Una sincera disculpa a los lectores de Haaretz
Haaretz
Traducido del inglés para Rebelión por J. M. |
A todos los lectores ofendidos, me disculpo por la injusticia. ¿Cómo pude no mantener un equilibrio entre el asesino y el asesinado, el ladrón y su víctima y el ocupante y el ocupado?
Me entristeció leer en la edición en hebreo del Haaretz del martes que ustedes han decidido cancelar su suscripción. Yo no los conozco, pero los voy a extrañar como lectores. Como responsable en parte de su decisión, como indican en su artículo, permítanme que me disculpe. Disculparme por escribir la verdad todos estos años. Debería haber tenido en cuenta que esta verdad no era aceptable para ustedes y actuar en consecuencia.
No fui complaciente con ustedes en los artículos que he escrito a la par que mi compañera corresponsal de Haaretz Amira Hass sobre la ocupación. Ustedes, que son activos en el Rotary Club de Israel, que vienen del mundo de los negocios, que están tan orgullosos de sus hijos y el hecho de vivir en Cisjordania. Su hijo fue educado en la academia premilitar Eli y sus nietas llevan con orgullo el apellido Sheetrit. Ustedes, que están satisfechos consigo mismos y sus valores, con sus hijos y su moral, piensan que deben verse obligados a leer verdades desagradables. Simplemente no lo merecen.
En efecto, ¿cómo pude haber pasado todos estos años de publicación de artículos que incluso ustedes, generosamente, admitieron que les estaban afectando, sin comprobar nunca, para mi vergüenza, cómo esas familias palestinas se vieron envueltas en dificultades? ¿Realmente cómo fue eso? Por supuesto fue culpa de ellos y yo insisto en seguir culpando al Ejército de Israel. ¿Cómo he podido? ¿Y cómo pudo Amira Hass ser tan poco ecuánime y carente de perspectiva al decir que un pueblo elige la eliminación de otro en una sociedad democrática? Realmente Amira, ¿cómo pudo?
Asumo, Moshe, que si fueran a encerrarte en una jaula durante años aún continuarías con tu afiliación al Rotary Club y te negarías a respaldar una lucha contra tu encarcelamiento. Y asumo, Orna, que si unos soldados extranjeros irrumpen en tu casa en medio de la noche y arrestan a tu Moshe ante tus ojos, le dan patadas, le obligan a hincarse de rodillas, le vendan los ojos, lo esposan y lo golpean delante de sus hijos que estudian en Eli y luego lo arrancan de su casa durante meses sin juicio, tu estarías clamando por algún “liderazgo creativo” para tu gente.
Asumo que ustedes, que vienen del mundo de los negocios, aceptarían con amor a los que confiscan su propiedad y les niegan su propia tierra. Estoy seguro de que nunca se les ocurriría a ustedes luchar contra los que les han torturado con tanta maldad durante tantos años.
¿Qué podemos hacer? Los palestinos son diferentes a ustedes, queridos Orna y Moshe. Ellos no nacieron las alturas de ustedes. Son animales humanos, sedientos de sangre, nacidos para matar. No todos ellos son tan éticos como usted y sus hijos de la academia Eli. Sí, hay personas que luchan por su libertad. Hay personas que se ven obligadas a hacerlo de forma tan violenta. De hecho casi no hay naciones que no hayan actuado de esta manera, incluyendo el pueblo elegido al que ustedes están tan orgullosos de pertenecer. No sólo pertenecen, ustedes son la columna de fuego que lidera el campamento, ustedes son lo mejor, la élite moral, los sionistas religiosos.
Me disculpo por la parcialidad. ¿Cómo no he podido mantener un equilibrio entre el asesino y el asesinado, el ladrón y su víctima, el ocupante y el ocupado? Perdónenme por atreverme a apagar la alegría y el orgullo de la tierra que fluye leche, Mobileye y tomates cherry también. Hay tantas cosas maravillosas en este país y Haaretz -con su “deterioro moral” como ustedes lo llaman- está arruinando la fiesta. ¿Cómo no pude ver que a ustedes no les gusta leer la verdad y no tomé esto en cuenta cuando volvía de los territorios ocupados cada semana para escribir sobre lo que había visto con mis propios ojos?
Pero ahora es demasiado tarde. El llamado a boicotear la crema de chocolate fue demasiado incluso para ustedes, por lo que han decidido boicotear a Haaretz. A partir de ahora el único periódico sobre su mesa de café será el semanario de derecha Makor Rishon. Allí no van a escribir acerca de cómo los soldados israelíes pulverizaron a cinco pasajeros de autocares palestinos con balas hace tres semanas. Y estoy seguro de que sus Shabbats van a ser mucho más agradables a partir de ahora.
Gideon Levy, corresponsal de Haaretz.
Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/1.784352
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.
Las fuerzas israelíes disparan gases lacrimógenos a los manifestantes palestinos durante los enfrentamientos en la ciudad cisjordana de Belén, 17 de abril de 2017. AHMAD GHARABLI / AFP
Estimados Orna y Moshe Gan-Zvi,Me entristeció leer en la edición en hebreo del Haaretz del martes que ustedes han decidido cancelar su suscripción. Yo no los conozco, pero los voy a extrañar como lectores. Como responsable en parte de su decisión, como indican en su artículo, permítanme que me disculpe. Disculparme por escribir la verdad todos estos años. Debería haber tenido en cuenta que esta verdad no era aceptable para ustedes y actuar en consecuencia.
No fui complaciente con ustedes en los artículos que he escrito a la par que mi compañera corresponsal de Haaretz Amira Hass sobre la ocupación. Ustedes, que son activos en el Rotary Club de Israel, que vienen del mundo de los negocios, que están tan orgullosos de sus hijos y el hecho de vivir en Cisjordania. Su hijo fue educado en la academia premilitar Eli y sus nietas llevan con orgullo el apellido Sheetrit. Ustedes, que están satisfechos consigo mismos y sus valores, con sus hijos y su moral, piensan que deben verse obligados a leer verdades desagradables. Simplemente no lo merecen.
En efecto, ¿cómo pude haber pasado todos estos años de publicación de artículos que incluso ustedes, generosamente, admitieron que les estaban afectando, sin comprobar nunca, para mi vergüenza, cómo esas familias palestinas se vieron envueltas en dificultades? ¿Realmente cómo fue eso? Por supuesto fue culpa de ellos y yo insisto en seguir culpando al Ejército de Israel. ¿Cómo he podido? ¿Y cómo pudo Amira Hass ser tan poco ecuánime y carente de perspectiva al decir que un pueblo elige la eliminación de otro en una sociedad democrática? Realmente Amira, ¿cómo pudo?
Asumo, Moshe, que si fueran a encerrarte en una jaula durante años aún continuarías con tu afiliación al Rotary Club y te negarías a respaldar una lucha contra tu encarcelamiento. Y asumo, Orna, que si unos soldados extranjeros irrumpen en tu casa en medio de la noche y arrestan a tu Moshe ante tus ojos, le dan patadas, le obligan a hincarse de rodillas, le vendan los ojos, lo esposan y lo golpean delante de sus hijos que estudian en Eli y luego lo arrancan de su casa durante meses sin juicio, tu estarías clamando por algún “liderazgo creativo” para tu gente.
Asumo que ustedes, que vienen del mundo de los negocios, aceptarían con amor a los que confiscan su propiedad y les niegan su propia tierra. Estoy seguro de que nunca se les ocurriría a ustedes luchar contra los que les han torturado con tanta maldad durante tantos años.
¿Qué podemos hacer? Los palestinos son diferentes a ustedes, queridos Orna y Moshe. Ellos no nacieron las alturas de ustedes. Son animales humanos, sedientos de sangre, nacidos para matar. No todos ellos son tan éticos como usted y sus hijos de la academia Eli. Sí, hay personas que luchan por su libertad. Hay personas que se ven obligadas a hacerlo de forma tan violenta. De hecho casi no hay naciones que no hayan actuado de esta manera, incluyendo el pueblo elegido al que ustedes están tan orgullosos de pertenecer. No sólo pertenecen, ustedes son la columna de fuego que lidera el campamento, ustedes son lo mejor, la élite moral, los sionistas religiosos.
Me disculpo por la parcialidad. ¿Cómo no he podido mantener un equilibrio entre el asesino y el asesinado, el ladrón y su víctima, el ocupante y el ocupado? Perdónenme por atreverme a apagar la alegría y el orgullo de la tierra que fluye leche, Mobileye y tomates cherry también. Hay tantas cosas maravillosas en este país y Haaretz -con su “deterioro moral” como ustedes lo llaman- está arruinando la fiesta. ¿Cómo no pude ver que a ustedes no les gusta leer la verdad y no tomé esto en cuenta cuando volvía de los territorios ocupados cada semana para escribir sobre lo que había visto con mis propios ojos?
Pero ahora es demasiado tarde. El llamado a boicotear la crema de chocolate fue demasiado incluso para ustedes, por lo que han decidido boicotear a Haaretz. A partir de ahora el único periódico sobre su mesa de café será el semanario de derecha Makor Rishon. Allí no van a escribir acerca de cómo los soldados israelíes pulverizaron a cinco pasajeros de autocares palestinos con balas hace tres semanas. Y estoy seguro de que sus Shabbats van a ser mucho más agradables a partir de ahora.
Gideon Levy, corresponsal de Haaretz.
Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/1.784352
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.
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