jueves, 6 de enero de 2022

Comentario del Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 9 al 15 de enero de 2022

Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 9 al 15 de enero de 2022 Domingo 9 de Enero Bautismo del Señor Julián, mártir (303) Isaías 42,1-4.6-7: «Miren a mi siervo, a quien prefiero» Salmo 29: El Señor bendice a su pueblo con la paz Hechos 10,34-38: Ungido por la fuerza del Espíritu Santo Lucas 3,15-16.21-22: «Tú eres mi hijo querido» Hoy celebra la liturgia el bautismo de Jesús. Las lecturas nos ofrecen tres lementos para reflexionar sobre el tema. Un primer elemento lo encontramos en el texto de Isaías, quien nos habla de la actitud del siervo de Dios; éste ha sido llamado y asistido por el Espíritu para llevar a cabo una especial misión en el pueblo: hacer presente con su vida la actitud misma de Dios para con la humanidad; es decir, evidenciar que Dios instaura su justicia y su luz por medio de la debilidad del ser humano. Por tanto, es tarea de todo bautizado testimoniar que Dios está actuando en su vida; signo de ello es su manera de existir en medio de la comunidad; debe ser una existencia que promueva la solidaridad y la justicia con los más débiles, pues en ellos Dios actúa y salva; en ellos se hace presente la liberación querida por Dios. El segundo elemento está presente en el relato de los Hechos de los Apóstoles. La intención central de este relato es afirmar que el mensaje de salvación, vivido y anunciado por Jesús de Nazaret, es para todos. La única exigencia para ser partícipe de la obra de Dios es iniciar un proceso de cambio (respetar a Dios y practicar la justicia), que consiste en abrirse a Dios y abandonar toda clase de egoísmo para poder ir, en total libertad, al encuentro del otro, pues es en el otro donde se manifiesta Dios. A ejemplo de Jesús, todo bautizado tiene el deber de «pasar por la vida haciendo el bien»; tiene la tarea constante de cambiar, de despojarse de todo interés egoísta para poder así ser testigo de la salvación. El evangelio de Mateo desarrolla el tercer elemento que identifica el verdadero bautismo: La obediencia a la voluntad del Padre. “La justicia plena” a la que se refiere Jesús en el diálogo con Juan el Bautista manifiestamente la íntima relación existente entre el Hijo de Dios y el proyecto del Padre. Esto significa que el bautismo es la plenitud de la justicia de Dios, ya que las actitudes y comportamientos de Jesús tienen como fin hacer la voluntad de Dios. Esta obediencia y apertura a la acción de Dios afirma su condición de hijo; es hijo porque obedece y se identifica con el Padre. Esta identidad de Jesús con el Padre (ser Hijo de Dios) se corrobora en los sucesos que acompañan el bautismo: el cielo «se abre», desciende el Espíritu, y una voz comunica que Jesús es Hijo predilecto de Dios. Es «hijo» a la manera del siervo sufriente de Isaías (Is 42,1): hijo obediente que se encarna en la historia y participa completamente de la realidad humana. El bautismo, en consecuencia, provoca y muestra la actitud de toda persona abierta a la divinidad y voluntad de Dios; y hace asumir, como modo normal de vida, el llamado a ser hijos de Dios, identificándonos en todo con el Padre y procurando, con nuestro actuar, hacer presente la justicia y el amor de Dios. Por desgracia, en la actualidad el bautismo se ha limitado al mero rito religioso, desligándolo de la vida y la experiencia de fe de la persona creyente. Se ha olvidado que el bautismo es un hecho fundamental del ser cristiano, pues tendría que ser la expresión de la opción fundamental de la persona, opción que toma a la luz del ejemplo de Jesús y por la que se compromete a ser cristiano. El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 7 de la serie «Un tal Jesús», titulado «Bautismo en el Jordán», de los hnos. López Vigil. El audio, el guión y su comentario pueden ser tomados de: https://radialistas.net/7-bautismo-en-el-jordan Para la revisión de vida - Hoy es el primer domingo del “tiempo ordinario”; se acabaron los “tiempos fuertes” de la liturgia, el adviento y la navidad; vuelve la vida ordinaria… Un adagio clásico de ascética decía: “in ordinariis, non ordinarius”, para expresar la meta de quien quiere ser santo (‘extraordinario’) en las cosas ordinarias, en la vida diaria… Al comenzar el “tiempo ordinario” debemos renovar nuestro deseo de vivir “extraordinariamente”. Uno de los estribillos de espiritualidad del Concilio Vaticano II fue su insistencia en que la santidad no hay que buscarla por caminos extraordinarios, sino «por», «a través» de la vida ordinaria (LG 39-42). Para la reunión de grupo - Isaías interpreta la misión del mesías como “implantar el Derecho”... Reflexionemos: ¿Qué relación tiene el Derecho con la misión de todo un Mesías? ¿Qué relación puede tener el Derecho con la misión de todo un cristiano? - ¿Cómo está nuestro mundo desde la óptica del Derecho? ¿Es el Derecho (Internacional, mundial) el que rige el “orden” del mundo? ¿Estamos avanzando hacia un ordenamiento jurídico mejor, o hemos retrocedido hacia la ley de la selva, la ley del más fuerte, la justicia (o venganza) por la mano propia…? ¿Puede ser la promoción del derecho y la exigencia de un nuevo Derecho Mundial uno de los grandes deberes de los cristianos, para hacer efectiva en nosotros la misión del Mesías en el mundo actual? - ¿Guarda el bautismo de Jesús alguna relación con nuestro bautismo? - Jesús “se bautizó como adulto”; en no pocos lugares los “nuevos movimientos religiosos” y las sectas acusan a los católicos de que nuestro bautismo no es válido, por ser administrado a los niños… ¿Qué pensar? ¿Debería reformarse la pastoral bautismal? ¿Qué decisión tomar entre lo ideal y la practicidad? - Para la oración de los fieles - Para que todos los hombres y mujeres, sean de la religión que sean, acepten y fomenten el Amor, la Justicia y el Derecho, roguemos al Señor… - Por todos los seguidores de Jesús, para que se distingan siempre –como el Mesías en el que creen- por su amor a la paz, a la concordia, a la justicia y al derecho… - Para que aprendamos de todos los hombres y mujeres, de cualquier religión, que han descubierto el “imperativo absoluto” de los derechos humanos, que vienen a ser “derechos divinos”… - Para que todos renovemos nuestro bautismo: nuestra decisión de seguir a Jesús y comprometernos con su proyecto mesiánico de “implantar el Derecho en el mundo”… - Para que la Iglesia resuelva de la mejor manera posible la problemática inherente a la pastoral del bautismo de niños… Oración comunitaria - * Dios Padre nuestro, que en el bautismo de Jesús lo has proclamado como tu “Hijo muy amado, el predilecto”; te suplicamos nos cobijes bajo su nombre y nos concedas conformarnos cada día más cercanamente a su imagen, haciendo nuestra su Causa y prosiguiendo su misión de ser “luz de las naciones” y de “implantar el Derecho en la tierra”. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor… - - * Misterio Infinito, inexpresable, que queremos adorar en silencio, sin palabras... Reconocemos tu Presencia ubicuamente, en el corazón de la Materia y en las raíces de la Realidad, en lo mejor del ser humano, que nos conduce por eso a una convergencia incontenible con el Amor, con la Justicia y la Fraternidad. Ayúdanos a adorarte con el Corazón profundo de nuestro ser, y con la práctica de la justicia, «pasando por la vida haciendo el bien, y curando a nuestros hermanos y hermanas de toda opresión».   Lunes 10 de Enero 1ª Semana Ordinario Ana de los Ángeles Monteagudo (1686) 1Sm 1,1-8: Su rival insultaba a Ana, porque el Señor la había hecho estéril Sal 116: «Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza» Mc 1,14-20: «Los haré pescadores de hombres» Llama la atención que la misión de Jesús comience en Galilea; sin embargo, se entiende que un lugar tan productivo y próspero sea escenario de injusticia social. Sus habitantes sufren mucha opresión, marginación y empobrecimiento por parte de las autoridades y terratenientes, amparados en leyes y costumbres, en su mayoría, inhumanas. En ese sentido podemos decir que hay muchas “Galileas” que atender en este mundo, y que la mejor manera de hacerlo es viviendo la llamada de Jesús –como la de los apóstoles–, erradicando cualquier tipo de discriminación, por ejemplo, como la que nos recuerda I Samuel, a propósito de la esterilidad de Ana, condición considerada, para la mentalidad hebrea, castigo de Dios. Si bien, a lo largo de la historia se han ido superando muchas situaciones, también es cierto que no se termina de incidir en la raíz de tanta maldad. La presencia de Dios nos invita a sentir la realidad de manera entrañable, respondiendo al sufrimiento con acciones concretas. ¿Cómo puedes convertirte en pescador de humanidad?   Martes 11 de Enero 1ª Semana Ordinario Teodosio (529) 1Sm 1,9-20: El Señor se acordó de Ana, y dio a luz a Samuel Interleccional 1Sm 2: «Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador» Mc 1,21-28: ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús? “Espíritus inmundos”, esterilidad, tristeza, angustia... en fin, tantos sufrimientos y sinsentidos de vida. Frente a todo ello siempre existe una esperanza: la presencia de Jesús como “libertador” en nuestra vida y en el mundo. Así como la oración de Ana fue escuchada, callando a quienes la rechazaban por la condición de esterilidad; así fue la expulsión de los “espíritus inmundos” en personas que parecían condenadas. También en nosotros se puede producir uno de los más grandes milagros: la “metanoia”, o sea, una conversión profunda que nos ayude a ser tierra fértil y liberada. Nuestra fecundidad, por gracia de Dios, nos convierte en testigos capaces de animar a personas “estériles de vida”, de “espíritus dudosos”, de tristezas profundas o sinsentido. ¿Cuál es el requisito? Sencillamente, un corazón dispuesto a seguir a Jesús; no se trata de adoctrinamientos que en ocasiones detienen hermosas iniciativas del Reino; se trata de procesos reales de dignificación y libertad. Hay tantas personas esperando la alegría del Evangelio en este mundo deshumanizado. ¿De qué necesitas liberarte? ¡Sé tierra fecunda!   Miércoles 12 de Enero 1ª Semana Ordinario Arcadio, mártir (304) 1Sm 3,1-10.19-20: «Habla, Señor, que tu siervo te escucha» Sal 40: «Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad» Mc 1,29-39: Sanó a enfermos de diversas dolencias La enfermedad en el tiempo de Jesús era señal de impureza y marginación, muchas veces se asociaba a castigos divinos. Pero, la enfermedad es en sí debilitamiento de un cuerpo sano. Las personas enfermas que se encuentran con Jesús no sólo son tratadas con dignidad, sino que fortalecen su fe y se recuperan; su acción liberadora siempre está asociada a la rehabilitación de la vida, haciéndola sentir valiosa y digna ante Dios. Nuestra acción pastoral debería estar encaminada a la recuperación de tanta enfermedad física y espiritual. En ese sentido nuestro servicio evangelizador ha de ser de compasión y misericordia. Fijémonos en Samuel, a quien Dios no se cansa de llamar para que sea guía y servidor de su pueblo. En estos tiempos de tantos ruidos, no siempre llegamos a comprender el “querer” de Dios para nuestras vidas. Ojalá que sepamos discernir qué voces escuchamos y a qué nos llaman. Seamos oyentes y servidores del Dios que sana y libera, no de los dioses que nos esclavizan y condenan.   Jueves 13 de Enero 1ª Semana Ordinario Hilario (307) 1Sm 4,1-11: El Arca de Dios fue capturada Sal 44: «Redímenos, Señor, por tu misericordia» Mc 1,40-45: «Lo quiero; queda sano» «Si quieres, puedes sanarme». Esta frase ha inspirado muchos escritos a lo largo de la historia, pero la respuesta de Jesús ha dado vida a muchas hermosas historias: «¡Quiero!, queda sano». Frente a la muerte, incluso explícita, como en la narración de I Samuel, la presencia de Jesús siempre da vida. En un momento histórico en el que la humanidad sigue viviendo un consumismo feroz en el que una parte de la población mundial devora la posibilidad de vida del resto poniendo en peligro incluso hasta la estabilidad y la soberanía alimentaria, la presencia de Jesús es absolutamente urgente. Un Jesús que invita a sanar a las personas, las familias, las comunidades, la política y la sociedad, para que detengamos la muerte del ser humano por el propio ser humano. Quizá el miedo nos detiene, pero quienes en Jesús creemos y vivimos siempre encontramos cómo reproducir ese «queda sano». ¿Será que nuestra acción pastoral va hacia quienes más nos necesitan o hay que ajustar algo?   Viernes 14 de Enero 1ª Semana Ordinario Félix de Nola (260) 1Sm 8,4-7.21-22a: Gritarán contra el rey. Dios no les responderá Sal 89: «Cantaré eternamente tus misericordias, Señor» Mc 2,1-12: El Hijo del Hombre puede perdonar pecados La petición de un rey por parte del pueblo puede estar viciada por la razón de fondo que Dios deja ver: «No te rechazan a ti, sino a mí; no me quieren por Rey». Y es que aceptar a Dios por Rey significa ajustar nuestro corazón, mente y voluntad a construir un mundo para todas las personas y no sólo para unos pocos que excluyen y privan de los bienes a las mayorías empobrecidas. Esta es la forma de vivir de los poderosos, de muchos políticos y empresarios inescrupulosos, de muchas personas en general. Cuando el poder se emplea para dominar lo único que genera es muerte. Pero estamos convencidos de que, si acogieran a Jesús en su corazón, igual que Él, podrían decirle a la sociedad y al mundo entero: «carga con la camilla y vete a casa» y, así, dignificar la vida. Quizá sea esta la misión más urgente hoy, la de evidenciar el fracaso del “poder”, sin perder nosotros el rumbo, sosteniéndonos en la comunidad de fe.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario