martes, 9 de marzo de 2021

Comentario del Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 14 al 20 de marzo de 2021 – Ciclo B

Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 14 al 20 de marzo de 2021 – Ciclo B OBSERVACIONES - Cada día de la semana comienza una nueva página para facilitar la impresión independiente. Por ese mismo motivo no hay numeración de páginas. - En el tamaño de letra se ha intentado llegar a un equilibrio en ahorro de papel en la impresión y legibilidad. - Se ha renunciado al uso del color para facilitar la impresión. Esta opción y todas las anteriores, son modificables en su procesador de textos.  Domingo 14 de Marzo 4º de Cuaresma Matilde (968) 2 Crónicas 36,14-16.19-23: El Pueblo multiplicó sus infidelidades Salmo 136: Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti Efesios 2,4-10: Dios nos ha hecho vivir por Cristo Juan 3,14-21: Para que el mundo se salve por Él Jn 3,14-21 corresponde a la respuesta que Jesús da a Nicodemo cuando pregunta «¿cómo puede ser eso?», refiriéndose al nuevo nacimiento en el Espíritu. Es también la segunda y última parte del diálogo de Jesús con este “jefe” de los fariseos de Jerusalén. Nicodemo, cuyo nombre significa “el que vence al pueblo”, aparece varias veces en el evangelio de Juan (3,1-21; 7,50-52; 19,39). No es un cualquiera. Por su filiación religiosa es un fariseo, es decir, un rígido observante de la Ley, considerada como la expresión suprema e indiscutible de la voluntad de Dios para el ser humano. Es el primer rasgo que señala Juan antes del nombre mismo. Nicodemo se define como hombre de la Ley antes que por su misma persona. Juan añade otra precisión sobre el personaje: en la sociedad judía es un “jefe” título que se le aplica particularmente a los miembros del Gran Consejo o Sanedrín, órgano de gobierno de la nación (11,47). En éste, el grupo de los letrados fariseos era el más influyente y dominaba por el miedo a los demás miembros del Consejo (12,42). Nicodemo habla en plural (3,2: sabemos). Es, pues, una figura representativa. La escena va a describir un diálogo de Jesús con representantes del poder y de la Ley. Nicodemo llama a Jesús “Rabbí” (3,2), término usado comúnmente para los letrados o doctores de la Ley que mostraban al pueblo el camino de Dios. Así es como este fariseo adicto ferviente de la Ley, ve a Jesús. Es extraño, porque hasta el momento, Jesús no ha dado pie para semejante interpretación de su persona. En realidad, Nicodemo está proyectando sobre Jesús la idea farisea de Mesías-maestro, avalado por Dios para interpretar la Ley e instaurar el reinado de Dios enseñando al pueblo la perfecta observancia de la Ley de Moisés. Está lejos de comprender el cambio radical que propone Jesús. Para los fariseos, en la Ley está el porvenir de Israel; para Jesús, el nacimiento en el Espíritu abre el reino de Dios al porvenir humano. El ser humano no puede obtener plenitud y vida por la observancia de una Ley, sino por la capacidad de amar que completa su ser. Sólo con personas dispuestas a entregarse hasta el fin puede construirse la sociedad verdaderamente justa, humana y humanizadora. La Ley no elimina las raíces de la injusticia. Por eso, una sociedad basada sobre la Ley, no sobre el amor, nunca deja de ser opresora, codiciosa, injusta. La segunda parte del diálogo de Jesús con Nicodemo se centra en el que “bajó del cielo”, sin dejar de ser “del cielo”, “para que todo el que crea tenga vida eterna”. La reflexión de Jesús resalta la relación que hay entre creer y vivir en las obras de la vida eterna, es decir, en el Reino de Dios. “Bajar del cielo” y ser “levantado” es un asunto de amor de Dios. Veamos los énfasis teológicos propuestos por el discurso: Frente a la centralidad farisaica de la Ley, el evangelio de Juan propone la dinámica liberadora de la fe en Jesús “levantado” (levantado en la cruz, crucificado), como la serpiente que Moisés levantó en el desierto. Creer es la respuesta al inmenso amor de Dios. Es la reciprocidad del amor. Creer no es un concepto, o una doctrina; es un acto de amor, por el que adviene el Reino de Dios. El juicio sobre la humanidad tiene como criterio la fe, como acto de amor recíproco. Nuevamente llegamos a la insistencia de Juan: una humanidad justa y feliz sólo es posible sobre el amor, no sobre la Ley. Ésa es la fe que proclama Juan. Pablo, después de agradecer el don de la fe (Ef 1,3-14), contrasta y contrapone dos tiempos: el de la muerte y el de la resurrección. El tiempo de la muerte (Ef 2,1-3) corresponde a “delitos y pecados” según el “proceder de este mundo” bajo la dominación de Satanás. Es tiempo de esclavitud e infrahumanidad. De ese tiempo Dios rescata tanto a judíos como a gentiles, por ser “rico en misericordia”, vivificándolos “juntamente con Cristo”, por su resurrección. Sólo la gracia mediante el don de la fe puede “explicar” tal sobreabundancia de amor divino. El tiempo de la resurrección es tiempo de “nueva creación” en Cristo Jesús, lo que se expresa en las “buenas obras” practicadas por quienes han sido vivificadas y vivificados. No es de extrañar que la “medida” de las buenas obras sea como la medida de Dios: el amor. El tiempo de la resurrección es el tiempo de afirmación de la vida en el amor. Para la fe cristiana, la muerte (la esclavitud) no tiene la última palabra. Vivir a plenitud como nuevas criaturas el tiempo de la resurrección es el llamado que Pablo hace a lo largo de esta carta a la Iglesia nacida entre la gentilidad. El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 56 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil. El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí: https://radialistas.net/56-el-gemido-del-viento/ Para la revisión de vida - Nicodemo se acercó a Jesús. Le movía la curiosidad, el deseo de escuchar una palabra especial, la revelación de algún oscuro secreto. ¿Por qué quiero yo acercarme a Jesús? Pero antes, ¿quiero yo acercarme a Jesús? ¿Deseo encontrarme con él? - Nicodemo espera la llegada de la noche para buscar a Jesús. Era evidente su miedo a ser visto y delatado a esos judíos que por conveniencia no aceptaban al galileo. ¿Tenemos también el mismo miedo a que se nos descubra como seguidores de Jesús en sentido real y concreto, como luchadores por la justicia y la verdad? Para la reunión de grupo - La primera lectura es la conclusión del segundo libro de las Crónicas, del AT. Es un buen resumen del esquema interpretativo de la historia por parte de los redactores bíblicos, y del mismo pueblo. ¿Pero lo podemos aceptar nosotros, hoy día, fácilmente? ¿Qué dificultades nos presenta? ¿A qué se pueden deber esas dificultades? ¿Cómo combinar estas dificultades y estas respuestas con el hecho de que consideramos estos textos bíblicos «revelación»? ¿En qué sentido son «revelación», y en qué sentido no lo son? - Marcelo Barros hace caer en la cuenta del sincretismo de la Biblia, en la que aparecen muchas tradiciones, elementos, categorías, leyendas, símbolos... procedentes de la religiosidad del Oriente Próximo, en el que ella se halla claramente ambientada. Y señala que el becerro de oro fue rechazado, pero la serpiente de bronce entró en la Biblia... ¿Por qué unos símbolos sí y otros no? ¿Cabe hacer alguna reflexión al respecto? - Prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas... Este texto del evangelio de Juan está en plena sintonía con la epistemología moderna: la estructura del conocimiento humano es tal, que el sujeto entra en la composición misma de la experiencia cognoscitiva, con sus intereses, sus prejuicios, sus limitaciones... No hay un conocimiento neutro y desinteresado, no existe una «razón pura», una «verdad objetiva», sin intereses... En la respuesta ética que damos a la vida, en la respuesta de fe (o no) que damos a los desafíos de la realidad, estamos movidos también –tal vez inconscientemente– por nuestro deseo de luz o nuestro de oscuridad. Comentar. - Dios mandó a su Hijo para que el mundo se salve por Él; no lo envió para condenar, sino para que el mundo se salve por él. Pero de hecho muchas veces el cristiano se siente más juzgado que salvado, y siente la moral como un deber exterior e impuesto, como una carga más que como una ayuda... ¿A qué se debe? Si el Evangelio es Buena Noticia y Dios es pura voluntad de salvación, ¿qué es lo que puede estar fallando? - Para la oración de los fieles - Para que sean iluminados nuestros corazones con la luz que brota de la esperanza de los débiles y marginados del sistema, roguemos al Señor... - Para que nos decidamos sin demora a incluir en nuestra vida diaria acciones que, como las de Jesús, irradien luz y solidaridad, roguemos al Señor... - Por los que no saben de dolores verdaderos, de injusticias planificadas, de pobreza globalizada, para que se abran sus ojos a la verdad, roguemos al Señor... - Por los niños y adultos que hoy siguen muriendo "antes de tiempo", por los "pueblos crucificados", para que seamos para ellos señal y compromiso de liberación, roguemos al Señor... - Para que nuestra conducta sea correcta e incorruptible, de forma que nunca temamos a la verdad ni prefiramos a las tinieblas, roguemos al Señor... Oración comunitaria - Dios «todo-bondadoso», Padre y Madre de la Humanidad, que en Jesús has levantado ante el mundo una y muchas señales, para que todos los hombres y mujeres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad: te expresamos nuestro agradecimiento al descubrir que tú actúas a favor de toda la Humanidad y a toda ella la conduces, «por caminos sólo por ti conocidos». Ello nos hace sentirnos llenos de una alegría y una confianza, que para nosotros concretamente se apoyan en Jesucristo, nuestro hermano, predilecto tuyo.   Lunes 15 de Marzo 4ª Semana de Cuaresma Luisa de Marillac, fundadora (1660) Is 65,17-21: No se oirán llantos Salmo 29: Te ensalzaré, Señor, porque me has librado Jn 4,43-54: Anda, tu hijo está sano Por la salud de un hijo, sus padres están dispuestos a mover cielo y tierra. En tiempos de Jesús, había un índice muy elevado de mortalidad infantil, sobre todo, en los primeros dos años de vida; más que los accidentes, las precarias condiciones alimentarias y sanitarias propiciaban que las enfermedades hicieran estragos entre la población. Se calcula que, en el Imperio Romano, por cada seis niños que pariera una mujer, al menos tres no rebasarían los tres años. El promedio de vida rondaba los 24 años, aunque había gente longeva; uno de mil podría vivir más de ochenta años, dependiendo de las condiciones de vida. El derecho a la salud ha ido tomando carta de ciudadanía en nuestras sociedades industrializadas. Esto significa que no solo debe haber acceso a los bienes sanitarios, sino propiciar las condiciones de vida que favorezcan vivir con la mejor salud posible. Que Jesús sane al hijo de un funcionario real habla de que la salud es un bien que está por encima de las condiciones sociales de los individuos.   Martes 16 de Marzo 4a Semana de Cuaresma José Gabriel del Rosario (1914) Ez 47,1-9.12: Manaba agua del templo Salmo 45: El Señor de los ejércitos está con nosotros Jn 5,1-3.5-16: Aquel hombre quedó sano En la piscina de Betesda nos sale al encuentro otra curación de Jesús; ahora de un hombre que, simbólicamente, tiene los años que tardó el cambio generacional del pueblo sacado de Egipto; los años pasados en el desierto fueron para que la gente nueva de un pueblo renovado cruzara el Jordán y entrara en la tierra de la promesa. Ese hombre había pasado toda su vida atado a una camilla, mientras veía apagarse la esperanza de verse sano. La salud es un bien integral, e implica, por lo mismo, el cumplimiento de otros derechos fundamentales de la persona. Cabe pensar, por ejemplo, en el derecho a la seguridad en el ambiente de trabajo, o el derecho a una alimentación saludable o el derecho a tener agua potable y aire limpio o a una vivienda digna. Estos derechos inciden directamente en el bienestar de cada miembro de la sociedad y deben ser garantizados por el Estado. La fe cristiana no tiene otro objetivo que la salud o salvación integral de la persona; a esto se orienta el Evangelio mismo.   Miércoles 17 de Marzo 4a Semana de Cuaresma Patricio (461) Is 49,8-15: Te he constituido alianza Salmo 144: El Señor es clemente y misericordioso Jn 5,17-30: También el Hijo da vida Las obras de Jesús muestran que es un enviado auténtico de Dios para darle vida a su pueblo. Jesús refiere a dos obras que sobrepasan con mucho, las curaciones que él ha venido haciendo en el relato evangélico de Juan: resucitar a los muertos y juzgar a los incrédulos. Ambas obras le competen solamente a Dios, de donde se trasluce la verdad de la que sus adversarios lo acusan, pero con una salvedad: él no se arroga ser igual a Dios, porque no hace ni dice nada que no le venga del Padre. En su caminar, el cristiano mira continuamente a Jesús para regular sus propias actitudes y actos, a nadie más. Ser discípulo de Cristo es vivir buscando la voluntad de Dios para vivir orientados hacia él, como Jesús. Consideremos si lo que hacemos produce vida o no, no solo a nosotros sino a las personas que queremos y nos quieren. La vida verdadera muchas veces se consigue al costo de la cruz. ¿Nuestras obras dicen que vivimos haciendo la voluntad de Dios?   Jueves 18 de Marzo 4a Semana de Cuaresma Cirilo de Jerusalén (387) Éx 32,7-14: Arrepiéntete de la amenaza Salmo 105: Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo Jn 5,31-47: Moisés los acusa La sociedad del tiempo de Jesús había desarrollado todo un sistema de valores sociales sostenidos por el honor. Los códigos de honor tienen más que ver con el cómo alguien quiere ser tratado por los demás que con la honestidad consigo mismo, en conciencia, ante Dios. Jesús argumenta que él vive de cara a Dios y no buscando los honores humanos. Muchas veces, el medio social sofoca la libertad de conciencia personal en aras del control social del “qué dirán”. Así acumulamos frustraciones y resentimientos que dañan las ideas que tenemos de nosotros mismos. Una sana autoestima resulta de una personalidad equilibrada y madura. La confianza en sí mismo se construye a base de la afirmación externa pero también de la convicción personal. Así es como crecemos para afrontar con éxito los desafíos que nos saldrán al paso. Démonos el derecho de afirmar nuestras necesidades, de disfrutar lo conseguido con nuestro trabajo, de vernos felices, como Dios quiere vernos. ¿Vivimos de cara a Dios, oyendo su voz y mirando su rostro, o de cara a los demás?   Viernes 19 de Marzo José, esposo de María 2Sam 7,4-5a.12-14a.16: Dios le dará el trono de David Salmo 88: Su linaje será perpetuo Rom 4,13.16-18.22: Creyó contra toda esperanza Lc 2,41-51a: Mira que te buscábamos angustiados Uno de los núcleos difíciles de la historia de Jesús de Nazaret es el de sus orígenes irregulares, por decirlo de esta manera. Para legitimar la presencia de Jesús en la sociedad judía, la figura de José fue fundamental. Él debió ser también determinante en la forja de la personalidad de su hijo, incluido lo religioso, que forma parte de lo público. En la familia tradicional, la figura paterna proporciona los medios necesarios para que la madre fortalezca el vínculo afectivo con el hijo durante los primeros años de su existencia, con todos los cuidados que le brinda. Por otra parte, el vínculo con el padre también es vital. Del padre el niño aprenderá los modos de relacionarse que le permitan formar parte de la comunidad o grupo social, gracias al cumplimiento de normas y deberes. Jesús aprendió a relacionarse con Dios como le enseñó José. El crecimiento de familias monoparentales en nuestros medios, necesariamente se refleja ya en la configuración social. ¿Qué habilidades relacionales fomenta en nosotros la fe cristiana?   Sábado 20 de Marzo 4a semana de Cuaresma José Bilczewski (1923) María Josefa del Cor. de Jesús (1912) Jer 11,18-20: Seré llevado al matadero Salmo 7: Señor, Dios mío, a ti me acojo Jn 7,40-53: ¿De Galilea vendrá el Mesías? El evangelio evidencia la distancia entre los líderes judíos y el pueblo piadoso. Las autoridades tienen la responsabilidad de velar por el bien del pueblo, que está normado, es decir, la forma de procurarlo es ajustándose a lo estipulado en la Ley, a la que Jesús de Nazaret debe apegarse. El conocimiento de la ley, en los términos de los fariseos, es lo que impide caer engañado por los falsos profetas. Solo que no están dispuestos a escuchar al indiciado, y así socavan el orden legal; se autoengañan. Lo que da fuerza a la autoridad es el ejercicio de la ley. El conocimiento de ella lleva al reconocimiento de su espíritu, que siempre alentará el bien común. Ante una novedad no prevista en la legislación, una autoridad debe recurrir al reconocimiento del espíritu de la ley y no solo a su letra, en busca de promover la justicia. El discípulo de Cristo está llamado a abandonar los estereotipos para abrazar la novedad que representa el Evangelio. ¿Qué novedad del Evangelio no queremos escuchar?   Servicio Bíblico Latinoamericano http://servicioskoinonia.org/biblico Em Português: http://www.claretianos.com.br/servicobiblico In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano: Para suscribirse: http://servicioskoinonia.org/informacion Para contactarnos: contacto@biblico.org Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia http://servicioskoinonia.org Consulte las lecturas bíblicas de cualquier domingo o día de la semana desde 2004 a 2036, en nuestro Calendario Bíblico-Litúrgico http://servicioskoinonia.org/biblico/calendario/ (y en inglés): http://servicioskoinonia.org/BiblicalLiturgicalCalendar

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