RECONCILIACIÓN: UNA NECESIDAD DE HOY PARA UNA PAZ SEGURA
deja la ofrenda
allí en el altar. Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios.
Mateo 5:24
El Salvador, es
un pais, que desde su formación como nación, ha adolecido de una orientación básica
y firme de construcción social, queriendo decir con esto, que desde los albores
de la conformación nacional han existido factores – más de índole externa- que
no le han permitido vivir tiempos de bienestar largos y generalizados a todo su
conglomerado.
A no ser los
Poblados mayas, chortis, lencas y pocomames que estaban viviendo en esta zona
antes de la conquista, ya que la forma de producción económica y la forma de
gobierno eran muy naturales- cercanas a la primitiva comunidad, donde la
distribución tiene reglas comunitarias.
Es la conquista
de los españoles, con Pedro de Alvarado a la cabeza, que se encargan de
destruir aquella civilización y aquellos pueblos sometiéndolos a servidumbre y
a esclavitud, aniquilando aquella vida casi hasta la extinción o reducción
importante du sus poblados y ciudades. Lo cual también significa despojo de su
riqueza material, su riqueza cultural; pero sobre todo, despojándoles de su
riqueza espiritual, animalizando y despojándoles de su alma, reduciéndoles a
menos que bestias, ya que estas tenían mucho más valor, en la concepción del
conquistador.
Además, de
perder su cosmovisión y a sus dioses, se les despojo de su historia, de allí,
que como nación salvadoreña perdimos la capacidad de recordar- a pesar de ser
pueblos milenarios- no conocemos nuestro pasado- y nos cuesta ver el presente.
En la historia
oficial enseñada a los escolares, no se nos habla de aquellos que resistieron,
y que por lo tanto no son ni próceres,
ni héroes, ni siquiera sabemos de su basamento histórico, pues son bandidos o
son producto de la leyenda: Atlacatl, Atonal, la Sihuehuet; o mas recientes:
Anastasio Aquino, Feliciano Ama, Francisco Sanchez, y muchos otros.
En la
construcción de la Republica, se hace quitando las tierras ejidales y dándolas
en usufructo a familias ricas, lo que lleva concentrar la riqueza y al
sometimiento de la población, que en el siglo XVIII y XIX es mayoritariamente
campesina y la producción agrícola, base de la riqueza nacional es a base de
practicas feudales como el coloniaje y la servidumbre.
Esta situación
conduce a la población a hacer varios intentos por sacudirse la opresión: 1932,
1944, las huelgas del 60, y luego en un intento por democratizar el país, 1979
cuando ya hay hartazgo por la represión y en una conjunción de fuerzas
políticas y sociales nace el futuro FMLN.
Este FMLN
inicial, una fuerza política y militar, conduce una guerra civil de 12 años,
que desemboco en unos acuerdos de paz que lograron abrir nuevos espacios
políticos para la participación de grupos de izquierda y sectores medios y
progresistas en la vida nacional, sin temor a ser asesinados y reprimidos por
buscar alternativas al modelo económico y social impuesto.
Pero
nuevamente, este logro, muy importante, costó la vida de centenares de miles de
salvadoreños, miles de
desaparecidos, de mutilados, exilados, y
no debemos decir de ambos bandos, ya que los soldados, es un sector del pueblo
pagado para luchar contra otro sector del pueblo: La guerrilla del FMLN. Manteniéndose la clase que siempre ha
dominado al país, intacta en sus intereses.
Como el tema de
la reconciliación nunca se ha propuesto, y se trabajó solo mediática y
superficialmente en los acuerdos de Paz en 1992, la pos guerra abrió paso a una
nueva confrontación con los pobres: los jóvenes de pandillas que fueron
olvidados en sus comunidades a raíz de
la aplicación de una feroz política neoliberal, que redujo al Estado a su más mínima
expresión destruyendo instituciones que habilitaban socialmente a las
comunidades.
Tal
confrontación se ha cobrado otros centenares de miles de vidas- jóvenes – desde los acuerdos de paz hasta la
fecha.
El Momento
actual, ha sido “sacudido” por lo menos mediáticamente, por las resoluciones de
la actual Sala de lo constitucional, que entre otras cosas ha declarado Inconstitucional
la Ley de Amnistía, que los actores del conflicto armado de los años 80 firmaron
en 1992 sin abordar la reconciliación de manera eficaz , proponiendo las bases
para una sociedad mas equitativa e igualitaria que alejase futuros conflictos.
Al contrario se desestimo la aplicación de medidas concernientes a la revisión
del modelo económico.
Hoy , que se ha
declarado inconstitucional dicha ley de amnistía, será una oportunidad que la
historia nos brinda para ofrecer nuestros mejores esfuerzos como nacion- todos
los que estamos interesados en que esta patria se cure las heridas históricas –
no importa el sector al que pertenezcamos, ofrescamonos para ser consecuentes
con el evangelio de Jesus: Ve y haz las paces con tu hermano, y regresa a
Adorar, ofrece tu presente a Dios.
Aquí viene el
problema, porque el tema de la reconciliación trae consigo muchas valoraciones,
consideraciones, análisis, revisiones de la historia y nuestro papel, el
significado de esta propuesta de Dios, que siempre busco al hombre para su
reconciliación: su perdón.
El perdón
presupone el reconocimiento de la falta, presupone que existe la voluntad de
perdonar, y de pedir perdón, y de ser perdonados, y de querer vivir en una
nueva situación de paz interior y de paz social.
Es decir, que
la anulación de la Ley de amnistía debe dar lugar a la Justicia, para que
aquellos crímenes de guerra y de lesa humanidad, que alarmaron al mundo entero
, puedan ser esclarecidos, las victimas resarcidas y la sociedad sanada
La Iglesia debe
propiciar, facilitar , proponer, apoyar, en estos momentos tan precisos, los
esfuerzos de reconciliación posibles en todos los ámbitos y sectores.
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