miércoles, 15 de octubre de 2025

El nuevo arancel del 100% de Trump contra China: una amenaza que revela desesperación

Recomiendo: El nuevo arancel del 100% de Trump contra China: una amenaza que revela desesperación Por Pedro Barragán | 15/10/2025 | Mundo Fuentes: Rebelión El 10 de octubre de 2025, Donald Trump ha vuelto a jugar la carta del conflicto, amenazando a China con un arancel del 100 % adicional a todos sus productos. Esta amenaza, lanzada con el pretexto de proteger la seguridad nacional, no es más que una maniobra populista, desesperada, que busca desviar la atención de los propios fracasos de Estados Unidos en su intento de bloquear a China y paralizar su pujante economía. China no ha tardado en responder. De forma firme y directa, ha dejado claro que no aceptará intimidaciones. No quiere una guerra comercial, pero tampoco dudará en defender con toda su fuerza sus derechos legítimos si Washington insiste en caminar por la senda del enfrentamiento. Las amenazas no funcionan con China, y Trump lo sabe. Pero insiste, atrapado en una mentalidad de suma cero que ya ha fracasado. Estados Unidos como principal desestabilizador Washington ha usado durante años la excusa de la seguridad nacional para aplicar restricciones arbitrarias, violar normas internacionales y sabotear el comercio global. Esta vez, ha justificado su amenaza arancelaria con la regulación china sobre la exportación de tierras raras, ignorando deliberadamente que estas medidas se ajustan a la legislación internacional y han sido comunicadas de forma transparente a través de canales diplomáticos. China no ha ocultado nada y ha actuado con responsabilidad. Lo que le molesta a Trump no es el contenido de las regulaciones, sino el hecho de que China tenga el control de sus propios recursos estratégicos. Estados Unidos no soporta que otro país tome decisiones soberanas, no soporta la idea de un mundo multipolar donde ya no puede imponer su voluntad a base de sanciones. La hipocresía de Washington no tiene límites Mientras acusa a China de proteccionismo, Estados Unidos aplica controles a la exportación de chips, bloquea software, ataca empresas chinas con sanciones sin pruebas y extiende su jurisdicción a empresas de terceros países. Este doble rasero ya no engaña a nadie. El mundo ve claramente quién está destruyendo el orden comercial global, que no es China sino Estados Unidos. Durante las últimas semanas, tras la reunión celebrada en Madrid, EE. UU. ha lanzado al menos tres nuevas medidas punitivas contra China en tiempo récord. ¿Es esta la actitud de una nación que dice buscar el diálogo? ¿Es así cómo se construye la confianza? Claramente no. Lo que Trump ofrece no es diálogo, sino chantaje disfrazado. La guerra comercial no asusta a China Pekín ha dejado claro que no quiere confrontación. Pero si se ve obligada a actuar, lo hará con determinación. A diferencia de Washington, que improvisa medidas sin estrategia, China se mueve con una serenidad estratégica que desconcierta a sus adversarios. No reacciona con histeria. Calcula, espera y responde con precisión. Es por eso que analistas como Liza Tobin reconocen que mientras EE. UU. juega al ajedrez en dos dimensiones, China lo hace en cuatro, tal y como recoge hoy el diario Global Times. La diferencia es abismal. Trump cree que los aranceles pueden presionar a China. Pero olvida que el mundo ha cambiado. Las cadenas de suministro ya no están exclusivamente bajo el control estadounidense. China ha diversificado mercados, tecnologías y alianzas. Los aranceles afectarán también a empresas y consumidores estadounidenses. Subirán los precios, escasearán productos y se ralentizará la producción. En otras palabras, EE. UU. se está disparando en el pie. No es consciente de que las exportaciones chinas no paran de subir a pesar de la guerra arancelaria (o, quizás, sí lo es y esa consciencia es el origen de su actuación). Hemos conocido esta semana que en los tres primeros trimestres de este año las exportaciones chinas han crecido más de un 7 % y la semana próxima la economía mostrará un crecimiento del PIB superior al 5 %. Un ataque también contra el orden internacional Las amenazas de Trump no solo van dirigidas a China. También atacan las reglas del comercio global, desacreditan los consensos multilaterales y minan la credibilidad de instituciones como la OMC. Estados Unidos actúa como una superpotencia en declive que ya no sabe cómo mantener su posición sin recurrir a la fuerza o al sabotaje económico. En contraste, China ha demostrado coherencia, responsabilidad y respeto por el derecho internacional. Sus medidas de control de exportaciones están dirigidas a prevenir conflictos, evitar la proliferación de armas y proteger la seguridad nacional de forma legítima. El mundo lo entiende y es solo Washington quien se niega a aceptarlo. China responde con dignidad, no con sumisión China ha dejado claro que no va a aceptar ninguna forma de coerción. No se someterá a presiones y no negociará sus intereses fundamentales. Su posición es firme: está dispuesta al diálogo sobre bases de igualdad, pero no cederá ante amenazas. Esa claridad es lo que le da fuerza en el escenario internacional. No necesita estridencias y se centra en actuar con coherencia, estrategia y legitimidad. Mientras Estados Unidos se hunde en su propio discurso contradictorio, China sigue apostando por el respeto mutuo, la cooperación y la estabilidad. Esa es la gran diferencia entre una potencia en decadencia y una nación en ascenso. Los tiempos han cambiado y Trump aún no lo entiende La nueva amenaza arancelaria no solo revela la política exterior caótica de Trump, sino también su desconexión total con la nueva realidad global. Ya no estamos en 1990. China no es una economía dependiente ni una potencia secundaria. Trump puede seguir lanzando amenazas. Puede seguir jugando a ser el «duro» de la película. Pero el mundo ha cambiado y quien no lo entienda se quedará atrás. China no va a caer en provocaciones. Pero tampoco va a retroceder ni un milímetro en la defensa de sus intereses. Si Washington quiere cooperación, encontrará disposición. Si insiste en la confrontación, encontrará resistencia. Es muy probable, ¡ojalá!, que esta nueva amenaza de Trump acabe en “aguas de borraja”. Pedro Barragán. Economista. Asesor de la Fundación Cátedra China. Autor del libro “Por qué China está ganando”. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

martes, 14 de octubre de 2025

Luego del acuerdo con Gaza, Trump busca desvincularse del conflicto ucraniano"

- Sputnik Mundo, Séptimo piso "Luego del acuerdo con Gaza, Trump busca desvincularse del conflicto ucraniano" Tras el acuerdo alcanzado en Gaza, Donald Trump apunta a cerrar otros frentes internacionales, disminuir gastos y limitar la participación de Estados Unidos en conflictos externos. En la misma línea, busca desentenderse del conflicto en Ucrania, ante el alto costo político y financiero que implica mantener su involucramiento. "Después del desenlace en Gaza, lo que le queda a Trump es desentenderse del tema ucraniano, no tiene ningún interés en sostenerlo; no hay dudas de que el republicano y su equipo conocen bien a Zelenski, están buscando zafarse y dejar que Kiev se arregle solo", explicó Hernando Kleimans, periodista, historiador y especialista en relaciones con Rusia, en diálogo con Séptimo Piso. "En el transcurso de este año, la provisión de armas de la OTAN a Ucrania cayó un 50%, y eso responde a que Trump no quiere seguir poniendo dinero", dijo, y agregó que "en este momento, lo que está intentando es salir de ese esquema". En ese mismo sentido, el periodista destacó que "Estados Unidos necesita liquidar estos conflictos, no porque sea partidario de la paz mundial, sino porque ya no le alcanzan los recursos económicos para sostener tantos frentes abiertos al mismo tiempo". Por último, afirmó que "Trump se siente como un héroe mundial por el cese al fuego en Gaza y no busca un conflicto bélico con Rusia. Estados Unidos está inmerso en una crisis y meterse en un enfrentamiento con Rusia en este contexto sería una locura".

Occidente se autodestruye en Ucrania

Recomiendo: Occidente se autodestruye en Ucrania Por Gabriel Impaglione | 14/10/2025 | Europa Fuentes: Rebelión El general alemán Harald Kujat, ex jefe de las fuerzas armadas y alto oficial de la OTAN, dijo al periódico G.Diesen que los acuerdos de Estambul «fueron bombardeados por Occidente cuando se habían logrados avances decisivos» (Boris Jonhson convenció a Zelensky de retirarse). El militar enfatizó que «Occidente quiere la guerra y avanza hacia ella, no hizo intentos serios por alcanzar la paz». Kujat no es un militar pagado por Putin o el CC del PC Chino, es obvio. Su testimonio coincide con muchos generales y altos mandos de los ejércitos europeos, incluso norteamericanos, pero el conocimiento y la experiencia no importan a los conductores de la tragedia. En los ’90, Rusia y la OTAN compartían actividades de defensa misilística y se proyectaba el ingreso de Moscú y Kiev a la Alianza euro-atlántica. EEUU rompe los acuerdos en 1992, gobierno Reagan, y reposiciona en el centro de las amenazas a su pais a Rusia. Entonces, la FR advertía que en Polonia y Ucrania podían generarse conflictos armados por las políticas occidentales de expansion OTAN y enfatizaba la necesidad de crear zonas neutrales entre ambos bloques militares. No se prestó atención ni siquiera en la ONU y el alargamiento atlantista hacia el Este continuó sin pausa. ¿Reagan rompió los acuerdos porque tenía un plan? Los proyectos estratégicos comprenden décadas de preparación. No parece sensacionalista la pregunta, todo lo contrario. Y la historia da cuenta. El golpe de Estado de 2014 en Ucrania fue promovido por EEUU, organizado y financiado. Paso decisivo para ocupar el país con «empleados» capaces de traicionar a su propio pueblo para cumplir con las tareas «para el hogar». Ya en 2017 Trump envía los primeros misiles a Ucrania. Clink, Caja. ¿Por qué el inefable Soros invirtió, entre otros humanistas del billete, cifras millonarias en el Maidán? Esta gente donde pone el ojo pone la ganancia. Ya sabemos que la Merkel confesó que los acuerdos de Minsk, I y II, sirvieron para dar tiempo a Ucrania de armarse, construir infraestructura militar y organizar su escalada ante Rusia, todo financiado por los «buscadores» de paz occidentales. También sucedió con la iniciativa de Estambul. La venta de armas es más fuerte que la paz. No es difícil entender quienes están con las corporaciones, aparecen dando discursos explosivos todos los días. Zelensky quiere evitar la derrota hundiendo a toda Europa en la conflagración. Bruselas dice una cosa y hace otra. EEUU compra petróleo a India, India compra petróleo a Rusia y lo vende a EEUU, EEUU lo vende a Europa. ¿Se entiende? Mientras Occidente brama «ninguna compra a Rusia» estos mecanismos se repiten. Los negocios son más fuertes que la paz. La gente en Europa paga mucho más cara la energía y las fábricas disminuyen la producción, o cierran por los costos. Buen negocio para Europa! Los misiles «tomahawk» que piensa enviar Trump a Ucrania pueden portar ojivas nucleares y son de largo alcance. Más de un militar experto yanki le ha dicho a su presidente: «esto no es razonable, puede volar el mundo en pedazos». Es verdad. Trump, que sabe de vender y alquilar departamentos, no de misiles y guerras, está pensando. Los tomahawks son buen negocio. Europa pagaría muy caro la presencia de estos artefactos. La USAID, la famosa agencia yanki que dio generosamente mucho dinero a la contra nicaragüense, los atentadores en Cuba y Centroamérica y a la oposición venezolana, entre otras bondadosas presencias en el planeta, daba 1500 millones de dólares por mes a Kiev para financiar el Gobierno. Parte de esos fondos dicen que no llegaron al Tesoro ucraniano. Zelensky dijo que llegaron 177 mil millones, pero Trump afirma que fueron 300 mil millones. Algo se ha caído por el camino. La corrupción no es una novedad. La USAID fue cerrada por Trump. El clan de lacayos de las corporaciones enmascara los intereses de la compra-venta de armas y servicios en un discurso de defensa de la libertad y la democracia occidental. Por la paz en Europa, claman. Mientras tanto, Europa retrocede a pasos agigantados a la etapa preindustrial. Caída de producción, desempleo, crisis social, deterioro de calidad de vida, ultraderechización de la política y, por ende, recortes de libertades y derechos civiles, cultura, educación y libertad de expresión. Las huestes nazis persiguen inmigrantes acusándolas de la crisis, sin entender que la crisis la están produciendo sus mandantes, blancos y elegantes. El suicidio colectivo está en marcha. Los pueblos europeos no tienen mucho tiempo disponible para mirar a otro lado. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

lunes, 13 de octubre de 2025

octavo frente: la cúpula de hierro digital y la batalla por el relato de Israel

Recomiendo: El octavo frente: la cúpula de hierro digital y la batalla por el relato de Israel Por Mohamad Hasan Sweidan | 13/10/2025 | Mentiras y medios Fuentes: The Cradle Traducido del inglés por Marwan Pérez para Rebelión Mientras su ejército bombardea Gaza, a pesar de haber acordado un alto el fuego, Tel Aviv lanza una ofensiva digital paralela destinada a silenciar las narrativas de resistencia, manipular las percepciones globales y rediseñar la memoria digital de sus crímenes de guerra. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha descrito el «octavo frente» de su guerra como la batalla por la verdad. «Siete frentes contra Irán y sus aliados. El octavo: la batalla por la verdad», declaró durante una ceremonia organizada por la cadena estadounidense Newsmax en el hotel Waldorf Astoria de Jerusalén. Su objetivo es refutar las acusaciones de genocidio y hambruna intencional vinculadas a la guerra israelí contra la Franja durante dos años, siendo los programas de inteligencia artificial (IA) y las redes sociales los campos de batalla más importantes en este frente. Cúpula de hierro digital Tras la Operación Inundación de Al-Aqsa del 7 de octubre de 2023, la llamada «Cúpula de Hierro Digital» de Israel se activó para interceptar contenido digital, al igual que su cúpula militar intercepta misiles. Los objetivos no son la metralla, sino las ideas (publicaciones, imágenes, vídeos) que exponen las atrocidades de Israel en el enclave asediado. Esta cúpula digital opera a dos niveles o capas. El primer nivel es un sistema de denuncias impulsado por voluntarios: una campaña nacional financia que los usuarios inunden las redes sociales con quejas masivas contra contenido considerado desfavorable para Israel. Un sistema híbrido de IA y revisores humanos que clasifica rápidamente las publicaciones marcadas y luego envía solicitudes de eliminación a plataformas como Meta, TikTok y X. El objetivo es la velocidad, y acallar la narrativa contra Israel mucho antes de que se propague. Solo TikTok eliminó 3,1 millones de vídeos y suspendió 140.000 transmisiones en directo durante los primeros seis meses del genocidio israelí en Gaza. La Unidad Cibernética de la Fiscalía General de Israel presentó cerca de 9.500 solicitudes de eliminación durante el mismo período, y Meta supuestamente las atendió en el 94 % de los casos. La segunda capa es la guerra algorítmica: los sistemas de IA escanean más de 200.000 sitios web para identificar narrativas disidentes y luego bombardean a los usuarios expuestos con contenido pagado proisraelí en tiempo real. Mediante campañas publicitarias que imitan la apariencia y el ritmo de las publicaciones orgánicas, Israel inunda las cronologías con una contra narrativa fabricada. Esta doble estrategia busca abrumar y eliminar. La primera suprime la difusión de las voces de resistencia. La segunda las reemplaza con mentiras aprobadas y controladas por el Estado. Utilizar las redes sociales como arma de guerra Todos somos el blanco de estas guerras. Somos quienes, con sus clics, deciden qué bando gana. ( Peter Singer, coautor de LikeWar: La militarización de las redes sociales ) El 26 de septiembre de 2025, Netanyahu se reunió con 18 influencers de redes sociales residentes en Estados Unidos. La orden era inundar TikTok, X, YouTube y pódcast con mensajes proisraelíes. Una semana después, Tel Aviv destinó 145 millones de dólares a su mayor campaña de propaganda digital hasta la fecha, denominada «Proyecto 545». La campaña se dirige a la opinión pública estadounidense, especialmente a la Generación Z, con contenido asistido por IA adaptado para TikTok e Instagram. Documentos de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de EE. UU. (FARA) revelan que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel contrató a Clock Tower, una firma dirigida por Brad Parscale, exjefe de campaña del presidente estadounidense Donald Trump. El objetivo es influir tanto en el discurso público como en las respuestas generadas por plataformas de IA como ChatGPT, Grok y Gemini. Paralelamente se lanzó el «Proyecto Esther» para financiar a influencers estadounidenses, cuyos contratos, según informes, alcanzan los 900.000 dólares por persona, para que publiquen entre 25 y 30 post al mes, y crear un flujo constante de contenido proisraelí. Entre junio y noviembre de 2024, se distribuyeron al menos 900.000 dólares en pagos de campaña a entre 14 y 18 influencers, con un promedio de 6.100 y 7.300 dólares por publicación. Bridge Partners, una empresa contratada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, facturó al grupo internacional de medios “Havas Media Group” en Alemania, por los costos de la campaña de “influencers” pro-Israel que trabaja para Israel. Show Faith by Works, una nueva empresa fundada en julio de 2025, recibió 325.000 dólares en tan solo dos meses para promover la propaganda israelí entre las comunidades cristianas de Estados Unidos y Occidente. Con planes de invertir hasta 4,1 millones de dólares en la campaña, se ha promocionado como la mayor campaña de geofencing en iglesias cristianas de la historia de Estados Unidos. Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí invirtió 137 millones de dólares adicionales en campañas globales para influir en la percepción de la audiencia, además de los programas habituales de mejora de imagen. Estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia, a menudo denominada» hasbará«, término hebreo que designa la propaganda y diplomacia de Israel. En la era digital la hasbará ha evolucionado desde las narrativas mediáticas convencionales hasta sofisticadas operaciones de influencia asistidas por IA, diseñadas para dominar y distorsionar el discurso de los medios. Un informe de la cadena pública española RTVE, que cita una investigación de Eurovision News Spotlight, reveló que el gobierno israelí asignó aproximadamente 50 millones de dólares en gastos publicitarios entre Google, X y las redes publicitarias franco-israelíes Outbrain y Teads. El objetivo, según la investigación, era contrarrestar la cobertura internacional sobre la hambruna en Gaza presentando una fachada de normalidad. De enero a principios de septiembre de 2025, Tel Aviv publicó más de 4.000 anuncios digitales, la mitad de ellos dirigidos a audiencias internacionales. Estos anuncios presentaban una Gaza limpia y sana, libre de escombros y hambruna. Blanqueo digital de crímenes de guerra La guerra mediática no se limita a las plataformas públicas. En mayo de 2024 OpenAI reveló que había desmantelado cinco operaciones de espionaje que explotaban sus herramientas, una de las cuales estaba a cargo de la empresa israelí STOIC. La firma utilizó grandes modelos de lenguaje para generar contenido proisraelí y mensajes anti-Hamás adaptados al público estadounidense, y luego los difundió a través de cuentas falsas en Facebook, X e Instagram. El New York Times (NYT) informó sobre una operación paralela del gobierno israelí que utilizó casi 600 cuentas falsas para inundar las cuentas de 128 legisladores estadounidenses, con más de 2000 comentarios seleccionados por semana. Estos mensajes defendían las acciones israelíes y difamaban a las instituciones palestinas y al principal proveedor de ayuda humanitaria en Gaza, la agencia de la ONU de atención a los y las refugiadas, la UNWRA. El año pasado, la portavoz de UNRWA, Juliette Touma, dijo : Estos anuncios son destructivos para la gente. Deberían parar, y los responsables de este sabotaje deberían rendir cuentas. Debería haber un seguimiento exhaustivo con empresas como Google una vez que la guerra termine. Hay mucho que responder. Mediante estos métodos, Tel Aviv busca anticiparse y sobrescribir las narrativas de la oposición en el mismo instante en que aparecen. El resultado es un espacio digital saturado de propaganda estatal: una cronología diseñada para el olvido. Exportar represión El peligro global reside en que este modelo siente un precedente. Cuando una potencia militar colonial, ante acusaciones creíbles de genocidio, puede usar herramientas digitales para reescribir el historial en tiempo real, envía una clara señal de que cualquiera con el dinero y la tecnología necesarios puede hacer lo mismo. El sistema de Israel es simple pero devastadoramente efectivo: informes masivos para silenciar el disenso, anuncios dirigidos para manipular la percepción, contratos con influencers para fabricar consentimiento y uso de herramientas de inteligencia artificial para distorsionar la verdad. Si este modelo se extiende, las voces de la resistencia en todo el mundo –desde estudiantes hasta periodistas y movimientos indígenas– verán sus verdades enterradas bajo una avalancha pagada de propaganda estatal. Tel Aviv puede haber sido pionero en esta ocupación digital de la verdad. Pero no será el último en usarla contra quienes luchan por la justicia. Fuente: https://thecradle.co/articles/the-eighth-front-israels-digital-iron-dome-and-the-narrative-battle Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Poner fin al conflicto ucraniano resultó más difícil que el conflicto en Oriente Medio, declara Trump

Poner fin al conflicto ucraniano resultó más difícil que el conflicto en Oriente Medio, declara Trump Poner fin al conflicto ucraniano resultó más difícil que el conflicto en Oriente Medio, declara Trump - Sputnik Mundo, 1920, 13.10.2025 © telegram SputnikMundo Poner fin al conflicto ucraniano resultó más difícil que el conflicto en Oriente Medio, declara Trump "Pensaba que todo sería fácil. Pensaba que sería mucho más fácil que lo que acabamos de lograr [en Oriente Medio]", enfatizó Trump durante su discurso en la Knéset. Además, afirmó que, según su punto de vista, la era del terror y la muerte en Oriente Medio llegó a su fin. "Estoy convencido de que es el amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio", indicó el mandatario estadounidense. Otras declaraciones clave de Trump: El presidente estadounidense afirmó que, después de Gaza, planea centrarse en resolver el conflicto ucraniano. La crueldad del 7 de octubre golpeó la esencia misma de la humanidad. EEUU se une a quienes vieron sus vidas cambiar tras aquel día y no permitirá que algo así vuelva a suceder. EEUU proporcionó a Israel muchas de sus "mejores armas". La historia debe recordar a Marco Rubio como el mejor secretario de Estado de la historia de EEUU. Witkoff es un gran negociador, sin él el mundo podría enfrentarse "con una tercera guerra mundial". Tras su visita a Moscú y su reunión con Putin, Witkoff informó que discutió "muchas cosas interesantes" con el presidente ruso.

domingo, 12 de octubre de 2025

León XIV y la «guerra espiritual»

León XIV y la «guerra espiritual» Por Gorka Larrabeiti | 11/10/2025 | Mundo Fuentes: Infolibre Pareciera un fake más, pero no: el pasado 29 de septiembre, en la página oficial de la Casa Blanca, se publicó el siguiente mensaje presidencial: Hoy saludo a los millones de creyentes cristianos en los Estados Unidos y en todo el mundo que celebran la Fiesta de San Miguel Arcángel. Según las Sagradas Escrituras, cuando el Diablo se rebeló contra Dios en el Cielo, San Miguel y su legión de ángeles arrojaron a Satanás a la Tierra, reafirmando triunfalmente la soberanía de Dios sobre toda la creación. Durante 2000 años, los cristianos han acudido a San Miguel Arcángel en busca de protección, fortaleza y valor en tiempos de conflicto, angustia y duda. En 1886, hace casi 140 años, el Papa León XIII, líder de la Iglesia Católica Romana, temiendo por el futuro del mundo occidental, introdujo la legendaria Oración a San Miguel, que aún se reza hoy en día en iglesias y hogares en toda nuestra Nación y en todo el mundo: San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios lo reprenda, te lo suplicamos humildemente; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder de Dios a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén. Ocho días antes, en el homenaje a Charlie Kirk celebrado en el State Farm Stadium de Glensdale, el Secretario de Guerra, Pete Hegseth, calificó el momento actual “no como una guerra política” ni tampoco como “una guerra cultural”, sino más bien como una “guerra espiritual” (sic). En efecto, ese evento, que llevaba como título “Construyendo un legado”, establece un nuevo marco político, un “Turning point”, un punto de inflexión que no cabe desatender, pues en él discurrirá no sólo el resto del segundo mandato de Trump, sino muy probablemente también la próxima presidencia de EE.UU, a menos que se produzca –Signore, salvaci– un milagro en las filas del Partido Demócrata. La plana mayor del gobierno Trump tomó parte en el evento. Hubo algo en común en todas las intervenciones: el sincretismo de política y religión. ¿Era un mitin o un acto litúrgico? ¿Eran discursos o eran sermones? Ambos, aunque el del Secretario de Estado, Marco Rubio, tuvo más de lo segundo. El Vicepresidente J.D. Vance esclareció la naturaleza del acontecimiento: “El malvado asesino que nos arrebató a Charlie esperaba que hoy tuviéramos un funeral, pero en su lugar, amigos míos, hemos tenido un avivamiento [“revival”, término frecuente en el evangelismo] y una celebración de Charlie Kirk y de su Señor, Jesucristo.” La viuda Kirk reiteró la idea: “Después del asesinato de Charlie, no vimos violencia. No vimos disturbios. No vimos una revolución. En cambio, vimos lo que mi esposo siempre oró por ver en este país. Vimos un avivamiento.” En Estados Unidos se escucha hablar de un “Tercer Gran Despertar”. En Estados Unidos ha estallado, sí, una “guerra espiritual”, y ha estallado justo bajo el papado de León XIV, el primer papa estadounidense. La policrisis (ecología, desigualdad, xenofobia, armamentismo, multilateralismo etc.) que ya aquejaba al mundo bajo Francisco se ha agravado en este corto pero interminable segundo gobierno de Trump. La Tercera Guerra Mundial a pedazos que profetizó Bergoglio ha cobrado más y más cuerpo: Israel atacó a Irán, el genocidio palestino se ha sublimado, cazas y drones rusos juegan a las escaramuzas en los cielos de Europa, y Estados Unidos ataca lanchas de supuestos narcos venezolanos. El 17 de julio Israel atacó la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza: murieron 3 personas y resultaron heridas otras 10. León XIV lo ha denunciado todo; ha torcido el gesto con el presidente de Israel, ha hecho constantes llamamientos a la paz, pero avisa humilde en su primera entrevista larga que su papel principal no es ser “solucionador de los problemas del mundo”. Bien por él: ya no cabe tanto mesías en la Tierra. La pregunta es si la calma, mesura, imperturbabilidad, ecuanimidad y diligencia, el freno a la impulsividad, el rechazo del dramatismo que se ensalzan en Prevost son las mejores armas para afrontar a un trumpismo ávido de religión que se mueve para colocar hombres suyos al frente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. León XIV intenta mantenerse al margen de una guerra cultural religiosa que se libra ya en terreno europeo: “No tengo planeado involucrarme en la política partidista. La Iglesia no se trata de eso”. Otra pregunta sucesiva es cuánto tiempo resistirá León XIV esgrimiendo esa diplomacia de equilibrio. Y, sobre todo, ¿por qué León XIV no acude hoy que hace más falta que nunca a aquello de Francisco: “¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad!”? En el escudo papal, con su lema exhortando a la unidad (In Illo uno unum), se halla la respuesta a la primera pregunta. A León XIV lo eligieron como toma de tierra después del papado “eléctrico” de Bergoglio, que atraía a progresistas y provocaba repulsa en los conservadores. Prevost, al que le ha caído la pesada cruz de ser un líder mundial, mide con sumo tiento sus pasos. Ahora bien, ¿acierta León XIV al no combatir de cara el trumpismo para evitar males mayores? El tiempo dirá si la diplomacia de equilibrio de Prevost, o sea, el evitar trincheras ideológicas confiando en que sean la sociedad civil, los obispos locales y las conferencias episcopales quienes ejerzan el papel de opositores frontales frena o alienta el nacionalcristianismo global. Conviene hacer memoria siempre. No es la primera vez que para evitar males mayores la Iglesia se pone de perfil. Recordemos los concordatos que firmó la Iglesia con la Italia de Mussolini, la Alemania de Hitler o la España de Franco. Aquella sacralización del vínculo patrio, aquella deificación de los líderes y aquella renuncia a la tradición democrática liberal han vuelto con fuerza. Toda aquella corriente intransigentista que apostó por una recristianización global tienta a ciertos católicos exactamente igual que los tentó en los años 30 y 40 del siglo pasado. Hay una iglesia católica convencida de que pactar con el nacionalcristianismo global le salió a cuenta entonces y le sale a cuenta ahora. Al fanático Kirk, el obispo Barron lo llamó “apóstol del discurso civil”; el cardenal Dolan lo denominó “un moderno san Pablo”. La unidad de la Iglesia no es un tema menor, ni siquiera para los más anticlericales de los anticlericales. Pero ante un problema tan mayúsculo, como es el trumpismo, que todo lo ha agravado, resulta mucho menor. León XIV se halla ante una difícil encrucijada estratégica. Si bien parece muy cabal no polarizar aún más un mundo ya totalmente polarizado, no lo parece tanto conceder terreno a quienes más polarizan y otorgar callando. Cuánto tendrán que ver su medido silencio y su buscada prudencia con el apoyo financiero que llega de fundaciones estadounidenses a las deficitarias arcas vaticanas no lo sabemos. De los “cuatro principios relacionados con tensiones bipolares propias de toda realidad social” (EG, 221) que estableció Francisco, el segundo, “la unidad prevalece sobre el conflicto” (EG 226-231) es el que menos convence a un republicano. La manera más adecuada de situarse ante un conflicto como el trumpismo no parece que sea “aceptar, sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso”. Se puede y se debe luchar. No cabe imparcialidad ante un mal que agrava los problemas ya existentes, es decir, un mal mayor. Y si todo ello fuera poco, añadamos un último motivo de preocupación para este pontificado que apenas ha arrancado: la religión se ha convertido en objeto de consumo. El trumpismo constituye un culto verdaderamente atractivo para los consumidores frustrados y aislados. ¿Quién puede resistirse al embrujo de la jaculatoria final de la viuda Kirk en Glensdale: “Elige la oración. Elige el valor. Elige la belleza. Elige la aventura. Elige la familia. Elige una vida de fe. Y lo más importante, elige a Cristo.” Cómo luchar contra ello desde un catolicismo que impone, en cambio, deberes, obligaciones y brinda una comunidad cada vez más anciana y escasa. El catolicismo trumpiano, aún minoritario en Europa, brinda una síntesis cómoda al consumidor religioso que le permite escoger o desechar los principios y los valores incómodos, como si fueran meros ingredientes en una receta de cocina: quita samaritanos, mete más espadas. Valor, belleza y aventura. El primer papa estadounidense deberá ocuparse del trumpismo como ya está haciendo y como ya hizo antes de ser papa. Es su competencia y, hoy por hoy, el mayor problema del mundo en cuanto que agrava, como decíamos, todos los problemas (ecología, desigualdad, xenofobia, armamentismo etc.) que ya aquejaban al mundo. No se trata, no, de comparar a Prevost incesantemente con el más batallero Bergoglio; tampoco de delegar cómodamente en él la oposición más aguerrida al trumpismo; se trata de que el nacionalcristianismo global, esa alianza de credos religiosos judeocristianos que han hallado en la vuelta al Dios del Antiguo Testamento un aglutinante político poderosísimo, está arrasando los cimientos de las democracias liberales. Karl Polanyi alertaba en 1935 de que “el fascismo victorioso no entraña solo la ruina del Movimiento Socialista, sino que es el fin del Cristianismo salvo en sus formas más degradadas”. La tesitura histórica actual se asemeja muchísimo a ese trance, por lo que cada cual, nadie excluido, ha de arrimar el hombro como mejor pueda. Nadie va a sobrar en esta nueva “guerra espiritual” que nos han declarado, como nadie sobró en la lucha antifascista. Tampoco el papa. Gorka Larrabeiti es profesor de español residente en Roma. Fuente: https://www.infolibre.es/opinion/plaza-publica/leon-xiv-guerra-espiritual_129_2072807.html Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, 11 de octubre de 2025

Premio Nobel golpista

Recomiendo: Premio Nobel golpista Por Jorge Majfud | 11/10/2025 | EE.UU., Venezuela Fuentes: Rebelión - Imagen: María Corina Machado, política venezolana involucrada en maniobras golpistas, reconocida con el Premio Nobel de la Paz 2025. En 2002, el presidente democráticamente electo de Venezuela, Hugo Chávez, fue secuestrado y recluido en la isla La Orchila. Corina Machado, varios empresarios y el New York Times apoyaron el golpe. La oposición proclamó a Pedro Carmona (exitoso empresario y miembro del Opus Dei) como nuevo presidente. Carmona decretó la disolución de la Asamblea Nacional, la Corte Suprema y otras instituciones. Corina Machado firmó la declaración de apoyo a esas medidas, pero luego se corrigió diciendo que firmó sin saber. En su editorial, el New York Times saludó el cambio de régimen encabezado por “un respetado hombre de negocios”, el que tenía como propósito acabar con la dictadura electa en Venezuela. Según documentos desclasificados, la CIA sabía que el presidente George Bush sabía. El 25 de abril, desacreditando su propio editorial a favor del golpe, el Times informará que este dinero para la agitación social previa al golpe había sido canalizado por terceros, como el National Endowment for Democracy con 877.000 dólares. Según un cable del 13 de julio de 2004 filtrado por Wikileaks, organizaciones como la USAID habían enviado casi medio millón de dólares para proveer “entrenamiento para los partidos políticos”. El cubano Otto Reich (uno de los organizadores del acoso de los Contras en Nicaragua veinte años atrás, parte de la maniobra Irán-Contras) fue otro encargado de contribuir a la desestabilización del presidente venezolano. Como en la fallida invasión de Bahía Cochinos cuarenta años antes, el fiasco fortalece al presidente electo de Venezuela. Devuelto al poder por las protestas populares, Chávez indultó a varios responsables del golpe de Estado en su contra. Entre ellos, los opositores Henrique Capriles y Leopoldo López, quienes continuarán su actividad política “denunciando la dictadura”. El 14 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela absolverá a los militares Efraín Vásquez, Pedro Pereira, Héctor Ramírez y Daniel Comisso, también participantes del golpe de Estado “contra la dictadura”. Frustrado por el fracasado golpe, el 23 de agosto de 2005 el influyente televangelista Pat Robertson, frente a las cámaras de televisión de su poderoso Club700, se dirigió a un millón de fieles para proponer asesinar a Hugo Chávez “por destruir la economía de Venezuela, por permitir la infiltración de los comunistas y de los extremistas islámicos en su gabinete”. No importa que nada de esto sea cierto.“La opción de un asesinato es claramente más económica que lanzar una guerra… no creo que con esto vayamos a interrumpir el suministro de petróleo desde Venezuela… tenemos la doctrina Monroe y otras doctrinas para aplicar, tenemos el poder de sacarlo de ahí… no vamos a gastar 200 mil millones en otra guerra”. El influyente pastor, amigo del dictador Efraín Ríos Montt de Guatemala y de otros genocidas cristianos como Roberto D’Aubuisson de El Salvador o Mobutu Sese Seko de Zaire, quería asesinar a un presidente legítimo elegido por el pueblo que, además, también era un ferviente cristiano. El 9 de diciembre de 2007, en la University of Miami. Una voz de evento anunció, para la cadena Univision, el “primer Foro Presidencial del Partido Republicano en español”, mencionando las reglas: en el foro no se hablará español. Una de las moderadoras del no debate es la simpática María Elena Salinas. Salinas: “Hace exactamente una semana Venezuela rechazó cambios a la constitución pero el Presidente Hugo Chávez…” Los aplausos interrumpen a María Elena, quien hace algún esfuerzo por impedir una sonrisa. Salinas: “Muchos creen que el presidente Chávez es una amenaza para la democracia en la región. Si usted fuera presidente ¿cómo lidiaría con Chávez?” Paul: “Bueno, él no es la persona más fácil con quien lidiar, pero tenemos que lidiar con todas las personas en el mundo de la misma manera, con amistad, oportunidad de dialogar y comerciar con…” Los abucheos lo interrumpen. Ron Paul, con su mirada cansada pero con el rostro ya curtido por largos años de disidente, insiste, imperturbable, tal vez resignado. Paul: “…hablamos con Stalin, hablamos con Krushev. Hablamos con Mao y hemos hablado con el mundo entero y de hecho estamos en un momento en que debemos hablar con Cuba.” Ahora los abucheos crecen como un huracán sobre Miami. Paul: “…y viajar a Cuba y tener comercio con Cuba. Pero déjenme decirles por qué tenemos problemas con ellos: porque hemos estado metidos en sus asuntos internos hace tanto tiempo… Nosotros creamos a los Chávez, a los Castros de este mundo, interfiriendo y creando caos en sus países y ellos respondieron con sus líderes legítimos”. Los abucheos alcanzan su clímax. Miami se lo quiere comer crudo, sin ron. Las reglas civilizadas del Foro obligan a seguir indiferentes al próximo candidato, que ha escuchado muy bien la voz del pueblo. Huckabee (futuro embajador de Trump en Israel): “Aunque a Chávez lo eligieron, no lo eligieron para ser un dictador… Mi mamá decía: “si uno le da suficiente soga a alguien, se van a colgar” y yo pienso…” Giuliani: “Yo estoy de acuerdo con la manera en que el rey Juan Carlos le habló a Chávez. (Aplausos) Mejor que lo que quiere hacer el congresista Paul… Hay esperanza de que la gente entienda la necesidad de mercados abiertos, de la libertad… Yo creo que al presidente Calderón, lo eligieron, pero yo creo que Chávez tuvo algo que ver con eso…” Sin contar con la participación de Corina Machado en el golpe del 2002 (se podría decir que eso ocurrió hace dos décadas y todos pueden corregir en la marcha) sus últimas peticiones públicas, en 2025, a una invasión militar de Estados Unidos a Venezuela, la inhabilitaban para cualquier Nobel de la Paz. La tan deseada invasión de Venezuela, vieja brutalidad imperialista apoyada por el clásico cipayismo del colonizado con privilegios, dejaría miles de muertos, sino una guerra civil o una nueva Palestina a la cual desangrar con sucesivos bombardeos y estratégicos “acuerdos de paz”. Hasta Henrique Capriles se opuso a esa petición. Al mismo tiempo que Corina Machado golpeaba las puertas del Pentágono, a finales de agosto Capriles reconocía algo de mero sentido común: “la mayor parte de las personas que quieren una invasión de Estados Unidos no viven en Venezuela”. No así Juan Guaidó; todos saben, es un mercenario barato y ni los venezolanos de Florida lo quieren. Si querían premiar a alguien de la oposición en Venezuela, es bastante obvio que había muchos otros venezolanos de a pie que están allá luchando, legítimamente, por sus convicciones y sin dinero extranjero o de grandes capitales. Si querían intervenir en la política venezolana de una forma menos obscena, podrían haber considero que el dinero del Nóbel los hubiese financiado por un tiempo. Pero no, tenía que ser Corina Machado. Parece bastante obvio que el petróleo, la “malbendición” de Venezuela, es el factor central en todo esto. Justo cuando Trump asesina a desconocidos venezolanos en el Caribe, buscando distraer al pueblo estadounidense y una excusa para invadir Venezuela, premian a una figura conocida que llama a una invasión. No la premian con el Nobel de Business sino con el “Nobel de la Paz”. Esas ejecuciones sumarias a piacere, sin juicio debido, fueron aplaudidas por Corina Machado. En Fox News, las calificó de “valentía y claridad ante una empresa criminal que trae miseria a nuestro pueblo y desestabiliza la región para dañar a los Estados Unidos”. Claro, qué se puede esperar de un galardón, más famoso que prestigioso, que distinguió a genocidas históricos como Henry Kissinger y a ángeles como Obama quien, mientras sonreía, bombardeaba todo lo que se movía en el Medio Oriente, récord que incluye desde niños masacrados por drones hasta la destrucción de Libia, un país con un desarrollo remarcable y con un independentismo peligroso. Siempre en nombre de la democracia y la libertad que, en Estados Unidos hoy, ya ni siquiera se respeta en los discursos. Es todo muy surrealista, pero lógico en el fondo. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Macron hunde a Francia y su primer ministro dimite tras burlarse de los franceses.

Mundo - Sputnik Mundo Javier Benítez presenta : Macron hunde a Francia y su primer ministro dimite tras burlarse de los franceses. La dimisión del primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, tras apenas 27 días en el cargo, hará historia, no solo por prematura, sino también por el detonante de la misma: la burla de nombrar prácticamente al mismo gabinete de su antecesor. Pero mientras hace historia de la mala, los principales índices bursátiles del país se hunden. Dimisión de su primer ministro sacude los mercados europeos Tras las fuertes críticas de la oposición por la formación del nuevo Gobierno, Lecornu presentó su dimisión al presidente Emmanuel Macron, quien en una primera instancia la aceptó. De esta manera, Francia nombrará a su cuarto ministro en el lapso de 13 meses, comprendido entre septiembre de 2024 y octubre de 2025. El detonante: el domingo por la noche, el secretario general de la presidencia francesa, Emmanuel Moulin, dio a conocer la primera parte de la nueva lista del Gabinete, con 13 de los 18 exministros conservando sus cargos y el exjefe de finanzas, Bruno Le Maire, nombrado ministro de Defensa. Esta reorganización del Gabinete provocó fuertes críticas por parte de la oposición, que amenazó con presentar una moción de censura contra el primer ministro, así como por parte del reelegido ministro del Interior, Bruno Retailleau, quien afirmó que el nuevo Gobierno no refleja una ruptura clara con las políticas anteriores. Como consecuencia, los principales índices bursátiles de Francia han caído este lunes, junto con el euro. Las acciones bancarias encabezaron las pérdidas, con caídas entre el 4% y 5% en gigantes como BNP Paribas, Société Générale y Crédit Agricole. La presión también se extendió a las empresas de mediana capitalización de Francia, cuyos valores descendieron un 3%, marcando su peor jornada desde abril. El analista internacional Carlos Martínez opina que la situación de Francia es "especialmente grave". "Quien nos escuche sabrá que siempre hemos denunciado la situación general de Europa Occidental, pero Francia tiene una grave crisis económica, política e institucional, y ya se puede decir que es sistémica: no es una cosa coyuntural, no es una pequeña crisis que se pueda resolver con un adelanto de elecciones y con un nuevo Gobierno, sino que la situación es muy grave", sentencia el experto. Entonces, Lecornu intentó quebrar una lanza por sí mismo. Defendió que si bien "estaba dispuesto a llegar a acuerdos", las partes "fingieron no ver avances", dijo luego de haber renombrado a 14 de los 18 ministros del Gobierno anterior. En este contexto, Lecornu lamentó "el afán partidista" de algunos grupos políticos ante la llegada de las elecciones presidenciales y criticó que la composición de su Gobierno no haya sido "fluida". De acuerdo a Martínez, estas excusas de Lecornu "son muy malas". "Además, esta gente conservadora que quiere mantener el poder entiende que solo hay una forma de gobernar, y eso el pueblo francés no lo está admitiendo. Entienden que, al final, tiene que ser la clase trabajadora la única que haga los sacrificios: recorte de pensiones, recorte de salarios, recorte de derechos sociales, y no se plantean otras políticas", subraya el analista.

viernes, 10 de octubre de 2025

Occidente, y no Gaza, quien tiene que desradicalizarse

Recomiendo: Es Occidente, y no Gaza, quien tiene que desradicalizarse Por Jonathan Cook | 10/10/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Voces del Mundo Los aniversarios suelen ser motivo de celebración. Pero ¿quién hubiera imaginado en octubre de 2023 que ahora estaríamos conmemorando el segundo aniversario de un genocidio, documentado con todo detalle en nuestros teléfonos cada día durante 24 meses? Un genocidio que podría haberse detenido en cualquier momento si Estados Unidos y sus aliados hubieran tomado una decisión en tal sentido. Se trata de un aniversario tan vergonzoso que nadie en el poder quiere que se recuerde. Más bien, nos animan activamente a olvidar que el genocidio está ocurriendo, incluso en su momento álgido. Los implacables crímenes de Israel contra el pueblo de Gaza ya apenas aparecen en nuestras noticias. Hay una lección aterradora aquí, que se aplica tanto a Israel como a sus patrocinadores occidentales. Un genocidio tiene lugar -y se permite que tenga lugar- sólo cuando una profunda enfermedad se ha apoderado del alma colectiva de los perpetradores. Durante los últimos 80 años, las sociedades occidentales han luchado contra las raíces de esa enfermedad, o al menos eso creían. Se preguntaban cómo había podido tener lugar un Holocausto en medio de ellos, en una Alemania que era el centro del mundo occidental moderno y supuestamente «civilizado». Imaginaron -o fingieron imaginar- que su maldad había sido extirpada, su culpa limpiada, gracias al patrocinio de un «Estado judío». Ese Estado, establecido violentamente en 1948, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, sirvió como protectorado europeo sobre las ruinas de la patria del pueblo palestino. Cabe señalar que Oriente Medio era precisamente una región que Occidente estaba desesperado por seguir controlando, a pesar de las crecientes demandas árabes para poner fin a más de un siglo de brutal colonialismo occidental. ¿Por qué? Porque la región se había convertido recientemente en el grifo del petróleo mundial. Primero tragedia, luego farsa El verdadero propósito de Israel, consagrado en la ideología del sionismo, o supremacismo judío en Oriente Medio, era actuar como representante del colonialismo occidental. Era un Estado-cliente implantado allí para mantener el orden en nombre de Occidente, mientras este fingía retirarse de la región. Este panorama general -que los políticos y los medios de comunicación occidentales se niegan a reconocer- ha sido el contexto de los acontecimientos que se han producido allí desde entonces, incluida la actual ofensiva genocida de Israel en Gaza. Dos años después, lo que debería haber sido obvio desde el principio es cada vez más difícil de ignorar: el genocidio no tuvo nada que ver con el ataque de un día de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. El genocidio nunca tuvo que ver con la «autodefensa». Estaba predeterminado por los imperativos ideológicos del sionismo. La fuga de Hamás de Gaza, un campo de prisioneros en el que los palestinos habían sido recluidos décadas antes, tras su expulsión de su hogar, proporcionó el pretexto. Desató con demasiada facilidad los demonios que acechaban desde hacía tiempo en el alma del cuerpo político israelí. Y lo que es más importante, liberó demonios similares -aunque mejor ocultos- en la clase dirigente occidental, así como en partes de sus sociedades fuertemente condicionadas a creer que los intereses de la clase dirigente coinciden con los suyos propios. Dos años después del genocidio, Occidente sigue sumido en su burbuja de negación sobre lo que está sucediendo en Gaza y su papel en ello. «La historia se repite», como dice el refrán, «primero como tragedia, luego como farsa». Lo mismo podría decirse de los «procesos de paz». Hace treinta años, Occidente impuso a los palestinos los Acuerdos de Oslo con la promesa de una eventual creación de un Estado. Oslo fue la tragedia. Condujo a una ruptura ideológica en el movimiento nacional palestino; a una profundización de la división geográfica entre una población encarcelada en la Cisjordania ocupada y una población aún más duramente encarcelada en Gaza; al uso cada vez mayor por parte de Israel de nuevas tecnologías para confinar, vigilar y oprimir a ambos grupos de palestinos; y, finalmente, a la breve fuga de Hamás del campo de prisioneros de Gaza y a la «respuesta» genocida de Israel. Ahora, el «plan de paz» de 20 puntos del presidente estadounidense Donald Trump ofrece la farsa: un gangsterismo descarado disfrazado de «solución» al genocidio de Gaza. El ex primer ministro británico Tony Blair, un criminal de guerra que, junto con su homólogo estadounidense George W. Bush, destruyó Iraq hace más de dos décadas, dictará órdenes al pueblo de Gaza en nombre de Israel. Documento de rendición Gaza, no sólo Hamás, se enfrenta a un ultimátum: «Aceptad el acuerdo u os pondremos botas de hormigón y os hundiremos en el Mediterráneo». Apenas velada por la amenaza está la probabilidad de que, aunque Hamás se vea obligado a firmar este documento de rendición, el pueblo de Gaza acabe igualmente con botas de hormigón. La población de Gaza está tan desesperada por un respiro de la matanza que aceptará casi cualquier cosa. Pero es una pura ilusión que el resto de nosotros creamos que se puede confiar en un Estado que ha pasado dos años llevando a cabo un genocidio para que respete un alto el fuego o cumpla los términos de un plan de paz, incluso uno tan sesgado a su favor. La farsa del plan de paz de Trump -su «acuerdo del milenio»- es evidente desde el primer punto de sus 20: «Gaza será una zona desradicalizada y libre de terrorismo que no suponga una amenaza para sus vecinos». Los autores del documento no se preguntan qué pudo haber «radicalizado» a Gaza, al igual que las capitales occidentales cuando Hamás, proscrito como grupo terrorista en el Reino Unido y otros países, irrumpió con gran violencia escapando del enclave penitenciario el 7 de octubre de 2023. ¿Acaso el pueblo de Gaza nació radical, o fueron los acontecimientos los que lo radicalizaron? ¿Se «radicalizó» cuando Israel lo sometió a una limpieza étnica en sus tierras originales, en lo que ahora es el autoproclamado «Estado judío» de Israel, y lo abandonó en el diminuto corral de Gaza? ¿Se «radicalizaron» por haber sido vigilados y oprimidos durante décadas en una prisión distópica al aire libre? ¿Fue la experiencia de vivir durante 17 años bajo un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo israelí lo que les negó el derecho a viajar o comerciar y obligó a sus hijos a seguir una dieta que los dejó desnutridos? ¿O tal vez se radicalizaron por el silencio de los patrocinadores occidentales de Israel, que suministraron el armamento y se llevaron las recompensas: las últimas tecnologías de confinamiento, probadas sobre el terreno por Israel con la población de Gaza? La verdad que se ignora en el punto inicial del «plan de paz» de Trump es que es totalmente normal «radicalizarse» cuando se vive en una situación extrema. Y no hay ningún lugar en el planeta más extremo que Gaza. «Cucarachas» y «serpientes» No es Gaza la que necesita «desradicalizarse». Es Occidente y su Estado-cliente, Israel. No hace falta explicar por qué hay que desradicalizar a Israel. Encuesta tras encuesta se ha demostrado que los israelíes no sólo están a favor de la aniquilación que su Estado está llevando a cabo en Gaza, sino que creen que su Gobierno debe ser aún más agresivo, aún más genocida. El pasado mes de mayo, mientras los bebés palestinos se marchitaban como cáscaras secas debido al bloqueo de alimentos y ayuda humanitaria impuesto por Israel, el 64% de los israelíes afirmaba creer que «no hay inocentes» en Gaza, un lugar donde aproximadamente la mitad de los dos millones de habitantes son niños. La cifra sería aún mayor si sólo se reflejaran las opiniones de los judíos israelíes. La encuesta incluyó a la quinta parte de la población israelí, que son palestinos, supervivientes de las expulsiones masivas de 1948 durante la creación de Israel, patrocinada por Occidente. Esta minoría tan oprimida ha sido completamente ignorada a lo largo de estos dos últimos años. Otra encuesta realizada a principios de este año reveló que el 82% de los judíos israelíes estaba a favor de la expulsión de los palestinos de Gaza. Más de la mitad, el 56%, también apoyaba la expulsión forzosa de los ciudadanos palestinos de Israel, a pesar de que esa minoría ha mantenido la cabeza gacha durante todo el genocidio, por miedo a cosechar una tormenta si alzaba la voz. Además, el 47% de los judíos israelíes aprobaba el asesinato de todos los habitantes de Gaza, incluso de los niños. Los crímenes supervisados por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien los extranjeros suelen considerar una especie de aberración, son totalmente representativos del sentir general de la población israelí. El fervor genocida en la sociedad israelí es un secreto a voces. Los soldados inundan las redes sociales con vídeos en los que celebran sus crímenes de guerra. Los adolescentes israelíes graban vídeos supuestamente divertidos en TikTok en los que apoyan el hambre de los bebés en Gaza. La televisión estatal israelí emite un coro infantil que evangeliza por la aniquilación de Gaza. Estas opiniones no son simplemente una respuesta a los horrores que se desarrollaron dentro de Israel el 7 de octubre de 2023. Como han demostrado sistemáticamente las encuestas, el racismo profundamente arraigado hacia los palestinos tiene décadas de antigüedad. No fue el exministro de Defensa Yoav Gallant quien inició la tendencia de llamar «animales humanos» a los palestinos de Gaza. Los políticos y los líderes religiosos los han descrito, desde la creación de Israel, como «cucarachas», «perros», «serpientes» y «burros». Es este largo proceso de deshumanización lo que ha hecho posible el genocidio. En respuesta al aluvión de apoyo en Israel al exterminio en Gaza, Orly Noy, una veterana periodista y activista israelí, llegó a una dolorosa conclusión el mes pasado en el sitio web +972: «Lo que estamos presenciando es la etapa final de la nazificación de la sociedad israelí». Y señaló que este problema deriva de una ideología cuyo alcance va mucho más allá de Israel: «El holocausto de Gaza fue posible gracias a la adopción de la lógica etnosupremacista inherente al sionismo. Por lo tanto, hay que decirlo claramente: el sionismo, en todas sus formas, no puede limpiarse de la mancha de este crimen. Hay que ponerle fin». ¿Quién necesita desradicalizarse? A medida que el genocidio se ha ido desarrollando semana tras semana, mes tras mes, cada vez más alejado de cualquier vínculo con el 7 de octubre de 2023, y los líderes occidentales han seguido justificando su inacción, se está imponiendo una comprensión mucho más profunda. No se trata sólo de un demonio desatado entre los israelíes. Se trata de un demonio en el alma de Occidente. Somos nosotros -el bloque de poder que estableció Israel, que arma a Israel, que financia a Israel, que consiente a Israel, que excusa a Israel- los que realmente necesitamos desradicalizarnos. Alemania se sometió a un proceso de «desnazificación» tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, un proceso que, como ahora queda claro por la febril represión del Estado alemán de cualquier oposición pública al genocidio en Gaza, nunca se completó. Ahora se necesita en Occidente una campaña de desradicalización mucho más profunda que la que se llevó a cabo en la Alemania nazi, una en la que nunca más se permita que se normalice el asesinato de decenas de miles de niños, retransmitido en directo a nuestros teléfonos. Una desradicalización que haría imposible concebir que nuestros propios ciudadanos viajen a Israel para participar en el genocidio de Gaza y luego sean recibidos con los brazos abiertos en sus países de origen. Una desradicalización que significaría que nuestros gobiernos no podrían contemplar en silencio el abandono de sus propios ciudadanos -ciudadanos que se unieron a una flotilla de ayuda para intentar romper el ilegal asedio de hambre de Israel sobre Gaza- ante los matones del fascista ministro de policía israelí. Una desradicalización que haría inconcebible que el primer ministro británico Keir Starmer, u otros líderes occidentales, recibieran al presidente de Israel, Isaac Herzog, quien al comienzo de la matanza en Gaza ofreció la justificación central para el genocidio, argumentando que nadie allí -ni siquiera su millón de niños- era inocente. Una desradicalización que haría evidente para los gobiernos occidentales que deben respetar la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia del año pasado, y no ignorarla: que se debe obligar a Israel a poner fin inmediatamente a su ocupación ilegal de los territorios palestinos, que dura ya décadas, y que deben proceder a la detención de Netanyahu por presuntos crímenes contra la humanidad, tal y como especifica la Corte Penal Internacional. Una desradicalización que haría absurdo que Shabana Mahmood, ministra del Interior británica, calificara las manifestaciones contra un genocidio de dos años de «fundamentalmente antibritánicas», o que propusiera poner fin al derecho a protestar, que se ha mantenido durante mucho tiempo, pero sólo cuando la injusticia es tan flagrante y el crimen tan inconcebible que lleva a la gente a protestar repetidamente. Mantengámonos unidos Mahmood justifica esta erosión casi fatal del derecho a protestar alegando que las protestas regulares tienen un «impacto acumulativo». Tiene razón. Lo tienen: al exponer como una farsa la pretensión de nuestro Gobierno de defender los derechos humanos y representar algo más que una política descarada basada en la ley del más fuerte. Hace tiempo que se necesita una desradicalización, y no sólo para detener los crímenes de Occidente contra el pueblo de Gaza y la región de Oriente Medio en general. Nuestros líderes, al normalizar sus crímenes en el extranjero, ya están normalizando los crímenes relacionados en casa. Las primeras señales son la designación de la oposición al genocidio como «odio» y de los esfuerzos prácticos para detener el genocidio como «terrorismo». La intensificación de la campaña de demonización irá en aumento, al igual que la represión de los derechos fundamentales y largamente apreciados. Israel ha declarado la guerra al pueblo palestino. Y nuestros líderes están declarando lentamente la guerra contra nosotros, ya sean los que protestan contra el genocidio de Gaza o los que se oponen al genocidio del planeta por parte de un Occidente impulsado por el consumo. Nos están aislando, difamando y amenazando. Ahora es el momento de unirnos antes de que sea demasiado tarde. Ahora es el momento de encontrar tu voz. Jonathan Cook es autor de tres libros sobre el conflicto palestino-israelí. Ha ganado el Premio Especial de Periodismo Martha Gellhorn. Vivió en Nazaret durante veinte años, de donde regresó en 2021 al Reino Unido. Sitio web y blog: www.jonathan-cook.net Texto en inglés, https://www.jonathan-cook.net/2025-10-08/genocide-west-gaza-deradicalised/, traducido por Sinfo Fernández. Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/10/08/es-occidente-y-no-gaza-quien-tiene-que-desradicalizarse/

Tras dos años de guerra: сomienza el regreso masivo a Gaza

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Síguenos en Tras dos años de guerra: сomienza el regreso masivo a Gaza Las grabaciones muestran el inicio del retorno de miles de personas desplazadas a la Franja de Gaza tras la apertura de la carretera y la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego. Los habitantes del enclave palestino regresan a sus barrios destruidos, en búsqueda de sus seres queridos y hogares tras dos años de hostilidades. Síguenos en Sputnik Mundo / Sputnik Mundo Visual

jueves, 9 de octubre de 2025

Todos los detalles de la primera fase ¿Qué incluye el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza?

Recomiendo: Todos los detalles de la primera fase ¿Qué incluye el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza? Por | 10/10/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Voces del Mundo [Foto: dirigentes de la resistencia palestina que han articipado en la reunión] Después de tres días de intensas negociaciones en la localidad egipcia de Sharm el-Sheikh, en el mar Rojo, Israel y el movimiento de resistencia palestino Hamás han llegado a un acuerdo sobre la primera fase de un plan negociado por Estados Unidos para poner fin a la guerra genocida que lleva dos años asolando la Franja de Gaza. El acuerdo, calificado por el presidente estadounidense Donald Trump como «un gran día para el mundo árabe e islámico, Israel y Estados Unidos», representa el avance diplomático más significativo desde que comenzó la guerra de Israel contra Gaza en octubre de 2023, en la que han muerto más de 67.000 palestinos y millones de personas han sido desplazadas. Las disposiciones clave La primera fase del acuerdo incluye un alto el fuego —cuya fecha de aplicación aún no se ha determinado oficialmente— y la liberación de todos los prisioneros israelíes vivos en Gaza a más tardar el lunes. Un líder de Hamás declaró a la Agencia France-Presse que el grupo liberará «de inmediato» a 20 prisioneros israelíes a cambio de la liberación de más de 2.000 detenidos palestinos, entre ellos 250 condenados a cadena perpetua y 1.700 arrestados desde el inicio de la guerra. Una fuente palestina cercana a las negociaciones afirmó que el intercambio se llevará a cabo en un plazo de 72 horas desde la aplicación del acuerdo, y subrayó que «el acuerdo se alcanzó con la aprobación de las facciones palestinas». La misma fuente confirmó que el acuerdo estipula la entrada de al menos 400 camiones de ayuda al día en Gaza durante los primeros cinco días del alto el fuego, con un aumento progresivo del número, y el regreso inmediato de los palestinos desplazados del sur a la ciudad de Gaza y al norte. Citando a un funcionario de la Casa Blanca, ABC News informó de que se espera que la retirada militar de Israel a la línea de separación se produzca en menos de 24 horas una vez que el Gobierno israelí apruebe el acuerdo. El retorno de los restos de aproximadamente 28 cautivos israelíes fallecidos se producirá de forma gradual, ya que algunos aún no han sido localizados. El anuncio y la posición de Hamás Trump anunció el acuerdo el jueves por la mañana en Truth Social, escribiendo que «todos los rehenes serán liberados muy pronto, e Israel retirará sus tropas a una línea acordada como primer paso hacia una paz fuerte, duradera y eterna». Agradeció a los mediadores de Catar, Egipto y Turquía, calificando el acontecimiento de «histórico y sin precedentes». Hamas, por su parte, confirmó que había aceptado la propuesta tras lo que describió como «negociaciones responsables y serias llevadas a cabo por el movimiento y las facciones de la resistencia palestina en relación con la propuesta del presidente Trump en Sharm el-Sheikh». En su detallada declaración, Hamas afirmó que las negociaciones tenían como objetivo «alcanzar un alto el fuego para detener la guerra genocida contra nuestro pueblo palestino y la retirada de la ocupación de la Franja de Gaza». Declaró que el movimiento «anuncia el acuerdo alcanzado para poner fin a la guerra en Gaza, la retirada de las fuerzas de ocupación israelíes, la entrada de ayuda humanitaria y el intercambio de prisioneros». El movimiento también expresó su gratitud hacia los mediadores —«los países hermanos de Catar, Egipto y Turquía»— y añadió que «valora los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump por poner fin de forma permanente a la guerra y lograr la retirada total del ejército israelí de Gaza». Al mismo tiempo, Hamás advirtió contra cualquier intento de Israel de eludir sus compromisos. El grupo «pide al presidente Trump, a los países garantes del acuerdo y a las distintas partes árabes, islámicas e internacionales que obliguen al gobierno de ocupación (Israel) a aplicar plenamente las cláusulas del acuerdo y que no le permitan incumplir sus promesas o retrasar la aplicación de lo acordado hoy». Al concluir su declaración, Hamás saludó «a nuestro gran pueblo en la Franja de Gaza, Jerusalén, Cisjordania, dentro y fuera de la patria, que ha mostrado una dignidad, un heroísmo y un honor sin precedentes», y afirmó que «los sacrificios de nuestro pueblo no serán en vano, y que seguiremos comprometidos con nuestra promesa y no abandonaremos los derechos nacionales de nuestro pueblo hasta que se logren la libertad, la independencia y la autodeterminación». Mediadores y reacciones políticas El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar, Majed Al-Ansari, confirmó que ambas partes habían acordado «todas las disposiciones y mecanismos para aplicar la primera fase del acuerdo de alto el fuego en Gaza, que conducirá al fin de la guerra, la liberación de los detenidos israelíes y los prisioneros palestinos y la entrada de ayuda». Añadió que los detalles completos se darían a conocer más adelante. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el acuerdo como «un gran día para Israel» y agradeció a Estados Unidos «su compromiso con esta misión sagrada de liberar a nuestros rehenes». Dijo que el Gobierno y el gabinete de seguridad de Israel se reunirían hoy jueves por la tarde para ratificar el acuerdo, que se espera que se firme formalmente más tarde ese mismo día en Egipto. Netanyahu también invitó a Trump a dirigirse al Parlamento israelí, una propuesta que el presidente estadounidense dijo estar «dispuesto a aceptar». La noticia del alto el fuego provocó júbilo en Gaza, donde los residentes salieron a las calles en medio de escenas de alivio e incredulidad. Reacción internacional y cuestiones sin resolver El secretario general de la ONU, António Guterres, acogió con satisfacción el acuerdo y pidió a todas las partes que «cumplan plenamente» sus términos. Desde la India, el primer ministro británico, Keir Starmer, lo describió como un momento de «profundo alivio» e instó al «levantamiento inmediato de todas las restricciones a la ayuda humanitaria vital para Gaza». A pesar del avance, siguen sin resolverse cuestiones clave, entre las que destaca quién gobernará Gaza después de la guerra. El plan más amplio de 20 puntos de Trump insinúa que una Autoridad Palestina reformada asumirá finalmente el control administrativo, mientras que las fases posteriores prevén el desarme de Hamás y la formación de un gobierno tecnocrático bajo la supervisión internacional de un Consejo de Paz propuesto y liderado por Estados Unidos. En una declaración del 4 de octubre, aunque afirmaba «su disposición a entablar negociaciones de inmediato», Hamás afirmó que «las demás cuestiones mencionadas en la propuesta del presidente Trump sobre el futuro de la Franja de Gaza y los derechos inherentes del pueblo palestino están vinculadas a una posición nacional global y se basan en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes». «Deben debatirse en un marco nacional palestino global. Hamás formará parte de él y contribuirá a él con plena responsabilidad», añadía la declaración. El coste de la guerra y el camino a seguir Desde octubre de 2023, la guerra de Israel contra Gaza ha causado la muerte de más de 67.000 palestinos, la mayoría de ellos civiles, y ha dejado más de 170.000 heridos, entre ellos unos 20.000 niños. Barrios enteros han quedado reducidos a escombros, con miles de personas aún desaparecidas bajo los escombros. La guerra se desencadenó tras la operación de resistencia palestina del 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de unos 1.200 israelíes y provocó la captura de 251 rehenes en Gaza. Cientos de soldados israelíes también han muerto en los combates posteriores. A petición de Trump, Israel ha reducido la intensidad de sus bombardeos, aunque continúan los ataques aéreos limitados. Las autoridades sanitarias de Gaza informaron de ocho muertos en las últimas 24 horas, la cifra más baja en semanas. Texto en inglés: The Palestine Chronicle, traducido por Sinfo Fernández. Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/10/09/que-incluye-el-acuerdo-de-alto-el-fuego-entre-israel-y-hamas-en-gaza-todos-los-detalles-de-la-primera-fase/

principales aspectos del entendimiento sobre la situación en el enclave palestino destacados por el líder de Hamás en Gaza

Los principales aspectos del entendimiento sobre la situación en el enclave palestino destacados por el líder de Hamás en Gaza 🪖 Estos son los principales aspectos del entendimiento sobre la situación en el enclave palestino, que fueron destacados por el líder de Hamás en Gaza, Khalil al-Hayya: - Sputnik Mundo, 09.10.2025 © telegram SputnikMundo / Acceder al contenido multimedia El líder de Hamás en Gaza, Khalil al-Hayya, dio un mensaje donde resaltó las principales temáticas dentro del pacto alcanzado para la paz en Gaza. El acuerdo incluye la entrada de ayuda humanitaria, la apertura del cruce de Rafah y un intercambio de prisioneros. 250 prisioneros condenados a cadena perpetua y 1.700 prisioneros de Gaza serán liberados. Reconoció las garantías de los intermediarios, así como el Gobierno de EEUU, sobre el cese de la ofensiva. Hamás se comprometió a trabajar "con todas las fuerzas nacionales e islámicas" para completar los pasos restantes sobre el plan de paz. Trump anunció la primera fase del acuerdo de paz entre Hamás e Israel: “Su papel fue histórico” - Sputnik Mundo, 09.10.2025 Una mañana por descubrir Previamente, Israel y el movimiento palestino Hamás firmaron un acuerdo sobre la primera fase del plan de paz del presidente estadounidense, Donald Trump, para resolver el conflicto en la Franja de Gaza. Tras signar el documento en El Cairo, se espera que cesen todas las acciones militares en el enclave palestino

miércoles, 8 de octubre de 2025

La Flotilla Sumud logró convertir a Israel en un paria

Recomiendo: La Flotilla Sumud logró convertir a Israel en un paria Por Branko Marcetic | 08/10/2025 | Mundo Fuentes: Revista Jacobin América Latina La Flotilla Global Sumud logró romper el bloqueo israelí de Gaza y provocó una respuesta israelí que desencadenó la ira y las represalias de varios gobiernos. Es uno de los actos de desobediencia civil más exitosos de la historia reciente. El miércoles pasado las fuerzas israelíes interceptaron la Flotilla Global Sumud (FGS), que pasó el último mes navegando por el mar Mediterráneo para entregar ayuda humanitaria a Gaza, bloqueando e interceptando los barcos a solo unas docenas de millas de la costa del territorio y arrestando a su tripulación. Se trata de la última operación audaz de una fuerza militar que pasó los últimos dos años luchando valientemente contra mujeres y niños desarmados, y que ahora despliega su armada contra barcos de ayuda humanitaria cargados con leche en polvo para bebés. Ya en la mañana de este jueves, Israel había capturado todos los barcos excepto dos, deteniendo a cientos de ciudadanos extranjeros y programando la deportación de algunos de ellos. Increíblemente, a última hora de la noche, uno de los barcos, el Mikeno, logró llegar a aguas de Gaza, a unos veinte kilómetros de la costa del territorio ocupado. En las últimas horas, casi un día después de las detenciones, también se reportó que el Marinett habría logrado entrar en aguas gazatíes. Si estas geolocalizaciones resultan ser correctas, sería un triunfo impresionante: barcos desarmados, que incluso la tripulación de la flotilla describe como apenas aptos para navegar, lograron romper el bloqueo israelí. Esto plantea la pregunta sobre, como lo planteó la relatora especial de la ONU Francesca Albanese, «¿por qué los Estados no rompen el bloqueo con sus armadas» para aliviar la hambruna provocada por Israel en Gaza, tras haber sido condenada por los gobiernos de todo el mundo? La confusión reinaba cuando los barcos israelíes comenzaron a rodear y abordar las embarcaciones en la noche del miércoles, incluso entre la tripulación de la flotilla. Divididos en más de cincuenta barcos, repartidos a lo largo de una inmensa superficie marítima y sufriendo cortes de comunicación mientras los barcos israelíes intentaban detenerlos, la propia tripulación a menudo desconocía exactamente lo que estaba sucediendo. Incluso cuando por la noche se filtraron noticias de que el barco líder, el Alma —cuya tripulación incluía a la activista sueca Greta Thunberg, quizás la miembro más destacada de la flotilla— estaba siendo interceptado, los tripulantes expresaron en imágenes transmitidas en directo su incertidumbre sobre si había sido abordado o no, cuántos barcos israelíes había, si estaban estacionarios o se dirigían hacia la flotilla, y otros detalles. Cuando se conoció la noticia de la intercepción del Alma, el editor de Drop Site News, Alex Colston, a bordo del barco Sirius, informó que había recibido una advertencia del ejército israelí de que la flotilla estaría infringiendo un «bloqueo legal» si continuaba su viaje y que su tripulación sería procesada según la legislación israelí. Circularon vídeos e informes de barcos israelíes embistiendo a las embarcaciones de la flotilla, disparando cañones de agua y utilizando algún tipo de explosivo contra los barcos, así como desplegando drones. La FGS tenía la sospecha de que Israel se estaba preparando para interceptarlos la noche anterior, cuando varios buques de la Armada israelí acosaron a la flota amparados por la oscuridad. «Mientras escribo esto, nos estamos preparando para un ataque inminente», escribió, en un mensaje final, David Adler, coordinador general adjunto de la Internacional Progresista, que navegaba a bordo del barco Family. Entre los preparativos, la tripulación se había deshecho de sus cuchillos de cocina y planeaba tirar sus teléfonos al mar al ser interceptados, mientras que las imágenes de los barcos mostraban a los tripulantes vestidos con chalecos salvavidas y sentados pacíficamente mientras esperaban ser detenidos, levantando las manos al ser rodeados por los barcos israelíes. «Cuando suban a nuestros barcos, no opondremos resistencia», había escrito Adler. Durante las semanas previas a la intercepción, Israel amenazó física y verbalmente a la flotilla, atacándola y acosándola con drones fabricados en Estados Unidos y lanzando afirmaciones descabelladas de que había sido organizada y dirigida por Hamás. Es decir, la típica propaganda de mala calidad que caracterizó al genocidio en su conjunto. Incluso en un momento dado el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí compartió una imagen del ex político escocés George Galloway afirmando que la foto de un funcionario de Hamás. Aunque Israel nunca reivindicó oficialmente los ataques con drones, un funcionario de la administración Trump admitió casualmente en una entrevista reciente lo que todo el mundo sabía: que Israel estaba detrás del ataque con drones a la flotilla en Túnez, lo que significa que casi seguramente era culpable del acoso con drones en los días siguientes. En el momento de redactar este artículo, y con los detalles aún por confirmar, la intercepción del FGS parece haber tenido lugar con muy poca violencia, en contraste con anteriores intercepciones israelíes, que incluyeron múltiples asesinatos de otros miembros de la flotilla de ayuda por parte de comandos navales israelíes. Esto a pesar de que el Gobierno israelí dedicara semanas a construir, aunque de forma poco rigurosa, un caso concertado en el que se afirmaba que todos los tripulantes eran miembros de Hamás, y a pesar de que al ejército israelí se le haya permitido durante los últimos dos años atacar y asesinar con impunidad a trabajadores humanitarios internacionale. Probablemente esto sea el resultado de la enorme atención pública que suscitó la flotilla. La indignación pública ante el inminente ataque israelí alcanzó tal punto que impulsó a tres aliados de Estados Unidos —Italia, España y Turquía— a desplegar sus propios buques de guerra para acompañar a la flota. Estallaron protestas en todo el mundo en solidaridad con la flotilla. Solo la retransmisión oficial en directo de la FGS sobre la intercepción de la flota recibió más de tres millones de visitas en doce horas, la misma cifra que había acumulado otra retransmisión italiana en directo en el momento de la publicación. Aguas inexploradas Vale la pena reflexionar sobre lo anormal y extremo que es todo esto. Las aguas sobre las que se considera que Israel tiene control, incluidas las de la Gaza ocupada, se extienden doce millas desde la costa; la flotilla fue interceptada por primera vez a unas setenta millas náuticas de ella. Incluso si el asedio israelí de Gaza que se está imponiendo no fuera ilegal —algo estrictamente cierto—, Israel seguiría sin tener derecho, ni en el derecho internacional ni en las normas de comportamiento aceptadas a nivel mundial que rigen la actuación de los países en la escena internacional, a interceptar a estos barcos y a detener a su tripulación donde lo hizo. Luego está el hecho de a quién estuvo atacando Israel y quién fue interceptado y detenido ahora. Las nacionalidades de la tripulación de la FGS abarcan seis continentes y casi cincuenta países, con sus barcos navegando bajo las banderas de países como Italia, Portugal, Polonia y el Reino Unido, cuyos ciudadanos se encontraban a bordo. Parafraseando a un miembro de la tripulación de la FGS, esto significa que Israel le declaró efectivamente la guerra a la mitad del mundo, hasta el punto de que tres Estados aparentemente amigos sintieron la necesidad de desplegar a sus propias armadas para defender a su pueblo contra el ejército israelí. Se trata de un acontecimiento notable que, de no ser por el hecho de que a último momento abandonaron a sus ciudadanos, habría puesto a esos gobiernos en la posición de, como dijo la primera ministra italiana Giorgia Meloni, «declararle la guerra a Israel». Pero no se trata solo de la mitad del mundo. En concreto, se trata también de una panoplia de aliados y socios de seguridad de Estados Unidos. La lista de países participantes no solo incluye a países del norte de África y Oriente Medio, que tradicionalmente simpatizan más con la causa palestina, como Argelia, Jordania y Túnez. También incluye a socios cercanos de Estados Unidos en materia de seguridad, como Pakistán y Arabia Saudí, y nada menos que a veinticuatro aliados de Estados Unidos por tratado —es decir, países por los que EE. UU. está legalmente obligado a entrar en guerra si son atacados— que abarcan a Oceanía (Australia y Nueva Zelanda), Asia (Filipinas, Turquía y Japón) y más de una docena de aliados europeos de la OTAN, como España, Francia y Alemania. También incluye a los propios Estados Unidos, cuyos ciudadanos estaban representados en la flotilla. Sin embargo, el Gobierno estadounidense se niega a mover un dedo para protegerlos y no ofrece ninguna respuesta a su captura en aguas internacionales. También está representado Qatar, país al que hace pocas horas Donald Trump concedió unilateralmente una protección similar a la de la OTAN por parte del ejército estadounidense, poco antes de que sus ciudadanos fueran objeto de una amenaza ilegal por parte de Israel, por segunda vez en un mes. La orden de Trump prometía acudir en ayuda de Qatar, militarmente si fuera necesario, en caso de cualquier ataque contra su «soberanía» o de un acto de «agresión extranjera» contra él. Hace solo una semana, Qatar advirtió que «cualquier violación del derecho internacional y de los derechos humanos de los participantes en la flotilla», incluida la «detención ilegal», «darían lugar a responsabilidades», un llamamiento que repitió tras la intercepción. Es casi seguro que Qatar no va a invocar la garantía de seguridad que Trump le concedió apresuradamente, aunque podría hacerlo, y la administración Trump debería considerarse afortunada: si lo hiciera, tendría que admitir a regañadientes que esa garantía no tiene sentido. En otras palabras, este es el último incidente a lo largo de varias semanas en las que el comportamiento renegado de Israel minó la confianza mundial en el paraguas de seguridad de Estados Unidos, que cada vez parece más acompañado por un enorme asterisco con forma de Israel. Y también se trata de un comportamiento renegado por parte de Israel. Es difícil pensar en algún acto comparable por parte de un país considerado adversario de Estados Unidos, o incluso de un Estado rebelde, en el que se haya amenazado abiertamente a los ciudadanos de docenas de países que se comportaron de forma legal y pacífica en aguas internacionales, desplegando su ejército contra ellos, porque simplemente no hay antecedentes de algo así. Imaginemos lo que hubiera pasado si Irán o Corea del Norte hubieran hecho lo que Israel está haciendo actualmente. No es una exageración. Proteger la «libertad de navegación» fue precisamente el argumento utilizado por las administraciones de Joe Biden y Donald Trump para justificar públicamente su guerra ilegal contra Yemen después de que los hutíes, que gobiernan el país, comenzaran a atacar a los buques mercantes en el mar Rojo. Sin embargo, ahora Israel está haciendo exactamente lo mismo en el Mediterráneo, reivindicando el derecho a atacar cualquier buque civil en aguas internacionales que, sin fundamento alguno, catalogue como una amenaza. Las consecuencias no se hicieron esperar. Colombia, gobernada por el izquierdista Gustavo Petro y con dos ciudadanos que integraban la flotilla detenidos por Israel, expulsó a todos los diplomáticos israelíes que quedaban en el país y rescindió el acuerdo de libre comercio entre ambos Estados. En Turquía, de donde proceden veinticuatro de los ciudadanos detenidos, el fiscal jefe de Estambul abrió una investigación sobre lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores del país calificó como un «acto terrorista». España convocó al máximo representante de Israel para reprenderlo. Y toda una serie de países cuyos ciudadanos fueron detenidos respondieron con ira, como fue el caso de Malasia, cuyo primer ministro dijo que «las injusticias perpetradas por el régimen israelí deben cesar inmediatamente». tras lo que prometió tomar «todas las medidas legales y con base jurídica para que Israel rinda cuentas». Quizás lo más significativo es que los sindicatos italianos, incluido el más grande del país, convocaron a una huelga general para este viernes, en solidaridad con la FGS. Pero quizás, por encima de todo, la intercepción de la flotilla es una demostración extraordinaria de hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno israelí para mantener a los palestinos muriéndose de hambre. La marina israelí está haciendo esto —profundizando su aislamiento global, inflamando la opinión pública entre los países amigos, arriesgándose a alienar aún más a los votantes de su principal benefactor político— para impedir cualquier posibilidad de que llegue a Gaza la más mínima ayuda exterior, algo que no tiene ningún impacto en sus operaciones militares contra Hamás y que, de hecho, perjudica a su propio pueblo, que permanece cautivo en un territorio azotado por la hambruna. El Gobierno israelí está demostrando que nada, ni sus relaciones con otros países ni la vida de sus propios ciudadanos, es más importante que su capacidad para seguir exterminando gradualmente a la población cautiva de Gaza. Sobre todo ello se cierne la pregunta de qué beneficio puede aportarle el apoyo a todo esto a Estados Unidos o a su pueblo. La respuesta es que ninguno. Y, sin embargo, esta administración «America First» y sus aliados seguirán, de forma bastante extraña, respaldando a un Estado extranjero que se comporta cada vez más como un paria mundial y que, además, insulta y desafía abiertamente a su país mientras lo hace. Traducción: Pedro Perucca Fuente: https://jacobinlat.com/2025/10/la-flotilla-sumud-logro-convertir-a-israel-en-un-paria/

Israel y Hamás inician conversaciones indirectas sobre Gaza en Egipto: "Requiere mucha cautela"

Sputnik Mundo, séptimo piso Israel y Hamás inician conversaciones indirectas sobre Gaza en Egipto: "Requiere mucha cautela" Las delegaciones de Hamás y del Gobierno de Israel, junto con los mediadores, se reúnen en Egipto para mantener conversaciones. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a los negociadores que "actúen rápido" para poner fin a la guerra en Gaza. "El plan presentado por Trump por ahora parece el único recurso de todos los que se han presentado desde que empezó todo este periplo del 7 de octubre del 2023", sostuvo Ignacio Rullansky, doctor argentino en Ciencias Sociales y especialista en Medio Oriente, en Séptimo Piso. "Pareciera que la presión norteamericana sobre el Gobierno israelí ha logrado articular una serie de puntos que han sido respetados y que Hamás también se encuentra sumamente presionado a aceptar", detalló. "Todo requiere mucha cautela, por parte de los gobiernos y los mediadores", concluyó.

martes, 7 de octubre de 2025

7 de octubre de 2023: del «Diluvio de Al Aqsa» a la nueva Nakba israelí

Recomiendo: 7 de octubre de 2023: del «Diluvio de Al Aqsa» a la nueva Nakba israelí Por Ricardo Pose | 07/10/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Telesur El 7 de octubre del 2023 la poderosa «Cúpula de Hierro» de Israel fue burlada por milicianos de la resistencia palestina de Hamás que ingresaron al territorio israelí desde el cielo, y generaron un escenario que modificó la geopolítica regional y obligó a occidente a salir de la indiferencia. Muhammad al-Deif, el comandante en jefe de las Brigadas Izz ud-Din al-Qassam, convocó con esa acción a «la resistencia islámica, en Líbano, Irán, Yemen, Irak y Siria, para que vuestra resistencia se una a la de vuestro pueblo en Palestina, para que este terrible ocupante comprenda que ha terminado el tiempo de arrasar y asesinar». En Israel, la ultra derecha sionista había ganado las elecciones y encontró la justificación no solo para profundizar sus acciones contra el pueblo palestino tanto en Gaza como en Cisjordania, sino para retomar mas de medio siglo después la Nakba, la catástrofe que desplazó a miles de palestinos de sus territorios. La Nakba tuvo lugar durante y poco después de la guerra de 1948, incluyendo la declaración sobre el 78% del Mandato británico como Israel, la expulsión y huida de 700.000 palestinos, la despoblación y destrucción de más de 500 pueblos palestinos por las fuerzas armadas israelíes y el posterior borrado geográfico, la negación del derecho palestino al retorno, y la creación de refugiados palestinos permanentes. El 17 de mayo ante un nuevo aniversario de la Nakba, Cheikh Niang (Senegal), Presidente del Comité de las Naciones Unidas para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, expresó que «la Nakba de 1948 y la Nakba actual en Gaza no son dos acontecimientos separados». gaza Gaza arrasada por los bombardeos israelíes. Foto EFE De la catástrofe al exterminio Desde el 7 de octubre del 2023 las acciones realizadas por el ejército de Israel a la fecha, vienen cumpliendo con su objetivo de exterminio del pueblo palestino, aunque la excusa sea la guerra contra Hamás y la respuesta a la acción del Diluvio de Al Aqsa. Según el Ministerio de Sanidad palestino, a fecha de octubre de 2025, más de 66.000 personas han muerto en Gaza, y 156.758 personas han resultado heridas, y se ha causado una destrucción sin precedentes: viviendas, escuelas, hospitales, sitios religiosos, museos y zonas cultivables que ahora son polvo. El gobierno de Netanyahu ha fraccionado la Franja por medio de unos corredores que han cambiado por completo su geografía, mientras sigue condenando a la población palestina al desplazamiento forzoso y a morir por inanición. El Centro de Satélites de las Naciones Unidas (UNOSAT), que pertenece al Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), ha podido comprobar los importantes daños y destrucción de la infraestructura en suelo palestino. El organismo identificó 102.067 estructuras «destruidas», 17.421 estructuras «gravemente dañadas», 41.895 estructuras «moderadamente dañadas» y 31.429 estructuras «posiblemente dañadas», lo que suma un total de 192.812 estructuras, que representa alrededor del 78% del total de estructuras incluidas unas 282.904 viviendas dañadas. gaza destruida En rojo zonas ya destruidas de la Franja a setiembre del 2024. Foto ONU Destrucción del sistema sanitario Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado el 10 de septiembre, el 94% de los hospitales de Gaza han sido destruidos, “lo que ha provocado una sobrecarga de los que siguen parcialmente operativos”. 19 de 36 hospitales en Gaza seguían operativos para mayo, varios de ellos funcionando de forma parcial y con servicios limitados. La destrucción de hospitales ha generado un colapso progresivo. Por ejemplo, el Grupo Temático de Salud informó que los hospitales Al-Shifa y Al-Ahli, en la ciudad de Gaza, “están funcionando a casi un 300% por encima de su capacidad”. La ONU resaltó el caso en marzo del ataque al Centro de Fertilidad Al-Basma, la clínica de fertilidad más grande de Gaza. Este fue bombardeado en diciembre de 2023 «y destruyó alrededor de 4.000 embriones, así como mil muestras de esperma y óvulos no fertilizados», señalaron. El 90% de los centros educativos destruidos El 90% de las escuelas de Gaza fueron destruidas o sufrieron daños graves y parte de ellas se han vuelto un centro para refugiados. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) afirmó que unos 660.000 niños de la Franja de Gaza se ven privados de educación debido a la guerra en curso y advirtió de que los niños corren el riesgo de convertirse en una “generación perdida”. Tierra arrasada Los daños contra la agricultura también aumentaron del 5,36 % en octubre de 2023 al 33,13 % en febrero de 2024, “lo que supone aproximadamente 120 kilómetros cuadrados de algunas de las tierras más fértiles de Gaza y cruciales para la producción local de alimentos”, según informó una comisión de la ONU. “También se arrasaron pozos, estaciones de bombeo de aguas residuales y plantas de tratamiento de aguas residuales, así como el vertedero de Sufa (Al-Fukhari)», agrega el informe. Oxfam identificó que “1.025 millas de redes de agua y saneamiento” han sido destruidas. En las provincias del norte de Gaza y Rafah, “la población dispone de menos del 7 % de los niveles de agua previos al conflicto, lo que aumenta la propagación de enfermedades transmitidas por el agua”. gaza ataque israel 1 Hospitales, escuelas, edificios públicos y viviendas destruidas. Foto: EFE Patrimonio cultural en ruinas Desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 18 de agosto de 2025 se han producido daños en al menos 110 sitios considerados bienes culturales en Gaza, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Los daños han sido contra 13 sitios religiosos, 77 edificios de interés histórico o artístico, tres almacenes de bienes culturales muebles, nueve monumentos, un museo y siete lugares arqueológicos. Entre los daños patrimoniales se encuentra el cementerio romano del norte de la Franja, de al menos 2 mil años, así como también a la Gran Mezquita Al-Omarí, que era la más grande y antigua del enclave, hoy casi totalmente destruida. Relata el informe que “La campaña militar israelí ha resultado en la destrucción total o parcial de todas las universidades y colegios de Gaza, así como de 11 bibliotecas, incluyendo la Biblioteca Pública de Gaza, que contenía 10.000 libros en árabe, inglés y francés» «Al menos ocho editoriales y tipografías han sido destruidas, junto con varias librerías, como la librería Samir Mansur de tres plantas”, informó en septiembre la PEN America, una organizaciones sin fines de lucro que es parte de PEN International. El informe, publicado el 18 de septiembre, agrega que “otros sitios culturales dañados o destruidos incluyen la Gran Mezquita Omeya del siglo VII, con una biblioteca del siglo XIII, los baños históricos de Hammam al-Samra, mosaicos bizantinos de 1500 años y el Museo Cultural Al-Qarara”. Entre otros reportes, “analiza el impacto de la guerra en 36 instituciones y lugares de interés cultural, histórico, religioso y educativo, e incluye tres casos de quema deliberada de libros y dos casos de saqueo de artefactos arqueológicos”. A principios de enero de 2025, el Ministerio de Asuntos Religiosos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna parte de Cisjordania ocupada, aseguró que el Ejército israelí destruyó completamente 815 mezquitas en la Franja de Gaza durante 2024. image1170x530cropped 1 Desplazamientos forzosos en Gaza. Foto: UN News/Archivo. Ocupación militar del territorio En concreto, las operaciones del Ejército israelí comprenderían una extensión de 278 kilómetros cuadrados, esto es, alrededor del 75% de la Franja (que tiene una superficie de unos 360 kilómetros cuadrados), según informe de una comisión independiente dentro de la ONU. Por su parte, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, para julio de 2025, las fuerzas israelíes tenían presencia operativa o habían emitido órdenes de desplazamiento en el 87,8 % del territorio lo que implica algo mas de 750.000 palestinos forzados a desplazarse. La ONU pudo constatar que Israel mantiene cinco corredores que cortan en forma perpendicular el territorio y había reconocido la existencia de cuatro de estos corredores: Filadelfia, Netzarim, Magen-Oz y Morag. El corredor Morag, que Israel anunció su control en abril de 2025, lleva como provocativo nombre el de un exasentamiento israelí que fue evacuado como parte del plan de retirada de 2005. Esta fue una propuesta del entonces primer ministro Ariel Sharon y aprobada en el Parlamento. Para la creación de dichos corredores, Israel destruyó “de forma sistemática” gran parte de la infraestructura aledaña y “bienes de carácter civil”, informó la comisión, además del «traslado constante y por la fuerza» de la población en repetidas ocasiones. hambruna El informe de la CIF confirma que más de 514.000 personas, casi una cuarta parte de la población de Gaza, están sumidas en la hambruna. Foto: EFE. La hambruna como arma de guerra Para agosto del 2025, un nuevo informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) , más de medio millón de personas en Gaza enfrentan una situación de hambruna, caracterizada por la inanición generalizada, la escasez extrema y las muertes evitables. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF han reiterado colectiva y sistemáticamente la necesidad urgente de ofrecer una respuesta humanitaria inmediata y a gran escala. Para finales de septiembre, más de 640.000 personas enfrentaron niveles catastróficos de inseguridad alimentaria (Fase 5 de la CIF) en toda la Franja de Gaza. Otros 1,14 millones de personas que se encuentran en el territorio estarán en condiciones de emergencia (Fase 4 de la CIF), y 396.000 personas más, en situación de crisis (Fase 3 de la CIF). La hambruna es la categoría más severa, y se clasifica cuando se superan tres umbrales críticos: privación extrema de alimentos, desnutrición aguda y muertes por inanición. Según se ha podido confirmar a partir de los últimos análisis, realizados sobre la base de pruebas razonables, estos criterios se han cumplido. b9576c17f6d3c389b0c4cba0d40993186a5a8766 Los niños y niñas son las principales víctimas del asedio por hambre. Foto: EFE Desde el último análisis de la CIF, realizado en mayo, el número de niños y niñas que se prevé que podrían correr un riesgo grave de morir a causa de la desnutrición a finales de junio de 2026 se ha triplicado, al pasar de 14.100 a 43.400. También se ha triplicado la cifra en el caso de las mujeres embarazadas y lactantes, al pasar de 17.000 mujeres en mayo a 55.000 mujeres que podrían sufrir niveles peligrosos de desnutrición a mediados de 2026. Las repercusiones de esto son evidentes: uno de cada cinco bebés nace de forma prematura o con bajo peso. «Israel está matando de hambre a Gaza. Es genocidio. Es un crimen de lesa humanidad. Es un crimen de guerra», dijo la semana pasada al diario británico The Guardian Michael Fakhri, relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación. La privación deliberada de alimentos u otros elementos esenciales para la supervivencia de civiles está tipificada como crimen de guerra por muchos países, así como en varias formas de derecho internacional, incluidas las Convenciones de Ginebra y el Estatuto de Roma (aplicado por la Corte Penal Internacional, CPI). orden de arresto
Orden de arresto contra Benjamín Netanyahu por crímenes de Guerra y contra la Humanidad. Foto. CPI En 2018, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la Resolución 2417, «condenando el uso del hambre contra civiles como método de guerra». En 2019, se modificó el Estatuto de Roma, tipificando la hambruna como crimen de guerra también en conflictos armados no internacionales, y no solo en los internacionales. Estados Unidos y la OTAN vende armas a Israel Mientras los pueblos del mundo condenan el genocidio de Israel contra el pueblo palestino y el arresto de la última flotilla con ayuda humanitaria, el gobierno de Donald Trump sigue en la venta de armas al gobierno de Israel, aumentando su potencial militar para el genocidio y la ocupación. El Gobierno de Estados Unidos notificó al Congreso su intención de llevar adelante una venta de armas a Israel valorada en casi 6.000 millones de dólares. Con esta operación de armamento bélico, Israel duplicaría su flota de helicópteros AH-64 Apache en poco más de 2 años. La propuesta, revelada por un funcionario estadounidense del plan que solicitó anonimato a The Wall Street Jornal, comprende la venta de 30 helicópteros de ataque Apache por 3.800 millones de dólares y la entrega de 3.200 vehículos de asalto de infantería por 1.900 millones de dólares. En tanto, el Gobierno de Pedro Sánchez confirmaba la cancelación de contratos millonarios con el país y el embargo de armas, y ahora ha prohibido que Estados Unidos haga uso de sus bases militares en Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla) para mandar armamento al Estado israelí. El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó este viernes una resolución en la que pide que se suspenda el envío de armas a este país. La decisión la adoptó el organismo tras exigir a Israel que “rinda cuentas” por “todas las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos” que sus fuerzas militares habrían cometido en el territorio palestino. Alemania es el segundo país, detrás de Estados Unidos, que más armas vende a Israel, con un 30%, según datos del Sipri. Las exportaciones de armas de Alemania a Israel sumaban 326 millones de dólares, equivalentes a 10 veces las cifras registradas en 2022. La mayor parte de esas ventas fueron autorizadas después de los ataques del 7 de octubre. El tercer lugar en la lista de países proveedores de armas a Israel lo ocupa Italia, con el 0,9% del total. Solo en diciembre, Italia exportó armas por valor de 1,4 millones de dólares, tres veces el nivel del mismo mes en 2022, según la agencia Reuters. Otros proveedores de armas a Israel son Francia, Reino Unido, Países Bajos, Canadá y Australia. El genocidio llevado adelante por Israel rememora en el imaginario de la ultraderecha israelí, los acontecimientos de Nakba, con la complicidad del gobierno de Estados Unidos y algunos miembros de la OTAN, mientras una contundente respuesta imprescindible por parte de la comunidad internacional, se diluye en el calculo de los intereses geopolíticos. Fuente: https://www.telesurtv.net/7-de-octubre-del-2023-del-diluvio-de-al-aqsa-a-la-nueva-nakba-israeli