el poderoso magnate de los medios de comunicación, propietario, entre otras cosas, del canal de televisión más popular Fox, desempeñó un papel importante en la victoria electoral de Trump en 2016. Permaneció muy leal al presidente hasta su derrota electoral. Muchos medios de comunicación tradicionales adoptaron y reforzaron la campaña de desinformación sistemática lanzada por Trump durante las elecciones. La influencia de las redes sociales es aún mayor. La propaganda digital fue el secreto de la primera victoria electoral de Donald Trump, pero también de la de Javier Bolsonaro en Brasil. En Twitter de Trump tenía 89 millones de seguidores, en facebook tenía 35 millones. Pero, incluso ahora que ha sido expulsado de twitter, puede seguir difundiendo su mensaje en plataformas o sitios supuestamente alternativos, como Gab, Telegram, TheDonald.win, Quillette, Spiked, etc., que a menudo tienen patrocinadores muy ricos. Son estas redes ‘sociales’ las que normalizan el racismo y ayudan a difundir ampliamente las ideas de la extrema derecha, también en nuestras regiones. Legado duradero Durante su mandato Trump ha construido una sólida base social. En las últimas elecciones le secundó el 47 % del electorado y después de su derrota electoral le siguió apoyando el 90 % de los republicanos. Seguirá contando con una poderosa maquinaria de propaganda, tanto a través de los medios de comunicación como de los medios sociales (alternativos). También nombró a muchos jueces conservadores y convirtió la Corte Suprema en un bastión conservador. En cuatro años Trump ha conseguido que el partido republicano se someta completamente a su voluntad. Muchos de los parlamentarios, gobernadores y alcaldes son fieles acólitos de él. Muchos miembros del partido que no están de acuerdo con él no se atreven a abrir la boca. Tienen miedo de ser abordados por las redes sociales o, en la próxima nominación, de ser desafiados por un candidato más trumpiano. También por esa razón se han pronunciado tan pocos republicanos contra el llamado fraude electoral o culpan a Trump del asalto. Un país altamente polarizado Los implacables golpes de Trump a lo largo de los años han dejado su marca. La legitimidad y la estabilidad de todo el sistema político se han visto gravemente socavadas. Joe Biden será el primer presidente desde Abraham Lincoln en 1861 al que gran parte del país considera ilegal antes de prestar juramento. El nuevo presidente tendrá que lidiar con un país altamente polarizado. Los partidarios radicales de Trump consideran los eventos del 6 de enero una gran victoria. La gran atención de los medios de comunicación les ha dado un impulso y les permitirá reclutar miembros y fortalecerse. Los expertos temen que los disturbios mortales puedan ser el comienzo de una escalada de violencia más que un intento final de salvar la presidencia de Trump. Existe la posibilidad de que en las próximas semanas se produzcan nuevas redadas de este tipo y que los partidarios radicales recurran aún más a la intimidación y al uso de la violencia en los conflictos raciales, sociales o incluso laborales. Jorge Dávila, analista político de la CNN, advierte de una “guerra civil de baja intensidad”. El trumpismo no se va El futuro de Trump no está claro. ¿Lo van a expulsar? ¿Tendrá que comparecer ante un juez? ¿Podrá volver a presentarse a las próximas elecciones dentro de cuatro años, como planea hacer? Una encuesta reciente entre los republicanos mostró que es el favorito abrumador del partido para ser nominado para 2024. Después de él viene el vicepresidente Mike Pence y luego Donald Trump Jr. Incluso si no es candidato, dada su considerable influencia en la base conservadora, podrá en gran medida determinar cuál de los republicanos entrará en la carrera. No hay escasez de candidatos. Por ejemplo, Mike Pompeo, su ministro de Asuntos Exteriores, o Tom Cotton, el senador de Arkansas. Como señala el Financial Times, “son versiones más duras de él, sin sus caprichos”. Samuel Farber de Jacobin lo resume bien: “Cualquiera que sea el destino de Donald Trump en los próximos años, el trumpismo como movimiento político y estado mental, e incluso como movimiento, probablemente se sostendrá mejor que el propio Trump”. En Europa vemos corrientes similares y las mismas tendencias peligrosas. ¿Qué pasa si en las próximas elecciones parlamentarias en el norte de Bélgica la extrema derecha Vlaams Belang junto con el muy derechista NVA obtienen la mayoría de los votos? ¿Tendrá una resolución pacífica esa situación? En cualquier caso, los acontecimientos de los últimos días son una llamada de atención para todos nosotros. Socialismo o barbarie Para cambiar la marea (1) primero hay que frenar a las milicias paramilitares, lo que deberá que ir de la mano de una revisión y purificación de los servicios de policía y el ejército, así como de una enmienda a la ley de armas. Pero no es suficiente. Estas milicias forman un tumor cancerígeno maligno en un cuerpo enfermo. Para recuperar la salud de ese cuerpo y eliminar el caldo de cultivo de la extrema derecha, se necesita una especie de nuevo contrato social, caracterizado por una fiscalidad justa, una asistencia sanitaria universal, un aumento de los salarios (mínimos) y las jubilaciones, y una educación superior más barata. También se necesitan grandes inversiones en infraestructuras, atención sanitaria y tecnología ecológica. Por último, el sistema político necesita un reajuste completo. Mientras esto no suceda, la pérdida de prosperidad, la brecha entre ricos y pobres, la inseguridad, la falta de perspectivas de futuro y la desconfianza de los políticos continuarán formando un cóctel explosivo que podría llevar a un Trump bis o a algo peor. Al mismo tiempo, es alentador el auge en los últimos años de la ideología de izquierda entre la población, especialmente entre los jóvenes. Una encuesta de Gallup mostró que el 51 % de los jóvenes entre 18 y 29 años tiene una posición favorable al socialismo. En la población en su conjunto es un 37 %. También es esperanzador el hecho de que se eligieran candidatos de izquierda radical para el Congreso. Los procesos electorales son muy importantes, pero aún más importante es trabajar pacientemente en la base: sensibilizar, organizar y movilizar a la gente para un proyecto progresista sostenible. La llegada de Bernie Sanders ha sacudido profundamente el paisaje político de los EE.UU. En las pasadas campañas electorales se ha puesto en marcha un nuevo movimiento esperanzador. Se enfrenta a grandes retos. La consigna de Rosa Luxemburg «Socialismo o barbarie» es más actual que nunca. Traducción del neerlandés Sven Magnus Nota: (1) Resumimos aquí parcialmente las conclusiones de un artículo anterior: ¿Puede Biden revertir el declive de su país? Fuente: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2021/01/10/waarom-de-bestorming-van-het-capitool-nog-maar-het-begin-is/