viernes, 31 de enero de 2025

aranceles de Trump llevarían a la economía de EEUU a una debacle similar a la vista con Hoover

- Sputnik Mundo, Los aranceles de Trump llevarían a la economía de EEUU a una debacle similar a la vista con Hoover Sputnik Mundo, 31.01.2025 En 1930, el Congreso de EEUU aprobó la Ley Hawley-Smooth, con la que se aumentaron los aranceles a productos extranjeros. La medida provocó que las naciones afectadas pusieran sus propias tarifas a las importaciones del país norteamericano, lo que golpeó su actividad comercial e impactó en la popularidad del presidente Herbert Hoover. Un político del Partido Republicano propone que, ante una economía frágil y una ciudadanía cada vez más inquieta por el crecimiento de la inmigración y el aumento del costo de vida, se impongan barreras arancelarias para proteger la manufactura local, bajar la inflación y regresar a las épocas de grandeza de la nación. Aunque la anterior podría ser la historia de la exitosa campaña de Donald Trump, casi 100 años antes de su regreso a la Casa Blanca, Herbert Hoover llegó a la presidencia de EEUU haciendo gala de una plataforma llamativamente similar, combinando el nacionalismo ("America First") con un mensaje económico centrado en la necesidad de imponer aranceles para regresar a la senda del crecimiento y fortalecer la industria nacional. Una ley controversial Conocida popularmente como la Ley Hawley-Smoot en referencia a los senadores republicanos que elaboraron el texto, la llamada "Ley de Aranceles" fue aprobada por legisladores estadounidenses en junio del 1930, un año y medio después del triunfo en las urnas de Hoover, elevando de manera unilateral los aranceles en un promedio de 20% a 20.000 productos importados, incluyendo aquellos provenientes de países vecinos como Canadá y México. Entre el triunfo del candidato republicano y la aprobación de la mencionada política, la economía del país había sufrido un dramático hundimiento a causa del crac del 29, que puso fin a una década de prosperidad basada en especulación financiera y dio comienzo al período conocido como la Gran Depresión, disparando la desocupación casi de la noche a la mañana al 25% y provocando la quiebra de 25.000 bancos y cientos de miles de comercios. Ante este dramático contexto, el Gobierno se vio urgido de buscar soluciones para intentar resolver la dura crisis económica y social que atravesaba el país, por lo cual la normativa fue aprobada con apoyo bipartidario en ambas cámaras, pese a la advertencia de numerosos economistas de que impactaría de manera negativa al país. Canadá advierte a EEUU que responderá al aumento de sus aranceles En efecto, la implementación de la medida fue tomada como un acto hostil por la comunidad internacional, que inmediatamente respondió colocando aranceles a todos los productos de fabricación estadounidense que eran importados. A diferencia de lo que habían prometido los políticos estadounidenses, incluyendo el propio Hoover, el efecto resultó devastador para la industria de EEUU. Debido a la reducción de la demanda internacional, sumado a la crisis económica interna, millones de empleados fueron cesados, a la vez que el PBI se redujo en un 26%, la cifra más alta en la historia del país norteamericano. Las consecuencias políticas también resultaron igual de catastróficas. La popularidad de Hoover, gravemente afectada tras el Lunes Negro del 29, se hundió a números negativos, y el republicano resultó derrotado de manera contundente por su adversario, Franklin D. Roosevelt, en los comicios de 1932. El entonces presidente obtuvo apenas 59 votos electorales frente a los 472 obtenidos por su adversario, la victoria en una elección general más contundente de la historia de EEUU hasta el triunfo de Ronald Reagan en 1984. México debe responder a posibles aranceles de EEUU con "ejecución prudente de políticas económicas" Roosevelt, que había hecho campaña prometiendo terminar con la guerra arancelaria, derogó la Ley Hawley-Smoot ni bien tomó posesión del cargo y puso en marcha una medida de emergencia para la recuperación económica, conocida como "New Deal", un ambicioso plan de infraestructura cuyo objetivo fue darle trabajo a los millones de ciudadanos que habían quedado en la calle debido al crash financiero y la fallida política de tarifas de su antecesor. Los efectos ruinosos de la guerra arancelaria resultaron tóxicos para el Partido Republicano, que fue marginado del poder por casi dos décadas debido al mal recuerdo de su última gestión. En su búsqueda de una nueva identidad para ganarse el favor de los votantes, el GOP terminaría adoptando una doctrina económica basada en el libre comercio que duraría hasta la irrupción de Trump en sus primaras de las elecciones del 2016. ¿Se podría repetir la historia en el 2025? Si bien durante su primer mandato el presidente Trump utilizó los aranceles como una herramienta política, su implementación estuvo limitada a apenas una serie de productos (aluminio y paneles solares, etc.). En la gran mayoría de los casos, su Administración dio marcha atrás cuando gobiernos de otros países anunciaban que impondrían sus propias tarifas a bienes importados de EEUU. Esta vez, Trump ha dejado en claro que la implementación de aranceles va en serio, amenazando a países como Canadá y México con imponer tarifas del 25% y a China por un valor del 10%. A diferencia de lo que ocurrió en su primer mandato, el mandatario cuenta de momento con un fuerte respaldo en su país, tanto popular como de figuras del mundo de los negocios. Siguiendo la línea de los gobiernos de estos países, que advirtieron que una guerra comercial terminaría afectando de manera dramática a los ciudadanos de EEUU, especialistas dijeron a Sputnik que la imposición de barreras arancelarías podría derivar en "una ruina" para el país norteamericano, no muy distinta a la ocasionada durante la presidencia de Hoover. "Por un lado, la estrategia de Trump de intentar resolver los distintos problemas económicos del país —alta inflación, baja industrialización, etc.— con una sola herramienta, como es imponer aranceles, es una solución a todas luces simplista, que además de todo no es efectiva, ya que si bien la medida tendrá un impacto en los países afectados, probablemente lastimará más a EEUU, especialmente en el largo plazo", dijo el internacionalista Samuel Losada, egresado de la Universidad de Belgrano. Esto, explicó el experto, porque la actitud hostil de Trump resultará un incentivo para el resto de los países, incluso aquellos que se consideraron siempre "socios" como Canadá o Dinamarca (amenazada con aranceles por el republicano si es que no le venden Groenlandia), a buscar otras alternativas para el comercio y alejarse de EEUU y sus políticas de extorsión. "Países como China, Rusia y Brasil vienen liderando la creación y profundización de mecanismos de intercambio comercial, pero también militar, cultural y tecnológicos, dando un trato respetuoso y justo a todas las naciones en busca de un desarrollo global que beneficie a todos, lejos de la doctrina de 'suma cero' y dominación de Washington", señala Losada. En ese sentido, dice el analista, Trump puede llegar a obtener victorias pírricas y decididamente menores, como lograr que los migrantes deportados sean devueltos a sus países en aviones militares, pero estas acciones, además de las críticas que despiertan por cuestiones éticas, no reportan ningún beneficio real a los estadounidenses. "Trump podría llegar a alardear que tal o cual político se echó para atrás e hizo lo que él quería, pero a la larga una presidencia triunfa o se hunde según cuánto mejoró ese político la vida de los ciudadanos, cuántos más trabajos creó, cosas tangibles. Trump hizo campaña prometiendo bajar el precio de los bienes y traer de nuevo trabajos manufactureros al país, pero si lo que termina logrando es hacer los productos más caros y que sus industrias no repunten, su política de aranceles, y por lo tanto su presidencia, habrá sido un fracaso", afirma.

jueves, 30 de enero de 2025

Para dónde va el mundo?

Recomiendo: ¿Para dónde va el mundo? Por Marcelo Colussi | 30/01/2025 | Opinión Fuentes: Rebelión mmcolussi@gmail.com, https://www.facebook.com/marcelo.colussi.33 https://www.facebook.com/Marcelo-Colussi-720520518155774/ https://mcolussi.blogspot.com/ https://www.instagram.com/marcelocolussi8 Estas no son predicciones (no soy Nostradamus, y mucho menos Elon Musk ni Bill Gates, los actuales “profetas” que nos dicen cómo será el mundo del futuro…, según su sesgado criterio, claro). Son modestas apreciaciones, hechas con los elementos de análisis disponibles -que nunca son muchos, porque los proyectos estratégicos de largo alcance de las potencias nunca se conocen en detalle- que intentan mostrar dónde estamos parados, y hacia dónde pueden ir las cosas. Es imprescindible hacer saber que están concebidas desde el campo popular, reivindicando a los pueblos del mundo -siempre en precariedad en el sistema global capitalista-, pensando en alternativas que vayan más allá del estado actual de penurias en que viven las grandes mayorías planetarias. Sin pretenderse “predicciones”, lo que está claro al analizar la coyuntura global es que no vienen tiempos fáciles para las grandes mayorías. Todo por el contrario. La llegada de la “motosierra” de Trump augura más penurias. Por tanto, más resistencia, más luchas. El socialismo, hoy muy golpeado, no ha desaparecido de la perspectiva histórica de la humanidad. Y aunque Javier Milei vocifere “¡Tiemblen, zurdos de mierda!”, la lucha popular por un mundo mejor continúa. Los avances científico-técnicos que se van logrando en el mundo son fabulosos. Estamos ya plenamente en la era de tecnologías deslumbrantes, impensables apenas unas décadas atrás: informática, espacio digital, robótica, inteligencia artificial, viajes interplanetarios. Todo ello podría ser de gran beneficio para la humanidad completa, pero el modo de producción capitalista vigente impide que esos portentosos avances sirvan para resolver ancestrales problemas. Junto a todas esas maravillosas capacidades continúan el hambre, la ignorancia, la exclusión, enfermedades previsibles, falta de satisfactores básicos. Con los modelos actuales de desarrollo, con el auge sin parar de planteos neoliberales, es imposible lograr equilibrios más justos. Las asimetrías continúan profundizándose. La tendencia actual es a concentrar en forma creciente las riquezas en muy pocas, poquísimas manos, mientras mayorías cada vez más extendidas viven en condiciones precarias, a veces de pura sobrevivencia. La clase trabajadora -esto a nivel planetario-, los pueblos en general, han sido dominados (“domesticados”, disciplinados) por la clase dirigente, a nivel de cada país y en un contexto internacional. Los ideales socialistas de décadas pasadas han sido sacados de circulación, muchas veces en forma sangrienta, lo cual no significa que hayan perdido vigencia. Lo cierto es que, salvo algunas pocas experiencias sobrevivientes de planteos socialistas, corriendo suertes dispares (China, Cuba, Norcorea, Vietnam), no hay un clima de transformación revolucionaria de la sociedad como en el pasado. Lo más a que pareciera poder aspirarse es a gobierno progresistas, llegados por voto popular, siempre en el marco de la incuestionable institucionalidad capitalista. El capitalismo pareciera marchar victorioso. No es así, pero la percepción que ha logrado crear a través de toda su parafernalia mediático-cultural-ideológica (incluyendo el internet como poderosísima arma de control) así lo hace visualizar. Repitiendo lo dicho por un ícono del neoliberalismo, la británica Margaret Thatcher, la -impuesta- sensación dominante es que “No hay alternativa”. La situación geopolítica del mundo actual puede compararse con un barril de pólvora sobre el que la humanidad estaría sentada, con la posibilidad de que una pequeña chispa pueda producir un resultado catastrófico. Es imposible, por tanto, vaticinar cómo seguirá todo esto. Sobran tensiones, pero lo que queda claro es que la hegemonía occidental, liderada por Estados Unidos, está en declive. En ese sentido no es posible dar un resultado final de la guerra en curso en Ucrania, saber cómo seguirá la explosiva situación de Medio Oriente, qué pasará con los tambores de guerra que suenan en torno a Taiwán, y qué escenarios se abrirán con el auge de los BRICS+ con su propuesta de desdolarización de la economía global, apoyados por la creciente fortaleza china y rusa. De todos modos, con los elementos de análisis a los que se puede acceder, elementos que no son demasiados, por cierto, pueden verse tendencias, no muy claras aún, pero que ya empiezan a prefigurarse. Con la ascensión de Trump a la presidencia de la principal potencia capitalista, se abre un nuevo capítulo donde queda claro que Washington intenta recuperar el terreno perdido en estas décadas, poniendo como principal obstáculo para su geohegemonía a China. Lo que está claro también es que con las políticas neoliberales en curso se han precarizado a un grado extremo las condiciones de trabajo y de vida de los más amplios sectores del mundo, tanto en el Sur como en el Norte, habiendo salido de agenda, al menos temporalmente, los ideales socialistas y la búsqueda de transformaciones revolucionarias. En síntesis, y tal como van las cosas en este momento, todo indica que marchamos inexorablemente hacia un mundo multipolar, donde Estados Unidos -con la nueva presidencia- está dispuesto a no ceder su lugar de poder pretendiendo siempre la unipolaridad incuestionable. Pero de socialismo, de momento: nada. Los BRICS+ pueden abrir nuevos escenarios, siempre en la perspectiva capitalista. De todos modos, aunque no se ven propuestas de transformación revolucionaria a la vista, la dinámica global sigue marcada hondamente por diversos tipos de conflictos, y eso puede reventar en cualquier momento y de formas sorprendentes. Una eventual Tercera Guerra Mundial no está descartada. Hoy se libran más de 50 guerras en el mundo, desde pequeñas escaramuzas hasta grandes enfrentamientos con poderosos armamentos. En todas ellas los fabricantes de equipos militares hacen buenos negocios. Pero de todas, dos son las más mediáticas: Ucrania y Palestina. En estos casos, quienes más han sufrido son: el pueblo ucraniano, por un lado, y la población palestina, por otro. El país eslavo, así como el territorio palestino, han quedado prácticamente destruidos. En Ucrania, según las primeras estimaciones, su reconstrucción podría costar no menos de 500.000 millones de dólares (algunos cálculos llevan la cifra a un billón). Es por demás de claro que el conflicto se libra entre Estados Unidos/OTAN y la Federación Rusa, siendo la ex república soviética la que pone el cuerpo. Para Washington, que en realidad representa básicamente los intereses de su poderoso complejo militar-industrial, cualquier conflicto es buen negocio, porque permite vender armas al por mayor. Si la guerra tenía como objetivo empantanar a Moscú, preparando con ello las condiciones para posteriormente ir sobre China (el verdadero gran rival de Estados Unidos), ello no se está cumpliendo a cabalidad. Moscú ha demostrado hasta el momento tener una enorme capacidad bélica, no pudiendo ser derrotada en el campo de batalla. Por el contrario, ha sido la OTAN la perdedora, pero poniendo los cuerpos el pueblo ucraniano. Aunque el plan de Washington no se ha cumplido exitosamente en lo militar, igualmente le está procurando enormes ganancias económicas. Las sanciones impuestas a Moscú, al contrario de lo previsto, no arruinaron la economía rusa. De hecho, Rusia hoy muestra una alta pujanza económica, ubicándose en el onceavo lugar a nivel mundial, dado su PBI, con enormes reservas monetarias. La que es también una gran perdedora en todo esto es la Unión Europea quien, forzada por Washington, ha tenido que renunciar a los energéticos rusos mucho más baratos, terminando por ser cliente obligado (rehén) del gas licuado provisto por Estados Unidos, mucho más caro. Si alguien ganó con todo esto fueron los capitales estadounidenses, que hicieron un triple negocio: 1) el complejo militar-industrial elevó sus ventas de armas en forma exponencial, 2) sus empresas gasíferas, productoras de gas natural licuado, el que comenzaron a vender a los países europeos a un precio mucho mayor que lo que ellos pagaban por el gas ruso, y 3) las empresas que se cobrarán las facturas de la reconstrucción de la destruida Ucrania, en muchos casos tomándolas en especie, como por ejemplo las compañías agroalimentarias (Cargill, Monsanto, Du Pont), quedándose con las enormes tierras fértiles del país eslavo (el “granero de Europa”, con 33 millones de hectáreas cultivables). Para los capitales estadounidenses el negocio es fabuloso, pues la reconstrucción de Ucrania estará a cargo de ellos; Europa participará en esto en calidad de socio menor. Contrario a ese lema que dice que “en la guerra no gana nadie”, es más que evidente que sí hay ganadores y, evidentemente, nunca es el pueblo de a pie, sino los grandes megacapitales que manejan buena parte del mundo, imponiendo sus políticas leoninas, siendo los que declaran cuándo comienzan y cuándo terminan esos conflictos. Si ahora, cuando en el campo de batalla la suerte ya está echada, comienza a perfilarse una salida política, es porque en Occidente ya existen perspectivas para negociar. Bruselas presiona para que ello se haga realidad, pues la situación europea comienza a ser altamente preocupante en lo económico, con su estancamiento ya cercano a crisis, con inflación en alza y mucha industria en situación de parálisis, dado el precio de los energéticos. En países centrales de la Unión Europea, como Alemania y Francia, ya se está técnicamente en recesión. La crisis comienza a golpear inclemente, repercutiendo en la calidad de vida de su población. Moscú no pensaba que el conflicto se prolongaría tanto. Apenas comenzado, buscó llegar a negociaciones para no extender la campaña militar. Lo que intentaba no era ocupar Ucrania sino poner un alto al avance de la OTAN; básicamente, impedir que Kiev terminara siendo una base de lanzamientos de misiles con capacidad atómica contra lo profundo del territorio ruso. Estados Unidos impidió esas negociaciones de paz, alentando al gobierno ucraniano a continuar la contienda, para lo que fue armándolo en forma creciente. El plan -según se fue sabiendo posteriormente, ya pergeñado en el 2019 y retrasado en su implementación por la pandemia- buscaba neutralizar a Rusia como principal aliado del gigante en crecimiento: China, intentando cortar de cuajo la posibilidad de una solidificación del proyecto de los BRICS. De todos modos, la jugada militar no salió como se había concebido, y la Federación Rusa mostró una fortaleza muy difícil, cuando no imposible, de doblegar. La gran preocupación para la Casa Blanca sigue siendo el avance chino. Es por ello que las provocaciones a partir de Taiwán no cesan. Nadie tiene claro cómo seguirá esto. Lo que sí es evidente que, de momento y tal como van las cosas, pese a todos los esfuerzos, el dólar comenzó su cuenta regresiva. Para el campo popular, para las grandes mayorías populares de todo el planeta, una nueva arquitectura global con poderes algo más equilibrados (el eje China-Rusia y el área de los BRICS+ como nuevo polo de poder ante la hegemonía de Washington) no augura automáticamente un mundo de mayores beneficios, de superación de las inequidades. Lo que está claro es que la supremacía estadounidense cada vez está más en entredicho por el avance chino. En estos momentos, la guerra es comercial, con aumento en los aranceles, trabas para el desarrollo de negocios, sanciones varias que intentan sofrenar el ímpetu imparable de la potencia asiática. Ese es el grito de guerra que formula Trump asumiendo la presidencia. Lo cierto es que China, para sorpresa y consternación de la industria de alta tecnología norteamericana, al verse presionada busca caminos alternativos, encontrando siempre nuevas soluciones. La ciencia china, en este momento de la historia, no parece tener parangón, y no hay impedimento que la detenga. Su presencia en cada vez más espacios de la realidad mundial la muestran como la gran potencia que continúa agigantándose. El nuevo mandatario de la Casa Blanca pondrá en su administración todo el empeño en recuperar el terreno perdido por Estados Unidos en la arena internacional, y ello piensa hacerlo bloqueando por todos los medios posibles el desarrollo chino. El crecimiento de los BRICS+, ahora ya fortalecidos con un mayor número de miembros y con claras propuestas anti-dólar, aupados por la conjunción Pekín-Moscú, está abriendo nuevos escenarios a escala global. Si la decadencia de Occidente intenta ser salvada, revertida o aminorada con más guerras, esto plantea serios límites: llegados a este punto del desarrollo técnico-militar, todas las partes involucradas saben que en enfrentamientos directos no puede haber ganadores, que solo podrá haber exterminio masivo. Las armas nucleares tienen carácter disuasorio; nadie en su sano juicio parece estar pensando en usarlas porque, de hacerlo, estaríamos ante el fin de la humanidad. No obstante saber eso y buscarse salidas políticas, la posibilidad de una escalada sin retorno no deja de ser una posibilidad real. Por eso aquello con lo que abríamos el análisis de un barril de pólvora listo para estallar. ¡Esperemos que nadie acerque un fósforo! El Medio Oriente continúa siendo probablemente la zona más caliente del globo, y tal como van las cosas, nada indica que eso dejará de ser así en lo inmediato. Las reservas de petróleo, hasta ahora manejadas por Estados Unidos a través de su perversa política de imposición de petrodólares para su comercialización, siguen siendo vitales para la humanidad. Seguimos -y por ahora seguiremos- viviendo en la civilización del petróleo, hasta que eso cambie sustancialmente yendo hacia nuevas fuentes energéticas, proceso ya en curso, pero que aún tomará varias décadas para cumplirse a cabalidad. De todos modos, de continuar utilizándose el petróleo sin límites, la sobrevivencia de toda forma de vida sobre el planeta está en serias dudas: el calentamiento global no se detiene (se habla ya de “ebullición” global), y la catástrofe medioambiental cada vez nos pasa más facturas. La búsqueda de energías alternativas, menos contaminantes, abre nuevos y de momento impensables escenarios. Lo que queda claro es que, mientras exista oro negro, la humanidad seguirá empeñada en su utilización. ¿Eso nos lleva al autoexterminio? Las alarmas ya están encendidas. En ese Medio Oriente no es ninguna novedad que el estado de Israel recibe una gran ayuda estadounidense en lo militar: 4.000 millones de dólares al año (el 17% de la ayuda externa mundial entregada por Washington). Por complejos anudamientos de intereses, el lobby judío de la superpotencia -con gran poder de influencia- consiguió que tanto la administración federal como importantes sectores de la iniciativa privada, destinen ingentes recursos al país medio-oriental. La inversión no es gratuita. Israel, más allá de sectores pacifistas de los que también hay y que adversan acremente su posición de policía, como Estado nacional cumple a la perfección su mandato, no muy oculto por cierto, de defender intereses extrarregionales: es el gendarme armado hasta los dientes que la geoestrategia estadounidense destina a la región, incluso con armamento nuclear, oficialmente no declarado, pero de hecho existente (hasta 90 armas atómicas).Por parte del gobierno de Tel Aviv, hoy encabezado por el genocida sanguinario de Benjamín Netanyahu, se trata de una “heroica” lucha por defenderse de “fanáticos fundamentalistas anti judíos”. En pocas palabras, para mostrar la otra cara del asunto: el Estado de Israel juega un papel de avanzada de los intereses geoestratégicos de Washington en la región de Medio Oriente, y secundariamente de potencias capitalistas europeas, allí donde se encuentran enormes reservas petroleras, a la vez que posibilita un flujo constante del negocio de armamentos, siendo un eje central para dominar una región clave del mundo en términos geopolíticos. Más que nunca ahora, ante el avance de China y Rusia y la entrada en escena del proyecto de los BRICS+, que busca la desdolarización del mundo, arrastrando con ello el declive de la hegemonía estadounidense. El permanente genocidio del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania evidencia que Washington no busca de ningún modo la paz, sino que promueve y justifica la guerra. El aniquilamiento de grupos guerrilleros (denominados “terroristas”) es la supuesta razón de las actuales acciones del Estado de Israel, con lo que el Medio Oriente completo arde, y se consuma el mensaje de la Casa Blanca: “¡aléjense de los BRICS!” La paz recientemente firmada entre Tel Aviv y el grupo Hamas es precaria, pudiendo romperse en cualquier momento una vez más -como ha sucedido ya tantas veces- por algún incumplimiento de Israel, con lo que los conflictos podrán continuar. La isla de Taiwán es considerada por China como una provincia más de su territorio, ahora en estado de “rebeldía”. Para el Partido Comunista Chino, que maneja al gigante asiático, esa isla es parte natural de su geografía -como lo son los territorios de Hong Kong y Macao-, pero la geopolítica desplegada por Washington le da alas a ese pretendido “país” independiente, buscando con ello el entorpecimiento del desarrollo del socialismo chino. Entre las hipótesis de conflicto manejadas por el Pentágono, Pekín aparece como el verdadero gran demonio a enfrentar (Rusia es secundario). Por lo pronto, la Alianza Atlántica de alcance extendido se va hasta otro lado del mundo, y se está preparando para una posible guerra en el Pacífico, más exactamente en el Mar de China. En ese orden, se ha establecido una alianza militar para la región, lista para enfrentarse al gigante asiático, un émulo de la OTAN: el AUKUS (acrónimo, en inglés, de los países que la componen: Australia, Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos) y que cuenta con otros aliados adjuntos: Canadá, Japón y Corea del Sur. Para muchos analistas políticos y militares no será la situación de Ucrania sino la explosiva región del Asia el punto de inicio de la posible -¿o inevitable?- Tercera Guerra Mundial. Existe un interés económico geoestratégico de fondo, aparte de la proclamada soberanía de Taiwán en disputa (en realidad, esa “soberanía” no le importa en absoluto a la clase dirigente estadounidense, así como no le importa en absoluto la soberanía de Ucrania). La “libertad y la democracia” preconizada por la Casa Blanca versus la “dictadura y el autoritarismo antidemocrático” de China sobre esta isla, son solo la verborragia mediática que esconde otra cosa: Taiwán es el mayor productor mundial de microchips de alta sofisticación. Estos elementos cada vez son más vitales para las industrias de avanzada; por tanto, quien domine el mercado de los semiconductores, se asegura y consolida una gran parte de la hegemonía económica global. Estados Unidos, con o sin Trump, hará lo imposible por impedir el avance de China, y Taiwán aparece como una pieza clave en ese escenario. Es muy probable que en ningún centro tomador de decisiones a nivel global exista un proyecto concreto de guerra nuclear total -aunque esa posibilidad no puede ser descartada en forma tajante-. Por eso es más factible que nos estemos dirigiendo hacia el fin del conflicto ucraniano, con negociaciones que no necesariamente favorecerán a los pueblos. No se ve algo similar en Medio Oriente, y mucho menos en el sudeste asiático; en ambos sitios las cosas se siguen manejando al rojo vivo, con consecuencias a mediano y largo plazo que son imprevisibles. La geoestrategia de Estados Unidos consiste hoy en detener el avance chino; pero si para ello es necesario llegar a una guerra masiva donde todas partes pierdan, muy probablemente deberá aceptar, incluso a su pesar, que ya no es el hegemón único, y deberá abrirse a un mundo más multipolar. Eso es lo que marcaría la sensatez, la racionalidad. Es de esperarse que se camine por esa senda. De todos modos, las primeras declaraciones del nuevo presidente de Washington no auguran exactamente eso, con sus proyectos de recuperación del canal de Panamá, la anexión de Groenlandia, aranceles fabulosos contra productos mexicanos y canadienses, y un talante supremacista que no está claro hacia dónde marcha, que muestra en todo caso una cara neonazi, con medidas de ultraderecha radical (deportaciones masivas de inmigrantes, ataque a los grupos de diversidad sexual, repudio de la idea de cambio climático, conservadurismo llevado a sus extremos). El complejo militar-industrial del país, al igual que el sector de tecnologías de vanguardia (Silicon Valley) y Wall Street, continúan marcando el paso. Trump, con su particular estilo matón y prepotente, revanchista incluso -pero sin estar peleado con las élites-, representa esos intereses. La historia, sin dudas, no está terminada, porque el declive de la potencia americana no se ha detenido, ni tampoco el auge de la potencia china. La dinámica de la sociedad global sigue vigente, como siempre -muchas veces sorprendiéndonos por los caminos que adopta- con la lucha de clases al rojo vivo dinamizando el movimiento social. Contrariando lo dicho por Francis Fukuyama como triunfal grito de guerra cuando caía el Muro de Berlín, es más que evidente que la historia no ha terminado, y nadie sabe exactamente cómo seguirá. El horizonte del socialismo, preámbulo de una sociedad sin clases (el comunismo), aunque de momento no está en franco avance, tampoco ha desaparecido como posibilidad. La historia dirá cómo se sigue escribiendo esta compleja dinámica de la humanidad, si 1) entramos en una lógica racional que permita la continuidad de la vida -sin ebullición global dada por la catástrofe ecológica y sin guerra termonuclear como Armagedón terminal-, construyéndose una geopolítica multipolar, 2) si el capitalismo conducirá a que una élite super privilegiada marche fuera del planeta Tierra dejando aquí un mundo cada vez más inhabitable y conflictivo donde quedarán mayorías en crisis sobreviviendo en condiciones crecientemente difíciles, o 3) nos conduciremos hacia la “patria de la humanidad”, como viene pidiendo la Marcha Internacional Comunista, hacia una sociedad sin clases sociales. Lo que sí resulta inexorable es que esa historia nos arropa, nos envuelve totalmente y, queramos o no, somos parte inseparable de ella, por lo que no podemos dejar de tomar partido por alguna de las opciones abiertas. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Desacople doloroso": industria alemana se arriesga a una "situación perdedora" si rompe con China

Sputnik Mundo, "Desacople doloroso": industria alemana se arriesga a una "situación perdedora" si rompe con China Las principales empresas alemanas tendrían que afrontar las consecuencias dolorosas de una posible 'desconexión' en términos de las relaciones económicas con China, escribe el analista económico Richard Milne para el periódico 'Financial Times'. La razón es que el mercado chino ha sido la principal fuente de beneficios de las compañías, detalla. El potencial de la enorme población china y su creciente clase media ha atraído a fabricantes de automóviles y empresas industriales alemanas (desde Volkswagen y BMW hasta BASF y Mercedes-Benz) a ampliar su producción en el país, aumentando sus exportaciones al mismo entre 2015 y 2020, señala el medio. Con el paso de los años, sin embargo, los fabricantes chinos —cuyos "automóviles baratos y toscos" eran antes ironizados en Occidente— se han vuelto más competitivos y han empezado a desplazar a los productos alemanes tanto de su mercado nacional como a rivalizar con ellos en los extranjeros, y en particular han superado a sus homólogos alemanes en el desarrollo de vehículos eléctricos (VE). Por ejemplo, la cuota de mercado de los fabricantes alemanes de vehículos eléctricos en China en 2024 fue de apenas el 4%, inferior a la de cualquier otro país, según la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA, por sus siglas en alemán). "Esto importa, ya que las ventas de VE en China son más del doble que en Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y Corea del Sur juntos", destaca el medio, señalando la escala y el potencial del mercado de consumo chino. Ante la pérdida de competencia, varios políticos y representantes de la industria alemana abogan por medidas radicales, como restringir seriamente las inversiones en el mercado chino, insistiendo en que invertir en China supone un "gran riesgo" para las empresas. Por otra parte, prosigue el diario, Alemania está sometida a la presión política de EEUU, lo que obliga a los fabricantes del país europeo a elegir entre Washington y Pekín, y la decisión sobre los lazos con el último "puede no estar totalmente en sus manos". "Más pérdidas que beneficios": industria automotriz alemana insta evitar guerra comercial con China Sin embargo, una posible desconexión con el mercado chino amenaza con agravar aún más la ya profunda crisis que atraviesan los gigantes automovilísticos alemanes, manifestada en caídas e incluso en cierres de producción y despidos de trabajadores, por lo que "el desacople podría ser doloroso", vaticina el artículo. "China sigue representando entre una cuarta parte y casi la mitad de las exportaciones de Volkswagen, BMW y Mercedes, lo que sugiere que podría haber más sufrimientos", apunta al respecto. De acuerdo con el periódico, Berlín ya ha "experimentado de primera mano" el peligro de cortar los lazos económicos con sus socios comerciales duraderos, en referencia a las nefastas consecuencias para la industria alemana, que se basaba en el gas y el petróleo de bajo costo procedentes de Rusia, tras negarse a importar estos recursos debido a las sanciones antirrusas. En este sentido, concluye el autor, los fabricantes alemanes podrían encontrarse en una "situación de perder-perder" hasta el punto de "ser expulsados del mercado de China y/o desplazados por competidores chinos en su propio país".

miércoles, 29 de enero de 2025

retirada de Trump de la OMS: un golpe bajo a la salud mundial

La retirada de Trump de la OMS: un golpe bajo a la salud mundial Por Varios autores | 29/01/2025 | Economía Fuentes: El diario [Imagen: el presidente de EEUU, Donald Trump, muestra una de las órdenes ejecutivas firmadas tras su posesión. Yuri Gripas/EFE/EPA/POOL] Las consecuencias que esta medida van a tener en la política sanitaria mundial y en la propia salud pública en los EEUU son devastadoras. Estamos hablando de que el accionista principal de la OMS se sale de la noche a la mañana y retira su apoyo político, su contribución técnica y su aportación económica La Orden Ejecutiva que decreta la separación de Los Estados Unidos de América (EEUU) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), firmada por Donald Trump en el primer día de su segundo mandato presidencial, es un artero golpe a los esfuerzos internacionales en materia de salud y una acción claramente dirigida a minar la gobernanza sanitaria mundial. Esta decisión no afecta únicamente a los ciudadanos y residentes de ese país, sino que tiene repercusiones de alcance mundial que nos tocan a todos y minan los esfuerzos coordinados de los 194 Estados Miembros que forman parte de esta agencia especializada en salud del Sistema de las Naciones Unidas creada en 1948 en cuya Constitución se le otorgó la atribución de fungir como Autoridad Sanitaria Internacional. Esta es solo una de las decenas de Órdenes Ejecutivas firmadas por Trump unas pocas horas después de haber asumido la presidencia de su país en las que desmonta por completo lo que la administración de Biden había construido, pone de cabeza el orden nacional e internacional y da los primeros pasos definitorios del nuevo imperialismo oscurantista y conspiranoico que caracterizará el próximo cuatrienio durante el que dirigirá autocráticamente los destinos económicos y políticos de los EEUU. Bastan los ejemplos de las disposiciones para salir del Acuerdo de París y revertir los compromisos sobre cambio climático, decretar la emergencia nacional en la frontera con México y movilizar al ejército a fin de endurecer las medidas anti migratorias, autorizar la perforación indiscriminada con el fin de extraer más petróleo y más gas sin importar el efecto ambiental que ello supone, orquestar acciones encaminadas a deportar a millones de migrantes en situación irregular incluyendo redadas anti migrantes en escuelas e iglesias, e indultar masivamente a quienes hace cuatro años invadieron el Capitolio e intentaron perpetrar un golpe de Estado para impedir la llegada de Biden, el presidente electo, al poder. Al abandonar la OMS y retirar su contribución técnica y financiera los EEUU estarán dando la espalda a una construcción de 77 años de cooperación sanitaria entre países que busca, entre otras cosas, garantizar una seguridad sanitaria mundial que nos proteja colectivamente de amenazas y riesgos para la salud. La pandemia de la Covid nos ha mostrado que ningún país es una isla sanitaria. Se automarginarán de uno de los pocos instrumentos jurídicos vinculantes como es el caso del Reglamento Sanitario Internacional y también del nuevo Tratado Pandémico Internacional que viene negociándose desde entonces. Esta medida miope y dañina es, de alguna manera, la crónica de una retirada anunciada. Trump ya lo intentó al final de su primer mandato en una clara maniobra destinada a ocultar el fracaso de su estrategia de lucha contra la pandemia de la Covid, pero no le alcanzó el tiempo para materializarlo, pues el Congreso aprobó hace más de siete décadas que para abandonar la OMS se debía notificar la decisión con doce meses de antelación. Por supuesto, la administración Biden revirtió la decisión en cuanto asumió el poder. Sin embargo, de una manera obsesiva y falaz, Trump y sus secuaces no han esperado ni veinticuatro horas para tomarla de nuevo, inspirados por el más oscuro negacionismo y dejando un escenario de gobernanza sanitaria internacional totalmente quebrado en el que EEUU irá a su aire y el resto del mundo seguirá otros derroteros. Además, esta medida no solo es un ataque a la OMS sino la primera muestra de la preocupante aversión de la administración Trump hacia el multilateralismo, su oposición a la cooperación internacional y al mismo sistema de las Naciones Unidas que los propios EEUU contribuyeron a crear hace 80 años. No resultaría sorprendente ver en los próximos meses que este tipo de acciones se extienden a los esfuerzos de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos, protección de los refugiados, mitigación del cambio climático, perspectiva de género, derechos sexuales y reproductivos e incluso paz y seguridad. Implica un retorno a la ‘fuerza bruta’, a la prepotencia, a una visión egoísta del mundo y a un delirante “destino manifiesto” en pleno siglo XXI. En gran medida, es una nueva Edad Media, como diría Umberto Eco. Pero además en materia sanitaria, esto va aunado a posiciones antivacunas, a políticas cercenadoras de los derechos en materia de salud sexual y reproductiva, insolidarias, y seriamente amenazantes para la salud pública doméstica e internacional, tal como lo revela la nominación de Robert Kennedy Jr. para dirigir el Departamento de Salud de los EEUU. Una nominación que ha concitado un amplio rechazo en la comunidad científica y académica del país. Las consecuencias que esta medida va a tener en la política sanitaria mundial y en la propia salud pública en los EEUU son devastadoras. Estamos hablando de que el accionista principal de la OMS se sale de la noche a la mañana y retira su apoyo político, su contribución técnica y su aportación económica. Esto supone que la OMS tendrá que enfrentarse dentro de doce meses a la perdida de casi un treinta por ciento de sus recursos y se verá obligada a recortar programas y personal que resultan esenciales para la acción sanitaria mundial y para la vida de millones de personas. Los recursos que EEUU aporta a la OMS son tanto su cuota obligatoria que aporta, como todos los Estados Miembros, en función de una escala que ha fijado a tal efecto la Asamblea General de las Naciones Unidas, como las contribuciones voluntarias para llevar a cabo distintos programas y que son cuantiosas. En total, suponen unos mil trescientos millones de dólares de ingresos en los presupuestos bienales de la OMS. No debemos olvidar que el estancamiento durante años en las aportaciones o cuotas obligatorias de los Estados Miembros ha hecho que la OMS dependa en un ochenta por ciento de las contribuciones voluntarias, como las que viene recibiendo de los EEUU para su funcionamiento y operaciones. Muchos proyectos y actividades de la OMS deberán ser recortados ante un déficit de ingresos de esa magnitud. Esto supondrá el debilitamiento de las acciones de preparación, alerta y respuesta ante futuras pandemias, el deterioro de la actividad normativa y de establecimiento de estándares sanitarios, la reducción en las operaciones dirigidas a alcanzar los objetivos sanitarios de desarrollo sostenible de la agenda 2030 y el rezago en las acciones destinadas a garantizar una cobertura universal de salud. Se verá afectada la capacidad de reforzar los programas de vacunación, de reducción de la mortalidad infantil y la mortalidad materna, de combate al VIH, a la Tuberculosis y a la Malaria, de lucha contra las enfermedades desatendidas, de prevención y control de enfermedades no transmisibles, de fomento de la salud mental y la salud sexual y reproductiva, entre otros. Y se limitará seriamente la capacidad de la OMS para dar respuesta a emergencias sanitarias y para la acción humanitaria en materia de salud. Si se llegase a producir una nueva pandemia tendríamos un serio problema de incoordinación mundial. EEUU irá por su lado, a su aire, y el resto del mundo buscaría concertar medidas que permitan mitigar su impacto. Este hiato sanitario se produciría cuando más necesaria sería la cooperación internacional en esta materia para identificar riesgos sanitarios y nuevos agentes infecciosos, para coordinar esfuerzos de preparación pandémica, para poner a punto la capacidad de alerta y respuesta, para el desarrollo de vacunas y para la acción conjunta y coordinada que permita mitigar y superar esa emergencia sanitaria. Por desgracia será muy difícil revertir esta Orden Ejecutiva de la Administración Trump porque la dinámica de la política interna en los EEUU no permite visualizar una oposición legislativa eficaz ni una conciencia ciudadana al respecto. Tampoco parece haber espacio para que la presión internacional fuerce al gobierno de los EEUU a dar marcha atrás. Solo resta confiar en que los demás Estados Miembros de la OMS den un paso adelante en la defensa de la organización, no solo con declaraciones sino con hechos; es decir, incrementando sus aportaciones para paliar, en todo o al menos en parte, el daño causado. Lo cual no será fácil ni ocurrirá de un momento a otro, pero es el único camino posible para mitigar los impactos de un golpe tan bajo a la salud mundial. En este sentido es encomiable el anuncio que ha hecho la ministra de Sanidad de que España hará una aportación extraordinaria a la OMS de 60 millones de euros. Ojalá que este ejemplo sea seguido por otros países de la Unión Europea y hagan un esfuerzo económico que permita incrementar su actual aportación de fondos a la OMS a fin de minimizar el impacto de la decisión de Trump de retirarse del organismo. Además, en el ámbito diplomático, sería deseable que las autoridades europeas no desfallezcan en sus intentos de convencer a la administración Trump para que rectifique la pésima decisión que ha tomado. Autores: Daniel López-Acuña. @lopezacunad Alberto Infante Campos. @alberto27066815 José Martínez Olmos. @PmOlmos Fuente: https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/retirada-oms-golpe-trump-salud-mundial_129_11994907.html

martes, 28 de enero de 2025

Samper llama a unión regional ante la política de Trump

"Nunca habíamos estado tan desintegrados": Samper llama a unión regional ante la política de Trump Sputnik Mundo, 28.01.2025 Exclusiva La crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos refleja la necesidad de los países de América Latina de formar un frente común para abordar temas como la migración, fortalecer la integración regional y acercarse a economías del sur global como las de los BRICS, consideró en entrevista con Sputnik el expresidente colombiano Ernesto Samper. La reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos refleja la necesidad de los países de América Latina de formar un frente común para abordar temas como la migración, fortalecer la integración regional y acercarse a economías del sur global como las de los BRICS, consideró en entrevista exclusiva con Sputnik el expresidente colombiano Ernesto Samper. "Hay por lo menos ocho o 10 mecanismos subregionales de integración que podrían en la CELAC encontrar un punto de convergencia para definir una posición común frente a la política del señor Trump", afirmó el también expresidente de la Unasur respecto a la crisis diplomática entre Washington y Bogotá. "Nunca habíamos estado tan desintegrados" Para el doctor en economía y derecho, los países latinoamericanos podrían presentar en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada de manera urgente para este 30 de enero por la presidenta hondureña Xiomara Castro, un posicionamiento común en temas como las migraciones, la lucha contra las drogas, la defensa de la soberanía territorial bajo amenaza, el caso del Canal de Panamá y la defensa de la colaboración de China en América Latina. "Todos esos son temas que deberían formar parte de una especie de respuesta de América Latina a las tesis que hoy día forman parte de la nueva 'Doctrina Trump'", sostuvo. Esta política del nuevo Gobierno en Washington, dijo Samper, nos devuelve 50 años atrás a tiempos de la operación Cóndor, cuando la intención de los Estados Unidos era desestabilizar los países que eran considerados como enemigos y como muestra, ejemplifica, está la alianza del país norteamericano con las dictaduras militares del sur y el asesinato del expresidente chileno Salvador Allende, en septiembre de 1973. "Nunca había sido tan importante la integración como ahora en América Latina y nunca habíamos estado tan desintegrados como estamos en este momento", dijo el también coordinador del Grupo de Puebla, que aglutina a dirigentes progresistas de América Latina. Brasil, clave en acercamiento a los BRICS En este sentido, el exmandatario consideró que, a pesar de que no está de acuerdo con una diplomacia ideológica como la que ha adoptado el mandatario republicano, sí es necesario un acercamiento a países del sur global, como los BRICS. "Sí es inevitable que si esta es la posición del señor Trump, pues va a ser necesaria una alianza del progresismo para contrarrestar esa nueva influencia, ese nuevo estilo de relaciones internacionales y en esa formación ideológica pues la primera palabra la tendrá el sur. Somos países del sur, especialmente de Sudamérica", consideró Samper. De acuerdo con Samper, Brasil podría liderar un acercamiento de toda la región con los BRICS, con los países no alineados o con los países que están identificados con las coordenadas del sur. "De todas maneras, la región tiene que estar preparada o para un alineamiento regional en la CELAC o una segunda alternativa que sería una alianza ideológica", ahondó. Hacia una nueva arquitectura financiera Para el exmandatario, el regreso de Trump a la Casa Blanca representa una oportunidad para avanzar en el fortalecimiento de una nueva arquitectura financiera que reduzca la dependencia del dólar y de Estados Unidos, así como para acercarse hacia una moneda —e incluso de criptomonedas— de la región. "Pero está claro que mientras que Estados Unidos persista en utilizar el dólar y las transacciones en dólares como un arma política para aislar los países, para ponerlos contra la pared, como hoy día pretende hacer en Cuba o Rusia, va a ser muy difícil", advirtió. Para Samper, avanzar en la desdolarización es una forma de ir hacia otra globalización en la cual no haya una única moneda, un único patrón y un único país, sino que puedan haber otros factores de poder que se expresen regionalmente. Sobre la crisis diplomática que estalló el 26 de enero luego de la negativa del presidente Gustavo Petro de recibir dos aviones militares con migrantes colombianos esposados de pies y manos, entre ellos mujeres embarazadas y menores de edad, Samper Pizano dijo que es el presidente estadounidense el que viola la ley, no los deportados. "Él está pasando por encima de las leyes que tanto en los Estados Unidos o las convenciones internacionales sobre protección de los asilados y de los refugiados obligan a los a darle un tratamiento justo, digno y adecuado a las personas extranjeras que vivan en sus respectivos países", afirmó.

política de EEUU hacia los países latinoamericanos podría provocar "una verdadera guerra"

La política de EEUU hacia los países latinoamericanos podría provocar "una verdadera guerra" ayer Sputnik Mundo, 27.01.2025 Los países latinoamericanos podrían verse envueltos en una guerra debido a la agresiva política de Washington, escribió en la red social X el analista militar y exoficial de inteligencia estadounidense, Scott Ritter. Comentó así las restricciones impuestas por Estados Unidos a Colombia por negarse a aceptar aviones con migrantes deportados. "Estarán en una verdadera guerra que unirá a Colombia, Venezuela, Panamá, Cuba y México contra EEUU. Y el Comando Sur [del Ejército estadounidense] no podrá manejarlo", expresó. En sus palabras, Washington carece seriamente de recursos militares para hacer valer por la fuerza sus pretensiones contra otros países. Estados Unidos impuso sanciones y aranceles del 25% a todos los productos colombianos el 26 de enero por la negativa de Bogotá a aceptar aviones con inmigrantes deportados. El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió de que esto es "solo el principio", indicando que Washington no permitirá que Bogotá viole sus obligaciones de recibir a sus ciudadanos deportados. Sin embargo, un poco más tarde, la Casa Blanca anunció que Estados Unidos canceló la serie de medidas de represalia tomadas contra Colombia, afirmando que los dos países llegaron a un acuerdo sobre la cuestión de los vuelos de deportación. Según la Casa Blanca, los dos Estados acordaron que Bogotá aceptaría a sus migrantes sin restricciones, incluida la posibilidad de deportarlos a bordo de aviones militares. En este contexto, los congresistas estadounidenses están listos para imponer sanciones contra los países reacios a cooperar con Washington frente al problema de la migración ilegal, advirtió el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. América Latina se ha convertido ya en una de las regiones clave para la política exterior de Trump. El presidente estadounidense ha prometido dejar de importar petróleo venezolano, ha anunciado su intención de hacerse con el control del canal de Panamá, ha emitido un decreto por el que renombra el golfo de México como golfo de América y ha vuelto a incluir a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

Papa advierte el "daño cerebral " de las redes."

RT Publico en la red de mensajeria esta reacción del papa Francisco: telegram📱🧠 El papa Francisco advierte de la "podredumbre cerebral" por las redes sociales y dice cómo "curarlo" El pontífice se mostró preocupado por la "podredumbre cerebral" causada por la adicción al continuo 'scrolling' en las redes sociales". Afirmó que los jóvenes deben aprender a ser conscientes de la información que reciben. Según Francisco, "la cura para esta enfermedad" radica en la educación, especialmente de los jóvenes. Asimismo, sugirió que se necesita "alfabetización mediática", cultivar el pensamiento crítico, el crecimiento personal y "la participación activa de todos en el futuro de sus comunidades". 🟩 Suscríbanse - RT en Español | X | Vk | BlueSky | YouTube

lunes, 27 de enero de 2025

Hizbulá rechaza la extensión de la tregua y exige la salida de las tropas israelíes del Líbano

- Sputnik Mundo Hizbulá rechaza la extensión de la tregua y exige la salida de las tropas israelíes del Líbano El secretario general del movimiento chií libanés Hizbulá, Naim Qasem, rechazó este 27 de enero la extensión de la tregua con Israel, confirmada por el Gobierno del Líbano, y exigió la salida de las tropas del país hebreo de todos los territorios ocupados en el sur del país. "No aceptamos la prórroga del plazo de retirada israelí ni siquiera por un día. Israel tiene que retirarse tras cumplirse los 60 días" , dijo Qasem en declaraciones televisadas por la cadena libanesa Al Manar. La noche del 26 de enero, la Casa Blanca anunció que el acuerdo entre el Líbano e Israel —que entró en vigor el 27 de noviembre con la intermediación de Washington y Francia— se prolongará hasta el 18 de febrero de 2025. El trato estipulaba que las fuerzas israelíes debían retirarse del sur del Líbano cuando las armas y los combatientes de Hizbulá fueran retirados de la zona y el Ejército libanés fuera desplegado, en un período de 60 días, que concluyó el 26 de enero. Horas antes, el Ejército israelí asesinó a tiros a al menos 22 libaneses e hirió a 124 más, según cifras del Ministerio de Salud libanés, mientras intentaban regresar a sus hogares en el sur del país. Dos días atrás, Tel Aviv anunció que pretende mantener sus tropas en el sur de Líbano más allá de la fecha límite estipulada en el alto el fuego negociado por Estados Unidos que detuvo la guerra del año pasado con Hizbulá, la milicia chií que cuenta con el respaldo e Irán. El líder de Hizbulá sentenció que la vulneración de la tregua por parte de Israel confirma que el Líbano necesita a la resistencia y aseguró que "la trilogía del pueblo, el Ejército y la resistencia [libanesa] es lo que puso fin a que 'Israel' llegara a Beirut". En ese sentido, aseveró que "la continuación de la ocupación es una agresión a la soberanía y todos son responsables de hacerle frente, desde el gobierno hasta el pueblo, la resistencia, los partidos y todas las sectas". Además, Qasem responsabilizó a la ONU y a Estados Unidos de "cualquier repercusión derivada del retraso de retirada israelí, que en la jornada de ayer (26 de enero) que dejó 24 muertos y 124 heridos entre las personas que trataban de regresar a sus poblaciones ocupadas en el sur del Líbano". Asimismo, aseveró que el país hebreo "ha quedado como un criminal de guerra" por sus acciones en el país de Oriente Medio entre septiembre y diciembre del año pasado, cuando Israel asesinó a más de 4.000 personas e hirió a 16.638 más.

domingo, 26 de enero de 2025

Cómo los medios estadounidenses ocultan la verdad sobre la guerra de Gaza

Recomiendo: Cómo los medios estadounidenses ocultan la verdad sobre la guerra de Gaza Por Norman Solomon | 25/01/2025 | Mentiras y medios Fuentes: Rebelión. Foto: Un lector sostiene una copia de un periódico satírico, "Los crímenes de guerra de Nueva York", que se burla de la cobertura sesgada de The New York Times sobre el genocidio de Gaza, el 14 de marzo de 2024 en la ciudad de Nueva York. (Foto: Nicki Kattoura/X) Traducido del inglés por Marwan Pérez para Rebelión A pesar de la cobertura excepcional a la guerra de Gaza, lo más importante –lo que se siente al ser aterrorizado, masacrado, mutilado y traumatizado– ha permanecido casi totalmente invisible. Unos días antes de que terminara 2024, la revista independiente +972 informó de que “las fuerzas del ejército israelí irrumpieron en el recinto del Hospital Kamal Adwan en Beit Lahiya, culminando un asedio de casi una semana al último hospital en funcionamiento en el norte de Gaza”. Mientras el fuego se propagaba por el hospital, su personal emitió un comunicado en el que decía que “los departamentos quirúrgicos, el laboratorio, el mantenimiento y las unidades de urgencias han quedado completamente quemados” y que los pacientes “corrían el riesgo de morir en cualquier momento”. La revista explicó que “el asalto a las instalaciones médicas en Beit Lahiya es la última escalada en la brutal campaña de limpieza étnica de Israel en el norte de Gaza, que durante los últimos tres meses desplazó por la fuerza a la gran mayoría de los palestinos que viven en el área”. El periodismo de +972, en marcado contraste con la cobertura dominante de la guerra de Gaza por parte de los medios estadounidenses, ha brindado claridad sobre los eventos en tiempo real, situándolos en un contexto general en lugar de fragmentos episódicos. +972 Magazine es el trabajo de periodistas palestinos e israelíes que describen sus valores fundamentales como “un compromiso con la equidad, la justicia y la libertad de información”, lo que necesariamente significa “un periodismo preciso y justo que destaque a las personas y comunidades que trabajan para oponerse a la ocupación y el apartheid”. Pero los valores operativos de los principales medios de comunicación estadounidenses han sido muy diferentes. Algunos aspectos clave de cómo el establishment estadounidense ha narrado la “guerra contra el terrorismo” durante más de dos décadas fueron habituales en los medios y la política estadounidenses desde el comienzo de la guerra de Gaza en octubre de 2023. Por ejemplo: El discurso rutinario evitó las voces que condenaban al gobierno de Estados Unidos por su papel en la masacre de civiles. El aliado de Estados Unidos generalmente elude la responsabilidad por sus atrocidades de alta tecnología cometidas desde el aire. Las muertes de civiles en Gaza fueron presentadas habitualmente como no intencionadas. Las afirmaciones de que Israel pretendía minimizar las bajas civiles normalmente se tomaron al pie de la letra. La cobertura mediática y la retórica política se abstuvieron de reconocer que las acciones de Israel podrían encajar en categorías como “asesinato en masa” o “terrorismo”. En general, los medios de comunicación y los funcionarios del gobierno de Estados Unidos transmitieron la idea de que las vidas israelíes realmente importaban mucho más que las vidas palestinas. Los medios estadounidenses han prestado una enorme atención a la guerra de Gaza, pero si han comunicado la realidad humana de manera apropiada es otra cuestión. La creencia o la noción inconsciente de que los medios de comunicación transmitían las realidades de la guerra terminó oscureciendo aún más esas realidades. Y las limitaciones inherentes del periodismo se agravaron por los sesgos de los medios. Durante los primeros cinco meses de la guerra, el New York Times , el Wall Street Journal y el Washington Post aplicaron la palabra “brutal” o sus variantes con mucha más frecuencia a los palestinos (77 %) que a los israelíes (23 %). Los resultados de un estudio de Fairness and Accuracy In Reporting (FAIR) señalaron este desequilibrio “a pesar de que la violencia israelí fue responsable de más de 20 veces de las pérdidas de vidas”. Los artículos de prensa y de opinión seguían la misma línea; “la palabra ‘brutal’ fue más utilizada para caracterizar a los palestinos que a los israelíes». A pesar de la cobertura excepcional que se ha dado en ocasiones, lo más importante de la guerra en Gaza –lo que se siente al ser aterrorizado, masacrado, mutilado y traumatizado– permaneció casi totalmente invisible. Poco a poco, los relatos superficiales que llegaban al público estadounidense empezaron a parecer repetitivos y normales. A medida que las cifras de muertos seguían aumentando y pasaban los meses, la guerra de Gaza fue perdiendo protagonismo como tema de las noticias, mientras que la mayoría de los programas de entrevistas rara vez la abordaban. Al igual que en el caso de la matanza mediante bombardeos, la alianza entre Israel y Estados Unidos trató la hambruna, deshidratación y enfermedades letales como un problema de relaciones públicas. En el camino, los pronunciamientos oficiales –y las políticas que intentaron justificar– se basaron profundamente en la premisa tácita de que algunas vidas realmente importan y otras no. El enfoque propagandístico se prefiguró para el 8 de octubre de 2023, cuando Israel estaba en estado de shock por las atrocidades que Hamas cometidas el día anterior. “Este es el 11 de septiembre de Israel”, dijo el embajador israelí ante las Naciones Unidas a los periodistas en Nueva York, y repitió: “Este es el 11 de septiembre de Israel”. Mientras tanto, en una entrevista con PBS News Weekend, el embajador de Israel en Estados Unidos declaró: “Este es, como alguien dijo, nuestro 11 de septiembre”. Lo siniestro de proclamar el “11 de septiembre de Israel” fue lo que ocurrió después. Bajo un manto de victimización, Estados Unidos utilizó la horrible tragedia como excusa para matar, para la autoprotección y, por supuesto, la “guerra contra el terrorismo”. Mientras Israel continuaba su guerra contra Gaza, las explicaciones a menudo eran una repetición de las razones que dio el gobierno estadounidense para la “guerra contra el terrorismo” después del 11 de septiembre: autorizar futuros crímenes contra la humanidad cuando fuera necesario a la luz de ciertos acontecimientos anteriores. El eco se sintió en el aire a finales de 2001, cuando el líder del Pentágono, Donald Rumsfeld, afirmó que “la responsabilidad de cada una de las víctimas de esta guerra, ya sean afganos inocentes o estadounidenses inocentes, recae sobre Al Qaeda y los talibanes”. Después de cinco semanas de masacrar al pueblo palestino, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que “cualquier pérdida de civiles es una tragedia” y rápidamente agregó que “la culpa debe recaer directamente sobre Hamás”. Las licencias para matar se justificaban por sí solas y sin fecha de caducidad. Fuente: https://original.antiwar.com/solomon/2025/01/21/how-us-media-hide-truths-about-the-gaza-war/ Este artículo es una adaptación del epílogo de la edición de bolsillo del último libro de Norman Solomon, War Made Invisible: How America Hides the Human Toll of Its Military Machine (The New Press). Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, 25 de enero de 2025

Auschwitz, 80 años

Recomiendo: Auschwitz, 80 años Por Miguel Ángel Moya | 25/01/2025 | Opinión Fuentes: Rebelión «El fascismo es un cáncer que prolifera rápidamente, y su regreso nos amenaza: ¿es mucho pedir que nos opongamos a él desde el principio?», Primo Levi (1919-1987): Entre los griegos existía la creencia de que los dioses les provocaban ceguera a aquellos cuya perdición buscaban. Así por ejemplo, la introducción del caballo de madera en la ciudad de Troya cuando esta fue asediada por los aqueos: el que cuatro veces el caballo se detuviera en seco durante el traslado escuchándose ruidos metálicos en su interior y las advertencias de la adivina Casandra no fueron suficientes para disuadir a los troyanos de la acción que causaría la ruina de la ciudad, tan obcecados estaban. Fue el propósito que la experiencia de la deportación aportó a la vida de Primo Levi: dar testimonio, para que el horror que a él le tocó vivir por causa del nazismo no vuelva a suceder. Los ochenta años transcurridos desde la liberación del campo de concentración de Auschwitz (27-01-45), sin embargo, no nos condujeron a inmunizarnos contra el cáncer del fascismo. Porque el de Primo Levi no fue el único testimonio y tampoco faltó documentación y evidencia física de todo tipo que respalden lo manifestado por víctimas sobrevivientes. También en este caso, las advertencias fueron en vano. Pero esto no podemos achacárselo a los dioses. El capitalismo, y también el fascismo, que es el rostro sin máscara del capitalismo (y «potencia negativa siempre actual», escribe Rocco Carbone) son ambos enemigos de la vida, y de lo que se trata es de navegar en sentido opuesto: pulsión de vida (Eros) contra pulsión de muerte (Tánatos). La pulsión de muerte y destrucción que anida en el fascismo es evidente en su radical negación -tendiendo a la eliminación- de la otredad (socialistas, judíos, homosexuales, etc.) mientras que la pulsión de vida impulsa a los individuos hacia la unidad por la senda del amor, la amistad, la creación. La barbarie del siglo XX tiene su expresión extrema en los campos de concentración y exterminio nazis. El fascismo se constituye a partir de la figura del enemigo, sin «enemigo» no hay fascismo: con meridiana claridad lo expresa Primo Levi cuando escribe que compartiendo la suerte de todos los judíos de la Europa invadida por los nazis, él se «convirtió» en «el otro», esto es, extraño, o sea enemigo. Pero no menos revelador es ese otro párrafo en el que señala que en Italia fue donde tuvo lugar «el primer experimento europeo de asfixia del movimiento obrero y de sabotaje de la democracia»: el fascismo. Y, claro, es aquí es donde radica la posibilidad de una correcta comprensión del fenómeno. Como forma particular de la reacción, ¿cuál es la particularidad del fascismo? Para Primo Levi, la negación, en la teoría o en la práctica, de la fundamental igualdad de derechos entre todos los seres humanos. En línea con lo expresado por Kant en su imperativo categórico, que propone actuar siempre de tal forma que uno pueda desear que nuestra acción se convierta en ley universal, de manera de usar siempre la humanidad como un fin y nunca como un medio porque si el hombre existiera solo como un medio, ello significaría actuar bajo el imperio del egoísmo o la esclavitud: a través de esta fórmula, se lograba el respeto a los demás y a uno mismo. La plena realización del fascismo del que fue víctima Primo Levi dio lugar al nacimiento del más brutal de los sistemas esclavistas, la consagración del privilegio, la desigualdad y la ausencia de libertad. Y la negación, por los regímenes fascistas, de esta fundamental igualdad de derechos, solo puede apoyarse en la violencia (eliminación de opositores, del «enemigo») o el fraude, para convencer de que el atropello es legítimo y que bien lo vale para forjar un destino de grandeza y prosperidad. Coacción y persuasión, las dos fuerzas operativas sobre las que trabaja Gramsci el concepto de hegemonía. Primo Levi dio testimonio y lo hizo de manera ejemplar. Su intenso humanismo se resentía de toda injusticia cometida en cualquier lugar y lo llevó a expresarse en estos términos: «Todo aquel que regrese para contar masacres de mujeres y niños, a manos de quien sea, en cualquier tierra, en el nombre de toda clase de ideologías, es nuestro hermano, y nuestra solidaridad está con él.» Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

resiliencia palestina derrotó a la arrogancia israelí

Recomiendo: La resiliencia palestina derrotó a la arrogancia israelí Por Suhail Hani Daher Akel | 24/01/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Rebelión Una vez más Israel, la potencia ocupante, fue derrotada en Gaza y se vieron obligados a llegar a un acuerdo con Hamas. Desde el dolor, los palestinos alborozados agradecieron a Allah el paralizar la guerra genocida sionista. La resiliencia palestina quebró al chacal Netanyahu y su régimen terrorista. Fue una destrucción de envergadura inédita. En 15 meses de invasión sionista a Gaza ante las miradas cómplice de la comunidad internacional, incluyendo los regímenes árabes, la potencia ocupante israelí utilizó todo su poderío militar. Armas destructivas, bombas prohibidas, poderosos aviones de guerra F15 y F16, helicópteros Apache y tanques pesados Merkava lanzados contra la población civil palestina desarmada. Se vivió lo más horrendo de la historia contemporánea. Era necesario llevar la última gota de sangre palestina. Al menos 179 mártires fueron asesinados por las criminales fuerzas sionistas desde que se anunció el acuerdo de alto el fuego el pasado miércoles 15, entrando en vigor el domingo 19/1/2025. Entre los mártires, 30 niños y 32 mujeres. Otros 265 palestinos resultaron heridos. Las cifras del horror Desde el 7 de octubre de 2023 la invasión israelí mató a 46.788 mártires palestinos e hirió a 110.453, de ellos, el 40% está en estado grave. Según el Ministerio de Salud de Hamas estimó que “al menos 10,000 cuerpos de palestinos quedaron bajo los escombros”. La fuerza invasora bombardeó ex profeso a más de 200 establecimientos gubernamentales, 136 escuelas, 823 mezquitas y 3 iglesias. Por su lado, el informe de la Oficina Humanitaria de la ONU, aseguró que: “sólo 17 hospitales de los 36 están funcionando parcialmente y con grandes escasez de medicamentos”. Según la Organización Mundial de la Salud: “reconstruir el sistema de salud en Gaza requerirá U$S 10.000 millones”. Por su parte, la Oficina de Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas afirmó: “casi 1,8 millones de personas en la Franja de Gaza necesitan actualmente un refugio de emergencia”. Más de 185.000 edificios fueron destruidos o arrasados. Estas estadísticas incluyen a 245.123 apartamentos. Según la misma, la reconstrucción de los hogares bombardeados podría extenderse hasta el año 2040. La ONU debe obligar a Israel pagar la reconstrucción y las vidas palestinas. Cerca de la 1:00 am del lunes 20 llegaron a Ramallah los autobuses de la Cruz Roja Internacional transportando a los 90 secuestrados palestinos, siendo recibidos por miles de ciudadanos rompiendo las amenazas del enemigo israelí que no aceptarían celebraciones. Entre los liberados, 69 son mujeres, de ellas, la líder del FPLP, Khalida Jarrar (62) y 21 niños, 10 de ellos menores de 12 años. *Suhail Hani Daher Akel, fue el primer Representante Diplomático de la OLP y el primer Embajador del Estado de Palestina en la República Argentina. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

viernes, 24 de enero de 2025

Trump acusa a Zelenski de socavar los acuerdos de paz

- Sputnik Mundo Trump acusa a Zelenski de socavar los acuerdos de paz No se ha alcanzado un acuerdo sobre la solución del conflicto en Ucrania porque Volodímir Zelenski "quería luchar", declaró el presidente estadounidense, Donald Trump, en una entrevista con 'Fox News'. "Podíamos llegar a un acuerdo (...) y Zelenski decidió que quería luchar", declaró Donald Trump, comentando la posibilidad de poner fin a las hostilidades. El presidente señaló también que Zelenski "no debería haber permitido el inicio de una operación especial en Ucrania" y ha pedido que se ponga fin al conflicto lo antes posible. De acuerdo con él, Zelenski ahora se muestra dispuesto a negociar la paz. "Zelenski, les diré, quiere arreglar todo ahora. Ya ha tenido suficiente", enfatizó Trump. Durante su campaña electoral, Trump afirmó que el conflicto en Ucrania nunca habría comenzado si él hubiera sido presidente en lugar del expresidente, Joe Biden, y agregó que, de ser reelegido, lo resolvería en 24 horas. Trump habría instruido acabar con el conflicto en Ucrania en 100 días Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó esas declaraciones del mandatario estadounidense como una simplificación excesiva, argumentando que el conflicto es demasiado complejo para solucionarse en un solo día. Posteriormente, el plazo de solución prometido por Trump se había extendido a 100 días. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, declaró el 21 de enero que el presidente no había puesto en práctica sus planes porque requería "un duro esfuerzo de diplomacia". Más aún, desde Rusia han manifestado en repetidas ocasiones que Moscú está abierta al diálogo con la nueva Administración estadounidense sobre el conflicto ucraniano, pero el objetivo del acuerdo debe ser la paz a largo plazo y no una breve tregua. Para el presidente ruso, Vladímir Putin, es preciso eliminar las causas profundas de la crisis, y un eventual acuerdo de paz debe tener en cuenta las realidades en la línea del frente y la voluntad de los residentes de los antiguos territorios ucranianos que desearon unirse a Rusia en los respectivos referendos.

jueves, 23 de enero de 2025

Rusia afirma ante la ONU que dará seguimiento al acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás

- Sputnik Mundo Rusia afirma ante la ONU que dará seguimiento al acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás ONU (Sputnik) - El representante de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, aseguró que su país dará seguimiento al cumplimiento del acuerdo del alto al fuego entre Israel y el movimiento palestino Hamás, que entró en vigor el pasado 19 de enero. "Vamos a seguir la implementación del pacto entre Israel y Hamás y apoyaremos cualquier iniciativa para el cese del fuego incondicional y general en toda la zona del conflicto palestino-israelí", dijo el representante ruso en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cooperación con la Liga Árabe. El alto al fuego aún "no es algo definitivo": ¿Qué futuro le espera a Hamás y Franja de Gaza? Nebenzia subrayó también el respaldo de su país a las gestiones para garantizar el acceso humanitario seguro y sin obstáculos, así como el relanzamiento de las conversaciones dentro del marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU. El diplomático destacó la posición consolidada de la Liga Árabe, que favoreció al clima internacional necesario para el logro de los acuerdos entre Israel y Hamás. Rusia, enfatizó, está dispuesta a "contribuir de todas las formas posibles a la normalización en la región", en particular mediante la colaboración entre la Liga Árabe y la ONU. El pasado 15 de enero, Israel y Hamás acordaron un alto el fuego por 42 días con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos, que entró en vigor el 19 de enero. La primera fase del acuerdo prevé el canje de 33 israelíes retenidos por Hamás por unos 1.000 prisioneros palestinos. Las fuerzas israelíes deberán replegarse hasta las fronteras de la Franja de Gaza, aunque permanecerán dentro de sus límites por ahora. Se trata del segundo alto al fuego desde que una operación sorpresa coordinada por Hamás en más de 20 comunidades israelíes, el 7 de octubre de 2023, desató las hostilidades en Gaza. Suman más de 47.000 los muertos en Gaza por la ofensiva israelí La primera tregua humanitaria se prolongó del 24 de noviembre al 1 de diciembre de 2023 y permitió canjear a 80 israelíes por 240 palestinos. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Rusia y otros países abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera entre Israel y Palestina.

La derrota de Ucrania redefinió la bélica agenda verde y la salida de Trump del Acuerdo de París

La derrota de Ucrania redefinió la bélica agenda verde y la salida de Trump del Acuerdo de París Sputnik Mundo, 23.01.2025 La dupla Obama-Biden en 2014 nunca sopesó las consecuencias de la humillante derrota de EEUU-OTAN en Ucrania que permitió la asunción del petrolero Trump, quien mediante sus órdenes ejecutivas sepulta la bélica agenda verde y provoca su salida del Acuerdo climático de París, que era una trampa geopolítica diseñada contra los hidrocarburos de Rusia. Desde la disolución de la URSS en 1991, el plan eterno del partido demócrata en todas sus variantes cupulares ha sido desmembrar, balcanizar y cambiar el Gobierno de Rusia, como admitió en su momento el subsecretario de Estado, Strobe Talbott, exdirector de la revista Time con el expresidente Clinton. El golpe de Estado propiciado por la CIA en Ucrania, bajo la batuta de la entonces subsecretaria de Estado, Vicky Nuland —al unísono de toda la pléyade de neoconservadores straussianos que han controlado el Departamento de Estado y el Pentágono desde Paul Wolfowitz con Baby Bush— tuvieron como objetivo arrinconar con la "máxima presión" a Rusia en su frontera inmediata provocando una "guerra civil demográfica" entre dos poblaciones: la de Ucrania y Rusia, originarias del "Kiev Rus" del siglo IX. La Casa Blanca anuncia que Trump abandonará el Acuerdo de París sobre cambio climático 20 de enero Es relevante colocar en perspectiva el Acuerdo climático de París, sucesor del Protocolo de Kyoto, avalado por el Senado estadunidense desde la etapa del demócrata Bill Clinton, pero quien nunca lo firmó farisaicamente porque le hubiera costado a EEUU el desembolso de un mínimo de $3 billones de dólares (trillones en anglosajón). Idílicamente, el acuerdo climático —diseñado para ingenuos / oligofrénicos / desinformados— propone la descarbonización mediante la reducción del muy publicitado "efecto invernadero" para limitar el calentamiento global debajo de los dos grados Celsius a expensas del petróleo "sucio". Ya sepultado conveniente y financieramente el Protocolo de Kyoto de EEUU y cambiado por el Acuerdo climático de París, a conveniencia de los zelotes verdes, hoy derrotados, de la Unión Europea —primordialmente los pugnaces verdes en Alemania con su gobierno desfondado por motivos energéticos— se produjo un debate inagotable que politizó e ideologizó el "cambio climático" que supuestamente debería ser un tema científico. El debate se generó entre la visión del cambio climático antropogénico —es decir, provocado por los seres humanos y las vacas excretadoras de dióxido de carbono— y la minoría replegada de los científicos que propugnan que se trata de una consecuencia cíclica de la Vía Láctea y del cambio del campo magnético. Hay que reconocer que, a nivel publicitario-mercadotécnico, la batalla propagandística fue ganada por los palafreneros que determinaron que el cambio climático se debía a la culpabilidad de la producción de los gases de efecto invernadero de humanos y vacas, en detrimento del teorema científico de la Vía Láctea sobre su ciclicidad —independiente de humanos y vacas. Recomiendo la lectura científica del artículo Campo Magnético Terrestre, Supernovas Cercanas y cambios en la biota. Una premonitoria señal relevante la aportó nada menos que John Kerry, el 'zar' climático de Biden, quien abandonó su puesto cuando se empezó a venir abajo la polémica y bélica "agenda verde" que dañaba más de lo que beneficiaba a "Occidente (whatever that means)". Breitbart, el único medio favorable a Trump en medio del océano globalista neoliberal favorable a la propaganda bélica de los verdes y el origen antropogénico del cambio climático, comenta que detrás del retiro del Acuerdo de París por Trump subyace la expansión de la extracción del petróleo que quizá tenga que ver con el cambio de nombre ya implementado por el estado de Florida de Golfo de México a "Golfo de América", donde están pletóricas reservas de petróleo. Moscú advierte que los límites de precios de petróleo ruso afectarán estabilidad del mercado global Breitbart comenta la salida de Trump del Acuerdo de París sin especificar la fecha que, "de acuerdo con sus reglas intrínsecas, tomaría un año después de haber notificado formalmente a la ONU". Algo sucedió en el intermezzo del régimen de Biden ya que el mismo Trump, durante su primer mandato, se había retirado del Acuerdo de París en junio del 2017 (sic). Una de las razones por las que Trump se retira del Acuerdo de París se debe a la incoercible inflación que atribuye al alza de los combustibles, por lo que el petrolero presidente 47 expande la extracción de crudo por doquier con el fin de reducir el alza de los precios que han fastidiado a los usuarios: "Finiquitamos la agenda verde y revocamos el mandato de los vehículos eléctricos con el fin de rescatar la industria automotriz", espetó Trump. Como era de esperarse, los líderes industriales de los hidrocarburos en EEUU festejaron las medidas de Trump como el "retorno a la era del dominio energético" del país. Sin contar el cambio del "campo magnético" del planeta Tierra, mucho más deletéreo que la emisión de carbono por los humanos y las vacas, una cosa es segura desde el punto de vista político, doméstico y geopolítico global: la bélica agenda verde se desplomó y regresa el petróleo y la energía de las plantas nucleares en la fase del petrolero Trump, lo cual beneficia a los productores de hidrocarburos. Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las de la redacción.

Cómo la CIA y la OTAN llevaron a cabo ataques terroristas en Italia

Operación Gladio Cómo la CIA y la OTAN llevaron a cabo ataques terroristas en Italia Por Massimo Innamorati | 23/01/2025 | Europa Fuentes: Periodismo Alternativo A pesar de que estos hechos impactantes fueron expuestos hace 30 años y afectaron a todos los gobiernos europeos de la OTAN, siguen siendo en gran medida desconocidos fuera de Italia. En 1990, el primer ministro italiano Giulio Andreotti se vio obligado a revelar la existencia de una vasta red paramilitar clandestina que operaba en Italia desde hacía décadas bajo el mando de la OTAN . Esta red, llamada Gladio, había sido responsable de varios atentados terroristas que habían causado cientos de víctimas civiles, así como de dos intentos de golpe de Estado (1964 y 1970). Estas revelaciones, que implicaban a muchos países europeos, entre ellos Gran Bretaña y Estados Unidos, dieron lugar a una serie de investigaciones nacionales y durante meses provocaron una tormenta política internacional que compitió con la Guerra del Golfo por conseguir atención en la prensa. Sin embargo, hoy esas revelaciones parecen haber sido borradas de la memoria histórica. Sin duda, las lecciones políticas que se deben extraer de estos acontecimientos son la razón de su eliminación. Los acontecimientos de la Operación Gladio demostraron cómo responde la burguesía imperialista cuando siente que su dominio está amenazado, incluso si la oposición juega según las reglas de las propias instituciones de la burguesía. Raíces de la operación Durante la mayor parte del siglo XX, los comunistas en Italia gozaron de un apoyo masivo, siendo reconocidos como la primera línea de la resistencia partidista contra el fascismo , y el Partido Comunista Italiano (PCI) creció hasta tener más de dos millones de miembros (más que cualquier otro partido en Europa durante la mayor parte del período de posguerra), obteniendo más del 34 por ciento del voto electoral en su apogeo y desempeñando un papel clave en la vida social y cultural de la clase trabajadora. Tras la caída del fascismo, el PCI contó también con el apoyo de miles de hombres y mujeres armados, antiguos miembros de la resistencia partisana y también de las fuerzas policiales de la nueva república. Si bien esa base podría haberse movilizado para hacer avanzar la posición de la clase obrera, el líder del PCI, Palmiro Togliatti, optó por mantener la línea de guerra de un frente único con las fuerzas democrático-burguesas, que se había establecido como parte de la lucha contra el fascismo. Según su línea, que convertía de manera oportunista el frente único de una táctica antifascista en un principio general, el partido debía obtener el poder por medios parlamentarios burgueses y sólo entonces sus fuerzas armadas serían movilizadas defensivamente. Pero para la burguesía incluso estas condiciones eran inaceptables. Esta fue la situación en la que el imperialismo intentó montar una ofensiva aprovechando las fuerzas más reaccionarias de la sociedad italiana: el fascismo, la mafia y la Iglesia. Tras el desembarco aliado en Sicilia en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos había reclutado los servicios de la mafia a través de la Operación Underworld. En 1945, el comandante fascista Príncipe Junio ​​Valerio Borghese, que había sido capturado por los partisanos y estaba a la espera de ser ejecutado, fue rescatado por la predecesora de la CIA (la OSS) y absuelto de sus crímenes de guerra. Muchos de estos casos de colaboración permitieron a Estados Unidos establecer una red de agentes fascistas en el país que podrían emplear como fuerzas anticomunistas. Licio Gelli fue otro de los camisas negras fascistas que escapó de la justicia partidaria gracias a la protección de Estados Unidos. Más tarde, la CIA le encargó que dirigiera el ala política secreta de Gladio, una sociedad secreta conocida como Propaganda Due o P2, que fue descubierta en 1981 y que contaba con más de 900 miembros, entre los que se encontraban altos oficiales del ejército, la policía y los servicios secretos, así como industriales, políticos y jueces (uno de los miembros más conocidos fue el ex primer ministro Silvio Berlusconi). En las elecciones de 1948, las primeras desde la caída del fascismo, compitió el Frente Democrático Popular (FDP) del PCI contra los Demócratas Cristianos (DCI), respaldados por Estados Unidos. Aunque aparentemente se le dio al pueblo la opción de elegir entre dos coaliciones, en la práctica quedó claro que la elección era entre la continuación del gobierno burgués bajo el DCI o la guerra civil, ya que la dirección del DCI dejó en claro que no concedería la victoria al PCI ni siquiera si obtenía la proporción necesaria de votos. Tras las revelaciones de los años 90, el presidente Francesco Cossiga admitió que la DCI había creado su propia organización paramilitar, lista para entrar en acción en caso de una victoria comunista, y que él mismo estaba “armado hasta los dientes”. La victoria del DCI en estas elecciones dudosas, caracterizadas por una tremenda injerencia norteamericana , fue seguida por una larga serie de protestas, durante las cuales más de 60 trabajadores, la mayoría de ellos comunistas, fueron asesinados por el Estado. El líder del PCI, Togliatti, sobrevivió a un intento de asesinato durante este período, pero mientras los militantes comunistas se rebelaban, Togliatti llamó a la calma. Ya en los años 50, los “Gladiadores” (como se denominaba internamente a los agentes de Gladio) empezaron a recibir entrenamiento en Gran Bretaña y armas de los Estados Unidos. Se hicieron planes para iniciar un conflicto e incluso invadir el país si los comunistas ganaban las elecciones o se les permitía participar en algún gobierno. Se instaló una base de Gladio en Cerdeña donde los gladiadores podían recibir entrenamiento británico y estadounidense. A medida que la organización de la clase trabajadora aumentaba y el PCI continuaba ganando mayor apoyo en las elecciones siguientes, amenazando finalmente el monopolio del DCI en los puestos del gabinete en 1963, la clase dominante dependió de sus activos de Gladio para responder con una violencia cada vez mayor, tanto de manera dirigida como indiscriminada. Golpes de Estado, atentados y asesinato de Aldo Moro En 1963, por primera vez en la historia de la República, la DCI tuvo que ceder puestos en el gabinete al Partido Socialista Reformista (PSI) y al PCI. Preocupada por que el líder de la DCI, Aldo Moro, estuviera haciendo demasiadas concesiones al PSI reformista, un sector de la burguesía organizó un golpe de Estado conocido como «Piano Solo», con la colaboración de la CIA, el jefe de la policía paramilitar De Lorenzo y los servicios secretos italianos, encargados de dirigir las operaciones de Gladio bajo el mando del coronel Renzo Rocca. La primera fase del golpe consistió en atentados con bandera falsa contra las oficinas de la DCI, de los que se atribuyó la culpa a grupos comunistas. La segunda fase, en junio de 1964, comenzó bajo la apariencia de un desfile militar. Después del desfile, las tropas permanecieron en Roma con el falso pretexto de «cuestiones logísticas», preparándose para llevar a cabo el golpe. Tras una reunión entre Aldo Moro y el general De Lorenzo, el golpista, el gobierno anunció la intención del PSI de renegar de muchas de sus demandas reformistas. Esta genuflexión ante la clase dominante por parte del PSI socialdemócrata fue suficiente para calmar la situación y abortar el golpe. A finales de los años 60, cuando la lucha de clases se intensificó, las huelgas masivas exitosas permitieron a la clase obrera italiana obligar al Estado a hacer varias concesiones, entre ellas, protección legal contra el despido por razones políticas (como la actividad sindical) y protección contra la vigilancia en el lugar de trabajo. Al mismo tiempo, los operadores de Gladio llevaron a cabo varias acciones terroristas. Una de ellas fue la masacre de la Piazza Fontana (1969), un atentado indiscriminado contra los trabajadores agrícolas del Banco Nacional de Agricultura. En un principio se atribuyó la acción a grupos anarquistas, pero, aunque más tarde se descubrió a los autores fascistas, ninguno fue castigado. Como testificó más tarde Vincenzo Vinciguerra, miembro de la organización fascista responsable, Ordine Nuovo (Orden Nuevo): “Había que atacar a los civiles, a la población, a las mujeres, a los niños, a gente inocente, a gente desconocida, alejada de cualquier juego político. El motivo era muy sencillo: se pretendía obligar a esa gente, a la opinión pública italiana, a dirigirse al Estado para pedir más seguridad. “Éste fue precisamente el papel de la derecha en Italia: ponerse al servicio del Estado, que creó una estrategia llamada acertadamente “Estrategia de la tensión”, en la medida en que tuvo que hacer aceptar a la gente común que en cualquier momento durante un período de 30 años, desde 1960 hasta mediados de los años ochenta, podía declararse el estado de excepción. “Así, la gente estaría dispuesta a cambiar parte de su libertad por la seguridad de poder caminar por la calle, viajar en tren o entrar en un banco. Ésta es la lógica política que se esconde detrás de todos los atentados. Quedan impunes porque el Estado no puede condenarse a sí mismo.” [1] En documentos desclasificados de la P2, Renzo Rocca también afirmó: “Una acción anticomunista eficaz y global… requiere la creación de grupos activistas, grupos de jóvenes, pandillas que puedan utilizar todos los métodos, incluidos los no ortodoxos como la intimidación, las amenazas, el chantaje, las peleas callejeras, los asaltos, el sabotaje y el terrorismo”. [2] En el frente político, la clase dominante también encargó al ex fascista y agente de la CIA Junio ​​Valerio Borghese que liderara otra operación golpista en diciembre de 1970. Bajo el nombre clave Tora Tora, varios grupos armados se reunieron en Roma y Milán con el plan de ocupar edificios gubernamentales, arrestar a figuras políticas y reprimir la resistencia en zonas obreras. Pero el golpe fue abortado en el último momento en circunstancias misteriosas. El agente de la CIA y mafioso Tommaso Buscetta especuló más tarde que el golpe había sido detenido debido a la presencia de barcos soviéticos en el Mediterráneo. De hecho, durante las investigaciones sobre la masacre de Gladio en Piazza Fontana, se supo que el golpe había sido abortado por órdenes de los EE.UU. Durante las investigaciones también se descubrió la complicidad de la sociedad secreta P2 y de los grandes grupos mafiosos. De los más de 100 conspiradores, todos fueron finalmente absueltos, mientras que el líder del golpe Borghese pudo huir a España, demostrando una vez más la complicidad de todas las instituciones del Estado burgués. Tras las elecciones de 1976, el PCI y el DCI estaban empatados, obteniendo alrededor del 34% y el 38% de los votos respectivamente. Incapaz de marginar legítimamente al PCI en ese momento, el líder del DCI, Aldo Moro, se abrió a la teoría revisionista del PCI de lo que llamó el «Compromiso Histórico» (Compromesso Storico). Esta teoría, creada por el líder del PCI Enrico Berlinguer, sostenía que la experiencia chilena del líder marxista Salvador Allende, que había sido asesinado en un golpe de estado tras su victoria electoral, demostraba la necesidad de que los comunistas impidieran una alianza entre el “centro” y la “derecha” burguesa “colaborando con fuerzas de orientación católica u otra orientación democrática”. [3] En otras palabras, el PCI pretendía cortejar al ala “moderada” de la burguesía para impedir que se aliara con los golpistas fascistas (lo que no sabía era que todos los jefes de gobierno habían sido informados secretamente de Gladio, y más tarde incluso Bettino Craxi del supuestamente “izquierdista” PSI). Para este propósito, el partido rompió oficialmente sus vínculos con el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), dando paso a la tendencia corrupta y traidora del eurocomunismo. A pesar de la debilidad de esa posición antimarxista, el gobierno estadounidense seguía insistiendo ante Moro en que no se toleraría ninguna apertura hacia el PCI. No obstante, Moro decidió desafiar las directivas estadounidenses e incluir al PCI en su gobierno. Sin embargo, el 16 de marzo de 1978, Moro fue secuestrado y asesinado después de 55 días de cautiverio por el grupo guerrillero urbano comunista conocido como las Brigadas Rojas (BR). Los BR pensaron que acorralando a la DCI podrían hacer estallar las contradicciones entre la base proletaria del PCI y su dirección oportunista. Sin embargo, el PCI se mantuvo firme junto a la DCI y al Estado al negarse a cualquier compromiso para rescatar a Moro. Cerca del momento de su ejecución, Moro, que comprendió que las instituciones del Estado no tenían intención de organizar su liberación, exigió que nadie de su propio partido, la DCI, pudiera asistir a su funeral. Un informe oficial de 1995 afirmaba que las Brigadas Rojas habían sido convertidas en instrumentos de un complot político más amplio. En 1979, Carmine Pecorelli, periodista de investigación y miembro de la P2, fue asesinado por la mafia por su trabajo, lo que indicaba la complicidad del Estado en el caso Moro (el líder de la DCI, Andreotti, fue posteriormente juzgado y condenado por ordenar el asesinato, pero fue absuelto en 2003). Hasta el día de hoy, el panorama completo del caso de Moro sigue siendo oscuro. No obstante, es revelador comparar el caso de Moro con el secuestro del oficial de la OTAN estadounidense James L. Dozier por parte de los BR en 1981. En el caso de Dozier, el Estado movilizó todas las fuerzas e incluso llevó a cabo una campaña de tortura salvaje contra los brigadistas encarcelados, con el fin de lograr la liberación del cautivo. El terrorismo de Estado continuó, a menudo con motivos poco claros, y alcanzó su punto álgido en la masacre de la estación de trenes de Bolonia en los años 80. Un grupo de fascistas atacó a la gente que esperaba en la sala de espera de la clase económica y colocó una bomba que mató a más de 80 personas. El jefe de la P2, Licio Gelli, fue acusado de intentar desbaratar las investigaciones, mientras que los dos fascistas encarcelados por el crimen, Francesca Mambro y Valerio Fioravanti, fueron liberados en 2004 y 2008. Aunque admitieron otros asesinatos, siguen negando cualquier implicación en la masacre de Bolonia. El revisionismo del PCI acabó dando sus frutos amargos. El número de miembros del partido había ido disminuyendo de forma lenta y constante desde el XX Congreso del PCUS de 1956, en el que Nikita Khrushchev denunció el legado de Stalin . Creció en la década posterior a las exitosas luchas de finales de los años 1960, pero volvió a declinar a partir de finales de los años 1970. En aquella época, el ritmo acelerado de las exportaciones de capital, que trasladaban al exterior una proporción cada vez mayor de la producción, estaba llevando a un desempoderamiento constante del proletariado en todos los países imperialistas occidentales. Durante los años eurocomunistas de 1980, el PCI perdió apoyo y finalmente se liquidó con la caída de la URSS en 1991. Tras estos acontecimientos, la estrategia de tensión y terrorismo de Estado también llegó a su fin. Cómo se deshizo el nudo A partir de los años 60, los funcionarios de la OTAN comenzaron a cultivar relaciones con organizaciones terroristas fascistas como Ordine Nuovo (ON), entre otras. En esa época, ya se había formado una división dentro del campo fascista entre los llamados «fascistas» y los «neofascistas». Los primeros acusaban a los segundos de traicionar al fascismo al convertirse en agentes de la OTAN y del régimen liberal burgués. Estos fascistas, a diferencia de los «neofascistas», expresaban una posición estrictamente nacionalista burguesa y consideraban al régimen liberal de posguerra como un enemigo (a pesar de que tanto los estados fascistas como los liberales eran formas de gobierno burgués). Como resultado, también entraron ocasionalmente en conflicto armado con las fuerzas estatales. A este grupo pertenecían Valerio Fioravanti, su esposa Francesca Mambro y Vincenzo Vinciguerra. En 1972, Vinciguerra colocó una bomba en la ciudad nororiental de Peteano (muy cerca de la frontera con Eslovenia) que mató a tres policías, una acción que él consideraba parte de una lucha contra el Estado y una ruptura con el movimiento neofascista que estaba “dirigido por el Estado y los poderes internacionales”. Esta acción fue encubierta por un agente de la ON que operaba dentro de las fuerzas policiales y reutilizada como una operación de bandera falsa. Durante diez años estuvo atribuido oficialmente a un grupo militante comunista, hasta que el juez de instrucción Felice Casson, al revisar el caso, descubrió sus irregularidades y ordenó la detención de Vinciguerra. La desilusión de Vinciguerra con el «neofascismo» de ON lo motivó a revelar lo que sabía sobre la operación Gladio, la naturaleza organizada de la violencia política y el terrorismo y los vínculos profundos e insolubles entre las organizaciones fascistas y el aparato estatal italiano. Sus declaraciones se destacan porque no fueron realizadas a cambio de una reducción de la pena, sino por convicción política. Fue el trabajo del juez Casson el que acabó implicando al propio primer ministro Andreotti. Las revelaciones de Andreotti también introdujeron una narrativa oficial, según la cual esta red secreta existía para “ser activada en caso de agresión soviética”. De hecho, la clase obrera italiana organizada era el objetivo de la operación, que no estaba latente sino extremadamente activa, y la clase dominante italiana y sus amos imperialistas estadounidenses estaban dispuestos a calificar cualquier avance de los trabajadores de “intervención soviética”. A principios de los años 90, cuando la batalla legal se intensificó, Andreotti se dio cuenta de que sus superiores podrían estar preparándose para sacrificarlo como chivo expiatorio para poner fin al creciente escándalo. Para protegerse, comenzó a quitarle la alfombra a otros funcionarios estatales involucrados, así como a los gobiernos de Estados Unidos y otros países europeos. Se reveló que la CIA había distribuido alijos de armas por todo el país para que las usaran gladiadores seleccionados ideológicamente. Además, los líderes de todos los países de la OTAN estaban al tanto de las reuniones de Gladio y habían participado en ellas . Al final, incluso el Parlamento Europeo se vio obligado a reconocer la existencia de Gladio, sus vínculos con los servicios secretos europeos, la OTAN y los Estados Unidos, así como sus arsenales de armas. En 1990, una resolución exigía que se realizaran investigaciones parlamentarias en todos los Estados miembros, así como procesos judiciales y el desmantelamiento de todas las redes de Gladio. Como era de esperar, ninguna de esas demandas se llevó a cabo. Una profunda lección política La Operación Gladio demuestra claramente el vínculo inquebrantable que existe entre el poder burgués y las instituciones burguesas, que la clase dominante está dispuesta a proteger mediante los crímenes más atroces. También pone al descubierto los cuentos de hadas revisionistas sobre «vías parlamentarias al socialismo» como ingenuos e idealistas temerarios. Mientras el Partido Comunista italiano se ocupaba de la reconciliación de clases, el Estado burgués llevaba a cabo acciones terroristas para evitar incluso reformas socialdemócratas moderadas. Mientras el revisionismo quería dejar de lado el antagonismo de clases, la clase dominante nunca cuestionó ni por un momento su necesidad de aplastar a la clase obrera organizada por cualquier medio necesario. Al promover la idea de que el parlamento burgués podía ofrecer a los trabajadores un camino hacia el socialismo, el PCI no sólo desvió las energías de sus miembros y del movimiento en general, sino que también concedió un argumento ideológico central de la burguesía: que la democracia formal que se había restaurado después de la guerra era lo suficientemente buena para todas las clases. En el contexto de una militancia generalizada de la clase obrera, no es difícil entender que la renegación de la dirección del PCI contribuyó a la formación espontánea de grupos guerrilleros urbanos comunistas como las Brigadas Rojas, que al final estaban desesperadamente mal equipados para participar en una confrontación prolongada con el Estado. Los acontecimientos de Gladio también pusieron de manifiesto la íntima relación entre el Estado, las organizaciones fascistas y la mafia. Estas últimas eran instrumentos utilizados en la lucha de clases, a veces sin saberlo, pero a menudo con complicidad explícita. Se podía confiar en ellas para llevar a cabo operaciones que las fuerzas estatales oficiales no podían permitirse asumir sin dañar su legitimidad, como ataques violentos contra trabajadores y manifestantes e incluso actos de terrorismo. Esta actividad requería un apego ideológico inquebrantable a la clase dominante y un desprecio absoluto por el proletariado (es decir, anticomunismo). Por esta razón, surgió un sistema de dos capas dentro de las instituciones estatales italianas, una de las cuales era encubierta y operaba sobre una base anticomunista y otra que abierta pero ciegamente buscaba defender nociones burguesas de legalidad y democracia que, de hecho, ya no eran sostenibles ni siquiera para la propia burguesía. Fueron las contradicciones dentro del propio sistema burgués las que finalmente llevaron a los activos fascistas como Vinciguerra a volverse contra el Estado. La clase dominante pretendía representar los intereses de «la nación», pero en realidad actuó como un voluntario asistente de una burguesía extranjera más fuerte con el fin de mantener su lugar en la mesa del capital financiero global y su papel en la cadena imperialista. Esto alienó a los elementos pequeñoburgueses del movimiento fascista que adherían a un nacionalismo puramente idealista muy similar a los «pequeños ingleses» que imaginan que hay algún camino de regreso a los «días de gloria» del imperio británico. Para las masas italianas, estos acontecimientos expusieron la perversidad de las instituciones estatales y la vacuidad de su democracia. Nociones como el «estragismo di stato» (doctrina de las masacres estatales) ganaron popularidad y quedaron grabadas en la comprensión popular de la historia italiana. El papel de liderazgo de la CIA en la supervisión de la Operación Gladio expuso la naturaleza limitada de la soberanía italiana desde la Segunda Guerra Mundial, y de los países de Europa occidental en general. Si queremos honrar a los trabajadores que perdieron la vida durante esas décadas, y si queremos evitar una repetición de las terribles calamidades causadas a nuestro movimiento por la traición revisionista, debemos recordar y difundir la conciencia de la memoria de esta historia y sus profundas lecciones. Notas: [1] Allan Francovich, entrevista con Vinciguerra para BBC2 Timewatch, 1992. [2] Informe sobre la masacre de Piazza della Loggia expediente n. 1962-2-21-32: “Aspetti dell’azione anticomunista in Italia e suggerimenti per attuare una politica anticomunista”. [3] Enrico Berlinguer, Riflessioni sull’Italia dopo i fatti del Cile , publicado en Rinascita, 12 de octubre de 1973. Fuente original: https://nuevarevolucion.es/operacion-gladio-como-la-cia-y-la-otan-llevaron-a-cabo-ataques-terroristas-en-italia/