Es una pagina que busca publicar contenido cristiano y temas Dde actualidad que ayuden a la comprension del mundo en que vivimos, que sirvan para edificar la vida de los creyentes y edificar a la comunidad cristiana, ya con aportes del autor de la pagina, o con aportes encontrados en otros sitios.
miércoles, 28 de diciembre de 2022
Servicio Bíblico Latinoamericano, Semana del 1 al 7 de enero de 2023 – Ciclo A
Servicio Bíblico
Semana del 1 al 7 de enero de 2023 – Ciclo A
Nota sobre este
«Servicio Bíblico Latinoamericano Koinonía»
Un año más, al comenzarlo, queremos presentar y explicar en detalle este nuestro «Servicio Bíblico
Latinoamericano Koinonía»:
• Es un servicio bíblico originalmente latinoamericano. El colectivo redactor de este servicio está
formado por biblistas y teólogos mayoritariamente latinoamericanos. Por eso se puede observar que
manejamos indistintamente la versión "latinoamericana" de la Biblia (caracterizada por el "ustedes" en vez de la
segunda persona del plural), y la versión la litúrgica oficial, que en muchos países utiliza el "vosotros"; no ha de
darse mayor importancia a esta duplicidad. Creemos que la multiculturalidad conscientemente asumida nos
hace crecer en universalidad.
• Somos conscientes de la necesidad de renovar el lenguaje y el estilo de nuestros comentarios
bíblico-litúrgicos. Con frecuencia, tanto en los comentarios cuanto en las homilías mismas que se escuchan por
ahí, solemos repetir lugares comunes («tópicos»), afirmaciones religiosas fáciles, acostumbradas, pero que no
resisten hoy día la crítica del hombre y la mujer cultos de la sociedad actual. Como los predicadores de las
homilías saben que nadie entre su auditorio va a levantarse para interrumpir con una crítica... continúan dentro
del fanal cómodo de unas categorías teológicas consagradas y unas afirmaciones piadosas, casi sublimes,
sonoramente retóricas... pero poco realistas y a veces francamente vacías, o incluso inaceptables en el lenguaje
de la calle... Nosotros queremos juntarnos a los muchos cristianos y cristianas que desean contribuir
humildemente a cambiar esta situación, adoptando un lenguaje más «de hoy», sobrio, crítico y secular. Aunque
sea poco a poco, con suavidad. Si alguna vez sienten que es demasiado atrevida nuestra expresión, sepan
disculparnos y no duden en ayudarnos con el envío de una oportuna crítica o/y sugerencia alternativa (hay un
punto de contacto en la página de este nuestro Servicio Bíblico.
• Uno de los grandes factores actuales de cambio en el lenguaje religioso es el advenimiento del nuevo
paradigma del pluralismo religioso, que va creciendo en la reflexión teológica, en la conciencia del pueblo
cristiano, y en la opinión pública, en la conciencia colectiva de la sociedad. Tratamos de acomodar el lenguaje y
las categorías a esta nueva perspectiva, tanto en los comentarios como en las oraciones. Sabemos que puede
extrañar y hasta sorprender -o incluso escandalizar- a quienes estén enteramente ajenos a estos
planteamientos renovadores. Quienes estén interesados a hacerse una idea general del desafío del paradigma
pluralista, les recomendamos el libro de José María VIGIL, Teología del pluralismo religioso. Curso sistemático
de teología popular, editorial El Almendro, Córdoba 2005, accesible en la red: http://cursotpr.adg-n.es/?
page_id=3
• Recordamos que Jacques DUPUIS afirmaba que las tradiciones religiosas escritas de los pueblos no son
sólo «literatura religiosa», sino que «desde el punto de vista teológico, los Libros Sagrados que las contienen
merecen en cierto sentido el nombre de Sagradas Escrituras» (Gesù Cristo incontro alle religioni, 243; Rumo
a uma teologia cristã, p. 348; «Parole de Dieu et Écritures sacrées», Spiritus 126 (1992) 59-65. Véase también
Geffré, Claude, «Le Coran, une parole de Dieu différente?», Lumière et Vie 32 (1983) 28-29). Ello quiere decir
que en determinadas fechas de grandes fiestas de otras religiones, o en comunidades cristianas con fuerte
presencia de inmigrantes de otras religiones... y cuando la prudencia (¡y la audacia!) pastoral lo aconsejen, se
puede/debe echar mano de estas Sagradas Escrituras en nuestras celebraciones.
• Les recordamos también que en los Servicios Koinonía tenemos una sección de «Páginas
Neobíblicas» (http://www.servicioskoinonia.org/neobiblicas), que tratan de recrear creativamente páginas,
situaciones, personajes o temáticas bíblicas releídas desde la situación actual. Es una antología de las mejores
«páginas neobíblicas» presentadas al concurso del mismo nombre que convoca anualmente la Agenda
Latinoamericana (véase http://latinoamericana.org). Estos excelentes materiales están a disposición para
nuestras celebraciones litúrgicas y paralitúrgicas.
• Tratamos también de purificar nuestro lenguaje de los restos de patriarcalismo. No es a veces del
todo posible, porque es en las mismas estructuras lingüísticas donde está instalado, pero intentamos al menos
purificar lo principal (por ejemplo, no utilizar la palabra “hombre” como sinónimo de ser humano, etc.). Dado
que, holísticamente, queremos combinar todos los criterios, no somos partidarios de corregir el alfabeto
introduciendo la «@», ni de repetir sistemáticamente en los dos géneros cada adjetivo o sustantivo susceptible
de ello («los cristianos y las cristianas», «los teólogos y las teólogas»...). Creemos que la visibilización del
género femenino y la estética del lenguaje son compatibles. Pero proclamamos claramente nuestro compromiso
incontestable en favor de su despatriarcalización y queremos actuar en consecuencia. Les invitamos a ustedes a
sumarse a este esfuerzo de transformación cultural.
• Nuestro servicio bíblico, como el conjunto de los Servicios Koinonía, con mucha modestia pero también
con una cierta dosis de audacia, quiere ser un servicio teológico-pastoral de frontera: para la «fe que trata
de entender» sin conformarse con repetir lo de siempre, para quienes quieren vivir en el mundo de hoy y
«atreverse a pensar» (sápere aude!), aunque ello les lleve a «creer de otra manera». A los grupos y
comunidades más tradicionales recomendamos cualquiera de los otros muchos servicios bíblicos que
afortunadamente hay en la red; basta buscar en Google «servicios bíblicos» y el buscador da cuenta de casi un
millón de páginas... (Desconocemos por qué el nuestro sigue apareciendo el primero en dicho buscador -no
hemos hecho absolutamente ninguna gestión para conseguirlo-).
• Las sugerencias que damos en cada comentario dominical para la revisión de vida o la conversión
personal están dirigidas más al aspecto moral, de conversión personal. Por el contrario, las sugerencias para la
reunión de comunidad o grupo bíblico tienen más bien una intención de formación bíblico-teológica: dan pistas
pedagógicas para estudiar el tema en grupo, para profundizar en aspectos más teórico-teológicos, y para hacer
reflexionar, siempre con una cierta dosis de provocación «mayéutica»...
• Las sugerencias que damos para la oración universal de los fieles parten del supuesto de que quien
las utilice va antes a seleccionar, adaptar, descartar y añadir... Por eso, unas son a veces más "atrevidas" que
otras. Por brevedad y por espacio, no incluimos generalmente peticiones "comunes", a las que siempre se
puede recurrir (por la Iglesia, las autoridades civiles, los enfermos, el desarrollo humano, la justicia, la paz,
etc.). Solemos reducirnos a peticiones “específicas” para ese domingo en función del tema bíblico o teológico de
su liturgia. Lógicamente, queda por parte de cada uno el añadir también peticiones según las necesidades
locales.
• En el tema de la oración de petición, estamos muy de acuerdo con Andrés Torres Queiruga en la
necesidad de ser más críticos y de revisar y actualizar el “imaginario” cristiano que reflejan o implican los
modos y las prácticas usuales de nuestra oración de petición. Recomendamos la lectura de las bellas páginas de
este autor en “Recuperar la Creación”, Sal Terrae, 1997, pp. 247-294. Desde esta práctica de nuestro Servicio
Bíblico, queremos hacer nuestra aportación, aunque sea pequeña, a esta tarea pendiente y urgente de la
liturgia y la oración comunitaria. Estamos abiertos a críticas y sugerencias.
• Les recordamos finalmente que, en internet, nuestro Servicio Bíblico Latinoamericano Koinonía
(http://www.servicioskoinonia.org/biblico), está constituido por todo un conjunto de servicios mutuamente
complementarios, a saber:
- un enlace permite ver la homilía que monseñor Romero predicó en San Salvador hace poco más de
treinta años, comentando los mismos textos bíblicos que nosotros leemos y también comentamos ese mismo
domingo;
- otro enlace nos ofrece el dibujo de Maximino Cerezo Barredo sobre el evangelio de ese domingo;
- el conjunto de los comentarios de toda la semana puede ser recogido en formato de texto rtf (para
reelaborarlo) o en pdf (para imprimir o leer);
- desde la página central de nuestro servicio, se tiene acceso al servicio bíblico en portugués, publicado
por los Misioneros Claretianos de Brasil, en São Paulo (http://www.claretianos.com.br/servicobiblico).
- Al final del comentario homilético de cada domingo ponemos un enlace al episodio que escenifica el
evangelio del domingo en la serie «Un tal Jesús», de los hermanos José Ignacio y María López Vigil. Cuando
no hay una correspondencia directa y no proporcionamos enlace, se puede acudir directamente a
www.untaljesus.net o http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/ para escoger un episodio adecuado. Aunque
solemos utilizar el enlace a una versión de audio de calidad media -suficiente para escucharla bien en línea- o
quienes busquen audios de mayor calidad, puede encontrarlos en esa misma página;
- igualmente, cuando lo hay, incluimos el enlace a un capítulo de la serie «Otro Dios es posible», de los
mismos autores; el agente de pastoral juzgará si es útil para suscitar un debate-discusión sobre alguno de los
temas implicados; el portal de referencia para los textos y audios es www.emisoraslatinas.net; hay que notar
que ofrece también material de reflexión y de debate muy interesante sobre cada tema, no sólo las preguntas
provocativas del guión;
- finalmente, nuestros comentarios bíblicos semanales pueden ser recibidos por correo-e, cada martes, a
través de nuestro servidor de lista; basta suscribirse a dicho servicio, gratuitamente, aquí:
http://servicioskoinonia.org/informacion/index.php#biblico Ahí mismo se puede dar uno personalmente de
baja, en cualquier momento, automáticamente, sin mediación nuestra; de esa forma, uno puede darse de baja
para una temporada, en la que desee no recibir el servicio, y volverse a suscribir después, por sí mismo;
- mención especial merece nuestro «calendario bíblico-litúrgico», único en su género en internet, que
es un programa informático, no un conjunto de respuestas elaboradas manualmente y colgadas en la red;
nuestro calendario recibe la solicitud –para una fecha que puede llegar hasta el año 2036-, y en unos segundos
procesa el pedido, y elabora y envía la respuesta, según que se le pida las citas bíblicas numéricas, o también
los textos bíblicos mismos de las lecturas litúrgicas. Véase para más detalle:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario Este servicio de calendario litúrgico funciona también en
inglés: http://www.servicioskoinonia.org/BiblicalLiturgicalCalendar
- en las páginas de comentarios bíblicos de nuestro «servicio bíblico» semanal, no incluimos los textos
bíblicos mismos (las lecturas mismas) para no recargar el documento, pero recordamos que tales textos están
disponibles (listos para «para copiar y pegar») en el citado calendario litúrgico
(http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario).
Domingo 1 de enero de 2023
Santa María, Madre de Dios
Jornada Mundial de la Paz
Números 6,22-27: «Invocarán mi nombre sobre los israelitas y los bendeciré»
Salmo 67: «El Señor tenga piedad y nos bendiga»
Gálatas 4,4-7: Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer
Lucas 2,16-21: Le pusieron por nombre Jesús
Litúrgicamente hablando, hoy es la fiesta de «Santa María Madre de Dios»; es también
la «octava de Navidad», y por tanto el recuerdo de «la circuncisión de Jesús», celebración
judía que se celebraba al octavo día del nacimiento de los niños, y en la que se les
imponía el nombre. Para nosotros, hombres y mujeres de hoy, esos tres componentes de
la festividad litúrgica de hoy nos aparecen como muy lejanos, extraños, tal vez
irrelevantes para nuestra vida... tanto por el lenguaje que en que son expresados, como
por el «imaginario religioso» al que pertenecen...r
Por otra parte, hoy es también el primer día del año civil, «¡Año Nuevo!», y la
Jornada Mundial por la Paz, celebración esta que, aunque originalmente procede una
iniciativa eclesiástica católica, ha alcanzado una notable aceptación en la sociedad,
gozando ya de un cierto estatuto de reconocimiento civil.
Como se puede ver, pues, hay una buena distancia entre la conmemoración litúrgica
y los motivos «modernos» de celebración. Esta distancia, que se repite en otras fiestas,
con bastante frecuencia, habla por sí misma de la necesidad de «actualizar» el calendario
litúrgico, y, mientras esa tarea no sea acometida oficialmente por quien corresponde, será
preciso que los agentes de pastoral tengan creatividad y audacia para reinterpretar el
pasado, abandonar lo que está muerto, y recrear el espíritu y a veces la letra misma y los
símbolos de las celebraciones.
Pero veamos en primer lugar los textos bíblicos que la ordenación litúrgica
posconciliar asignó a este día.
Nm 2,22-27 es la llamada bendición aaronítica (de Aarón), porque se afirma que
Dios la reveló a Moisés para que éste a su vez la enseñara a Aarón y a sus hijos, los
sacerdotes de Israel, para que con ella bendijeran al pueblo. Seguramente fue usada
ampliamente en el antiguo Israel. Incluso se ha encontrado grabada en plaquetas
metálicas para llevar al cuello, o atada de algún modo al cuerpo, como una especie de
amuleto. Arqueológicamente dichas plaquetas datan de la época del 2o templo, es decir,
del año 538 AC en adelante. Bien nos viene una bendición de parte de Dios al comenzar
el año: que su rostro amoroso brille sobre todos nosotros como prenda de paz. La paz tan
anhelada por la humanidad entera, y lamentablemente tan esquiva. Pero es que no basta
con que Dios nos bendiga por medio de sus sacerdotes. No basta que él nos muestre su
rostro. Aquí no se trata de bendiciones mágicas sino de un llamado a empeñarnos
también nosotros en la consecución y construcción de la paz: con nosotros mismos, en
nuestro entorno familiar, con los cercanos y los lejanos, con la naturaleza tan maltratada
por nuestras codicias; paz con Dios, Paz de Dios.
Buen comienzo del año éste de la bendición. El refrán popular ha consagrado ese
deseo de "volver a comenzar" que sentimos todos al llegar esta fecha: "Año nuevo, vida
nueva". Uno quisiera olvidar los errores, limpiarse de las culpas que molestan en la propia
conciencia, estrenar una página nueva del libro de su vida, y empezarla con buen pie,
dando rienda suelta a los mejores deseos de nuestro corazón... Por eso es bueno
comenzar el año con una bendición en los labios, después de escuchar la bendición de
Dios en su Palabra.
Bendigamos al Señor por todo lo que hemos vivido hasta ahora, y por el nuevo año
que pone ante nuestros ojos: nuevos días por delante, nuevas oportunidades, tiempo a
nuestra disposición... Alabemos al Señor por la misericordia que ha tenido con nosotros
hasta ahora. Y también porque nos va a permitir ser también nosotros una bendición en
este nuevo año que comienza: bendición para los hermanos y bendición para Dios mismo.
Año nuevo, vida nueva, bendición de Dios.
Gál 4,4-7 es una apretada síntesis de lo que Pablo nos enseña en tantos otros
pasajes de sus cartas. En primer lugar, nos dice que el tiempo que vivimos es de plenitud,
porque en él Dios ha enviado a su Hijo, no de cualquier manera, sino «nacido de mujer y
nacido bajo la ley», es decir, semejante en todo a nosotros, en nuestra humanidad y en
nuestros condicionamientos históricos. Pero este abajamiento del Hijo de Dios, nos ha
alcanzado la más grande de las gracias: la de llegar a ser, todos nosotros los seres
humanos, sin exclusión alguna, hijos de Dios, capaces de llamarlo «Abba», es decir,
Padre. Nuestra condición filial fundamenta una nueva dignidad de seres humanos libres,
herederos del amor de Dios. Parecerían hermosas palabras, nada más, frente a tantos
sufrimientos y miserias que todavía experimentamos, pero se trata de que pongamos de
nuestra parte para que la obra de Jesucristo se haga realidad. Se trata de que nos
apropiemos de nuestra dignidad de hijos libres, rechazando los males personales y
sociales que nos agobian, luchando juntos contra ellos. Esto implica una tarea y una
misión: la de hacernos verdaderos hijos de Dios, a nosotros y a nuestros hermanos que
desconocen su dignidad.
Nacido de mujer, nacido bajo la ley, nos recuerda Pablo (Gál 4,4). Nació en la
debilidad, en la pobreza, fuera de la ciudad, en la cueva, porque no hubo para ellos lugar
en la posada... Nace en la misma situación que el conjunto del pueblo, los sencillos, los
humildes, los sin poder.
Este nacimiento real y concreto es asumido por Dios para abrazar en el amor a
todos los que la tradición había dejado fuera. Es la visita real de aquel que, por simple
misericordia, nos da la gracia de poder llamar a Dios con la familiaridad de Abba -"papito"-
y la posibilidad de considerar a todos los hombres y mujeres hermanos muy amados.
"Ha aparecido la bondad de Dios"... en Jesús, y es hora de alegría estremecida,
para hacer saber al mundo -y a la creación misma- que Dios ha florecido en nuestra tierra
y todos somos depositarios de esa herencia de felicidad.
Lc 2,16-21. Hablando en ese conocido género literario (“evangelio de la infancia”),
Jesús no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino, muy en la línea de Lucas,
entre los pequeños y los humildes; como los pastores de Belén, que no son meras figuras
decorativas de nuestros «belenes», pesebres o nacimientos, sino que eran, en los
tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ladrones, de ignorantes y de
incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a
saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las
maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María
y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde
matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Pero María, la madre, «guardaba y
meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba
gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a testimoniarlo delante de los demás, como lo
hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat.
Todo ello dentro de una composición teológica más elaborada de lo que su aparente
ingenuidad pudiera sugerir. En todo caso, la simplicidad, la pobreza, la llaneza del relato y
de lo relatado, casan perfectamente con el espíritu de la Navidad.
La «maternidad divina de María», tema oficial principal de la celebración litúrgica
de hoy, y uno de los tres «dogmas» marianos -si se puede hablar así-, es una formulación
que hace tiempo «chirría» en los oídos de quien la escucha desde una imagen de Dios
adulta y crítica. Como ocurre con tantos otros «dogmas» y tradiciones tenidas como tales,
el pueblo cristiano las ha amalgamado fantásticamente con los evangelios, llegando a
pensar que provienen directamente del evangelio.
Pablo no conoció a Jesús, ni tampoco se encontró con María. El versículo Gál 4,4
que hoy leemos, es «todo lo que Pablo dice de María». Ni siquiera cita su nombre -¿lo
llegó a saber?-. En el cristianismo, la «maternidad divina» de María es, claramente, una
construcción eclesial: ni los evangelios ni Pablo saben nada de ella, y no será formulada
ni «declarada» hasta el siglo V.
En este contexto, es importante desempolvar y recordar la historia de tal «dogma»,
con la conocida «manipulación» del concilio de Éfeso, en el año 431, cuando Cirilo de
Alejandría forzó y consiguió la votación antes de que llegaran los padres antioqueños, que
representaban en el Concilio la opinión contraria. Se dice que el Pueblo cristiano acogió
con entusiasmo esta declaración mariana, pero hay que añadir que se trata de los
habitantes de Éfeso, la ciudad de la antigua «Gran Diosa Madre», la originaria diosa-
virgen Artemisa, Diana... La fórmula de Éfeso, en cualquier caso, ha sido siempre tenida
como sospechosa de concebir la filiación divina y la encarnación en términos
«monofisitas», que hasta cosifican a Dios, como si se pudiera procrear a Dios y no más
bien a un hombre en el que, en cuanto Hijo de Dios, Dios mismo se nos hace patente a la
fe... (Nos estamos refiriendo a lo que dice Hans Küng, en Ser cristiano, Cristiandad,
Madrid 1977, pág. 584ss).
El título «madre de Dios» no es bíblico, como es sabido. Para el evangelio María es
siempre, nada más y nada menos que «la madre de Jesús», un título tan entrañable, real
e histórico, que acabará sepultado y abandonado en la historia bajo un montón de otros
títulos y advocaciones construidos eclesiásticamente. San Agustín (siglos IV y V) todavía
no conoce himnos ni oraciones ni festividades marianas. El primer ejemplo de una
invocación directa a María lo encontramos en el siglo V, en el himno latino Salve Sancta
Parens.
La Edad Media europea dará rienda suelta a su imaginario teológico-devocional
respecto de María. Mientras los primitivos Padres de la Iglesia todavía hablan de las
posibles imperfecciones morales de María, en el siglo XII aparece la opinión de su
«exención del pecado», tanto del personal como del «original». Habría sido eximida de
todo pecado. En el mismo siglo XII aparece el Avemaría. El ángelus en el XIII. El rosario
en el XIII-XIV [en realidad vino de fuera del cristianismo: https://youtu.be/BL2zxSibnyg]. El
mes de María y el mes del rosario, en el XIX-XX. Los puntos culminantes de esta
evolución serán la definición de la «inmaculada concepción de María» (1854, por Pío IX) y
la definición de la «asunción de María en cuerpo y alma al cielo» (1950, por Pío XII).
Momentos finales de este apogeo mariano serán la «consagración del mundo al Corazón
de María» en 1942 y 1954, por Pío XII.
Pero todo este marianismo remitió con sorprendente rapidez con el Concilio Vaticano
II, que renunció a nuevos «dogmas» y desechó la anterior mariología «cristotípica»
(característica de la escuela mariológica española preconciliar), dando paso a una
comprensión mariológica mucho más sobria, bíblica e histórica, en la línea «eclesiotípica»
(de la escuela alemana principalmente). Aunque la veneración a María (hyper-dulía),
superior a la tributada a los santos (dulía), siempre fue distinguida teóricamente de la
dada a Dios (latría), lo cierto es que en la religiosidad popular muchas veces María fungió
como un verdadero «correlato femenino de la divinidad», y su condición de criatura, de
discípula de Jesús y miembro de la Iglesia casi fueron olvidadas (en forma paralela a lo
que ocurrió con Jesús respecto de su humanidad).
Hoy, la imagen conciliar de María que la Iglesia tiene es la de «la madre de Jesús»,
desmitificada, despojada de tantas adherencias fantasiosas como se le habían puesto
encima a lo largo de la historia: María es una cristiana, muy cercana a Jesús, una
«discípula» suya, y un destacado miembro de la Iglesia: la «madre de Jesús», en un título
insuperable que le da el mismo evangelio, y a cuyo uso muchos creyentes vuelven en la
actualidad, prefiriéndolo al creado en el siglo V. La Constitución dogmática Lumen
Gentium, del Concilio Vaticano II, en su capítulo octavo (nos 52-69) ofrece todavía hoy la
mejor síntesis de la mariología clásica para nuestros tiempos. El Concilio Vaticano II nos
sigue marcando el camino, también en mariología. A la hora de pensar o predicar sobre
María, debemos remitirnos, necesariamente, a ese capítulo octavo de la Lumen Gentium.
Concluimos. Seguimos estando en tiempo de Navidad, tiempo en el que la ternura,
el amor, la fraternidad, el cariño familiar... se nos hacen más palpables que nunca. La
ternura de Dios hacia nosotros, que se expresó en el niño de Belén, inunda nuestra vida,
en las luces de colores, los adornos navideños, los villancicos y las reuniones familiares.
Todo ayuda a ello en este tiempo todavía de Navidad. Dejemos recalar estos sentimientos
en nuestro corazón, para que perduren a lo largo de todo el año.
Al comenzar el año, al poner el pie por primera vez en este nuevo regalo que el
Señor nos hace en nuestra vida, vamos a agradecerle con todo el corazón la alegría de
vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y siendo amados, y la
capacidad que nos ha dado para cambiar y rectificar.
Otro enfoque válido y provechoso de la homilía podría orientarse hacia el tema de la
Jornada Mundial de la Paz... así como hacia el hecho del Año Nuevo, que, si bien es algo
simplemente convencional, astronómicamente insignificante, tiene el valor simbólico
inevitable y profundo de recordarnos el inexorable paso del tiempo...
El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 135 de la serie «Un tal Jesús», de
los hnos. López Vigil. En su página (https://radialistas.net/135-fiesta-con-los-pastores/)
puede recogerse el guión, un excelente comentario bíblico-teológico de los autores, y el
audio.
La serie «Otro Dios es posible», de los mismos autores, tiene un capítulo, el 19, que
se titula «¿Madre de Dios?», que puede ser útil para suscitar un diálogo-debate sobre el
tema. Su guión y su audio puede recogerse en https://radialistas.net/19-madre-de-dios/ Es
importante consultar la información complementaria que la serie ofrece a esta entrevista
no 19.
Para la revisión de vida
- Hacer un retiro personal (o un tiempo al menos) haciendo examen de mi vida en el
año pasado
-Participar en alguna celebración penitencial comunitaria, pedir perdón de mis
pecados y reconciliarme con Dios y con los hermanos.
-Hacerme un plan de vida al comenzar el año ("año nuevo...: ¡vida nueva!").
-Seguir viviendo con el espíritu de la Navidad en los diversos ambientes: familia,
barrio, trabajo, lugar de compromiso...
Para la reunión de grupo [Sobre la Jornada de la Paz]
- Ver: ¿cómo está el mundo, nuestro país, nuestro barrio...? ¿En paz? ¿Cuáles
los principales obstáculos para la paz en el país, barrio, comunidad, familia...?
- -Cuál es actualmente la mayor amenaza para la paz y la mayor fuente de
inestabilidad en el orden internacional? ¿Por qué?
- -El terrorismo, sobre todo el terrorismo religioso... ¿hay algo que podamos hacer
para entenderlo mejor?
- -¿Podemos vivir tranquilamente «en paz» ignorando que nuestro sistema
económico y de producción a nivel mundial está en guerra con la naturaleza,
depredándola, disminuyendo su biodiversidad, hasta el punto de que, como
afirman los científicos, la sexta gran extinción, la que está en curso actualmente,
ya está siendo más deletérea para diversidad de la vida que lo que fueron las
cinco anteriores?
- -Juzgar: ¿Cómo enjuiciar la situación del mundo a la luz de la fe? ¿Cuál es el
papel del cristianismo en un mundo en tensión como el nuestro?
- -Actuar: ¿Cómo tendrá que evolucionar el mundo para hacer posible la paz?
¿Qué podemos hacer nosotros, el cristianismo, yo mismo?
Para la oración de los fieles
- -Por la paz del mundo, en esta Jornada Mundial por la Paz, para que el Espíritu
de Dios mueva los corazones de todos los hombres y mujeres hacia la
reconciliación, la tolerancia, la igualdad entre los sexos, el respeto de las
diferencias culturales, y la Justicia, de la cual es fruto la paz, roguemos al Señor.
- -Por los gobernantes de todos los países, para que aúnen esfuerzos sinceros en
favor de la paz...
- -Por las instituciones internacionales, para que evolucionen hacia formas
acordes con los nuevos tiempos mundializados que vivimos y puedan ser
instrumentos más útiles al servicio de la humanidad...
- -Para que aprovechemos ahora la oportunidad que tenemos de hacer verdad en
nuestra vida el refrán: «Año nuevo, vida nueva»...
- -Por nuestros hogares, para que continúen en el espíritu familiar de la navidad...
- -Por todos los que no acabarán el año que ahora comienza, para que se
reconcilien a tiempo con la verdad de su vida...
- -Por todos nuestros amigos y conocidos que nos dejaron el año que acaba de
pasar, por su eterno descanso...
- -Para que se extienda en la sociedad la conciencia de la necesidad de un orden
internacional fuerte y unificado, para todo el mundo, al que todas las naciones
se sometan, sin excepciones ni privilegios ni actos de fuerza...
Oración comunitaria
Dios de la Vida, Creador del Universo, que nos has concedido el espacio y el tiempo
para vivir desarrollar la Vida, para ser felices y hacer felices a los demás; al
comenzar un Año Nuevo te pedimos nos enseñes a calcular nuestros años, para que
adquiramos un corazón sensato y vivamos responsable y agradecidamente el don
del tiempo que nos concedes. Por Jesucristo nuestro Señor...
*Dios de la Paz, Padre y Madre de todos los hombres y mujeres, que quieres que
vivamos como hermanos en unidad fraterna. En este día que da comienzo al nuevo
año, te pedimos con todo el corazón nos concedas la Paz, don tuyo y a la vez fruto
de la Justicia, y que hagas de nosotros esforzados constructores de la Paz, para que
merezcamos la bienaventuranza que anunció Jesús, Hijo tuyo y hermano nuestro,
por los siglos de los siglos. Amén.
*Oh Dios-Madre Universal, que nuestros antepasados han sentido ancestralmente
como el seno fecundo del que hemos brotado, el pecho nutricio que nos amamanta a
través de la Tierra, sentida como el Cuerpo de la Gran Diosa Madre, que llega hasta
nuestros días, presente a través de mil formas religiosas diferentes pero insistentes
a lo largo de la historia. Ábrenos al sentido de tu presencia materna y femenina,
fecunda y nutricia, y haznos concienciar estas dimensiones con claridad, sin tener
que disfrazarlas bajo formas superpuestas que las ocultan porque en el fondo las
descalifican. Reconcílianos contigo, Dios(a)-Madre.
Lunes 2 de enero de 2023
Gregorio de Nacianceno, teólogo (390)
1Jn 2,22-28: «Que lo que han oído desde el principio permanezca en ustedes»
Salmo 98: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Jn 1,19-28: «En medio de ustedes hay uno que no conocen»
En el evangelio de hoy reaparece con fuerza la figura de Juan el Bautista. Se inicia
reconociendo su labor de mediación; es la voz que se alza invitando a repensar la vida y
las relaciones de manera nueva –no se puede vivir bajo el conformismo de un sistema
que genera enfermedad a su paso y con ella la muerte de muchas vidas inocentes. Es la
voz que nos invita a despertar y a no dejarnos manipular por los medios de comunicación
masiva que nos condenan a creer en la felicidad que promete una vida consumista. Todos
estamos llamados a ser, como Juan el Bautista, centinelas de la vida que corre peligro. A
alertar, advertir y custodiar. Somos servidores de una Buena Noticia que hace libres a las
personas. Seremos fieles a ella en la medida en la que colocamos en el primer plano a
Jesús de Nazaret y su Reino de justicia, que nos invita a ser más humanos, mejores
personas. ¿De qué piensas liberarte o desintoxicarte en esta Navidad?
Martes 3 de enero de 2023
Antes de Epifanía
Kuriakose Elías Chavara (1871)
1Jn 2,29–3,6: Los que permanecen en Dios, no pecan
Sal 98: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Jn 1,29-34: «He aquí al Cordero de Dios»
En la escena anterior Juan el Bautista se introducía como una voz que grita en el
desierto. Ahora, no solo nos pide escuchar sino también ver. Ese a quien habían
anunciado los profetas (por medio de la voz), ahora se deja ver. Pero son tantas las
distracciones en esta época de consumo navideño que se hace difícil reconocerlo. Nos
hipnotizan o narcotizan las pantallas y terminamos evadiendo la realidad de sufrimiento y
de dolor que nos rodea. Juan el Bautista nos da una primera clave en preparación para la
Epifanía (manifestación de Dios): afinar nuestra mirada para saber reconocer al Cordero
de Dios. Y ¿dónde se deja ver? En las vidas humildes y sencillas; también en las vidas
empobrecidas y oprimidas que esperan liberación. Ahí está el Cordero de Dios inmolado a
causa de la ambición, la corrupción, los abusos, la violencia y las desigualdades. Para
reconocerlo, es necesario acercarnos con corazones dispuestos a dejarse transformar por
él y su Buena Noticia de Salvación.
Miércoles 4 de enero de 2023
Antes de Epifanía
Elizabeth Seton, fundadora (1821)
1Jn 3,7-10: No puede pecar, porque ha nacido de Dios
Salmo 98: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Jn 1,35-42: «Hemos encontrado al Mesías»
En este evangelio el Bautista señala a Jesús como el Cordero de Dios. Y se produce
un juego de miradas entre Jesús y los primeros discípulos: pero no basta con ver y
contemplar el misterio de Jesús; es necesario seguirlo y permanecer con él. A la pregunta
«¿Dónde vives?», se asoma la respuesta de Jesús a seguirlo para que sean testigos en la
primera línea. Se trata de un encuentro que marca para siempre la vida de aquellos
discípulos. Muchas de las frustraciones que vivimos en materia de fe se deben a que nos
falta este vínculo vital con la causa de Jesús, el Reino, que nos iguala, que nos dignifica e
invita a compartir con generosidad la vida y los bienes. Pero además este evangelio
ofrece un dato no menor para nuestro camino de fe: “eran las cuatro de la tarde”. Esta
referencia temporal se convierte en un indicador de una experiencia fundante. Todos
tenemos nuestras “cuatro de la tarde”, el momento de un encuentro transformador. ¿Qué
bienestar real te ha provocado el seguimiento de Jesús?
Jueves 5 de enero de 2023
Antes de Epifanía
Juan Newmann (1860)
1Jn 3:11-21: Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos
Salmo 100: «Aclama al Señor, tierra entera»
Jn 1,43-51: «¡Tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel!»
El discipulado es también manifestación de Dios al mundo: por el testimonio de la
palabra y el ejemplo, lleva a otras personas a Jesús y nos compromete con la
transformación de la sociedad. En primer lugar, acontece la cadena del llamado: Jesús
llama a Felipe y, en un segundo momento, éste cuenta su testimonio a Natanael: «Hemos
encontrado a Jesús». ¡Cuántas oportunidades perdemos de llevar a las personas,
especialmente a los jóvenes, a un encuentro con Jesús, precisamente por la falta de
Espíritu en aquello que realizamos! Puede que algunas personas curiosas se acerquen y
vean lo que se vive en la Iglesia, pero –por la falta de testimonio– se frustran muchos
procesos evangelizadores. La manifestación de Dios en Jesús pasa por los discípulos. Es
necesario que, en estos días, nos preguntemos acerca de nuestras verdaderas
motivaciones para seguir a Jesús, no sólo dentro de la Iglesia sino en todos los espacios
de la vida. Cada vez que somos coherentes en nuestro seguimiento de Jesús,
manifestamos al mundo que el reino de Dios es posible.
Viernes 6 de enero de 2023
Antes de Epifanía
(Epifanía en algunos países: ver para ello el 8 de enero)
Melchor – Gaspar – Baltasar
1Jn 5,5-13: El espíritu, el agua y la sangre
Salmo 147: «Glorifica al Señor, Jerusalén»
Mc 1,6b-11: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto»
Nuestro Dios irrumpe en la historia a través de las mediaciones humanas. En el
evangelio de hoy se acentúa la presencia del Bautista como testigo fidedigno de la
manifestación de Dios en Jesús. Hoy son las comunidades cristianas las precursoras de la
fe y fidelidad de sus hijos e hijas en la fe. Sin estas disposiciones y acompañamiento, es
difícil abrazar la fe en Dios y, más aun, percibir las manifestaciones cotidianas de su amor.
La referencia al agua y al Espíritu Santo con relación al Bautismo nos remite al proceso de
madurez que hemos de vivir; esto no se logra sólo recibiendo el sacramento, pues nuestro
bautismo se plenifica en la entrega de la vida de manera gratuita y desinteresada. Ojalá
sopesemos la importancia de pertenecer a una comunidad eclesial que nos ayude a vivir
un crecimiento humano y espiritual. Seguimos asistiendo a escenarios de mayor
indiferencia e individualismo que nos encierran y empobrecen. Que nuestra vida sea
manifestación del amor y la misericordia de Dios.
Sábado 7 de enero de 2023
Antes de Epifanía
(Epifanía en algunos países: ver para ello el 8 de enero)
Melchor – Gaspar – Baltasar
1Jn 5,14-21: Nos escucha en lo que le pedimos
Sal 149: El Señor ama a su pueblo
Jn 2,1-11: En Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos
Las bodas tienen un carácter simbólico importante, pues bíblicamente significan la
concreción de la Alianza de Dios con su pueblo. Las bodas son el lugar de la alegría y el
amor, del triunfo de la vida y el escenario de un futuro esperanzador. Estando en Caná,
Jesús y su madre asisten a una boda en la que se presenta una situación de carencia que
pone en riesgo la comunión. La confianza de María en la manifestación de su hijo expresa
la apertura serena al futuro. Tal confianza habla de la fe que tiene la madre en su hijo,
convirtiéndose en modelo para la comunidad creyente. Ella nos enseña a confiar en Jesús
y también a interceder ante situaciones de carencia. María es modelo de discipulado que
nos enseña a no dar lugar a la indiferencia sino abrir paso a la solidaridad, siendo signos
de la Providencia de Dios.
Servicio Bíblico Latinoamericano
http://servicioskoinonia.org/biblico
Em Português: http://claret.org.br/evangelhomeditado
Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano:
Para suscribirse: http://servicioskoinonia.org/informacion
Para contactarnos: contacto@biblico.org
Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia
http://servicioskoinonia.org
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario