Es una pagina que busca publicar contenido cristiano y temas Dde actualidad que ayuden a la comprension del mundo en que vivimos, que sirvan para edificar la vida de los creyentes y edificar a la comunidad cristiana, ya con aportes del autor de la pagina, o con aportes encontrados en otros sitios.
viernes, 22 de julio de 2022
EEUU y China, dos rivales que deben llegar a un acuerdo para frenar el cambio climático
EEUU y China, dos rivales que deben llegar a un acuerdo para frenar el cambio climático
Sputnik Mundo, 22.07.2022
Las históricas olas de calor en Europa le recuerdan al mundo que el cambio climático no se detiene. Países como Reino Unido han reportado temperaturas récord de 40 grados. En España, en tan sólo 10 días, se reportaron 1.047 muertes atribuibles a las altas temperaturas.
Organismos como la ONU y asociaciones civiles como Greenpeace han advertido que, mientras no se contengan o disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero, las consecuencias del calentamiento global serán cada vez más visibles en fenómenos meteorológicos intensos y alteraciones en los ciclos de todos los seres vivos.
Tan sólo en 2020, año de inicio de la pandemia de COVID-19, China y Estados Unidos emitieron más de 11.000 millones y 5.222 millones de toneladas cúbicas de dióxido de carbono, respectivamente, lo que representa más del 40% de las emisiones totales del planeta.
"[El problema seguirá] mientras China y Estados Unidos no se pongan de acuerdo, ya que continuarán inyectando dióxido de carbono (CO2)", dice en entrevista para Sputnik, Benjamín Martínez López, doctor en Ciencias Naturales por la Universidad de Hamburgo.
Pero el obstáculo no sólo son las emisiones de CO2, sino la explotación y subsecuente escasez de recursos naturales. En países como México, por ejemplo, se comienzan a reportar fuertes sequías en estados como Nuevo León, entidad sumamente industrializada que, desde principios de junio, declaró una emergencia por la falta de agua tan sólo unas semanas antes de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) declarara otra alerta por una sequía severa, extrema o excepcional en todo el país.
En casi todos los países —sobre todo aquellos que se funcionan con modelos emergentes o subdesarrollados— también se manifiesta otra variable del problema: el poder de industrias como la cervecera y la refresquera para garantizar su suministro de agua, aun cuando la población civil no tiene acceso doméstico al vital líquido.
"La voracidad [de las grandes compañías] no tiene límites por la corrupción, porque entran en contubernio con autoridades y entonces prácticamente el que quiera invertir y tenga un compadrazgo político, se le van a poner las cosas en bandeja de plata", criticó el académico.
El investigador dice que es fundamental "repensar las ciudades", ya que muchos temas de gestión de recursos como el agua no fueron contemplados por décadas, como en el caso de la Ciudad de México donde, a pesar de las intensas lluvias, no se cuenta con un sistema eficaz que evite que la precipitación se pierda.
El especialista no descarta que se tenga que pensar en la recuperación de ríos donde hoy existen avenidas o condominios.
Sin embargo, reiteró que "lo que a un Gobierno le interesa es resolver un problema actual" y un plan para cambiar la estructura de las ciudades requiere inversión y tiempo, razón por la cual los las autoridades no atienden esta propuesta para no dejarle el mérito a las Administraciones posteriores.
Un pronóstico desalentador
Si continúa la tendencia actual de calentamiento global no sólo seguirán registrándose temperaturas elevadas, sino también fríos más intensos debido a la variabilidad natural del planeta.
"Se van a exacerbar esas fases más calientes o más frías de esa variabilidad natural. Podemos tener plazos excesivamente calientes, pero eso no elimina la posibilidad de que, en un año o dos, Reino Unido experimente un verano muy frío", afirma Martínez López, quien también es integrante del Departamento de Ciencias Atmosféricas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Un gran problema de la gestión climática, señala, es que la acción de los Gobiernos está enfocada a resolver problemas inmediatos, por lo que no se piensan en soluciones a largo plazo, que suelen ser más eficaces.
"Actualmente, con el problema energético y con la falta de gas en Europa, los Gobiernos que eran conocidos por sus acciones en favor del medio ambiente, como Alemania, están empezando a quemar carbón. ¿Cómo compaginamos las dos cosas?", cuestiona el especialista.
A esto se suma que, para lidiar de manera práctica con la situación, se buscarán alternativas que gastarán aún más energía, como la posibilidad de instalar ventiladores en lugares públicos.
Aunque las olas de calor en Europa han atraído una gran atención mediática, el fenómeno se resiente en prácticamente todo el orbe. En América ya se disparan las alertas no sólo por el calor, sino por las sequías y la escasez de agua en diversas zonas urbanas.
El 20 de julio, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos advirtió que 100 millones de personas de 28 de sus 50 estados están en riesgo por las altas temperaturas. La ciudad que más afectaciones tendrá será Phoenix, donde se esperan temperaturas superiores a los 46 grados.
En este contexto, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, hizo un llamado a los Gobiernos y las empresas para que atiendan las causas que aumentan las emisiones de CO2 y se tomen las acciones para cumplir con la Agenda de Desarrollo Sustentable 2030, la cual, reconoció, "está lejos de alcanzarse".
Nubes: la última esperanza
Pese a los pronósticos catastróficos, el doctor Benjamín Martínez considera que las nubes podrían convertirse en un regulador térmico natural del planeta, aunque se trata de una mera especulación basada en un experimento realizado por Bjorn Stevens, director del Instituto Max Planck de Meteorología.
El experimento se basa en que existen dos tipos de nubes, las altas y las bajas. Las primeras captan la radiación infrarroja y la emiten hacia la tierra; la segundas reflejan la radiación del planeta y contribuyen a disminuir la temperatura global.
En términos sencillos, lo que Stevens calculó fueron modelos que estimaban cuánto incrementaría la temperatura del planeta para 2100 si se mantenían las condiciones actuales de nubes, cuánto se modificaría si el 5% cambiaban a nubes altas y cuánto si el 5% se convertían en bajas.
Los resultados arrojaron que, de mantenerse las condiciones actuales, el planeta aumentará su temperatura entre 4 y 5 grados; con más nubes altas, se elevaría cerca de 10 grados, y con nubes bajas no aumentaría.
"Eso muestra que, en la realidad, [las nubes son] un mecanismo de regulación para bajar la temperatura del planeta. Ahora bien, sería muy mala decisión cubrirse bajo esa sombrilla, porque es una sombrilla un poco endeble y surge a partir de experimentos", acota el investigador, quien insiste en que se trata de un cálculo que, en la práctica, sólo se puede estimar y no probar.
El doctor Benjamín Martínez también opina que poner toda la esperanza en las nubes podría ser una mala estrategia porque el consumo voraz y la contaminación seguirían.
"Si el planeta se agarra de ahí y las nubes bajas se incrementan, entonces es probable que el planeta comience a disminuir su temperatura, independientemente de que las emisiones de CO2 sigan alza. Esa sería una noticia muy buena para el planeta, pero no para nuestros hábitos porque, desgraciadamente, deberíamos generar una cierta consciencia, llevar una vida sin tanto consumo", observa el especialista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario