sábado, 8 de agosto de 2020

Comentario del Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 9 al 15 de agosto de 2020 – Ciclo A

Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 9 al 15 de agosto de 2020 – Ciclo A   Domingo 9 de Agosto 19º Ordinario Teresa Benedicta de la Cruz, mártir (1942) Cándida María de Jesús (1912) 1 Reyes 19,9a.11-13a: Ponte de pie ante el Señor Salmo 84: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación Romanos 9,1-5: Quisiera ser un proscrito por mis hermanos Mateo 14,22-33: ¡Señor, sálvame! Orientamos la homilía de hoy dentro del lenguaje tradicional («dentro de la caja bíblica»); para planteamientos más abiertos puede tomarse algún enfoque de los presentados en la sección «para la reunión de grupo». Entre los primeros profetas de Israel surgen dos figuras que brillan con luz propia: Samuel y Elías. La tradición bíblica les concedió un lugar destacado no sólo por el momento crítico en el que les tocó actuar, sino, sobre todo, por la radicalidad con la que asumieron la causa de Yavé. La teofanía del monte Horeb constituye el centro de lo que se ha llamado el “ciclo de Elías”, es decir, la colección de relatos que tienen como protagonista a este profeta (1R 17,1 – 2R 2,1-12). En esa época había gran confusión y la fidelidad a Yavé y a sus leyes estaba en entredicho porque el rey había introducido cultos a dioses extranjeros (1R 16,31-32). Los nuevos dioses legitimaban la violencia, la intolerancia y la expropiación como medios para garantizar el poder. Elías levanta su voz en contra de estos atropellos y ve en la sequía que azota al país las consecuencias del castigo divino. Elías, entonces, en medio de persecuciones y amenazas comienza una campaña de purificación de la religión israelita. Sin embargo, sus iniciativas producen el efecto contrario y se agudiza la opresión, la violencia y la persecución. Cansado y desanimado, Elías se dirige al Horeb donde descubre que Dios no se manifiesta en los elementos amenazantes –en la tormenta imponente o en el fuego abrazador–, sino en la brisa fresca y suave que le acaricia el rostro y lo invita a tomar otro camino para hacer realidad la voluntad del Señor. Después de la «masacre» del monte Carmelo por parte de Elías (1R 18,20-40), sin abandonar la denuncia de las injusticias (1R 21,1-29) y aberraciones (2R 1,1-18), opta por animar a un grupo de discípulos para que continúen su misión (2R 2,1-12). Elías descubrió (¿?) así que por la vía de la violencia no se consigue nada, ni siquiera, aunque sea a favor de causas justas. La fuerza de la espada puede imponer una ideología, pero no puede garantizar la paz, el respeto y la justicia. El evangelio nos muestra otra tentación en la que pueden caer los seguidores de Jesús cuando no están seguros de los fundamentos de su propia fe. La escena de la «tormenta calmada» nos evoca la imagen de una comunidad cristiana, representada por la barca, que se adentra en medio de la noche en un mar tormentoso. La barca no está en peligro de hundirse, pero los tripulantes se abandonan a los sentimientos de pánico. Tal estado de ánimo los lleva a ver a Jesús que se acerca en medio de la tormenta, como un fantasma salido de la imaginación. Es tan grande el desconcierto que no atinan a reconocer en él al maestro que los ha orientado en el camino a Jerusalén. La voz de Jesús calma los temores, pero Pedro, llevado por la temeridad, se lanza a experimentar el milagro. Pedro duda y se hunde, porque no cree que Jesús se pueda imponer a los «vientos contrarios», a las fuerzas adversas que se oponen a la misión de la comunidad. Este episodio del evangelio nos muestra cómo la comunidad puede perder el horizonte cuando permite que sea el temor a los elementos adversos el que los motiva a tomar una decisión y no la fe en Jesús. La temeridad nos puede llevar a desafiar los elementos adversos, pero solamente la fe serena en el Señor nos da fuerzas para no hundirnos en nuestros temores e inseguridades. Al igual que Elías, la comunidad descubre el auténtico rostro de Jesús en medio de la calma, cuando el impetuoso viento contrario cede y se aparece una brisa suave que empuja las velas hacia la otra orilla. Nuestras comunidades están expuestas a la permanente acción de vientos contrarios que amenazan con destruirlas; sin embargo, el peligro mayor no está fuera, sino dentro de la comunidad. Las decisiones tomadas por miedo o pánico ante las fuerzas adversas nos pueden llevar a ver amenazadores fantasmas en los que deberíamos reconocer la presencia victoriosa del resucitado. Únicamente la serenidad de una fe puesta completamente en el Señor resucitado nos permite colocar nuestro pie desnudo sobre el mar impetuoso. El evangelio nos invita a enfrentar todas aquellas realidades que amenazan la barca animados por una fe segura y exigente que nos empuja como suave brisa hacia la orilla del Reino. El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 59 de la serie «Un tal Jesús», de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado «El fantasma del lago». El audio, su guión, y un comentario bíblico-teológico, pueden ser tomados de aquí: https://radialistas.net/59-el-fantasma-del-lago/ La serie «Otro Dios es posible» tiene un capítulo, la entrevista nº 20, titulada «¿Caminó sobre las aguas?», [https://radialistas.net/20-camino-sobre-las-aguas/] que puede dar pie a un debate muy interesante sobre el texto del evangelio de hoy. Para la revisión de vida - La fe es capaz de mover montañas… y de hacernos caminar sobre el mar. ¿Cómo va mi fe? ¿Tengo confianza ciega en Dios? ¿Qué hago con mis dudas? ¿Me pasa como a Pedro, que me hundo en la vida... por dudar? Para la reunión de grupo - La segunda lectura, del libro segundo de los Reyes, ha sido una lectura clásica para discernir la presencia de Dios (dentro del marco cultural teísta). Hagamos una aplicación alegórica de los símbolos que utiliza: el huracán, el terremoto, el rayo, la brisa… - Prolonguemos la misma reflexión aplicándola hacia categorías más modernas: el estrés, la angustia, la depresión, la tranquilidad de conciencia, la autoestima, la autosatisfacción por el trabajo realizado... - Este episodio de la vida de Elías ha sido utilizado casi siempre para ponderar la capacidad que la naturaleza de hacernos patente la presencia de Dios. Muchos elementos de decoración religiosa facilona se basan en ello: bellos amaneceres, montañas escarpadas nevadas, paisajes llenos de luz, horizontes infinitos... nos hemos acostumbrado a considerarlos símbolos de la presencia de Dios. Se trata de la imagen de un Dios connaturalmente presente en la «naturaleza», no en la «historia»: a la espiritualidad cristiana tradicional le cuesta mucho ver a Dios en un cuadro pictórico sobre la lucha de Espartaco y los esclavos, o de las luchas de las reivindicaciones obreras, como famoso cuadro El Cuarto Estado, de 1901, popularizado por la película Novecento, de Giuseppe Pellizza da Volpedo. - Comentar esto. Relacionarlo con aquel eslogan de la espiritualidad de la liberación, que habla de otro tipo de percepción de la presencia de Dios: «Contemplativus in Liberatione», ser «contemplativo en (el proceso de la) liberación»... - Es fácil ver que los conflictos de justicia entre pobres y ricos en el Primer (Antiguo) Testamento no son una peculiaridad de la historia de Israel... sino un elemento casi pudiéramos decir «esencial» lamentablemente infaltante en toda sociedad. Las apelaciones a un tipo u otro de (imagen de) Dios, no es quizá sino el reflejo de las luchas que en esa sociedad se dan entre las fuerzas utópicas profundas del subconsciente colectivo y los egoísmos humanos de grupos y de personas. Entonces –y también ahora- se batían estas fuerzas en el campo del imaginario y del discurso religioso, como era «natural» a ese tipo de sociedad. Estamos entrando en un tipo de sociedad en la que, por efecto de lo que Guiddens llama «destradicionalización», la dimensión religiosa institucional tradicional pierde fuerza, se hace menos plausible, y en las sociedades avanzadas (cercanas a lo que se llama técnicamente «sociedades del conocimiento») acaba perdiendo significado (insignificante) y se hace sencillamente ininteligible. ¿Cómo continuará históricamente la defensa de los pobres y de la justicia en las sociedades avanzadas (y en la nuestra –cualquiera que sea- en el futuro) cuando el discurso y el imaginario religioso no estén a la mano para llevar adelante esa lucha entre la utopía de justicia y los intereses egoístas? - Muchas de las narraciones de los evangelios sabemos que son simbólicas, teológicas, no históricas. No son una narración objetiva de lo que realmente pasó. Ni era ésa la intención del evangelista al incorporar ese texto al evangelio. Pero durante más de milenio y medio la cristiandad entendió aquellas narraciones al pie de la letra, como hechos reales. Todavía muchas personas las entienden así. ¿Es un problema, o ya no lo es? ¿En qué sentido sí y en qué sentido no? ¿Qué habría que hacer? ¿Desenvainar la espada argumental, o saber comprender la lenta marcha de las ideas en la historia...? - Para la oración de los fieles - Por la Iglesia, para que busque siempre en el Señor la fuerza necesaria para llevar a cabo su misión en el mundo. Oremos. - Por todos los cristianos, para que nos esforcemos en conocer cada día más y mejor la voluntad de Dios y así vivamos con más coherencia nuestra fe. Hoy hemos. - Por todos los que trabajan por lograr un mundo más humano y más fraterno, para que nunca se desanimen ante las dificultades y vean recompensados sus esfuerzos con el triunfo. Oremos. - Por todos los pueblos y personas, para que disfruten de paz y libertad verdaderas y plenas. Oremos. - Por todos los que dudan y vacilan en su fe, para que encuentren la fortaleza que da el confiar plenamente en Dios. Oremos. - Por todos nosotros, para que encontremos en la Eucaristía y en la Comunidad la fuerza y el ánimo necesarios para no perder nunca la ilusión ni la esperanza. Oremos. Oración comunitaria - Oh Dios, Fuerza Viva, Creadora, Energizante, Elevante, que nos atraes sin manifestarte, y nos seduces sin entregarte, sin atravesar ni romper nunca el leve y opaco velo que nos separa y nos comunica... Haznos sentir tu presencia en la profundidad de todo lo que existe, en la naturaleza pero también en la historia, en la tierra como en el cielo, en el pasado como en el futuro, en nuestra religión como en las de todos los pueblos. Nosotros te hemos sentido especialmente cerca en Jesús de Nazaret, y en el mismo Espíritu que él ha manifestado, Te sentimos presente, a Ti y a Todo lo que existe. Amén - O también: - Dios, Padre nuestro, acrecienta en nosotros el sentimiento de hijos tuyos, nuestro amor y nuestra confianza en Ti, para que seamos en todo momento y circunstancia signos vivos de tu presencia en medio de la humanidad. Por Jesucristo.   Lunes 10 de Agosto Lorenzo, mártir (258) 2Cor 9,6-10: Dios ama al que da con alegría Salmo 111: Dichoso el que se apiada y presta Jn 12,24-26: A quien me sirva, el Padre lo premiará La Cruz es el lugar máximo de la revelación en el cristianismo. Con el símbolo de la Cruz la teología cristiana original ha querido presentar a Dios de una manera diferente a como se ha hecho tradicionalmente en todas las fenomenologías religiosas. Pero la historia cristiana, envuelta en todo el modelo paradigmático occidental, se fue cerrando y no pudo captar que Dios se revela en la debilidad de un Crucificado, por ello la Iglesia se esforzó para presentar a Dios desde el poder y no desde la debilidad. Hoy el relato evangélico recuerda que Dios asumió la debilidad humana, para revelar el misterio de su propia vida. Jesús con un ejemplo, lo más natural y común de su época, aclara que Dios no funciona en la lógica donde lo ha metido la religión; proclama que Dios es simple, sencillo. Esa es la gran propuesta de Jesús. Aceptar que Dios actúa en la debilidad y que es la debilidad de la Cruz, el amor, quien cambiará la historia, es ser genuino discípulo de Jesús.   Martes 11 de Agosto Clara de Asís (1253) Ez 2,8–3,4: Comí el volumen y me supo dulce Salmo 118: ¡Qué dulce, Señor, es al paladar tus promesas! Mt 18,1-5.10.12-14: No desprecies a los pequeños Los pequeños son los predilectos de Dios. Si se quiere entender la propuesta teológica de Jesús es importante comenzar por captar las antilógicas que a nivel social, cultural y religiosa propone. No se puede sacar a Jesús de su contexto: él era judío. Vivió en un ambiente gobernado por la lógica de la exclusión. El legalismo, es decir la ley elevada a categoría de Dios, lo dominaba todo, haciendo que unos fueran legales, puros, santos… Y los otros ilegales, impuros y malditos. El primer grupo estaba compuesto por los ricos y las élites religiosas. El segundo por los pobres, los diferentes y los marginados. De este último grupo se creía que, por estar fuera de la lógica de la religión, no los alcanzaba el amor de Dios. Por ello la propuesta de Jesús, en el relato del Evangelio, es clara y contundente: acoger al más pequeño e ir en busca de la oveja pérdida y colocarlos en el centro de la comunidad, es la manera de ser del Dios que Jesús reveló.   Miércoles 12 de Agosto Juana Fca. de Chantal, fundadora (1641) Ez 9,1-7.10.18-22: Recorre Jerusalén Salmo 112: La gloria del Señor se eleva sobre el cielo Mt 18,15-20: Si tu hermano te ofende, corrígelo La comunidad cristiana tiene el poder de perdonar y la capacidad de redimir al hermano que hace parte de la comunidad y que por algún motivo ha fallado. Esta es la propuesta de Jesús, en cuanto él sabe que el pecado, es decir la injusticia a todo nivel, rompe con la fraternidad. Solo el perdón es el que restablece la vida de la fraternidad y es lo que hace posible que la humanidad total acontezca en el grupo que sigue al Maestro de Nazaret. Es importante que la comunidad cristiana indague y ponga en práctica todas las metodologías y caminos existentes, para que el hermano, que ha fallado, vuelva a la vida de la comunidad. Ésta es la que salva. No se puede olvidar que la comunidad tiene el mismo poder de Pedro, que es el mismo del Señor. La comunidad está llamada a mostrar en la tierra el rostro de Dios, su misericordia. El Padre no quiere que nadie se pierda, sino que, por el contrario, entre en la lógica del amor fraterno.   Jueves 13 de Agosto Mártires Claretianos de Barbastro (1936) Hipólito y Ponciano (235) Ez 12,1-12: Emigra a la luz del día Salmo 77: No olviden las acciones de Dios Mt 18,21-19,1: Perdona setenta veces siete La propuesta de Jesús rompe hasta con la ley natural. Al ser humano, desde su estructura natural, se le hace imposible experimentar el perdón. La ley del Talión “ojo por ojo, diente por diente”, no es una ley exclusivamente judía, sino una ley que domina la conciencia natural de todo hombre y mujer en la historia, pertenezca a la cultura y religión que sea. Quien acoge la propuesta de Jesús, está invitado a asumir su antilógica y a abrazar su causa, rompiendo con la mezquindad de la naturaleza y dar pasos novedosos por la propuesta de humanidad que la Buena Nueva trae. Jesús pide que sus seguidores caminen por nuevas sendas, la del perdón, como una nueva propuesta más allá de la tacañería que enseñaba la religión de su tiempo. Para seguir a Jesús hay que ensanchar la mente y el corazón, para hacer vida su propuesta que lleva al discípulo más allá de los propios límites sociales, culturales, religiosos y morales y lo abre al amor y al perdón universal.   Viernes 14 de Agosto Maximiliano Kolbe, mártir (1941) Antonio Primaldo y 812 Comp. (1480) Ez 16,59-63: Quebrantaste tu alianza Interleccional Is 12: Ha cesado tu ira y me has consolado Mt 19,3-12: Dios los hizo hombre y mujer La propuesta de Jesús se enmarca en una ética mayor que supera la mezquindad de las estructuras que la sociedad absolutiza. Jesús apunta hacia lo alto. Decir “hacia lo alto”, no significa cielo, sino hacia una ética mayor, que humaniza y da vida en abundancia. La relación en la pareja es revelación y participación en la vida misma de Dios. Hay que llevar la lógica del perdón y de la redención, de la que se ha reflexionado en estos días, a la relación de la pareja humana. Es necesario que ésta, unida por vínculo civil o canónico, busque las condiciones concretas para que la vida basada en el amor, el respeto y el crecimiento mutuo se dé en plenitud. La pareja está invitada a vivir la hondura del amor. El matrimonio hoy no es mejor ni peor que en tiempos antiguos. Pero este tiempo que está marcado por la libertad, es el propicio para que el amor de la pareja llegue a ser lo que Jesús soñó: un proyecto de humanidad, donde no hay signo de represión.   Sábado 15 de Agosto Asunción de la Virgen María Ap 11,19a; 12,1.3-6a.10: Vi una mujer vestida del sol Salmo 44: De pie a tu derecha está la reina 1Cor 15,20-27a: Primero Cristo como primicia Lc 1,39-56: El Poderoso hizo en mí, maravillas A la mitad del mes de agosto, estalla la alegría en la liturgia de la Iglesia. En el hemisferio norte, coincide –o se le ha hecho coincidir– con las fiestas ancestrales de la «canícula» del verano boreal. La alegría de la plenitud de las cosechas llega a su plenitud ahora al celebrar la Asunción de la Virgen María. Ella, la madre de Jesús, es la «primera cristiana», debería ser también la primera en llegar hasta Jesús. La fe de la iglesia ha querido ver en ella la confirmación definitiva de que nuestra esperanza tiene sentido. De que esta vida, aunque nos parezca que está enferma de muerte, está en realidad preñada de vida, de una vida que se manifiesta ya en nosotros y que debemos celebrar aquí y ahora. Y en primer lugar, en María, Madre de Jesús y Madre nuestra. En la primera lectura encontramos un combate frontal entre la debilidad de una mujer a punto de dar a luz y la crueldad de un monstruo perverso y poderoso que se ha apropiado de una buena parte del mundo y quiere arrebatarle el hijo a la mujer. El Apocalipsis, hace un relato rico en simbología en el cual las comunidades cristianas pueden estar representadas en la mujer, reconociendo que un sector del cristianismo de los primeros días tuvo un alto influjo de la persona de María y de la presencia femenina en medio de ellas, como sostenedoras de la fe y la radicalidad. Por otra parte el monstruo, es un sinónimo del aparato imperial. Con sus respectivas cabezas y cuernos representa los tentáculos del poder civil, militar, cultural, económico y religioso, que está empeñado en eliminar al cristianismo, por su talante profético, ya que se ha tornado incómodo para los poderosos de la tierra. La segunda lectura, abre bellamente con una metáfora de la resurrección de Cristo como primer fruto de la cosecha, y luego clarifica cómo todos lo que en Cristo viven, en Cristo mueren, también en Cristo resucitarán. Se trata de una afirmación de la vida plena para los que asumen el proyecto de Jesús como propio y en ese sentido se hacen partícipes de la Gloria de la resurrección. En el evangelio, el canto de alegría de María que se proclama en el Evangelio se hace nuestro canto. Tenemos pocos datos sobre María en los evangelios. Los estudiosos nos dirán que, casi seguro, este cántico, el Magníficat, no fue pronunciado por María, sino que es una composición del autor del Evangelio de Lucas. Pero no hay duda de que, aun sin ser histórico, recoge el auténtico sentir de María, sus sentimientos más profundos ante la presencia salvadora de Dios en su vida. Es un cántico de alabanza. Esa es la respuesta de María ante la acción de Dios. Alabar y dar gracias. No se siente grande ni importante por ella misma, sino por lo que Dios está haciendo a través de ella. "Proclama mi alma la grandeza del Señor". María goza de esa vida en plenitud. Su fe la hizo vivir ya en su vida la vida nueva de Dios. Hay un detalle importante. Lo que nos cuenta el evangelio no sucede en los últimos días de la vida de María, cuando ya suponemos que había experimentado la resurrección de Jesús, sino antes del nacimiento de su Hijo. Ya entonces María estaba tan llena de fe que confiaba totalmente en la promesa de Dios. María tenía la certeza de que algo nuevo estaba naciendo. La vida que ella llevaba en su seno, aún en embrión, era el signo de que Dios se había puesto en marcha y había empezado actuar en favor de su pueblo. Más de una vez, en alguna dictadura, este canto de María se ha considerado como revolucionario y subversivo. Y ha sido censurado. Ciertamente es revolucionario, y su mensaje tiende a poner patas arriba el orden establecido, el orden que los poderosos intentan mantener a toda costa. María, llena de confianza en Dios, anuncia que Él se ha puesto a favor de los pobres y desheredados de este mundo. La acción de Dios cambia totalmente el orden social de nuestro mundo: derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. No es eso lo que estamos acostumbrados a ver en nuestra sociedad. Tampoco en tiempos de María. La vida de Dios se ofrece a todos, pero sólo los humildes, los que saben que la salvación sólo viene de Dios, están dispuestos a acogerla. Los que se sienten seguros con lo que tienen, esos lo pierden todo. María supo confiar y estar abierta a la promesa de Dios, confiando y creyendo más allá de toda esperanza. Hoy María anima nuestra esperanza y nuestro compromiso para transformar este mundo, para hacerlo más como Dios quiere: un lugar de fraternidad, donde todos tengamos un puesto en la mesa que nos ha preparado Dios. Pero en este día María anima sobre todo nuestra alabanza y acción de gracias. María nos invita a mirar a la realidad con ojos nuevos y descubrir la presencia de Dios, quizá en embrión, pero ya presente, a nuestro alrededor. María nos invita a cantar con gozo y proclamar, con ella, las grandezas del Señor. Nota crítica. A estas alturas, es importante no hablar de la Asunción de María sencillamente como quien da por supuesto una traslación física de María al cielo, una especie de viaje espacial... No es necesario abordar una vez más en el análisis del tema de los «dos pisos» de la cosmovisión religiosa clásica... Pero sí es necesario, aunque sea con un simple leve inciso, recordar a los oyentes que no estamos describiendo una «asunción» literal, una «subida al cielo», un traslado físico, sino una expresión metafórica, para que no se entienda mal toda la reflexión bíblico-litúrgica podamos hacer al respecto. Lo que en este sentido se podría decir explícitamente sobre el tema de la «asunción» es lo mismo (y con más motivo) que respecto de la «ascensión». Recomendamos este excelente texto de Leonardo Boff respecto a la ascensión: servicioskoinonia.org/biblico/textos/ascension.htm La serie «Otro Dios es posible» de los hermanos López Vigil, tiene un capítulo, el 57, titulado «¿Ascensión y Asunción?», que puede resultar útil para una sesión de estudio sobre el tema. El guión y el audio puede ser recogido aquí: https://radialistas.net/57-ascension-y-asuncion/ No olvidar pulsar el enlace a «Más información sobre el tema». Para la revisión de vida - Celebramos hoy una fiesta en honor de la Virgen, lo cual es una buena ocasión para reflexionar sobre nuestra manera de honrarla. Alguien dijo que Dios la llenó de gracia y nosotros de joyas. ¿Acaso pretendemos enmendarle la plana a Dios? ¿No es mejor tratar de parecernos a ella en su fe, su esperanza, su amor y su disponibilidad, que llenarla de joyas, mantos y folclores que más ocultan que revelan su verdadera imagen? Para la reunión de grupo - Solemos ver, en la figura de la mujer del relato del Apocalipsis, a la Madre de Jesús, que lo engendra y lo da a luz, pero que también está rodeada en su vida de penalidades del mismo tipo que las de su Hijo y en conexión con Él. ¿Tengo esta visión realista de la vida de María o soy de los que piensan que los pajaritos y los ángeles estaban todo el día poniendo música de fondo a su vida? - La resurrección de Cristo no es sólo un final feliz para su vida de entrega y fidelidad, sino el adelanto del destino que a todos nos espera; primicia de este triunfo final que a todos nos aguarda es María, que también sigue a su Hijo en este destino. ¿Es ésta mi esperanza, estoy convencido de que también a mí y a todos nos espera este final? - Esta María que entona el Magníficat, que proclama que Dios colma de bienes a los hambrientos mientras despide vacíos a los ricos, es la Virgen Madre que vivió en Nazaret; pero ¿es la Virgen Madre de nuestra fe, de nuestro culto a María, de nuestras "vírgenes", de nuestros usos y costumbres marianos"? - Para la oración de los fieles - Por la Iglesia, para que proclame la Asunción de María con un compromiso cada día mayor y más eficaz con los pobres y oprimidos. Roguemos al Señor. - Por todos nosotros, para que la proclamación del Magníficat nos lleve a ser solidarios con los que sufren. Roguemos... - Por los ricos y los poderosos, para que no pongan su corazón en sus riquezas, sino que sirvan con ellas a los pobres. Roguemos... - Por los enfermos y los moribundos, para que hagan frente a su dolor con la esperanza de quienes se saben llamados a la vida. Roguemos... - Por todos nuestros seres queridos difuntos, para que gocen ya de la plenitud de la vida de la resurrección, junto con María y Jesucristo. Roguemos... - Por todos nosotros, para que confiemos plenamente en el amor de Dios y cumplamos en todo su voluntad. Roguemos... Oración comunitaria - Dios, Padre nuestro, que has llevado a María a alcanzar ya junto a ti la misma plenitud de vida de Jesucristo; te pedimos que nos conceda que, siendo, como ella, fieles en el cumplimiento de tu voluntad, lleguemos a participar también nosotros de la gloria de la resurrección. Por Jesucristo.   Servicio Bíblico Latinoamericano http://servicioskoinonia.org/biblico Em Português: http://www.claretianos.com.br/servicobiblico In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano: Para suscribirse: http://servicioskoinonia.org/informacion Para contactarnos: contacto@biblico.org Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia http://servicioskoinonia.org Consulte las lecturas bíblicas de cualquier domingo o día de la semana desde 2004 a 2036, en nuestro Calendario Bíblico-Litúrgico http://servicioskoinonia.org/biblico/calendario/ (y en inglés): http://servicioskoinonia.org/BiblicalLiturgicalCalendar

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