Qué es la hipoxia silenciosa, que puede acelerar la muerte por COVID-19
© REUTERS / Manaure Quintero
Quien esté siguiendo el tema, y quién no, sabe que el coronavirus no es un asunto sencillo de entender. Médicos en Estados Unidos identificaron que el virus genera una hipoxia "silenciosa", condición que agrava muchos de los casos de COVID-19 y aumenta la posibilidad de muerte.
Richard Levitan ha practicado la medicina de emergencia durante 30 años. En los últimos 20, se dedicó particularmente a enseñar procedimientos de intubación a médicos por todo el mundo, técnica de la que es especialista. Este conocimiento lo llevó a trabajar como voluntario atendiendo a pacientes con coronavirus en un hospital del estado de Washington. Allí observó los casos mortales de COVID-19.
"La neumonía que causa el virus ha tenido un impacto sorprendente en el sistema hospitalario de la ciudad. Durante mi breve tiempo en Bellevue, casi todos los pacientes que estaban en el área de emergencia tenían neumonía COVID-19", escribió el médico en The New York Times.
Había pacientes ingresados por problemas de salud de varios tipos, diabetes, desmayos, accidentes u otras razones, pero resultaron diagnosticados con COVID-19. Es decir, ninguno había presentado dificultades respiratorias típicas de una neumonía, como la causada por el coronavirus.
"Esto es lo que realmente nos sorprendió: estos pacientes no reportaron ninguna clase de sensación vinculada con problemas respiratorios, a pesar de que las radiografías de tórax demostraban la enfermedad y de que su oxígeno estuviera más bajo que lo normal", contó Levitan.
Se identificó entonces una "hipoxia silenciosa", ya que las personas que la presentan no se percatan de lo que la caracteriza: la falta de oxígeno que están teniendo sus pulmones. Por no sentir que les falta el aire, se dificulta la detección de la neumonía COVID-19.
¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una infección pulmonar que hace que los pulmones se llenen de fluidos o pus. En general, los síntomas respiratorios aparecen de inmediato y son muy dolorosos. Sin embargo, la neumonía COVID-19 es totalmente asintomática en ese sentido, al menos en la primera parte de la enfermedad.
"Para mi sorpresa, la mayoría de los pacientes manifestaban haberse sentido afiebrados, con tos, dolor de estómago y fatiga, pero solo comenzaron a sentir dificultades para respirar el día en que acudieron al hospital. Claramente ya tenían la enfermedad hacía varios días pero los síntomas aparecieron cuando ya estaban en condiciones críticas", señaló.
¿Por qué la hipoxia es diferente con COVID-19?
En general, los pacientes que requieren intubación tienen graves síntomas físicos, están en shock, están mentalmente alterados y con profundas dificultades respiratorias. La hipoxia, particularmente, genera inconciencia y la casi imposibilidad del paciente de respirar por sí mismo, describió Levitan.
"Los casos de hipoxia por COVID-19 son muy diferentes. La mayoría de los pacientes que conocí tenían bajísimos niveles de oxígeno y, sin embargo, estaban usando sus celulares mientras los poníamos en el monitor médico", recordó.
Según él, la comunidad médica recién está comenzando a entender por qué ocurre esto. Explicó que el coronavirus ataca a las sustancias tensioactivas de las células pulmonares, encargadas de que las bolsas de los órganos se mantengan abiertas durante la respiración. Esto hace que dichas bolsas colapsen, lo que hace descender los niveles de oxígeno. Aun así, los pulmones no se vuelven rígidos y no desarrollan líquidos, lo que les permite expulsar dióxido de carbono.
© SPUTNIK / OFICINA DE PRENSA DEL DEPARTAMENTO DE SALUD DE MOSCÚ
"Esta hipoxia silenciosa, y la respuesta fisiológica del paciente a ella, causa aún más inflamación, por lo que más bolsas de aire colapsan. Así es como la neumonía empeora hasta que los niveles de oxígeno caen en picado", explicó el especialista.
A esto le sigue una segunda fase que es la que acelera y aumenta las posibilidades de muerte. A esta fase pasan alrededor del 20% de los pacientes con COVID-19, señaló Levitan. En esta etapa, se les llenan los pulmones de líquidos y pus, aumentando su rigidez. Luego, el dióxido de carbono aumenta y la insuficiencia respiratoria se agudiza de forma fatal.
Una solución sencilla
La detección tardía de los signos de la neumonía COVID-19 hacen que, para cuando el paciente llega al hospital, el deterioro de sus pulmones requiere del uso de un ventilador. Estos casos, en grandes cantidades, pueden generar un colapso en el sistema sanitario producto de la escasez de ventiladores. Por ello, detectar la hipoxia silenciosa tempranamente es vital para poder sostener la situación sanitaria estable.
"Hay una manera en que podríamos identificar a más pacientes que tienen neumonía COVID-19 antes y tratarlos de manera más efectiva, y no requeriría esperar una prueba de coronavirus en un hospital o consultorio médico. Requiere la detección temprana de la hipoxia silenciosa a través de un dispositivo médico común que se puede comprar sin receta en la mayoría de las farmacias: un oxímetro de pulso", explicó Levitan.
Se trata de un dispositivo electrónico que va colocado en el dedo y mide la saturación del oxígeno y el pulso, lo que detecta si hay problemas de oxigenación o frecuencias cardíacas elevadas. De hecho, el ministro británico Boris Johnson, que estuvo internado en estado grave por padecer la enfermedad, sufrió de hipoxia. Según el profesiona, la detección temprana, el tratamiento y el monitoreo cercano fueron los factores claves que sacaron al jerarca de su peligrosa situación médica.
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