sábado, 21 de septiembre de 2024

Por qué EEUU parece tan reticente a descubrir cómo explotaron los bíperes en el Líbano?

¿Por qué EEUU parece tan reticente a descubrir cómo explotaron los bíperes en el Líbano? Sputik News,21 de Septiembre/24 Washington no tenía conocimiento previo de la explosión de bíperes en el Líbano, aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. En sus palabras, EEUU estaba recopilando información sobre el ataque "de la misma manera que lo hacen los periodistas en todo el mundo", a pesar de sus estrechos vínculos con Israel. Las explosiones de buscapersonas en el Líbano y el ataque posterior en el que se utilizaron walkie-talkies, teléfonos y estaciones solares plantearon la cuestión de la seguridad de las líneas de suministro en todo el mundo. Aunque la afirmación de Miller de que el país norteamericano tiene que reunir información de la misma manera que lo hacen los periodistas es ridícula a primera vista, los trabajadores de prensa reales le están dando vueltas en círculos a la supuesta recopilación de datos por parte de la comunidad de inteligencia estadounidense. Los periodistas ya revelaron que los bíperes llevaban la marca de una empresa taiwanesa llamada Apollo, que a su vez culpó a una compañía húngara, diciendo que solo había cedido sus logotipos a la empresa. Sin embargo, parece que la compañía era una sociedad fantasma, que tal vez actuaba como intermediaria de una empresa búlgara llamada Norta Global. También existe información, a través de declaraciones del movimiento Hizbulá, de que los dispositivos se demoraron durante tres meses en su traslado, durante los cuales sospechan que Israel los interceptó e implantó explosivos en ellos. Los informes también indicaron que Israel había hecho estallar los bíperes porque creía que los combatientes de Hizbulá estaban empezando a notar que algo no iba bien en ellos. Por el contrario, el 19 de septiembre Miller se negó a proporcionar más detalles sobre los ataques y se limitó a negar cualquier implicación de Estados Unidos. El 18 de septiembre, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo israelí, Yoav Galant, en la que, se informó que "discutieron la situación en el Líbano y Gaza", pero aparentemente nada que Miller pudiera compartir posteriormente con el público. "¿Por qué nadie de nuestro Gobierno pregunta a los israelíes? ¿Sabemos si alguno de nuestros ciudadanos, muchos de los cuales viven en el Líbano, muchos de los cuales viven en la región, usa algún buscapersonas?", expresó a Sputnik Hekmat Aboukhater, periodista sirio-estadounidense de The Gray Zone. Sin embargo, los medios estadounidenses comunicaron, citando a funcionarios de inteligencia anónimos, que Israel había "informado a Washington de los detalles [del ataque] después de la operación a través de canales de inteligencia". Sin embargo, estos datos, al parecer, no están disponibles para los cientos de millones de estadounidenses que llevan dispositivos que podrían utilizarse de la misma manera que se usaron los bíperes en el Líbano. En cambio, como ha sucedido con muchas de las acciones de Israel desde el 7 de octubre, Washington ha hecho la vista gorda ante la situación y todavía se niega a decir si sospecha que Tel Aviv estuvo detrás de los ataques. Israel "tenía cómplices": ¿Quién está detrás del ataque contra bíperes en el Líbano? Cuando se le preguntó si el país norteamericano esperaba que sus investigaciones condujeran a una atribución pública del ataque, Miller se negó a responder. "Seguimos recopilando información por diversas razones, no voy a hablar de ellas públicamente", indicó. "Comparemos y contrastemos eso con el pánico absoluto que hubo en 2001 con las amenazas de ántrax, cuando todo el sistema de envío y correo dentro de EEUU tuvo que ser detenido solo por dos o tres cartas que se sospechaba que contenían ántrax. Tenemos una situación en la que miles de estadounidenses, potencialmente, y aliados de EEUU podrían estar usando dispositivos que todavía hoy están cargados con explosivos", argumentó Aboukhater. El país norteamericano tampoco dudó en culpar a nadie en esa situación, primero a Irak, después a un científico y después a otro que supuestamente se suicidó después de ser acusado. Sin embargo, hay dudas significativas sobre las pruebas que vinculan el ataque con ese sospechoso, pero el país norteamericano considera el asunto cerrado. "Pero, por alguna razón, [Miller] dijo que vamos a tratar esto como periodistas de investigación. Nosotros, EEUU, el país que tiene ojos en todas partes, con la operación de inteligencia más superior del mundo, vamos a tratar esto como periodistas", exclamó Aboukhater. A su vez, el corresponsal Glenn Greenwald calificó el comentario de Miller de "increíblemente engañoso" durante la emisión de su programa Actualización del Sistema. "El Gobierno de Estados Unidos es el gobierno del que Israel depende para su financiación, para el pago de sus fuerzas armadas y para el suministro de armas para sus guerras. Obviamente, el Gobierno de EEUU tiene los medios fáciles, directos e inmediatos para averiguar 'qué pasó' aquí y quién fue el responsable: levantar el teléfono y llamar a los israelíes y exigirles que les expliquen qué es lo que hicieron", argumentó Greenwald. Líder de Hizbulá: Israel "cruzó todas las líneas rojas" El 19 de septiembre, Miller insistió nuevamente en que Washington no tenía conocimiento previo del primer ataque, pero se negó a decir si había sido informado sobre el segundo al día siguiente. "No estuvimos involucrados en esa operación de ninguna manera, y lo dejaré así", declaró Miller. Cuando el periodista le pidió que aclarara si esa respuesta significaba que Estados Unidos no tenía conocimiento o si no diría si el país norteamericano tenía conocimiento previo del segundo ataque, Miller nuevamente se limitó a decir que EEUU "no estuvo involucrado". Una razón por la que Washington puede dudar en decir lo que sabe sobre el ataque es porque utiliza métodos muy similares en sus llamadas operaciones de seguridad. En 2013, medios alemanes revelaron documentos internos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que indicaban que esa agencia –junto con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI)– interceptaba rutinaria y secretamente computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos para colocarles dispositivos de vigilancia antes de que llegaran a su destino. Se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que Israel haya hecho algo similar a lo de los bíperes y otros dispositivos en el Líbano, pero que en su lugar haya implantado explosivos. La pregunta que se hace la mayoría es: dónde y cuándo ocurrió esto. "Debido a mi propia comprensión de cómo opera Israel en la región y quiénes son sus aliados y los títeres del imperio de los Estados Unidos, [yo] señalaría con el dedo a los Emiratos Árabes Unidos, [yo] señalaría con el dedo a Arabia Saudita. Y [yo] cuestionaría estas áreas donde potencialmente podría haber habido un asalto y donde se habrían colocado los explosivos", especuló Aboukhater. El 18 de septiembre, se le preguntó a John Kirby, asesor de comunicaciones de seguridad nacional de la Casa Blanca, si los estadounidenses que tienen estos buscapersonas deberían estar preocupados. El funcionario se limitó a decir que no tenía "nada más que agregar" sobre las explosiones. El 19 de septiembre, un grupo de expertos de la ONU en derechos humanos calificó el ataque como una violación del derecho humanitario, señalando que también violó el derecho internacional contra las trampas explosivas disfrazadas de dispositivos benignos. "Los israelíes sabían que estas personas que llevaban estos bíperes iban a conducir automóviles por la calle, ir al supermercado, caminar junto a los niños. Sabían que era así y, a pesar de todo eso, atacaron directamente a la población civil", destacó a Sputnik la activista Misty Winston. En sus palabras, la forma en que lo han hecho es algo aterrador, "creo que hoy en día todos vemos nuestros dispositivos electrónicos de una manera un poco diferente".

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