martes, 23 de febrero de 2021

Comentario Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 28 de febrero al 6 de marzo de 2021 – Ciclo B

Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 28 de febrero al 6 de marzo de 2021 – Ciclo B OBSERVACIONES - Cada día de la semana comienza una nueva página para facilitar la impresión independiente. Por ese mismo motivo no hay numeración de páginas. - En el tamaño de letra se ha intentado llegar a un equilibrio en ahorro de papel en la impresión y legibilidad. - Se ha renunciado al uso del color para facilitar la impresión. Esta opción y todas las anteriores, son modificables en su procesador de textos.  Domingo 28 de Febrero 2º de Cuaresma Leandro (600) Gn 22,1-2.9a.10-13.15-18: El sacrificio de nuestro padre Abrahán Salmo 115: Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida Rom 8,31b-34: Dios no perdonó a su propio Hijo Mc 9,2-10: Este es mi Hijo muy amado Después del anuncio de la pasión y del llamado al seguimiento, Marcos introduce el relato de la transfiguración (Mc 9,2-8). Algo así como una “Pascua anticipada”, junto a una crucifixión igualmente “anticipada”. Después viene la discusión sobre la resurrección y el retorno de Elías (Mc 9,9-13) y la historia de la sanación del niño mudo (Mc 9,14-29). Según Javier Pikaza, los tres relatos tejen un tríptico eclesial que vincula la experiencia de oración, la fe sanadora y el anuncio de la pasión y la resurrección. Así la experiencia pascual (transfiguración) está unida a la acción liberadora. Veamos en primer lugar la fuerza simbólica del relato, y después “ataremos cabos” para resaltar el mensaje para nuestro HOY: “Seis días” que evocan los “seis días” de la creación, o los “seis años” de trabajo antes del “año sabático”. Es pues, tiempo productivo, de siembra, de actividad, de preparación. En este ambiente sucede la transfiguración. Pudiéramos decir que la transfiguración pertenece a “otro tiempo”, que irrumpe en el “tiempo ordinario”, con el fin de producir un contraste, un desequilibrio, un llamado de atención, una corrección. “Tres discípulos”: Pedro, Santiago y Juan, en representación de la comunidad discipular conducida por Jesús. La humanidad masculina en camino al encuentro transformador con la divinidad. Quizá por ello más necesitada de la corrección que va a desarrollarse en lo alto del monte. “Vestidos resplandecientes” para resaltar la transformación, en donde el resplandor y la blancura expresan la profundidad y la integridad del cambio operado. Las primeras comunidades cristianas usaron vestidos blancos recién lavados para simbolizar la nueva vida que se proponían vivir. Los vestidos exteriores son expresión de los profundos cambios en el interior de las personas. “Tres seres resplandecientes”: Jesús, Moisés y Elías, en representación de la “comunidad celestial” en comunión. También masculina. Quizá por ello, el encuentro de las dos comunidades sólo suma “seis” ... La plenitud del “siete” tendrá lugar mediante la inclusión de la comunidad femenina. “Tres tiendas”, simbolismo del éxodo y del Dios del éxodo, experiencia tribal originaria y fundacional de Israel. El tiempo de las tiendas es también tiempo de alianza tribal, de solidaridad, de igualdad. En la fiesta de las tiendas sukkot cada familia hacía una choza y habitaba en ella, recordando la salida de Egipto. Tenemos un énfasis en el simbolismo trinitario: 3 seres celestiales (Jesús, Moisés, Elías), 3 discípulos (Pedro, Juan, Santiago), 3 chozas (éxodo); tres veces tres junto con la gloria de Dios. Tres significa comunidad, perfección, plenitud. Es la propuesta comunitaria de Dios para la humanidad a partir del mismo ser trinitario de Dios. Es el proyecto a construir una vez que se regrese a la llanura. “Nube”, para los pueblos del desierto significa sombra, lluvia, vida, alegría, bendición. Por eso, siempre está relacionada con Dios. Es un signo visible de la presencia y la compañía gratificante de Dios. Así lo fue durante la travesía del pueblo por el desierto, Dios caminaba delante de él señalando el camino. La voz y la nube van junto al pueblo, cuando este decide construir el proyecto de Dios. “Subir el monte alto”: evocando Horeb-Sión, lugar donde Moisés y Elías se vieron “cara-a-cara” con Dios. Epifanía que revela el proyecto de Dios y que da fuerza y sabiduría para llevarlo a cabo. Ascenso humanizador, en cuanto capacidad y decisión para realizar lo revelado por Dios. “Descender del monte”: a la llanura, para el encuentro y la transformación humana y social. En el descenso, quienes experimentaron la resurrección, discuten sobre la “resurrección de los muertos”. El monte está relacionado con la resurrección y la llanura con la muerte. Evocación de los orígenes de Israel en las montañas tribales en contraste con las llanuras tributarias e idolátricas. Producir tal contraste es la tarea permanente de quienes “descienden del monte”. De ahí el imperativo a descender. En el camino a Jerusalén era necesaria la transfiguración. Galilea había mostrado el “éxito” del reino de Dios. La comunidad discipular identificó allí la realización de los tiempos mesiánicos relacionados con los milagros de Jesús y con las multitudes necesitadas. La expectativa judía de un Mesías liberador de la opresión romana estaba siendo respondida. La comunidad discipular aún no salía de estos moldes mesiánicos. Cuando Jesús anuncia su pasión y crucifixión, hay alarma y desconcierto. No se entiende un mesianismo que pase por la cruz. Para “corregir” esta situación vivida por la comunidad post-pascual de Marcos, el relato introduce la transfiguración. No sabemos cuál sea el contenido materialmente histórico de este relato teológico, ni es importante conocerlo; este relato, como todo el evangelio, no está escrito tanto “para que sepamos” un dato material de la vida de Jesús, sino “para que creamos”, para alimentar nuestra fe subrayando un aspecto de una verdad salvífica (no una verdad física). Para comunicarnos un mensaje espiritual (una verdad profunda), sin que importe la veracidad fáctica del hecho que sirve de símbolo-vehículo para la transmisión de ese mensaje (o sea, aunque como verdad superficial no fuera cierto tal hecho). Lo que en el sentido profundo se trasmite en el texto es una vivencia fundamental para toda persona humana, que lo fue sin duda también para Jesús: la necesidad de transcender la superficie de las cosas para captar su sentido profundo. En un momento privilegiado de gracia, los discípulos pudieron acceder a una visión más honda de lo que significaba aquél Jesús humilde que les acompañaba “como uno de tantos”. Y eso les dio ánimos y les fortaleció para continuar la “subida a Jerusalén”. La fe es la que opera esa “transfiguración”; por ella la vida real, tantas veces chata y sin relieve, rutinaria o hasta decepcionante, se “trasfigura”, mostrándonos sus riquezas de sentido, su trasfondo de dimensiones transcendentes, hasta hacernos experimentar incluso que “todo es gracia”, como dijo Bernanos. Ante esa visión transfigurada de la realidad, uno se extasía, sentimos el deseo de detener el tiempo para contemplar y saborear... Pero esos momentos privilegiados, transfigurados, son excepciones; a lo largo del camino hacia Jerusalén hay pocos montes Tabor... La fe es la que debe suplir y hacer posible en el fondo del corazón la fuerza para subir al monte Tabor, incluso cuando podamos estar más cerca del otro monte, el Calvario… La fe nos puede dar “una visión contemplativa de la realidad”, una visión mayor, penetrante, transfiguradora, anticipadamente escatológica incluso. Este poema de Casaldáliga que les ofrecemos parece expresar algo semejante. "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva" Entonces veré el sol con ojos nuevos y la noche y su aldea reunida; la garza blanca y sus ocultos huevos, la piel del río y su secreta vida. Veré el alma gemela de cada hombre en la entera verdad de su querencia; y cada cosa en su primero nombre y cada nombre en su lograda esencia. Confluyendo en la paz de Tu mirada, veré, por fin, la cierta encrucijada de todos los caminos de la Historia y el reverso de fiesta de la muerte. Y saciaré mis ojos en Tu gloria, para ya siempre más ver, verme y verte. El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 68 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil. El audio, el guión, y su comentario bíblico-teológico, pueden ser tomados de aquí: https://radialistas.net/68-en-la-cumbre-del-tabor/ Para la revisión de vida - ¿Hasta qué punto me fío yo de la Palabra de Dios, como Abraham?, ¿cómo reacciono cuando esa Palabra me trae complicaciones y comporta dificultades a mi vida? - Abraham no se reservó para sí ni a su propio hijo, y eso que era el medio necesario para el cumplimiento de la promesa que Dios le había hecho de tener una numerosa descendencia... ¿También yo soy capaz de ofrecerle y entregarle todo? ¿O hay zonas o realidades de mi vida que yo no estaría dispuesto a entregar a Dios si me lo pidiera? - ¿Necesito yo un alto en el camino -como el que proporcionó Jesús a sus tres discípulos en el monte Tabor- para verle transfigurado y transfigurar así también mi vida? ¿Me ayuda la fe a ver las dimensiones profundas de la realidad? ¿Me ayuda a transfigurarla? Para la reunión de grupo - La fe de Abraham fue "una fe contra toda evidencia"... ¿una especie de "obediencia ciega"? Se trata fundamentalmente de un símbolo que no hay que extrapolar tomándolo a la letra. Teniendo eso en cuenta: ¿la fe, puede estar contra la evidencia de la razón? ¿Fe y razón pueden oponerse contradictoriamente? ¿Puede estar la fe en contra del «sentido común»? - El ser humano no sólo es un “animal racional”, al decir de Aristóteles, sino que es también un “animal de sentido”, lo que es una definición mucho más profunda. Necesita un «sentido» para vivir. Y lo necesita tanto o más que los bienes materiales necesarios para su vida. Sin sentido, su vida se hace sencillamente insufrible, insoportable. ¿Qué relación tiene la cultura y la religión con esta necesidad antropológica fundamental? - Estamos en un tiempo sin utopías, donde todo se compra y se vende y se calcula fríamente... ¿Qué mensaje nos trae el símbolo de la transfiguración a este tiempo de mirada tan corta? - Abraham no es «nuestro» padre en la fe, sino el padre de tres religiones monoteístas, las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islamismo. ¿No parece que tenemos bastante infravalorada esta «consanguinidad» o especial relación que deberíamos tener, que debería unirnos a las tres religiones? Sin ir más lejos: ¿qué relación tenemos desde mi comunidad cristiana con comunidades de religión judía o islámica de nuestra propia ciudad o región? - (La citada obra "Un tal Jesús" incluye un episodio sobre la Transfiguración, elaborado con bastante libertad literaria, el capítulo 68, que se presta a ser escuchada (leída o representada) y dialogada en grupo. El comentario bíblico teológico que acompaña al episodio –en el libro– es excelente; puede tomarse de http://www.untaljesus.net/audios/cap09b.mp3). - El pasaje de la transfiguración puede causar un malentendido lamentable, si nos lleva a imaginar que Jesús, "por dentro", o sea, en su conciencia psicológica de persona humana, sabía y veía y sentía todo “como Dios”, sólo que lo estaría "disimulando" o reprimiendo continuamente, aparentando "ser normal"... Tema difícil, pero importante, éste de la "conciencia psicológica" de Jesús. Tal vez puede ser oportuno tener una charla, un intercambio con una persona entendida en cristología... o estudiar este aspecto en el conocido libro de José Antonio Pagola (disponible en la red para quienes no puedan acceder al libro físico). - La frase “Dios no perdonó a su propio Hijo”, de la segunda lectura de hoy (Rm 8,31b-34), es equívoca, y si no se tiene en consideración la forma alegórica y literaria de expresarse de san Pablo, puede hacer un gran daño a la catequesis. Por expresar “hiperbólicamente” el infinito amor de Dios a la humanidad, cae en la representación de una imagen de Dios vinculada a la violencia. La comprensión clásica de la «redención», la «re-compra» de los esclavos humanos para liberarlos, «pagando» con la sangre de su Hijo... es una imagen falsa de Dios –por muy común que ha sido y lo sigue siendo todavía–, y merece que estemos atentos a desmontarla siempre que se presente. Aun así, costará mucho tiempo, pues está tan arraigada, que muchos la consideran, todavía hoy, "esencial", "de fe", como formando parte del paquete central de la fe; y no lo es; es sólo una imagen, un símbolo, inadecuado ya para estos tiempos actuales. Recomendamos al respecto el artículo Imágenes de Dios e imitación de Dios: problemas en torno a la idea de expiación/satisfacción, en «Selecciones de Teología» 47/188 (diciembre 2008) 310-324. Se puede recoger aquí: http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol47/188/188_daly.pdf O también este artículo de John Shelby SPONG: «Jesús como Rescatador y Redentor: una imagen que debe desaparecer», en la RELaT (http://servicioskoinonia.org/relat/380.htm). - Para la oración de los fieles - Por la Iglesia, para que en medio de las oscuridades y angustias de nuestro mundo sea siempre signo de la esperanza capaz de transfigurar la existencia humana. Oremos. - Por todas las personas, para que encontremos el sentido de la vida en el trabajo por conseguir un mundo nuevo y mejor, transfigurado. Oremos. - Por todos los que padecen injusticia, opresión, soledad, rechazo; para que encuentren hermanos que transfiguren su mirada con la ayuda solidaria. Oremos - Por todos los indecisos, para que descubran lo urgente que es amar. Oremos. - Por todos los pueblos a los que no llegó la luz del Evangelio: para que sean fieles a la luz que el Dios único ha puesto a su disposición en la religión del pueblo en el que han venido al mundo. Oremos. - Por esta comunidad nuestra, para que permanezcamos fieles a Jesús, a quien el Padre resucitó de entre los muertos, y nos mantengamos firmes en la esperanza de encontrarnos un día cara a cara con el Cristo glorioso. Oremos. Oración comunitaria - Dios, Padre nuestro, que nos invitas a "escuchar a tu Hijo muy amado", Jesucristo; abre nuestros corazones para que sepamos acoger su Palabra con cariño y confianza, la pongamos por obra, y así lleguemos a participar un día de la plenitud de su felicidad gloriosa. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro hermano e hijo tuyo muy amado... - - o bien: - - Dios, Padre y Madre de todos tus hijos e hijas, «que quieres que todos se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad», y que invitas a «escuchar a tu Hijo muy amado», Jesús, nuestro hermano adelantado; haz que cada pueblo comparta con los demás tu Palabra, la que has dado a cada uno de ellos en su propia religión, para que reflejando cada uno un destello de tu luz pluriforme, mutuamente nos iluminemos, y reconozcamos comunitariamente la Verdad plena de tu rostro siempre inabarcable. Nosotros te lo pedimos por Jesús de Nazaret, nuestro hermano, hijo tuyo muy amado.   Lunes 1 de Marzo 2ª semana de Cuaresma 40 Mártires de Sebaste (420) Dn 9,4b-10: Hemos cometido iniquidad Salmo 78: Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados Lc 6,36-38: Perdonen y serán perdonados Las palabras de Jesús van a contrapelo de lo que suele escucharse en círculos de competencia, sean estos la escuela, el hogar, el comercio o el mercado de las religiones inclusive. En una competencia hay que prevalecer, someter, dominar al adversario porque de otro modo, él terminará por triunfar sobre ti. Solo que, en la dinámica liberadora del Reino, la expectativa no la crean los compañeros del círculo, sino Dios, nuestro Padre. Él espera que seamos como él, y a esto responde el comportamiento de los discípulos de Jesús. Las conductas discipulares no son reacciones espontáneas, ni “naturales”, en el sentido de que broten de nuestro carácter innato, pues ese estado natural lo hemos perdido o sofocado, en el mejor de los casos. La compasión, el perdón y la generosidad son actitudes a cultivar y transmitir deliberadamente por ningún otro afán que el de convertirnos en hijos de Dios. Esto son los discípulos de Jesús. El Evangelio nos pide recrear la dinámica del Reino en nuestros círculos sociales. ¿Nos guía la bondad de Dios?   Martes 2 de Marzo 2a semana de Cuaresma Simplicio (483) Is 1,10.16-20: Aprendan a obrar bien Salmo 49: Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios Mt 23,1-12: No hacen lo que dicen Jesús mira a los maestros de las comunidades cristianas, a contraluz de los maestros de las sinagogas. Esto mismo, dice que las palabras de Jesús están siendo actualizadas y adaptadas a circunstancias nuevas: los discípulos de Cristo, no son los detentores de una pirámide de doctrinas a los que hay que reverenciar, sino los ejemplos vivos de cómo se hace realidad el amor; son los actores, no los guionistas; son los obreros, no los arquitectos; hacen lo que comprenden, y de una manera que sirve a todos. Entendámoslo bien, la fe cristiana no es un cúmulo de doctrinas perfectamente articuladas, sino la praxis consecuente de Cristo muerto y resucitado. La presencia de escuelas con inspiración cristiana en nuestro entorno ha significado una cristianización que no ha reflejado los valores fundamentales del Evangelio. Si así fuera no tendríamos los índices de analfabetismo, desigualdad económica y corrupción política y social que nos laceran. Muchas de las élites gobernantes han pasado por escuelas y universidades de cuño cristiano ¿Son los valores del Maestro de Nazaret los que comunicamos?   Miércoles 3 de Marzo 2a semana de Cuaresma Catarina Drexel (1955) Jer 18,18-20: Lo heriremos con su propia lengua Salmo 30: Sálvame, Señor, por tu misericordia Mt 20,17-28: Lo condenarán a muerte El martirio es una de las marcas más elocuentes en la tradición del cristianismo; la heredó del judaísmo. Ya entrada la época helenística, cuando los modos de vivir y entender el mundo con moldes griegos comenzaron a imponerse, los judíos de Palestina, se levantaron los campeones de la fe a defender los valores patrios y el monoteísmo, y empuñaron las armas. A los mártires del judaísmo siguieron los mártires cristianos, que fueron ejecutados por fidelidad a su conciencia. Cada vez que un gobierno absolutista, del signo y color que sea, ha querido suplantar la conciencia personal y soberana de los fieles al Dios único, el derramamiento de la propia sangre, como la de Cristo en la cruz, se ha convertido en testimonio elocuente de la inviolabilidad de la propia conciencia. Nada ni nadie puede sujetarla sino el propio Dios. Así, una de las tareas más urgentes entre los creyentes es la formación de la propia conciencia. ¿Qué hacemos para actualizar nuestras normas de conducta personal y social? ¿Qué valor o principio personal consideramos inviolable?   Jueves 4 de Marzo 2a semana de Cuaresma Juan Antonio Farinas (1888) Jer 17,5-10: Bendito quien confía en el Señor Salmo 1: Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor Lc 16,19-31: Recibiste bienes y Lázaro males Jesús tomó distancia del modo de pensar de las fraternidades fariseas que tenían en su credo la vida de ultratumba, y la resurrección de los muertos, pero no la relacionaban con “el aquí y ahora” de la realidad diaria. Para los fariseos era asunto crucial cumplir escrupulosamente todas las estipulaciones de piedad, o sea, aquéllas que honran al templo y su personal. Era ese cumplimiento estricto lo que fincaba una relación recta con Dios para participar del banquete mesiánico en la era venidera. La parábola de Jesús, por el contrario, vincula la suerte del fiel en la vida de ultratumba con lo que haya hecho o dejado de hacer en la vida actual. Lázaro, único personaje con nombre propio de las parábolas de Jesús, significa “Dios ayuda”, lo que parece desdecir su condición: pobre, desnudo y hambriento. ¿Dónde está el que ayuda? Está en la Ley y los Profetas, es decir, en la voz revelada que norma todo el quehacer cristiano. El no hacer, la omisión, significa la pérdida definitiva del sentido de la vida.   Viernes 5 de Marzo 2a semana de Cuaresma José Oriol (1702) Gén 37,3-4.12-13a.17b-28: Vamos a matarlo Salmo 104: Recordarán ustedes las maravillas que hizo el Señor Mt 21,33-43.45-46: Éste es el heredero: ¡matémoslo! Por generaciones enteras se pensó, y en algunos círculos esto perdura, que el liderazgo promovido en las Sagradas Escrituras es una especie de don celeste, que Dios otorga a una persona o grupo, para un quehacer específico. De aquí que el elegido goza de tal autocracia e inmunidad, “derecho divino”, que nadie osa poner en cuestión. Este concepto de liderazgo es lo que Jesús socava con la parábola de hoy, como muchos profetas lo hicieron siglos antes. Este entredicho va a exacerbar, en los líderes del pueblo, sumos sacerdotes, ancianos y fariseos, la intención de quitarlo de en medio. De la parábola deriva claramente que el liderazgo no es autócrata, sino una función delegada para administrar y producir, necesariamente sujeta a la rendición de cuentas. La tensión que escala cada vez que el dueño busca hacer valer su derecho, revela la inmunidad que creen tener quienes abusan, apropiándose de lo que no les pertenece. El Evangelio exige desenmascarar todo tipo de cacicazgo, civil y religioso, en aras de una distribución equitativa de bienes entre todos los actores sociales.   Sábado 6 de Marzo 2a semana de Cuaresma María de la Providencia, fundadora (1871) Miq 7,14-15.18-20: Arrojará al mar nuestros delitos Salmo 102: El Señor es compasivo y misericordioso Lc 15,1-3.11-32: Tu hermano ha revivido Perder un hijo, por cualquier motivo, debe ser una tristeza profunda para un Padre o una Madre. La parábola de Lucas ilustra la compasión misericordiosa de Dios por sus hijos extraviados y la alegría que lo inunda cuando se reencuentran con él. La trama del relato de la parábola, entre otros tópicos, también tiene que ver con el discernimiento necesario para la conversión. El discernimiento es la deliberación que la inteligencia lleva a cabo para escoger lo que mejor le conviene al individuo. En este ejercicio de racionalidad se pone en juego la libertad, pero no de una manera abstracta o filosófica, sino en el marco pragmático e histórico humano. El hijo menor de la parábola decide alejarse de la casa paterna para entregarse a una vida disoluta que desemboca en una vida miserable, sin pan. Tocó fondo. En esa condición miserable se gesta la opción del retorno. Convertirse es recuperar la sensatez más elemental, decidir y ejecutar. ¿En qué circunstancia hemos nosotros tocado fondo? ¿Qué nos mueve a volvernos a Dios?   Servicio Bíblico Latinoamericano http://servicioskoinonia.org/biblico Em Português: http://www.claretianos.com.br/servicobiblico In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano: Para suscribirse: http://servicioskoinonia.org/informacion Para contactarnos: contacto@biblico.org Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia http://servicioskoinonia.org Consulte las lecturas bíblicas de cualquier domingo o día de la semana desde 2004 a 2036, en nuestro Calendario Bíblico-Litúrgico http://servicioskoinonia.org/biblico/calendario/ (y en inglés): http://servicioskoinonia.org/BiblicalLiturgicalCalendar

No hay comentarios:

Publicar un comentario