Servicio Bíblico Latinoamericano
Del 23 al 29 de Febrero de 2020 – Ciclo A
OBSERVACIONES
-
Cada día de la semana comienza una nueva página para facilitar la
impresión independiente. Por ese mismo motivo no hay numeración de páginas.
-
En el tamaño de letra se ha intentado llegar a un equilibrio en ahorro
de papel en la impresión y legibilidad.
-
Se ha renunciado al uso del color para facilitar la impresión. Esta
opción y todas las anteriores, son modificables en su procesador de textos.
-
Si tiene problemas con esta versión en RTF comuníquenoslo a través de
contacto@biblico.org. En todo caso, tiene a su disposición la versión en
formato PDF, que podrá utilizar en cualquier sistema.
Domingo 23 de
Febrero
7º Ordinario
Policarpo (155)
Levítico 19,1-2.17-18:
Amarás a tu prójimo
Salmo 102: El Señor es
compasivo y misericordioso
1 Corintios 3,16-23:
Ustedes son de Cristo y Cristo de Dios
Mateo 5,38-48: Amen a sus
enemigos
Todos estamos
llamados por Dios a ser santos, a ser perfectos, como el mismo Padre lo es; y
el camino para llegar a la plena santidad es el amor: amor a Dios y a los
hermanos, amor a los que sufren, amor a sí mismo, a la familia, amor a la
naturaleza, al cosmos-caos entero.
Las tres lecturas de hoy podría considerarse
que están centradas en el tema de la «santidad por el amor».
La primera
lectura, un fragmento del «código de santidad» del libro del Levítico,
presenta una imagen de santidad mediada por la responsabilidad con el prójimo;
es decir, que el camino para llegar a Dios y lograr la santidad comienza con el
respeto hacia la vida y la dignidad del otro. Este criterio es el centro de la
Ley y los Profetas, el eje que determina nuestra verdadera relación con Dios,
el elemento fundamental de la fe, ya que a través de la apertura a los demás es
como ciertamente somos partícipes de la promesa de salvación dada por Dios a su
pueblo.
Pablo, en la primera
carta a los Corintios, considera al ser humano como templo de Dios y morada del
Espíritu. Con ello está diciendo que cada persona es presencia concreta de Dios
en la historia humana. Este templo del cual habla Pablo es la comunidad
cristiana de Corinto, en donde la Palabra anunciada ha sido escuchada y ha
surtido efecto. La intención, entonces, de Pablo es advertir a sus oyentes de
los peligros que acechan ese templo y que amenazan con destruirlo; esos
peligros se encarnan en aquellos que pretenden anular el mensaje de Cristo
crucificado a través de discursos provenientes de la sabiduría humana, que
rechazan la vinculación e identificación de Dios con la debilidad humana y la
solidaridad de Dios con los marginados de la sociedad. El mensaje de Pablo es
supremamente importante, pues comprende que el verdadero templo en donde habita
Dios son las personas, es en la vida de la humanidad, en los hombres y mujeres
de todo el mundo, sin distinción de raza, cultura o religión; de esta manera
Pablo supera la reducción de la presencia viva de Dios a una construcción, a
unas paredes o a un “lugar” específico de culto. Son las personas el lugar
verdadero donde debemos dar culto a Dios; son las personas el lugar
privilegiado en donde toda nuestra fe se debe expresar, especialmente con
aquellos hombres y mujeres, que, siendo santuarios vivos de Dios, han sido
profanados por la pobreza, la violencia y la injusticia social.
El elemento fundamental del proyecto cristiano
es presentado en esta sección del evangelio de Mateo: el amor. Este amor propuesto por Jesús supera el mandamiento
antiguo (Lv 19,18) que permite implícitamente el odio al enemigo. Lo supera
porque es un amor que no se limita a un grupo reservado de personas, a los de
mi grupo, o los de mi etnia, o a mis compatriotas, o a los que me aman, sino
que alcanza a los enemigos, a los que parecerían no merecer mi amor, o incluso
parecerían merecer mi desamor. Es un amor para todos, un amor universal,
expresión propia del amor de Dios que es infinito, que no distingue entre
buenos y malos. Ser perfecto, como Dios Padre lo es, significa vivir una
experiencia de amor sin límites, es poder construir una sociedad distinta, no
fundada en la ley antigua del Talión («ojo por ojo, diente por diente», que ya
era una manera primitiva de limitar el mal de la venganza), sino en la
justicia, la misericordia, la solidaridad, enmarcados todos estos valores en el
Amor.
Como seres simbióticos que somos, que no
podemos vivir nuestra vida aisladamente, sino que incluso para llegar a ser
necesitamos de la convivencia, la compañía, el diálogo... la dimensión moral
nos es de inevitable abordaje. No podemos convivir sin alimentar y suavizar
continuamente los límites de nuestras relaciones. No hay sociedad humana sin
moral, sin derecho, sin ley, sin normas de convivencia. Por su parte, la
dimensión religiosa no podría no incluir esa dimensión esencial.
En el Primer Testamento vemos que la mayor
parte de los mandamientos son negativos, marcando lo que no se puede hacer, los
límites que no se deben traspasar. Es un primer estadio de la moral.
El Evangelio da un salto hacia adelante.
Parecería no estar preocupado tanto por los límites cuanto por el «pozo sin
fondo» que hay que llenar, la perfección del amor que hay que alcanzar, lo cual
no se consigue simplemente evitando el mal, sino acometiendo el bien. Según el
Evangelio, simplemente omitiendo el mal no estaríamos consiguiendo el bien
moral supremo, la santidad, porque podríamos estar pecando «por omisión del
bien». Y, como dice santo Tomás, el mandamiento del amor siempre resulta, de
algún modo, «inasequible, pues nunca podemos dar cuenta plena de él, siempre se
puede amar con más entrega, con más generosidad y más radicalidad. Es típica
del Evangelio la propuesta del amor a los enemigos, el amor humanamente más
inasequible y racionalmente más difícilmente justificable.
No obstante, la propuesta de esta liturgia de
la palabra de una santidad a la que se accedería por el amor, casi como en un
acceso privilegiado o casi único, habríamos de adicionarle alguna matización. A
la santidad cristiana no se accede sólo por el amor práctico, por la práctica
moral o ética. Es cierto que en la historia de las religiones el cristianismo
se ha hecho famoso como la religión que más ha organizado la práctica del amor,
y por el hecho de que su presencia va acompañada siempre con las «obras de
caridad» (hospitales, escuelas, centros de promoción humana, atención a los
pobres, a los excluidos...) que le son características. ¿Pero bastará el amor?
¿Y la dimensión espiritual? ¿La
espiritualidad, la contemplación, la mística... dónde quedan?
Obviamente, no estamos ante una alternativa
amor-caridad/espiritualidad-mística, y muchos grandes santos de la caridad han
sido también grandes místicos. No se trata de una alternativa (o una cosa o la
otra), sino de una conjunción necesaria: las dos cosas, una cosa y otra. Porque
las dos se inter-penetran perfectamente. De hecho, el santo también es un «contemplativus in caritate», vive la
contemplación en el ejercicio de la caridad. La Espiritualidad de la liberación
acuñó la famosa fórmula: «contemplativus
in liberatione»... como un perfecto ensamblaje entre acción y
contemplación, práctica moral y mística.
En realidad, cuando se vive la mística, la
moral brota espontáneamente. Sin duda, el cristianismo está desafiado a cambiar
su modo de acceder a lo moral, que no ha de ser ya tanto un acceso directo,
«moralizante», insistiendo en los preceptos y sus amenazas o castigos, cuanto
en un acceso indirecto, por la vía de la mística, de la experiencia mística que
no debe dejar de ser la experiencia misma del amor.
El Concilio Vaticano II abrió un panorama
hasta entonces inusitado, el de la «universal llamada a la santidad», una
santidad que anteriormente muchos cristianos consideraban reservada a los
«profesionales» de la santidad (los monjes, los religiosos, el clero...pero no
el común de los fieles.
El evangelio de hoy está recogido en la serie
«Un tal Jesús» de los hermanos López Vigil, en el capítulo 55, «Ojo por ojo,
diente por diente», cuyo guión –con un comentario bíblico-teológico incluido-
puede ser recogido aquí (https://radialistas.net/article/55-ojo-por-ojo-diente-por-diente/); ahí también puede ser escuchado.
Para la
revisión de vida
¿Cuáles fueron
los motivos de moralidad que me transmitieron cuando me educaron? ¿Temor al
castigo eterno? ¿Deseo del cielo? ¿Obediencia ciega a mandatos dictados por
Dios soberano?
Dice la Iª Carta de Juan: en la plenitud del amor ya no
cabe el temor... ¿Cuáles deben ser los nuevos motivos fundamentales de mi buen
obrar moral?
Para la
reunión de grupo
-
¿Qué ideas comunes tiene el pueblo cristiano sobre
la santidad? ¿Y qué imagen de santidad predomina? ¿Es una imagen actualizada o
dependiente de la imaginería medieval?
-
¿Qué pasa con la espiritualidad en el cristianismo?
¿Existe preocupación en la catequesis cristiana por «iniciar» a la
espiritualidad y a la mística a los catequizandos, o se considera que ése es un
campo que no compete a la catequesis? ¿Por qué se ha puesto mucho más acento en
formar para la moral que para la mística?
-
Y en las parroquias y comunidades cristianas, ¿qué
«mistagogía», qué iniciación a la mística se trata de dar?
Para la
oración de los fieles
-
Por nuestra sociedad mundial, en trance de pasar de
una moral externa justificada por el temor al castigo, hacia una moral sin
amenazas ni miedos, para que realice suavemente esta transformación...
-
Para que también los cristianos nos dejemos
influenciar por todo lo bueno que encontramos en la vida de tantos hombres y
mujeres, de tantos pueblos y religiones, como algo con lo que Dios nos
interpela y nos ayuda a crecer en santidad y en comunión…
-
Para que la sociedad humana vaya convergiendo en sus
convicciones sobre la dignidad humana, sobre ética básica imprescindible, y en
toda sociedad se afiancen sus valores básicos...
-
Para que nos hagamos conscientes de que todos
estamos llamados a la madurez, a la plenitud, a la santidad...
-
Para que todos los humanos nos sintamos libres,
gratuita y gozosamente atados al Bien, a la Verdad, al Amor y la Justicia, como
pilares esenciales de nuestra propia naturaleza...
-
Para que nuestras comunidades cristianas no pierdan
de vista que tan importante es iniciar a la moral como a la mística, y
articulen iniciativas y prácticas pedagógicas para ayudarnos conocer y vivir la
experiencia mística...
Oración
comunitaria
Dios nuestro, a
quien reconocemos presente en Jesús, impulsando hacia adelante el sentimiento
moral de la Humanidad, con su propuesta del amor mayor, el amor que da la vida
por los amigos, el amor que ama incluso a los enemigos. Ayúdanos a vivir a
fondo este amor, y a que esa vivencia sea una experiencia mística, que nos
afiance en el mismo Amor. Nosotros te lo pedimos inspirados por Jesús, nuestro
hermano mayor. Amén.
Lunes 24 de Febrero
7ª Semana Ordinario
Modesto de Tréveris
(486)
Sant 3,13-18: No anden con
envidia
Salmo 18: Los mandatos del
Señor son rectos y alegran el corazón
Mc 9,13-28: Tengo fe, pero
dudo, ayúdame
Jesús nuevamente
sigue propiciando transformación de las conciencias y de los espacios
«implicándose salvíficamente». El encuentro con la gente que lo reclama,
espera, y tienes expectativas en Él, acontece como experiencia dialógica,
compartida, colectiva; donde se puedan escuchar las muchas voces de los pobres
con espíritu, de los que anhelan acogida, cuidado y dignificación; donde se
puede entretejer epifanías de humanización, y se depongan los juegos de las
políticas del mal. Sus palabras y acciones no se convierten en ideología,
competencia de poderes o espectáculo para exportar. Él tiene claro lo esencial
de implicarse en la vida de la gente y en sus contextos de situación: «moverse
a misericordia».
La invitación del relato radica en la
capacidad y lucidez con las cuales lean la realidad en clave de una fe
inteligente, resiliente y misericordiosa. ¿Estamos dispuestos a sembrar
esperanza en las márgenes y fronteras existenciales? ¿Somos capaces de
enfrentarnos a las propias lógicas de poder que nos impiden estar al acecho del
Reino de Dios y sus prácticas sanantes y liberadoras? 25 de Febrero
7ª Semana Ordinario
Luis Versiglia, mártir
(1930)
Sant 4,1-10: Piden y no
reciben porque piden mal
Salmo 54: Encomienda a
Dios tus penas, que él te sustentará
Mc 9,29-36: Quien quiera
ser primero, sea último
Jesús es
consecuente con su manera de posicionarse en el entorno y en las necesidades de
la gente que quieren propiciar un encuentro salvífico con Él. Con sus gestos y
acciones, Jesús rompe las lógicas impuestas de relaciones asimétricas y
discriminatorias. Su praxis se expresa acogiendo, cuidando y sin traicionar la
confianza de las personas. Su pedagogía, en este sentido, es subversiva. A
nivel personal, Él mismo se implica junto con los vulnerados por el sistema
político-religioso en los procesos de dignificación humana, haciéndose también
vulnerable y exponiéndose a las lógicas de dominación; esas mismas lógicas que
lo ajusticiaran. A nivel comunitario, al comprometerse con los otros en los
procesos de reconocimiento e inclusión en el ámbito social, deslegitima las
jerarquías opresoras, inaugurando relaciones igualitarias y circulares. A nivel
profético, al visibilizar a la persona y los lugares vulnerados, denuncia la
perversión imperial y la idolatría cultual, anunciando con su propia vida el
modo en cómo humaniza el Reino de Dios. ¿Nuestro discipulado y misión se mueven
a compasión o por ambición? iércoles 26 de Febrero
Miércoles de Ceniza
Porfirio (240)
Jl 2,12-18: Rasguen sus
corazones
Salmo 50: Misericordia,
Señor: hemos pecado
2Cor 5,20–6,2
Reconcíliense con Dios
Mt 6,1-6.16-18: Tu Padre
te recompensará
La Iglesia nos
propone este tiempo de cuaresma para ejercitarnos en la práctica del amor a un
nivel mucho más profundo. Tres temas se nos presentan para vivir el amor que a
lo largo de la historia cristiana han favorecido el incremento de la
humanización. Estos temas son: Ayuno, limosna y oración. Estas tres realidades
se nos presentan para incrementar la vida, en relación con el todo: conmigo
mismo, con los otros y con Dios. El ayuno, es una propuesta que nos convoca al
cuidado y equilibrio de la propia vida, para que ella quede abierta y
disponible para los hermanos y para Dios. La limosna coloca al creyente en la
horizontalidad del amor. La vida cristiana solo se vive en honda
responsabilidad con la vida de los otros. Salvar a los hermanos, de las
miserias y opresiones, es la tarea cristiana. La oración es la experiencia que,
al colocar al creyente en relación con Dios, le capacita para seguir trabajando
sobre su propia vida y sobre la transformación de la historia en solidaridad y
justicia.
Jueves 27 de
Febrero
Jueves después de
Ceniza
Gabriel de la Dolorosa
(1862)
Dt 30,15-20: Te pongo
bendición y maldición
Salmo 1: Dichoso el hombre
que ha puesto su confianza en el Señor
Lc 9,22-25: Quién pierda
su vida por mí la salvará
El relato de
Lucas, entendido en la anti-lógica de los evangelios, presenta un tema que al
común de los creyentes no gusta y que el cristianismo (católico, ortodoxo,
protestante) de forma oficial, no ha proclamado con la fuerza que exige: “el
fracaso del Mesías”. Los evangelios no ocultaron el fracaso de Jesús ni lo
borraron de la memoria original cristiana, es una realidad aceptada por él con
profunda seriedad. La aceptación del fracaso es lo que hace posible que el ser
humano cambie las actitudes de altivez, soberbia y autosuficiencia. El fracaso
es camino, itinerario, propuesta de humanización. Esta es una de las grandes
paradojas del cristianismo. Y será en la experiencia del fracaso, de la muerte
en cruz, desde donde Jesús renacerá en la resurrección. Jesús es el modelo de
lo que es un ser humano a la medida del querer de Dios. Quien asume el fracaso
como él, venciendo el egoísmo y el poder de dominio, podrá experimentar la
vida, en toda su hondura. ¿Has vivido experiencias de fracaso? ¿Qué has
aprendido de ellas? iernes 28 de Febrero
Viernes después de
Ceniza
Leandro (600)
Is 58,1-9a: El ayuno que
Dios quiere
Salmo 50: Un corazón
quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias
Mt 9,14-15: Cuando no esté
el novio, ayunarán
El ayuno ha sido
releído, en el cristianismo, como una realidad penitencial y por lo tanto fue
cargado de una visión negativa y desastrosa. Lo penitencial no ha sido claro en
la Iglesia. En ese tema estamos “más perdidos que embolatados”. En la dimensión
penitencial cristiana hay elementos muy fatales y fatalistas, que impiden al
creyente hacer un itinerario profundo de conversión. Toda esa dimensión de
fatalidad hizo del seguimiento de Jesús una realidad lúgubre y carente de
alegría. Hoy nos encontramos con un trozo del Evangelio que plantea cosas
tremendas y diferentes: Jesús es el novio y mientras el novio esté los amigos
están convocados a vivir la alegría contagiosa. Frente a esas dos claridades
que presenta el Evangelio estamos invitados a vivir el ayuno como le agrada a
Dios: siendo solidarios con la causa de la libertad y de la justicia en favor
de las víctimas. Basta de seguir mostrando un cristianísimo carente de alegría,
con miedo a la novedad, a la libertad y que se dedica a mantener el orden
establecido. ábado 29 de Febrero
Sábado después de
Ceniza
Albino (549)
Is 58,9b-14: Cuando partas
tu pan, brillará tu luz
Salmo 85: Enséñame, Señor,
tu camino, para que siga tu verdad
Lc 5,27-32: He venido a
llamar a los pecadores
Leví era un
personaje despreciable para la sociedad de Jesús. Era “publicano”, es decir, un
trabajador al servicio del gobierno. Su oficio era visto como “pecaminoso” tanto
por el contacto con los paganos, como por las ganancias ilícitas que suponía el
ejercicio de su cargo. Jesús, desafiando las lógicas de su tiempo, lo llama y
convida a entrar en la anti-lógica del Reino. Es interesante cómo Jesús rompe
todas las lógicas religiosas y sociales de su época. La acción de Jesús no
puede generar otra cosa sino la murmuración de aquellos que se consideraban
“justos” y “legales” en su sociedad; entonces vienen las preguntas
recriminatorias. La acción de Dios no pueda estar en “cuidar la imagen”, en
“mantener el orden”, o “el prestigio”. La propuesta de la alegría de Jesús ha
llegado a los que la religión y la sociedad rechazan y marginan. Dios, a través
de la persona de Jesús, es la posibilidad para aquellos que han sido condenados.
¿Estamos dispuestos a actuar, a nivel personal e institucional, como Jesús
actuó?
Servicio Bíblico Latinoamericano
Em
Português: http://www.claretianos.com.br/servicobiblico
In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm
Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano:
Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano:
Para suscribirse: http://servicioskoinonia.org/informacion
Para contactarnos: contacto@biblico.org
Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia
Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia
Consulte las lecturas bíblicas de cualquier
domingo o día de la semana
desde 2004 a 2036, en nuestro Calendario
Bíblico-Litúrgico
(y en inglés): http://servicioskoinonia.org/BiblicalLiturgicalCalendar
No hay comentarios:
Publicar un comentario