Donald Trump ungido emperador por el rabino Marvin Hier
En la pomposa ceremonia de la toma de posesión de Donald Trump tuvo un especial protagonismo el rabino sionista Marvin Hier a quien le cupo el honor de dirigirse en primer término en el oficio religioso (en el que además intervinieron también otros cinco predicadores cristianos fundamentalistas)- El Rabino Marvin Hier (director del Centro Simón Wiesenthal de los Ángeles) estaba allí para ungir a Donald Trump como redentor de la América blanca aria y anglosajona. Yahvé lo ha elegido como el emperador del imperio más grande del mundo- sustentador de Eretz Israel- La estrella de David iluminará su alma para que sea justo y ecuánime.
El “ogro del Ku Klux Klan” ante sus miles de incondicionales pronunció desde el púlpito del capitolio una egocéntrica y antológica homilía. Con tono autoritario levantando el dedo índice advirtió: primero América, después América y siempre América. Un lema muy utilizado en los años 20 y 30 del siglo pasado por el partido Nazi-Americano. Y el verbo se hizo carne, el Golem, el sello de la bestia, el que habita en la pirámide de Keops donde fue hecho prisionero Lucifer - símbolo grabado en los dólares- ha tomado posesión del codiciado cetro. En el presente se desarrolla la batalla bíblica entre las fuerzas del Bien -representado por Norte América- y el Mal encarnado en las razas inferiores que habitan en el Tercer Mundo– ¡América vencerá! ¡Aleluya!
Trump en uno de los apartes de su discurso afirmó enrabietado que iba a exterminar de la faz de la tierra a todo los terroristas islámicos (aquí entran desde Hezbollah, Hamas, OLP, ISIS, Al Qaeda, Irán (Ayatolás del Marg Bar Amricka- o muerte a América) y hasta Venezuela -porque Donald nos sabe a ciencia cierta dónde situarla en el mapa) que sin clemencia serán perseguidos y eliminados. Aquellos que por su pensamiento no-único, su extraña forma de vestir, por su color de piel, lenguaje o el credo que profesen sospechosos de conspirar contra EE.UU. El nuevo presidente racista y xenófobo ha dado la orden de incrementar los ataques en todos los frentes a su ejército imperial –especialmente en Siria e Irak- El stock de bombas y misiles tendrá que reponerlo en tiempo record.
“La Torá nos dice cuan bueno y placentero es cuando los hijos de Yahvé viven juntos y en armonía”. Este es el famoso salmo 133 del rey David que inspiró parte de su discurso ultra fundamentalista y ultra nacionalista de Donald Trump. Donald utilizó una cita extraída de la Torá que también es una famosa canción hebrea: “Hine mah tov umanayim” Algo que demuestra la enorme influencia que ejerce sobre él su yerno y asesor Jared Kushner. El lobby sionista se instala a sus anchas en el despacho oval.
“Las palabras del rabino Marvin Hier son más que elocuentes: Yahvé eterno, bendice al presidente Donald J Trump y a EE.UU, nuestra gran nación. Ayúdanos para que no olvidemos nunca las sagradas escrituras: “¿Quién morará en tu santo monte? El que camina íntegro y hace justicia, y habla de la verdad…el que sabe…cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás…quien con lágrimas siembra, solo regocijo cosecha” “¡Porque las libertades que disfrutamos no se conceden a perpetuidad, sino que deben ser reclamadas por cada generación!”
“Así como nuestros antepasados han plantado para nosotros, nosotros debemos plantar para otros. Mientras que no es para nosotros para completar la tarea, tampoco podemos desistir de ellas” (ética de Nuestros Padres). “Defended al débil y al huérfano”, porque no tienen a nadie más que a sus conciudadanos, ¡y porque la riqueza de una nación se mide por sus valores y no por el contenido de sus arcas! Bendice a todos nuestros aliados alrededor del mundo que comparten nuestras creencias. “Por los ríos de Babilonia lloramos cuando recordábamos a Sión… Si me olvidase de ti, ¡Oh, Jerusalén!, deja que mi mano derecha pierda su fortaleza” (Salmo 137) “El hacedor de todas estas cosas nunca faltará” Que pronto lleguen los días cuando “habitará el juicio en el desierto, y en el campo labrado se asentará la justicia. Y la obra de la justicia será Paz…tranquilidad y confianza para siempre”. (Isaías) Amén.
Esta bendición es una auténtica declaración de guerra. Para mantener la paz y el orden en el mundo es necesario destruir a los enemigos de América (y por añadidura de Israel). Nada nuevo bajo el sol. ¡God protected us! Uno de los máximos consejeros de Donald en asuntos de Oriente Medio es nada menos y nada más que su yerno el judío Ortodoxo Jared Kushner (esposo de su hija Nivanka -también convertida al judaísmo por la gracia de Yahvé). Kushner tiene un trato muy íntimo con el presidente, es la voz de su conciencia y el principal interesado en que se traslade la embajada de EE.UU a Jerusalén. Idea que ha asumido Trump sin medir las graves repercusiones que esto puede acarrear. Si se materializara significaría la voladura del proceso de paz árabe-israelí (actualmente congelado). Definitivamente Cisjordania o los territorios ocupados tendrán que resignarse a sobrevivir bajo un régimen colonial. Y no sabemos a ciencia cierta cuántos años les resta de condena. Algo que traerá graves consecuencia como el recrudecimiento de las acciones armadas por parte de la resistencia palestina. Una novísima Intifada que sembrará de terror la “tierra prometida”. Ya no hay esperanza alguna de encontrar una solución pacífica y ante tantas mentiras y falsedades es preferible elegir el martirio. Sobran las palabras. El Knesset acaba de aprobar la construcción de 2.500 viviendas en Cisjordania.
Y encima Trump le ha extendido una cordial invitación a Netanyahu para que lo visite en la Casa Blanca (¿quizás para refrendar la Santa Alianza?). El Primer ministro de Israel será uno de los primeros jefes de estado en hacerlo. Bajo su administración (que puede durar 8 años si lo reeligen) los palestinos serán considerados “non gratos” pues ellos están incluidos en la yihad, terroristas que ponen en peligro la seguridad de Eretz Israel y, por ende, del planeta tierra. Así que los refugiados palestinos deben perder toda esperanza de regresar a su amada patria. Son casi 70 años de paciente espera sin que se haya llegado a ningún acuerdo de Paz firme y duradero. Ya pueden dedicarse a orar en las mezquitas implorando la misericordia de Allah pues el Golem Donald se encargará de echarles las últimas paladas de tierra sobre sus sepulturas.
Lo primordial para la administración Trump -como para todas las administraciones USA- es garantizar la seguridad de Israel. El Lobby sionista tiene una gran influencia en todos los ámbitos de la sociedad estadounidense y sus deseos son órdenes. Ahora el ejército de ocupación sionista podrá actuar con mayor impunidad pues el veto que ejerce en el Consejo de Seguridad de la ONU los EE.UU les otorga carta blanca para hacer y deshacer a su antojo. Los enclaves palestinos van camino de convertirse en guetos, jaulas o reservas de mano de obra barata (obreros de la construcción, agricultura, industria o sector servicios). Con este propósito se construyó el muro del apartheid. Es imprescindible el control total de la “población intrusa”, la segregación y el sometimiento o doma de los colonizados. (Para los judíos “bestias que pacen en una inmenso establo”). En otras palabras su rendición. Una titánica obra que Donald quiere imitar como el mejor método para consolidar la “paz y la libertad” en la frontera de EE.UU con México -que es por donde penetrado y penetran millones de clandestinos latinoamericanos-.
El Golem Trump cumple a la perfección su papel de pirómano y echa aún más gasolina al devastador incendio que consume Oriente Próximo. A los pueblos oprimidos, condenados de antemano a muerte por el imperialismo, no les queda más remedio que armarse y resistir. Estamos hablando del conflicto árabe-israelí, de la guerra en Siria o Irak o de la ocupación de Afganistán y las futuras intervenciones que se planifican. Washington envía un mensaje guerrerista que se traduce en más dolor y sufrimiento, más muertes y destrucción. El mundo cada día que pase será un lugar más inseguro e inhabitable. El odio y la venganza se encargarán de escribir la historia, una historia que se resume simplemente a la sentencia bíblica del “Ojo por ojo diente por diente”.
Desde el púlpito del Capitolio el Golem Trump, el diabólico ángel rubio, el sello de la bestia con descarnada severidad anuncia que desatará el Armagedón contra el terrorismo islámico. “Hay que borrarlos de la faz de la tierra”. La ley del karma nos dice que una acción desencadena una reacción proporcional a la fuerza que se ejerce. La orden es matar, aplastar, eliminar todo lo que se mueva, no importa que sea población civil; niños, mujeres o ancianos (todos son culpables. Ya en el cielo Yahvé decidirá quienes son los bueno y quienes son los malos). Este es el castigo que se merecen los enemigos de EE.UU y la civilización occidental hoy más que nunca judeo-cristiana.
El “ogro del Ku Klux Klan” ante sus miles de incondicionales pronunció desde el púlpito del capitolio una egocéntrica y antológica homilía. Con tono autoritario levantando el dedo índice advirtió: primero América, después América y siempre América. Un lema muy utilizado en los años 20 y 30 del siglo pasado por el partido Nazi-Americano. Y el verbo se hizo carne, el Golem, el sello de la bestia, el que habita en la pirámide de Keops donde fue hecho prisionero Lucifer - símbolo grabado en los dólares- ha tomado posesión del codiciado cetro. En el presente se desarrolla la batalla bíblica entre las fuerzas del Bien -representado por Norte América- y el Mal encarnado en las razas inferiores que habitan en el Tercer Mundo– ¡América vencerá! ¡Aleluya!
Trump en uno de los apartes de su discurso afirmó enrabietado que iba a exterminar de la faz de la tierra a todo los terroristas islámicos (aquí entran desde Hezbollah, Hamas, OLP, ISIS, Al Qaeda, Irán (Ayatolás del Marg Bar Amricka- o muerte a América) y hasta Venezuela -porque Donald nos sabe a ciencia cierta dónde situarla en el mapa) que sin clemencia serán perseguidos y eliminados. Aquellos que por su pensamiento no-único, su extraña forma de vestir, por su color de piel, lenguaje o el credo que profesen sospechosos de conspirar contra EE.UU. El nuevo presidente racista y xenófobo ha dado la orden de incrementar los ataques en todos los frentes a su ejército imperial –especialmente en Siria e Irak- El stock de bombas y misiles tendrá que reponerlo en tiempo record.
“La Torá nos dice cuan bueno y placentero es cuando los hijos de Yahvé viven juntos y en armonía”. Este es el famoso salmo 133 del rey David que inspiró parte de su discurso ultra fundamentalista y ultra nacionalista de Donald Trump. Donald utilizó una cita extraída de la Torá que también es una famosa canción hebrea: “Hine mah tov umanayim” Algo que demuestra la enorme influencia que ejerce sobre él su yerno y asesor Jared Kushner. El lobby sionista se instala a sus anchas en el despacho oval.
“Las palabras del rabino Marvin Hier son más que elocuentes: Yahvé eterno, bendice al presidente Donald J Trump y a EE.UU, nuestra gran nación. Ayúdanos para que no olvidemos nunca las sagradas escrituras: “¿Quién morará en tu santo monte? El que camina íntegro y hace justicia, y habla de la verdad…el que sabe…cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás…quien con lágrimas siembra, solo regocijo cosecha” “¡Porque las libertades que disfrutamos no se conceden a perpetuidad, sino que deben ser reclamadas por cada generación!”
“Así como nuestros antepasados han plantado para nosotros, nosotros debemos plantar para otros. Mientras que no es para nosotros para completar la tarea, tampoco podemos desistir de ellas” (ética de Nuestros Padres). “Defended al débil y al huérfano”, porque no tienen a nadie más que a sus conciudadanos, ¡y porque la riqueza de una nación se mide por sus valores y no por el contenido de sus arcas! Bendice a todos nuestros aliados alrededor del mundo que comparten nuestras creencias. “Por los ríos de Babilonia lloramos cuando recordábamos a Sión… Si me olvidase de ti, ¡Oh, Jerusalén!, deja que mi mano derecha pierda su fortaleza” (Salmo 137) “El hacedor de todas estas cosas nunca faltará” Que pronto lleguen los días cuando “habitará el juicio en el desierto, y en el campo labrado se asentará la justicia. Y la obra de la justicia será Paz…tranquilidad y confianza para siempre”. (Isaías) Amén.
Esta bendición es una auténtica declaración de guerra. Para mantener la paz y el orden en el mundo es necesario destruir a los enemigos de América (y por añadidura de Israel). Nada nuevo bajo el sol. ¡God protected us! Uno de los máximos consejeros de Donald en asuntos de Oriente Medio es nada menos y nada más que su yerno el judío Ortodoxo Jared Kushner (esposo de su hija Nivanka -también convertida al judaísmo por la gracia de Yahvé). Kushner tiene un trato muy íntimo con el presidente, es la voz de su conciencia y el principal interesado en que se traslade la embajada de EE.UU a Jerusalén. Idea que ha asumido Trump sin medir las graves repercusiones que esto puede acarrear. Si se materializara significaría la voladura del proceso de paz árabe-israelí (actualmente congelado). Definitivamente Cisjordania o los territorios ocupados tendrán que resignarse a sobrevivir bajo un régimen colonial. Y no sabemos a ciencia cierta cuántos años les resta de condena. Algo que traerá graves consecuencia como el recrudecimiento de las acciones armadas por parte de la resistencia palestina. Una novísima Intifada que sembrará de terror la “tierra prometida”. Ya no hay esperanza alguna de encontrar una solución pacífica y ante tantas mentiras y falsedades es preferible elegir el martirio. Sobran las palabras. El Knesset acaba de aprobar la construcción de 2.500 viviendas en Cisjordania.
Y encima Trump le ha extendido una cordial invitación a Netanyahu para que lo visite en la Casa Blanca (¿quizás para refrendar la Santa Alianza?). El Primer ministro de Israel será uno de los primeros jefes de estado en hacerlo. Bajo su administración (que puede durar 8 años si lo reeligen) los palestinos serán considerados “non gratos” pues ellos están incluidos en la yihad, terroristas que ponen en peligro la seguridad de Eretz Israel y, por ende, del planeta tierra. Así que los refugiados palestinos deben perder toda esperanza de regresar a su amada patria. Son casi 70 años de paciente espera sin que se haya llegado a ningún acuerdo de Paz firme y duradero. Ya pueden dedicarse a orar en las mezquitas implorando la misericordia de Allah pues el Golem Donald se encargará de echarles las últimas paladas de tierra sobre sus sepulturas.
Lo primordial para la administración Trump -como para todas las administraciones USA- es garantizar la seguridad de Israel. El Lobby sionista tiene una gran influencia en todos los ámbitos de la sociedad estadounidense y sus deseos son órdenes. Ahora el ejército de ocupación sionista podrá actuar con mayor impunidad pues el veto que ejerce en el Consejo de Seguridad de la ONU los EE.UU les otorga carta blanca para hacer y deshacer a su antojo. Los enclaves palestinos van camino de convertirse en guetos, jaulas o reservas de mano de obra barata (obreros de la construcción, agricultura, industria o sector servicios). Con este propósito se construyó el muro del apartheid. Es imprescindible el control total de la “población intrusa”, la segregación y el sometimiento o doma de los colonizados. (Para los judíos “bestias que pacen en una inmenso establo”). En otras palabras su rendición. Una titánica obra que Donald quiere imitar como el mejor método para consolidar la “paz y la libertad” en la frontera de EE.UU con México -que es por donde penetrado y penetran millones de clandestinos latinoamericanos-.
El Golem Trump cumple a la perfección su papel de pirómano y echa aún más gasolina al devastador incendio que consume Oriente Próximo. A los pueblos oprimidos, condenados de antemano a muerte por el imperialismo, no les queda más remedio que armarse y resistir. Estamos hablando del conflicto árabe-israelí, de la guerra en Siria o Irak o de la ocupación de Afganistán y las futuras intervenciones que se planifican. Washington envía un mensaje guerrerista que se traduce en más dolor y sufrimiento, más muertes y destrucción. El mundo cada día que pase será un lugar más inseguro e inhabitable. El odio y la venganza se encargarán de escribir la historia, una historia que se resume simplemente a la sentencia bíblica del “Ojo por ojo diente por diente”.
Desde el púlpito del Capitolio el Golem Trump, el diabólico ángel rubio, el sello de la bestia con descarnada severidad anuncia que desatará el Armagedón contra el terrorismo islámico. “Hay que borrarlos de la faz de la tierra”. La ley del karma nos dice que una acción desencadena una reacción proporcional a la fuerza que se ejerce. La orden es matar, aplastar, eliminar todo lo que se mueva, no importa que sea población civil; niños, mujeres o ancianos (todos son culpables. Ya en el cielo Yahvé decidirá quienes son los bueno y quienes son los malos). Este es el castigo que se merecen los enemigos de EE.UU y la civilización occidental hoy más que nunca judeo-cristiana.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario