miércoles, 28 de diciembre de 2022

Servicio Bíblico Latinoamericano, Semana del 1 al 7 de enero de 2023 – Ciclo A

Servicio Bíblico Semana del 1 al 7 de enero de 2023 – Ciclo A Nota sobre este «Servicio Bíblico Latinoamericano Koinonía» Un año más, al comenzarlo, queremos presentar y explicar en detalle este nuestro «Servicio Bíblico Latinoamericano Koinonía»: • Es un servicio bíblico originalmente latinoamericano. El colectivo redactor de este servicio está formado por biblistas y teólogos mayoritariamente latinoamericanos. Por eso se puede observar que manejamos indistintamente la versión "latinoamericana" de la Biblia (caracterizada por el "ustedes" en vez de la segunda persona del plural), y la versión la litúrgica oficial, que en muchos países utiliza el "vosotros"; no ha de darse mayor importancia a esta duplicidad. Creemos que la multiculturalidad conscientemente asumida nos hace crecer en universalidad. • Somos conscientes de la necesidad de renovar el lenguaje y el estilo de nuestros comentarios bíblico-litúrgicos. Con frecuencia, tanto en los comentarios cuanto en las homilías mismas que se escuchan por ahí, solemos repetir lugares comunes («tópicos»), afirmaciones religiosas fáciles, acostumbradas, pero que no resisten hoy día la crítica del hombre y la mujer cultos de la sociedad actual. Como los predicadores de las homilías saben que nadie entre su auditorio va a levantarse para interrumpir con una crítica... continúan dentro del fanal cómodo de unas categorías teológicas consagradas y unas afirmaciones piadosas, casi sublimes, sonoramente retóricas... pero poco realistas y a veces francamente vacías, o incluso inaceptables en el lenguaje de la calle... Nosotros queremos juntarnos a los muchos cristianos y cristianas que desean contribuir humildemente a cambiar esta situación, adoptando un lenguaje más «de hoy», sobrio, crítico y secular. Aunque sea poco a poco, con suavidad. Si alguna vez sienten que es demasiado atrevida nuestra expresión, sepan disculparnos y no duden en ayudarnos con el envío de una oportuna crítica o/y sugerencia alternativa (hay un punto de contacto en la página de este nuestro Servicio Bíblico. • Uno de los grandes factores actuales de cambio en el lenguaje religioso es el advenimiento del nuevo paradigma del pluralismo religioso, que va creciendo en la reflexión teológica, en la conciencia del pueblo cristiano, y en la opinión pública, en la conciencia colectiva de la sociedad. Tratamos de acomodar el lenguaje y las categorías a esta nueva perspectiva, tanto en los comentarios como en las oraciones. Sabemos que puede extrañar y hasta sorprender -o incluso escandalizar- a quienes estén enteramente ajenos a estos planteamientos renovadores. Quienes estén interesados a hacerse una idea general del desafío del paradigma pluralista, les recomendamos el libro de José María VIGIL, Teología del pluralismo religioso. Curso sistemático de teología popular, editorial El Almendro, Córdoba 2005, accesible en la red: http://cursotpr.adg-n.es/? page_id=3 • Recordamos que Jacques DUPUIS afirmaba que las tradiciones religiosas escritas de los pueblos no son sólo «literatura religiosa», sino que «desde el punto de vista teológico, los Libros Sagrados que las contienen merecen en cierto sentido el nombre de Sagradas Escrituras» (Gesù Cristo incontro alle religioni, 243; Rumo a uma teologia cristã, p. 348; «Parole de Dieu et Écritures sacrées», Spiritus 126 (1992) 59-65. Véase también Geffré, Claude, «Le Coran, une parole de Dieu différente?», Lumière et Vie 32 (1983) 28-29). Ello quiere decir que en determinadas fechas de grandes fiestas de otras religiones, o en comunidades cristianas con fuerte presencia de inmigrantes de otras religiones... y cuando la prudencia (¡y la audacia!) pastoral lo aconsejen, se puede/debe echar mano de estas Sagradas Escrituras en nuestras celebraciones. • Les recordamos también que en los Servicios Koinonía tenemos una sección de «Páginas Neobíblicas» (http://www.servicioskoinonia.org/neobiblicas), que tratan de recrear creativamente páginas, situaciones, personajes o temáticas bíblicas releídas desde la situación actual. Es una antología de las mejores «páginas neobíblicas» presentadas al concurso del mismo nombre que convoca anualmente la Agenda Latinoamericana (véase http://latinoamericana.org). Estos excelentes materiales están a disposición para nuestras celebraciones litúrgicas y paralitúrgicas. • Tratamos también de purificar nuestro lenguaje de los restos de patriarcalismo. No es a veces del todo posible, porque es en las mismas estructuras lingüísticas donde está instalado, pero intentamos al menos purificar lo principal (por ejemplo, no utilizar la palabra “hombre” como sinónimo de ser humano, etc.). Dado que, holísticamente, queremos combinar todos los criterios, no somos partidarios de corregir el alfabeto introduciendo la «@», ni de repetir sistemáticamente en los dos géneros cada adjetivo o sustantivo susceptible de ello («los cristianos y las cristianas», «los teólogos y las teólogas»...). Creemos que la visibilización del género femenino y la estética del lenguaje son compatibles. Pero proclamamos claramente nuestro compromiso incontestable en favor de su despatriarcalización y queremos actuar en consecuencia. Les invitamos a ustedes a sumarse a este esfuerzo de transformación cultural. • Nuestro servicio bíblico, como el conjunto de los Servicios Koinonía, con mucha modestia pero también con una cierta dosis de audacia, quiere ser un servicio teológico-pastoral de frontera: para la «fe que trata de entender» sin conformarse con repetir lo de siempre, para quienes quieren vivir en el mundo de hoy y «atreverse a pensar» (sápere aude!), aunque ello les lleve a «creer de otra manera». A los grupos y comunidades más tradicionales recomendamos cualquiera de los otros muchos servicios bíblicos que afortunadamente hay en la red; basta buscar en Google «servicios bíblicos» y el buscador da cuenta de casi un millón de páginas... (Desconocemos por qué el nuestro sigue apareciendo el primero en dicho buscador -no hemos hecho absolutamente ninguna gestión para conseguirlo-). • Las sugerencias que damos en cada comentario dominical para la revisión de vida o la conversión personal están dirigidas más al aspecto moral, de conversión personal. Por el contrario, las sugerencias para la reunión de comunidad o grupo bíblico tienen más bien una intención de formación bíblico-teológica: dan pistas pedagógicas para estudiar el tema en grupo, para profundizar en aspectos más teórico-teológicos, y para hacer reflexionar, siempre con una cierta dosis de provocación «mayéutica»... • Las sugerencias que damos para la oración universal de los fieles parten del supuesto de que quien las utilice va antes a seleccionar, adaptar, descartar y añadir... Por eso, unas son a veces más "atrevidas" que otras. Por brevedad y por espacio, no incluimos generalmente peticiones "comunes", a las que siempre se puede recurrir (por la Iglesia, las autoridades civiles, los enfermos, el desarrollo humano, la justicia, la paz, etc.). Solemos reducirnos a peticiones “específicas” para ese domingo en función del tema bíblico o teológico de su liturgia. Lógicamente, queda por parte de cada uno el añadir también peticiones según las necesidades locales. • En el tema de la oración de petición, estamos muy de acuerdo con Andrés Torres Queiruga en la necesidad de ser más críticos y de revisar y actualizar el “imaginario” cristiano que reflejan o implican los modos y las prácticas usuales de nuestra oración de petición. Recomendamos la lectura de las bellas páginas de este autor en “Recuperar la Creación”, Sal Terrae, 1997, pp. 247-294. Desde esta práctica de nuestro Servicio Bíblico, queremos hacer nuestra aportación, aunque sea pequeña, a esta tarea pendiente y urgente de la liturgia y la oración comunitaria. Estamos abiertos a críticas y sugerencias. • Les recordamos finalmente que, en internet, nuestro Servicio Bíblico Latinoamericano Koinonía (http://www.servicioskoinonia.org/biblico), está constituido por todo un conjunto de servicios mutuamente complementarios, a saber: - un enlace permite ver la homilía que monseñor Romero predicó en San Salvador hace poco más de treinta años, comentando los mismos textos bíblicos que nosotros leemos y también comentamos ese mismo domingo; - otro enlace nos ofrece el dibujo de Maximino Cerezo Barredo sobre el evangelio de ese domingo; - el conjunto de los comentarios de toda la semana puede ser recogido en formato de texto rtf (para reelaborarlo) o en pdf (para imprimir o leer); - desde la página central de nuestro servicio, se tiene acceso al servicio bíblico en portugués, publicado por los Misioneros Claretianos de Brasil, en São Paulo (http://www.claretianos.com.br/servicobiblico). - Al final del comentario homilético de cada domingo ponemos un enlace al episodio que escenifica el evangelio del domingo en la serie «Un tal Jesús», de los hermanos José Ignacio y María López Vigil. Cuando no hay una correspondencia directa y no proporcionamos enlace, se puede acudir directamente a www.untaljesus.net o http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/ para escoger un episodio adecuado. Aunque solemos utilizar el enlace a una versión de audio de calidad media -suficiente para escucharla bien en línea- o quienes busquen audios de mayor calidad, puede encontrarlos en esa misma página; - igualmente, cuando lo hay, incluimos el enlace a un capítulo de la serie «Otro Dios es posible», de los mismos autores; el agente de pastoral juzgará si es útil para suscitar un debate-discusión sobre alguno de los temas implicados; el portal de referencia para los textos y audios es www.emisoraslatinas.net; hay que notar que ofrece también material de reflexión y de debate muy interesante sobre cada tema, no sólo las preguntas provocativas del guión; - finalmente, nuestros comentarios bíblicos semanales pueden ser recibidos por correo-e, cada martes, a través de nuestro servidor de lista; basta suscribirse a dicho servicio, gratuitamente, aquí: http://servicioskoinonia.org/informacion/index.php#biblico Ahí mismo se puede dar uno personalmente de baja, en cualquier momento, automáticamente, sin mediación nuestra; de esa forma, uno puede darse de baja para una temporada, en la que desee no recibir el servicio, y volverse a suscribir después, por sí mismo; - mención especial merece nuestro «calendario bíblico-litúrgico», único en su género en internet, que es un programa informático, no un conjunto de respuestas elaboradas manualmente y colgadas en la red; nuestro calendario recibe la solicitud –para una fecha que puede llegar hasta el año 2036-, y en unos segundos procesa el pedido, y elabora y envía la respuesta, según que se le pida las citas bíblicas numéricas, o también los textos bíblicos mismos de las lecturas litúrgicas. Véase para más detalle: http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario Este servicio de calendario litúrgico funciona también en inglés: http://www.servicioskoinonia.org/BiblicalLiturgicalCalendar - en las páginas de comentarios bíblicos de nuestro «servicio bíblico» semanal, no incluimos los textos bíblicos mismos (las lecturas mismas) para no recargar el documento, pero recordamos que tales textos están disponibles (listos para «para copiar y pegar») en el citado calendario litúrgico (http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario). Domingo 1 de enero de 2023 Santa María, Madre de Dios Jornada Mundial de la Paz Números 6,22-27: «Invocarán mi nombre sobre los israelitas y los bendeciré» Salmo 67: «El Señor tenga piedad y nos bendiga» Gálatas 4,4-7: Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer Lucas 2,16-21: Le pusieron por nombre Jesús Litúrgicamente hablando, hoy es la fiesta de «Santa María Madre de Dios»; es también la «octava de Navidad», y por tanto el recuerdo de «la circuncisión de Jesús», celebración judía que se celebraba al octavo día del nacimiento de los niños, y en la que se les imponía el nombre. Para nosotros, hombres y mujeres de hoy, esos tres componentes de la festividad litúrgica de hoy nos aparecen como muy lejanos, extraños, tal vez irrelevantes para nuestra vida... tanto por el lenguaje que en que son expresados, como por el «imaginario religioso» al que pertenecen...r Por otra parte, hoy es también el primer día del año civil, «¡Año Nuevo!», y la Jornada Mundial por la Paz, celebración esta que, aunque originalmente procede una iniciativa eclesiástica católica, ha alcanzado una notable aceptación en la sociedad, gozando ya de un cierto estatuto de reconocimiento civil. Como se puede ver, pues, hay una buena distancia entre la conmemoración litúrgica y los motivos «modernos» de celebración. Esta distancia, que se repite en otras fiestas, con bastante frecuencia, habla por sí misma de la necesidad de «actualizar» el calendario litúrgico, y, mientras esa tarea no sea acometida oficialmente por quien corresponde, será preciso que los agentes de pastoral tengan creatividad y audacia para reinterpretar el pasado, abandonar lo que está muerto, y recrear el espíritu y a veces la letra misma y los símbolos de las celebraciones. Pero veamos en primer lugar los textos bíblicos que la ordenación litúrgica posconciliar asignó a este día. Nm 2,22-27 es la llamada bendición aaronítica (de Aarón), porque se afirma que Dios la reveló a Moisés para que éste a su vez la enseñara a Aarón y a sus hijos, los sacerdotes de Israel, para que con ella bendijeran al pueblo. Seguramente fue usada ampliamente en el antiguo Israel. Incluso se ha encontrado grabada en plaquetas metálicas para llevar al cuello, o atada de algún modo al cuerpo, como una especie de amuleto. Arqueológicamente dichas plaquetas datan de la época del 2o templo, es decir, del año 538 AC en adelante. Bien nos viene una bendición de parte de Dios al comenzar el año: que su rostro amoroso brille sobre todos nosotros como prenda de paz. La paz tan anhelada por la humanidad entera, y lamentablemente tan esquiva. Pero es que no basta con que Dios nos bendiga por medio de sus sacerdotes. No basta que él nos muestre su rostro. Aquí no se trata de bendiciones mágicas sino de un llamado a empeñarnos también nosotros en la consecución y construcción de la paz: con nosotros mismos, en nuestro entorno familiar, con los cercanos y los lejanos, con la naturaleza tan maltratada por nuestras codicias; paz con Dios, Paz de Dios. Buen comienzo del año éste de la bendición. El refrán popular ha consagrado ese deseo de "volver a comenzar" que sentimos todos al llegar esta fecha: "Año nuevo, vida nueva". Uno quisiera olvidar los errores, limpiarse de las culpas que molestan en la propia conciencia, estrenar una página nueva del libro de su vida, y empezarla con buen pie, dando rienda suelta a los mejores deseos de nuestro corazón... Por eso es bueno comenzar el año con una bendición en los labios, después de escuchar la bendición de Dios en su Palabra. Bendigamos al Señor por todo lo que hemos vivido hasta ahora, y por el nuevo año que pone ante nuestros ojos: nuevos días por delante, nuevas oportunidades, tiempo a nuestra disposición... Alabemos al Señor por la misericordia que ha tenido con nosotros hasta ahora. Y también porque nos va a permitir ser también nosotros una bendición en este nuevo año que comienza: bendición para los hermanos y bendición para Dios mismo. Año nuevo, vida nueva, bendición de Dios. Gál 4,4-7 es una apretada síntesis de lo que Pablo nos enseña en tantos otros pasajes de sus cartas. En primer lugar, nos dice que el tiempo que vivimos es de plenitud, porque en él Dios ha enviado a su Hijo, no de cualquier manera, sino «nacido de mujer y nacido bajo la ley», es decir, semejante en todo a nosotros, en nuestra humanidad y en nuestros condicionamientos históricos. Pero este abajamiento del Hijo de Dios, nos ha alcanzado la más grande de las gracias: la de llegar a ser, todos nosotros los seres humanos, sin exclusión alguna, hijos de Dios, capaces de llamarlo «Abba», es decir, Padre. Nuestra condición filial fundamenta una nueva dignidad de seres humanos libres, herederos del amor de Dios. Parecerían hermosas palabras, nada más, frente a tantos sufrimientos y miserias que todavía experimentamos, pero se trata de que pongamos de nuestra parte para que la obra de Jesucristo se haga realidad. Se trata de que nos apropiemos de nuestra dignidad de hijos libres, rechazando los males personales y sociales que nos agobian, luchando juntos contra ellos. Esto implica una tarea y una misión: la de hacernos verdaderos hijos de Dios, a nosotros y a nuestros hermanos que desconocen su dignidad. Nacido de mujer, nacido bajo la ley, nos recuerda Pablo (Gál 4,4). Nació en la debilidad, en la pobreza, fuera de la ciudad, en la cueva, porque no hubo para ellos lugar en la posada... Nace en la misma situación que el conjunto del pueblo, los sencillos, los humildes, los sin poder. Este nacimiento real y concreto es asumido por Dios para abrazar en el amor a todos los que la tradición había dejado fuera. Es la visita real de aquel que, por simple misericordia, nos da la gracia de poder llamar a Dios con la familiaridad de Abba -"papito"- y la posibilidad de considerar a todos los hombres y mujeres hermanos muy amados. "Ha aparecido la bondad de Dios"... en Jesús, y es hora de alegría estremecida, para hacer saber al mundo -y a la creación misma- que Dios ha florecido en nuestra tierra y todos somos depositarios de esa herencia de felicidad. Lc 2,16-21. Hablando en ese conocido género literario (“evangelio de la infancia”), Jesús no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino, muy en la línea de Lucas, entre los pequeños y los humildes; como los pastores de Belén, que no son meras figuras decorativas de nuestros «belenes», pesebres o nacimientos, sino que eran, en los tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ladrones, de ignorantes y de incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Pero María, la madre, «guardaba y meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a testimoniarlo delante de los demás, como lo hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat. Todo ello dentro de una composición teológica más elaborada de lo que su aparente ingenuidad pudiera sugerir. En todo caso, la simplicidad, la pobreza, la llaneza del relato y de lo relatado, casan perfectamente con el espíritu de la Navidad. La «maternidad divina de María», tema oficial principal de la celebración litúrgica de hoy, y uno de los tres «dogmas» marianos -si se puede hablar así-, es una formulación que hace tiempo «chirría» en los oídos de quien la escucha desde una imagen de Dios adulta y crítica. Como ocurre con tantos otros «dogmas» y tradiciones tenidas como tales, el pueblo cristiano las ha amalgamado fantásticamente con los evangelios, llegando a pensar que provienen directamente del evangelio. Pablo no conoció a Jesús, ni tampoco se encontró con María. El versículo Gál 4,4 que hoy leemos, es «todo lo que Pablo dice de María». Ni siquiera cita su nombre -¿lo llegó a saber?-. En el cristianismo, la «maternidad divina» de María es, claramente, una construcción eclesial: ni los evangelios ni Pablo saben nada de ella, y no será formulada ni «declarada» hasta el siglo V. En este contexto, es importante desempolvar y recordar la historia de tal «dogma», con la conocida «manipulación» del concilio de Éfeso, en el año 431, cuando Cirilo de Alejandría forzó y consiguió la votación antes de que llegaran los padres antioqueños, que representaban en el Concilio la opinión contraria. Se dice que el Pueblo cristiano acogió con entusiasmo esta declaración mariana, pero hay que añadir que se trata de los habitantes de Éfeso, la ciudad de la antigua «Gran Diosa Madre», la originaria diosa- virgen Artemisa, Diana... La fórmula de Éfeso, en cualquier caso, ha sido siempre tenida como sospechosa de concebir la filiación divina y la encarnación en términos «monofisitas», que hasta cosifican a Dios, como si se pudiera procrear a Dios y no más bien a un hombre en el que, en cuanto Hijo de Dios, Dios mismo se nos hace patente a la fe... (Nos estamos refiriendo a lo que dice Hans Küng, en Ser cristiano, Cristiandad, Madrid 1977, pág. 584ss). El título «madre de Dios» no es bíblico, como es sabido. Para el evangelio María es siempre, nada más y nada menos que «la madre de Jesús», un título tan entrañable, real e histórico, que acabará sepultado y abandonado en la historia bajo un montón de otros títulos y advocaciones construidos eclesiásticamente. San Agustín (siglos IV y V) todavía no conoce himnos ni oraciones ni festividades marianas. El primer ejemplo de una invocación directa a María lo encontramos en el siglo V, en el himno latino Salve Sancta Parens. La Edad Media europea dará rienda suelta a su imaginario teológico-devocional respecto de María. Mientras los primitivos Padres de la Iglesia todavía hablan de las posibles imperfecciones morales de María, en el siglo XII aparece la opinión de su «exención del pecado», tanto del personal como del «original». Habría sido eximida de todo pecado. En el mismo siglo XII aparece el Avemaría. El ángelus en el XIII. El rosario en el XIII-XIV [en realidad vino de fuera del cristianismo: https://youtu.be/BL2zxSibnyg]. El mes de María y el mes del rosario, en el XIX-XX. Los puntos culminantes de esta evolución serán la definición de la «inmaculada concepción de María» (1854, por Pío IX) y la definición de la «asunción de María en cuerpo y alma al cielo» (1950, por Pío XII). Momentos finales de este apogeo mariano serán la «consagración del mundo al Corazón de María» en 1942 y 1954, por Pío XII. Pero todo este marianismo remitió con sorprendente rapidez con el Concilio Vaticano II, que renunció a nuevos «dogmas» y desechó la anterior mariología «cristotípica» (característica de la escuela mariológica española preconciliar), dando paso a una comprensión mariológica mucho más sobria, bíblica e histórica, en la línea «eclesiotípica» (de la escuela alemana principalmente). Aunque la veneración a María (hyper-dulía), superior a la tributada a los santos (dulía), siempre fue distinguida teóricamente de la dada a Dios (latría), lo cierto es que en la religiosidad popular muchas veces María fungió como un verdadero «correlato femenino de la divinidad», y su condición de criatura, de discípula de Jesús y miembro de la Iglesia casi fueron olvidadas (en forma paralela a lo que ocurrió con Jesús respecto de su humanidad). Hoy, la imagen conciliar de María que la Iglesia tiene es la de «la madre de Jesús», desmitificada, despojada de tantas adherencias fantasiosas como se le habían puesto encima a lo largo de la historia: María es una cristiana, muy cercana a Jesús, una «discípula» suya, y un destacado miembro de la Iglesia: la «madre de Jesús», en un título insuperable que le da el mismo evangelio, y a cuyo uso muchos creyentes vuelven en la actualidad, prefiriéndolo al creado en el siglo V. La Constitución dogmática Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, en su capítulo octavo (nos 52-69) ofrece todavía hoy la mejor síntesis de la mariología clásica para nuestros tiempos. El Concilio Vaticano II nos sigue marcando el camino, también en mariología. A la hora de pensar o predicar sobre María, debemos remitirnos, necesariamente, a ese capítulo octavo de la Lumen Gentium. Concluimos. Seguimos estando en tiempo de Navidad, tiempo en el que la ternura, el amor, la fraternidad, el cariño familiar... se nos hacen más palpables que nunca. La ternura de Dios hacia nosotros, que se expresó en el niño de Belén, inunda nuestra vida, en las luces de colores, los adornos navideños, los villancicos y las reuniones familiares. Todo ayuda a ello en este tiempo todavía de Navidad. Dejemos recalar estos sentimientos en nuestro corazón, para que perduren a lo largo de todo el año. Al comenzar el año, al poner el pie por primera vez en este nuevo regalo que el Señor nos hace en nuestra vida, vamos a agradecerle con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y siendo amados, y la capacidad que nos ha dado para cambiar y rectificar. Otro enfoque válido y provechoso de la homilía podría orientarse hacia el tema de la Jornada Mundial de la Paz... así como hacia el hecho del Año Nuevo, que, si bien es algo simplemente convencional, astronómicamente insignificante, tiene el valor simbólico inevitable y profundo de recordarnos el inexorable paso del tiempo... El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 135 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil. En su página (https://radialistas.net/135-fiesta-con-los-pastores/) puede recogerse el guión, un excelente comentario bíblico-teológico de los autores, y el audio. La serie «Otro Dios es posible», de los mismos autores, tiene un capítulo, el 19, que se titula «¿Madre de Dios?», que puede ser útil para suscitar un diálogo-debate sobre el tema. Su guión y su audio puede recogerse en https://radialistas.net/19-madre-de-dios/ Es importante consultar la información complementaria que la serie ofrece a esta entrevista no 19. Para la revisión de vida - Hacer un retiro personal (o un tiempo al menos) haciendo examen de mi vida en el año pasado -Participar en alguna celebración penitencial comunitaria, pedir perdón de mis pecados y reconciliarme con Dios y con los hermanos. -Hacerme un plan de vida al comenzar el año ("año nuevo...: ¡vida nueva!"). -Seguir viviendo con el espíritu de la Navidad en los diversos ambientes: familia, barrio, trabajo, lugar de compromiso... Para la reunión de grupo [Sobre la Jornada de la Paz] - Ver: ¿cómo está el mundo, nuestro país, nuestro barrio...? ¿En paz? ¿Cuáles los principales obstáculos para la paz en el país, barrio, comunidad, familia...? - -Cuál es actualmente la mayor amenaza para la paz y la mayor fuente de inestabilidad en el orden internacional? ¿Por qué? - -El terrorismo, sobre todo el terrorismo religioso... ¿hay algo que podamos hacer para entenderlo mejor? - -¿Podemos vivir tranquilamente «en paz» ignorando que nuestro sistema económico y de producción a nivel mundial está en guerra con la naturaleza, depredándola, disminuyendo su biodiversidad, hasta el punto de que, como afirman los científicos, la sexta gran extinción, la que está en curso actualmente, ya está siendo más deletérea para diversidad de la vida que lo que fueron las cinco anteriores? - -Juzgar: ¿Cómo enjuiciar la situación del mundo a la luz de la fe? ¿Cuál es el papel del cristianismo en un mundo en tensión como el nuestro? - -Actuar: ¿Cómo tendrá que evolucionar el mundo para hacer posible la paz? ¿Qué podemos hacer nosotros, el cristianismo, yo mismo? Para la oración de los fieles - -Por la paz del mundo, en esta Jornada Mundial por la Paz, para que el Espíritu de Dios mueva los corazones de todos los hombres y mujeres hacia la reconciliación, la tolerancia, la igualdad entre los sexos, el respeto de las diferencias culturales, y la Justicia, de la cual es fruto la paz, roguemos al Señor. - -Por los gobernantes de todos los países, para que aúnen esfuerzos sinceros en favor de la paz... - -Por las instituciones internacionales, para que evolucionen hacia formas acordes con los nuevos tiempos mundializados que vivimos y puedan ser instrumentos más útiles al servicio de la humanidad... - -Para que aprovechemos ahora la oportunidad que tenemos de hacer verdad en nuestra vida el refrán: «Año nuevo, vida nueva»... - -Por nuestros hogares, para que continúen en el espíritu familiar de la navidad... - -Por todos los que no acabarán el año que ahora comienza, para que se reconcilien a tiempo con la verdad de su vida... - -Por todos nuestros amigos y conocidos que nos dejaron el año que acaba de pasar, por su eterno descanso... - -Para que se extienda en la sociedad la conciencia de la necesidad de un orden internacional fuerte y unificado, para todo el mundo, al que todas las naciones se sometan, sin excepciones ni privilegios ni actos de fuerza... Oración comunitaria Dios de la Vida, Creador del Universo, que nos has concedido el espacio y el tiempo para vivir desarrollar la Vida, para ser felices y hacer felices a los demás; al comenzar un Año Nuevo te pedimos nos enseñes a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato y vivamos responsable y agradecidamente el don del tiempo que nos concedes. Por Jesucristo nuestro Señor... *Dios de la Paz, Padre y Madre de todos los hombres y mujeres, que quieres que vivamos como hermanos en unidad fraterna. En este día que da comienzo al nuevo año, te pedimos con todo el corazón nos concedas la Paz, don tuyo y a la vez fruto de la Justicia, y que hagas de nosotros esforzados constructores de la Paz, para que merezcamos la bienaventuranza que anunció Jesús, Hijo tuyo y hermano nuestro, por los siglos de los siglos. Amén. *Oh Dios-Madre Universal, que nuestros antepasados han sentido ancestralmente como el seno fecundo del que hemos brotado, el pecho nutricio que nos amamanta a través de la Tierra, sentida como el Cuerpo de la Gran Diosa Madre, que llega hasta nuestros días, presente a través de mil formas religiosas diferentes pero insistentes a lo largo de la historia. Ábrenos al sentido de tu presencia materna y femenina, fecunda y nutricia, y haznos concienciar estas dimensiones con claridad, sin tener que disfrazarlas bajo formas superpuestas que las ocultan porque en el fondo las descalifican. Reconcílianos contigo, Dios(a)-Madre. Lunes 2 de enero de 2023 Gregorio de Nacianceno, teólogo (390) 1Jn 2,22-28: «Que lo que han oído desde el principio permanezca en ustedes» Salmo 98: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios Jn 1,19-28: «En medio de ustedes hay uno que no conocen» En el evangelio de hoy reaparece con fuerza la figura de Juan el Bautista. Se inicia reconociendo su labor de mediación; es la voz que se alza invitando a repensar la vida y las relaciones de manera nueva –no se puede vivir bajo el conformismo de un sistema que genera enfermedad a su paso y con ella la muerte de muchas vidas inocentes. Es la voz que nos invita a despertar y a no dejarnos manipular por los medios de comunicación masiva que nos condenan a creer en la felicidad que promete una vida consumista. Todos estamos llamados a ser, como Juan el Bautista, centinelas de la vida que corre peligro. A alertar, advertir y custodiar. Somos servidores de una Buena Noticia que hace libres a las personas. Seremos fieles a ella en la medida en la que colocamos en el primer plano a Jesús de Nazaret y su Reino de justicia, que nos invita a ser más humanos, mejores personas. ¿De qué piensas liberarte o desintoxicarte en esta Navidad? Martes 3 de enero de 2023 Antes de Epifanía Kuriakose Elías Chavara (1871) 1Jn 2,29–3,6: Los que permanecen en Dios, no pecan Sal 98: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios Jn 1,29-34: «He aquí al Cordero de Dios» En la escena anterior Juan el Bautista se introducía como una voz que grita en el desierto. Ahora, no solo nos pide escuchar sino también ver. Ese a quien habían anunciado los profetas (por medio de la voz), ahora se deja ver. Pero son tantas las distracciones en esta época de consumo navideño que se hace difícil reconocerlo. Nos hipnotizan o narcotizan las pantallas y terminamos evadiendo la realidad de sufrimiento y de dolor que nos rodea. Juan el Bautista nos da una primera clave en preparación para la Epifanía (manifestación de Dios): afinar nuestra mirada para saber reconocer al Cordero de Dios. Y ¿dónde se deja ver? En las vidas humildes y sencillas; también en las vidas empobrecidas y oprimidas que esperan liberación. Ahí está el Cordero de Dios inmolado a causa de la ambición, la corrupción, los abusos, la violencia y las desigualdades. Para reconocerlo, es necesario acercarnos con corazones dispuestos a dejarse transformar por él y su Buena Noticia de Salvación. Miércoles 4 de enero de 2023 Antes de Epifanía Elizabeth Seton, fundadora (1821) 1Jn 3,7-10: No puede pecar, porque ha nacido de Dios Salmo 98: Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios Jn 1,35-42: «Hemos encontrado al Mesías» En este evangelio el Bautista señala a Jesús como el Cordero de Dios. Y se produce un juego de miradas entre Jesús y los primeros discípulos: pero no basta con ver y contemplar el misterio de Jesús; es necesario seguirlo y permanecer con él. A la pregunta «¿Dónde vives?», se asoma la respuesta de Jesús a seguirlo para que sean testigos en la primera línea. Se trata de un encuentro que marca para siempre la vida de aquellos discípulos. Muchas de las frustraciones que vivimos en materia de fe se deben a que nos falta este vínculo vital con la causa de Jesús, el Reino, que nos iguala, que nos dignifica e invita a compartir con generosidad la vida y los bienes. Pero además este evangelio ofrece un dato no menor para nuestro camino de fe: “eran las cuatro de la tarde”. Esta referencia temporal se convierte en un indicador de una experiencia fundante. Todos tenemos nuestras “cuatro de la tarde”, el momento de un encuentro transformador. ¿Qué bienestar real te ha provocado el seguimiento de Jesús? Jueves 5 de enero de 2023 Antes de Epifanía Juan Newmann (1860) 1Jn 3:11-21: Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos Salmo 100: «Aclama al Señor, tierra entera» Jn 1,43-51: «¡Tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel!» El discipulado es también manifestación de Dios al mundo: por el testimonio de la palabra y el ejemplo, lleva a otras personas a Jesús y nos compromete con la transformación de la sociedad. En primer lugar, acontece la cadena del llamado: Jesús llama a Felipe y, en un segundo momento, éste cuenta su testimonio a Natanael: «Hemos encontrado a Jesús». ¡Cuántas oportunidades perdemos de llevar a las personas, especialmente a los jóvenes, a un encuentro con Jesús, precisamente por la falta de Espíritu en aquello que realizamos! Puede que algunas personas curiosas se acerquen y vean lo que se vive en la Iglesia, pero –por la falta de testimonio– se frustran muchos procesos evangelizadores. La manifestación de Dios en Jesús pasa por los discípulos. Es necesario que, en estos días, nos preguntemos acerca de nuestras verdaderas motivaciones para seguir a Jesús, no sólo dentro de la Iglesia sino en todos los espacios de la vida. Cada vez que somos coherentes en nuestro seguimiento de Jesús, manifestamos al mundo que el reino de Dios es posible. Viernes 6 de enero de 2023 Antes de Epifanía (Epifanía en algunos países: ver para ello el 8 de enero) Melchor – Gaspar – Baltasar 1Jn 5,5-13: El espíritu, el agua y la sangre Salmo 147: «Glorifica al Señor, Jerusalén» Mc 1,6b-11: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto» Nuestro Dios irrumpe en la historia a través de las mediaciones humanas. En el evangelio de hoy se acentúa la presencia del Bautista como testigo fidedigno de la manifestación de Dios en Jesús. Hoy son las comunidades cristianas las precursoras de la fe y fidelidad de sus hijos e hijas en la fe. Sin estas disposiciones y acompañamiento, es difícil abrazar la fe en Dios y, más aun, percibir las manifestaciones cotidianas de su amor. La referencia al agua y al Espíritu Santo con relación al Bautismo nos remite al proceso de madurez que hemos de vivir; esto no se logra sólo recibiendo el sacramento, pues nuestro bautismo se plenifica en la entrega de la vida de manera gratuita y desinteresada. Ojalá sopesemos la importancia de pertenecer a una comunidad eclesial que nos ayude a vivir un crecimiento humano y espiritual. Seguimos asistiendo a escenarios de mayor indiferencia e individualismo que nos encierran y empobrecen. Que nuestra vida sea manifestación del amor y la misericordia de Dios. Sábado 7 de enero de 2023 Antes de Epifanía (Epifanía en algunos países: ver para ello el 8 de enero) Melchor – Gaspar – Baltasar 1Jn 5,14-21: Nos escucha en lo que le pedimos Sal 149: El Señor ama a su pueblo Jn 2,1-11: En Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos Las bodas tienen un carácter simbólico importante, pues bíblicamente significan la concreción de la Alianza de Dios con su pueblo. Las bodas son el lugar de la alegría y el amor, del triunfo de la vida y el escenario de un futuro esperanzador. Estando en Caná, Jesús y su madre asisten a una boda en la que se presenta una situación de carencia que pone en riesgo la comunión. La confianza de María en la manifestación de su hijo expresa la apertura serena al futuro. Tal confianza habla de la fe que tiene la madre en su hijo, convirtiéndose en modelo para la comunidad creyente. Ella nos enseña a confiar en Jesús y también a interceder ante situaciones de carencia. María es modelo de discipulado que nos enseña a no dar lugar a la indiferencia sino abrir paso a la solidaridad, siendo signos de la Providencia de Dios. Servicio Bíblico Latinoamericano http://servicioskoinonia.org/biblico Em Português: http://claret.org.br/evangelhomeditado Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano: Para suscribirse: http://servicioskoinonia.org/informacion Para contactarnos: contacto@biblico.org Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia http://servicioskoinonia.org

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