miércoles, 30 de enero de 2019

Dejen de interferir en la política interna de Venezuela


Carta abierta a los Estados Unidos
Dejen de interferir en la política interna de Venezuela

CTXT

Un grupo de 71 intelectuales, entre ellos Noam Chomsky, pide a la administración de Trump que deje de apoyar a quienes buscan derrocar a Maduro por vías no democráticas

<p>Venezuela, EEUU, petróleo </p>
Venezuela, EEUU, petróleo. PEDRIPOL

El gobierno de los Estados Unidos debe dejar de interferir en la política interna de Venezuela, especialmente con el objetivo de derrocar al gobierno del país. Las acciones de la administración Trump y sus aliados regionales empeorarán casi seguro la situación en Venezuela, lo que llevará a un sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad.
La polarización política en Venezuela no es nueva; el país lleva mucho tiempo dividido por las diferencias raciales y socioeconómicas. Pero la polarización se ha profundizado en los últimos años. Esto se debe, en parte, al apoyo de los Estados Unidos a una estrategia de la oposición para destituir al gobierno de Nicolás Maduro por medios extraelectorales. Si bien la oposición está dividida respecto a esta estrategia, los EE.UU. han apoyado a los partidarios de la línea dura en su objetivo de derrocar al gobierno de Maduro mediante protestas a menudo violentas, un golpe de Estado militar u otras vías que eluden las urnas.
Bajo la administración de Trump, la retórica agresiva contra el gobierno venezolano se disparó a un nivel más extremo y amenazador, con sus representantes hablando de “acción militar” y condenando a Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, como parte de una “troika de tiranía”. Los problemas derivados de las políticas del gobierno venezolano han empeorado por las sanciones económicas de Estados Unidos , que serían ilegales bajo los parámetros de la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas, así como de la legislación de los Estados Unidos y otros tratados y convenciones internacionales. Estas sanciones han reducido los medios por los cuales el gobierno venezolano podría haber escapado de la recesión económica, y a la vez han causado una dramática caída en la producción de petróleo y han agravado la crisis económica, causando la muerte de muchas personas que no pudieron acceder a medicamentos que hubieran podido salvar sus vidas. Mientras tanto, los gobiernos de EE.UU. y sus aliados continúan culpando únicamente al gobierno de Venezuela por el daño económico, incluso el causado por las sanciones estadounidenses.
Ahora EE.UU. y sus aliados, incluido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio. Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó como el nuevo presidente de Venezuela –algo ilegal según la Carta de la OEA – la administración Trump ha acelerado drásticamente la crisis política de Venezuela con la esperanza de dividir a los militares venezolanos y polarizar aún más a la población, obligándola a elegir un bando. El obvio y a veces explícito objetivo es expulsar a Maduro a través de un golpe de Estado.
La realidad es que, a pesar de la hiperinflación, la escasez y una profunda depresión, Venezuela sigue siendo un país políticamente polarizado. Los Estados Unidos y sus aliados deben dejar de alentar la violencia presionando por un cambio de régimen violento y fuera de la legalidad. Si la administración Trump y sus aliados continúan su curso imprudente en Venezuela, el resultado más probable será el derramamiento de sangre, el caos y la inestabilidad. Estados Unidos debería haber aprendido algo de sus iniciativas de “cambio de régimen” en Irak, Siria, Libia y su larga y violenta historia de patrocinio de “cambios de régimen” en América Latina.
Ninguna de las partes en Venezuela puede simplemente vencer a la otra. El ejército, por ejemplo, tiene al menos 235.000 efectivos de primera línea, y hay al menos 1,6 millones en las milicias. Muchas de estas personas lucharán, no solo sobre la base de la creencia en la soberanía nacional que se mantiene ampliamente en América Latina, frente a lo que parece ser una intervención liderada por Estados Unidos, sino también para protegerse de una posible represión si la oposición derroca al gobierno por la fuerza.
En semejante situación, la única solución es un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando las sociedades políticamente polarizadas no pudieron resolver sus diferencias a través de las elecciones. Ha habido esfuerzos con potencial, tales como los liderados por el Vaticano en el otoño de 2016, pero no recibieron apoyo de Washington y sus aliados, concentrados en el cambio de régimen. Esta estrategia debe cambiar para que exista una solución viable a la crisis actual en Venezuela.
Por el bien del pueblo venezolano, la región y por el principio de la soberanía nacional, estos actores internacionales deben apoyar las negociaciones entre el gobierno venezolano y sus oponentes que permitirán que el país salga finalmente de su crisis política y económica.
Firmantes:
Noam Chomsky, Profesor Emérito, MIT y Profesor Laureate, Universidad de Arizona
Laura Carlsen, Directora, Programa de las Américas, Centro de Política Internacional
Greg Grandin, profesor de Historia, Universidad de Nueva York
Miguel Tinker Salas, profesor de Historia de América Latina y Estudios Chicano / a Latino / a en Pomona College
Sujatha Fernandes, profesora de Economía Política y Sociología, Universidad de Sydney
Steve Ellner, editor gerente asociado de Perspectivas de América Latina
Alfred de Zayas, exexperto independiente de la ONU sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo y único relator de la ONU que visitó Venezuela en 21 años
Boots Riley, escritor / director de Sorry to Bother You, músico
John Pilger, periodista y cineasta
Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política
Jared Abbott, PhD Candidate, Departamento de Gobierno, Universidad de Harvard
Dr. Tim Anderson, director, Centro de Estudios Contra Hegemónicos
Elisabeth Armstrong, profesora del estudio de mujeres y género, Smith College
Alexander Aviña, PhD, profesor asociado de Historia, Universidad Estatal de Arizona
Marc Becker, profesor de Historia, universidad estatal de Truman
Medea Benjamin, cofundadora de CODEPINK
Phyllis Bennis, Directora de Programas, New Internationalism, Institute for Policy Studies
Dr. Robert E. Birt, profesor de Filosofía, Bowie State University
Aviva Chomsky, profesor de Historia, Universidad Estatal de Salem
James Cohen, Universidad de París 3 Sorbonne Nouvelle
Guadalupe Correa-Cabrera, Profesora Asociada, Universidad George Mason
Benjamin Dangl, PhD, editor de Hacia la libertad
Dr. Francisco Dominguez, Facultad de Ciencias Sociales y Profesionales, Universidad de Middlesex, Reino Unido
Alex Dupuy, John E. Andrus Profesor de Sociología Emérito, Universidad de Wesleyan
Jodie Evans, Cofundadora, CODEPINK
Vanessa Freije, profesora asistente de Estudios Internacionales, Universidad de Washington
Gavin Fridell, Cátedra de Investigación de Canadá y Profesor Asociado en Estudios de Desarrollo Internacional, St. Mary’s University
Evelyn González, Consejera, Montgomery College
Jeffrey L. Gould, Profesor Rudy de Historia, Universidad de Indiana
Bret Gustafson, profesor asociado de Antropología, Universidad de Washington en St. Louis
Peter Hallward, profesor de Filosofía, Universidad de Kingston
John L. Hammond, profesor de Sociología, CUNY
Mark Healey, profesor asociado de Historia, Universidad de Connecticut
Gabriel Hetland, profesor asistente de Estudios Latinos de América Latina, el Caribe y los Estados Unidos, Universidad de Albany
Forrest Hylton, Profesor Asociado de Historia, Universidad Nacional de Colombia-Medellín
Daniel James, Bernardo Mendel Cátedra de Historia Latinoamericana
Chuck Kaufman, Co-Coordinador Nacional de la Alianza por la Justicia Global
Daniel Kovalik, profesor adjunto de Derecho, Universidad de Pittsburgh
Winnie Lem, profesora, Estudios de Desarrollo Internacional, Universidad de Trent
Dr. Gilberto López y Rivas, profesor investigador, Universidad Nacional de Antropología e Historia, Morelos, México
Mary Ann Mahony, profesora de Historia, Universidad Estatal de Connecticut Central
Jorge Mancini, Vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)
Luís Martin-Cabrera, profesor asociado de Literatura y Estudios Latinoamericanos, Universidad de California San Diego
Teresa A. Meade, Florence B. Sherwood Profesora de Historia y Cultura, Union College
Frederick Mills, profesor de Filosofía, Bowie State University
Stephen Morris, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales, Middle State State University
Liisa L. North, profesora emérita, Universidad de York
Paul Ortiz, profesor asociado de Historia, Universidad de Florida
Christian Parenti, profesor asociado, Departamento de Economía, John Jay College CUNY
Nicole Phillips, profesora de Derecho en la Universidad de la Fundación, Dra. Aristide Faculté des Sciences Juridiques et Politiques y profesora adjunta de derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Hastings
Beatrice Pita, profesora del Departamento de Literatura de la Universidad de California en San Diego
Margaret Power, profesora de Historia, Instituto de Tecnología de Illinois
Vijay Prashad, Editor, El TriContinental
Eleanora Quijada Cervoni FHEA, facilitadora de educación del personal y mentora de EFS, Centro de Educación Superior, Aprendizaje y Enseñanza en la Universidad Nacional de Australia
Walter Riley, abogado y activista
William I. Robinson, profesor de Sociología, Universidad de California, Santa Bárbara
Mary Roldan, Dorothy Epstein Profesora de Historia Latinoamericana, Hunter College / CUNY Graduate Center
Karin Rosemblatt, profesora de Historia, Universidad de Maryland
Emir Sader, profesor de Sociología, Universidad del Estado de Río de Janeiro
Rosaura Sánchez, profesora de Literatura Latinoamericana y Literatura Chicana, Universidad de California, San Diego
TM Scruggs Jr., profesor emérito, Universidad de Iowa
Victor Silverman, profesor de Historia, Pomona College
Brad Simpson, profesor asociado de Historia, Universidad de Connecticut
Jeb Sprague, profesor de la Universidad de Virginia
Christy Thornton, profesora asistente de Historia, Johns Hopkins University
Sinclair S. Thomson, profesor asociado de Historia, Universidad de Nueva York
Steven Topik, profesor de Historia, Universidad de California, Irvine
Stephen Volk, profesor de Historia emérito, Oberlin College
Kirsten Weld, John. L. Loeb profesor Asociado de Ciencias Sociales, Departamento de Historia, Universidad de Harvard
Kevin Young, profesor asistente de historia, Universidad de Massachusetts Amherst
Patricio Zamorano, investigador de estudios latinoamericanos; Director Ejecutivo, InfoAmericas
Fuente: https://ctxt.es/es/20190123/Firmas/24111/venezuela-nicolas-maduro-trump-noam-chomsky.htm

lunes, 28 de enero de 2019

El Papa dice que la Iglesia está "herida por su pecado"

El Papa dice que la Iglesia está "herida por su pecado" en medio de escándalos sexuales

Agencias


El papa admitió este sábado que la Iglesia "está herida por su pecado", en un mensaje a religiosos en Panamá antes de la crucial reunión de obispos convocada por Francisco para tratar los escándalos de pederastia y su encubrimiento.Durante la misa que ofició en el penúltimo de sus cinco días de visita con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el jefe del Vaticano alertó sobre un "cansancio de la esperanza".
Este cansancio "nace al constatar una Iglesia herida por su pecado y que tantas veces no ha sabido escuchar tantos gritos", señaló el pontífice de 82 años en la catedral colonial Santa María La Antigua, patrimonio histórico y arquitectónico de Centroamérica.
Francisco hizo el llamado de atención justo cuando el Vaticano se prepara para recibir del 21 y al 24 de febrero a los obispos, con quienes tratará el expediente de agresiones sexuales.
De ese encuentro espera que salgan "medidas concretas" para combatir "esta terrible plaga", manifestó en la víspera el director de prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.
Aunque en este viaje no ha condenado explícitamente los abusos sexuales que han erosionado la credibilidad en la iglesia, Francisco describió lo hecho por sacerdotes como un "horrible crimen" en un almuerzo posterior con jóvenes de cinco continentes en un seminario.
Así lo reveló a los periodistas Brenda Noriega, una joven de origen mexicano que vive en Estados Unidos y que asistió a la comida.
Desde las primeras revelaciones en 2000, el escándalo ha venido creciendo y solo el año pasado estremeció a la Iglesia en Chile, Estados Unidos y Alemania.
"Cada país tiene su protocolo y sus reglamentos según el Estado. Nosotros hemos aplicado la política de la tolerancia cero", comentó el obispo panameño de Colón, Miguel Ochogavía, a la AFP.
"Cansancio paralizante"
Este sábado Francisco también habló de la crisis vocacional del catolicismo.
En su intento por movilizar a las nuevas generaciones ante un "cansancio paralizante", el papa dijo que la Iglesia no ha sabido "cómo reaccionar ante la intensidad y perplejidad de los cambios que como sociedad estamos atravesando".
La situación pone "en duda, en muchos casos, la viabilidad misma de la vida religiosa en el mundo de hoy", aceptó el papa.
De acuerdo con el Vaticano, había 414.969 sacerdotes en todo el mundo a finales de 2016, frente a 415.656 en 2015 y 415.792 en 2014.
La tendencia es la misma en el caso de los seminaristas, con 116.160 en 2016, frente a 116.843 de 2015.
Desconexión
Al caer la noche, Francisco protagonizó el acto más concurrido en lo que va de su visita a Panamá.
Unas 600.000 personas, según la organización, siguieron su mensaje a los jóvenes en la apertura de la tradicional vigilia que se celebra en el marco de la JMJ.
El papa, quien suma más de 44 millones de seguidores en Twitter en cuentas en nueve idiomas y 5,8 millones en un único perfil de Instagram, congregó a "millennials" de unos 150 países y los invitó a desconectarse de las redes y "abrazar la vida".
"No basta estar todo el día conectado para sentirse reconocido o amado. Sentirse considerado e invitado a algo es más grande que estar en la red", expresó el pontífice.
Ante la multitud reunida en el Metro Park, a las afueras de la Ciudad de Panamá, Francisco denunció una "cultura del abandono" que se refuerza entre los jóvenes por la falta "de espacios reales desde donde sentirse convocados".
El pontífice le habló a la multitud en el lenguaje de las nuevas tecnologías, pero invitando a los presentes a vivir más allá de las comunidades virtuales.
"Esa vida no es una salvación colgada 'en la nube' esperando ser descargada, ni una 'aplicación' nueva por descubrir (...) Tampoco un 'tutorial' con el que aprender la última novedad", manifestó.
En las jornadas previas, el líder religioso ha puesto a los jóvenes migrantes en el centro de su prédica, a raíz de la ola migratoria que arrastra a centroamericanos y venezolanos principalmente.
Incluso ha ofrecido la ayuda de la Iglesia para "acoger, proteger e integrar" a quienes se vieron forzados a dejar sus regiones de origen por problemas económicos, falta de oportunidades, violencia o pugnas políticas.
Francisco aprovechó su encuentro con las nuevas generaciones de católicos para denunciar los problemas que los acechan: "Sin trabajo, sin educación, sin comunidad, sin familia (...). Estos cuatro 'sin' matan".
El domingo, Francisco terminará su vigésimo sexto viaje en el extranjero desde que fue elegido papa en 2013, con la misa de cierre de la JMJ en el Metro Park, rebautizado como Campo San Juan Pablo II.

El Papa preocupado por posible derramamiento de sangre

l Papa Francisco, preocupado por posible derramamiento de sangre en Venezuela

© REUTERS / Carlos Jasso
 
MOSCÚ (Sputnik) — El papa Francisco, líder máximo de la Iglesia Católica, expresó su profunda preocupación por la posibilidad de un derramamiento de sangre en Venezuela, comunicó el diario La Stampa.
"Me da miedo el derramamiento de sangre y por eso les pido que sean benévolos a aquellos que son capaces de ayudar a resolver el problema", dijo el santo pontífice en una rueda de prensa a su regreso del viaje a Panamá. 
El sumo pontífice confesó: "El problema de la violencia me aterroriza".
Además mostró su decidido apoyo "a todo el pueblo venezolano que está sufriendo".
El 23 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral, de mayoría opositora) de Venezuela, Juan Guaidó, se proclamó"presidente encargado" del país.
El jefe del Estado venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió el segundo mandato el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.

Varios países del continente americano, con EEUU a la cabeza, desconocieron a Maduro y expresaron su apoyo a Guaidó; otros, como Mexico  y Uruguay, se abstuvieron de hacerlo ofreciéndose para mediar en una solución política de la crisis; y Rusia, China, Irán y turquia.

viernes, 25 de enero de 2019

La discriminación de los afrodescendientes continúa

La discriminación de los afrodescendientes continúa

25/01/2019 leonardo boff
Una consecuencia de la campaña electoral de 2018, antidemocrática y marcada por un sinnúmero de fake news (falsas noticias), fue el fortalecimiento del racismo ya existente contra indígenas, quilombolas y particularmente contra negros y negras. Según el último censo, el 55,4% se declararon pardos o negros. Es decir, después de Kenia somos la mayor nación negra del mundo. La mayoría tiene en su sangre la herencia africana. Además, todos, blancos, negros, amarillos y otros, somos africanos, pues fue en África donde irrumpió el proceso de la antropogénesis hace millones de años.
Como nuestra historia ha sido escrita por manos blancas, muchos historiadores intentaron suavizar la esclavitud. El hecho es que la esclavitud deshumanizó a todos, señores y esclavos. Ambos vivieron la esclavitud en un permanente síndrome de miedo, de revueltas, de envenenamientos, de asesinatos de patrones, de hijos, de asaltos a sus mujeres. Los señores, para contener a los negros y aplicar la violencia contra ellos, tuvieron que reprimir su sentido de humanidad y de compasión. Por eso, las clases dominantes, herederas del orden esclavista, viven hasta hoy llenas de prejuicios de que los negros, los mulatos deben ser tratados con violencia y dureza. Son considerados perezosos cuando, en realidad, ellos fueron los que construyeron nuestras iglesias y edificios coloniales.
Los esclavos eran casi siempre mucho más numerosos que los blancos. En Salvador y en la capitanía de Sergipe, hacia 1824 eran 666 mil esclavos y 192 mil blancos libres (Clovis Moura, Sociología del negro, 1988, p. 232). En 1818, el 50,6% de la población brasilera era de negros esclavos (Beozzo, Iglesia y esclavitud, 1980, p. 259). Y actualmente como acabamos de mencionar son el 55,4% de la población.
La esclavitud deshumanizó mucho más a los negros. Darcy Ribeiro, en su extraordinario libro El pueblo brasilero (1995) resume bien la condición esclava:
Sin amor de nadie, sin familia, sin sexo que no fuese la masturbación, sin ninguna identificación posible con nadie –su capataz podía ser un negro, sus compañeros de infortunio, un enemigo–, malvestido y sucio, feo y apestoso, llagado y enfermo, sin ningún gozo u orgullo del cuerpo, vivía su rutina. Esta era sufrir todos los días el castigo de los latigazos sueltos, para trabajar atento y tenso. Semanalmente venía un castigo preventivo, pedagógico, para no pensar en la fuga, y, cuando llamaba la atención, recaía sobre él un castigo ejemplar, en forma de mutilación de dedos, perforación de los senos, quemaduras con tizón, todos los dientes rotos concienzudamente, o de azotes en la picota, trescientos latigazos de una vez para matar, o cincuenta latigazos diarios para sobrevivir. Si huía y ercapturado, podía ser marcado con hierro, o quemado vivo en días de agonía en la boca del horno, o arrojado de una vez dentro de él para arder como leña oleosa (p. 119-120).
A causa de este tipo de violencia, los esclavos internalizaron dentro de sí al opresor. Para sobrevivir, tuvieron que asumir la religión, las costumbres y la lengua de sus opresores. Desarrollaron la estrategia del “jeitinho” para nunca decir no y al mismo tiempo poder alcanzar un objetivo que de otra forma jamás alcanzarían.
Pero hace ya mucho tiempo surgió una fuerte conciencia de la negritud con la determinación de rescatar su identidad, su religión y su forma de estar en el mundo. Se trata de establecer el sujeto de la liberación, las negras y los negros, contra su inserción forzada en la inicua historia de la barbarie blanca.
La historia contada por la mano negra no es sólo una historia contra el blanco; es una historia propia, que no se confunde con la historia de los opresores y esclavócratas, aunque está ligada dialécticamente a ella. Y está haciendo su curso libremente.
La abolición de los esclavos en 1888 no significó la abolición de la mentalidad esclavócrata, presente en la cultura dominante, que sigue manteniendo a centenares de trabajadores con una relación análoga a la de los esclavos. En enero de 2019 había 204 empresarios cometiendo ese crimen. Basta leer la reciente obra distribuida en 2019 “Estudios sobre las formas contemporáneas de trabajo esclavo”(Maud) en la que colaboraron cuarenta y cuatro investigadores, cubriendo gran parte del área nacional, organizada, junto con otros, por el conocido especialista, Ricardo Rezende Figueira. La impresión final es estremecedora.
¿Cómo puede existir todavía hoy la pérfida inhumanidad de seres humanos esclavizando a otros seres humanos?
*Leonardo Boff es investigador y ha escrito “Conciencia negra y proceso de liberación”, en La voz del arcoiris, Sextante, Rio 2004, pp. 88-106.
Traducción de Mª José Gavito Milano

EE.UU., la “Santa alianza” y el extraño atentado “yihadista” en Siria


EE.UU., la “Santa alianza” y el extraño atentado “yihadista” en Siria



“Es el resultado directo del anuncio del presidente Trump sobre la retirada de las fuerzas de EEUU” de Siria, afirmaba Fox News refiriéndose al atentado que mató a cuatro estadounidense y diez civiles sirios el 17 de enero en Manbich, norte de Siria. Para Charles Lister, del Instituto de Oriente Medio de EEUU financiado por las petromonarquías árabes, este ataque invalidaba la orden del 19 de diciembre de Trump de salir de este país. La CNN, el Washington Post y otros medios de gran difusión expidieron una sentencia contundente: hay que permanecer en Siria.
Aquí hay algo que no cuadra:
1) Se trata de los primeros soldados asesinados en Siria en cuatro años de ocupación.
2) El atentado sucede en una ciudad libre de los grupos “yihadistas”, que está bajo el control total de las tropas de EEUU y sus aliadas “Fuerzas Democrática de Siria (FSD).
3) Justo un mes antes, Trump anunció la retirada de las tropas porque ya “hemos derrotado a ISIS”, enfrentándose a una dura oposición del Pentágono (cuyo jefe, el general Mattis, “dimitió” por esta razón), de la CIA, Israel, Turquía y los jeques árabes, que le acusaron de “entregar Siria a Rusia e Irán”. El asesor de seguridad nacional de EEUU, John Bolton, uno de los NeoCon más peligroso y mentiroso de la política de este país (cómplice del invento de las “armas de destrucción masiva de Irak”) en su visita a Israel el día 7 de enero desautorizó a su presidente prometiendo a Netanyahu a quedarse en Siria hasta erradicar al Estado Islámico.
¿El “Cui bono” del atentado?
  1. Aunque el gobierno sirio es el primer interesado en golpear a EEUU, ha preferido no enfrentarse directamente con el ejército más poderoso del mundo en Siria.
  2. Los kurdos sirios, a pesar de estar decepcionados por la (no) marcha del ejército de EEUU y el temor por un ataque de Turquía, no cometerían tal imprudencia Washington, en realidad, no les ha traicionado: la política de “usar y tirar” a los aliados es el modus operandi del imperialismo. Por eso, no se entiende que los líderes kurdos hayan acudido al presidente francés Emmanuel Macron solicitando ayuda para llenar el vacío que dejaría EEUU. Es el mismo estado que apoya las masacres de los palestinos por Israel, ha participado con entusiasmo en la destrucción de Libia (a pesar de que el “progresista” Gadafi financió la campaña electoral de Sarkozi), Afganistán, Yugoslavia, Costa de Marfil o Mali, envolviendo el cuerpo de cientos de miles de sus gentes en el sudario de Liberté, Égalité, Fraternité. Paris, con los sueños napoleónicos, regresa a Oriente para recuperar sus antiguas colonias. Fue Francia quien acogió al ayatolá Jomeini para que instalase su teocracia en un Irán frontera con la Unión Soviética y con unas fuerzas de izquierda poderosas, y es quien vuelve a respaldar a otro grupo de ultraderecha islamista (amigo de VOX) ahora que Irán vuelve a vivir una profunda crisis política.
  3. Tampoco beneficia a los “yihadistas”: serían el principal perjudicado. No hay ninguna prueba que les implique en el atentado, aunque suelen revindicar cualquier bomba que se estalla en alguna parte del mundo. De hecho, las tropas occidentales han ocupado ilegalmente Siria bajo el pretexto de destruirlos. Deberían estar eufóricos por la salida de EEUU del país, al menos que la organización terrorista s invencible del planeta fuese tan tonta que regalase un pretexto a sus enemigos para que sigan en Siria.
  4. Parece que los únicos que ganan de la mascare son los militaristas estadounidense, que incluso han barajado un golpe de estadocontra Trump si perjudica el expansionismo del imperio: seguirían haciendo de bombero pirómano en los países estratégicos: en Francia, Bélgica o España también hay atentados “yihadistas” ¿Por qué no son atacados por EEUU?.
La nueva “Santa alianza”
¿Sabían que los nazis de las SS que tenían una división islámico-cristiana? Las Waffen-SS (SS armadas) dirigidas por Heinrich Himmler eran fuerzas fascistas no germánicas, integradas por los croatas cristianos y bosnios musulmanes a los que apodaron “Mujo” (abreviado del nombre común Mustafa, utilizado popularmente en la ex Yugoslavia para burlarse de los hombres musulmanes). Su principal misión era luchar contra el Ejército Rojo y los serbios.
Miembros de la división de Hermanos Musulmanes bosnios de las SS en oración durante su entrenamiento en Neuhammer en noviembre de 1943.
Adolf Hitler con el clérigo sunnita el Gran Mufti Haj Amin el Husseini
Durante la década de los cincuenta y con el auge de los movimientos marxistas y nacionalistas en Asia, África y América Latina, países como EEUU, Francia, Gran Bretaña y Alemania siguieron apadrinando a la extremaderecha de todas las religiones (llamada “fundamentalista” para despistar) para combatir el comunismo y – como “narcótico”- para impedir el progreso social en los países estratégicos.
Adolf Hitler con el Papa Pío XII
Los ultraderechistas, religiosos o no, coinciden en:
Negar que el principal problema de la humanidad sea la aberrante acumulación de la riqueza en manos de unos pocos o el hambre que mata cada día a 100.000 personas. El choque de religioneses la tapadera de esta actitud.
Afirmar que las desigualdades entre las personas, por razón de género, sexo, clase, etnia, creencias, religión, etc. son determinados por la naturaleza humana o por el Todopoderosos. Dejan la aspiración de promover una sociedad igualitaria a los marxistas
Economía de mercado con sus amos y siervos. Ninguno reconoce los derechos de los ciudadanos (¡perdón, rebaños!) a una sanidad y educación universal y gratuita, por ejemplo.
El uso de la violencia: proclaman el “ojo por ojo”, “prisión eterna revisable”, etc.
El miedo al pluralismo en el pensamiento y en los saberes. Prohíben o reducen el peso de las materias como biología, historia, filosofía, ciencia política en las enseñanzas, expulsando a Darwin, Marx, Rousseau o Voltaire de las aulas. Irán, por ejemplo, suele ganar las Olimpiada Internacional de Matemática y es uno de los principales países del mundo en producir ingenieros.
Totalitarismo: no sólo reducen o eliminan las libertades políticas (Patriot Act, la ley Mordaza, etc.), sino también controlan las libertades personales: Reglamentan hasta lo más íntimos de las relaciones sexuales, la forma de vestir, los colores (de allí rosa o negro para la mujer), e incluso multan las manifestaciones de la felicidad: besar, reír, bailar o cantar: sacrifican la individualidad en beneficio de una nación “uniforme” (que es una de las múltiples funciones del velo) como los soldados de un ejército.
Ser profundamente misóginos: los fascismos se basan en el dominio de unas personas sobre otras alegando el biologismo.
Crear grupos “civiles” de represión formados por el lumpenproletariado (presentándoles como el sector más pobre de la clase trabajadora) con el fin de atemorizar a la población. Una de las principales diferencias entre un régimen dictatorial y uno fascista es justamente que el segundo, además de apoyarse en las élites, cuenta con una base social.
No rendir cuentas ante los ciudadanos: lo harán ante Dios o simplemente ante una junta de hombre poderosos.
Agitar la bandera de la “nación/comunidad”: así no sólo acusan a los críticos de ser vendepatrias, sino se dan el derecho a hacer barbarie en lo que consideran su feudo: no les gusta la “justicia universal”No suelen reconocer ningún tratado internacional sobre los derechos de la mujer, la infancia y los trabajadores.
Anti-sindicalismo: bajo el pretexto de que tales divisiones rompen la unidad de la “comunidad” invitan a los banqueros y los desahuciados por ellos rezar a la misma divinidad.
El culto a un líder que además es un hombre: dirigentes carismáticos, infalibles, mitificados. Siempre hay un caudillo, un Führer, un Líder espiritual o Padre de la patria.
 1978: un año clave
Las continuas derrotas del bloque capitalista-EEUU en los años setenta (la guerra de Vietnam, la caída del Sha de Irán, el triunfo del sandinismo en Nicaragua y de la izquierda en Granada, etc.) hizo que Washington – que ya habia contratado a miles de nazis después del fin de la Segunda Guerra-, reactivase su alianza con la ultraderecha religiosa: La CIA creó el “Yihadismo” (una organización internacional de mercenarios terroristas), en Afganistán en colaboración con el MI6, el Inter-Services Intelligence (ISI) de Pakistán y el General Intelligence Directorate (GID) de Arabia Saudí, bajo la dirección del príncipe saudí, Osama Bin Laden, con el fin de cercar a la Unión Soviética desde Afganistán, derrocando al gobierno del Partido Democrático afgano. El mismo año, los G4 apoyaron el “nacional-islamismo” de ayatolá Jomeini en Irán, otro país vecino de la URSS, también elevan al puesto del Papa al cardenal polaco y el férreo antiruso Karol Wojtyła en el Vaticano con dos objetivos: 1) derrocar el socialismo en el país más religioso del espacio soviético, Polonia, respaldando a Lech Wałęsa y su sindicato anticomunista de Solidaridad, y 2) perseguir la Teología Cristiana de Liberación en América Latina.
La farsa de la “Guerra contra el terrorismo” es la continuidad de la misma política después del fin de la Guerra Fría: ¡unos saudíes cometen atentados en EEUU y éstos invaden Afganistán! Mantener la alianza mundial de la extremaderecha fu el principal motivo del primer viaje del presidente Trump a Arabia Saudí, Israel y el Vaticano en mayo del 2017. La relación entre Israel y el Estado Islámico está, además en la línea de “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”. El director del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat, Efriam Inbar decía que ‘La destrucción del estado islámico es un error’ por su utilidad en socavar los intereses estratégicos de Irán, Siria y Hizbolá ¿Aunque decapiten a miles de civiles sirios, iraquíes, libios o afganos, e incluso ciudadanos occidentales o violen y maten a miles de mujeres?
El plan de EEUU es reconfigurar el mapa de Oriente Próximo a medida de sus intereses del siglo XXI: Tienen planes para balcanizar Siria y otros países. Para ello necesita mantener el fantasma del “terrorismo islámico”, no sólo para justificar sus invasiones militares, sino también para que dichos grupos hagan de buldócer para allanar el camino de sus tropas en los estados por ocupar: ejemplo, Siria.
No lo olviden: “La verdad es la primera víctima de todas las guerras”.
Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/5493/eeuu-la-santa-alianza-y-el-extrano-atentado-yihadista-en-siria/