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lunes, 31 de agosto de 2020
Bolivia más allá de la elección
Bolivia más allá de la elección
De nación clandestina a nación insurgente
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Por Verónica Zapata | 31/08/2020 | Bolivia
Fuentes: Rebelión
La rebelión de los bloqueos en Bolivia dejó mucha tela para cortar más allá de las próximas elecciones.Primero, por el momento histórico dimensionado en la masividad de los bloqueos (150 bloqueos en 12 días), algo inédito en los últimos 35 años desde la implementación del neoliberalismo en el país.
Superaron a las insurrecciones del 2000 (Guerra del agua) y la del 2003 (Guerra del gas), que provocó la renuncia del ex presidente Sánchez de Lozada y precedió la llegada de Evo Morales.
No puede adjudicarse esta lucha al Movimiento al Socialismo (MAS).por su origen autoconvocante desde las bases (la Central Obrera Boliviana, COB., el Pacto de Unidad y El Mallku), y por la demanda de renuncia de Jeanine Áñez, que lo rebasó.
El desencuentro entre las organizaciones sociales y la clase política, es una disputa que marca un punto de inflexión en la historia de la organización política del país y reflota una demanda histórica, la descolonización de la política.
Hoy Bolivia es un laboratorio de extermino con un golpe de Estado violento, la pandemia instrumentalizada por el gobierno de facto para eliminar al “enemigo interno” ,provocando un genocidio indígena, legitimado en un discurso racista con el fin de instaurar un apartheid indígena como en la época de la república colonial.
Un dato clave es la llegada – por primera vez en 194 años de creación de Bolivia como estado-nación-, de separatistas al gobierno. Tal el caso del croata Branco Marincovich, cuyo proyecto político excede el de un partido neoliberal y tiene en el horizonte la división del Estado, la balcanización del país.
A nivel regional, se sientan las bases de un modelo aplicable en otros países, que se inició y empezó a moldear con el golpe “blando” en Honduras (2009) y que, con un golpe violento en Bolivia (2019), adquiere las características más radicales y fascistas.
Estados Unidos, con el fin de recuperar su hegemonía intenta reconquistar su “patio trasero” (Doctrina Monroe, 1823), recolonizar la región y controlar el 60% del litio del mundo, riqueza natural del país, por lo que perpetra un golpe en el corazón de América Latina contra el reservorio moral y revolucionario, los pueblos originarios.
En el marco de un plan de una invasión yanqui a Venezuela, denunciado el 19 de agosto por Samnuel Moncada, embajador venezolano ante Naciones Unidas, que anticipa ese horizonte para Bolivia, sobretodo luego de medir fuerzas luego de los bloqueos.
528 años de resistencia indígena: reserva moral y revolucionaria
Durante el golpe del 2019 se observó una desorganización e indefensión de las organizaciones sociales, que perdieron la calle ante la violencia de las Furzas Armadas, la policía y los grupos paramilitares. En nueve meses, esa correlación de fuerzas cambió: los movimientos sociales demostraron su sabiduría y su capacidad de reorganización, acorralando a los golpistas.
Se formaron miles de motoqueros indígenas con sus Whipalas, en contraposición a los paramilitares motoqueros que, inferiores en cantidad, sumaron policías a sus filas. Otro ejemplo, la “Juventud Wari”, integrada por jóvenes indígenas de Warizata en honor a la primera escuela ayllu indígena de Bolivia.
En este proceso la recuperación de la memoria histórica de lucha ancestral de Tupak Katari, Bartolina Sisa, y tantos otros, fue determinante.
Recobra valor el discurso indianista, anticolonial y antirracista, cuyo pensamiento ideológico rescata el pueblo boliviano en contraposición al resurgimiento del discurso racista de supremacía blanca. Este punto es clave para fortalecer la identidad, visualizar el camino y el objeto en disputa, el Estado Plurinacional.
Volver a la república por su origen colonial, implica que las y los indígenas vuelvan a la situación de cuasi esclavitud anterior al 2005 y que las y los bolivianos sean extranjeros en su propia tierra.
Un discurso netamente electoralita del MAS, en afán de convocar el voto de la clase media, no potencia al principal sujeto político de los cambios sociales, los indígenas. El riesgo es descuidar a su base fundacional que resiste el golpe desde el territorio, que protegió con 10 mil hombres el avión en el que partió Morales, y quienes recuperarán la democracia llegado el momento.
Las Fuerzas Armadas y la policía, en progresiva fractura a su interior, ya no son incondicionales a Áñez, aunque sus cúpulas si, a cambio de sobornos y ascensos. No reprimieron en 12 días, pese a las amenazas. Es impredecible saber qué hubiera pasado si no se levantaban los bloqueos, pero lo concreto es que Áñez estaba planificando su huida a Colombia, donde reside su pareja. Y la convocatoria de Fernando Camacho y sus seguidores, para desbloquear, fue un fracaso.
Las negociaciones entre el Tribunal Supremo Electoral (TSE), Áñez y las organizaciones sociales fueron otro fracaso. Nadie asistió a la reunión con Áñez, pues en simultáneo reprimían en Samaipata. Maricruz Bayá, de ADN, asistió y le pidió la renuncia por televisión, .evidenciando un vacío de poder, un estado sin gobierno.
El 10 de agosto, Morales convocó a una conciliación con la ONU. y la Iglesia católica, con el objetivo de definir la fecha electoral para el 18 de octubre, mientras las organizaciones sociales exigían otra fecha consensuada. El 12 de agosto, se determinó rodear la Casa de gobierno hasta la renuncia de Áñez. Al día siguiente, la Asamblea Legislativa aprobó una ley de “elecciones definitivas, impostergable e inamovible” para el 18 de octubre.
Áñez se adjudica la “pacificación del país”. La COB. y el Pacto de unidad acusaron de “traición” a la Asamblea Legislativa y desconocieron dicha ley por “deliberar a espaldas del pueblo”. A los dos días, se declara cuarto intermedio y se levantan los bloqueos, lo que provocó malestar y pugnas.
Inmediatamente, se desataron amenazas de aprehensión contra los dirigentes y el de Interculturales es detenido. Se crea un clima de “fraude” idéntico al del 2019, tratando de imponer el imaginario de que si gana elecciones el MAS sería por fraude (misma línea que sostiene Trump ante la posibilidad de perder su reelección).
La Iglesia pide evitar elecciones por la pandemia, y lo mismo hacen los líderes “cívicos” (de la ultraderecha) en reunión con el TSE, diplomático golpista en Brasil pone en duda el voto migrante por pandemia (podría extenderse a otros países), un “cabildo cívico virtual” demanda fiscalizar las elecciones y amenazan con desconocer a los vocales del TSE, mientras circula la versión de que éstos podrían renunciar masivamente.
Según una sondeo de CELAG, el candidato masista Luis Arce con 42% supera el 40% de los votos y los 10 puntos de diferencia con el segundo contrincante, Carlos Mesa que tiene 27%, lo que significa que ganaría en primera vuelta.
El partido electoral se juega en una cancha embarrada (golpismo/medios/aparato estatal/etc.) y con un árbitro del golpismo (TSE). Si Áñez u otro candidato se bajan de sus candidaturas, las distancias se acortan, se iría a segunda vuelta, donde el voto anti-MAS.sería fatal.
Más allá de la realización y/o resultados de la elección, el MAS. se debe una profunda autocritica por los errores previos al golpe y posgolpe, señalan las bases. Se precisa la renovación de burócratas de clase media por cuadros políticos con protagonismo indígena (mayoría en el país) y con legitimidad de las bases, condiciones vitales para anticipar y desarticular cualquier ofensiva imperial.
Si el MAS vira al centro y pasa a ser un partido tradicional, dejando de lado los principios ideológicos originarios, el costo político será alto, el que pagó el Movimiento Nacionalista Reviolucionario (MNR), tras dictar las leyes de reforma agraria y del voto universal en 1952.
Puntos centrales de reflexión pos-bloqueos:
1-Sociedad civil vs sociedad política: La lucha del pueblo por la recuperación de la democracia, rebasó al MAS.en demandas y en número, armándose un bloque popular diverso en la que este es solo una fracción.
2-Democracia representativa liberal vs Democracia participativa: Teniendo en cuenta los desencuentros entre las organizaciones sociales y la clase política,y que “la madurez de las organizaciones sociales se demuestra en la capacidad y autonomía de sus decisiones” (C. Katari, 2019): ¿Son las organizaciones sociales (base) las que deliberan y deciden el plan de lucha y la clase política obedece -según Morales “Gobernar obedeciendo al pueblo”- o éstas se toman de forma vertical, paternalista y unilateral?.
3-Colonización de la política vs descolonización de la política: El 13 de agosto, Segundina Flores máxima dirigente del movimiento Bartolinas Sisa, parte del Pacto de Unidad junto a la COB.sostuvo que “Sectores intelectuales de clase media que han conducido el proceso de cambio, el MAS, siguen conduciéndolo y a nosotros (los indígenas) como fundadores del instrumento político (…) no nos han dejado conducir, siempre están hablando a nombre de nosotros y de nuestra lucha”.
Es innegable que el acceso de los indígenas a la política fue masivo durante el gobierno de Evo Morales, que lideró el mejor periodo de la historia de Bolivia.
Sin embargo, estas palabras obligan a la reflexión de hasta qué punto los indígenas participaban de las decisiones claves del rumbo del país, sobretodo en el llamado “gobierno de las organizaciones sociales” y en una sociedad pigmentocrática donde el “saber y la capacidad” están puestos históricamente en los llamados “perfiles profesionales”, siempre blancos.
Por otro lado, se interprela a los “intelectuales de clase media y de izquierda, blancos”(aplicable a nivel regional)sin consciencia de su procedencia de clase, formateados en una visión eurocéntrica, aplican conceptos y categorías occidentales de análisis, que no tienen que ver con la realidad y el pensamiento andino, e insuficientes para explicar la compleja realidad boliviana e indígena. No advirtiéndolo, reproducen el sistema colonial y capitalista que sostienen criticar.
Equivale a que analicemos las problemáticas de género de las mujeres con parámetros masculinos. El marxista Antonio. Gramsci critica a este tipo de“intelectual tradicional”, pero los destinatarios de las palabras de la líderesa bartolina parecen no haberlo leído, aunque ello no alcanzaría.
Porque quien prende la luz es el pionero pensamiento indianista, que propone la descolonización del conocimiento y la ciencia, el pensarse “desde nosotros mismos”. Sólo ellos podrán plantear las problemáticas del indígena y por eso la denuncia de que otros se presentan como voceros de los indígenas (y de las y los bolivianos), usándolos como plataforma política y robando su voz para acceder a cargos políticos y otros beneficios.
Verónica Zapata. Periodista y psicóloga boliviana, colaboradora del Centrro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Quién fue "bárbara cruel", la heroína indígena temida por los colonizadores?
¿Quién fue "bárbara cruel", la heroína indígena temida por los colonizadores?© CC0 / Pikist
SOCIEDAD
19:01 GMT 31.08.2020(actualizada a las 19:02 GMT 31.08.2020)URL corto 0 30
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Quizá muchos españoles del siglo XVI hayan soñado con ella: la mujer que arrancó los ojos al colonizador que mató a su hijo, la que lideró una revuelta indígena en donde hoy se yergue Colombia. Ésta es la historia de Huatypán, la heroína indígena que los colonizadores llamaron Gaitana y después, "bárbara cruel".
La cacica Huatypán es un ineludible hito de referencia en la historia de las luchas reivindicativas de los indígenas. En el departamento colombiano de Huila —territorio que habitaban varias comunidades indígenas en el siglo XVI—, hay dos inmensas esculturas en su honor.
Monumento a la Cacica Gaitana de Rodrigo Arenas Betancur. Neiva, Colombia.
© CC BY 4.0 / WIKIMEDIA / JKHIDALGO / MONUMENTO A LA CACICA GAITANA.JPG
Monumento a la Cacica Gaitana en Neiva, Colombia
¿Quién fue Huatypán?
Entre 1539 y 1540 Huatypán, más conocida por cómo la llamaron los españoles, Gaitana, lideró a miles de indígenas contra los colonizadores. En 1538 Pedro de Añazco (1500-1538) había sido encomendado fundar una villa en Timaná para facilitar las comunicaciones entre Popayán y el río Magdalena: era un paso obligado entre Lima y Quito al sur, y Cartagena, al norte. Allí se asentaban los indígenas Yalcón, y en los alrededores los Timanaes, Avirama, Pinao, Guanaca Paez, Andaquí y Pijao.
Policía de México (imagen referencial)
© AP PHOTO / REBECCA BLACKWELL
Paramilitares sumen a pueblos indígenas de los Altos de Chiapas en estado de guerra
El colonizador citó a los jefes indígenas para imponerles tributos y otras obligaciones, pero el cacique Buiponga, cansado de las expoliaciones, opta por no presentarse. Según se relata en La Gaitana: preludio a una biografía a la espera, de Ernesto Mächler Tobar, durante la noche después de la reunión, Añazco secuestró al hombre y, frente a su madre Huatypán, a su mujer y a sus hijos, lo quemaron vivo. Querían que el terror sirviera para someterlos, pero les sirvió para que Huatypán organizara y liderara la lucha indígena en su contra.
La cacica logró reunir a más de 6.000 indígenas para atacar a Añazco durante la madrugada, mataron a 16 de los 20 hombres que lo acompañaban. El colonizador fue apresado por los indígenas, y entregado a Huatypán. Ella le sacó los ojos con la punta de una lanza, le hizo un agujero debajo de la lengua, por la que le atravesó una soga, y así lo arrastró de pueblo en pueblo, hasta que murió.
Kiwe Tjexnas, que en idioma nasa significa 'cuidador del territorio', uno de los activistas
© SPUTNIK / ESTHER YÁÑEZ ILLESCAS
El día a día de los líderes indígenas colombianos: amenazas, asesinatos y lucha por su tierra ancestral (fotos, vídeo)
Después de la derrota de Añazco, Huatypán invitó a todos los caciques, y sobre todo a Pigoanza, jefe principal de los Yalcones, a hacer el último esfuerzo por desterrar a sus opresores. A pesar de los repetidos y formidables ataques, no pudieron vencer a los españoles por una traición.
Un cacique indígena avisó a los españoles sobre los planes de su comunidad. Pese a que los indígenas lograron resistir un tiempo, según registros de la época, de casi 15.000 indígenas que había en la villa de Timaná, quedaron sólo unos 600. Las guerras, la viruela y los trabajos forzados impuestos por los españoles, los sometieron.
En las bitácoras de la época y versos escritos poco después por españoles, Huatypán aparece como la Gaitana: una mujer de "lengua mordaz", "bárbara cruel", "turbada, despulsada y amarilla", "revestida de furias infernales", "mala vieja macilenta", "perdida por beber sangre cristiana", y "ansiosa de una venganza interminable". Pasarían siglos para que ella recuperara su nombre y para que su historia fuera conocida como ejemplo de lucha reivindicativa de los indígenas, no como ejemplo de venganza.
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domingo, 30 de agosto de 2020
Marcha antirracista en el aniversario del discurso de Martin Luther King
Marcha antirracista en el aniversario del discurso de Martin Luther King
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Por | 29/08/2020 | EE.UU.
Fuentes: Página/12
La convocatoria es frente a las escalinatas del Monumento a Lincoln, donde Luther King dio su histórico discurso “Tengo un Sueño”.
Imagen: AFP
Luego de una semana de protestas por el caso de Jacob Blake, un afroestadounidense baleado por un policía blanco en Wisconsin, activistas tienen previsto visibilizar este viernes las consecuencias de la violencia de policías y civiles armados contra la población afrodescendiente al conmemorar el aniversario de la marcha hacia Washington organizada por Martin Luther King en 1963.
Se espera que miles de personas se congreguen en Washington frente a las escalinatas del Monumento a Lincoln, donde Luther King dio su histórico discurso “Tengo un Sueño”, una visión de igualdad racial que sigue siendo una utopía para millones de estadounidenses.
La conmoción por el caso Jacob Blake
La conmemoración llega días después de un nuevo hecho de “gatillo fácil” por parte de un policía blanco contra un afroamericano, en este caso Jacob Blake, de 29 años, quien fue acribillado a balazos y herido de gravedad por un agente que le dio siete tiros por la espalda el domingo en la ciudad de Kenosha, lo que desató varias jornadas de protestas.
En la tercera noche de protesta, el martes, un joven civil blanco de 17 años y admirador de la policía abrió fuego contra los manifestantes con un rifle en plena calle y mató a dos personas e hirió a otra antes de ser detenido.
El agresor había ido a Kenosha en respuesta a convocatorias por redes sociales de “milicias” de jóvenes blancos que pretendían proteger la propiedad privada de los manifestantes. “Tenemos que crear una consciencia diferente y un clima diferente en nuestra nación”, expresó el atacante.
«Movilizados y organizados”
Martin Luther King III es uno de los hijos del histórico pastor bautista que, junto a otros activistas, encabezó el movimiento por los derechos civiles para los afroestadounidenses en la década de 1960. “Eso que queremos lograr no sucederá, sin embargo, a menos que estemos movilizados y organizados”, señaló King a periodistas este jueves.
King y el reverendo Al Sharpton, cuya organización National Action Network organiza el evento, indicaron que el objetivo de la marcha es mostrar cuánto urge que el Gobierno federal reforme las normas que regulan las prácticas policiales, condenar la violencia racial y exigir la protección del derecho al voto antes de las elecciones de noviembre.
Para resaltar esta urgencia, Sharpton convocó a la marcha a familiares del cada vez mayor número de víctimas de la violencia racista: George Floyd, Breonna Taylor, Rayshard Brooks, Ahmaud Arbery, Trayvon Martin, Eric Garner, Blake, entre otros, informó CNN.
Luego de la marcha conmemorativa, que incluirá un discurso del abogado Ben Crump, quien representa a las familias de varias víctimas, los participantes se dirigirán al Monumento Conmemorativo Nacional de Martin Luther King, ubicado en uno de los parques del National Mall en Washington.
Los organizadores esperan que la concurrencia en Washington sea menor a la deseada por las restricciones adoptadas por las autoridades de la ciudad que limitan las visitas a la capital de no residentes para evitar contagios de coronavirus. Debido a esto, también se organizaron marchas satélite en ciudades de otros estados, como Carolina del Sur, Florida o Nevada.
Biden-Harris: "La política hace extraños compañeros de cama"
Biden-Harris: "La política hace extraños compañeros de cama"
QUÉ PASA
14:44 GMT 29.08.2020(actualizada a las 14:45 GMT 29.08.2020)URL corto
Por Javier Benítez
Tema:Elecciones presidenciales en EEUU (2020) (60)
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En EEUU ya están todas las baterías cargadas y apuntando a las próximas presidenciales de noviembre. Tras la confirmación oficial de los dos principales nominados al cargo, el actual mandatario, Donald Trump, por el Partido Republicano, y su contrincante, el demócrata Joe Biden, se ha desatado una batalla feroz.
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Dios los cría y ellos se juntan
Acosador sexual y racista. De eso acusó Kamala Harris a Joe Biden cuando era una más en la carrera entre demócratas por pelearle la presidencia a Trump el próximo 3 de noviembre. Por un lado, le denunció por su oposición a los denominados 'autobuses contra la segregación' en la década de 1970, que permitían el acceso sin distingos raciales a los autobuses escolares. Y por otro, respecto a las denuncias de acoso sexual contra Biden, sentenció: "Yo les creo y las respeto por su coraje", al referirse a las mujeres denunciantes.
Candidato a la presidencia de EEUU, Joe Biden, con candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris
© REUTERS / LUCAS JACKSON
¿A quién le importan las elecciones en EEUU?
Pero, ¿qué pasa si ese acosador sexual y racista al que denuncias te propone ser candidata a vicepresidenta de EEUU? Pues nada, que aceptas, y aquí no ha pasado nada. O por lo menos, eso lo que estaría dejando ver la conducta de Harris. Aparte de eso, se han disparado muchas hipótesis respecto, sobre todo, a lo que podría haber pesado y pasado por la cabeza de los estrategas del Partido Demócrata.
Por un lado, se lo interpreta como una estrategia marketinera: colocar a una hija de inmigrantes –padre jamaicano y madre india– con fisonomía de afroamericana, podría dar unos buenos dividendos papeleteros en épocas de 'Black Lives Matter'; y por otro, tal vez el más inquietante, que en un mediano plazo podría convertirse en la presidenta de EEUU, de acuerdo a quienes señalan el posible senilismo de 'Sleepy' Biden. Una mano lava la otra, y las dos lavan la cara.
"La política hace extraños compañeros de cama", ironiza al respecto el Dr. en Sociología e historiador, Sergio Fernández Riquelme.
El también escritor incide en que es casi una necesidad esta sociedad. "Joe Biden en un debate cara a cara con Trump no tendría nada que hacer, porque hemos visto imágenes y discursos de él, una persona bastante mayor que aparenta estar senil, y muchos teóricos e intelectuales que es posiblemente Harris y su equipo quien llevaría el mando de una futura o posible Administración demócrata, si Biden consiguiera la victoria".
"Si Harris es capaz de pactar con una persona con la que no tiene nada que ver, con la que le separan abismos en cuanto a nivel ideológico o económico, pues posiblemente nada cambie en los EEUU de Norteamérica, e incluso pueda provocar que Donald Trump consiga movilizar a ese voto oculto, conservador, blanco y obrero de los estados oscilantes y pueda dar la sorpresa en estas elecciones de 2020", expresa este profesor de la Universidad de Murcia.
Los números
Kamala Harris y Joe Biden
© AP PHOTO / CAROLYN KASTER
Joe Biden - Kamala Harris ¿y el 'Black Lives Matter'?
Según los recientes y constantes estudios de intención de voto que se están realizando en el país norteamericano, el candidato demócrata de 77 años, acusado de corrupción en relación con Ucrania, y quien ha podido darse el lujo de permanecer agazapado y sin exponerse a ningún tipo de desgaste debido a la pandemia del coronavirus, se ubica 7 puntos por encima del presidente, según 'RealClearPolitics'.
Todas las encuestas señalan que Biden, como Hillary Clinton hace cuatro años, tiene amplia ventaja en los sondeos y parece que todo está hecho, que Donald Trump lo tiene todo en contra. Pero, como hace cuatro años, podemos esperarnos de Trump cualquier cosa, y ahora está movilizando el voto más nacionalista, sabiendo las dos fortalezas que él ha tenido, que ha sido la economía, y darse cuenta que el gran enemigo de EEUU en la hegemonía mundial es China", concluye el Dr. Sergio Fernández Riquelme.
sábado, 29 de agosto de 2020
Kamala Harris, la presidenta de facto
Kamala Harris, la presidenta de facto
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Por Alejandro Marcó del Pont | 29/08/2020 | EE.UU.
Fuentes: El tábano economista -Imagen: Kamala Harris, foto de Jeff Kowalsky, AFP via Getty Images
Parafraseando a Henry Ford, uno podría decir que los estadounidenses pueden tener el presidente que quieran, siempre y cuando sea demócrata o republicano.
Desde hace varios meses los medios de EE.UU. daban como número puesto a Kamala Harris, senadora de color por California, para ocupar la candidatura a vicepresidencia por el Partido Demócrata. También desde hace tiempo todos los integrantes de esta cruzada sospechan de la salud mental del candidato Biden desde que entró en campaña. Cualquier que esté familiarizado con su trayectoria política conoce su discurso inconexo, sus trompicones dialécticos, sus equivocaciones constantes, que ponen al candidato demócrata como una especie de Macri en potencia, pero ahora, según las conjeturas, con Alzhéimer.
Trump, habla de él sin ningún decoro, como es habitual, y con toda acidez lo califica como el ‘somnoliento Joe’. Pero esta idea, por más que resulte ofensiva, es el murmullo de la clase política americana, “ningún republicano ha disputado la presidencia con ese nivel de demencia senil”, asegura el maniaco Rudy Giuliani. Aun así, el candidato presidencial Joe Biden dijo que se haría la prueba cognitiva a principio de año para desechar los rumores circulantes, ahora dice que no se ha sometido a una prueba cognitiva y asegura que dejará que la ciudadanía decida si es apto para el cargo.
La disputa no es menor, más con estas revelaciones, donde parte de la ecuación debe contemplar al establishment estadounidense suponiendo dónde depositará la confianza en defensa de su intereses. Debemos entender que ambos partidos están directamente vinculados al capital financiero, a las grandes corporaciones industriales, profundamente unidos a la idea imperial de Estados Unidos y su mirada hegemónica global. Pero, por sobre todo, son dos partidos que pertenecen al mismo sistema y representan los mismos intereses de clase, y solo difieren el uno del otro porque son portavoces de fracciones diferentes de la misma clase dominante, proyectando políticas distintas para satisfacer los mismos intereses.
Estados Unidos debe ser uno de los países menos democráticos del mundo. Desde siempre republicanos y demócratas se pelean la presidencia, una especie de dictadura bipartidaria. Sin extendernos sobre el sufragio en sí, diremos que es una democracia indirecta, la gente no vota para presidente, sino a representantes que lo eligen, por eso Donald Trump sacó casi 3 millones de votos menos que Hillary Clinton y, sin embargo, resultó presidente. La respuesta, el mapa de representantes expuesto abajo, que muestra dos cosas: 1) por qué California (55 representantes) tiene a Kamala Harris como candidata a vicepresidenta, y para los desvelados, 2) Florida (con 27 representantes), cuna del antiesclavismo, no dejará que Venezuela tenga paz, ya que tanto demócratas como republicanos tratarán de seducir al fascismo golpista de dicho estado.
Antes de adentrarnos en la elección de Kamala Harris como segunda en la fórmula presidencial, deberíamos establecer ¿qué y a quiénes representa el Partido Demócrata? para que quede en evidencia su elección. Según la filósofa americana Nancy Fraser los demócratas representan el “neoliberalismo progresista”, definición que puede sonar como un oxímoron, pero es así.
El neoliberalismo progresista se desarrolló en los EE. UU. y fue ratificado por el triunfo electoral de Bill Clinton en 1992. Clinton fue el principal ingeniero y portaestandarte de los “nuevos demócratas”, el equivalente estadounidense del “nuevo laborismo” de Tony Blair, el hijo predilecto de Margaret Thatcher. Aun cuando la administración Clinton hizo suyas esas ideas progresistas, enamoró a Wall Street. La economía fue maneja por Goldman Sachs, desreguló el sistema bancario, negoció tratados de libre comercio que aceleraron la desindustrialización y desarmaron mundialmente la producción.
Lo que se perdió por el camino fue el ‘cinturón oxidado’ (o del óxido) (Rust Belt), esa región, junto con nuevos centros industriales en el sur, que recibió un duro revés cuando la financiarización más desatada comenzó a fijar el curso productivo de las pasadas dos décadas. Continuadas por sus sucesores, incluido Barack Obama (el mayor deportador de latinos), las políticas de Clinton degradaron las condiciones de vida de todo el pueblo trabajador, pero especialmente de los empleados en la producción industrial. Para decirlo sumariamente: “Clinton tiene una pesada responsabilidad en el debilitamiento de las uniones sindicales, en el declive de los salarios reales, en el aumento de la precariedad laboral y en el auge de las familias con dos ingresos que vino a substituir al difunto salario familiar.”
Esta contradicción a la que nos referimos es como el neoliberalismo progresista se ha convertido en la alianza de las corrientes principales de los nuevos movimientos sociales (feminismo, antirracismo, multiculturalismo y derechos de los LGBTQ) promocionados y protegidos por la “Open Society Foundation”, del malhechor George Soros, por un lado, y por el otro, los sectores de negocios de gama alta de servicios, como Wall Street, de quien depende el partido Demócrata; Silicon Valley, parte del establishment, las grandes corporaciones industriales y de Hollywood, entre otros, a través del esposo de Kamala Harrys, el abogado Douglas Emhoff, consejero de litigios y asesor de confianza para algunos de los más grandes nombres y para todo el espectro del entretenimiento, los medios de comunicación y los deportes, a través de la firma legal multinacional DLA Piper.
Así las cosas, las fuerzas progresistas se han unido efectivamente con el capitalismo depredador, especialmente el financiero. Lamentablemente lo cierto es que las primeras prestan su prestigio, crédito y reputación a este último. Ideales como la diversidad y el “empoderamiento”, que, en principio podrían servir a diferentes propósitos, ahora dan lustre a políticas que han resultado devastadoras. Esta combinación fue posible solamente por ausencia y destrucción de una izquierda genuina, que, de manera meticulosa, el partido Demócrata se encargó de demoler (la representada por Bernard “Bernie” Sanders), de la que solo rescataron la marketinera, y por cierto exitosa y lucrativa, consigna “Las vidas negras importan”.
Harris, senadora en su primer mandato, tiene la reputación de ser una aguda crítica de la administración actual. Previamente, se desempeñó como fiscal de distrito de San Francisco y fiscal general de California antes de ser elegida para el senado de los Estados Unidos. Como se ve en este breve currículum, forma parte del riñón del partido Demócrata, el mismo conservador y demoledor del progresismo, al menos desde el 2012, y por sus cargos ocupados, una férrea defensora de ese poder profundo estadounidense.
El historial de Harris en la fiscalía, como fiscal del distrito en San Francisco de 2004 a 2011 y como fiscal general de California de 2011 a 2017, casi seguro que será discutido en las elecciones generales, en especial debido a la indignación nacional por el abuso policiaco y el racismo sistémico que se ha desatado desde el asesinato de George Floyd.
Si bien se cataloga como una fiscal progresista, esta definición sería algo parecido a decir que se puede tener mano dura contra el crimen y, al mismo tiempo, confrontar las profundas desigualdades del sistema de justicia penal. Esta parte queda a la libre interpretación del lector. Lo cierto es que, como fiscal general, nunca procesó a oficiales de la policía que hubieran asesinado a civiles (de color). También recibió críticas por haberse negado a permitir pruebas avanzadas de ADN que pudieron exonerar a Kevin Cooper, un hombre negro sentenciado a muerte, y por haber defendido algunas condenas en contra de acusaciones de conducta inapropiada de la fiscalía.
El 11 de agosto de 2014, dos días después de que Brown fuera asesinado en Misuri, agentes de policía de Los Ángeles mataron a tiros a Ezell Ford, un hombre negro de 25 años, desarmado, con antecedentes de enfermedad mental, lo que provocó una ola de manifestaciones. Harris se remitió a Jackie Lacey, el primer fiscal de distrito negro de la ciudad, quien finalmente no presentó cargos.
Algo parecido ocurrió con su inicial respaldo al proyecto de ley “Medicare para todos”, del senador Bernie Sanders, antes de cambiar su postura durante la campaña presidencial, que luego abandonó por falta de fondos, aunque sigue oponiéndose al proyecto hasta la actualidad.
Muchos piensan que al final del día la pelea será entre Soros contra Trump, con un lobby israelí divido entre Benjamín Netanyahu, quien apoya al actual presidente en tándem con el magnate del juego de las Vegas, Sheldon Adelson, por un lado, y George Soros por el otro, quien se adjudica, no solo el triunfo, sino su reposicionamiento con la candidatura de Kamala. ¿El establishment estadounidense ha encontrado la figura perfecta para dirimir la interna entre California (55 representantes) y Texas (34 representantes) jugando como pívot Florida, con 27 representantes? Asiática, de color, esterilizada en contra de las peleas raciales, buena presencia y fiel defensora de Wall Street, Silicon Valley, y las grandes corporaciones industriales, ¿se necesita algo más para mantener el status quo estadounidense que esta percepción errónea de progresismo encubierto?
La verdad es que sí, porque es cierto que el neoliberalismo progresista sigue su marcha y afianza su lógica política, social y económica, y esta idea debería quedar clara en Latinoamérica. También debe quedar claro que del otro lado está Trump, quien no necesita presentaciones. Pero si quisiéramos ver el resultado de esta disputa electoral para Sudamérica, podríamos tomar las palabras del periodista brasileño de IndiMundi, Breno Altman: Si Trump pierde el presidente Bolsonaro de Brasil pasará a tener problemas en la región, su poder se vería disminuido y la sustentabilidad de sus iniciativas regionales seriamente afectadas. Si gana Biden, ¿que sucederá? Ah, nada.
Fuente: https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2020/08/27/kamala-harris-la-presidenta-de-facto/
Cómo desarmar la infodemia
Fake news, medios y Estado
Cómo desarmar la infodemia
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Por Pablo Hernández, Diego Vesciunas, Glenn Postolski | 29/08/2020 | Mentiras y medios
Fuentes: Revista Anfibia
Durante la pandemia las noticias falsas potenciaron su capacidad de daño y hoy son uno de los mayores riesgos que deben enfrentar las sociedades.
¿Qué vías de acción son eficaces para combatir la desinformación? ¿Cómo deberían intervenir los Estados? ¿Qué formas consensuadas y eficaces de política pública de comunicación pueden surgir a partir de esta crisis? Un análisis sobre medios, plataformas y las formas futuras de habitar la vida en democracia.
Si hay un tema que durante los últimos años monopolizó las discusiones académicas y periodísticas alrededor de los “nuevos medios” y su impronta política en las sociedades contemporáneas es el conjunto conformado por ciertas denominaciones del paso de un “ecosistema comunicacional industrial” al “ecosistema comunicacional informacional”. Posverdad, fake news y ahora también infodemia conservan marcas de continuidad con prácticas precedentes y, a la vez, expresan novedades que adquieren una nueva dimensión al incorporarse a la jerga cotidiana y de sentido común.
La noticia falsa o construida sobre hechos inexistentes apunta, en cierto sentido ontológico, a la idea de la desinformación. Su empleo como herramienta política o de manipulación no es novedoso. En ese uso, los medios de comunicación masiva fueron y son un espacio estratégico. Incluso pueden comprometerse en su diseño: un contenido que aparece en las redes digitales es, muchas veces, levantado, difundido y explotado por los medios tradicionales. Y viceversa: un contenido nativo de los medios puede viralizarse exponencialmente a partir del accionar de las redes.
La infodemia, una práctica informativa que genera pánico o promueve conductas incorrectas, es el fenómeno contemporáneo que mejor expuso estos riesgos. La Organización Mundial de la Salud lo empezó a usar en plena pandemia del COVID-19 y en la Argentina fue la Secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti quien lo nombró por primera vez. Sus efectos profundizaron la erosión de los sistemas y gobiernos democráticos. Expliquemos por qué: las democracias liberales y los Estados modernos descansan en un complejo entramado de relaciones que no podría sostenerse si la ciudadanía no tuviera la certeza de que el poder político actúa respetando las normas. Ese es el principio básico del contrato social que las fake news y la infodemia corrompen. Al hacerlo, debilitan la confianza y erosionan la democracia. Para visualizarlo estadísticamente: un sondeo de opinión pública de marzo de 2019 realizado por la consultora Solo Comunicación mostró que el 61% de los entrevistados manifiesta chequear la veracidad de la información de actualidad que ve en portales de Internet pero el 26% dice no hacerlo. Una vez enterados de la eventual falsedad de una información que circula, casi la mitad (48%) decide ignorarla. Además, el 34% de los entrevistados dice no chequear la veracidad de la información compartida por WhatsApp. Incluso, el 21% manifiesta haber compartido información de la que luego se enteró de su falsedad.
Durante la pandemia proliferaron en Argentina algunos ejemplos de Fake News, incluso uno de ellos alertado por la plataforma de fact checking Contar (de la que hablaremos en detalle más adelante). El 28 de mayo Clarin.com y A24 mostraron un video en el que se veía a la dirigente social Milagro Sala bailando con otras personas. El contenido audiovisual fue compartido como “El baile de Milagro Sala en plena cuarentena” y generó indignación en gran parte de la sociedad. Más de 130 mil personas lo vieron en Facebook. El video es real pero no ocurrió en el marco de la cuarentena, sino que fue en diciembre del año pasado. La propia Milagro Sala desmintió lo ocurrido en una entrevista con Víctor Hugo Morales en AM 750.
Lo que nos interesa señalar del caso es la potencialidad de las fake news para el daño social, en tanto instrumentos de diseño para la intervención política. Pero, sobre todo, qué rol le cabe a los diferentes Estados y particularmente el argentino en un escenario como éste.
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Durante los últimos años y al calor del incremento de las plataformas y redes digitales se multiplicaron los informes tematizados como fake news, a modo de clickbait literario. La mayoría de sus preocupaciones se centran en un sistema de alerta orientado hacia el debate público y el funcionamiento de las democracias centrado en: su incidencia electoral (Trump, Brexit, Bolsonaro) como forma de activación temática de una agenda de polarización; su continuidad con otras patologías mediáticas como las operaciones de prensa; definiciones y taxonomías vinculadas con la des-información y/o la manipulación: el accionar inconsciente de ciudadanos que viralizan información sin verificarla. En esa diversidad de agendas hay un común denominador: la dificultad que la mayoría de esas aproximaciones evidencia al referirse al rol del Estado en estos escenarios.
¿Qué papel le cabe a los Estados nacionales en un contexto de potencial desinformación o información falsa permanente y a gran escala? ¿Son los espacios del llamado fact-checking los más propicios para prevenir, intervenir e interpelar la circulación de estas noticias? ¿Los medios estatales tendrían que formar parte de esas estrategias de desmentida? ¿Deben ser las máximas autoridades quienes se expongan al juego de la desmentida y contesten en primera persona las noticias falsas? ¿El registro de “denuncia” es el único posible frente a la difusión de noticias falsas? ¿O deben fomentarse otros en clave anticipatoria, crítica y pedagógica? ¿El Parlamento puede legislar para impedir, reducir y sancionar la producción y circulación de noticias falsas?
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Una de las formas de abordar la circulación de las noticias falsas y la infodemia fue la proliferación de un nuevo tipo de organización que se autoinstituye como instancia mediadora entre los acontecimientos, los discursos políticos, la prensa y la sociedad. Por lo general, son plataformas digitales las que llevan adelante la tarea del fact-checking o verificación de información, tanto desde el sector privado (Reverso) como las generadas por voluntad pública (Confiar).
Confiar es una de las iniciativas más completas y novedosas (aunque con escasa difusión) del sector público. Propone despejar dudas en torno a las fuentes de desinformación acerca del coronavirus y, para ello, verifica información al mismo tiempo que provee a los ciudadanos de herramientas y criterios para diferenciar la calidad y veracidad de las noticias. Confiar se suma a otras experiencias internacionales con impulso público, como EFE verifica, el sitio de fact checking de la agencia española EFE, o las que poseen otras agencias de noticias internacionales como AFP, AP y Reuters.
Estas experiencias sin duda representan un avance sobre el escenario problemático, pero implican una verificación a cargo del usuario, y en dispositivos (del gobierno o de los medios tradicionales) cuya autoridad suele también relativizarse.
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Desde el inicio del devenir del COVID-19 han circulado diversos tipos de fake news que hacen referencia a cuatro ejes: las posibles conspiraciones sobre el origen del virus; las modalidades de diseminación y contagio; los síntomas y tratamientos; y la eficacia de las medidas gubernamentales. Estos aspectos actúan sobre predisposiciones en la recepción como que la cura sea posible y cierta o que una intención política impulsó la creación del virus.
El rol de los organismos especializados, los medios de difusión y cualquier otra forma de comunicación institucional regida por deontologías profesionales debe ir más allá del aporte informativo y de su sesgo ideológico. Debe ser también excepcional: debemos exigir que al rigor periodístico sumen acciones concretas que para contener las fake news. Pongámoslo a la inversa, ¿es posible pensar formas consensuadas y eficaces de política pública a partir de la ventana de oportunidad que ofrece la pandemia? Por ejemplo, avanzar en el diseño de pautas de ética periodística que orienten la actividad en los medios de carácter público, y que puedan constituirse como una guía para el conjunto del sistema de medios. El documento Ética Periodística en la Era Digital elaborado por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) con la cooperación de la Oficina de Montevideo de la UNESCO, sugiere: “Ante el dilema frecuente: o noticias al instante, o noticias producidas sin prisa, la diferencia la hace la voluntad de servir a la audiencia antes que al negocio. La prisa por la verdad inmediata afecta la verdad. También la afecta, y ¡en qué forma!, la violencia ambiente”.
También existen un conjunto de rutinas integradas al programa de la comunicación profesional que podrían adaptarse al estado de excepción que transitamos. Por ejemplo extremar el ajuste de la comunicación de crisis al momento de difundir una política pública, donde debería trazarse una narrativa de continuidad que vaya desde el anuncio a la aplicación efectiva de la política, desde la asignación de recursos hasta la distribución de los productos o servicios. Pueden sugerirse estas y otros cientos de acciones particulares. El problema sigue siendo la compleja relación entre ciertas culturas políticas y mediáticas.
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Dentro de la tradición sobre Manuales o Códigos de Ética Periodística, cabe destacar el Código Deontológico Europeo de la Profesión Periodística. Además del reconocimiento de los deberes tradicionales del ejercicio periodístico y de la importancia de los medios de comunicación en las sociedades contemporáneas, el documento plantea cuestiones éticas en relación al rol de los medios. Por ejemplo, señala que “los medios de comunicación efectúan una labor de ‘mediación’ y prestación del servicio de la información y los derechos que poseen en relación con la libertad de información, están en función de los destinatarios que son los ciudadanos”. Por otra parte, establece un párrafo que conecta bien con el actual contexto: “La emisión de noticias debe realizarse con veracidad, a través de las actividades verificadoras y comprobadoras oportunas y con imparcialidad en la exposición, descripción y narración de los mismos. Los rumores no deben confundirse con las noticias. Los titulares y enunciados de las noticias deben subrayar lo más fielmente posible el contenido de los hechos y datos”.
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Frente al estado de excepción, debemos pensar desde una mayor complejidad la dimensión pública e institucionalizada de la ética informativa. Por ejemplo, impulsar a los gobiernos a incrementar los niveles de transparencia de manera de comprometer también al sector privado de medios a sostener mayores niveles de calidad y claridad en el manejo informativo, aspecto que resulta históricamente resistido. Es indispensable fortalecer los sistemas públicos o comunitarios, históricamente marginados. Y también resulta necesario generar una iniciativa a nivel nacional, una propuesta desde el Estado, que interpele pública y directamente a los grandes medios comerciales.
Sabemos que se requiere un compromiso democrático excepcional para superar las malas prácticas de ciertas culturas políticas y mediáticas, hoy digitalmente potenciadas. Las formas institucionales que se relacionan con estas problemáticas en otras regiones suelen concentrarse en ecosistemas propios del estado (organismos de control, defensorías, cuerpos consultivos) o del sector privado (formas de autorregulación, colegiaciones, colaboraciones corporativas).
El esfuerzo cultural y político consiste en combinar ambos espacios y podría institucionalizarse bajo la forma de un Consejo plural orientado a la ética y la responsabilidad en el tratamiento de la información pública. Una instancia compartida entre medios comerciales de difusión, organizaciones civiles, plataformas y agencias del estado. Un Consejo de estas características tendría como objetivo avanzar sobre un sistema de acuerdos de buenas prácticas, con la finalidad de contribuir a un debate público respetuoso de las diferentes legitimidades pero claramente orientado a desplazar cualquier forma de violencia simbólica.
En dicho cuerpo colegiado todos los convocados deberían asumir responsabilidades orientadas a: resguardar el derecho humano a la comunicación, moderar el tono del debate público, vehiculizar acciones positivas del Estado que no colisionen ni restrinjan la libertad de expresión; precisar procedimientos sobre noticias falsas, construir consensos en procura de la defensa del interés general, fortalecer y promover códigos de ética y modelos de autorregulación y colaboración; educar a las futuras generaciones en una cultura informativa para los ecosistemas digitales; entre otras.
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Respecto a los antecedentes sobre iniciativas de este tipo, es posible mencionar el Consejo de Ética de los Medios de Comunicación Social de Chile creado en 1990. Si bien fue concebido con lógica autorregulatoria por parte de los medios privados (fue promovido por la Federación de Medios de Comunicación Social de Chile sin participación estatal) constituye un espacio desde donde se emiten resoluciones con pedido de mejoras sobre el ejercicio periodístico y el rol de los medios. Aquí una de las últimas respecto a los medios en el contexto de pandemia.
En definitiva, abordar el problema de las fake news mediante formas regulatorias conlleva también el riesgo de habilitar el abuso por parte de gobiernos con tendencias autoritarias, creando las condiciones para un nuevo tipo de censura.
Es un debate abierto en diferentes estados, y en algunos de ellos existen normas que pretenden atenuar sus efectos. En Francia desde 2018 se sancionó una ley por la cual se puede recurrir a un juez para que detenga la difusión de informaciones falsas durante los tres meses anteriores a un proceso electoral. El Reino Unido enfoca su intervención regulatoria desde la Autoridad de Competencia y Mercado (CMA) planteando condiciones de competencia para las plataformas online y publicidad digital, instando al cumplimiento de códigos de conducta basados en principios de buenas prácticas a la vez que se contemplan penalidades financieras por incumplimiento.
Brasil dio media sanción en el Senado a un proyecto de “Fake News” muy objetado por diferentes organizaciones sociales que lo señalan como un riesgo para la vigencia de derechos fundamentales como la privacidad, protección de datos, acceso a Internet y libertad de expresión.
Las iniciativas mencionadas forman parte de experiencias internacionales, pero aún no se constituyeron como reclamos de colectivos vinculados a la comunicación. Tampoco forman parte de la agenda inmediata del gobierno actual que recorre otras preocupaciones más urgentes vinculadas con la pandemia de coronavirus. Si la crisis se nos presenta como una oportunidad, usémosla para construir acuerdos colectivos al respecto: a partir de ella podemos pensar las formas futuras de habitar la vida en democracia.
Ilustración María Elizagaray Estrada
Fuente: http://revistaanfibia.com/ensayo/desarmar-la-infodemia/
viernes, 28 de agosto de 2020
Alexandria Ocasio-Cortez La heredera de Sanders
Alexandria Ocasio-Cortez
La heredera de Sanders
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Por Aldana Vales | 28/08/2020 | EE.UU.
Fuentes: Revista Anfibia
Un minuto le dieron a Alexandria Ocasio-Cortez en la Convención Demócrata, pero le sobró para enumerar su agenda: justicia racial, reforma migratoria, lucha contra adicciones, Green New Deal. Su equipo en la política es el “escuadrón” de congresistas demócratas, integrantes de la izquierda del partido. La representante del Bronx en el Congreso estadounidense tuvo un desembarco viral al entrar bailando a su despacho. Le gustan los videojuegos, y con LOL aprendió a moverse entre heroínas, villanos y trolls.
En 2007, Alexandria Ocasio-Cortez consiguió el segundo puesto en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel. Todavía estaba en la secundaria, la ciencia era su pasión y había presentado una investigación a partir de experimentos en longevidad que había realizado en uno de los principales hospitales de Nueva York. Como premio, el laboratorio Lincoln del MIT le puso su apellido a un asteroide. Y ese podría haber sido el mayor logro de su vida, pero no.
Hay gente que tal vez nace para batir récords. El de ella, en 2018, fue el de convertirse en la mujer más joven de la historia de los Estados Unidos en llegar a la Cámara de Representantes del país. Dos años después, es una de las principales figuras de la nueva generación del Partido Demócrata, en cuya convención nacional aprovechó para hablar del futuro y del camino a seguir.
Quizás fuiste a Nueva York y te la cruzaste detrás de la barra del Flats Fix, cerca de Union Square, sin saber quién era. Porque esta es la historia de una mujer que de un día para el otro deja de preparar tragos en un bar de Manhattan para encabezar el ala más progresista del Congreso estadounidense.
La imagen más icónica, quizás la primera que muchos recuerdan de ella, es la de una chica de 28 años que se tapa la boca y no puede ni siquiera gritar. Mira con ojos muy abiertos la televisión del bar en el que está, porque un canal local la da como ganadora de una elección. “¿Podés describir esto?”, le pregunta en ese momento la periodista de Spectrum News. “Nop. No puedo”, le contesta ella, como si fuera la respuesta más natural de una candidata. Es junio de 2018 y es apenas la primaria del Partido Demócrata para la Cámara de Representantes, pero en el distrito 14 de Nueva York eso equivale a ganar la elección general de noviembre. Ahí, el voto republicano es casi inexistente y todo el mundo lo sabe.
Desde ese momento, Alexandria Ocasio-Cortez se transforma en AOC para los ojos de una nación de casi 330 millones de habitantes. Una sigla que simplifica un nombre tal vez muy largo y latino. No es que eso haya que ocultarlo ni mucho menos. Si de algo se encarga, es de mantener siempre presente que ella es latina, que su familia es latina y que esa es su identidad. Hasta su contestador oficial de la oficina invita a escuchar el mensaje tanto en inglés como en español. “Es importante que no ignoremos el poder de la identidad, porque es muy poderosa”, le dijo una vez a The Intercept. Ella no lo ignora.
El resto de la historia es más conocido: en enero de 2019, AOC llega al Congreso. Sin saber que no estaba permitido, dejó que la gente tapara las paredes blancas del pasillo del Capitolio con post-its de colores, en los que le dejaban mensajes. Tuvo que sacarlos y ponerlos dentro de su oficina. En su desembarco en Washington, transmitió en Instagram sus primeras impresiones: contó detalles del proceso de adaptación y mostró la bolsita que había recibido en la primera jornada. Desde entonces, la vemos cada tanto también en Twitter, en Twitch, exhibiendo su orgullo millennial.
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En este tiempo, se instaló entre los íconos del progresismo demócrata. En la capital estadounidense, una de las principales tiendas de merchandising activista vende su biografía y varios objetos con su cara de la misma forma que vende figuras de la jueza Ruth Bader Ginsburg, uno de los símbolos de la lucha por la igualdad de género en el país. Pero para llegar a este punto, hay que ir primero a lo que pasó antes de esa noche de junio de 2018.
Operación Triunfo
Alex –su equipo, su familia, la gente de su campaña le dice Alex– nació y creció en el Bronx. En este distrito, el 52 por ciento de las personas son latinas o hispanas. La familia de AOC fue parte de esas estadísticas. Su padre tenía parientes en Puerto Rico; su madre nació en esa isla y se mudó a los Estados Unidos sin saber inglés. La historia de ambos suele ser una referencia en el discurso de la congresista.
“Mis padres no me criaron para aceptar el abuso de los hombres”, dijo hace poco en la Cámara de Representantes como respuesta al ataque de un republicano que le dijo nada menos que “maldita puta”. No, los padres de AOC la criaron para que fuera quien es hoy.
La historia que suele contar dice que, cuando ella tenía cinco años, sus padres decidieron mudarse a Westchester, fuera de la ciudad de Nueva York, para que pudiera vivir en un mejor distrito escolar. No es un detalle, sino una preocupación común en las familias. Un buen jardín de infantes en los Estados Unidos es casi una garantía para entrar en una universidad. “Mis padres empezaron desde abajo: nuevo idioma, nueva vida, nuevo todo. Luego me tuvieron a mí y se mudaron para comenzar de nuevo para que pudiera tener una educación.”
La apuesta dio sus frutos y al final entró a Boston University. Un video que se popularizó junto a su llegada al Congreso la muestra bailando en una terraza de la Facultad de Arte y Ciencia. Ahí aparece como ‘Sandy’, el apodo que usó en la secundaria y en la universidad. Gira con las manos en alto, los pelos al viento y una sonrisa. Mueve en forma frenética los brazos mientras suena Lisztomania de Phoenix. Es una pieza promocional de BU, pero para los republicanos fue casi como encontrar un video porno. Para AOC, un motivo más de orgullo. “Escucho que el GOP piensa que es un escándalo que las mujeres bailen. Esperen a que se enteren de que las congresistas también bailan”, escribió en Twitter. ¿La música de fondo del tuit? War, de Edwin Starr.
Cuando recién comenzaba la universidad y Estados Unidos estaba en plena crisis financiera, su padre falleció. Era el principal sostén de la familia y con su ausencia llegaron los problemas económicos. Ocasio-Cortez dice que su madre la mantenía aislada de lo que pasaba, pero recuerda haber visto autos que tomaban fotos de su casa desde la calle. Con el tiempo entendió que esas situaciones estaban relacionadas con el juicio hipotecario que estaban atravesando. “Prácticas de predadores”, las describe. Hoy el acceso a la vivienda es parte de su plataforma política.
En medio de las dificultades económicas familiares, AOC trabajó para el National Hispanic Institute como camarera, como bartender, como organizadora comunitaria de la campaña de Bernie Sanders.
En algún momento, su hermano se enteró de Brand New Congress, una búsqueda de candidatos y candidatas para el Congreso. Casi como un casting para identificar a quienes quisieran postularse por primera vez a un cargo público. Y la inscribió.
A la conquista del Congreso, el documental de Netflix, muestra el camino entre ese momento y la llegada a Washington. Una campaña hecha de la nada para quitarle la nominación demócrata a Joe Crowley, un congresista que llevaba 20 años en su banca.
El distrito 14 de Nueva York, parte de Queens y parte del Bronx, debe ser uno de los más seguros para los demócratas en todo el país. Crowley estaba más que confiado. Tanto, que ni siquiera consideró que había que ir a los debates. AOC en cambio decidió que había que hacer la campaña de una forma distinta: salir a hablar ella misma con la gente. De ahí a la imagen de la chica con los ojos muy abiertos hubo mucho trabajo y poca esperanza. Tal vez eso explique la sorpresa y la falta de palabras ante el triunfo.
Orgullo millennial
AOC trajo a Washington la agenda de la generación criada en la década de 1990: la preocupación por el cambio climático, la imposibilidad de comprarse una casa, las deudas estudiantiles post-universidad. Antes de asumir, dijo que no podía afrontar los gastos de mudarse -el alquiler, el depósito y los gastos de la inmobiliaria- hasta cobrar su primer sueldo.
Trajo también sus costumbres y sus vicios. Los sandwiches del desayuno son para ella los de las bodegas de la Gran Manzana, no los del Distrito de Columbia. Sus logros son las intervenciones en el recinto de la Cámara Baja, pero también nuevos niveles en los videojuegos. Porque no se puede entender la política de AOC sin su gusto por los videojuegos, un mundo en el que hay héroes y villanos, alianzas y conflictos. Un mundo en el que está ella, defensora de sus compañeros. Y en el que también hay trolls digitales.
Los niños de 13 años que juegan al League of Legends son los que la prepararon para enfrentarse con la derecha tuitera, bromeó hace un par de meses.
Su equipo en la política es el “escuadrón” de congresistas demócratas, compuesto por Ilhan Omar, Ayanna Presley y Rashida Tlaib. Son todas mujeres de color, progresistas, integrantes de la izquierda del Partido Demócrata que llegaron a la Cámara baja en las elecciones de 2018. Ahí está puesta su lealtad.
Molesto con sus críticas, Trump les ha dicho por Twitter que se vuelvan a los países de los que vinieron y que los arreglen. Todas son ciudadanas estadounidenses. Tres de ellas nacieron en Estados Unidos, una llegó a los 12 años como refugiada.
Mientras Joe Biden, candidato demócrata a la Presidencia, anunciaba que su compañera de fórmula sería la senadora Kamala Harris, AOC se limitó a retuitear la opinión de Bernie Sanders, mientras se dedicaba a apoyar públicamente a Omar, quien enfrentaba una elección primaria en Minnesota ese día.
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En un año de elección presidencial que la tiene apenas como candidata a renovar su banca, AOC es solo una voz dentro del partido demócrata. Pero el protagonismo que ahora tiene la fórmula presidencial no eclipsa la obsesión que durante estos dos años cultivó la derecha en torno a la representante del Bronx.
Un estudio de Storybench mostró en 2019 que su historia solía ser la más leída en el sitio de Fox News, incluso cuando precandidatos a presidente hacían sus anuncios. Axios también reveló que, en el momento de asumir su banca, era la demócrata más influyente en Twitter, por encima de cualquier aspirante a la Presidencia y solo detrás de Donald Trump. Pero AOC era una recién llegada a Washington y él era el presidente del país.
—¿Viste cómo se presenta? Hace como Obama, que marcaba un acento -dijo el año pasado una conductora de Fox News.
—Hace esa cosa latina. Anastasio [sic] Ocasio-Corrrrrtez” -se quejó su invitado en el programa, convencido de que AOC es una impostora que explota su lado latino aunque no sepa hablar español.
En estos tiempos, a los republicanos también les pareció poco talentosa. Lo dijo Trump en julio desde la Casa Blanca y ella no se quedó callada. “Un hombre cuya vida entera fue construida sobre el dinero de papá y el fraude financiero me acusa a mí, hija de una empleada doméstica que ganó múltiples elecciones al Congreso antes de los 30, de no tener talento”, le contestó.
También le respondió hace semanas, cuando el presidente estadounidense la consideró una “pobre estudiante”. “Hagamos un trato, Sr. Presidente. Usted publica sus notas de la universidad y yo publico las mías y vamos a bien quién fue mejor estudiante”, tuiteó. Ella fue la cuarta mejor alumna de su clase. El promedio de Trump todavía es un misterio.
AOC nunca deja algo sin contestar, pero logra que la respuesta no se centre en los ataques que recibe, sino en sus propuestas e intereses. Lejos de ignorar a quienes la critican, su estrategia es la de utilizar cada oportunidad para mostrar su propia agenda y dejar en ridículo al que la ataca. Casi siempre son varones blancos republicanos. En su videojuego político, ella los deja atrás.
Otro nivel
Ahora, en plena campaña de reelección, AOC enumera cuáles fueron sus logros desde que asumió en enero de 2019: 4,3 mil millones de dólares para su distrito para educación, apoyo a pequeños comerciantes, salud, vivienda, transporte y lucha contra las adicciones, fondos federales para Puerto Rico, medicamentos más baratos.
Su contribución más famosa en este tiempo fue el Green New Deal, una propuesta para que los Estados Unidos se alejen de los combustibles fósiles y limite las emisiones de gases de efecto invernadero en la economía. Una resolución que busca generar empleos en industrias verdes y asegurar agua limpia, alimentos saludables y un ambiente sostenible para las futuras generaciones. Y que incluye este objetivo: “Promover la justicia y la equidad al detener, prevenir y reparar la histórica opresión de los pueblos indígenas, comunidades de color, comunidades migrantes, comunidades desindustrializadas, comunidades rurales abandonadas, los pobres, los trabajadores de bajos ingresos, las mujeres, los adultos mayores, las personas sin techo, con discapacidades y la juventud”. Una declaración de a quiénes quiere representar.
Estados Unidos también discute cómo reabrir los colegios de forma segura aunque la pandemia de COVID-19 continúe. Nueva York, donde el pico de marzo y abril fue devastador, también lo evalúa. Un poco por eso y tal vez un poco porque actualmente su madre trabaja en una escuela, AOC decidió prestarle especial atención al tema.
El 12 de agosto, se puso a enseñarle a la gente por Zoom cómo coordinar una red comunitaria de cuidado. Sabe que para quienes viven en los barrios que ella representa no hay opción: son los que no pueden quedarse en sus casas, son los que tienen que salir a trabajar y los que tienen que ver quién se queda cuidando a los más chicos.
Ella sabe sobre coordinación comunitaria. Así fue parte de la campaña de Sanders en 2016. También apoyó al senador por Vermont en las últimas primarias, en las que tampoco consiguió la nominación como candidato demócrata. Para AOC, la elección de Biden no es más que una muestra de la forma en la que funciona el establishment del partido, al que ella derrotó en su distrito.
En la Convención Demócrata fue la encargada de nominar a Sanders a la presidencia. Un acto simbólico, porque el partido ya estaba alineado detrás de Biden. Ella tuvo solo un minuto para hablar a través de un video pregrabado. Si esto fue una ofensa para ella, nunca lo sabremos. Su sutil reacción fue un tuit con un poema de Benjamin E. Mays: “Solo tengo un minuto. Sesenta segundos en él. Me fue impuesto, no lo elegí. Pero sé que tengo que usarlo. Responder si abuso de él. Sufrir si lo pierdo. Solo un pequeño minutito. Pero en él está la eternidad”.
Finalmente, lo usó para describir lo que ella espera del partido: un “movimiento masivo” que trabaje para “establecer derechos sociales, económicos y humanos del siglo XIX”. Uno que “reconozca y repare las heridas de la injusticia racial, la colonización, la misoginia y la homofobia” y que proponga una reforma inmigratoria “lejos de la xenofobia” del pasado.
Hay un largo camino hasta llegar a tomar la palabra en una convención partidaria. Y AOC no deja de ser una recién llegada a Washington y al Partido Demócrata. Por supuesto, eso no impide que haya quienes esperan impacientes el nuevo ciclo electoral, con la camiseta de AOC 2024 puesta. Les encantaría verla candidata a un cargo ejecutivo, heredera de Sanders. Pero para eso todavía falta mucho. Es otro nivel del juego.
Fuente: http://revistaanfibia.com/cronica/la-heredera-sanders/
martes, 25 de agosto de 2020
La izquierda en Bielorrusia lucha por introducir demandas sociales en la revuelta
Entrevista a Ksenia Kunitskaya y Vitaly Shkurin
«La izquierda en Bielorrusia lucha por introducir demandas sociales en la revuelta»
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Por | 25/08/2020 | Europa
Fuentes: Jacobin
Las protestas en Bielorrusia han sido calificadas en muchos medios de revolución de colores prooccidental o de Maidán de Minsk, ignorando las razones profundas del descontento popular con el presidente Alexander Lukashenko. Jacobin ha hablado con personas de izquierdas de Bielorrusia sobre las fuerzas que hay detrás de las movilizaciones y las perspectivas de que el movimiento obrero organizado afirme su propio programa.
A menudo se dice que la brutalidad policial que se ha visto en Minsk no tiene parangón en Europa, cosa que los chalecos amarillos de Francia seguramente negarán. Pero en Bielorrusia está cambiando algo definitivamente, después de que un apoyo popular sin precedentes a candidaturas de la oposición amenazara con poner fin a los 26 años de gobierno del presidente Lukashenko. Cuando las autoridades comunicaron que este había recibido el 80 % de los votos en las elecciones del 9 de agosto y la gente salió multitudinariamente a la calle para protestar, el Estado respondió con el terror policial.
Al principio, las manifestaciones las protagonizaba la juventud urbana, pero como he mostrado en un artículo reciente, la protesta ha cambiado en los últimos días al convertirse en un movimiento más amplio de la clase obrera con amplias movilizaciones en los centros de trabajo. Las acciones que se han producido en la mayoría de los grandes centros industriales del país han implicado a miles de trabajadoras y trabajadores, con asambleas para discutir sobre sus reivindicaciones y la perspectiva de una huelga general.
Así que en Bielorrusia se dice que todo resulta inaudito. Sin embargo, se pueden encontrar precedentes en otros países, como las actividades de Solidarnosc en Polonia o las huelgas mineras en el último periodo de la Unión Soviética, sendos ejemplos de combatividad obrera aliada con movimientos de protesta más amplios que sin querelo allanaron el camino a transformaciones neoliberales. La historia trágica del movimiento obrero en el espacio posoviético reclama por tanto un enfoque cuidadoso y fundado de los recientes acontecimientos en Bielorrusia.
Con el fin de indagar un poco en las contradicciones de la sociedad bielorrusa y las condiciones de su clase trabajadora, he entrevistado a dos representantes de la izquierda bielorrusa, que han pedido guardar el anonimato y por tanto se citan bajo un seudónimo. Ksenia Kunitskaya (KK) forma parte de la redacción de la revista electrónica Poligraf y Vitaly Shkurin (VS) es autor, residente en Bielorrusia, de September, una plataforma mediática de izquierda que cubre el espacio postsoviético. Ella y él mantienen contactos con círculos activistas y están en condiciones de evaluar la situación desde una perspectiva de clase.
Pregunta: Parece que ni los analistas ni las autoridades bielorrusas esperaban disturbios de esta magnitud en torno a las elecciones del 9 de agosto. ¿Qué impulsó la movilización preelectoral y las subsiguientes manifestaciones? ¿En qué coyuntura política más amplia deberíamos inscribirlo?
KK: La primera razón es el cansancio que se ha ido acumulando desde hace tiempo en gran parte de la población a cuenta del cuarto de siglo que lleva Lukashenko en el poder. Su planteamiento se refleja en su estilo de comunicación abrupto tanto con sus oponentes como con sus propios subordinados, que a menudo se asemeja a la grosería involuntaria. Esto se ve agravado por la indiferencia mostrada por autoridades locales, que no atienden al estado de ánimo de la gente, sino al del líder. Estos rasgos se pusieron de manifiesto durante la mala gestión por el gobierno de la epidemia de Covid-19, que irritó masivamente a la población.
Además, el gobierno ha estado desmantelando sistemáticamente el modelo de Estado de bienestar y sus obligaciones sociales para con su ciudadanía. Esto se vio en 2004 con la introducción de los contratos de trabajo individuales en vez de los convenios colectivos; en 2017, con el impuesto sobre el desempleo, y con la exclusión del periodo de servicio militar, de las bajas por maternidad y de los estudios universitarios del recuento de años cotizados para el cálculo de la pensión. La rígida política monetaria de los últimos cinco años también ha dado pie a la congelación de salarios, mientras que los precios han seguido aumentando.
VS: En los últimos diez años hemos asistido a una despolitización de la población bielorrusa. Tras el fracaso de las protestas postelectorales de 2010 y la subsiguiente revolución de los aplausos [cuando la gente aplaudía en la calle para mostrar su desacuerdo, temiendo ser detenida si organizaba manifestaciones], muchas personas que militaban en partidos y movimientos sufrieron la represión del Estado. En 2017, después de que el gobierno introdujera el llamado impuesto sobre el desempleo, en Bielorrusia se produjeron manifestaciones no solo en Minsk, sino también en pequeñas ciudades de provincias, por primera vez en seis años. Aquel impuesto quedó aplazado, pero pareció que tras la derrota de los partidos y movimientos de oposición, la nueva oposición a Lukashenko solo aparecía en la forma difusa de sociedad civil bielorrusa.
Puesto que una parte sustancial de la economía bielorrusa todavía está en manos del Estado, la gente común –los votantes habituales de Lukashenko– está formada por el personal de empresas públicas, maestros o médicas. En los últimos años, el sector público ha sido objeto de desinversión, lo que ha dado lugar al descenso de los salarios, la contracción de la mano de obra, las vacaciones forzosas no remuneradas y el aumento de la edad de jubilación. Está claro que esto ha politizado a la gente común, pero lamentablemente no ha aparecido ningún programa positivo sólido.
KK: Además, las autoridades han prestado escasa atención a su imagen a ojos de la población. Nuestra propaganda oficial es muy débil y muchas veces parece ridícula: “Nunca hemos vivido tan bien como ahora”, dicen. La oposición, a su vez, ha creado un sistema profesional eficaz de medios electrónicos modernos. A través del mismo, denuncia las flaquezas del sistema y hace propaganda a favor de reformas neoliberales y de una política de memoria nacionalista. Esto ha permitido a la oposición liberal-nacionalista movilizar a simpatizantes antes de las elecciones, para pillar a las autoridades amañando resultados electorales y sacar a la gente a la calle.
Por otro lado, la brutal actuación de la policía, con el uso de granadas de aturdimiento, cañones de agua y gases lacrimógenos, además de la tortura de personas detenidas, ha provocado la indignación no solo entre la gente que simpatiza con la oposición, sino de quienes hasta ahora no se interesaban por la política.
Pregunta: ¿Qué sectores de la población bielorrusa ha solido apoyar a Lukashenko? ¿Está declinando este apoyo? ¿Tiene esto que ver con el debilitamiento del pacto por el que se deniegan derechos políticos a cambio de la concesión de derechos de bienestar económico?
KK: Tras la primera victoria electoral de Lukashenko en 1994, su base de apoyo era muy amplia, incluidos sectores que proponían una alianza con Rusia y la reconstrucción de la URSS o se oponían a duras reformas de mercado y portavoces rusos descontentos con la política de bielorrusificación. En el medio rural decían que “es de los nuestros”. En la década de 2000 se ganó apoyos con una política de constantes aumentos salariales, prometiendo elevar el salario medio hasta 500 dólares e incluso 1.000 dólares al mes. Una serie de crisis económicas impidieron que se materializara este sueño. La unión con Rusia también renquea debido a las contradicciones entre las elites rusa y bielorrusa. Y las campañas de aumento salarial fueron sustituidas por una estricta política monetaria, en el espíritu de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional.
En Bielorrusia están prácticamente prohibidos los sondeos de opinión independientes, y los sociólogos contratados por el Estado no publican sus datos, de modo que es difícil apreciar el apoyo real de que goza el presidente. Sin duda es inferior al de las décadas de 1990 y 2000, y la violenta actuación de la policía seguro que no ha ayudado a incrementar su popularidad. Al mismo tiempo, la opinión de la oposición de que el apoyo popular de Lukashenko es tan solo del 3 % es muy probablemente un mito.
VS: Pienso que el modelo económico de Lukashenko, basado en la reexportación de petróleo ruso, se ha agotado, ya que Rusia ha incrementado el precio que factura a Bielorrusia y los precios en el mundo han caído en picado. Está claro que Lukashenko no puede mantener el nivel actual de bienestar de la población, de modo que para él, el neoliberalismo parece ser la única vía de salida.
Sin embargo, hemos de recordar que el elevado porcentaje del empleo en el sector público implica que los lugares de trabajo también son espacios de control político. Puesto que la tasa de paro oficiosa en Bielorrusia es bastante elevada (alrededor del 10 %) y los subsidios de desempleo rondan los 10 dólares al mes, estar en el paro no resulta muy reconfortante. El personal del sector público ha de participar regularmente en otras actividades para conservar sus puestos de trabajo: sábados de trabajo, votar a primera hora en las elecciones (cuando ocurren la mayoría de falsificaciones) e incluso participar en elecciones como miembros de comités electorales y falsificar los resultados. El empleo en el sector público está basado en contratos de duración limitada, que impiden que la persona pueda dejar el puesto fácilmente, pero permiten que la entidad que la contrata la despida a voluntad. Está claro que en un momento dado muchos trabajadores y trabajadoras del sector público se convencieron de que no tienen otra salida que votar contra Lukashenko.
Al mismo tiempo podemos identificar nuevos sectores que apoyan a Lukashenko: quienes están a su servicio en el campo de la ideología y el poder. Entre los primeros incluyo una nueva generación de expertos públicos progubernamentales, empleados en diversas instituciones del Estado (desde universidades hasta dudosas organizaciones públicas). Los entrevistan regularmente en medios del Estado, independientes o extranjeros, donde promueven el régimen bielorruso. A diferencia del viejo elenco de aburridos funcionarios de tipo soviético, estas personas tienen un discurso brillante y una apariencia moderna. El viejo establishment oficial de tipo soviético también apoya firmemente a Lukashenko, pues fuera de su régimen no sirve para nada.
La policía y los servicios secretos son el segundo estrato de gente que apoya a Lukashenko. Perciben prestaciones especiales que incluyen subsidios para la compra de vivienda, jubilación temprana, atención médica en clínicas especiales, vacaciones en balnearios, etc. En Bielorrusia no se conoce públicamente el número de policías; el ministro del Interior declaró en 2016 que había 405 agentes por 100.000 habitantes, pero según una estimación de Naciones Unidas de 2013, la cifra es de 1.442 por 100.000 habitantes. Este sector también constituye un importante factor de movilidad social: la gente de las ciudades pequeñas que está en el paro puede trasladarse a alguna ciudad més grande para trabajar de policía. A cambio tienen que obedecer ciegamente las órdenes: pudimos ver el resultado en los primeros días de la revuelta, cuando se lanzaron granadas aturdidoras y gases lacrimógenos contra grupos de manifestantes relativamente pequeños y desarmados. La policía y los servicios secretos quedan al margen del control público, y otro dato significativo es que los nuevos ideólogos brillantes están relacionados con ellos.
Pregunta: ¿Cómo describiríais la composición social de la gente que se manifiesta, sus perfiles sociales y de clase, sus ideologías y sus reivindicaciones?
KK: En primer lugar está la oposición tradicional de los años noventa: nacionalistas, liberales y la intelectualidad que simpatiza con ella. En segundo lugar está la juventud urbana, empresarios y especialistas en informática y telecomunicaciones, que se autocalifican de progresistas, occidentales y antisoviéticos. Durante la campaña electoral, las candidaturas de oposición lograron movilizar a un sector un poco más amplio, al menos en las grandes ciudades. En el periodo preelectoral, la sociedad estaba muy politizada. Muchas personas desafectas se implicaron activamente como observadoras electorales.
Ahora se suman sectores más amplios de la sociedad, escandalizados por la violencia policial sin precedentes e indignados por el fraude electoral. Hay quienes están descontentos con su situación económica y que hasta ahora habían apoyado pasivamente a Lukashenko como mal menor en comparación con la oposición de derechas. Los liberales nacionalistas que participaban en el proceso electoral no hablaron abiertamente de su programa, sino tan solo de elecciones justas y más tarde de reducir la violencia policial como un fin en sí mismo.
VS: Aunque muchos comunistas ortodoxos crean que esta es una revolución de programadores hipsters, muchas personas jóvenes que participan en las manifestaciones trabajan en fábricas, o son taxistas o estudiantes. No creo que se pueda atribuir una ideología particular a este movimiento espontáneo. En las manifestaciones se ven banderas oficiales bielorrusas [verdirrojas], así como las antiguas [blanca-roja-blanca, que sirvió de símbolo nacional de 1991 a 1994]. Puesto que predominan estas últimas, hay quien afirma que es un movimiento nacionalista. Pero como he dicho, los líderes de la oposición nacionalista tradicional están en la cárcel y en las manifestaciones no ha habido conflictos en relación con los símbolos. Cuando ha habido respuestas violentas contra la policía, podemos sospechar que provenían de hinchas de fútbol organizados, pero no dejan de ser grupos pequeños.
Pregunta: ¿Son comparables estas protestas con otras movilizaciones anteriores en Bielorrusia y en la región?
VS: Todas las protestas de antes de 2010 tenían un fuerte carácter nacionalista, pero en 2011 la revolución de los aplausos ya no profesaba un programa de esta índole. Tras el Maidán en Ucrania en 2014, el nacionalismo volvió a estar en boga en las manifestaciones: se mercantilizó como marca de bielorrusos nuevos, exitosos, más europeos. Las manifestaciones actuales están todavía más alejadas del nacionalismo y recuerdan más a las de 2017, cuando hubo protestas masivas en toda Bielorrusia contra el impuesto sobre el desempleo.
Las protestas de este año tienen dos peculiaridades: carecen de programa político y social aparte de contestar los resultados de las elecciones, y están dispersas por toda Bielorrusia. Antes de 2017, casi todas las grandes manifestaciones tenían lugar en Minsk y seguían el mismo guion: gran procesión por el centro de la ciudad, confluencia en una gran plaza y los subsiguientes golpes duros de la policía. Salvo en 2006, cuando hubo una acampada en la plaza mayor, las demás duraron un día. Esta vez, las manifestaciones ya se han sucedido durante cuatro días en diferentes ciudades y pueblos, no solo en Minsk. Incluso en la capital, las y los manifestantes no ocupan una plaza, en gran parte porque el centro de la ciudad está bajo control policial desde que cae la tarde. A lo largo de la tarde y la noche pueden producirse manifestaciones en diferentes barrios; la gente escapa corriendo de la policía y vuelve cuando esta se retira.
KK: Es muy significativo que la escala de la violencia sea tal que ya no se percibe como una pintura abstracta en las noticias. Muchísima gente la han visto con sus propios ojos o la han sufrido en sus propias carnes, o tiene víctimas entre amistades o familiares. La oposición no propone formalmente nada que pueda provocar un conflicto de intereses entre diferentes clases o grupos sociales, solo nuevas elecciones; esto se ha convertido en un factor de movilización adicional.
VS: La violencia viene en su mayor parte de la policía: nunca antes se han utilizado en Bielorrusia granadas aturdidoras, gases lacrimógenos ni balas de goma con tanta profusión. Pienso que el Estado quería intimidar a los y las manifestantes, pero esto tuvo el efecto contrario de prolongar la revuelta. Además, la escala de la violencia se refleja también en el número de personas detenidas: nunca antes hemos tenido a tres mil personas encerradas más de una noche.
Finalmente, el cuarto día después de las elecciones vimos una nueva dimensión de la actividad de la gente: declaraciones de colectivos de trabajadores y trabajadoras de todo el país anunciando posibles huelgas. Desgraciadamente, estas declaraciones no incluyen en su mayor parte ninguna reivindicación social, únicamente las demandas de parar la violencia policial, liberar a las personas detenidas y convocar nuevas elecciones. Claro que en Bielorrusia no ha habido huelgas (legales) desde 1991.
Asimismo, por primera vez se ha utilizado Internet como medio de comunicación eficiente, aunque durante los tres primeros días de protesta se interrumpió el tráfico de Internet con el extranjero y la mayoría de la gente utilizó redes privadas virtuales (VPN) y servidores proxy. Así, por analogía con las revoluciones Twitter durante la primavera árabe de 2011, la revuelta en Bielorrusia puede llamarse la revolución Telegram. La aplicación de mensajería Telegram fue creada por Pavel Durov después de emigrar de Rusia, y se popularizó entre un público postsoviético para adquirir drogas (básicamente se parecía a un acceso a una red oscura, solo que no requería grandes conocimientos técnicos por parte del usuario). En 2018, un joven emigrante de Bielorrusia en Polonia lanzó el canal de Telegram Nexta (нехта –en cirílico– significa alguien en bielorruso), y ganó popularidad entre la población bielorrusa porque publicaba informaciones confidenciales sobre autoridades bielorrusas.
Está claro que una sola persona no puede organizar una red de informantes, y se sospecha que hay varias periodistas y especialistas en medios de comunicación que emigraron durante los años del régimen de Lukashenko y trabajan para ella. Nexta y una red de canales de Telegram afiliados han compartido fotos y vídeos de diferentes lugares durante las protestas. Antes de la primera noche de movilizaciones, publicaron unas “instrucciones para manifestarse con seguridad”, pero sin incluir cosas radicales como instrucciones para fabricar cócteles mólotov.
Aparte de esto, Nexta recomendaba lugares para manifestarse que la gente asumió mayoritariamente. Si la primera noche el lugar elegido era una plaza de Minsk y grandes plazas en las ciudades pequeñas, en las dos noches siguientes se proponía el movimiento de pequeños grupos en los barrios dormitorio de Minsk y en grandes avenidas en las ciudades pequeñas. Ocasionalmente, Nexta se mostró realmente provocadora: “Un último empujón, demostremos a la policía nuestra solidaridad”, “[ciudad X] pide ayuda, la policía está golpeando a nuestras mujeres”. Cuando volvió a funcionar Internet, los canales de Telegram perdieron parte de su influencia. Las manifestaciones empezaron a producirse casi siempre durante el día y tenían un carácter excepcionalmente pacífico, sobre todo en forma de cadenas de solidaridad: filas de personas, mayoritariamente mujeres, que desfilaban con flores por las calles principales.
No veo similitudes entre esta revuelta en Bielorrusia y anteriores movimientos de protesta en Europa Oriental. Hay quien pretende ver algún parecido con el Euromaidán de Kiev en 2014, pero se trata de un ardid puramente ideológico para justificar a Lukashenko y mostrar que no hay alternativa posible. En contraste con el Euromaidán, en la revuelta en Bielorrusia no participan grandes grupos de extrema derecha que recurren a la violencia. Tenemos un par de bandas ultras, pero después del Euromaidán, la mayor parte de sus componentes han sido reprimidos por la policía. En Bielorrusia no hay conflictos lingüísticos ni ideológicos como en Ucrania. Finalmente, a diferencia del Euromaidán, la revuelta bielorrusa no tiene líderes: las figuras tradicionales de la oposición están en la cárcel y la candidata a la presidencia, Sviatlana Tijanouskaya, se halla en Lituania. Estoy completamente seguro de que aquí no habrá una guerra como en el Donbás: no hay un conflicto ideológico entre el este y el oeste, como en Ucrania en 2014.
Pregunta: ¿Cuál es la situación actual de la izquierda bielorrusia?
KK: La izquierda está en crisis desde hace tiempo, ya que el propio Lukashenko utilizó lemas socializantes para llegar al poder. Cuando la derecha lo tilda de soviético y comunista, él no parece molestarse. En Bielorrusia se han conservado todos los monumentos, los nombres de las calles y las fiestas oficiales de los tiempos soviéticos. Así, de alguna manera se consideró que era de izquierdas. Además, bajo una dictadura, las fuerzas políticas y los medios no estatales solo pueden sobrevivir si reciben ayuda del extranjero. Es bien sabido que grandes fondos estadounidenses y europeos dan dinero a organizaciones no comunistas.
Debido a ello, no tenemos grandes medios y partidos de izquierda capaces de respaldar por lo menos a una parte de la dirección. Así y todo, tenemos dos partidos comunistas. El primero se denomina Partido Comunista de Bielorrusia y apoya al régimen (incluidas sus medidas antisociales más nefastas); el otro, Un Mundo Justo, apoya a la oposición liberal en sus demandas de cambio del régimen, menos centradas en el programa de clase. También existen iniciativas de base: círculos marxistas, pequeños medios, grupos de interés, pequeñas asociaciones de anarquistas.
VS: El partido de izquierda Un Mundo Justo se escindió del Partido Comunista en 1996, después de que el primer referéndum de Lukashenko alterara la correlación de fuerzas a favor del presidente. Hoy se opone tanto a Lukashenko como a la oposición prooccidental. El Partido Verde de Bielorrusia, fundado en 1994 y contrario a la energía nuclear, ha desarrollado un programa antiautoritario de izquierda. Es bastante fuerte y, en contraste con Un Mundo Justo, se basa menos en los clásicos marxistas-leninistas. Asimismo, tenemos tres partidos socialdemócratas, algunos de cuyos miembros son muy sensibles a la cuestión social, pero la mayoría forman parte del establishment de la oposición prooccidental.
Bielorrusia solía tener un movimiento anarquista amplio y potente, tal vez el más fuerte del espacio posoviético, relacionado con el mundillo hardcore punk. Algunos de sus miembros se infiltraron en el Partido Verde, otros acabaron en la cárcel. Es difícil decir algo sobre la actividad actual de los grupos anarquistas, porque siguen siendo el principal objetivo de la represión. Algunos de estos grupos no dicen ser de izquierda, porque la asocian equivocadamente con los tanquistas prosoviéticos; algunos cuentan con el apoyo de la oposición nacionalista prooccidental.
Finalmente, en los últimos años han llegado a Bielorrusia una especie de YouTube de izquierdas ruso y las krushki marxistas (pequeñas organizaciones de autoeducación). Sin embargo, gran parte de su contenido no tiene que ver tanto con su propio programa como con la crítica a la oposición prooccidental. Tratan de seducir a su público con recuerdos nostálgicos de la época soviética y temas de resentimiento soviético en vez de proponer un programa positivo para construir un amplio movimiento social y democrático. Este YouTube de izquierdas y las krushki no están mal en si mismas, pero no pueden considerarse la única estrategia para la izquierda, como pretenden a menudo.
Pregunta: ¿Qué postura mantienen estos diversos grupos en esta coyuntura política y ante la revuelta?
KK: Parte de la izquierda está dispuesta a apoyar directamente la protesta liberal, sobre todo con la participación de los y las activistas de base y declaraciones de respaldo. Otra parte considera que la gente tiene derecho a manifestarse, que la violencia policial es inaceptable e indignante y que ha habido fraude electoral, pero que no puede tomar partido por la oposición liberal, porque sus objetivos son continuar con la privatización de las empresas, recortar la sanidad gratuita e implantar la flexibilidad laboral en mayor grado que la que ya tenemos ahora.
Recientemente ha surgido un pequeño grupo de base con el fin de incorporar demandas económicas y sociales en la plataforma de movilizaciones obreras, pues hoy por hoy todas las acciones de la clase trabajadora se centran en demandas políticas generales: dimisión de Lukashenko, liberación de los presos y las presas políticas, enjuiciamiento de las fuerzas de seguridad y elecciones justas.
VS: Todos los partidos de izquierda se negaron a participar en la elección presidencial durante la pandemia; y de todos modos no tenían recursos suficientes para movilizar a la gente común y a los y las activistas para transformar el descontento popular con Lukashenko en un programa socialista. Al mismo tiempo, después de que el Estado haya comenzado a utilizar la represión contra candidatos alternativos y sus simpatizantes antes de las elecciones, muchas krushki y activistas de YouTube decidieron no tomar nota. Siguieron rechazando toda oposición a Lukashenko; algunas buscaron similitudes con el Euromaidán, previendo un final catastrófico y la represión por grupos de extrema derecha. Pero en su mayor parte insisten en una artera estrategia de desarrollar el YouTube de izquierdas y las krushki mientras el Estado se las tiene que ver con la oposición democrática prooccidental.
A mi modo de ver, esta posición es un grave error, porque ignora el estado de ánimo en la población bielorrusa. La gente está realmente harta del régimen de Lukashenko, y está claro que la izquierda tiene que partir de ahí y no dedicarse a acusarles de ser un rebaño ciego que llevará el país a una economía de mercado plena. Bajo el régimen de Lukashenko, las organizaciones obreras o populares nunca serán capaces de cambiar la situación. Al mismo tiempo, cuando en el cuarto día de revuelta las masas obreras salieron a la calle y la posibilidad de que se convocaran huelgas parecía real, casi ninguna organización o partido de izquierda se opuso de hecho a esta iniciativa. Todas tratan de organizar un movimiento huelguístico y proponen reivindicaciones sociales y económicas para que estas protestas no se limiten a una cuestión electoral y asuman un programa social.
Pregunta: ¿Hasta qué punto participa la clase obrera en la revuelta y qué papel desempeñan las organizaciones sindicales?
VS: Colectivos obreros de más de veinte empresas y organismos estatales han expresado su deseo de ir a la huelga. Después de las primeras declaraciones despectivas de Lukashenko sobre las huelgas (“ha habido una veintena de huelguistas en alguna fábrica”, afirmó), personal de la Fábrica de Tractores de Minsk marcharon a través de Minsk hasta el Parlamento para demostrar su oposición. A mi juicio, esto no tiene que ver específicamente con la conciencia de clase, pues coincidió con las cadenas de solidaridad contra la violencia. Sin embargo, el 14 de agosto, fuera del Parlamento, pudimos ver a grupos de obreros y obreras con pancartas que decían “Somos trabajadores, no ovejas”.
KK: Solo existe un sindicato nacional importante, la Federación Sindical de Bielorrusia, que forma parte del aparato burocrático del régimen de Lukashenko. Todas sus actividades se reducen a organizar celebraciones de fiestas nacionales y repartir vales para casas de veraneo. Este sindicato no tiene nada que ver con la protección de los derechos de los trabajadores.
Los escasos sindicatos que se formaron al calor de las movilizaciones obreras de comienzos de la década de 1990 fueron disueltos. Tan solo en unas pocas empresas hay células, por ejemplo del Sindicato Independiente Bielorruso. Estos sindicatos independientes se parecen hoy más bien a ONG, viven menos de las cotizaciones obreras que de subsidios extranjeros. Sus actividades se centran en la asistencia jurídica a las personas que la solicitan.
La última huelga importante del personal del metro en 1995 fue aplastada brutalmente por el gobierno de Lukashenko. Desde entonces no se ha vuelto a hablar de ir a la huelga. Actualmente estamos asistiendo a la primera gran movilización de protesta de la clase trabajadora desde entonces. De momento, estas movilizaciones parecen más bien reuniones con la dirección de las empresas, los sindicatos amarillos y las autoridades locales. Nos ha llegado la noticia de que el 17 de agosto, los mineros de Belaruskali [mina de potasa] están planeando una huelga (la célula del Sindicato Independiente ha sobrevivido allí; su presidente casi muere a causa de la paliza que le dieron durante su detención). Colectivos obreros de grandes fábricas han amenazado con ir a la huelga y esto ha forzado a las autoridades, al menos de momento, a frenar la violencia policial.
Hasta ahora, en las movilizaciones obreras solo se han formulado demandas democráticas generales, en línea con la amplia protesta de tipo liberal. Las manifestaciones han marcado sin duda una nueva tendencia: los partidos políticos tradicionales, sean de izquierda o de derecha, prácticamente no han desempeñado papel alguno en ellas. La inspiración ideológica y práctica ha venido más bien de los medios en sentido amplio, entre ellos las redes sociales. Quien dispone de un medio de comunicación potente controla las mentes y actualmente los medios potentes están en manos de quienes promueven el programa liberal y nacionalista. Y si adoctrinan a la clase trabajadora, ¿de dónde puede venir un movimiento obrero con conciencia de clase?
https://jacobinmag.com/2020/08/belarus-protests-lukashenko-minsk
Ksenia Kunitskaya forma parte de la redacción de la revista electrónica Poligraf.
Vitaly Shkurin vive en Bielorrusia y es autor de September, una plataforma de medios de izquierda que abarca el espacio posoviético.
Volodymyr Artiukh es doctor en sociología y antropología social, especializado en la economía política de las sociedades posoviéticas. Es uno de los editores de Commons: Journal of Social Criticism.
Traducción: viento sur
ComentarioServicio Bíblico Latinoamericano, Mateo 16,13-20: Tú eres Pedro y te daré las llaves.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Semana del 23 al 29 de agosto de 2020 – Ciclo A
OBSERVACIONES
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- Se ha renunciado al uso del color para facilitar la impresión. Esta opción y todas las anteriores, son modificables en su procesador de textos.
Domingo 23 de Agosto
21º Ordinario
Rosa de Lima (1617)
Isaías 22,19-23: Llamaré a mi siervo, le vestiré su túnica
Salmo 137: Señor, tu misericordia es eterna
Romanos 11,33-36: Él es el origen, guía y meta del universo
Mateo 16,13-20: Tú eres Pedro y te daré las llaves
El texto de Isaías se refiere, con mucha probabilidad, a la época inmediatamente anterior a la primera deportación. Recordemos que como represalia a un intento de rebelión, el imperio babilónico exilió, en el año 597 a.e.c, a los miembros más prestantes de la sociedad y los trasladó a varias ciudades y campos de Mesopotamia. Esto significó un duro golpe para la fe de Israel, quizá como ningún otro en su historia: Dios falló, fue derrotado, no pudo cumplir su promesa solemne de mantener la Casa de David eternamente, por los siglos... Todo el edificio de su fe en el Dios de las promesas, el Dios del privilegiado rey David, se vino abajo.
La profecía de Natán que, en realidad, era una exhortación para que el rey se mantuviera fiel a la voluntad del Señor, se había convertido ya en la época salomónica en un recurso ideológico para legitimar el monopolio del poder. Al inicio del siglo VI la situación de Judá cambió completamente, con la entrada en escena del imperio babilónico, que pretendió crear un imperio mediante el sometimiento de todos los pequeños reinos y el control de las tribus dispersas por toda la llamada «Media Luna Fértil». Jerusalén, pera él era sólo una fortaleza más a conquistar.
La profecía de David se dirige contra las pretensiones de la clase dirigente que se consideraba la propietaria perpetua del trono. El caso más patético era el de los primeros ministros, que remplazaban al rey en su ausencia. Estos personajes, casi siempre provenientes de la alta aristocracia, cobraban singular importancia cuando podían gobernar el país y darse todos los honores regularmente reservados al rey.
Parece que el mayordomo del palacio real de Jerusalén, llamado Sobna, se excedió en sus pretensiones y no se contentó con ostentar la ‘banda’ del rey sino que convirtió las llaves del palacio en símbolo de su creciente poder. Todas estas manifestaciones de arrogancia ponían en evidencia cuán arruinadas estaban las instituciones monárquicas y el grado extremo de decadencia en el que había caído la corte.
Isaías pronuncia un oráculo de condenación contra este ministro presuntuoso, denunciando todas las arbitrariedades que había cometido y anunciándole cuál sería el final de todas sus hazañas. El que se había construido una tumba elegante moriría en un campo desolado en tierras extranjeras. La llave que el primer ministro ostentaba, terminaría en manos de otra persona más capaz. Los caminos del Señor no son los del individuo engreído y alienado. Todo lo que un sistema social construye sobre la explotación, el abuso del derecho y la falsedad, termina irremediablemente condenado a la insignificancia.
Pablo, haciendo eco de los himnos a la sabiduría, recuerda la distancia enorme que hay entre las absurdas pretensiones individualistas y megalómanas, y el sabio designio de Dios que dispone únicamente lo que es provechoso para el ser humano.
Esa contraposición entre las desmedidas pretensiones de ciertos individuos y grupos sedientos de poder y los insondables caminos del Señor, se hace patente en el episodio del evangelio. A la mitad del camino de Jerusalén, o sea, en la exacta mitad del proceso de formación de los discípulos, Jesús los interroga sobre aquello que han podido captar en el tiempo en que los ha acompañado y orientado.
Las respuestas nos sorprenden. De una parte el gentío que sigue a Jesús lo identifica correctamente como uno de los profetas. De otra, el grupo en la voz de Pedro lo reconoce correctamente como Mesías e Hijo de Dios. Pero, subsiste un problema de fondo: tanto la multitud como los discípulos quieren imponerle a Jesús un estilo de ser profeta y una manera de ser Mesías. Discípulos y muchedumbre piden lo que es contrario a la voluntad de Dios e inconsecuente con la enseñanza de Jesús. Parecería que el enorme esfuerzo de Jesús no hubiese surtido el efecto esperado, y que los discípulos, en lugar de cambiar de mentalidad, hubieran afianzado sus antiguas y erráticas ideas. Sin embargo, el evangelio nos quiere mostrar que los discípulos aún deben pasar por la experiencia de la cruz para comprender el verdadero alcance de las palabras y obras de Jesús.
Jesús es Mesías, pero no un Mesías triunfalista y prepotente del nacionalismo exacerbado, sino una persona al servicio de las más hondas y profundas Causas humanas. Jesús es profeta; pero no un profeta que anuncia la supremacía de la propia religión o de la ideología de su grupo, sino el profeta del amor, la justicia y la paz.
Las tres lecturas nos muestran cuán impredecibles y certeras son las sendas de Dios y cuán caducos y esquemáticos son nuestros trillados caminos. El evangelio nos invita a aprender de Jesús cuál es el camino auténtico que nos conduce al Padre, porque «no todo el que dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos».
El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 67 de la serie «Un tal Jesús», de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado «El bastón del Mesías». El audio, su guión y el comentario bíblico-teológico pueden ser tomados de aquí: https://radialistas.net/67-e1-baston-del-mesias/
La entrevista nº 35, titulada «¿Su Santidad? ¿Su Reverencia?» [https://radialistas.net/35-su-santidad-su-reverencia/], de la serie «Otro Dios es posible», pude dar pie a un debate interesante e iluminador relacionado con el tema.
Para la revisión de vida
- La pregunta de Jesús “y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”, también va dirigida a nosotros, a la Iglesia de hoy, a mi comunidad, a mí… ¿Quién digo yo que es Jesús? ¿Qué es Jesús para mí?
Para la reunión de grupo
- El texto del evangelio de hoy es, claramente, un texto no histórico, sino post-pascual. La comunidad cristiana va reelaborando su fe, más allá de lo que Jesús hizo y dijo. Hoy es un consenso entre los especialistas que Jesús nunca se presentó así a sí mismo. Como se ha dicho, en proceso post-pascual de la gestación del cristianismo, e incluso después, en los siglos posteriores, «el mensajero fue transformado en el mensaje». Comentar esta frase.
- Puestos a responder cada uno de nosotros en nuestro corazón a la pregunta de «quién dicen que soy yo», podríamos competir a ver quién dice sobre Jesús las cosas más maravillosas, más encomiadoras, más absolutas… ¿Pero será que no hay límite por ese camino? ¿O habrá que distinguir qué tipo de lenguaje estamos utilizando, si estamos utilizando un lenguaje «confesional», de amor y reverencia, metafórico... o un lenguaje con pretensión de exactitud, de verdad objetiva, de respaldo ontológico sobre lo que afirma...?
- ¿Se puede absolutizar a Jesús? El cristianismo es cristocéntrico o teocéntrico?
- Comentar este texto de Dostoiewsky: «Creo que no existe nada más bello, más profundo, más atrayente, más viril y más perfecto que Cristo; y me lo digo a mí mismo, con un amor más celoso que cuanto existe o puede existir. Y si alguien me probara que Cristo está fuera de la verdad y que ésta no se halla en él, prefiero permanecer con Cristo a permanecer con la verdad». (Correspondence I (Paris 1961) 157, en carta a la baronesa Von Wizine).
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Para la oración de los fieles
- Para que la Iglesia, con su testimonio, comparta humildemente con los no cristianos su fe y su amor, consecuencia de nuestro seguimiento de Jesús. Roguemos al Señor.
- Para que nuestra sociedad sepa dar a las cosas su justo valor y ponga su confianza sólo en quien de verdad le puede dar la libertad y la vida. Roguemos...
- Para que nuestros gobernantes rechacen toda tentación de prepotencia y todo afán de convertirse en señores de los hombres. Roguemos...
- Para que sepamos reconocer siempre la voluntad de Dios en los acontecimientos y en las personas, y confiemos en Él incluso en aquellos momentos en que no lo entendamos. Roguemos...
- Para que para proclamemos en todo momento que Jesús nos lleva siempre más allá de sí mismo, hacia el Padre, hacia el Reino de Dios. Roguemos...
Oración comunitaria
- Dios, Padre nuestro, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo el amor a tu voluntad y la firme esperanza en tus promesas para que, en medio de las dificultades de la vida, mantenga siempre firme su confianza en Ti y goce de la verdadera alegría. Por Jesucristo.
-
- Dios Padre que te has hecho presente de un modo inefable en el amor extremo que nuestro hermano Jesús ha vivido; haz que, como Él mismo quiso, no nos detengamos en Él, sino que su palabra y su ejemplo sean siempre para nosotros camino hacia la realización de tu voluntad, el Reinado de la Vida y de Amor. Por Jesucristo.
Lunes 24 de Agosto
Bartolomé, apóstol (s. I)
Ap 21,9b-14: Serás esposa del Cordero
Salmo 144: ¡Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado!
Jn 1,45-51: Tú eres el Hijo de Dios
El encuentro con Jesús es la experiencia que marca la existencia de una persona. Lo que han vivido Felipe y Natanael resume lo que tiene que acontecer en la vida de cada creyente hoy, si se deja encontrar por el Señor. Es fundamental que todo bautizado logre tener una relación personal con Jesús, que marque su vida de una manera tal, que los demás hombres y mujeres vean en la persona que abraza el discipulado a Dios mismo. Jesús es quien resume la Ley y los Profetas. Él es la Palabra autorizada del Padre. Él es quien revela la manera de ser y de proceder de Dios. Si el bautizado acepta el testimonio de Jesús, entonces está llamado a hacer en primera persona la experiencia del Hijo que da a conocer al Padre y en testigo del amor de Dios que libera y humaniza. Solo así otros llegarán a conocer y a reconocer a Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, y de esa manera tendrán vida en abundancia.
Martes 25 de Agosto
José de Calasanz, fundador (1648)
2Tes 2,1-3a.13-16: Conserven las tradiciones
Salmo 95: Llega el Señor a regir la tierra
Mt 23,23-26: Practiquen la justicia
“¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas!”. Es el grito de protesta que Jesús lanza de manera contundente y sin miedo. El Evangelio de hoy lo recoge muy bien y lo acerca a los cristianos para que golpee la conciencia. Esta palabra de Jesús quiere llegar a la mente y al corazón del bautizado. Ese grito no es para mirar hacia atrás, a los personajes de la Palestina del primer siglo, sino para que cada seguidor de Jesús vuelva a ratificar, de manera existencial, que lo más importante es “la justicia, la misericordia y la fe”. Todo el capítulo 23 de Mateo, se podría llamar la radiografía de la hipocresía religiosa de todos los tiempos, también de la Iglesia. Una de las tentaciones de la persona religiosa es cumplir con todos los preceptos, con todas las normas, con todo lo establecido, pero sin tener amor, sin ser movido por la fuerza humanizadora que reside en el corazón. No se puede olvidar que el mal se hace muchas veces, de manera sutil, con la máscara de la observancia religiosa.
Miércoles 26 de Agosto
Teresa Journet (1897)
María Baouardy (1878)
2Tes 3,6-10.16-18: Quién no trabaja, que no coma
Salmo 127: Dichosos los que temen al Señor
Mt 23,27-32: Sus padres asesinaron a los profetas
Lo exterior siempre es hermoso, luminoso y atrayente. Lo que más agrada a las personas: es lo bello y fastuoso de lo externo. Todo el tiempo el ser humano se ha dejado deslumbrar por el oro, el mármol, los grandes monumentos, los altares lujosos, los escenarios repletos de pompa y bella decoración. Pero Jesús va a lo más hondo. Él no se deja deslumbrar por las prácticas y los formalismos exteriores, ni por las aparentes bellezas que se muestran en el cumplimiento de la religión. El profeta, cuando está vivo, incomoda a los más religiosos de la sociedad; pero cuando muere le levantan monumentos y altares por doquier. Eso que Jesús criticó en el pasado, sigue siendo el pan de cada día al interior de la Iglesia. Para la gente religiosa los que colocan el dedo en la llaga, los que piden justicia, no solo en la sociedad, sino también en la Iglesia, se convierten en personajes molestos; son reconocidos como herejes y de manera contundente o sutil son excluidos por las autoridades religiosas.
Jueves 27 de Agosto
Mónica (387)
1Cor 1,1-9: Por él han sido enriquecidos
Salmo 144: Bendeciré tu nombre por siempre, Dio mío, mi rey
Mt 24,42-51: Estén preparados
Proclaman los contadores de cuentos que había una vez un guarda nocturno o vigilante, que soñó la noche anterior que unos ladrones habían robado la empresa durante altas horas de la noche. El gerente de la empresa, avisado por el sueño del centinela, redobló las medidas de seguridad y efectivamente lograron prender a los ladrones. Al día siguiente, dio al centinela una jugosa gratificación junto con la carta de despido… injusto pensaron todos al enterarse, pero la explicación del gerente fue muy clara; no se podía fiar de un centinela que duerme y sueña durante la vigilancia nocturna. También a nosotros nos puede pasar. Podemos dormirnos y ser sorprendidos por la llegada sorpresiva del Reino de Dios. Nadie sabe “ni el día ni la hora”, el Señor viene a nuestras vidas y a nuestra historia en la hora menos pensada. Lo importante es estar siempre preparado en alegre espera para vivir gratamente ese momento de encuentro jubiloso con el Señor de la vida. ¿Cómo te preparas cotidianamente para ese encuentro con el Señor del reino?
Viernes 28 de Agosto
Junípero Serra (1784)
Agustín (430)
1Cor 1,17-25: Predicamos a Cristo Crucificado
Salmo 32: La misericordia del Señor llena la tierra
Mt 25,1-13: ¡Que llega el esposo, salgan recibirlo!
Hoy celebramos la memoria de Agustín de Hipona. Ese Santo del siglo V, prototipo de conversión. Agustín, un hombre que en su juventud llevó una vida disipada y desordenada, pero gracias a la oración incesante y a las lágrimas de santa Mónica, su madre, cuya memoria celebramos ayer, se encontró con Jesús y lo dejó entrar en su vida. Se convirtió en un cristiano a cabalidad, obispo, teólogo, fundador de una orden de vida consagrada, referencia obligada para todo cristiano porque, además del testimonio de su conversión, profundizó los fundamentos de la fe. Estuvo alerta para escuchar la llamada del Señor en el momento oportuno. Fue capaz de responder con todo su amor, su ser, su inteligencia, sus bienes y su voluntad. Como las doncellas del evangelio no se quedó dormido, quieto, confiado. Salió al encuentro del novio y entró a cenar con Él. Te invito a indagar sobre la vida de Agustín de Hipona para fortalecer tu experiencia de fe. ¿Cómo vives tu proceso de conversión cada día de tu existencia?
Sábado 29 de Agosto
Martirio de Juan Bautista (s. I)
Rosa Eluvathingal (1952)
Jr 1,17-19: Diles que yo te mando
Salmo 70: Mi boca contará tu auxilio
Mc 6,17-29: Dame la cabeza de Juan
La persecución y el martirio son signos claros que el mensaje de Jesús está caminando en medio de la historia. Hoy como ayer se sigue persiguiendo y eliminando a testigos comprometidos con el evangelio de la vida, la paz, la justicia y la verdad. Cuando el mensaje evangélico se hace profético quienes detentan el poder marcado de violencia, corrupción y opresión no pueden soportar la fuerza transformadora del Reino. Así fue Juan Bautista, el precursor del Mesías Liberador, el que invitó a la conversión radical del corazón haciendo de su vida un signo de denuncia de las estructuras de pecado y de muerte. El que sumergió a Jesús en las aguas del Jordán para revelar la complacencia del Padre con la misión del Hijo y la solidaridad con la historia humana. El fue capaz de enrostrar al déspota más poderoso de entonces denunciado su corrupción, no solo por el adulterio, sino por mantener un sistema deshumanizante contrario completamente al plan salvífico-liberador de Dios. ¿Vives con autenticidad el seguimiento de Jesús hasta las últimas consecuencias?
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