Efecto Wuhan y Geopolítica de la Infodemia en el contexto de la Covid-19.
Autora: Dra. Sunamis Fabelo Concepción1
Antes de la aparición del nuevo coronavirus en la provincia china de Wuhan y desatarse la
pandemia a inicios de 2020; el 2019 había dejado abierto el debate sobre una serie de cuestiones
que, sin dudas, debían impactar en la agenda internacional de la nueva década en materia
comunicacional: el desarrollo de la quinta generación (5G) de redes inalámbricas para móviles,
liderada por las compañías chinas Huawei y ZTE; se abría la carrera por el siguiente gran
estándar, la Sexta Generación (6G), liderada por Japón; y el fenómeno de las fakenews unido al
impacto de la postverdad se había extendido. De manera que, la confianza tanto del usuario
occidental como del asiático se vio peligrosamente comprometida.
En marzo del 2020, tras una evaluación, la OMS decidió que la COVID-19 puede ser
caracterizada como una pandemia. Este hecho desencadenó un contexto de incertidumbre, alta
percepción de riesgo y alarma social. A los altos niveles de estrés que provocaba la amenaza de
contraer un virus, que estaba evidenciando significativos porcientos de letalidad, se sumó la
ansiedad que provocaba el llamado al confinamiento en los hogares. En este contexto se aceleró
el consumo de las TICs, y con ello la sobreexposición a información sobre el tema, agregando
así al fenómeno de la pandemia el de la “infodemia”, o sea, la sobrecarga de información no
fiable que se propaga rápidamente entre la población. La sobreexposición informativa vino
acompañada de noticias falsas, bulos, rumores, teorías de la conspiración, por lo tanto, se generó
así un ambiente de gran desinformación. La paradoja información-desinformación se ratificó
como un instrumento de poder, a través de la cual es posible viralizar el miedo y el desconcierto
y sembrar el pánico social, manejado desde grandes monopolios de la comunicación, con
intereses muy particulares, alimentados gracias a nuestros propios datos. Es así que esta
pandemia amplificó las vulnerabilidades de un mundo conectado física y comunicacionalmente.
Unido a la alarma social y la incertidumbre se generó especulación sobre posibles medidas antes
que estas se tomasen, por tanto desconfianza en las instituciones, los gobiernos, acompañado de
un discurso de odio, con el objetivo de alimentar la estigmatización de comunidades concretas o
agendas políticas concretas. En esta línea, la OMS de conjunto con la OPS consideraron
pertinente hacer un llamado a partir de la emisión de un documento alertando sobre este
fenómeno asociado a la infodemia: Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el
brote de COVID-19 2
, del 12 de marzo del 2020. Entre las indicaciones orientadas, es
significativo que algunas alertaban sobre el fenómeno de la estigmatización en el contexto de la
pandemia: el miedo a la otredad y todo lo que en un contexto de emergencia sanitaria puede
1 Sunamis Fabelo Concepción es Doctora en Ciencias Históricas (2017, Universidad de La Habana). Máster en Historia Contemporánea y
Relaciones Internacionales (2011, Universidad de La Habana). Licenciada en Filosofía (2007, Universidad de La Habana). Actualmente
Investigadora y Profesora Titular del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Ha desarrollado varias investigaciones y
asesorías sobre estudios euroasiáticos, euromediterráneos y de comunicación política, especialmente en el campo de la antropología política, en lo
referido a representaciones sociales y diálogo cultural. Es autora de numerosos trabajos relacionados con estos temas. Coordina e imparte
diversos cursos de grado y posgrado en la Universidad de La Habana y la Universidad de Artemisa. Entre 2007 y 2010 fue investigadora del
Centro de Estudios Europeos. (sunamisfabeloc@yahoo.es)
2 Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el brote de COVID-19 2
. Disponible en:
https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19
2
atribuírsele. El instinto de supervivencia en situaciones extremas, que pueden ser maximizadas y
manipuladas por los grandes conglomerados mediáticos, tan propensos a la espectacularización
de todo lo que acontece en función de determinados intereses, también reviste una clara
intencionalidad. La misma puede o no ser percibida por el ciudadano común, y por tanto es
fuente de bulos, rumores y noticias falsas, o en última instancia genera confusión o
desconfianza. La “Teoría del Rumor” y el estudio de las “Representaciones Sociales” son
importantes referentes teóricos desde la psicología y la sociología desde los que puede abordarse
el estudio de este fenómeno.
De manera que, en relación con la pandemia, dentro de las principales narrativas explotadas por
los grandes medios de comunicación pueden destacarse tres fundamentales, en las que el
ciudadano común es coparticipante y a partir de las cuales dialoga con el entorno que le rodea y
explica los acontecimientos que le afectan: Teorías de la conspiración (política y economía),
Predicciones apocalípticas (religión) y Teorías ambientalistas (naturalista).
Entre los debates que más han sido polemizados por los medios sobresale el referido al origen
del virus y toda una serie de especulaciones en torno al mismo. Entre otras, las más extendidas
pertenecen a la teoría de la conspiración y reproducen la confrontación entre tres protagonistas,
China, Rusia y Estados Unidos.
Otro de los campos muy sensibles a las percepciones y los rumores, es el económico. Sobre el
mismo giran especulaciones que van desde los mercados bursátiles y todo tipo de escenarios
futuros hasta la economía doméstica, revertida en el acaparamiento y la amenaza de la escasez.
Así también, en un contexto de emergencia sanitaria es natural que surja el debate sobre quienes
están mejor equipados para hacer frente a la pandemia. En medio de la difícil situación sanitaria
con el avance de COVID-19, son pocos los países que han tenido respuesta efectiva, a partir de
las infraestructuras nacionales de salud, ya sea por la capacidad científico-tecnológica,
productiva, el desarrollo de la industria biotecnológica y farmacéutica, los recursos financieros,
y el personal altamente calificado o preparado. En este sentido, han sobresalido las posiciones
de República de Corea, China, Singapur, Japón, India, Tailandia y Vietnam.3
Sin embargo, estos debates suelen simplificarse en deliberar entre las estrategias seguidas por
las llamadas democracias liberales o los llamados regímenes autoritarios, identificando estos
últimos con los asiáticos que, supuestamente pueden imponer medidas mucho más estrictas
sobre su población, porque su naturaleza de vigilancia permanente, centralismo y capacidad de
control se los permite. Según el filósofo surcoreano Byung – Chul Han, autor de “La Sociedad
del Cansancio”, en Asia, especialmente en China, las personas son menos renuentes y más
obedientes que en Europa, y también confían más en el Estado. Así también en Corea o en Japón
la vida cotidiana está organizada mucho más estrictamente que en Europa. Sobre todo, para
enfrentarse al virus los asiáticos apuestan fuertemente por la vigilancia digital. Apuestan a que
en el big data podría encerrarse un potencial enorme para defenderse de la pandemia. Se podría
decir que en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre
todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos. Un cambio de paradigma del
que Occidente todavía tiene mucho que aprender. Es así que los apologetas de la vigilancia
digital proclamarían que el big data salva vidas humanas, según este autor porque la conciencia
crítica ante la vigilancia digital es en Asia prácticamente inexistente y apenas se habla ya de
protección de datos, incluso en Estados liberales como Japón y Corea. Nadie se enoja por el
3 Ruvislei González Sáenz. El Covid-19 y su impacto económico en Asia pacífico en el 2020: Casos China y Vietnam. Disponible en:
https://www.google.com/amp/saeeg.org/index.php/2020/04/14/el-covid-19-su-posible-impacto-economico-en-asia-pacifico-en-el-2020-casochina/amp/
3
frenesí de las autoridades para recopilar datos4
. De manera que hay una confrontación y debate
sobre modelos políticos en relación con las capacidades disruptivas de la tecnología.
Otro debate que se ha abierto es el del papel del Estado nación y las instituciones en una
contingencia tal cual la que se presenta. Por ejemplo en Francia, en Alemania, en Italia donde se
emprendía contra la Europa de Schengen, se pedía el cierre de fronteras desde el primer
momento y se alimentaba la idea de la pandemia como una amenaza exterior. Los discursos
políticos de la extrema derecha están llenos de ejemplos recientes que vinculan inmigración y
amenazas sanitarias (Jaroslaw Kazcynski, Matteo Salvini u Ortega Smith). Las tendencias que a
día de hoy se avizoran en este particular describen el reforzamiento del Estado y del
nacionalismo, asociado a una política de fronteras, fragmentación y estigmatización, lo cual
legitima el discurso y posición de las fuerzas de derecha más radicales en la UE.
En este sentido, es importante apuntar que esta crisis ha manifestado y potenciado el fenómeno
de la fragmentación al interior de la UE en diversos aspectos. Uno de ellos es precisamente la
posición respecto a China. En el contexto europeo las redes sociales fueron espacios de apoyo
social, denuncia y lucha a nivel de las subjetividades. España e Italia, los países más azotados
por el virus fueron escenario de este activismo desde las redes, denunciando desde el
confinamiento, haciéndose eco de la quema de banderas de la UE como protesta frente a la
incapacidad de los gobiernos nacionales y de las instituciones comunitarias para hacer frente a la
situación, a la vez que aceptaban y agradecían la ayuda del gigante asiático así como de Rusia y
Cuba, sin importar su signo político.
De otra parte, en aras de deslegitimar la cooperación, se ha recurrido en el discurso a presentar
una China portadora o creadora del virus, la cual primero utilizaba las redes sociales para
censurar información y posteriormente para su reconstrucción de imagen, aduciendo como una
vez superado lo peor de la crisis sanitaria se ofrece como aquel que tiene experiencia para saber
como actuar o como el donante solidario con aquellos que ahora están en el peor momento de la
pandemia.
Es así que, desde el discurso político, en algunos casos, también se ha polarizado la gestión de la
crisis, sobre todo entre las fuerzas políticas de extrema derecha, de una relativamente reciente
emergencia, amparada en un estilo comunicativo de corte populista, ya sea en Europa o en
América. En esta última, ante el acceso a una sanidad de calidad muy desigual, se ha puesto de
manifiesto la incapacidad de gestionar la crisis de muchos de los líderes representantes de la
extrema derecha que han optado por un discurso de escepticismo frente a la grave situación,
abogando por la revitalización de la economía y el cese de la cuarentena.
5
4 En China hay 200 millones de cámaras de vigilancia, muchas de ellas provistas de una técnica muy eficiente de reconocimiento facial. Captan
incluso los lunares en el rostro. Toda la infraestructura para la vigilancia digital ha resultado ser ahora sumamente eficaz para contener la
epidemia, a tal punto que mide la temperatura corporal y en el caso de que la temperatura sea preocupante reciben una notificación en sus
teléfonos móviles. Se utilizan drones para controlar las cuarentenas. Los proveedores chinos de telefonía móvil y de internet comparten los datos
sensibles de sus clientes con los servicios de seguridad y con los Ministerios de Salud. En Wuhan se han formado miles de equipos de
investigación digital que buscan posibles infectados basándose solo en datos técnicos. Basándose únicamente en análisis de macro datos
averiguan quiénes son potenciales infectados, quiénes tienen que seguir siendo observados y eventualmente ser aislados en cuarentena. Más
información en Byung-Chul Han. La emergencia viral y el mundo de mañana. Sopa de Wuhan. Libro digital. Disponible en Internet. Editorial:
ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). Marzo 2020.
5 Sobresale el caso de la autoproclamada presidenta de Bolivia Jeanine Añez en su comparecencia, quien mientras anunciaba la cuarentena,
expresó: “Queridos bolivianos pido a ustedes unirnos en una oración permanente. Este domingo inicia una cuarentena total y pido que podamos
realizar un ayuno en oración, arrepentimiento y fe, para que sea nuestra mayor arma de lucha contra esta enfermedad. Que Dios bendiga a
Bolivia” Sin embargo, la propuesta de recibir ayuda médica cubana fue rechazada de facto por Añez. (Ver más en: Orietta Hernández Bermúdez.
Bolivia en tiempos de la COVID 19. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/04/21/bolivia-en-tiempos-de-la-covid19/#.Xp84bchKjIW) Por su parte, el presidente de Brasil Jair Bolzonaro en su posición de subordinación a Washington, inicialmente calificó la
pandemia de “gripecita” y ha seguido haciendo campaña contra las medidas de cuarentena decretadas por algunos gobernadores de Estados,
como Joao Doria en Sao Paulo o Wilson Witzel en Río de Janeiro. La campaña anti-cuarentena de Bolsonaro, que reza “Brasil no puede parar”,
llevó a la jueza Laura Bastos Carvalho de Río de Janeiro a ordenar al gobierno brasileño “abstenerse” de promover actitudes de rechazo de las
medidas de confinamiento. (Ver más en: Anna Ayuso. Desigualdad en América Latina frente a la crisis del coronavirus. Disponible en:
4
El presidente Donald Trump, también ha dado un enfoque político al tema, al identificar la
pandemia como “el virus de China”. Así también, la crisis ha reforzado su discurso de fronteras,
antiinmigrante, así como el llamado a reactivar la economía del país. En otro orden de cosas, se
ha politizado el tema sobre las investigaciones para encontrar una vacuna, a lo cual se ha dado la
connotación de carrera, y se ha asociado a teorías de la conspiración. Sin embargo, Washington
ha aceptado la ayuda de China, Vietnam, Rusia. No obstante, en medio de la contingencia
sanitaria, ha recrudecido el Bloqueo económico y Comercial contra Cuba, obstaculizando el
envío de ayuda (especialmente material médico indispensable para manejar la crisis) desde estos
mismos países y otros a La Habana, lo cual ha complicado significativamente la situación de la
isla, que se ha visto obligada a encontrar alternativas en tiempo record y mucho más costosas.
De manera que, en cuanto a las salidas de la crisis, en sentido general, se manejan dos
cuestiones: Integración-cooperación o salvaguarda de los Estados-nacionales-proteccionismo. A
ello se suman diversos análisis sobre los impactos de la crisis que también bipolarizan los
modelos a seguir: capitalismo o comunismo (renovado6
); lo cual, respectivamente se combina
con los binomios libertad-democracia o control-autoritarismo. Así también, se tiende a
confundir estado de excepción con excepcionalidad permanente. En general de lo que se ha
tratado es de simplificar y sintetizar así análisis mucho más complejos sobre el futuro de
modelos sociales o políticos y su lugar en la posible conformación de un nuevo orden mundial.
Tras la desinformación (aparente) que se genera en un ambiente de sobreexposición informativa
(aparentemente desorganizada), hay cálculo predictivo de respuesta (estrategia) y por tanto hay
intencionalidad. Sin dudas este contexto ha sido propicio para solventar contradicciones y da
lugar a que se pueda hablar de una “geopolítica de la infodemia”. Debe tenerse en cuenta que una
crisis global como lo es una pandemia, requiere un fuerte liderazgo de acciones globales
coordinadas. Y esto constantemente se fractura desde los medios en nombre de las ideologías,
entorpeciendo la necesaria coordinación entre los principales actores mundiales.
La posición cooperativa de países como China, Rusia, Vietnam, y Cuba, (por mencionar aquellos
que en las representaciones sociales se identifican con la satanización del socialismo o el
comunismo), matiza los imaginarios y allí donde la solidaridad, la cooperación surgen como el
aliciente para garantizar la sobrevivencia humana, aparecen también intentos por boicotearla y
deslegitimarla desde una lógica geopolítica y simplista. En este contexto, sin dudas, grandes
expectativas e interrogantes se abren en cuanto a la reconfiguración de la imagen de estos países,
que han sido de las naciones que han logrado controlar con mayor eficacia la pandemia tanto en
virtud de sus sistemas políticos, económicos y de salud pública nacionales como de su
disposición de cooperación y coordinación internacional.
En sentido general, la experiencia de esta pandemia ha modificado el rumbo de los
acontecimientos. Aunque aún es pronto para aventurarse a plantear un escenario, la década que
recién comienza, está marcada, a día de hoy, por altos niveles de incertidumbre en todas las
esferas, ello generará, cambios significativos en el orden mundial y las estructuras de poder, y
por ende, realineamientos y construcciones de potentes alianzas. Sin embargo, en materia
comunicacional, el curso descrito por de los debates desarrollados en este contexto permite
avizorar algunas cuestiones importantes a tener en cuenta para escenarios futuros.
https://www.cidob.org/publicaciones/serie_de_publicacion/opinion/america_latina/desigualdad_en_america_latina_frente_a_la_crisis_del_coron
avirus)
6 Slavoj Žižek. Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de ‘Kill Bill’ y podría conducir a la reinvención del comunismo. Sopa de Wuhan.
Libro digital. Disponible en Internet. Editorial: ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). Marzo 2020.
5
La crisis de la Covid-19 ha puesto de manifiesto que la esfera tecnológica ha sido fundamental
para que el mundo no se paralice por completo; así como también este ha sido un espacio
fundamental en el que se puso de manifiesto la competencia geopolítica. Por tanto, la disputa
Tecnológica persistirá, pero pudiera considerarse, dentro de los posibles escenarios, nuevas
dimensiones y determinados matices en torno a la misma. La carrera por el control de los datos y
de la información se perpetúa como la expresión más concreta del poder. Sin embargo, dentro de
la competencia coexistirán determinados niveles de cooperación que podrán ir consolidándose a
largo plazo.
En otro orden de cosas y muy relacionado con lo anterior, la única forma de consumo que casi
con toda seguridad fue beneficiada durante la crisis ha sido Internet, plataforma a partir de la
cual fue posible dar curso parcialmente a la “vida cotidiana” a partir de propiciar el teletrabajo,
intercambio a nivel internacional de la comunidades científicas para abordar estrategias en aras
de manejar la propia crisis, los servicios en cierta medida, la información, el entretenimiento tan
importante en un momento donde el llamado es a mantenerse en casa, incluso expresiones de
protesta, denuncia en las redes sociales, la cultura, la educación, entre otras experiencias que sin
dudas se potenciarán y extenderán en lo adelante.
De manera que la crisis sanitaria multiplicó exponencialmente nuestra dependencia de los
dispositivos y de las grandes empresas tecnológicas. La cuarentena ha amenazado la subsistencia
de innumerables empresas de entretenimiento, cultura, turismo o moda, al tiempo que ha
supuesto la llegada de un enorme capital a las plataformas tecnológicas. Según especialistas7
en
el tema, es probable que la acumulación exponencial de conocimiento complejo durante estos
meses en los campos de la biotecnología, la informática, la robótica, la estadística, la ingeniería
de sistemas o de datos complete en un tiempo récord la revolución tecnológica que venía
desarrollándose. Es así que se prevé tras la descomunal inyección de dinero y de macrodatos que
se está proporcionando a empresas como Google, Amazon, Facebook o Netflix, un importante
impulso al desarrollo de la inteligencia algorítmica. Especialmente este escenario se concibe para
el sector de la salud en lo que se refiere a la gestión de una epidemia a partir de la informática, lo
que otorgaría un descomunal poder de decisión a las máquinas.
En ese sentido, debe destacarse que durante el encierro, los niños y estudiantes en general se
están acostumbrando a recibir información y conocimiento a través de las computadoras; se está
monitorizando a través del móvil la temperatura o la geolocalización de los afectados por el
virus; los abuelos están descargando incluso las aplicaciones a las que eran reticentes; todo el
mundo se ha familiarizado con Skype, Google Hangouts o FaceTime y millones de fanáticos del
deporte, ante la suspensión mundial de los campeonatos, se han empezado a aficionar a las
competiciones de deportes electrónicos.8 De manera que el cambio en las rutinas marcará los
nuevos pulsos del desarrollo tecnológico y su incorporación en la vida cotidiana.
En estos momentos los modelos de gestión con éxito de la pandemia son, sobre todo, los
asiáticos. Comparten el uso de aplicaciones de seguimiento de los ciudadanos que han estado en
zonas de contagio o que padecen la enfermedad. En general el mundo se prepara para
implementar nuevas estrategias de biocontrol, lo que implica la posibilidad de que los gobiernos
accedan a nuestras coordenadas y a nuestro ADN, o que deleguen parte de sus decisiones en
inteligencias artificiales.
Es así que, la geopolítica que se avecina pasa por el papel del ecosistema digital, para lo cual
tiene un valor fundamental la soberanía de los Estados. En ese sentido, la efectividad de la
7
Jorge Carrión. La biología está acelerando la digitalización del mundo. Disponible en:
https://www.google.com/amp/s/www.nytimes.com/es/2020/03/29/espanol/opinion/coronavirus-revolucion-digital.amp.html
8
Ibídem.
6
experiencia asiática, pasa por tener una aptitud hacia la cooperación, signo de su regionalismo
abierto y de la coordinación de sus organismos multilaterales, a pesar del amplio marco de
diferencias que comparten, lo cual compite con un Occidente mucho más fragmentado. La
herencia confuciana que distingue a los asiáticos, que antepone el bienestar de la comunidad
frente al individuo, implica elementos de fortaleza ante la nueva situación, evidenciando el
contraste cultural, en lugar de las mal llamadas políticas autoritarias9
.
Sin embargo, nunca antes como ahora, los diversos avances tecnológicos que impactan
directamente en la vida de las personas reclaman la necesidad de resignificación de la dignidad
humana en su cotidianidad compartida con la tecnología, cuestión que se ha mantenido como
asignatura pendiente. En ese sentido uno de los principales desafíos es el cambio tecnológico y
su impacto sobre los modelos productivos, en el empleo, por ejemplo. Atravesamos una enorme
transformación del mercado laboral, que sin dudas se profundizará en lo adelante. Este cambio se
debe a la intervención de la tecnología en el tipo de funciones que desempeñan los humanos en
el entorno profesional y esto, a su vez, está alimentando un aumento muy marcado de la
desigualdad. El desarrollo tecnológico actual colisiona de manera directa con las funciones que a
día de hoy desarrollan seres humanos en el mercado laboral. Este proceso impacta directamente
en una rápida precarización de los trabajadores.
A nivel político las tendencias económicas descritas ya estaban produciendo un vaciado del
centro ideológico, y un movimiento hacia los extremos del espectro político. Esa polarización se
evidencia como una consecuencia directa de la inseguridad y preocupación que genera en
múltiples colectivos el proceso de transformación del mercado laboral y la sensación de
incertidumbre económica que le acompaña y que la emergencia sanitaria traducida en el
confinamiento que impone la cuarentena ha exacerbado. A ello se suma que este escenario
también ha remarcado el complejo problema de la brecha digital, y la contradicción de un mundo
cada vez más conectado y más desigual en cuanto al acceso: Los desconectados o la otra cara de
la geopolítica de la tecnología. América Latina y el Caribe10 y África11 son claros ejemplos de
ello.
De manera que la ética de la dignidad debe incorporar también estos grandes desafíos, siendo el
punto de partida para luego analizar conceptos centrales, tales como, el derecho a la protección
de los datos personales y los principios que éste implica, así como un enfoque específico – en
forma genérica - que vincula tecnología y dignidad humana, tal es el caso de internet de las
cosas, big data, drones, impresión 3D, protección de datos personales, entre otros.
9 https://www.clarin.com/opinion/geopolitica-digital-campo-nuevas-tensiones_0_NESawN-E.html Citado en: Análisis estratégico sobre el
panorama mundial en tiempos de la pandemia, desde la Argentina. Miguel Ángel Barrios y Héctor Daniel González
10 En este contexto la región latinoamericana y caribeña remarca su condición de ser la más desigual del mundo, y el aumento de la dependencia
del uso de las tecnologías digitales exacerba tales desigualdades. También existen fuertes desigualdades en la tasa de conectividad según
segmentos de ingresos. Aunque se han hecho planes para promover el uso de dispositivos digitales en los sistemas educativos, muchas
instituciones educativas no cuentan con la infraestructura de tecnologías digitales necesaria. Además, existen brechas en el acceso a las
computadoras y a Internet en los hogares, por lo tanto, los procesos de enseñanza y aprendizaje a distancia no están garantizados. Existen
disparidades de acceso a los dispositivos digitales y a Internet de banda ancha entre las poblaciones urbanas y rurales, entre los sexos, entre las
poblaciones que hablan o no el idioma oficial (español o portugués), y entre las poblaciones con y sin discapacidades. (Ver más en Informe
especial de la CEPAL América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19.Disponible en:
https://www.cepal.org/es/publicaciones/45337-america-latina-caribe-la-pandemia-covid-19-efectos-economicos-sociales )
11 El caso africano es aún más preocupante sobre estas cuestiones teniendo en cuenta las tendencias que se han ido avizorando más exitosas para
enfrentar la cuarentena preventiva y controlar la crisis sanitaria. Cuando hablamos de los avances de la conexión a internet en África, hay muchas
diferencias que deben ser tomadas en cuenta. No solo hay una desigualdad por países, en función de los niveles de desarrollo de cada Estado y de
las políticas gubernamentales con relación a las inversiones del sector tecnológico. También existen al interior de cada realidad nacional
diferencias sociales, de género y muy acentuadas entre el campo y la ciudad con respecto a sus posibilidades de acceso y cobertura de las redes.
Por otra parte, África destaca por la escasez noticiosa en determinados escenarios, si se le compara con el volumen de noticias que corren
diariamente en internet sobre otras regiones y, sobre todo, si se toma en cuenta la cantidad de acontecimientos políticos y problemas estructurales
acumulados en muchos de los países africanos. (Ver más en: Luis Edel Abreu Veranes. África en megabits. Los avances de la conexión a internet
en África subsahariana en el siglo XXI y el mundo de las tecnologías de la información. Artículo inédito).
7
Es así que, desde la geopolítica de la infodemia y de la tecnología, es posible vislumbrar que
entre los principales debates a que se enfrentará el mundo, después de la crisis desatada por la
pandemia de la Covid-19, estará el de la vigilancia totalitaria y el empoderamiento ciudadano. Y,
por otra parte, el aislamiento nacionalista frente a la solidaridad global. Sin embargo, la cuestión
fundamental radica en que en el centro de las políticas públicas debe ubicarse la dignidad
humana, para asegurar el pleno respeto y garantía a los derechos humanos. Esta pandemia, a
pesar de su terrible carácter letal, tiene el potencial de ser una oportunidad para el cambio y
nuestro crecimiento como personas y como sociedades. Sin dudas, después que todo termine,
surgirán nuevos escenarios y nuevas formas de relación. Se habrá construido así una nueva
“foto” de la realidad, más completa que la que se tenía previamente a través de un consenso
mínimo y una visión compartida de la situación. Esos mínimos acordados serán los nuevos
pilares sobre los que se construirán en adelante nuevas formas de la geopolítica de la
globalización, y se reconducirá el avance hacia un modelo de desarrollo verdaderamente
sostenible e inclusivo.
Bibliografía
➢ Abreu Veranesn, Luis Edel: África en megabits. Los avances de la conexión a internet en África
subsahariana en el siglo XXI y el mundo de las tecnologías de la información. Artículo inédito.
➢ América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19.Informe CEPAL. Disponible en:
https://www.cepal.org/es/publicaciones/45337-america-latina-caribe-la-pandemia-covid-19-efectoseconomicos-sociales
➢ Ayuso, Anna: Desigualdad en América Latina frente a la crisis del coronavirus. Disponible en:
https://www.cidob.org/publicaciones/serie_de_publicacion/opinion/america_latina/desigualdad_en_americ
a_latina_frente_a_la_crisis_del_coronavirus
➢ Barrios, Miguel Ángel y González, Héctor Daniel: Análisis estratégico sobre el panorama mundial en
tiempos de la pandemia, desde la Argentina. (Disponible en Internet)
➢ Carrión, Jorge: La biología está acelerando la digitalización del mundo. Disponible en:
https://www.google.com/amp/s/www.nytimes.com/es/2020/03/29/espanol/opinion/coronavirus-revoluciondigital.amp.html
➢ Colectivo de Autores: La emergencia viral y el mundo de mañana. Sopa de Wuhan. Libro digital.
Disponible en Internet. Editorial: ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). Marzo 2020.
➢ Colomina, Carme: Coronavirus: infodemia y desinformación. Disponible en:
https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/opinion/seguridad_y_politica_mundial/coron
avirus_infodemia_y_desinformacion
➢ Con la conexión 5G en pañales, Donald Trump ahora quiere el 6G "lo antes posible". Disponible en:
https://www.elespanol.com/omicrono/tecnologia/20190221/conexion-panales-donald-trump-ahora-quiereposible/377963683_0.html
➢ Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el brote de COVID-19. Disponible en:
https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19
➢ Farrés, Oriol: “La creciente rivalidad estratégica China-EEUU y sus ramificaciones regionales”.
Disponible en:
➢ https://www.cidob.org/es/articulos/anuario_internacional_cidob/2019/la_creciente_rivalidad_estrategica_c
hina_eeuu_y_sus_ramificaciones_regionales
➢ González Sáenz, Ruvislei: El Covid-19 y su impacto económico en Asia pacífico en el 2020: Casos China y
Vietnam. Disponible en: https://www.google.com/amp/saeeg.org/index.php/2020/04/14/el-covid-19-suposible-impacto-economico-en-asia-pacifico-en-el-2020-caso-china/amp/
8
➢ Han, Byung-Chul. La emergencia viral y el mundo de mañana. Sopa de Wuhan. Libro digital. Disponible
en Internet. Editorial: ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). M
No hay comentarios:
Publicar un comentario