viernes, 30 de abril de 2010

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Primero de Mayo y ¿Honduras qué?

“En nuestro ambiente se está preparando un 1º de Mayo,

entre esperanzas y temores, entre logros y frustraciones”

(Mons. Romero, homilìa 30 de abril 1978).


De nuevo, y con alegría, recordamos el mes de mayo de 1886, cuando las y los trabajadores de Chicago, en Estados Unidos, de donde no siempre nos vienen buenas noticias, lograron para todas y todos los trabajadores del mundo una de las conquistas más importantes: reducir la jornada laboral de 16 ―y a veces hasta 20 horas diarias― a 8, tal como legalmente ahora se ha dispuesto.

Fue una conquista resultado de una intensa lucha, en la que la mentira, la persecución y el crimen, no faltaron. Vaya nuestro reconocimiento a los golpeados, asesinados, encarcelados y ejecutados de esos días. Entre las y los mártires de Chicago recordamos, como cristianas/os, a un hombre de fe: el Pastor Metodista y obrero textil Samuel Fielden, quien con beligerancia evangélica dijera poco antes de su ejecución “creo que llegará un tiempo en que sobre las ruinas de la corrupción se levantará la esplendorosa mañana del mundo emancipado...”

A 124 años de esos acontecimientos, recordamos a toda esa gente generosa que dio lo más importante: su vida, por enfrentarse a la injusticia y defender a sus semejantes. Pues ahora, 124 años después, se sigue persiguiendo a la gente, y por el mismo “pecado”: desafiar a los injustos y defender a las y los humildes.

Tal es el caso en muchas partes del mundo, pero de manera especial queremos dirigir nuestra mirada hacia el pueblo de Honduras, donde sobrarán los motivos para la protesta, aunque también para la esperanza.

Vaya para el perseguido pueblo de Honduras nuestro signo de solidaridad por la dura situación que atraviesa, que luego del golpe militar de junio 2009, continúa en su calvario, esta vez con el azote en mano del continuador del gobierno golpista, Porfirio Lobo.

Ante esta situación exigimos:

1) Que cese la persecución contra el movimiento popular, en particular contra voces misericordiosas como: la del P. Melo, jesuita, director de la católica Radio Progreso, los campesinos del Aguán, en el norte de Honduras, y contra todo el Movimiento de Resistencia al golpe.

2) Que entre en funciones, de inmediato, una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y verfique las graves violaciones a la vida que se siguen cometiendo en Honduras.

3) Que el actual gobierno de El Salvador, rectifique su postura de colaborar con el imperio estadunidense, en el reconocimiento del gobierno del Sr. Lobo, legitimador del golpe militar. ¡Hermano Mauricio Funes: estás a tiempo de corregir!

“Es la necesidad lo que nos hace gritar!”

(Adolf Fischer, Mártir de Chicago, periodista, ejecutado luego de la gesta de mayo de 1886)

“En el vientre de María, Jesús se hizo carne, en el taller de José: Jesús se hizo clase”.

(Pedro Casaldáliga, obispo en retiro de Brasil, Padre de la Teología de la Liberación)

“Bienaventurados los perseguidos por causa de la Justicia,

porque de ellos es el reino de los cielos”

(Mt. 5:10)

CEIPES – Coordinación Ecuménica de la Iglesia de las y los Pobres de El Salvador, miembros de CORCA y SICSAL

San Salvador, Centroamérica, mayo de 2010.