sábado, 20 de febrero de 2021

Adiós, capitalismo! Kim Jong-un da inicio a una nueva era en Corea del Norte

¡Adiós, capitalismo! Kim Jong-un da inicio a una nueva era en Corea del Norte hace 20 horas (actualizado: hace 6 horas) Kim Jong-un, líder de Corea del Norte - Sputnik Mundo, 1920, 19.02.2021 Durante el recién celebrado 8a Congreso del Partido del Trabajo de Corea fue aprobado el nuevo plan quinquenal para Corea del Norte. El nuevo programa supone la renuncia a las reformas económicas que Pyongyang abrazó hace una década y que fueron definidas por algunos expertos como un paso hacia el capitalismo. Uno de los hitos que marcó el 8o Congreso del Partido del Trabajo de Corea, celebrado entre el 6 y el 12 de enero de 2021 en Pyongyang, fue el reconocimiento por parte de Kim Jong-un del fracaso del plan quinquenal anterior para el período 2016-2020. Para corregir los errores del pasado, esta vez las autoridades norcoreanas usaron un enfoque muy diferlustro. Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte - Sputnik Mundo, 1920, 12.02.2021 Internacional Kim Jong-un: Corea del Norte enfrenta "las peores" dificultades de la historia 12 Febrero, 14:03 A pesar de que la mayoría de los medios prestaron más atención a las declaraciones que la cúpula dirigente norcoreana hizo sobre sus planes militares y la política exterior del Estado, en ese congreso del partido gobernante se anunciaron cambios. A lo largo de la última década que Kim Jong-un ha estado en el poder, ha tratado de introducir reformas que dieran más libertad a la población en cuestiones económicas. En esta nueva configuración, el papel del Estado en los procesos económicos internos de Corea del Norte se reducía paulatinamente. Pero pronto las cosas van a cambiar... ¿Fracaso de las transformaciones económicas? El camino económico que Corea del Norte intentó seguir desde la llegada de Kim Jong-un al poder en 2011 repite la experiencia de la República Popular China en la década de 1980. Desde entonces Pekín ha dado un enorme salto en el desarrollo económico sin sacrificar sus ideales políticos y hoy este país comunista aprovecha todos los beneficios del mercado capitalista. Hay una situación parecida en otro país comunista, Vietnam. Las autoridades lograron abrirse al mundo y salir al mercado internacional con sus productos. En el transcurso de dichas transformaciones económicas Vietnam también logró preservar su sistema político. Hoy China y Vietnam se sienten bastante bien económicamente debido al éxito de sus reformas. Pero ¿por qué Corea del Norte decidió poner sus reformas en suspenso? Hay dos respuestas clave a esta pregunta: primero, las reformas económicas al estilo chino no trajeron todos los frutos esperados y, segundo, estas llevan consigo el riesgo de socavar la estabilidad política en el Estado norcoreano. Durante el reciente congreso del partido gobernante norcoreano las autoridades culparon a las sanciones internacionales y los desastres naturales por el fracaso de las reformas. Y es verdad, pero solo parcialmente. Las razones precisas radican en las profundidades de las políticas interior y exterior de Corea del Norte. Los norcoreanos no se atrevieron a llevar a cabo las reformas de manera rápida por temor a una posible desestabilización política y, además, las medidas contra la propagación del coronavirus resultaron ser demasiado estrictas. De hecho, Corea del Norte introdujo un régimen de autoaislamiento y cortó todos sus nexos económicos para evitar la pandemia en su territorio, una medida de precaución excesiva que dañó en gran medida a la economía del país y su comercio internacional. En los últimos años la RPDC dio un paso hacia una economía más capitalista y ahora el país da un paso atrás. Evidentemente cuando se trata de elegir entre la estabilidad política y las reformas económicas semicapitalistas, Pyongyang elige la primera opción. Por ahora. En otras palabras, esto no significa que las autoridades norcoreanas entierran las reformas económicas liberales para siempre porque el desarrollo dinámico de la economía requiere que el país esté abierto al resto del mundo. Además, la experiencia de la última década ha demostrado que las reformas en cierta medida favorecen la recuperación económica. Con la introducción de nuevas reformas el crecimiento de la economía norcoreana se aceleró. Uno de los mejores resultados en su reciente historia ha sido el crecimiento anual del 5%. Hay que admitir que esto no está ni de cerca del crecimiento exponencial de su vecino del sur. Sin embargo, para la realidad económica de Corea del Norte esta cifra es bastante impresionante. El férreo control del Estado sobre la economía norcoreana se debilitó de manera deliberada. Esto no quiere decir que las autoridades dieran rienda suelta al comercio en el país, pero los ciudadanos norcoreanos se sintieron mucho más libres económicamente. Por ejemplo, las reformas en el sistema agrario permitieron que las familias se convirtiesen en las células básicas del sistema económico: cada familia cuidaba su granja. El Estado dejó de recolectar la mayor parte de la cosecha. Las familias granjeras norcoreanas eran capaces de almacenar, vender y consumir una parte considerable de su producción. Otro cambio drástico que las reformas trajeron consigo fueron las nuevas formas de administrar las empresas. Si bien estas técnicamente permanecieron bajo el control del Estado, sus directores recibieron un amplio margen de maniobra hasta tal punto que era posible compararlos con los propietarios de estas compañías. Kim Jong-un sigue los pasos de su padre No obstante, como ya mencionamos antes todos los logros se vieron afectados por la lentitud de la introducción de las reformas, las sanciones y la pandemia. Esta es la razón por la que los resultados no convencieron a la cúpula dirigente a seguir con estas reformas. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, observa los ejercicios militares - Sputnik Mundo, 1920, 19.03.2020 Internacional Ahora que la cúpula dirigente no tiene más alternativa que suspender temporalmente las reformas, es probable que el crecimiento económico se desacelere aún más y que eso haga crecer el descontento popular, lo que también podría dañar a la estabilidad política y social de Corea del Norte. Parece ser un callejón sin salida, pero la dinastía Kim siempre se ha destacado por su astucia, por lo tanto es de esperar que Kim Jong-un y sus subordinados encuentren una solución a corto plazo. Uno de los sucesos que confirma que los cambios drásticos en la economía están por venir fue la jubilación de Pak Pong-ju, el arquitecto de la liberalización económica en Corea del Norte. Precisamente fue él quien inspiró los primeros intentos de reformas al estilo chino. Pasó muchos años en la política norcoreana y hasta jugó un papel importante en los tiempos de Kim Jong-il. En este contexto, es importante recordar que Kim Jong-il también trató de introducir cambios en el sistema económico, pero los resultados no fueron contundentes. En 2005 el proceso de reformas se estancó. Ahora, frente a una situación difícil, Kim Jong-un sigue los pasos de su padre: trata de recurrir al antiguo enfoque que radica en la renuncia al capitalismo. Sin embargo, seguramente esta no es la última página en la historia de las transformaciones económicas en Corea del Norte. Todavía es posible que Pyongyang encuentre una manera de adoptar y aplicar la experiencia de China y Vietnam en su propio país en el futuro. Solo hace falta un requisito esencial: las condiciones políticas y sociales deben ser favorables. El fracaso del plan quinquenal anterior tuvo que ver precisamente con la falta de estas condiciones. Como resultado, los intentos de introducir cambios en una economía tan complicada sucumbieron ante los duros golpes de las sanciones y la pandemia. Pero nadie sabe lo que depara el futuro.

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