lunes, 26 de junio de 2017

Mauricio Silva, el cura con escoba y carretilla


Nunca sin el otro
Mauricio Silva, el cura con escoba y carretilla

Umbrales


Los Hermanos del Evangelio, una institución religiosa católica relacionada con la espiritualidad del p. Charles de Foucauld, se han presentado ante la Justicia argentina para pedir que se investigue la desaparición forzada del sacerdote uruguayo Mauricio Silva durante la dictadura militar, en un mes de junio de hace 40 años.Mauricio había nacido en las afueras de Montevideo, hijo de un ladrillero agricultor y de una madre profundamente católica. Con el tiempo la familia se trasladó a La Teja. Mauricio optó por la vida religiosa con los Salesianos y estudió en el “Manga”. En 1946 como estudiante salesiano viajó a la Patagonia argentina para una experiencia inolvidable de tres años en Río Gallegos. Hizo su noviciado en Suriyaco, La Rioja, en los años de mayor vigor de la pastoral del obispo Enrique Angelelli. En 1948 pasó a estudiar teología en Córdoba y a fines de 1951 fue ordenado sacerdote en el santuario de María Auxiliadora de Villa Colón en Montevideo.
Su compañero de estudio había sido, entre otros, Jaime de Nevares que después sería el conocido obispo de Neuquén, uno de los pocos en enfrentar a la dictadura militar. A los 26 años los superiores lo enviaron otra vez a Patagonia, a pesar de tener nacionalidad uruguaya. A Mauricio le había encantado su anterior experiencia en medio del viento y del frío polar, al lado de una población pobre y olvidada. Al volver a Montevideo en 1959 se encontró con la salud maltrecha de su madre y optó por quedarse en Uruguay, primero en los Talleres de don Bosco en Montevideo y después en el colegio salesiano de Paysandú. En 1962 se produjo la huelga de los cañeros y la marcha de los trabajadores de la caña de azúcar hacia Montevideo. En Mauricio fue creciendo la sensibilidad social y una clara opción para los más pobres lo que lo llevó, también por la enfermedad de la madre, a salir de la orden salesiana e integrarse al clero diocesano de la capital. Un encuentro con el sacerdote Arturo Paoli de la Fraternidad del p. Charles de Foucauld, que estaba de paso por Montevideo, le cambió definitivamente la vida. Tenía 45 años.
La Fraternidad de los Hermanitos del Evangelio había llegado a Argentina en enero de 1960 y se había establecido en Fortín Olmos, en la Cuña Boscosa del Chaco santafesino; el superior de la comunidad era el p. Paoli. Vivían en la casilla de pesaje de madera de la empresa inglesa “la Forestal” que extraía tanino del quebracho. Al retirarse la Forestal en 1963 vendiendo hasta los rieles del ferrocarril que era la única vía de comunicación en la zona, los Hermanos crearon una cooperativa para los hacheros y los peones rurales y otras iniciativas comunitarias. Allí llegó Mauricio Silva en 1970, recibido por Arturo Paoli que era superior latinoamericano del instituto. En esa época también el hermano de Mauricio, Jesús Silva que era sacerdote, entró en la Fraternidad. En Fortín Olmos Mauricio manejaba la camioneta del sindicato de hacheros y también la ambulancia que todos los días iba al hospital de Reconquista, a 70 km del lugar. Eran años febriles y las cartas que llegaban a la comunidad religiosa eran censuradas por la policía local. Mauricio, que padecía la revisión de su correspondencia familiar, un día escribió un carta al policía censor desconocido, con su tono manso y conciliador diciéndole: “Debe ser tremendo vivir en la sospecha para con todos y en el miedo todo el día y todos los días”. En 1973 Mauricio se trasladó a Buenos Aires para dar comienzo a una comunidad dedicada a la evangelización y acompañamiento de los barrenderos. Era un proyecto que había madurado en la oración desde hace tiempo. Quería vivir entre los últimos de los últimos. Soñaba con el sueño del p. Charles de Foucauld en el desierto del Sahara: “Gritar el Evangelio con la vida”.
“AQUÍ NO VALEN LAS INVESTIDURAS”
En uno de los pocos textos suyos que se conocen, escribe: “Paoli me enseñó que si tu no eres amigo de estos hombres, tampoco tienes derecho a ser su sacerdote. Aquí no valen las investiduras o nombramientos de obispos para presentarte a los feligreses de una parroquia, ni los proyectos de obras o construcciones para entrar en el barrio. Aquí la amistad es la única puerta que Dios te abre… Por eso quiero ser como uno de ellos, para ellos, buscando con ellos y anunciando a ellos el Evangelio”. El 19 de diciembre de 1973, después de largas colas y esperas interminables que duraron ocho meses, fue aceptado en la municipalidad de Capital Federal como barrendero y destinado al corralón de limpieza del barrio de Floresta. En aquel tiempo en la Capital había unos 13 mil obreros ocupados en la limpieza. Consiguió un conventillo para vivir junto con otro Hermanito, en la calle Malabia del barrio Palermo. Estaban vinculados con la Fraternidad de La Boca. De una habitación chiquita hicieron una capilla donde conservaban la Eucaristía y celebraban misa. En el trabajo, solo en un marco de amistad y confianza daban a conocer su identidad. Mauricio decía: “Somos realmente pobres porque somos trabajadores manuales anónimos, no porque hicimos opción de pobreza en una comunidad que lo tiene todo. Uno que trabaja de obrero dependiente, nunca va a ser rico”. Además de trabajar en medio de la basura, participaba en las actividades del gremio con un compromiso claro de no asumir roles protagónicos, a pesar de la insistencia de los compañeros. No dejaba por la tarde y sobre todo por la noche de dedicar un tiempo largo a la misa y a la oración. Era una vida monótona y fatigosa: de lunes a sábado madrugar muy temprano para tomar el ómnibus, entrar a trabajar a las siete, acudir al corralón que estaba muy lejos, desayunar con mate cocido, tomar la carretilla con pala y escobillón y recoger la basura de la calle hasta la tarde.
Con el golpe militar empezó la represión contra todos los que luchaban en los gremios o al lado de los trabajadores, considerados como comunistas o “idiotas útiles del comunismo”. Al poco tiempo ya se habían llevado a varios de sus compañeros de trabajo, pero él seguía yendo al trabajo consciente del peligro. Se había encomendado a las oraciones de las Hermanitas de Jesús. Escribe una compañera de trabajo, Marta Garaygochea: “Queríamos acompañar desde el Evangelio, pero siendo uno más en la masa. Una cosa que hablábamos seguido era la de no abandonar el país por nada. Si queríamos compartir la suerte con los demás barrenderos, ellos no tenían ni pasaporte, ni plata para bancarse. Así que íbamos a sufrir si nos tocaba. Sabíamos que se acercaba la hora. Eso era motivo de oración todos los días”. En diciembre de 1976 Mauricio viajó a Cartagena de Indias para un encuentro de Fraternidades a nivel continental, donde se discutió la postura a tener frente a las dictaduras militares. Unos jóvenes impulsaban la idea de una opción político-partidaria. Mauricio prefirió optar por una postura evangélica y profética desde la vida religiosa. Nunca se asoció a los Curas del Tercer Mundo y menos a los grupos montoneros. Le insistieron que se quedara en Colombia o fuera a Venezuela. Al encontrarlo de vuelta en Argentina, Adolfo Pérez Esquivel le preguntó sobre las razones de su regreso. “Mi lugar es aquí. Tenemos que tener disponibilidad y acompañar a aquellos que más lo necesitan. No se van a fijar en una persona como yo que limpia la calle”. No se sentía tan famoso como el Premio Nóbel argentino; era tan solo una semilla de trigo destinada a ser sepultada en el barro de la calle. Una de sus poesías habla de un “surco humilde y oscuro” y de “morir en soledad”. Pérez Esquivel lo definió: “Un místico barriendo las calles y despertando conciencias”. De lo que pasó después tenemos el relato de su superior mayor, cuando el peligro se hizo próximo.
¿COMO PUEDE SER QUE UN HOMBRE…?
El superior latinoamericano de la Fraternidad, en aquella época el p. Joao Cara, acompañó a Mauricio el 6 de junio de 1977 a ver al nuncio Pio Laghi; el secretario p. Kevin Mullen los tranquilizó diciendo que el gobierno militar se había comprometido a “no tocar los curas y religiosos”. También el obispo Carlos Aramburu les aseguró que un general había ido a la asamblea de obispos para decirles que el gobierno no tenía nada en contra de curas y religiosos. El obispo, con su propia firma, extendió un documento de reconocimiento a Mauricio con la autorización de predicar y confesar. Cuando este fue secuestrado, llevaba ese documento encima; la policía sabía que se trataba de un sacerdote. El 14 de junio Mauricio salió temprano para ir al trabajo, después de rezar en la capilla con el p. Cara y haber leído y comentado el texto de la carta de san Pablo a Filemón. Esa misma mañana el p. Cara fue otra vez al nuncio y el secretario le aseguró que no se preveía ningún problema para Mauricio. De hecho Mauricio, nunca más volvió del trabajo. Esa misma tarde cuatro hombres armados se presentaron en la calle Malabia con las credenciales de la policía, allanaron por dos horas la casa y se llevaron todos los papeles de la Fraternidad. Relata también el p. Cara que en el arzobispado lo habían tranquilizado porque los militares no torturaban a nadie y un salesiano amigo de Mauricio, el obispo Mario Picchi , “actuó como si apenas lo hubiera conocido”. Una vecina de la calle que él barría, declaró que por la mañana un Ford Falcon blanco se había detenido y Mauricio, que estaba trabajando, fue secuestrado por sus ocupantes. En setiembre el obispo Picchi se acordó de Mauricio e informó que estaba detenido en el cuartel militar de Campo de Mayo, a disposición de la Justicia militar y en condiciones físicas deplorables. Después, ya no hubo más noticias fidedignas. Al p. Cara los policías le habían preguntado con desconfianza: “¿Cómo puede ser que un hombre de tanto estudio como dicen ustedes, un sacerdote, se haya dedicado a una vida de barrendero?”. Lo entendieron muy bien sus compañeros de trabajo que lograron que la Legislatura de Buenos Aires declarara el 14 de junio Día del Barrendero, en honor de Mauricio Silva. Uno de los miles de desaparecidos, cuyo recuerdo es imborrable.
MORIR EN SOLEDAD
“Señor, yo sé que Tú estás en la fe luminosa de una noche de estrellas,
de un día radiante de azul y de sol.
Yo sé que Tú estás en la espera gozosa de un niño que viene,
de una carta que llega, de un amigo que vuelve.
Tu estás, yo sé que Tú estás en el amor inmenso de unas manos que abrazan
y en el puro cariño del beso que une.
Mas también sé que estás en la fe desprovista y desnuda cuando un día
a otro día le cuenta su rutina de trabajo y pobreza
y mi alma se hunde en tiniebla total.
Yo sé que Tú estás cuando la esperanza es cuesta empinada,
la cumbre es incierta y las fuerzas muy pocas. Tú estás.
Yo sé que Tú estás cuando amar es un surco humilde y oscuro,
que reclama el grano para ser fecundo y morir en soledad.
Yo sé que Tú estás, Señor que te creo, Señor que te espero,
Señor que me amas. Yo sé que Tú estás”.
Mauricio Silva
Fuente: http://umbrales.edu.uy/2016/07/04/nunca-sin-el-otro-mauricio-silva-el-cura-con-escoba-y-carretilla/

QUE PASARIA CON EL CRISTIANISMO SI SE DESCUBRE VIDA EN OTROS PLANETAS?

Qué pasaría con el cristianismo si se descubre vida inteligente en otros planetas?

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RELIGIÓN
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Para el cristianismo, Dios creó el hombre a su imagen y semejanza, y sacrificó a su único hijo para salvar a la humanidad. Pero… ¿qué pasaría si no estamos solos en el Universo? ¿Quién salvaría a los demás? Expertos consideran que el descubrimiento de vida extraterrestre sería un gran desafío para la doctrina cristiana.

El hallazgo de meras bacterias en otro planeta causaría una revolución en el cristianismo similar a la provocada por el descubrimiento realizado por Nicolás Copérnico, que obligó a la Iglesia a reconocer que la Tierra no era el centro del universo, sino que giraba alrededor del Sol, como los otros planetas, consideró Vesa Nissinen, experto en religión de la Universidad de Helsinki, citado por el medio Helsingin Sanomat.
Por su parte, Jussi Sohlberg, investigador del centro finlandés para el estudio de la Iglesia, no cree que la posible existencia de vida en otros planetas pueda amenazar a la doctrina evangélica luterana. El hallazgo de vida inteligente, sin embargo, tendría consecuencias completamente distintas, según el experto.
La existencia de vida inteligente extraterrestre plantea algunas cuestiones interesantes, pero la principal de ellas, según Nissinen, es si los representantes de las civilizaciones lejanas, así como los humanos, son a imagen y semejanza de Dios.
El tema de la Salvación es probablemente el más complejo si se  trata de la existencia de vida inteligente en otros planetas. ¿Es la misericordia divina aplicable a los extraterrestres? Y, en caso positivo, ¿cómo?
Según Nissinen, hay dos maneras de abordar esta cuestión. De acuerdo con la primera de ellas, la humanidad es el pueblo escogido por Dios y su propósito es llevar la palabra divina a los demás seres inteligentes. Esta es la posición defendida por el Vaticano, destacó el experto. La otra visión de la cuestión sugiere que la salvación se otorga a las civilizaciones del Universo separadamente.
Pese a que la segunda teoría suene lógica, la misma lleva a conclusiones teológicas raras. "La idea de que Jesús viaje desde un planeta a otro sacrificándose a sí mismo socava la idea evangélica de la singularidad de este evento", subrayó Nissinen.
La situación más compleja se daría, según el experto, si llegara a la Tierra una civilización más avanzada que la humanidad. Los extraterrestres, además, podrían traer sus propias creencias consigo o, entonces, presentarse a los humanos como dioses. 
"Hay un punto de vista que defiende que la aparición de extraterrestres llevaría a una crisis religiosa tan grande que la Iglesia podría no recuperarse y desaparecería por completo o sería reemplazada por algo nuevo", destacó Nissinen.
Sin embargo, recordó que el cristianismo ha demostrado una gran capacidad de adaptación a través de los siglos.
Para el experto, las cuestiones espirituales seguirán siendo relevantes incluso después de un encuentro con civilizaciones extraterrestres. No importa lo avanzados que sean estos seres, es difícil imaginar que sean capaces de dar una respuesta satisfactoria a las preguntas acerca del significado de la vida o de librar al mundo de la injusticia, concluyó Nissinen.

martes, 20 de junio de 2017

El último obstáculo de la ONU para que Israel pueda librarse de los palestinos

El último obstáculo de la ONU para que Israel pueda librarse de los palestinos


Traducción: María Landi.

Funcionarios israelíes y estadounidenses están en el proceso de evitar conjuntamente el supuesto "acuerdo final" de Donald Trump para poner fin al conflicto entre israelíes y palestinos. Esperan así rebajar la cuestión palestina a una nota al pie de página en la diplomacia internacional.La conspiración −una de verdad− fue muy evidente la semana pasada durante una visita a la región de Nikki Haley, representante de Washington ante la ONU. Su escolta era Danny Danon, su contraparte israelí y un ferviente oponente al Estado palestino.
Danon hace que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu parezca moderado. Ha defendido la anexión de Cisjordania y que la población palestina sea gobernada al estilo apartheid. Haley parece imperturbable. Durante una reunión con Netanyahu, le dijo que la ONU era "un matón para Israel". Ella le ha advertido al poderoso Consejo de Seguridad que se centre en Irán, Siria, Hamas y Hezbolá, en lugar de Israel.
Para proteger a su diminuto aliado, Washington está amenazando con recortar miles de millones de fondos estadounidenses al organismo mundial, sumiéndolo en crisis y poniendo en peligro las operaciones humanitarias y de mantenimiento de la paz.
De camino a Israel, Haley se detuvo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, exigiéndole que pusiera fin a su oposición "patológica" a las muchas décadas de ocupación y violaciones de derechos humanos por parte de Israel.
Washington siempre ha mimado a Israel, dándole millones de dólares cada año para que compre armas para oprimir a los palestinos, y usando su veto para bloquear las resoluciones de la ONU que obligarían a cumplir el Derecho Internacional. Informes expertos de la ONU, como el reciente sobre el régimen de apartheid que Israel impone sobre el pueblo palestino, han sido enterrados.
Pero lo peor está por venir. Ahora el marco de las leyes e instituciones internacionales establecidas después de la Segunda Guerra Mundial corre el riesgo de ser desmembrado.
Ese peligro se puso de relieve el domingo, cuando se supo que Netanyahu había instado a Haley a desmantelar otra agencia de la ONU muy odiada por Israel: la UNRWA, que se ocupa de más de cinco millones de personas palestinas refugiadas en toda la región.
Desde la guerra de 1948, Israel se ha negado a permitir que estas personas refugiadas regresen a sus tierras (ahora en territorio de Israel), obligándolas a vivir en campamentos miserables y atestados, a la espera de un acuerdo de paz que nunca llega. Esta población palestina desposeída sigue dependiendo de la UNRWA para la educación, la atención de salud y los servicios sociales.
La UNRWA, dice Netanyahu, "perpetúa" en lugar de resolver sus problemas. Prefiere que pasen a ser responsabilidad del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que se ocupa de todas las demás poblaciones refugiadas.
Su demanda es un giro en U monumental, tras 70 años en proceso. De hecho, fue Israel quien en 1948 insistió en que hubiera un organismo de refugiados de la ONU separado para la población palestina.
UNRWA fue creada para impedir que las y los refugiados palestinos cayeran bajo responsabilidad del precursor del ACNUR, la Organización Internacional para los Refugiados. Israel temía que la OIR, formada inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, diera a la población palestina refugiada la misma importancia que a los judíos europeos que huían de las atrocidades nazis.
Israel no quería que los dos casos fueran comparados, especialmente porque estaban tan íntimamente conectados. Fue el surgimiento del nazismo lo que reforzó la reivindicación sionista de un Estado judío en Palestina, y que los refugiados judíos se asentaran en tierras de las cuales la población palestina acababa de ser expulsada ​​por Israel.
Además, a Israel le preocupaba que el compromiso de la OIR con el principio de repatriación pudiera obligarlo a aceptar de nuevo a los y las refugiadas palestinas.
La esperanza de Israel entonces era precisamente que la UNRWA no resolviera el problema de las personas palestinas refugiadas; más bien, que se las arreglara por sí misma. La idea estaba encapsulada en el axioma sionista: "Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán".
Pero millones de descendientes de la población palestina refugiada todavía claman por su derecho al retorno. Y si no pueden olvidar, Netanyahu prefiere que el mundo les olvide.
En la medida que las guerras sangrientas se apoderan de Medio Oriente, la mejor manera de lograr ese objetivo es disolver a las palestinas entre los 65 millones de personas refugiadas en el mundo. ¿Por qué preocuparse por el caso palestino cuando hay millones de sirios y sirias recientemente desplazados por la guerra?
Pero la UNRWA plantea un desafío, porque está profundamente arraigada en la región e insiste en una solución justa para la población palestina refugiada.
El inmenso personal de la UNRWA incluye a 32.000 administrativas, docentes y médicos, muchos de los cuales viven en campos de refugiados de Cisjordania −territorio palestino que Netanyahu y Danon codician. La presencia de la ONU es un impedimento para la anexión.
El lunes Netanyahu anunció su determinación de impedir que Europa financie a organizaciones israelíes de derechos humanos, que son los principales organismos de control en Cisjordania, y una fuente de datos clave para las agencias de la ONU. Y ahora se niega a reunirse con cualquier líder mundial que hable con estos grupos de derechos humanos.
Con Trump en la Casa Blanca, una Europa plagada de crisis y cada vez más débil, y el mundo árabe en caos, Netanyahu quiere aprovechar la oportunidad para sacar también a la ONU del camino.
Las instituciones globales como la ONU y el Derecho Internacional que ella defiende fueron creadas después de la Segunda Guerra Mundial para proteger a los grupos más débiles e impedir una repetición de los horrores del Holocausto.
Hoy, Netanyahu está dispuesto a arriesgarlo todo, derribando el orden internacional de posguerra, si con este acto de vandalismo colosal finalmente puede sacarse de encima a los palestinos.

Fuente original: https://www.counterpunch.org/2017/06/15/un-last-hurdle-before-israel-can-rid-itself-of-the-palestinians-2/

miércoles, 14 de junio de 2017

Houtart, el precursor


Houtart, el precursor

www.eln-voces.com


Lo sabemos: obras basadas en descubrir la realidad y fundadas en la utopía de la justicia, son fuerzas materiales que abren camino a la conciencia colectiva. A la conciencia del cambio necesario para mantener la vida de todas las especies y proponer la armonía y la felicidad más generosas que cobijen su reproducción, en este planeta, nuestra casa, que clama biodiversidad y sentido de la unidad para detener la maquinaria del suicidio. No es por lo tanto cuestión de una conminación individual ni de una elección arbitraria.
Ese llamado en nombre de los derechos de todos lo hacen más auténticamente, quienes representan en ese cosmos la más elevada comprensión de los procesos recorridos, por esta humanidad sufriente y de las sendas que han de desbrozarse para las emancipaciones. En esa historia del pensamiento y de la acción está la voz y la sonrisa de François Houtart. Continuador de insignes luchas, pero ante todo precursor de las que vienen; pese a su partida hacia el Olimpo de los inmortales, este 6 de junio.
Los inmortales nunca se van
Convertidas en legados espirituales, morales e intelectuales para el futuro de dignidad, las obras de François no son sus decenas de libros solamente; sus miles de conferencias e investigaciones de matrices interdisciplinares, con la contundente lucidez que ofrecía de la mano de una verdad impecable; ni son ante todo sus análisis y propuestas teóricas, que guiaron y acompañaron innumerables bregas políticas y culturales de resistencia bajo el mandato del post capitalismo, como estos últimos años nos lo enseñó en una síntesis absolutamente pertinente, ante los desafíos globales. Su quehacer fue el haber encarnado en su formidable ciclo vital de 92 años, el testimonio humilde de quien decide echarse al hombro la interpelación histórica, que pasa por los pueblos y los pobres del mundo, por Cristo, por Marx, y por quienes han luchado de alguna forma por el amor eficaz, como Camilo Torres Restrepo.
Cuando ese proceso del pensamiento despierto e insobornable se pone en marcha junto a la indignación, con un amable abrazo que se da sin más, no puede hacerse otra cosa que luchar con esperanza por la humanidad.
Así vimos y sentimos siempre al maestro Houtart, quien junto con otro hombre ejemplar, Gustavo Pérez Ramírez, nos visitó a nuestra sede de la delegación del ELN en Quito el pasado 20 de marzo de 2017. Compartimos horas, como habíamos compartido años. Ambos fueron no sólo amigos y compañeros de Camilo, nuestro Comandante, sino sociólogos como él, verdaderos científicos sociales, formados como sacerdotes católicos que traicionaron su poderosa clase social, que enfrentaron jerarquías y dogmas, que renunciaron a sus comodidades y se entregaron a una lucha en donde reinan soledades, marcada por aparentes y reales contradicciones entre la incertidumbre y la certeza de quienes en la aventura de las liberaciones libran múltiples batallas por la coherencia.
Lo que enseñó a Camilo
François fue profesor de Camilo en Lovaina (Bélgica), en una época en que si bien las elaboraciones sociológicas con asidero en los marxismos, tuvieron cierta audiencia y entroncamientos creativos, adolecían de una aproximación más integral a potentes realidades periféricas, que no sólo soportaban complejas relaciones policlasistas, sino el antiguo yugo colonial y el desangre del reparto neocolonial en una bipolaridad ciega, relativa y alienante en la geopolítica de los años 50, del siglo pasado. Se trataba ir al terreno y a los estudios de fenómenos concretos, que configuran la vida y la muerte de millones de seres humanos y sus culturas. Debía superarse la opinión marginal usada para reforzar aparatos y discursos ideológicos, en un orden que preservaba reglas de dominación. En consecuencia debía mirarse más allá. A la economía más profunda. A las religiones. A los sistemas políticos y sus sucesivas rearticulaciones. De juzgar desde el conocimiento en la base. Y de actuar contribuyendo a desatar las energías, que existían en países sometidos y movimientos populares, para surtir nuevos escenarios con nuevos sujetos y alianzas.
En nuestra Colombia la barbarie promovida abiertamente por el statu quo tras el asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán (1948), para asegurar estructuras de exclusión, y las lógicas de violencia semejante registradas en otras regiones y latitudes, donde los centros hegemónicos buscaron aplacar gestas por la independencia, la autodeterminación y los derechos de los pueblos, sublevaron y movieron hacia adelante no sólo a François sino a través de él a quienes tuvieron el arrojo existencial de apostar por las convergencias teóricas y ante todo prácticas, cuando el servicio a los demás señala el rumbo de la alteridad, por encima de las adscripciones de partido. Esa es la alteridad que él conoció y nos ofreció.
François Houtart es un hilo de bondad y acero que liga hechos y conceptos útiles para la Revolución de los empobrecidos de la Tierra, en África, en Asia, en América Latina, en Europa, en Oceanía, a donde llegara, para participarnos de herramientas de las ciencias humanas en el sueño imprescindible de otra historia. Tenía por tanto la autoridad moral de quien indagó la realidad para transformarla, sin sucumbir a las vanidades o al alago. Fidel y Hugo Chávez, Evo o Rafael Correa, y cientos de dirigentes en muchos procesos progresistas y de izquierda, a lo largo de más de seis décadas, le escucharon, reflexionaron con sus aportes, con las críticas constructivas que brindó con honestidad para que las responsabilidades públicas fueran tales.
La cátedra subversiva
Así también para el ELN. Para nosotros y nosotras, tras estos 53 años de lucha insurgente, el mismo tiempo en que de diferentes formas estuvimos cerca de François, no sólo nos queda el recuerdo de quien compartió con muchos integrantes de nuestras fuerzas en diferentes momentos, áreas y países, sino que queda en nuestros campos de conciencia las lecciones de un militante de la justicia y la solidaridad, sus preguntas, para que no sucumbiéramos, para que abogáramos por los de abajo e hiciéramos lo correcto. Mucho más, por ser nosotros una organización alzada en armas, mucho más por la tensión del derecho a la rebelión y sus necesarios límites y posibilidades. De la eticidad de la rebeldía hablamos; de nuestra decisión de buscar la solución política al conflicto armado y de asegurar esas transformaciones básicas, que supone el más elemental concepto de paz. Nos interrogó y aconsejó con respeto. Por eso sus exhortaciones y observaciones fueron y serán atendidas.
Eric Toussaint nos relató esta semana, en un escrito ampliamente difundido:
Durante una conversación privada que tuvimos en Bogotá el 25 de abril con un comandante de las FARC, que habían firmado en 2016 el acuerdo de paz con el gobierno colombiano, François le preguntó sin miramientos: ¿Os transformaréis en un partido socialdemócrata? ¿Cómo haréis para evitarlo? No hay que equivocarse sobre el sentido de la pregunta, François estaba por un acuerdo de paz pero temía que, como en muchas experiencias precedentes, la guerrilla se transformara en una simple fuerza de gestión del sistema capitalista, a imagen de la socialdemocracia” [*].
Nuestro amigo François deja en el mundo a miles y miles de mujeres y de hombres, que él como educador de gran inteligencia, invitó a ser transformadores incisivos y (auto)críticos, para generar las condiciones políticas, sociales, culturales, económicas, medioambientales, espirituales, que nos orienten en este pulso ya irrenunciable, que no acaba ni acabará, por los bienes y el bien común de la humanidad, por el bienestar que no tiene frontera en formulaciones cerradas, de quienes no intervienen la realidad y la corrigen. Con el poema de Monseñor Leonidas Proaño, leído en la despedida de François, este pasado 7 de junio en Quito, cantamos:
...te vas, tú te vas... pero quedan los árboles que sembraste. Más árboles y más frutos y más fecundas semillas”.
[*] François Houtart, un militante internacionalista y un amigo. Eric Toussaint. CADTM, 9-06-2017.

Fuente original: http://www.eln-voces.com/index.php/voces-del-eln/militancia/1115-houtart-el-precursor

Una sincera disculpa a los lectores de Haaretz

Una sincera disculpa a los lectores de Haaretz

Haaretz

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

A todos los lectores ofendidos, me disculpo por la injusticia. ¿Cómo pude no mantener un equilibrio entre el asesino y el asesinado, el ladrón y su víctima y el ocupante y el ocupado?

 
Las fuerzas israelíes disparan gases lacrimógenos a los manifestantes palestinos durante los enfrentamientos en la ciudad cisjordana de Belén, 17 de abril de 2017. AHMAD GHARABLI / AFP
Estimados Orna y Moshe Gan-Zvi,
Me entristeció leer en la edición en hebreo del Haaretz del martes que ustedes han decidido cancelar su suscripción. Yo no los conozco, pero los voy a extrañar como lectores. Como responsable en parte de su decisión, como indican en su artículo, permítanme que me disculpe. Disculparme por escribir la verdad todos estos años. Debería haber tenido en cuenta que esta verdad no era aceptable para ustedes y actuar en consecuencia.
No fui complaciente con ustedes en los artículos que he escrito a la par que mi compañera corresponsal de Haaretz Amira Hass sobre la ocupación. Ustedes, que son activos en el Rotary Club de Israel, que vienen del mundo de los negocios, que están tan orgullosos de sus hijos y el hecho de vivir en Cisjordania. Su hijo fue educado en la academia premilitar Eli y sus nietas llevan con orgullo el apellido Sheetrit. Ustedes, que están satisfechos consigo mismos y sus valores, con sus hijos y su moral, piensan que deben verse obligados a leer verdades desagradables. Simplemente no lo merecen.
En efecto, ¿cómo pude haber pasado todos estos años de publicación de artículos que incluso ustedes, generosamente, admitieron que les estaban afectando, sin comprobar nunca, para mi vergüenza, cómo esas familias palestinas se vieron envueltas en dificultades? ¿Realmente cómo fue eso? Por supuesto fue culpa de ellos y yo insisto en seguir culpando al Ejército de Israel. ¿Cómo he podido? ¿Y cómo pudo Amira Hass ser tan poco ecuánime y carente de perspectiva al decir que un pueblo elige la eliminación de otro en una sociedad democrática? Realmente Amira, ¿cómo pudo?
Asumo, Moshe, que si fueran a encerrarte en una jaula durante años aún continuarías con tu afiliación al Rotary Club y te negarías a respaldar una lucha contra tu encarcelamiento. Y asumo, Orna, que si unos soldados extranjeros irrumpen en tu casa en medio de la noche y arrestan a tu Moshe ante tus ojos, le dan patadas, le obligan a hincarse de rodillas, le vendan los ojos, lo esposan y lo golpean delante de sus hijos que estudian en Eli y luego lo arrancan de su casa durante meses sin juicio, tu estarías clamando por algún “liderazgo creativo” para tu gente.
Asumo que ustedes, que vienen del mundo de los negocios, aceptarían con amor a los que confiscan su propiedad y les niegan su propia tierra. Estoy seguro de que nunca se les ocurriría a ustedes luchar contra los que les han torturado con tanta maldad durante tantos años.
¿Qué podemos hacer? Los palestinos son diferentes a ustedes, queridos Orna y Moshe. Ellos no nacieron las alturas de ustedes. Son animales humanos, sedientos de sangre, nacidos para matar. No todos ellos son tan éticos como usted y sus hijos de la academia Eli. Sí, hay personas que luchan por su libertad. Hay personas que se ven obligadas a hacerlo de forma tan violenta. De hecho casi no hay naciones que no hayan actuado de esta manera, incluyendo el pueblo elegido al que ustedes están tan orgullosos de pertenecer. No sólo pertenecen, ustedes son la columna de fuego que lidera el campamento, ustedes son lo mejor, la élite moral, los sionistas religiosos.
Me disculpo por la parcialidad. ¿Cómo no he podido mantener un equilibrio entre el asesino y el asesinado, el ladrón y su víctima, el ocupante y el ocupado? Perdónenme por atreverme a apagar la alegría y el orgullo de la tierra que fluye leche, Mobileye y tomates cherry también. Hay tantas cosas maravillosas en este país y Haaretz -con su “deterioro moral” como ustedes lo llaman- está arruinando la fiesta. ¿Cómo no pude ver que a ustedes no les gusta leer la verdad y no tomé esto en cuenta cuando volvía de los territorios ocupados cada semana para escribir sobre lo que había visto con mis propios ojos?
Pero ahora es demasiado tarde. El llamado a boicotear la crema de chocolate fue demasiado incluso para ustedes, por lo que han decidido boicotear a Haaretz. A partir de ahora el único periódico sobre su mesa de café será el semanario de derecha Makor Rishon. Allí no van a escribir acerca de cómo los soldados israelíes pulverizaron a cinco pasajeros de autocares palestinos con balas hace tres semanas. Y estoy seguro de que sus Shabbats van a ser mucho más agradables a partir de ahora.
Gideon Levy, corresponsal de Haaretz.
Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/1.784352
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.