lunes, 31 de marzo de 2025

Zelenski tendrá que huir del país si Trump pone fin al apoyo militar

- Sputnik Mundo, Exasesor del Pentágono: Zelenski tendrá que huir del país si Trump pone fin al apoyo militar Volodímir Zelenski tendrá que abandonar el país de todos modos cuando termine el conflicto en Ucrania, destacó el coronel retirado de las FFAA estadounidenses y exasesor del Pentágono Douglas Macgregor en una entrevista en el canal de YouTube 'Deep Dive'. En sus palabras, Zelenski se comporta de forma provocadora, confiando en la ayuda militar estadounidense. Sin embargo, si el presidente Donald Trump deja de proporcionar esta ayuda, Zelenski tendrá que huir del país. "Tan pronto como Trump demuestre que quiere poner fin al conflicto, Zelenski y sus amigos empezarán a llenar sus maletas de dinero y a buscar aviones, trenes y coches para abandonar Ucrania", señaló Macgregor, calificando de corrupto al entorno de Zelenski. Agregó que Zelenski solo debe esperar que las mismas personas que le ayudaron a iniciar este conflicto en Ucrania lo acepten. Anteriormente, el mandatario estadounidense, Donald Trump, declaró que Estados Unidos está discutiendo cuestiones de territorios, líneas de demarcación y control sobre las centrales nucleares como parte de los esfuerzos para resolver el conflicto en Ucrania.

domingo, 30 de marzo de 2025

El último capítulo del genocidio

El último capítulo del genocidio
Por Chris Hedges | 29/03/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Rebelión [Imagen: [Imagen: No es un “conflicto”. Es un genocidio. Palestina libre - Nathaniel St. Clair] Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo Este es el último capítulo del genocidio. Es el último y sangriento empujón para expulsar a los palestinos de Gaza. Sin comida, sin medicinas, sin refugio, sin agua limpia, sin electricidad. Israel está transformando a toda velocidad Gaza en un dantesco crisol de miseria humana, en donde los palestinos son asesinados por cientos y, pronto, de nuevo, por millares y decenas de miles, o serán obligados a partir para nunca volver. El último capítulo marca el final de las mentiras israelíes. La mentira de la solución de los dos Estados. La mentira de que Israel respeta las leyes de la guerra que protegen a los civiles. La mentira de que Israel bombardea las escuelas y los hospitales solo porque Hamás los utiliza como bases de operaciones. La mentira de que Hamás usa civiles como escudos humanos mientras Israel obliga de forma rutinaria a palestinos cautivos a penetrar delante de las tropas israelíes en túneles y edificios que podrían tener bombas trampa. La mentira de que Hamás y la Yihad Islámica Palestina son responsables de la destrucción de hospitales, edificios de Naciones Unidas o masacres de palestinos (provocadas por cohetes palestinos fallidos). La mentira de que el bloqueo de la ayuda humanitaria en Gaza se debe a que Hamás secuestra los camiones o introduce armas en ellos de forma clandestina. La mentira de los bebés palestinos decapitados o la violación en masa de mujeres israelíes. La mentira de que el 75% de las decenas de miles de víctimas asesinadas en Gaza eran “terroristas” de Hamás. La mentira de que Hamás es responsable de la ruptura del alto el fuego porque supuestamente lo aprovechó para rearmarse y reclutar nuevos combatientes. El rostro genocida de Israel ha salido a la luz. Ha ordenado la evacuación del norte de Gaza donde palestinos desesperados acampan en medio de los escombros de lo que fueron sus hogares. Lo que viene a continuación es la hambruna masiva (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, la UNRWA, declaró el 21 de marzo que solo les quedaba harina para seis días), la muerte por enfermedades causadas por la ingesta de agua y comida contaminada, decenas de muertos y heridos cada día bajo el implacable ataque con bombas, misiles y balas. Nada funcionará: panaderías, plantas de tratamiento de agua y saneamiento, hospitales (Israel dinamitó el dañado hospital turco-palestino el 21 de marzo), escuelas, centros de distribución de ayuda o clínicas. Menos de la mitad de los 53 vehículos de emergencia de la Media Luna Roja Palestina están operativos debido a la escasez de combustible. Pronto no lo estará ninguno. El mensaje de Israel es inequívoco: Gaza será completamente inhabitable. Abandonadla o morid. Desde que la semana pasada Israel rompió la tregua con fuertes bombardeos más de 700 palestinos han sido asesinados, incluyendo 200 niños. 400 de ellos murieron en un periodo de 24 horas. Esto es solo el comienzo. Ni una sola potencia occidental, incluyendo EE.UU., que proporciona las bombas para el genocidio, tiene la intención de detenerlo. Las imágenes procedentes de Gaza durante los casi 16 meses de incesantes ataque fueron horrorosas, pero lo que está por venir será peor. Rivalizará con los crímenes de guerra más atroces del siglo XX, incluyendo la hambruna masiva, la tremenda masacre y la destrucción total del gueto de Varsovia por los nazis en 1943. El 7 de octubre marcó la línea divisoria entre una política israelí que defendía la deshumanización y subyugación del pueblo palestino y una política que reclama su exterminio y expulsión de la Palestina histórica. Lo que estamos presenciando es el equivalente histórico del momento desencadenado por la aniquilación de unos 200 soldados capitaneados por el general Custer en junio de 1876 en la Batalla de Little Bighorn. Tras aquella humillante derrota, los nativos norteamericanos fueron sistemáticamente asesinados y los supervivientes obligados a ir a campos de prisioneros de guerra, más tarde llamados reservas, donde miles murieron de enfermedades, vivieron bajo la mirada despiadada de sus ocupantes armados y cayeron en una vida de miseria y desesperación. Se espera lo mismo para los palestinos de Gaza, abandonados, sospecho, en uno de los agujeros infernales del mundo y olvidados. “Residentes de Gaza, este es vuestro último aviso”, amenazó el ministro israelí de defensa Israel Katz: “El primer Sinwar destruyó Gaza y el segundo la destruirá por completo*. Los ataques de la Fuerza Aérea contra los terroristas de Hamás fueron sólo el primer paso. Ahora será mucho más duro y ustedes sufrirán las consecuencias. Pronto comenzará de nuevo la evacuación de la población de las zonas de combate… Devuelvan a los rehenes y eliminen a Hamás y se les abrirán otras opciones, incluida la de marcharse a otros lugares del mundo para quienes lo deseen. La alternativa es la destrucción absoluta”. El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás fue diseñado para ejecutarse en tres etapas. La primera, que duraría 42 días, preveía el fin de las hostilidades. Hamás liberaría a 33 rehenes israelíes capturados el 7 de octubre, incluyendo mujeres, mayores de 50 años y enfermos, a cambio de la liberación de más de 2.000 hombres, mujeres y menores prisioneros de Israel (alrededor de 1.900 habían sido liberados a fecha de 18 de marzo). Hamás ha liberado un total de 147 rehenes, ocho de ellos muertos. Israel afirma que todavía retiene a 59 israelíes, 35 de ellos ya fallecidos, según Israel. El ejército israelí abandonaría las áreas pobladas de Gaza el primer día de la tregua. El séptimo día los palestinos desplazados tendrían permiso para regresar al norte de la Franja. Israel permitiría la entrada diaria de 600 camiones de ayuda humanitaria. En la segunda etapa, que tendría que negociarse el décimo sexto día de la tregua, se liberarían el resto de los rehenes. Israel completaría su retirada de Gaza manteniendo la presencia en ciertos lugares del corredor Filadelfia, que se extiende a lo largo de la frontera de doce kilómetros entre Gaza y Egipto. Además traspasaría el control del cruce fronterizo de Rafah a Egipto. En la tercera etapa darían comienzo las negociaciones para el final permanente de la guerra y la reconstrucción. Por lo general, Israel firma acuerdos, incluidos los de Camp David y los de Oslo, divididos en etapas y con una cronología concreta. Consigue lo que quiere en la primera fase (en este caso la liberación de los rehenes) y luego incumple los acuerdos programados para las etapas posteriores. Este patrón nunca ha cambiado. Israel se ha negado a cumplir lo pactado para la segunda fase del acuerdo. Bloqueó la entrada de ayuda humanitaria en Gaza hace dos semanas, violando el acuerdo. Además asesinó al menos a 137 palestinos durante la primera fase de la tregua, entre ellos nueve personas (tres de ellas periodistas) cuando drones israelíes atacaron un equipo de asistencia el 15 de marzo en Beit Lahiya, al norte de Gaza. Los intensos bombardeos de Israel se reanudaron el 18 de marzo mientras la mayoría de los palestinos dormían o preparaban el suhoor, la comida que se toma antes del amanecer durante el mes sagrado del Ramadán. Israel no detendrá ahora sus ataques, aunque se libere a los rehenes restantes, la supuesta razón para reanudar los bombardeos y el asedio de Gaza. La Casa Blanca de Trump alienta la matanza. Arremete contra quienes critican el genocidio tildándolos de “antisemitas” que deben ser silenciados, criminalizados o deportados, mientras canaliza miles de millones de dólares en armas hacia Israel. El ataque genocida de Israel contra Gaza es el desenlace inevitable de su proyecto colonial de establecimiento de colonos y Estado de apartheid. La apropiación de toda la Palestina histórica -con Cisjordania pronto, supongo, anexionada por Israel- y el desplazamiento de todos los palestinos ha sido siempre el objetivo sionista. Los mayores excesos de Israel tuvieron lugar durante las guerras de 1948 y 1967, cuando se apoderó de enormes porciones de la Palestina histórica, asesinó a miles de palestinos y limpió étnicamente a cientos de miles. Entre ambas guerras continuó el robo a cámara lenta de tierras, los ataques criminales y una sostenida limpieza étnica en Cisjordania y Jerusalén Este. Ese baile calculado ha terminado. Esto es el fin. Lo que estamos presenciando empequeñece todos los ataques históricos contra los palestinos. El demencial sueño genocida de Israel -la pesadilla palestina- está a punto de cumplirse. Destruirá para siempre el mito de que nosotros, o cualquier nación occidental, respetamos el Estado de derecho o somos los protectores de los derechos humanos, la democracia y las llamadas “virtudes” de la civilización occidental. La barbarie de Israel es la nuestra. Puede que nosotros no lo entendamos, pero el resto del mundo sí. * N. d. T.: Katz se refiere a Yahya Sinwar (líder de Hamás en Gaza muerto en combate el pasado octubre) y a Mohamed Sinwar, hermano del primero que le ha sucedido en la dirección de Hamás desde su muerte. Y aventura, de paso, que es la organización Hamás la responsable de la destrucción de la Franja de Gaza) Fuente: https://www.counterpunch.org/2025/03/26/the-last-chapter-of-the-genocide/ El presente artículo puede reproducirse libremente siempre que se respete su integridad y se nombre a su autor, a su traductor y a Rebelión como fuente del mismo.

sábado, 29 de marzo de 2025

Guía completa para idiotas sobre los asuntos mundiales

Guía completa para idiotas sobre los asuntos mundiales Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Jonathan Cook | 28/03/2025 | Opinión Fuentes: Rebelión [Imagen: niños de Gaza haciendo sus deberes escolares entre las ruinas de lo que fue su casa] Traducido por Paco Muñoz de Bustillo La izquierda y la derecha adoptan la misma perspectiva del mundo basada en la realidad pero responden ante ella según distintos términos morales. Los liberales, por su parte, viven en un universo alternativo, de pura fantasía. En ocasiones resulta práctico reducir las cosas a lo esencial, especialmente cuando la complejidad no se aprovecha para ilustrar sino para confundir. Así que ahí va mi breve guía para idiotas sobre la actualidad mundial. Hay dos maneras de entender lo que llamamos “asuntos mundiales”, o a veces “noticias internacionales”, basadas en la realidad. 1. La primera considera a Estados Unidos el corazón palpitante de un imperio global altamente militarizado, el más fuerte de los conocidos, con más de 800 bases militares por todo el mundo. EE.UU. ha dividido el mundo en “democracias” y “Estados moderados” que obedecen sus órdenes, por un lado, y por el otro en “dictaduras” y “regímenes del terror” que no quieren o no pueden someterse a sus dictados. Los primeros son aliados que aprovechan algunos de los beneficios de pertenecer al imperio, mientras que los segundos son presentados como una amenaza a la paz mundial. Deben por tanto ser constantemente intimidados, contenidos, castigados y, en ocasiones, atacados. El objetivo de organizar el mundo de esta manera es el control de los recursos mundiales, sobre todo el petróleo. Así los ciudadanos occidentales disfrutan de privilegios limitados a costa de las privaciones que sufren quienes están fuera del imperio. Dichos privilegios pretenden mantener dóciles y leales a los ciudadanos del imperio estadounidense. Al mismo tiempo el imperio permite que los miembros de sus élites amasen una inmensa riqueza basada en la explotación de los recursos mundiales, una riqueza cuya magnitud es difícil de captar por la mayoría de la gente. Esta visión del mundo es generalmente coherente con lo que se denomina un talante de izquierdas. Ve el sistema existente como algo malo a lo que hay que poner fin. 2. La segunda visión del mundo está de acuerdo con todo lo anterior, salvo que piensa que se trata del mejor sistema posible dadas las circunstancias y que debe preservarse a toda costa. Esta perspectiva suele coincidir con lo que se denomina un talante de derechas o conservador. En otras palabras, ambos grupos ven las cosas básicamente de la misma manera pero responden de modo diferente ante la misma realidad. El segundo grupo, los conservadores, quieren mantener el mundo dividido, justificándose por diversos motivos que suelen denominar “pragmatismo”. Esencialmente, creen que el mundo es despiadado y que es importante que sigamos siendo los más fuertes. En cierto modo, este punto de vista se basa en una presunción racista apenas disimulada según la cual la civilización blanca o cristiana es superior a la de los otros pueblos y en que si el mundo se organizara de otro modo se produciría el caos y la barbarie. El primer grupo, la izquierda, quiere acabar con la división del mundo en dos bandos, “ellos” y “nosotros”, argumentando que es peligrosa. La lógica imperial justifica que se invierta en la industria armamentística un dinero que podría utilizarse para mejorar la calidad de vida de las personas ordinarias y asegurar el futuro del planeta. Refuerza la lógica de la maquinaria de guerra occidental basada en fomentar un clima de miedo permanente. En un clima político tan febril, es fácil manipular a la gente para que apoye las guerras o la opresión de otros pueblos, normalmente de piel oscura. La división del mundo por el imperio racionaliza el racismo, el egoísmo y la violencia, e impide la cooperación. Es intrínsecamente insostenible. Y, en la era de las armas nucleares, corre el riesgo de llevarnos a una confrontación que acabe rápidamente con la vida en el planeta. Por supuesto, no todos los puntos de vista encajan en estas dos categorías que ven el mundo tal como es. También están los liberales que no entienden mucho de esto. Viven en un mundo de fantasía, una irrealidad fabricada para ellos, tanto por los políticos occidentales dependientes de una clase multimillonaria que les financia como por unos medios de comunicación occidentales propiedad de multimillonarios profundamente comprometidos con la pervivencia de un mundo dividido que los mantiene fabulosamente ricos. Lo que llamamos “política” es mayormente una pantomima en la que la élite rica de Occidente se esfuerza por mantener la ilusión para los liberales de que el imperio es una fuerza del bien, que el sufrimiento de la gente de piel oscura es un sacrificio necesario a corto plazo para que la historia continúe su progresión hacia una democracia liberal capitalista perfecta que beneficiará a todos, y que en este sentido las guerras de Occidente que producen aún más sufrimiento para la gente de piel oscura son en realidad guerras “humanitarias”. En términos sencillos, los conservadores apoyan la opresión permanente de la gente de piel oscura porque les temen, entendiendo acertadamente que nunca estarán de acuerdo con su opresión. Los liberales, por su parte, apoyan lo que suponen que es la opresión temporal de los de piel oscura porque piensan que es beneficiosa: acaba purgándoles de sus hábitos ideológicos y culturales defectuosos, llevándoles a ver las cosas a nuestra manera. Si a usted le parece que muchos de sus amigos y vecinos son indiferentes a un genocidio que se ha retransmitido en directo durante un año y medio, probablemente sea porque, en el fondo lo son, tanto si se identifican como conservadores o como liberales. Fuente: https://jonathancook.substack.com/p/the-complete-idiots-guide-to-world El presente artículo puede reproducirse libremente siempre que se respete su integridad y se nombre a su autor, a su traductor y a Rebelión como fuente del mismo

Trump "debe mostrar los dientes a Europa" porque está interrumpiendo el proceso de paz en Ucrania

- Sputnik Mundo Trump "debe mostrar los dientes a Europa" porque está interrumpiendo el proceso de paz en Ucrania El presidente estadounidense, Donald Trump, debe mostrar firmeza ante Europa porque está saboteando el proceso de paz en Ucrania, destacó a Sputnik el experto militar y coronel retirado de la república popular de Lugansk Vitali Kiseliov. Sin embargo, en su opinión, los europeos tienen "margen de maniobra". En sus palabras, aunque los liberales europeos no son tan poderosos, da la impresión de que pueden imponer parte de su agenda. Ahora esta posibilidad "me parece más real", precisamente porque el torpedeo del proceso de paz a través del "régimen de Kiev" está teniendo más éxito, añadió. "Aquí Trump tiene dos opciones: un golpe más contundente a la UE para alejar a los europeos de este proceso, o un cambio de poder en Kiev. La segunda opción es mucho más sencilla y contundente, aunque también tiene sus dificultades. Es momento de que Trump debe mostrar los dientes y actuar con agresividad. Aunque Europa tiene margen de maniobra", señaló el experto. Actualmente, recordó, se están realizando negociaciones para lograr un posible alto al fuego. Kiseliov consideró que este punto marcará el inicio de una verdadera partida diplomática de Trump hacia Moscú. En su opinión, tanto Estados Unidos como Rusia, teniendo en cuenta a otros actores, intentan cubrirse las espaldas y actuar con cautela, de ahí que se discutan principalmente aspectos técnicos. "No se descarta que dentro de estas negociaciones veamos también algunas decisiones políticas intermedias. En particular, podrían proponerse ciertos contornos preliminares de un statu quo que, con mayor probabilidad, favorecerá los intereses de Rusia", subrayó Kiseliov. Ataques de Ucrania contra infraestructura energética rusa muestran que "Zelenski no quiere la paz" Tras la llamada telefónica entre los presidentes de Rusia y EEUU, Vladímir Putin y Donald Trump, la oficina de prensa del Kremlin reiteró que la condición clave para una resolución pacífica del conflicto en Ucrania es el cese total de la ayuda militar extranjera y del suministro de inteligencia a Kiev. Recientemente, delegaciones de Rusia, EEUU y Ucrania mantuvieron conversaciones por separado en Riad. Entre los temas tratados figuraron los pasos para lograr un alto al fuego de 30 días en el sector energético entre Rusia y Ucrania. El documento también indicó que Washington levantaría inmediatamente la pausa en el intercambio de inteligencia y reanudaría los suministros militares a Kiev.

viernes, 28 de marzo de 2025

CIA trajo a los evangélicos a América Latina.

CIA trajo a los evangélicos a América Latina. Los evangélicos llegaron a la región en los años 70. La CIA envió iglesias pentecostales conservadoras para contrarrestar tendencias católicas que consideraba comunistas. La idea era que los pobres buscaran su salvación personal en lugar de revoluciones sociales. Desde entonces, las diferentes denominaciones evangélicas (bautistas, pentecostales, etc.) han crecido. En América Central, los evangélicos ya son el grupo religioso más grande, con más de la mitad de la población en países como Costa Rica y Panamá. En donde menos evangélicos hay es en Argentina, Uruguay y México. Son iglesias que en gran parte se han basado en el televangelismo de los Estados Unidos Han hecho telenovelas basadas en la Biblia, sobre todo en Brasil y actualmente saben sacar provecho de las redes como nadie. Si te interesa el tema y quieres ver el análisis con expertos, búscanos en nuestro canal de YouTube. /cc #dwcómoteafecta https://x.com/dw_espanol/status/1905746783621562388?t=We4qbYsha_w9l9lp8UNgTA&s=19

jueves, 27 de marzo de 2025

EEUU se aferra al acuerdo con Rusia: continuación del conflicto le crea "riesgos estratégicos"

- Sputnik Mundo, EEUU se aferra al acuerdo con Rusia: continuación del conflicto le crea "riesgos estratégicos" Sputnik News Moscú y Washington han acordado tomar medidas para restaurar la navegación segura en el mar Negro y asegurar que las infraestructuras energéticas en Rusia y Ucrania no sean atacadas mutuamente. En este contexto, según la inteligencia de EEUU, la prolongación del conflicto ucraniano plantea amenazas para el país norteamericano. Compromisos para la seguridad Un comunicado de la Casa Blanca tras las conversaciones bilaterales a nivel técnico celebradas el lunes en Riad, reza que "EEUU y Rusia acordaron desarrollar medidas para aplicar el acuerdo del presidente Trump y el presidente Putin de prohibir los ataques contra instalaciones energéticas de Rusia y Ucrania". Los grupos de expertos de ambos países también se pusieron de acuerdo sobre "garantizar la seguridad de la navegación, eliminar el uso de la fuerza e impedir el uso de buques comerciales con fines militares en el mar Negro". En este contexto, un informe de los servicios de inteligencia de EEUU publicado el 25 de marzo apunta que la prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania plantea amenazas para el país norteamericano. El documento, denominado Evaluación Anual de Amenazas, señala que "la continuación de la guerra entre Rusia y Ucrania perpetúa los riesgos estratégicos para EEUU de una escalada no deseada a una guerra a gran escala, el posible uso de armas nucleares, una mayor inseguridad entre los aliados de la OTAN, particularmente en Europa central, oriental y septentrional, y una China y una Corea del Norte más envalentonadas". Según los autores del informe, Moscú considera las acciones bélicas contra Kiev como un conflicto indirecto con Occidente: "Su objetivo de restaurar la fuerza y la seguridad rusas en su entorno cercano frente a la supuesta intromisión estadounidense y occidental ha aumentado el riesgo de una escalada involuntaria entre Rusia y la OTAN". "Está claro que no es una 'supuesta intervención'", enfatiza el analista internacional Marcelo Ramírez. "Uno se pone un poco recurrente: yo veo las fronteras de la OTAN que se corren hacia Rusia, no veo que las tropas rusas estuvieran llegando a Londres. Claramente, el avance es en un sentido, el proceso de desestabilización, del desconocimiento de los acuerdos a los que se llegaron con el fin de la Unión Soviética de no expansión hacia el Este, la actitud de seguir sumando países nuevos, sumar países que anteriormente eran neutrales, el discurso agresivo, el rearme que sufre Polonia, que ahora va a sufrir toda Europa con esos 800.000 millones de euros. Todo esto muestra que por lo menos hay un sector en Occidente que está decidido a una conflagración directa con Rusia", explica Ramírez.

miércoles, 26 de marzo de 2025

Gaza: un territorio arrasado por Israel sostenido por mujeres

Recomiendo: Gaza: un territorio arrasado por Israel sostenido por mujeres Tweet about this on TwitterShare on FacebookEmail this to someone Por Ana Garralda | 26/03/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: El Diario [Foto: Maha Hussaini, periodista gazatí, trabajando en la Franja (Cedida)] Doctoras, trabajadoras humanitarias o periodistas de la Franja de Gaza describen los retos que enfrentaron en 15 meses de guerra: lidiar con jornadas extenuantes de trabajo y la supervivencia de sus familias, la falta de agua y saneamiento, la proliferación de enfermedades o la amenaza constante de la muerte. La voz grave, a veces rota, de Ruba Alkurd, una doctora de 34 años de la organización Médicos sin Fronteras (MSF), bien podría ser la de una mujer mucho mayor que ella. Su imagen muestra a una profesional joven, también madre, pero el sufrimiento que desprenden sus palabras, recogidas en audios enviados durante meses desde la Franja de Gaza, encajaría más con alguien que le dobla la edad, que ha visto demasiado y, con frecuencia, para mal. “Escucho esos audios y me devuelven al infierno”, relata desde el apartamento en las afueras de El Cairo donde hoy reside junto a sus tres hijos: Amín, de nueve años, Jannah, de siete, y Reem, de cuatro. A la ciudad llegó de urgencia el pasado mayo desde el paso fronterizo de Rafah (entre Gaza y Egipto) donde, después de dos meses de alto el fuego, vuelven a verse tanques israelíes tras la ruptura en la madrugada del 11 de marzo de la última tregua acordada entre Israel y Hamás (en 72 horas de ofensiva israelí al menos 506 palestinos murieron en los bombardeos —más de 130 de ellos eran niños, según UNICEF— y otros 909 resultaron heridos). El ejército hebreo también había clausurado pocas horas antes el lado palestino del cruce al iniciar su ofensiva sobre el que entonces era el único rincón de la Franja donde sus tropas aún no habían entrado por tierra. Allí, entre 1,5 millones de personas desplazadas —más de la mitad de la población de Gaza—, hacinadas en condiciones infrahumanas en tiendas, refugios o edificios destruidos, los militares israelíes pensaban encontrar al centenar de rehenes que en ese momento seguían en la Franja (hoy son 59, 24 de los cuales se cree que siguen vivos). Como el resto, Ruba y su familia también malvivían, pero a ellos no les quedaba tiempo. Semanas antes, un colega oftalmólogo le dijo que si no operaban pronto el ojo izquierdo de Amín, el hijo mayor, afectado por una lesión anterior, perdería la visión por completo. “La última cirugía se complicó con un glaucoma, le aumentó la presión del ojo y con ocho años le salieron cataratas”, apunta. “Pasé días buscando unas gotas que debía echarle y a un cirujano que pudiera volver a intervenirle, pero no los encontré. El dolor aumentaba y yo no tenía nada que darle a mi hijo. A veces, ni agua”, prosigue la doctora. Sin apenas comida, agua, ni productos de higiene Según datos de enero de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), casi la mitad de los gazatíes (y cerca de la totalidad en los 11 meses posteriores al 7 de octubre) disponen hoy de menos de 15 litros de agua diarios, la cantidad mínima recomendada por la ONU por persona y día para beber, cocinar y mantener la higiene personal. “Cuando olía a la gente me sentía devastada”, explica Alkurd. “Sabía que no era por voluntad propia, sino porque no había con qué lavarse, ni jabón, ni ropa limpia que ponerse”, añade. La falta de productos de higiene y la proliferación de piojos, sarna y otras infecciones bacterianas —propiciada por la destrucción total o parcial del 80% de la infraestructura de agua y saneamiento de Gaza, incluidas las seis principales plantas de tratamiento de aguas residuales— llevaron a la doctora y a muchas de sus colegas médicas a adoptar medidas para no enfermar. “Nos cortamos el pelo casi al cero. No había agua para mantenerlo limpio, ni hidratado. Se nos caía a diario, como a tanta gente desnutrida. La comida no era la adecuada y no había ni vitaminas, ni minerales”, explica. De acuerdo con los últimos datos de la OCHA, casi el 100% de las mujeres embarazadas y lactantes de Gaza no tienen satisfechas sus necesidades alimenticias y entre el 10% y el 20% están desnutridas. El 86% de la población (1,84 millones de personas) tampoco, incluidos los 4.646 niños (672 de ellos con desnutrición aguda grave) que fueron inscritos en programas de tratamiento de la desnutrición desde que entró en vigor el alto el fuego —el 19 de enero— hasta el 15 de marzo. La doctora Ruba y su hijo Amín en su consulta de una de las clínicas de MSF en Gaza. Ruba Alkurd En este contexto, Ruba y Mohamed, su marido, médico de 37 años y uno de los pocos cirujanos vasculares que quedan en Gaza, tomaron la decisión más difícil: cuando fuera posible, ella y sus hijos saldrían de Gaza para operar a Amín, aunque eso implicase que él no pudiera acompañarles. Comenzada la guerra, Israel no permitió salir a los hombres si no portaban otra nacionalidad. La única forma de intentarlo era por la frontera con Egipto, pagando a las mafias 5.000 dólares y lo peor, esperar un mes. “Imagínese la decisión”, afirma Ruba. “Como mujer sentía que abandonaba a mi marido, como médico, a mi gente, pero como madre debía pensar en mis hijos. No tuvimos otra opción”, alega. Hoy, desde El Cairo, donde Amín pudo ser finalmente operado (recuperó el 80% de la visión del ojo), Ruba reza para que termine la guerra, reabran el paso de Rafah y pueda reunirse con su marido. Al ser palestinos de Gaza tampoco pueden registrarse en Egipto, por lo que ni a ella se le permite trabajar, ni a sus dos hijos en edad escolar (Amín y Jannah) inscribirse en un colegio. “Les enseño yo desde casa”, comenta. “Nos conectamos a diario con una plataforma de clases online que lanzó el ministerio de Educación [de la Autoridad Nacional Palestina] para niños gazatíes. Al menos podrán tener sus certificados escolares”, indica. Por el momento, viven con lo justo. Desde que Ruba abandonase Gaza, la organización para la que trabaja, MSF, instó a los empleados locales que salieron de la Franja a coger un permiso retribuido de seis meses, seguido de otro no remunerado por la misma duración. “Ahora dependemos de lo que nos envía Mohamed. Si no vuelvo antes de julio, incluso aunque no abran la frontera, perderé mi contrato con la organización”, lamenta. A pesar de todo, la gazatí es consciente de su suerte. Primero, porque en El Cairo disponen de agua, comida, electricidad “y hasta de una lavadora”, destaca. “Ahora sé que tener una es un lujo cuando durante meses y tras jornadas maratonianas de trabajo tenía que lavar a mano y con agua fría toda nuestra ropa. Me salieron ampollas muy dolorosas. Me daba alergia el único detergente que había”, añade. Por otro lado, en su casa cairota ella y los suyos, por fin, duermen por la noche. Ya no están aterrorizados por el zumbido permanente de los drones israelíes o el estruendo de los constantes bombardeos. Tampoco escuchan a las ratas. “De madrugada, en la habitación donde vivíamos, se podía oír ese gras, gras que hacían cuando rondaban nuestras bolsas. No podía dejar nada fuera. A veces pensaba que si me dormía vendrían y nos comerían vivos. Pensará que suena a broma, pero no lo es”, cuenta. La palestina opina que la proliferación de estos roedores no solo se debe al descomunal volumen de basura acumulada en Gaza o a la destrucción de sus sistemas de saneamiento y depuración, sino también a los miles de cadáveres (más de 9.000, según la ONU) que aún permanecen bajo los 40 millones de toneladas de escombros que se amontonan en la Franja, según estimaciones de Naciones Unidas. Retirarlos, dicen sus expertos, llevará más de una década. Salir del trabajo y encontrarte sin casa “En mis 25 años de servicio en Gaza y después de una Intifada y tres guerras (2008-2009, 2012 y 2014) nunca vi tanta muerte y destrucción”, afirma Maha Mahmoud Wafi, técnica de emergencias médicas, de 44 años, desde el Centro de Ambulancias que la Media Luna Roja Palestina (PRCS, por sus siglas en inglés) tiene en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza. Tampoco antes, dice esta sanitaria y madre de seis hijos, había tenido que evacuar su casa, “el único remanso de tranquilidad que conocía”, ni verla totalmente destruida. Ese fue “el primero de los dos peores días” de la vida de Wafi. Una mañana, mientras trasladaba heridos al Hospital Nasser (el más importante de Jan Yunis) uno de sus hijos la llamó para decirle que los israelíes acababan de avisarles que evacuaran de inmediato la vivienda familiar porque iban a bombardear la zona. “La impotencia fue horrible”, cuenta. “Yo en el trabajo y sin poder comunicarme en condiciones con mis hijos (por el bloqueo intermitente impuesto entonces por Israel) y sin saber si estaban bien”. El segundo peor día, continúa Maha, también la encontró trabajando en una de las ambulancias. Su hermano contactó con la central y pidió que le comunicaran que soldados israelíes acababan de llevarse detenido a su marido. “La angustia de no saber dónde estaba ni por cuántos días o si estaba bien o mal fue terrible”, asevera. “Gracias a Dios hoy todos estamos bien”, continúa. Durante unos segundos, Maha esboza una tímida sonrisa en su rostro agotado. La realidad, sin embargo, no da tregua. Hoy, una vez termine su jornada laboral, ya no podrá descansar en su casa de Jan Yunis, su “pequeño paraíso” ahora en ruinas (como el 92% de las viviendas de Gaza, según datos de la OCHA). Esta vez, al salir, regresará al oeste de la ciudad, pero a una tienda de campaña en una zona gris y devastada, cubierta por enormes nubes de polvo y rodeada de lagos pestilentes de aguas residuales que no pueden ser tratadas porque ni funcionan las estaciones de bombeo, ni las plantas de tratamiento. La suspensión israelí de toda la ayuda humanitaria y comercial desde el 2 de marzo y el cierre de los cruces de mercancías ha empeorado aún más la grave crisis energética de Gaza, con un aumento de los precios del diésel de hasta un 105% y del gas de cocina de hasta un 200%, en comparación con febrero, lo que limita significativamente el acceso a combustible esencial en medio de un continuo apagón eléctrico. Maha Mahmoud Wafi, técnica de emergencias médicas, en el Centro de Ambulancias de la Media Luna Roja Palestina en Jan Yunis. Media Luna Roja Palestina Hasta entonces, en el Centro de Ambulancias de Jan Yunis, Maha y el resto de paramédicos seguirán lidiando con sus otros frentes: la falta de medicamentos y suministros esenciales o la puesta a punto de las maltrechas ambulancias donde, en 15 meses de guerra, se dejaron la vida 19 de sus compañeros (según Naciones Unidas, 1.060 médicos y trabajadores sanitarios han fallecido en la Franja desde el 7 octubre de 2023). A este respecto, y antes de finalizar la entrevista, la palestina subraya el valor “extraordinario” de sus compañeros de trabajo, en especial de sus colegas mujeres. “Todas, sin excepción, merecen el mayor de los respetos”, afirma. “A pesar de las enormes dificultades que enfrentan (el riesgo diario durante los traslados; jornadas extenuantes de trabajo o salir de casa sin saber si los hijos estarán a salvo) siguen luchando y con el compromiso que siempre nos guía: brindar ayuda humanitaria y servir a los demás”, alaba. Informar, a pesar de todo Guiadas por esa vocación de servicio, Maha Hussaini, de 33 años y Haula al-Jalidi, de 35, decidieron, a muy temprana edad, que querían ser periodistas. “Si creces en una Gaza bajo bloqueo —impuesto por Israel y Egipto en el año 2007— y sufres los estragos de tres guerras, informar ya no es solo una vocación. Para mí es un deber para con mi gente, sobre todo si no hay nadie más (desde octubre de 2023, Israel y Egipto prohíben la entrada de prensa extranjera a Gaza) que lo cuente”, dice taxativa Hussaini, colaboradora de los medios digitales Middle East Eye y The New Humanitarian o de plataformas como la Red Marie Colvin de Mujeres Periodistas. Un trabajo informativo enfocado en Derechos Humanos por el que el año pasado fue galardonada con el Premio al Coraje en Periodismo, otorgado por la Fundación Internacional para las Mujeres en los Medios (IWMF), con sede en Washington. “Mi caso, quizá, es más naíf”, cuenta Haula al-Jalidi. “Siendo pequeña ya soñaba con ser periodista para hablar de la belleza y la historia de Palestina, pero lamentablemente de lo único que hablo ahora es de su destrucción y muerte”, ironiza la reportera, que charla con elDiario.es desde El Cairo, donde trabaja como corresponsal para las cadenas de televisión Al Arabiya y Al Hadath. Al igual que hiciera la doctora Ruba, ella y su marido, Baher, fiscal de carrera ahora desempleado, decidieron abandonar Gaza cuando Israel anunció el comienzo de su ofensiva sobre Rafah, la ciudad donde ellos también habían sido desplazados junto a sus cuatro hijos (el mayor, de 13 años y el menor, de seis) y donde pudieron ser acogidos por los abuelos paternos. Previamente Haula y Baher, huyendo de los bombardeos, se habían visto obligados a trasladarles dos veces más, la primera en la ciudad de Gaza y a la semana de empezar la guerra. “Yo hacía la última conexión telefónica del día cuando Baher, nervioso, me empezó a hacer señales”, cuenta. “Había recibido un mensaje diciendo que iban a atacar el barrio y que teníamos que evacuar”. Aturdida, despidió el directo y como pudieron reunieron “la vida que una familia puede empaquetar en 20 minutos”. Tras esa noche, ni ella ni su marido volvieron a ver más el hogar que durante una década construyeron con tanto mimo. “Lloré mucho un día y después otro, pero después pensé en cuánta gente estaba igual o peor y decidí seguir adelante”, relata. Haula al-Jalidi, en la puerta del hospital Al Aqsa, en el centro de Gaza. Cedida Apoyada por Baher, su “columna vertebral”, Haula trabajó a destajo los meses posteriores. Mientras, sus hijos, que fueron trasladados un total de cuatro veces dependiendo de lo cerca que estaban del lugar donde caían las bombas, quedaron al cuidado de varios familiares. “No había otra opción. Yo podía hacer hasta 18 directos al día, entre las 8:00 y las 16:00 horas, y después continuar en casa con conexiones telefónicas hasta las 22:00”, cuenta la palestina. Su base de operaciones o “segundo hogar”, al igual que para decenas de periodistas gazatíes, era el complejo del hospital Al-Aqsa, en Deir el Balah, uno de los pocos lugares de la Franja donde había electricidad, funcionaba Internet y reporteros como ella podían realizar conexiones o cargar teléfonos, portátiles y demás aparatos electrónicos. Allí, entre colegas, personas desplazadas y la llegada constante de heridos, Haula y Baher pasaban la mayor parte del tiempo. También lo hacía Maha Hussaini, quien solía trasladarse hasta allí desde uno de los abarrotados refugios de Deir el Balah donde residía junto a su familia, a la vez varias veces desplazada, hasta el inicio de la efímera tregua. “A pesar de las enormes dificultades, todos hemos trabajado desde el primer día”, asegura la informadora. “Incluso cuando Israel cortó el suministro de electricidad y combustible o destruyó casi todas telecomunicaciones, los periodistas de Gaza nos las arreglamos para contar lo que las voces silenciadas de nuestros colegas no podían narrar”. Vivir con la muerte cerca Hussaini se refiere a los 166 periodistas y trabajadores de medios que, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en sus siglas en inglés) han sido asesinados en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, el total de muertos palestinos supera los 49.600 (más de la mitad son mujeres y niños) y el de heridos se acerca a los 112.000; en Israel, los fallecidos son 1.200 (de los que alrededor 800 eran civiles) y los heridos son más de 14.900. “Muchos de los reporteros asesinados eran buenos colegas con los que trabajé”, dice Maha. “Por eso su ausencia me motiva a seguir, para contar lo que ellos no pueden”, añade. Según Hussaini, los informadores han sido uno de los objetivos de Israel durante esta guerra. Hoy asegura despertarse cada mañana tratando de aceptar la idea de que “quizá este día pueda ser el último” o pueda ser “el siguiente blanco de Israel”. Un temor con el que Maha, sin hijos a su cargo o compromisos familiares, estaba dispuesta a lidiar, pero que motivó la salida de Haula y su familia de la Franja. “La situación era extremadamente peligrosa para todos”, explica. “También conocía a muchos de los compañeros asesinados. De verdad sentías que la muerte estaba cerca, pero a mí lo que más miedo me daba era que alguno de mis hijos pudiera enfermar y no disponer de hospitales con medios donde poderle curar”, apunta. A la capital de Egipto llegaron ella y su familia el año pasado gracias a las gestiones y la cobertura económica del grupo Al Arabiya, para el que sigue trabajando como corresponsal, lo que le permite seguir sosteniendo a su familia. A Gaza, por ahora, no sabe si volverán, pero lo que sí tiene claro es la noticia que, en directo y llegado el momento, le gustaría dar: “Hoy, Palestina, ha dejado de estar ocupada. Todos aquellos que se marcharon ya pueden volver y reconstruir sus casas. Pueden regresar”. Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/gaza-territorio-arrasado-israel-sostenido-mujeres_1_12108728.html

martes, 25 de marzo de 2025

EEUU debe demostrar que está comprometido a llegar a un acuerdo en el diálogo con Rusia"

- Sputnik Mundo "EEUU debe demostrar que está comprometido a llegar a un acuerdo en el diálogo con Rusia" El acercamiento entre Estados Unidos y Rusia para buscar un acuerdo de paz duradero en el conflicto en Ucrania debe ser muy preciso y sin titubeos por parte de Washington, señala para Sputnik el internacionalista mexicano Rubén Ramos Muñoz. "EEUU debe demostrar que está comprometido a llegar a un acuerdo en el diálogo con Rusia, sobre todo en temas como el retiro de sanciones", reflexiona el internacionalista mexicano Rubén Ramos Muñoz. Asimismo, el analista considera que, en estos primeros acercamientos entre las naciones, cuyas conversaciones se han realizado en Riad, Arabia Saudita, están enfocados en los ámbitos comercial y militar. "Con estas acciones, se observa que Moscú y Washington están trabajando para poder establecer en el futuro, un acuerdo de paz fuerte y duradero", analiza. Lo que hay que saber: El 24 de marzo, las delegaciones rusa y estadounidense iniciaron las conversaciones en la capital saudita, mismas que duraron alrededor de 12 horas. Por parte de Moscú, acudieron el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, Grigori Karasin, y el asesor del jefe del Servicio Federal de Seguridad, Serguéi Beseda. Del lado de Washington, estuvieron presentes Michael Anton, director de planificación política del secretario de Estado, Marco Rubio; Keith Kellogg, el enviado especial del presidente Donald Trump para Ucrania, y Michael Waltz, el asesor de seguridad nacional. ¿De qué se habló? En un inicio, se estimaba que las charlas se centraran en los matices de una posible reanudación de la iniciativa relativa a la seguridad de la navegación en el mar Negro, algo que fue abordado durante la última llamada telefónica entre los presidentes Vladímir Putin y Trump. Finalmente, el 25 de marzo, los gobiernos de ambas naciones publicaron comunicados de prensa donde sintetizaron los temas abordados en el encuentro, así como pasos a seguir, entre los que destacan: Garantizar la aplicación de la Iniciativa del mar Negro, donde se vela por la seguridad de la navegación en esa zona. Asimismo, se descarta el no uso de la fuerza y la prevención de buques comerciales con fines militares. El desarrollo de estrategias para llevar a cabo los acuerdos de Putin y Trump sobre la prohibición de ataques a instalaciones energéticas rusas y ucranianas durante 30 días, que iniciaron a partir del 18 de marzo de este año. Existe posibilidad de prorrogar o retirarse del pacto, este último punto aplica en caso de incumplirse por cualquiera de las partes. El acuerdo del mar Negro debe estar vigente a partir del levantamiento de las sanciones contra el banco ruso Rosselkhozbank. EEUU ayudará a restablecer el acceso de Rusia al mercado mundial de las exportaciones agrícolas y de fertilizantes, disminuirá los costos de los seguros marítimos y mejorará el acceso a los puertos y los sistemas de pago para este tipo de transacciones. En este sentido, el canciller ruso Serguéi Lavrov, señaló que Moscú necesita claridad y compromiso de Washington para continuar en el camino de la negociación. "Necesitaremos garantías claras. Y las garantías pueden ser, dada la triste experiencia de acuerdos solo con Kiev, las garantías pueden ser únicamente el resultado de una orden de Washington a [Volodímir] Zelenski y su equipo para que lo hagan así y no de otra manera", apuntó. Posteriormente, el funcionario añadió que EEUU entiende que solo su Gobierno puede lograr que Kiev detenga los ataques contra instalaciones civiles. ¿Qué esperar? Ramos Muñoz, quien también es experto en negociaciones de política exterior, considera que, en los diálogos de Moscú y Washington sobre el conflicto en Ucrania, Rusia es la nación que saldrá triunfante. "A lo largo de la historia, el gran reto en las negociaciones es que las partes cumplan con lo establecido. Rusia ya ganó y está vislumbrando que le retiren las sanciones. El único rubro que podría entorpecer las charlas sería Zelenski. Sin embargo, en este mes, que es crítico, EEUU deberá demostrar que puede obligarlo a detenerse", estima. El especialista declara que, si Kiev insiste en atacar a Moscú, lo único que conseguirá es enfrentarse tanto a Rusia como a EEUU. "Ucrania tendría a EEUU y a Rusia en su contra. Ningún país podría sostener una ofensiva contra ellos", concluye.

lunes, 24 de marzo de 2025

Una UE en los BRICS?

¿Una UE en los BRICS? Por Santiago González Vallejo | 24/03/2025 | Economía Fuentes: Rebelión En estos tiempos de quiebra de una globalización que se estaba construyendo desde la II Guerra Mundial y acelerada desde la caída de la Unión Soviética, pasando a una correlación de poderes, tenemos el deber de repensar todo, incluyendo alianzas y monedas. En efecto, ha habido guerras e impulso de rebeliones cuando algunos países quisieron establecer como moneda de intercambio de su comercio exterior una diferente al dólar: los casos de Libia (con Gadafi y su unidad africana) e Iraq (con Hussein y la reclamación de que el pago de su petróleo no fuera en dólares). De hecho, la alianza de EE UU con los países petrolíferos, como Arabia Saudí y los Estados del Golfo, e incluso la Persia monárquica de los 50, descansa en la protección de sus oligarquías a cambio del uso exclusivo del dólar en el comercio de crudo. Ese poder del dólar, de ser moneda de intercambio y de atesoramiento del resto del mundo, incluyendo la compra de su deuda, se traduce en que supone en torno al 59% de las reservas de divisas mundiales, y está involucrado en casi el 88% de las transacciones en los mercados de divisas, según el Consejo Atlántico. También explica que EE UU tenga déficits comerciales permanentes (920.000 millones de dólares, solo en 2024) y un déficit (6,3% del PIB en 2023) y deuda pública neta grandiosos (cerca del 100% del PIB en 2024) y que, hasta ahora, no haya graves alteraciones en la valoración de su moneda por el resto del mundo ante sus cifras macroeconómicas, como sí lo tendría otro país. Comparando estas cifras con las de la UE, vemos las diferencias. Generalmente, esta tiene un saldo comercial ligeramente positivo en todos los ejercicios, y las deudas públicas de los países miembros y de la zona euro son significativamente menores, alrededor del 80% de sus PIB. Hay otro dato relevante: el pago de intereses de la deuda pública de EE UU sobrepasará su gasto nominal en defensa, ya de por sí el mayor del mundo (unos 800.000 millones), más del triple del de China. La demanda del papel dólar hace, como la caricatura que conocemos, que el resto del mundo –los antiguos indios de las películas– dé sus coches chinos o europeos, a cambio de unos papelitos de colores (y sus emisiones de deuda) que sirven para comprar petróleo o guardarlos en las reservas de sus bancos centrales. No es casual, entonces, que Fitch rebajase en verano de 2023 la calificación de la deuda estadounidense de triple A hasta AA+. Frente a este cuento económico –entre otras razones–, se está levantando una alternativa, los BRICS, una agrupación de Estados aún no consolidada, formada por Brasil, China, Egipto, Emiratos Árabes, India, Irán, Indonesia, Rusia y Sudáfrica, y cuya aura crece con Estados asociados, como Malasia y Turquía. Tiene como agenda fortalecer sus relaciones evitando el dólar como moneda de intercambio y, de momento, un desarrollo de una divisa canasta que incluiría el oro como soporte. Hay problemas objetivos para una moneda común, que impiden su concreción consensuada y universalización, en elementos relevantes como la gobernanza y la asignación de reservas; pero ya se está en un proceso de desdolarización, bilateral y múltiple. Es aquí donde la UE debería acercarse, desdolarizando su economía, ampliando sus relaciones con ellos e, incluso, con la opción de asociarse, no tanto para romper o enemistarse con EE UU, sino para, de momento, ganar autonomía estratégica. Santiago González Vallejo, economista Este artículo fue publicado en 5Días, el 22 de marzo de 2025 Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

héroe palestino y los mitos de Hollywood

El héroe palestino y los mitos de Hollywood Por Abdulrahman Jamal | 24/03/2025 | Mentiras y medios Fuentes: Al-Akhbar. Foto, El Movimiento de la Yihad Islámica en Palestina (IJP) anunció el martes el asesinato de su líder, Naji Abu Seif, conocido por el nombre de guerra "Abu Hamza". (Diseño: Palestine Chronicle). Traducido del inglés por Marwan Pérez para Rebelión. Hollywood, respaldado por los Estados Unidos, siempre ha tratado de crear la imagen del «superhéroe» invencible a través de personajes como Superman, Batman y el Capitán América, figuras destinadas a encarnar el poder absoluto, proteger al mundo y salvar a los inocentes. En estas películas, el héroe aparece enmascarado, poseyendo habilidades sobrehumanas, luchando contra el «mal» en nombre de la justicia. Pero lo que Hollywood nunca nos dice es que este «héroe» es parte de una máquina de propaganda diseñada para promover la imagen de Estados Unidos como una fuerza del bien absoluto, incluso mientras arma y apoya la ocupación para matar a personas inocentes. En contraste, a través de la lente de la realidad, surgió «Abu Hamza«, el portavoz de Saraya Al-Quds, o el mártir Naji Abu Seif. Después de que se levantó la máscara, apareció como un verdadero luchador palestino, sin efectos cinematográficos o como un ser con superpoderes, pero con una determinación más fuerte que la ficción. Cuando se quitó la máscara después de su martirio, no reveló el rostro de un héroe mítico fabricado en los estudios cinematográficos. En cambio, era el rostro de un joven sencillo que vivía entre su pueblo, luchaba por ellos y era martirizado por la causa de su patria. Del mismo modo, Abu Obeida, portavoz de Al-Qassam —y de hecho de todas las facciones— parecía enmascarado de tal manera que, según las encuestas, su aparición transmitía una fuerza, una anticipación y un poder de contención que superaban las operaciones sobre el terreno. De hecho, una palabra del hombre enmascarado [Al-Mulatham] tenía más fuerte que los cohetes. Durante años, los medios de comunicación occidentales han retratado al combatiente palestino como nada más que un «terrorista» o un «forajido», mientras que describen al soldado estadounidense o «israelí» como un héroe que lucha por la «libertad». Sin embargo, el palestino ha demostrado ser el legítimo propietario de la tierra y de la verdadera narrativa. En contraste, sus supuestos héroes, productos del papel y el teatro, han sido expuestos como cobardes, opresores y facilitadores de crímenes contra la humanidad. La realidad fue diferente cuando se reveló el rostro de Abu Hamza; No coincidía con la imagen estereotipada que se había impreso en la mente de la gente. Era un joven normal, de rasgos tranquilos, alguien que podría haber sido cualquier persona que conoces: un vecino, un amigo, un hermano. Pero eligió el camino de la resistencia, convirtiéndose en la voz de los sin voz. ¿Cuánta gente imaginó que detrás de la máscara había un enorme guerrero con rasgos feroces y una mirada penetrante, como las películas de acción estadounidenses retratan a sus héroes? ¿Cuántos espectadores asumieron que un combatiente palestino debía ser una bestia sin emociones? Pero cuando se reveló su rostro, vimos ojos que llevaban la historia de un cautivo que desafiaba a su carcelero, un corazón latiendo con humanidad por su pueblo y sus camaradas, y una sonrisa amable que le recordaba al mundo que los verdaderos héroes no necesitan superpoderes para ser inmortalizados en la historia. Como siempre, «Israel» cree que matando a una persona, puede acabar con su causa. Sin embargo, no ha entendido que la voz de Abu Hamza no desaparecerá. En cambio, resonará en las generaciones venideras, llevando adelante la causa palestina. Su voz no era simplemente una «declaración militar», era el latido del corazón de la resistencia, un símbolo del hombre común que se convirtió en una verdadera leyenda, no porque poseyera superpoderes, sino porque tenía fe y resistencia frente a la ocupación. A diferencia de los héroes de Hollywood, diseñados en salas de guiones y que cobran vida por actores ante la cámara, Abu Hamza emergió del mismo campo de batalla, de las calles y callejones de Gaza, de los escombros de las casas destruidas. No necesitó un supertraje ni habilidades extraordinarias, solo una voluntad inquebrantable y una determinación inquebrantable que lo convirtieron en un símbolo de la resistencia palestina. Si «Superman» fue creado como un modelo de poder estadounidense, entonces Abu Hamza fue la encarnación de la fuerza del palestino común, que no necesita efectos visuales ni narrativas ficticias para forjar su legado. Era real en todo el sentido de la palabra: luchaba en el terreno, protegía a su pueblo y hablaba al mundo con una voz que «Israel» no podía silenciar, incluso después de su martirio. Al final, Abu Hamza no será un nombre más en la lista de mártires palestinos. Seguirá siendo un símbolo atemporal, inspirando a las generaciones futuras y recordando al mundo la verdad de esta lucha. La máscara pudo haber caído, pero el hombre no, ni tampoco su causa. Si la ocupación cree que puede terminar la historia asesinándolo, aún no se ha dado cuenta de que las verdaderas historias no terminan con la muerte, sino que comienzan con ella. El simbolismo de esta figura radica en su pervivencia y permanencia, tal como el artista Naji Al-Ali se ha convertido en modelo. Hoy, los palestinos levantan sus máscaras para decirle al mundo: «No somos personajes cinematográficos. No somos superhéroes nacidos en los estudios de Hollywood. Esta es nuestra vida real, esta es nuestra lucha y esta es nuestra fuerza frente a la ocupación». ¿Ha entendido «Israel» el mensaje? Abu Hamza reaparecerá una vez más, no con efectos visuales o sonoros, sino él mismo, con su propia voz, sus propios ojos, su máscara real y una diadema negra bordada con «Saraya Al-Quds», agitando su mano derecha con una poderosa promesa. En ese momento, la verdad será innegable: las escuelas de la historia han escrito que el palestino permanece erguido con honor a pesar de todos los intentos de aniquilarlo. Por mucho que la ocupación intente borrar su rostro, olvida que el linaje palestino está profundamente arraigado y se extiende cada vez más, y que el vientre palestino sólo da a luz a héroes. En ese momento, frótese bien los ojos y tenga la certeza de que el heroísmo es original y lingüísticamente palestino. Tu sol nunca se pondrá, Abu Hamza. Fuente original: Al-Akhbar / https://t.me/RNNunofficial/11930 Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

domingo, 23 de marzo de 2025

Puede que las guerras eternas terminen, pero Trump no es un pacificador

Puede que las guerras eternas terminen, pero Trump no es un pacificador Por Jonathan Cook | 21/03/2025 | EE.UU. Fuentes: Rebelión Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo Nota del traductor: Este artículo fue escrito tres días antes de que Israel rompiera la tregua y volviera a bombardear la Franja de Gaza, asesinando a cientos de civiles. Una nueva guardia de cleptócratas quiere conseguir acuerdos rápidos sobre Gaza y Ucrania no porque desee la paz sino porque ha encontrado una mejor manera de enriquecerse aún más. Cualquier persona que intente encontrar sentido a la política de la nueva Administración estadounidense con respecto a Gaza debe estar con una tremenda jaqueca. En un principio el presidente Trump defendió la expulsión masiva de los palestinos del minúsculo territorio destruido por Israel a lo largo del último año y medio, para poder levantar la “Riviera de Oriente Próximo” sobre los cuerpos aplastados de los niños de Gaza. La semana pasada prosiguió con una amenaza explícitamente genocida dirigida al “pueblo de Gaza”, que cuenta con más de dos millones de habitantes. Dijo que estarían “muertos” si los rehenes israelíes retenidos por Hamás no son liberados rápidamente, una decisión sobre la que la población de Gaza no tiene ningún control. Para hacer más creíble esta amenaza de exterminio, su administración ha acelerado el envío de un nuevo lote de armamento estadounidense a Israel por valor de 4.000 millones de dólares sin pasar por el trámite de aprobación del Congreso. Dichas armas incluyen más unidades de las bombas de 1.000 kilos enviadas por la administración Biden, que sirvieron para convertir Gaza en una gigantesca escombrera, como la denominó el propio Trump. La Casa Blanca también aprobó la reimposición del bloqueo que vuelve a cortar el acceso de comida, agua y combustible a la Franja, una nueva evidencia de las intenciones genocidas de Israel. Pero mientras todo esto tenía lugar, Trump envió a la zona a un emisario especial, Adam Boehler, para negociar la liberación de las pocas decenas de rehenes israelíes que aún permanecen en Gaza. Estaba autorizado para acabar con más de 30 años de política exterior estadounidense y reunirse directamente con Hamás, que Washington considera desde hace tiempo una organización terrorista. “Buenos chicos” Según parece la reunión tuvo lugar sin el conocimiento de Israel. Un funcionario israelí observó: “No puedes anunciar que es preciso eliminar y destruir a esta organización [Hamás] y apoyar a Israel para que lo haga, y al mismo tiempo celebrar encuentros secretos con el grupo”. En una entrevista para la [cadena de televisión] CNN, Boehler señaló en referencia a Hamás: “No tienen cuernos en la cabeza. En realidad son tipos como nosotros. Son buenos chicos”. Luego, en otro movimiento sin precedentes, Boehler concedió entrevistas a canales de televisión israelíes para hablar directamente al público, aparentemente con el fin de evitar que el primer ministro Benjamin Netanyahu tergiversara el contenido de sus conversaciones con Hamás. En una de esas entrevistas Boehler declaró que Hamás había propuesto una tregua de cinco a diez años con Israel. Durante ese periodo “abandonaría las armas” y renunciaría al poder político en Gaza. Boehler describió la propuesta como “una primera oferta nada mala”. En otra entrevista se refirió a los prisioneros palestinos como “rehenes”. Esta conducta obligó a los israelíes a contener su furia, incapaces de decir gran cosa por miedo a enemistarse con Trump. “No es un agente de Israel” En paralelo a esto, el enviado de Trump a Oriente Próximo Steve Witkoff -que al parecer le puso las cosas claras a Netanyahu desde el principio al ordenarle que asistiera a una reunión en sabbat- se dirigió a Doha esta semana para intentar restablecer un acuerdo de alto el fuego que había negociado anteriormente. Parecía decidido a presionar a Israel para que cumpla la segunda fase de ese acuerdo, que exige que el ejército israelí se retire de Gaza y detenga su guerra contra el enclave. Esto allanaría el camino para una tercera fase, la de la reconstrucción de Gaza. Según ciertos informes, las condiciones de Witkoff son que Hamás acepte desmilitarizarse y que sus combatientes abandonen el enclave. Israel se opone rotundamente a una segunda fase. Quiere ceñirse a la primera, que termina con el intercambio de los restantes prisioneros retenidos por Hamás por miles de palestinos prisioneros en los campos de tortura israelíes. Su idea es que una vez completada esta fase tenga vía libre para continuar con la matanza. Boehler reforzó el mensaje de Witkoff afirmando que la Casa Blanca esperaba “reactivar” las conversaciones y que Estados Unidos no era “un agente de Israel” (reconociendo implícitamente que durante décadas lo había parecido). El propio Trump indicó que había cambiado de opinión el miércoles, cuando afirmó a los periodistas que “nada expulsará a los palestinos”. La espada de la venganza Aparentemente contradiciendo la afirmación de Boehler de que Estados Unidos es capaz de tomar sus propias decisiones sobre Oriente Próximo, el jueves nos enteramos de que Trump le había retirado el encargo de negociar sobre los rehenes tras las objeciones israelíes. Al mismo tiempo Trump hizo trizas las protecciones de la Primera Enmienda sobre derecho de expresión política, específicamente en relación con Israel. El presidente firmó un decreto ejecutivo autorizando a las autoridades estadounidenses a detener y deportar a los titulares de visados que protesten por la matanza de año y medio que Israel comete en Gaza y que el más alto tribunal del mundo está investigando como “posible genocidio”. Eso provocó la pronta detención de Mahmud Jalil, uno de los líderes de las protestas estudiantiles de la pasada primavera en la Universidad Columbia de Nueva York, una de las más destacadas de las docenas de prolongadas manifestaciones que se produjeron en los campus de EE.UU. el pasado año, a menudo reprimidas violentamente por la policía. El Departamento de Seguridad Interna acusó a Jalil de “presuntas actividades de apoyo a Hamás”, es decir, de protestas en los campus. Se suponía que estas manifestaciones eran una amenaza para “la seguridad nacional de Estados Unidos”. “Esta no es sino la primera detención de muchas otras”, escribió Trump en las redes sociales, declarando que su Gobierno perseguirá a cualquiera que “participara en actividades proterroristas, antisemitas y antiestadounidenses”. El sitio web Axios informó la pasada semana de que el secretario de Estado Marco Rubio planeaba utilizar inteligencia artificial (IA) para rastrear las cuentas en redes sociales de los estudiantes extranjeros, en busca de señales de “simpatías terroristas”. Estos acontecimientos formalizan la hipótesis de Washington de que cualquier oposición a las masacres y amputaciones de Israel a decenas de niños palestinos debe equipararse al terrorismo, una opinión cada vez más compartida, al parecer, por las autoridades del Reino Unido y Europa. De forma concertada, la Casa Blanca anunció que cancelaba unos 400 millones de dólares en subvenciones y contratos federales a la Universidad de Columbia por su “inacción continuada ante el acoso persistente a los estudiantes judíos”. Por extraño que parezca, las autoridades de dicha universidad fueron de las más duras a la hora de llamar a la policía para acabar con las protestas contra el genocidio. Pero los recortes financieros provocaron el efecto deseado y la Universidad de Columbia anunció el jueves que impondría castigos estrictos, incluyendo la expulsión y la retirada de títulos, a los estudiantes y graduados que hubieran participado en las sentadas del campus del pasado año. Alrededor de otras sesenta instituciones han recibido cartas advirtiéndoles de que podrían retirarles las subvenciones si no “protegían a los estudiantes judíos”, en referencia a quienes apoyan los crímenes de guerra de Israel. Eso tendrá un coste elevado para otros estudiantes, muchos de ellos judíos, que han ejercido su derecho constitucional a criticar los crímenes de Israel. Una espada de venganza se cierne ahora sobre cualquier centro de enseñanza superior que reciba fondos públicos en Estados Unidos: aplasten cualquier signo de oposición a los crímenes de Israel o deberán enfrentarse a graves consecuencias financieras. “Retórica desconcertante” ¿Puede entreverse en todo esto una estrategia clara? ¿Tiene algún sentido? Estos mensajes contradictorios muestran un patrón en la administración Trump. Su estrategia global es, en palabras de Francesca Albanesa, la relatora especial de la ONU para los territorios ocupados, la “sobrecarga psicológica”. “Lanzarnos cada día dosis XXL [extra-extra grandes] de retórica desconcertante y políticas erráticas sirve para ‘controlar el guión´, distraernos, desorientarnos y normalizar lo absurdo, todo ello mientras se perturba la estabilidad global (y se consolida el control estadounidense)”. La Casa Blanca está haciendo algo parecido con Ucrania. Ahora está hablando directamente con Rusia, cerrando la puerta de entrada de la OTAN a Ucrania y humillando públicamente a su presidente, al tiempo que amenaza con nuevas sanciones y aranceles a Moscú si no acepta un rápido alto el fuego. El objetivo del Gobierno de Trump es normalizar sus incoherencias, hipocresías, mentiras y maniobras de distracción para que pasen a ser completamente anodinas. La oposición a sus deseos –unos deseos que cambian día a día, o semana a semana- se considerará traición. La única respuesta segura en tales circunstancias es la aquiescencia, la pasividad y el silencio. En el tumultuoso escenario político creado por Trump, lo único constante –nuestra Estrella Polar- es el incondicional apoyo de los medios de comunicación occidentales a las industrias bélicas de Occidente. Consideremos la administración Biden. La condena más dura por parte de los medios de comunicación no fue por la destrucción que Washington causó en Afganistán durante sus 20 años de ocupación, sino por poner fin a la guerra, una guerra que había dejado al país en ruinas y al enemigo oficial, los talibanes, más fuertes que nunca. Comparemos eso con la decidida nula respuesta de esos mismos medios a los 15 meses en los que Biden ha estado proporcionando las armas que han facilitado el genocidio israelí. Este comportamiento ha demostrado con creces la falsedad de sus supuestas preocupaciones humanitarias, incluyendo sus alabanzas al orden global posterior a la Segunda Guerra Mundial y al derecho internacional. Asimismo, los medios de comunicación han criticado abiertamente los acercamientos de Trump a Rusia sobre Ucrania, poniéndose del lado de los líderes europeos que insisten en que la guerra debe continuar hasta el amargo final, independientemente de cuánto aumente el número de muertos ucranianos y rusos como resultado. Y, como era de esperar, los medios de comunicación han hecho todo lo posible para acomodarse al apoyo de Trump a Israel, a la retórica y las acciones abiertamente genocidas hacia Gaza. Ha sido alucinante comprobar cómo los medios que habitualmente definen a Trump como un peligro para la democracia hacían lo imposible para blanquear su llamada explícita a exterminar a “la población de Gaza” si los rehenes no eran inmediatamente liberados. Así que sugirieron falazmente que el presidente sólo se refería a los dirigentes de Hamás. Trump y su equipo no son los únicos expertos en las artes oscuras del engaño. Trampa de ilegitimidad Aunque puede que la administración Trump esté jugando al despiste con la cultura política de Washington, lo cierto es que se está adhiriendo en gran medida al guión tradicional de Occidente sobre Israel y Palestina. Witkoff y Boehler están desplegando una estrategia trillada, encadenando a los palestinos a lo que podría llamarse una trampa de ilegitimidad. Serán condenados si lo hacen y condenados si no lo hacen. Por mucho que sean ellos los desposeídos y los maltratados, son los palestinos y cualquiera que les apoye los villanos, los criminales, los opresores, los que odian a los judíos, los terroristas. Y esto es así no solo para Hamás, sino también para los acomodaticios de Fatah. Frente a la implacable desposesión provocada por décadas de colonización israelí, las facciones palestinas han respondido principalmente de dos formas. Una es adoptar la vía consagrada en el derecho internacional como derecho de todos los pueblos ocupados: la resistencia armada. Este es el camino que ha tomado Hamás al gobernar el campo de concentración que es Gaza. Sin embargo, todas las administraciones estadounidenses, incluida la actual, han condicionado cualquier conversación sobre la creación de un Estado a que los palestinos renuncien a la resistencia armada desde el principio, desestimando su derecho a la rebelión, consagrado en el derecho internacional, como terrorismo. Esa es la razón por la que hasta ahora Hamás había sido excluido de las negociaciones. Las conversaciones que han tenido lugar lo han hecho bajo el supuesto de que Hamás debe desarmarse antes de que Israel haga concesiones. Hamás debe renunciar a sus armas voluntariamente -contra un adversario armado hasta los dientes, cuya mala fe en las negociaciones es legendaria- o será desarmado a la fuerza por Israel o por su rival, Al Fatah. En otras palabras, la paz con Israel se basa en la guerra civil para los palestinos. Ese parece ser el camino que seguirá la administración Trump. Por ahora, exige que Hamás se “desmilitarice” voluntariamente. Cuando eso fracase, Hamás se encontrará otra vez en el punto de partida. Acuerdo interminable (Una acomodación interminable) Frente al plan de limpieza étnica de Trump, Hamás no tiene ningún incentivo para el desarme, sino todo lo contrario. Sus rivales de Al Fatah están claramente atrapados en su propia trampa, aún peor, de ilegitimidad. La facción de Mahmud Abbas, que dirige la Autoridad Palestina (AP) en Cisjordania ha elegido la alternativa a la resistencia armada: la diplomacia y la infinita acomodación política. El problema es que Israel nunca ha mostrado el mínimo interés en garantizar un Estado para los palestinos, ni siquiera para los “moderados” de Fatah. Ni siquiera durante el denominado “ápice del proceso de paz”, los Acuerdos de Oslo de los 90, se mencionó una sola vez al Estado palestino. Oslo no fue sino un proceso nebuloso en el que se suponía que Israel se retiraría gradualmente de los territorios ocupados a medida que los líderes palestinos se responsabilizaran de mantener la “seguridad”, lo que en la práctica significaba la seguridad de Israel. En resumen: el concepto de “paz” de Oslo se diferenciaba poco del statu quo existente en Gaza previo al inicio del genocidio. Durante su supuesta retirada en 2005, Israel replegó a sus soldados a un perímetro fortificado y desde allí controló todos los movimientos y el comercio dentro y fuera del enclave. En el espacio desocupado, Israel sólo permitió una autoridad local con pretensiones, que dirigía las escuelas, vaciaba las papeleras y actuaba como contratista de seguridad para Israel frente a quienes no estaban dispuestos a aceptar esto como su destino permanente. Hamás se negó a aceptarlo. Por su parte, la Autoridad Palestina de Abbas aceptó este modelo para los territorios asignados en Cisjordania, asumiendo que su obediencia rendiría finalmente frutos. Pero no ha sido así. Ahora Israel se está preparando para anexionar formalmente la mayor parte de Cisjordania, con el respaldo de la administración Trump. Entre bastidores, la Casa Blanca está negociando el apoyo de los países del Golfo. Al Fatah, al igual que Hamás, no puede librarse de la trampa de ilegitimidad que le han tendido Washington y Europa. Aferrarse al viejo orden Paradójicamente, los críticos en Washington, respaldados por los medios de comunicación y las élites europeas, desestiman las acciones de Trump en Ucrania al considerarlas el apaciguamiento de un imperialismo ruso supuestamente resurgente, en lugar de como pacificación. Estos mismos críticos están igualmente desconcertados por las reuniones de la administración Trump con Hamás. Todo esto rompe con décadas del consenso de Washington, que dictamina quiénes son los buenos y quiénes son los malos, quiénes los guardianes del orden y quiénes los terroristas. Como es habitual, Trump está trastocando estas antiguas certezas. La respuesta instintiva y tranquilizadora es tomar partido por uno u otro bando. O bien Trump es un rompedor de moldes, que rehace un orden mundial disfuncional, o es un fascista en ciernes, que acelerará el colapso del orden mundial establecido, derrumbándolo sobre nuestras cabezas. Lo cierto es que es ambas cosas. Hay una coherencia en el enfoque de Trump tanto hacia Ucrania como hacia Gaza, a pesar de la aparente contradicción. En ambos casos parece decidido a poner fin a un statu quo fallido. En el primero, quiere poner fin a la guerra y la destrucción obligando a Ucrania a rendirse; en el segundo, quiere que desaparezca la úlcera sangrante de un campo de concentración palestino vaciándolo por la fuerza de sus habitantes. Esta nueva consistencia reemplaza a la anterior, en la que la élite de Washington perpetuaba guerras eternas contra demonios inventados que justificaban el desvío de la riqueza nacional a las arcas de las industrias bélicas de las que dependía la riqueza de esa élite. Los pretextos para esas guerras eternas se habían vuelto tan obsoletos y desestabilizadores en un mundo de recursos cada vez más escasos, que las élites detrás de esas guerras estaban totalmente desacreditadas. La extrema derecha, y más concretamente Trump, está cabalgando esa ola de desencanto. Y su éxito radica precisamente en esta ruptura de normas, al presentarse como alguien que va a acabar con la vieja guardia de los belicistas corporativos. A medida que los Bidens, Starmers, Macrons y Von der Leyens se hunden más en el fango, con más desesperación se aferran a un sistema que se desmorona. El desbarajuste de Trump juega en su contra. Preparando sus nidos Pero la nueva guardia no está más interesada en la paz que la vieja guardia, como se evidencia en Gaza. Simplemente está buscando nuevas maneras de hacer negocios, nuevos acuerdos que sigan desviando la riqueza nacional hacia los bolsillos de los multimillonarios. Trump preferiría hacer lucrativos negocios con la Rusia de Vladimir Putin sobre los recursos de Rusia y Ucrania que destinar más dinero a una guerra inútil que bloquea las inmensas ganancias potenciales de una región. Y preferiría acabar con la zona de exclusión en la que Gaza lleva décadas, un centro de detención para palestinos, cuando podría convertirse en un resort de lujo para ricos y poder explotar finalmente sus vastas reservas costeras de gas. La nueva guardia de cleptócratas está menos interesada en guerras eternas, no porque sean amantes de la paz, sino porque creen que han encontrado una mejor manera de hacerse aún más ricos. Esta novedosa apertura a “hacer las cosas de modo diferente” posee un cierto atractivo, especialmente después de décadas en las que las mismas élites cínicas emprenden las mismas guerras cínicas. Pero no nos equivoquemos: lo fundamental permanece sin cambios. Los ricos siguen velando por sí mismos, siguen preparando sus propios nidos, no los nuestros. Siguen considerando al mundo como su juguete, un lugar en el que los humanos inferiores –usted y yo- son sacrificables. Si puede, Trump pondrá fin a la guerra en Ucrania cerrando un acuerdo lucrativo con Rusia por encima de Kiev. Si puede, Trump pondrá fin a la carnicería de Gaza firmando un acuerdo con Israel y los Estados del Golfo, por encima de Hamás y Fatah, para ejecutar la limpieza étnica del pueblo palestino y expulsarlo de su patria. Y si puede salirse con la suya, Trump también está listo para algo más. Está dispuesto a cortar cabezas en su país para asegurarse de que sus críticos no puedan impedir que él y sus colegas multimillonarios consigan lo que quieren. Fuente: https://jonathancook.substack.com/p/the-forever-wars-may-be-over-but El presente artículo puede reproducirse libremente siempre que se cite a su autor, a su traductor y a Rebelión como fuente del mismo.

rán lanza advertencia tras amenazas de EEUU: "Estamos preparados para cualquier situación.

- Sputnik Mundo, Irán lanza advertencia tras amenazas de EEUU: "Estamos preparados para cualquier situación En medio del discurso confrontativo de la Casa Blanca, Irán se mantiene en una postura de diálogo, pero seguro de que sabrá responder a cualquier intimidación, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, este 23 de marzo. "No buscamos la guerra; no tenemos miedo y estamos preparados para cualquier situación", dijo el funcionario, citado por la agencia Mizan. "No nos dirigimos hacia la guerra y la evitaremos en la medida de lo posible porque tiene sus costos, sus riesgos y sus pérdidas", agregó Araghchi. El presidente estadounidense Donald Trump envió una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, advirtiéndole que Teherán tiene un plazo de dos meses para alcanzar un acuerdo nuclear con Washington. Irán declara que el acuerdo nuclear en su forma actual no puede renovarse. Araghchi también dijo que los términos del acuerdo nuclear de 2015 deben renegociarse porque la situación del país ha cambiado y las antiguas condiciones ya no benefician a sus intereses. "En mi opinión, el pacto de 2015 en su forma actual no puede renovarse. No sería de nuestro interés porque nuestra situación nuclear ha avanzado significativamente y ya no podemos volver a las condiciones anteriores", declaró. Anteriormente, Aragchi comentó que el programa nuclear iraní es y seguirá siendo pacífico, y añadió que Teherán no negociaría bajo presiones o amenazas de Estados Unidos o de cualquier otra nación.

sábado, 22 de marzo de 2025

Israel castiga a los palestinos, por su propio fallo de inteligencia

Israel castiga a los palestinos, por su propio fallo de inteligencia Por Vijay Prashad | 22/03/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Rebelión [Foto: Cientos de miles de personas vuelven a donde estaban sus hogares en el norte de Gaza] Traducido del inglés para Rebelión por Jesica Safa El 27 de enero de 2025 miles de palestinos y palestinas abandonaron sus refugios temporales en el sur de Gaza y caminaron en masa hacia el norte. Cruzaron varias ciudades a lo largo del camino, una larga línea de personas a lo largo del mar Mediterráneo. Estaba claro que no era una acción espontánea porque todas esas personas parecían saber que ese era el día perfecto para regresar a sus hogares destruidos. Cámaras montadas en drones filmaron el avance y los jóvenes escalaron torres de metal para colocar banderas de Palestina, casi en señal de celebración de su histórico viaje. Hamás calificó la marcha hacia el norte de “victoria para nuestro pueblo” y de “declaración del fracaso” del intento israelí de anexionar Gaza. Un antiguo estrecho aliado del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Itamar Ben Gvir, estuvo de acuerdo con Hamas. Dijo que la marcha hacia el norte era una ”victoria para Hamas” y una “derrota para Israel”. Al final del día, los palestinos y palestinas que habían llegado a la ciudad de Gaza encendieron el fuego de las cocinas que enviaron una señal a los satélites de que la luz (incluso generada por el fuego y no por electricidad) había regresado a la ciudad de Gaza. Debido al acuerdo de cese al fuego, los camiones de ayuda comenzaron a entrar en Gaza en cantidades mucho mayores que antes (hasta 600 por día a mediados de febrero de 2025). La UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para las y los Refugiados Palestinos, abrió 37 albergues en el norte, incluidos siete en la ciudad de Gaza (uno de ellos solo para mujeres, así como unos modestos servicios mèdicos para mujeres embarazadas). El día anterior al sagrado mes islámico de Ramadán la UNRWA anunció que había comenzado a proporcionar ayuda alimentaria a unos 2 millones de palestinos y palestinas (el 90% de los que permanecen en la Franja de Gaza). “Estamos preparados para el Ramadán», me dijo por WhatsApp Ahmed al-Raqab, quien vive en la ciudad de Gaza. En el noveno mes del calendario islámico se celebra Ramadán, un mes de reflexión y oración. Los primeros diez días de Ramadán se conocen como los Días de la Misericordia (Rahmah), pero estos primeros diez días resultaron ser un calvario. “No tenemos mucho, pero ayunaremos y luego, por la noche, compartiremos lo que tenemos para poder tener un momento memorable con nuestras familias y amigos”. Luego, más tarde, cuando cayó la noche, me escribió de nuevo solo para que me quedara tranquilo: “Aunque no quede nada, amigo mío, tenemos algo de duqqa, y vamos a soñar con sayadiyya para cuando usted coma con nosotros”. Duqqa es una deliciosa mezcla de avellanas trituradas con comino y menta, mientras que sayadiyya es pescado cocinado con chiles y se come con arroz y cebollas fritas. Incluso en medio de la nada, existe lugar para los sueños. Pero el Ramadán comenzó con tristeza para muchos palestinos y palestinas en Gaza. Fátima al-Absi en Jabaliya no podía ir a rezar en su mezquita habitual porque fue arrasada por las bombas. “Todo ha cambiado”, dijo. “No tengo marido, ni hogar, ni comida digna ni vida digna. Su esposo fue asesinado por una bomba israelí. Su vida ha quedado reducida. Pero se rodeó de lo que quedaba de su familia en el norte de Gaza y encontró su propia manera de celebrar el Ramadán. El 2 de marzo Israel dejó de permitir que cualquier camión de ayuda humanitaria ingresara en Gaza, con lo cual cortó los suministros (incluidos los alimentos) a los palestinos y palestinas que acababan de comenzar su mes de Ramadán. Este acto de guerra violó el acuerdo de alto al fuego. El gobierno israelí dijo que se debía a que Hamas no había liberado a los rehenes. Pero esta no es la razón exacta por la que Israel reinició sus políticas genocidas contra la comunidad palestina. Es importante recordar que apenas unos días antes de que se cortara el suministro humanitario, Israel había sido humillado por la gran marcha palestina hacia el norte. Bloquear los camiones humanitarios fue una forma de venganza contra la población palestina por estropear los planes de limpieza étnica que habían puesto en marcha los israelíes para anexionar, al menos, el norte de Gaza. Con cientos de miles de palestinos y palestinas de vuelta en el norte, sería imposible construir la Riviera del presidente estadounidense Donald Trump y los asentamientos masivos con los que habían soñado los israelíes. El castigo fue acabar con la ayuda humanitaria. El crimen fue la gran marcha palestina hacia el norte. Pero el castigo no terminó con la suspensión de los camiones. El 11 de octubre de 2023 el gobierno israelí ordenó a la Compañía Eléctrica de Israel cortar el suministro eléctrico a Gaza y, por lo tanto, cerrar su planta de energía. Lo que sí seguía funcionando, incluso en circunstancias muy difíciles, era la planta de desalinización del Mar del Sur. Luego, el 9 de marzo de 2025, Israel anunció que cortaría cualquier energía que se había permitido hasta el momento, incluida la energía de la planta de desalinización, lo que significaba que Gaza tendria un suministro regular de agua limpia muy, muy limitado. Entonces, como si surgieran de la nada, los ataques aéreos comenzaron a intensificarse. Un ataque el 11 de marzo mató a cinco personas en la ciudad de Gaza. En Rafah, una mujer palestina fue asesinada por un dron israelí. Se trata de la máquina de guerra israelí ansiosa de reiniciar el bombardeo y empujar a los palestinos y palestinas nuevamente hacia el sur (1). Cortar el agua, la comida y la electricidad; los bombardeos otra vez; las amenazas de arrasar toda Gaza y empujarla hacia Egipto; la amenaza de construir resorts para los turistas de Tel Aviv y Houston: esta es la realidad para el pueblo palestino en Gaza. La escala de las acciones israelíes parece mucho mayor que el enojo por que los rehenes no han sido liberados. Claramente es una venganza por el 27 de enero. “¿Cómo están sobreviviendo todos en esta situación?”, le pregunto a Ahmed. “Deben de estar agotados por tanta tensión”. “Estamos bien», contestó, y luego añadió, para enfatizar o para convencerse a sí mismo, “estamos bien”. Globetrotter y No Cold War an producido este artículo. Nota: (1) N. de la t: este artículo se escribió orginalmente el 13 de marzo de 2025. días antes de que la madrugada del 18 de marzo se reanudaran los mortíferos bombardeos israelíes sobre Gaza que ya han matado a más de mil personas más. Texto original:https://znetwork.org/znetarticle/israel-inflicts-revenge-on-palestinians-for-its-own-intelligence-failure/ Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.

Venezuela ve la extradición de Richard Billings como una "nueva etapa" de relaciones con El Salvador

Venezuela ve la extradición de Richard Billings como una "nueva etapa" de relaciones con El Salvador CARACAS (Sputnik) — El Ministerio Público venezolano saludó la decisión de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador de extraditar al país a Richard Billings Cardozo Urribarri y consideró esta acción como un paso para la apertura de una nueva etapa de buenas relaciones bilaterales entre ambos países. "El Ministerio Público de la República Bolivariana de Venezuela, desea saludar la decisión de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador de aprobar la extradición a Venezuela del delincuente Richard Billings Cardozo Urribarri (…) y considera este proceder de las autoridades del El Salvador como un paso importante en la apertura de una nueva etapa de buenas relaciones bilaterales en defensa de la paz, la justicia y los derechos humanos", señala el comunicado difundido por la Fiscalía. De acuerdo con el texto, Cardozo Urribarri —autor de un atentado contra una carnicería que dejó un fallecido y tres heridos en 2023 en el estado de Zulia, quien era integrante del Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada El Yiyi— fue detenido tras la alerta roja solicitada por las fiscalías 69 con competencia Nacional y 48 del Zulia; por los delitos de asociación para delinquir, tráfico de armas y municiones, obstrucción de la libertad de comercio, terrorismo, homicidio intencional calificado por motivos fútiles y extorsión agravada. "Nuestra institución como titular de la acción penal recibe con beneplácito la manifestación de voluntad por parte de las autoridades de El Salvador de hacer entrega de este sujeto (…) Esta importante decisión es un triunfo de la cooperación penal que se ha sostenido gracias al esfuerzo de ambos países y que ha contado con el inestimable apoyo de Interpol", destaca el texto. Al respecto, el organismo señaló que las autoridades venezolanas se encuentran ejecutando las gestiones necesarias para el traslado y recepción del mencionado ciudadano a este país, en donde será presentado ante los tribunales competentes para ser juzgado por los delitos que se le atribuyen. La aprobación de la extradición de Cardozo Urribarri ocurre en medio de las tensiones entre Caracas y El Salvador por la deportación desde EEUU de 238 migrantes venezolanos a esa nación. Una vez en el país centroamericano, las personas fueron enviadas al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una cárcel de máxima seguridad ubicada en el departamento de San Vicente (centro). Anteriormente, el presidente de EEUU, Donald Trump, invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, para ordenar la deportación de 238 venezolanos que presuntamente formaban parte de la organización criminal Tren de Aragua. Los migrantes fueron enviados en avión a El Salvador, que recibió 6 millones de dólares de parte de EEUU para costear su detención, informó la Casa Blanca. Caracas condenó la acción de ambos Gobiernos y aseguró que "hará todo lo que haya que hacer" ante los organismos internacionales para garantizar el retorno de sus connacionales a Venezuela

viernes, 21 de marzo de 2025

guerra de Ucrania: análisis y antecedentes

Recomiendo La guerra de Ucrania: análisis y antecedentes Por Pedro Andrés González Ruiz | 21/03/2025 | Europa Fuentes: Rebelión Ahora que la guerra de Ucrania parece tocar a su fin, nos planteamos cómo se llegó allí. Más allá de entrar en el maniqueo ejercicio de víctimas y culpables, o peor aún, buenos y malos, nuestra propuesta es diferente. Se trata de rastrear los hechos vistos como formas concretas del movimiento de la relación social que regula la totalidad del orbe mundial. Lo cual empieza preguntándonos por la causa de los hechos que tenemos delante. La actual guerra de Ucrania, tal como la hemos conocido en los últimos tres años, tuvo su origen inmediato en la invasión rusa de febrero de 2022. Una primera pregunta asalta al observador: por qué Putin decide invadir Ucrania. Es claro que esta acción imperialista tiene su origen en la voluntad imperialista rusa de responder a supuestas agresiones del imperialismo occidental. Ambas voluntades imperialistas que se contraponen nos remiten a la lucha entre bloques geopolíticos. Encontrándonos en que para explicarnos la guerra de Ucrania hemos de ver la relación entre ambos imperios. Hemos de aclarar que en este planteo, referido a una coyuntura muy específica, el capital anglo-europeo aparece como unidad. Pero sabemos que no es así. Cuestión que se ha visto más evidente con la política de Trump, pero esto tendrá que ser materia de otro desarrollo. Las disputas entre bloques geopolíticos no resultan de divergencias morales, como la libertad, la democracia, la seguridad, o la fraternidad. Ese es el discurso que envuelve la verdadera causa, los intereses que nutren la acumulación de sus respectivos capitales: materias primas o recursos naturales, fuerza de trabajo, mercados, localizaciones o rutas de transporte y comunicaciones, básicamente. Es decir, las bases materiales de la reproducción ampliada del capital. Ucrania ofrecía muchos de estos motivos (potencia cerealistica, recursos energéticos, tierras raras, posicion estratégica y acceso directo al territorio ruso). También sabemos que esta lucha interimperialista en torno al territorio ucraniano no comenzó en 2022 y que tiene unos antecedentes, lo cual nos lleva a mirar las relaciones entre las dos potencias, Rusia y USA-UE, en torno al territorio ucraniano en su evolución histórica. Pero, hay algo más que no debe escapar a la mirada histórica atenta. Esta guerra interimperialista histórica de Ucrania es una forma concreta del enfrentamiento entre los dos bloques en torno a la expansión de la OTAN en Europa oriental. Aún más, este enfrentamiento no se limitó a la Europa del este sino que se extendió a lo largo y ancho de la tierra. Este es el marco que permite entender las revoluciones naranjas, primaveras árabes, golpes suaves que riegan la historia reciente de la humanidad desde los años noventa: Irak (1991, invasión en 2003, ocupación 2003-2011), Irán, Chechenia (1994-1996, 1999, 2005), Libia (2011, 2014-2020), Siria (2011-2024), Afganistan (2011), Líbano, Argelia, Venezuela, entre muchos otros. Por ello, para adquirir una comprensión amplia de la guerra de Ucrania hay que volver la mirada a los hechos que siguen al desmoronamiento de la URSS y, particularmente, a la lucha más o menos larvada en torno a su área de influencia desde inicio de los años noventa del siglo pasado. Veamos. La caída de la URSS sunió a todo el bloque soviético en una depresión económica y un desorden político. En los años 90, y hasta mediados de la segunda década del nuevo siglo, el incipiente capital ruso, deslumbrado por la modernidad occidental, demanda integrarse en el imperialismo anglo-europeo, pero será rechazado en diversas ocasiones. También intentará restablecer la colaboración con el antiguo Comecon, pero verá esfumarse su área histórica de influencia. No obstante, tendrá una tarea que realizar, desarrollarse. Primero saqueando el estado ex-soviético que se repartirán los gerentes de las empresas publicas y los burócratas del PCUS, los futuros oligarcas. Luego, reprimiendo, explotando y empobreciendo a la clase obrera rusa. Este ensimismamiento, en parte debido a su debilidad, lo relegará al papel de un observador resignado de la caída del imperio ex-soviético. Tras la reunificación alemana (1990) donde los líderes occidentales prometerán que la OTAN no se expandirá hacia Europa del Este, negarán a Gorbachov su propuesta de integrarse en una OTAN reformada. Entre tanto, ayudan a los países de Europa del Este para que vayan superando sus deprimidas economías con gobiernos prooccidentales que se irán integrando en la UE. En cambio, a Rusia, le negarán tal auxilio y le enviarán numerosos expertos que conduzcan su economía hacia el capitalismo. La tarea del Occidente atlantista consistió en separar a la URSS de su área de influencia (Europa del Este y algunos países de extremo oriente), por un lado, mientras se fomentaba su debilidad (fraccionamiento, hostigamiento, aislamiento, en definitiva que no despierte el oso), por el otro. Cualquiera que fuese la causa de la dinámica centrífuga de la URSS/Rusia, la tarea del imperialismo atlantista fue favorecerla. Así la expotencia mundial quedaba relegada a un papel subsidiario en la división internacional del trabajo le tenía asignado a Rusia en la acumulación mundial de capital En 1991 se disuelve la URSS, declarándose el final de la guerra fría con la victoria del capitalismo atlantista. Fukuyama proclamará el final de la historia que los intelectuales occidentales celebrarán. Le tocará a Yeltsin contemplar como el imperialismo atlantista interviene en toda Europa Oriental, espoleando la rusofobia heredada de la época soviética y agudizando las diferencias internas. Particularmente observará risueñamente el desmembramiento en 7 países de Yugoslavia (1992) y el bombardeo de Serbia en dos ocasiones (1995 y 1999), además de los conflictos del Cáucaso y Chechenia. A pesar de sus protestas, tendrá que beberse la ampliación de la OTAN en 1999 (Polonia, Chequia y Hungría). Posteriormente, será el turno de Putin, pese al buen rollo con los líderes occidentales, verá cómo la alianza se le planta enfrente con la entrada de Bulgaria, Lituania, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia y Letonia, estos dos últimos con fronteras con Rusia, en 2005. Sus protestas caen en saco roto, y la buena predisposición rusa tampoco logrará el acercamiento que las élites rusas anhelan. A Rusia le “surge” la segunda guerra de Chechenia (2005). Un poco antes, en 2004, en Ucrania estalla la revolución naranja, que el imperialismo anglo-europeo impulsa, y se establece un gobierno prooccidental cuya política favorece los intereses de USA y la UE frente a los rusos. En 2008 Bush-hijo declara la intención de incorporar a Ucrania y Georgia a la OTAN. Al mismo tiempo, el presidente ucranio (Yushenko) solicita la entrada en el organismo militar. Putin, de nuevo, se mostrará contrario. Además habrá de afrontar la guerra de Georgia (2008). No obstante, el proceso de integración de Ucrania en la OTAN se ve paralizado por el nuevo gobierno prorruso de Yanukovich (2010), salido de las elecciones. Rusia aprovecha para renovar su presencia en la base militar de Sebastopol, uno de sus bastiones en el Mar Negro que comunica con Oriente próximo. Entre tanto, el capital ruso se ha desarrollado y se hace con un área de influencia; el mercado interno se le queda estrecho y ha de salir a competir en el mercado mundial. Además, su potencia militar le habilita para establecer la necesaria área de seguridad (como mínimo, la neutralidad de Ucrania), que salvaguarde a Rusia de intromisiones militares extranjeras. Pues, como dice Marx, la violencia no solo es partera de la historia sino que es una potencia económica en sí. En 2013 surge el Euromaidan, una revuelta popular que, con intervención occidental, derrocará a Yanukovich y llevará al poder a un gobierno prooccidental. Pero, el nuevo gobierno y su política antirusa no será aceptado por todas las regiones. Crimea, que tiene la base militar de Sebastopol, será anexionada por Rusia en 2014. Occidente protestará enérgicamente: una cosa es desmembrar la URSS en 15 países, Checoslovaquia en dos o Yugoslavia en siete, y otra cosa es lo de Crimea, por lo que impondrán sanciones a Rusia. En 2014 y posteriormente en 2015, el gobierno ucraniano apoyado por el imperialismo anglo-europeo, inclumplirá sendos acuerdos de Minsk, que pretendían poner fin a la guerra del Donbás (2014). Una guerra desatada porque las regiones de Lugansk y Donetsk no reconocen al gobierno ucraniano y se independizan. Esta guerra se prolongará hasta que Putin, el 24 de febrero de 2022, pone en marcha la operación militar especial iniciando la invasión de Ucrania. Putin, un reaccionario religioso, antes un dialogante y moderno gobernante ruso, es presentado ahora como un autócrata loco y despiadado. Sin embargo, es lo que cualquier gobernante, el portavoz de la representación política del capital total ruso. Un capital que hubo de crecer lentamente, sin ayuda, sobre la base del expolio del estado ex-soviético y la explotación de la clase obrera rusa. Un capital que, mientras fue débil, hubo de conformarse con ver resignadamente y, a veces, ingenuamente cómplice, cómo el imperialismo occidental, al cual anhelaba vincularse, lo despreciaba y le detraía su otrora área de influencia. Pero que, llegado a un punto de su desarrollo, dotado de su poder militar en buena parte heredado de la URSS y propietario de fabulosas riquezas naturales además de 150 millones de habitantes, se enfrentó al último intento de cercarlo: la incorporación de Ucrania a la OTAN. El capital ruso, transformado en imperialismo ruso, reclama un sitio más determinante en el tablero geopolítico mundial, y esto empieza por reclamar su área de seguridad lo cual significa la neutralidad, como mínimo, de Ucrania. La guerra de Ucrania se nos presenta, entonces, como un episodio de la disputa histórica (desde la caída de la URSS) del nuevo imperio ruso, larvado lentamente por el capital ruso, frente al imperio euro-atlantista. Disputa que gira en torno al área de influencia (Europa del Este), por tanto de las riquezas ucranianas tanto materiales como estratégicas y que incluye el área de seguridad (neutralidad de Ucrania) del imperio ruso. Un imperio que avanza en su posicionamiento geopolítico, empujado por el capital ruso que se expande en la búsqueda de la apropiación del máximo plusvalor en el marco de la nueva división internacional del trabajo que ofrece la acumulación mundial de capital. Pedro Andrés González Ruiz, autor del blog Criticonomia Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Asesinato de Kennedy: las primeras revelaciones de los documentos desclasificados de la CIA.

- Sputnik Mundo Asesinato de Kennedy: las primeras revelaciones de los documentos desclasificados de la CIA. El presidente John F. Kennedy y su esposa Jacqueline llegan al aeropuerto de Dallas, el 22 de noviembre de 1963. - Sputnik Mundo, 1920, 21.03.2025 Donald Trump desclasificó miles de documentos relacionados con el asesinato de John F. Kennedy, arrojando luz sobre uno de los secretos más impactantes de la historia de Estados Unidos. "Tenemos muchos papeles. Tendrán mucho que leer", advirtió Trump. Los volúmenes de información publicada son realmente impresionantes. El Archivo Nacional de EEUU publicó 2.200 archivos largamente esperados, que suman 65.000 páginas. El asesinato de un agente de la CIA Uno de los documentos más intrigantes es una nota de junio de 1967 que relata la historia del capitán retirado de inteligencia militar de EEUU, Gary Underhill. Al día siguiente del asesinato de Kennedy, Underhill, estando "muy agitado", abandonó apresuradamente Washington y se refugió en casa de unos amigos en Nueva Jersey. Allí, los sorprendió al afirmar que el presidente había sido eliminado por una "camarilla de la CIA", involucrada en el tráfico de armas y drogas. La limusina que transportaba al presidente John F. Kennedy, mortalmente herido, en camino al hospital, momentos después de que le dispararan en Dallas, el 22 de noviembre. "Estaba sobrio, pero muy conmocionado. Atribuyó el asesinato de Kennedy a una camarilla de la CIA que se dedicaba a actividades de chantaje relacionadas con el tráfico de armas, drogas y otro tipo de contrabando, además de manipular intrigas políticas para sus propios fines", se lee en el documento. Seis meses después, Underhill fue encontrado muerto. Oficialmente, se trató de un suicidio, pero los documentos sugieren que pudo ser un homicidio. Tráfico de armas y un "Estado dentro del Estado" Los documentos desclasificados también revelan que la CIA estaba involucrada en el tráfico de armas. Por ejemplo, pocas semanas después del asesinato de Kennedy, la agencia transportó pistolas "Magnum" a través de la embajada de Japón, aunque sin municiones. Ya en 1961, el asesor de Kennedy, Arthur Schlesinger Jr., advirtió que la CIA se estaba convirtiendo en un "Estado dentro del Estado", llevando a cabo su propia política exterior. Según los documentos, estas preocupaciones no eran infundadas. El enigma de Lee Harvey Oswald La versión oficial del asesinato de Kennedy, basada en las conclusiones de la Comisión Warren, afirma que Lee Harvey Oswald actuó solo. Sin embargo, los materiales desclasificados ponen esto Lee Harvey Oswald, el único sospechoso oficial del asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy, habla con la prensa antes de su último interrogatorio. Según un informe de oficina de inteligencia de EEUU en la URSS, Oswald, quien disparó dos veces a Kennedy desde una distancia de más de 80 metros, era un tirador mediocre. En noviembre de 1991, el asistente del jefe del Comité para la Seguridad del Estado (KGB, por sus siglas en ruso), Viacheslav Nikonov, le informó al profesor estadounidense Albert Smith que Oswald no colaboró con Moscú, aunque estuvo bajo vigilancia durante su estancia en la URSS. El documento indica que el tirador estadounidense era malo, apenas acertaba en los blancos.