domingo, 7 de diciembre de 2025

La resolución 2803 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de Trump Dominación colonial reinventada

Recomiendo: La resolución 2803 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de Trump Dominación colonial reinventada Por Yara Hawari | 04/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Al Shabaka El 17 de noviembre de 2025 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 2803, que respalda el plan de veinte puntos del presidente estadounidense Donald Trump para Gaza. La votación se produjo tras semanas de presión política y de persuasión por parte de Washington a los miembros del Consejo de Seguridad. La resolución se aprobó finalmente con 13 votos a favor y dos abstenciones, las de Rusia y China. Además de respaldar el plan en su totalidad, la resolución apela a la creación de dos organismos supuestamente «de transición» para tomar el control de Gaza. El primero es la Junta de Paz (Board of Peace en inglés), un órgano de gobierno encargado de supervisar la entrega de ayuda, la reconstrucción y la administración diaria. El segundo es la Fuerza Internacional de Estabilización (International Stabilization Force), encargada de hacerse cargo de la seguridad y desarmar a Hamás hasta que la Autoridad Palestina (AP) lleve a cabo lo que el plan considera una reforma satisfactoria. Cabe destacar que la resolución no hace referencia al genocidio de los últimos dos años ni plantea la responsabilidad por el mismo. En última instancia, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU reinventa el control colonial sobre el pueblo palestino en Gaza después de haber sufrido más de dos años de genocidio a manos del régimen israelí. En lugar de aprovechar este momento para promover justicia y rendición de cuentas y sentar un precedente para la humanidad, la ONU, a través de su Consejo de Seguridad, ha optado una vez más por contravenir sus propias normas y principios ante la presión de Estados Unidos y la deferencia casi total del mundo hacia Trump. De hecho, se recompensa a Estados Unidos –cómplice del genocidio– con el control sobre Gaza y su potencialmente lucrativo proceso de reconstrucción, al tiempo que exime al régimen israelí de todas sus responsabilidades como fuerza de ocupación ilegal. Una nueva forma de supervisión colonial Los detalles de la estructura de gobierno de la Junta de Paz siguen siendo opacos. Aunque Trump se ha designado a sí mismo como presidente, los demás miembros aún no han sido confirmados. Hay informes que indican que el ex primer ministro británico y criminal de guerra Tony Blair participará en ella; su grupo de expertos, el Tony Blair Institute, lleva tiempo desarrollando un plan para la gobernanza y la reconstrucción de Gaza. También hay indicios de que Jared Kushner, yerno de Trump y negociador clave de los Acuerdos de Abraham, desempeñará un papel importante. Bajo esta estructura emergente es previsible que la participación palestina sea muy limitada y esté sujeta a numerosas condiciones. El plan de Trump la limita a funciones tecnocráticas y apolíticas, sujetas a una supervisión externa continua y excluyendo de facto a cualquier representante con legitimidad democrática o capacidad política. Cabe destacar la ausencia en el diseño de la Junta de Paz de cualquier sistema relevante de rendición de cuentas, ya sea ante los y las palestinas, ante las instituciones internacionales o frente a las normas jurídicas universales. La Junta de Paz tendrá autoridad absoluta sobre la distribución de la ayuda humanitaria en Gaza. Todas las organizaciones internacionales y agencias de la ONU, incluidas aquellas con mandatos de larga duración como la UNRWA, estarán obligadas a operar bajo la supervisión del de la Junta. En la práctica, este organismo conseguirá un control determinante sobre quién recibe la ayuda y en qué condiciones. Para una población que depende totalmente de la ayuda humanitaria debido al genocidio en curso, este control centralizado tiene graves implicaciones. La ayuda se ha utilizado como arma en Palestina durante mucho tiempo pero la resolución de la ONU otorga un grado de control externo sin precedentes sobre quién sobrevive, quién pasa hambre y quién tiene acceso a los servicios básicos. La Junta de Paz también es responsable de supervisar la reconstrucción de Gaza. Sin embargo, las declaraciones de funcionarios estadounidenses, incluido el vicepresidente JD Vance, indican que la reconstrucción solo se permitirá en las zonas donde Hamás no opere. En la práctica eso limita la reconstrucción a las zonas bajo control de una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE). En virtud del actual acuerdo de alto el fuego, las fuerzas del régimen israelí han delimitado una frontera de retirada invisible denominada línea amarilla. El territorio más allá de esta frontera comprende aproximadamente el 53 % de Gaza, incluida la mayor parte de sus zonas agrícolas e industriales. Esta zona, que el régimen israelí denomina zona libre de Hamás, ha sido casi totalmente despoblada por las fuerzas de ocupación durante la campaña genocida. Presumiblemente esta es la zona donde primero se desplegará la FIE. Como resultado, la reconstrucción se limitará a estas zonas controladas por Estados Unidos e Israel, mientras que el resto de Gaza permanecerá en ruinas de forma permanente. En efecto, lo que este enfoque afianza es la ingeniería demográfica que ya opera, facilitando la limpieza étnica y el desplazamiento forzoso continuados de los y las palestinas de Gaza. Al igual que con la Junta de la Paz, aún no está claro quién proporcionará el personal para la Fuerza Internacional de Estabilización aunque está previsto que sea una fuerza multinacional con un mando unificado que responderá ante la Junta. La administración Trump ha dejado claro que no habrá soldados estadounidenses sobre el terreno, una posición que comparten los gobiernos europeos. Mientras tanto, se ha pedido a Egipto, Qatar y Emiratos Árabes Unidos que aporten tropas, si bien no se han comprometido a hacerlo. Lo que está claro es que la Fuerza Internacional de Estabilización ejercerá una autoridad de gran alcance para hacer cumplir lo que la resolución denomina «la seguridad y la desmilitarización de la Franja de Gaza», actuando efectivamente como un protectorado y como brazo ejecutor de la ocupación y el asedio continuo del territorio por parte del régimen israelí. Responsabilidad e inclusión palestina Aunque el 9 de octubre de 2025 se declaró un segundo alto el fuego, el régimen israelí ha seguido violándolo —al menos 280 veces en el momento de redactar este artículo—, lo que ha provocado la muerte de centenares de personas palestinas. La destrucción de las infraestructuras de Gaza –incluidos sus sistemas sanitario y educativo, así como el entorno construido y natural– es apoteósica. Los y las palestinas de Gaza siguen siendo asesinadas, mutiladas y desplazadas. De hecho, el alto el fuego no ha acabado con el genocidio sino que, sencillamente, éste ha dejado de ser noticia. Aunque la ONU siempre ha fallado sistemáticamente al pueblo palestino, esta resolución representa incluso una más profunda erosión de la institución. Atenta contra los fundamentos jurídicos y las normas del sistema internacional. En primer lugar, viola los derechos inalienables del pueblo palestino a resistir la ocupación colonial, a la soberanía y a una vida digna en su patria. En segundo lugar, elimina el genocidio y no promueve recurso alguno para exigir responsabilidades. Por lo tanto, la resolución debe ser rechazada en tanto que acto de extorsión política y de respaldo al control colonial de Estados Unidos sobre Gaza. Se trata, en la práctica, de una forma renovada de dominación colonial presentada como iniciativa para lograr la paz. Lo que más se necesita en este momento es que se rindan cuentas por el genocidio y que lo hagan quienes han contribuido a él y quienes lo han apoyado. Asimismo es esencial respaldar una visión de recuperación liderada por los y las palestinas. Un ejemplo es el Plan Phoenix, publicado en enero de 2025 por un grupo de expertos y expertas palestinas de diversas disciplinas. Esta iniciativa colaborativa reúne voces de Gaza, Cisjordania y de la diáspora para esbozar un plan de reconstrucción a corto y medio plazo. Es fundamental que incluya a personas de los municipios de Gaza, que son quienes conocen a fondo las comunidades locales y tienen experiencia directa de la realidad sobre el terreno. El Plan Fénix es un ejemplo que contrasta radicalmente con la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que margina a los y las palestinas tanto del diseño, como del liderazgo y de la aplicación de una visión autodeterminada de la reconstrucción. Más allá de estar liderado por palestinas y palestinos, el plan representa un acto de visión de futuro frente a la aniquilación y la indiferencia global. Reconocer y apoyar este tipo de agencia palestina es esencial para cualquier proceso significativo de recuperación, lo que directamente viene a rechazar la lógica colonial que sustenta la Resolución 2803 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Yara Hawari, palestina, es codirectora de Al Shabaka. Previamente fue investigadora y analista de políticas palestinas. Completó su doctorado en Política de Oriente Próximo en la Universidad de Exeter, donde impartió diversas asignaturas de grado y sigue siendo investigadora honoraria. Además de su labor académica, centrada en los estudios indígenas y la historia oral, es comentarista política habitual en diversos medios de comunicación como The Guardian, Foreign Policy y Al Jazeera English. Traduccion: viento sur

Musk llama a disolver la Unión Europea y devolver la soberanía a los países integrantes

- Sputnik Mundo, Musk llama a disolver la Unión Europea y devolver la soberanía a los países integrantes El empresario estadounidense Elon Musk exigió la disolución de la Unión Europea y la devolución de la soberanía a cada país miembro. "La UE debería ser desmantelada y la soberanía devuelta a cada país para que los Gobiernos puedan representar mejor a sus ciudadanos", escribió Elon Musk en su página de la red social X. En otro mensaje añadió que la burocracia de la UE está "estrangulando lentamente a Europa". Sus comentarios vienen luego de que Bruselas había impuesto a la plataforma X una multa de €120 millones ($140 millones al cambio actual) por infringir la Ley Europea de Servicios Digitales en cuanto a la transparencia de la publicidad y el acceso de los investigadores a datos abiertos, entre otras cosas.

sábado, 6 de diciembre de 2025

Venezuela, lo que está en juego

Recomiendo: Venezuela, lo que está en juego Por Editorial de La Jornada | 06/12/2025 | EE.UU., Venezuela Fuentes: La Jornada El presidente Donald Trump aseguró que Estados Unidos comenzará “muy pronto” ataques terrestres en Venezuela y en cualquier otro país al que se le ocurra acusar de albergar actividades de narcotráfico en su territorio, entre las que mencionó de forma explícita a Colombia. Aseguró que atacar por tierra es mucho más fácil porque “conocemos las rutas que toman; lo sabemos todo sobre ellos; sabemos dónde viven los malos y vamos a empezar con eso muy pronto”. Por su parte, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, reaccionó con una huida hacia adelante a la revelación de que ordenó el asesinato de sobrevivientes del primer ataque efectuado por sus tropas en el Caribe, asegurando que las ejecuciones extrajudiciales perpetradas por su país “apenas comienzan”. Es necesario repetirlo: la ofensiva del trumpismo contra Caracas no tiene absolutamente ninguna relación con el combate al narcotráfico. De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Venezuela es territorio de tránsito de un exiguo 5 por ciento de la cocaína producida en la vecina Colombia, y no cuenta con plantaciones significativas de hoja de coca, por lo que no posee siquiera el potencial para la producción del alcaloide. Para dimensionar las cantidades de coca necesarias en el negocio de la cocaína, debe saberse que se requiere más de una tonelada de hojas frescas para producir apenas un kilogramo de la droga. Asimismo, es absurdo hablar de ataques a las rutas terrestres del narcotráfico por la sencilla razón de que el país caribeño no tiene ninguna conexión por esa vía hacia el norte del continente. Por último, la excusa del fentanilo es todavía más absurda, pues jamás se ha presentado indicio alguno de la fabricación del opioide sintético o sus precursores en la región, y se encuentra fuera de cualquier ruta de tráfico global. El robo de Citgo, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Estados Unidos, decretado ayer por un tribunal de Delaware, indica de manera clara el verdadero móvil detrás del cerco aéreo y naval contra el país que posee las mayores reservas de crudo del planeta. En su primera administración, Trump arrebató el control de la compañía a su legítimo dueño, el Estado venezolano, y lo entregó a la camarilla de Juan Guaidó, el diputado golpista habilitado por Washington como “presidente interino” para saquear los recursos de Venezuela. Desde 2019, esa facción de la derecha se ha apoderado de alrededor de 24 mil millones de dólares de las ganancias de Citgo, un verdadero homicidio contra los millones de venezolanos que se encuentran privados de lo más esencial por el bloqueo estadunidense impuesto en connivencia con políticos entreguistas, como el mencionado Guaidó y María Corina Machado. El empecinamiento de Trump en favorecer los negocios de las petroleras occidentales y complacer los instintos sanguinarios de la ultraderecha nucleada en Miami no pueden sorprender a estas alturas de su gobierno, pero es imperativo denunciar el silencio e incluso el respaldo de la comunidad internacional ante las masacres cometidas por el Comando Sur de la superpotencia y los anuncios de intervención neocolonial. Frente a quienes usan la antipatía hacia el chavismo como excusa para justificar las agresiones, debe remarcarse que en estos momentos Bogotá y Caracas son prácticamente los últimos rincones soberanos frente al desbocado imperialismo estadunidense, donde, a decir del presidente Nicolás Maduro, se rechaza la falsa paz de los esclavos. Por ello, cerrar filas contra las amenazas de invasión y de forzar un cambio de régimen es un asunto de sobrevivencia para todos los pueblos históricamente oprimidos por Washington y sus aliados locales. Fuente: https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/12/03/editorial/venezuela-lo-que-esta-en-juego

Para que haya alguna esperanza de paz, todos los palestinos deben ser liberados de las cámaras de tortura de Israel

Recomiendo: Para que haya alguna esperanza de paz, todos los palestinos deben ser liberados de las cámaras de tortura de Israel Por David Hearst | 06/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Voces del Mundo [Foto: Transporte degradante de varios presos palestinos en Gaza el 8 de diciembre de 2023 (Yossi Zeliger/Reuters)] Una placa en la entrada de Robben Island destaca una cita de su recluso más famoso, el preso 46664: «Se dice que nadie conoce verdaderamente una nación hasta que no ha estado dentro de sus cárceles. Una nación no debe ser juzgada por cómo trata a sus ciudadanos más importantes, sino a los más humildes». Las palabras de Nelson Mandela suenan como una sentencia de muerte para el Estado del Israel actual. Los cadáveres de 345 palestinos que «desaparecieron» cuando Israel invadió Gaza hace dos años han sido devueltos al Hospital Nasser de Jan Yunis. Están tan desfigurados que, hasta ahora, solo se ha podido identificar a 99 de ellos. Maha Hussaini, que ha estado informando para Middle East Eye desde Gaza durante toda la guerra, ha detallado el angustioso proceso de identificación llevado a cabo por los familiares y los médicos forenses, que no disponen del equipo necesario para determinar cómo murieron estas víctimas. Cuando Muhammad Ayesh Ramadan identificó los restos de su hermano Ahmed, desaparecido el primer día de la guerra, descubrió que el cuerpo estaba quemado, con seis o siete agujeros de bala y una incisión vertical que iba desde el pecho hacia abajo. A su hermano también le habían cortado uno de los dedos del pie. Según los médicos palestinos, los médicos israelíes suelen amputar los dedos de las manos y los pies para obtener ADN. Aunque carecen de las herramientas necesarias para confirmar si a Ahmed le faltaba algún órgano, las marcas encontradas en su cuerpo sugieren claramente que fue utilizado como banco de órganos. Otros cadáveres mostraban claros signos de tortura. Zeinab Ismail Shabat, de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza, descubrió que a su hermano Mahmud, de 34 años, le habían cortado el dedo índice, mientras tenía las manos atadas a la espalda, y que las marcas de las ataduras metálicas le habían dejado hendiduras en los pies. Su rostro parecía haber sido golpeado con tanta violencia que le habían fracturado el cráneo, y su cuello presentaba marcas de haber sido colgado. «Estaba claro que había sido martirizado mientras lo tenían inmovilizado. Le habían quitado toda la ropa. Tenía un disparo en el muslo y pequeños trozos de madera en el pecho», dijo. Violaciones y torturas Las estimaciones sobre el número de palestinos que han muerto bajo custodia israelí en los últimos dos años varían. Los datos obtenidos por Médicos por los Derechos Humanos-Israel del ejército y los servicios penitenciarios israelíes sitúan la cifra en 98, pero el grupo afirma que probablemente se trate de un recuento muy por debajo de la realidad, ya que aún siguen desaparecidos cientos de detenidos de Gaza. Los presos que han sobrevivido a la detención describen las formas más crueles de tortura. Según el testimonio de los detenidos recibido por la organización israelí de derechos humanos B’Tselem, en noviembre de 2023, fuerzas especiales irrumpieron en una celda de la prisión de Ketziot y golpearon a los reclusos con porras hasta hacerles sangrar por la cabeza. Centraron su inquina en Thaer Abu Asab, de 38 años, hasta que se derrumbó. Su cuerpo permaneció en el suelo durante una hora, sangrando y sin responder, hasta que lo sacaron de la celda y lo declararon muerto. Al día siguiente, el Shin Bet interrogó a todos los reclusos y los acusó de atacar a Abu Asab y de intentar inculpar a los guardias de la prisión por ello. Un campo de detención en particular, Sde Teiman, se ha ganado una reputación infame por las violaciones, torturas y muertes. Un antiguo recluso, entrevistado por el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés), afirmó haber sido violado por un perro especialmente entrenado. «Nos desnudaron por completo. Los soldados trajeron perros que se subieron encima de nosotros y me orinaron. Entonces, uno de los perros me violó; lo hizo deliberadamente, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo, y me introdujo el pene en el ano, mientras los soldados seguían golpeándonos y torturándonos y rociándonos con espray pimienta en la cara. La agresión del perro duró unos tres minutos; la represión en general duró unas tres horas». Ibrahim Salem, que fue puesto en libertad en agosto tras casi ocho meses de detención, describió sus 52 días en Sde Teiman como su peor pesadilla. «Te mantienes de pie sobre una pierna durante dos horas y luego te dicen: «¿Quieres que te ayude?». Y cuando dices que sí, te dicen que repitas: «Soy hijo de una puta, soy hermano de una puta», que digas «Netanyahu se folló a mi hermana, am Yisrael chai [el pueblo de Israel vive]. Ahora repite conmigo, ¡am Yisrael chai! ¡Am Yisrael chai! Cien veces»». Le rompieron una silla en el pecho. Le electrocutaron los genitales. Otros prisioneros fueron violados por mujeres soldado. En tales casos, el prisionero era inclinado sobre un escritorio con las manos colocadas delante de él, esposadas. La soldado, de pie detrás de él, le introducía los dedos y otros objetos en el recto. Cuando él reaccionaba o se echaba hacia atrás, el soldado que estaba delante de él le golpeaba en la cabeza y le obligaba a inclinarse de nuevo. Hay suficientes informes contemporáneos sobre los abusos sistemáticos contra los palestinos en las prisiones y centros de detención israelíes como para llenar una pequeña biblioteca. Grave crisis Según un informe de noviembre del Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura, Israel tiene una «política estatal de facto de tortura organizada y generalizada», que describen como «palizas severas, ataques con perros, electrocución, ahogamiento simulado, uso de posturas de estrés prolongadas y violencia sexual». La propia Oficina del Defensor del Pueblo de Israel, que forma parte del Ministerio de Justicia, constató el hacinamiento extremo, el hambre y las palizas casi diarias que sufrían los presos palestinos, y señaló que las condiciones equivalían a «una de las crisis de detención más graves que ha conocido el Estado». A pesar de esta avalancha de pruebas, sólo un soldado israelí ha sido procesado, recibiendo una condena de siete meses. Otros cinco soldados fueron acusados de abuso agravado y de causar lesiones corporales graves en Sde Teiman, después de que se filtraran las imágenes. Esa filtración, por parte de una fiscal del ejército israelí, Yifat Tomer-Yerushalmi, causó indignación no por los delitos en sí, sino por el daño causado a la imagen pública del ejército israelí. La fiscal se vio obligada a dimitir, y los soldados acusados de violación celebraron recientemente una rueda de prensa en la que exigieron una indemnización por «daños a su imagen». En la rueda de prensa celebrada frente al Tribunal Supremo de Israel, los soldados acusados, que llevaban pasamontañas, en un aparente intento de evitar ser procesados por la Corte Penal Internacional, se jactaron de seguir en libertad y declararon: «Venceremos». «Intentasteis quebrarnos, pero olvidasteis una cosa: somos la Fuerza 100», dijeron, en referencia a su unidad antiterrorista. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se negó a condenar la agresión. En cambio, calificó la filtración como «quizás el ataque propagandístico más grave que ha sufrido el Estado de Israel desde su creación». Su preocupación era la imagen de Israel, no el hombre brutalmente agredido en pantalla. Según Haaretz, el máximo responsable jurídico del ejército israelí evitó deliberadamente iniciar investigaciones sobre los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas israelíes, por temor a una reacción violenta de la derecha. Alrededor de un millón de palestinos han sido detenidos por las fuerzas israelíes desde la guerra de Oriente Medio de 1967, «entre ellos 17.000 mujeres y niñas y 50.000 niños», según informó en 2021 la Comisión de Asuntos de Detenidos y Exdetenidos. Esto supone uno de cada siete palestinos. En busca de la pena de muerte Mientras tanto, la cifra de palestinos en las cárceles israelíes ha ido aumentando de forma constante. Los grupos de defensa estiman que en noviembre eran 9.250; de ellos, más de 3.300 eran detenidos «administrativos», recluidos sin cargos ni ningún tipo de proceso legal. Llamar prisioneros a estos detenidos es forzar el significado de la palabra. Son rehenes capturados por Israel cada noche en redadas, pero nadie en la comunidad internacional lo tiene en cuenta. Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, ha centrado su mandato en convertir la vida de los prisioneros palestinos en un infierno. Redujo las raciones a niveles de inanición y denunció la sentencia del Tribunal Supremo en contra de ello, cuestionando si realmente se trataba de jueces «de Israel». No contento con eso, Gvir está ahora impulsando un proyecto de ley en la Knesset para imponer la pena de muerte a los «terroristas que actúen contra el Estado». Se trata de una formulación elegida para excluir a los judíos, ya que, en opinión de la extrema derecha, sólo los árabes practican el terrorismo. Uno de los patrocinadores del proyecto de ley, el diputado Limor Son Har-Melech, afirmó: «No existe tal cosa de un terrorista judío». Israel abolió la pena de muerte por asesinato en 1954, pero la pena capital se mantuvo en los libros para los delitos relacionados con el Holocausto y el genocidio. Israel sólo ha ejecutado a una persona en toda su historia: Adolf Eichmann, el arquitecto del Holocausto, en 1962. La pena de muerte se mantuvo para los tribunales militares en la Cisjordania ocupada, pero nunca se aplicó. Esto fue objeto de frecuentes debates, y los jefes del Shin Bet y del ejército se oponían regularmente a ella. Hoy en día, este debate se ha desatado. El Shin Bet tiene ahora al frente a un sionista religioso, el general de división David Zini, que apoya el proyecto de ley, y el ascenso de Ben Gvir al poder ejecutivo ha transformado el panorama. Lo que antes se consideraba una provocación de la derecha se ha convertido ahora en política oficial. Ben Gvir repartió dulces después de que el proyecto de ley superara su primera lectura, y todo apunta a que ahora se convertirá en ley. El legado de Mandela Al igual que en Sudáfrica, las cárceles israelíes también albergan a los principales líderes palestinos que podrían negociar el fin del conflicto. Tenemos a Marwan Barghuti, un alto dirigente de Fatah que cumple cinco cadenas perpetuas y que es lo suficientemente popular como para sustituir a Mahmud Abás como presidente. Junto a él se encuentra Abdullah Barghuti, un líder militar de Hamás que cumple 67 cadenas perpetuas. El comandante de Hamás Ibrahim Hamed cumple 54 cadenas perpetuas, mientras que Ahmad Saadat, secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina, cumple una condena de 30 años. Otras figuras destacadas de Hamás que se encuentran en prisión son Hasan Salameh, que cumple 48 cadenas perpetuas, y Abas al-Sayed, que cumple 35 cadenas perpetuas. Se ha lanzado una campaña internacional para liberar a Barghuti basándose en el mismo principio que llevó a la liberación de Mandela, que fue una de las principales reivindicaciones del movimiento contra el apartheid. Como afirmó el propio Mandela: «Solo los hombres libres pueden negociar. Los prisioneros no pueden involucrarse en acuerdos». La liberación de Mandela se consideró en su momento un paso clave hacia la paz. A continuación, lideró las negociaciones que allanaron el camino para las primeras elecciones democráticas multirraciales del país en 1994, en las que su Congreso Nacional Africano obtuvo una victoria aplastante. Algunos antiguos jefes del Shin Bet, ahora alejados del poder y sin apenas influencia, son conscientes de ello. Pero la dirección que está tomando Israel bajo el liderazgo de facto de Ben Gvir está sumiendo al Estado en una guerra permanente, tanto con los palestinos como con sus vecinos regionales. Al mismo tiempo, la naturaleza de esta guerra está cambiando, pasando de ser una guerra basada principalmente en el territorio a una cruzada religiosa. Esto tendrá el mismo final que todas las demás cruzadas que intentaron colonizar Palestina. Si la comunidad internacional realmente quiere poner fin a este conflicto ahora, antes de que se intensifique aún más, la liberación de todos los prisioneros palestinos debería convertirse en la demanda central de la campaña mundial de boicot y desinversión. Hay en marcha una campaña con un lazo rojo para exigir la liberación de todos los presos palestinos detenidos. Debería instarse a todos los partidos políticos británicos a apoyar esta campaña, sobre todo el Partido Laborista. Los hombres y mujeres que organizan, llevan a cabo y se regocijan con las palizas, violaciones, electrocuciones, torturas y muertes diarias bajo custodia deberían ser juzgados como lo fue Eichmann, porque son verdaderamente hijos suyos. David Hearst es cofundador y redactor jefe de Middle East Eye, así como comentarista y conferenciante sobre la región y analista en temas de Arabia Saudí. Fue redactor jefe de asuntos exteriores en The Guardian y corresponsal en Rusia, Europa y Belfast. Con anterioridad, fue corresponsal en temas de educación para The Scotsman. Texto en inglés: Middle East Eye, traducido por Sinfo Fernández. Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/12/05/para-que-haya-alguna-esperanza-de-paz-todos-los-palestinos-deben-ser-liberados-de-las-camaras-de-tortura-de-israel/

Un bien general' para implicados: corrupción en Ucrania y la UE es un sistema compartido

'Un bien general' para implicados: corrupción en Ucrania y la UE es un sistema compartido, opina un experto - Sputnik Mundo, 06.12.2025 © telegram SputnikMundo El despilfarro de los fondos occidentales destinados a Kiev beneficia a todos los involucrados en las tramas, por lo que los verdaderos culpables logran eludir la responsabilidad, declaró a Sputnik el experto libanés en relaciones internacionales Samir Ayoub, al comentar los escándalos de corrupción que sacuden a Ucrania y la UE. "¿De dónde surgen las raíces [de la corrupción] y quién le enseñó a robar a quién?: ¿Ucrania al Occidente o viceversa?", cuestiona el experto al notar el arraigo de la corrupción en la política occidental durante el mandato del expresidente de EEUU, Joe Biden, cuya familia tenía intereses de índole económico en el país europeo. En cuanto al caso de la exjefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el experto señaló que Bruselas "intenta echarle la culpa a determinadas personas para ocultar la verdad". Así, buscan confundir a la gente haciéndola creer que se está llevando a cabo una lucha contra la corrupción, agregó. "Pero, ¿cómo se puede dar crédito a esto, si miles de millones de los bolsillos de los europeos de a pie no dejan de fluir hacia Ucrania o hacia los funcionarios de la UE?", cerró el experto.

viernes, 5 de diciembre de 2025

La epopeya palestina (XII): Apéndice Mentiras que obstruyen la solidaridad

Recomiendo: La epopeya palestina (XII): Apéndice Mentiras que obstruyen la solidaridad Por Claudio Katz | 05/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Rebelión Clarificar lo ocurrido con los atentados a la AMIA y la embajada de Israel es vital para revertir la manipulación sionista de la política exterior argentina y facilitar la participación más activa de la población en la solidaridad con Palestina. Ese esclarecimiento exige refutar la historia oficial que diaboliza a Irán y enaltece a Israel. Los atentados han dejado un trauma que obstruye un compromiso mayor de la población argentina con el drama de Medio Oriente. Permiten al sionismo recrear una y otra vez una secuencia de falsedades que inmoviliza a los críticos del genocidio. LA FARSA PARA SEPULTAR LA VERDAD El malogrado juicio contra los responsables del atentado a la AMIA ha sido el ejemplo más chocante de cómo Israel maneja la Justicia argentina. Logró pulverizar cualquier posibilidad de esclarecer lo sucedido y condenar a los culpables, con la descarada complicidad de la conducción de la AMIA y la DAIA. Las dos instituciones respaldaron todas las manipulaciones para ensuciar la causa y ocultar la verdad (Kollmann, 2024a). La historia oficial dictamina que Irán es culpable, sin aportar la menor prueba de esa responsabilidad. Menciona varios nombres de involucrados en el armado del explosivo, la colocación de un coche-bomba y también la presencia de un suicida que habría activado la detonación. Pero no presenta ningún elemento de respaldo efectivo de esa acusación. Con fichas aportadas por los servicios de Inteligencia se emitieron órdenes de detención internacional de varios iraníes, que nunca fueron localizados o capturados. Como toda la información que filtra la prensa es provista por el Mossad, la CIA o la AFI (ex SIDE), su validez judicial siempre ha sido endeble o directamente nula. Jamás se esclareció nada de lo ocurrido y esa oscuridad proviene del abandono deliberado de las pistas reales de atentado, para encubrir a sus responsables locales (Ginsberg; Gitter, 2024). Una sucesión de relatos fantasiosos ha circulado en las últimas décadas para exculpar a los artífices del crimen y se ha enmarañado la investigación, ubicándola en la indescifrable órbita del terrorismo internacional. El juez encargado de la causa (Galeano), no solo habilitó el libreto armado por los espías. Intentó convertirlo en un dictamen con validez legal, sobornando a un preso (Telledín) para que convalidar la fábula oficial (Lutzky, 2025). En la maniobra participaron altos funcionarios del ejecutivo, la justicia y la policía (Ansorregui, Edul, Ribelli). Esa adulteración fue descubierta, denunciada y corroborada en los tribunales al cabo de un larguísimo proceso. Por esa aberrante falsificación, el Estado argentino fue explícitamente condenado en dos oportunidades por la Corte Interamericana (2005 y 2022) y aceptó su responsabilidad por lo ocurrido. Pero el operativo para no saber, no investigar y desconocer la verdad persistió sin cambios. Los condenados por el desmanejo judicial siguen en libertad, mientras la causa de la AMIA continúa en las tinieblas. Cada indicio que conduce a investigar lo sucedido es rápidamente sepultado con una nueva andanada de invenciones contra Irán. Esas acusaciones fueron extendidas en los últimos años a Hezbollah, que al principio no era mencionada. Más recientemente se involucró también a Hamás sugiriendo que “algo habrá hecho”. Todo el paquete de inverosímiles acusaciones fue perfeccionado por el fiscal Nisman, encargado de una repartición especialmente asignada a la investigación del hecho (UFI-AMIA). Ese corrupto individuo no solo malgastó fortunas del erario público en ensuciar la causa, sino que montó adicionalmente una campaña para involucrar a Cristina en delirantes complicidades con los iraníes. Con ese paso, Nisman sumó a su labor de peón del Mossad, un servicio adicional a la derecha macrista que conspiraba contra el gobierno kirchnerista. Centró su operativo en atacar el Memorándum de Entendimiento con Irán -que impulsó CFK con el aval de ambas cámaras del Congreso- para intentar el interrogatorio a los acusados en Teherán (Salinas, 2025a). Por esa vía ensayó un punto de conciliación para superar el empantanamiento de la investigación. Partiendo de una hipótesis de culpabilidad de Irán, le ofrecía a ese país un camino para exponer su defensa. Esa iniciativa coincidió con el viraje negociador de Estados Unidos, que sustituyó durante un breve tiempo la mera exigencia a Irán de abandonar el programa nuclear. Washington les propuso un convenio de levantamiento de las sanciones, a cambio de inspecciones internacionales que verificaran el desmantelamiento del proyecto de armamento atómico. Con el auspicio de los sectores opuestos a esa conciliación en Estados Unidos (neoconservadores) e Israel (Netanyahu) y con el soporte local del macrismo, Nisman transformó la repetida acusación contra Irán por el atentado de la AMIA, en una campaña política interna de la derecha contra el kirchnerismo. Ese operativo concluyó con su trágico suicidio, cuando el mamarracho jurídico que había preparado contra Cristina, afrontaba un vergonzoso deschave en el Parlamento. Se quitó la vida porque su ridículo dictamen ponía en evidencia oscuros enjuagues, que cuestionaban la continuidad de su cargo (Salinas, 2024b). OCULTAMIENTOS AL POR MAYOR El atentado a la Embajada de Israel fue manejado por todos los gobiernos, con la misma tónica de encubrimiento que imperó en torno a la AMIA. La historia oficial ha sido muy semejante, pero en este caso no hubo siquiera un montaje de investigación. Las acusaciones contra los iraníes son muy parecidas, los delirios sobre cómo fue ejecutada la explosión se asemejan y la carencia de alguna prueba de judicial de lo ocurrido es total. La Corte Suprema tomó el caso para mantenerlo archivado y bloquear cualquier indagación o respuesta a los interrogantes más obvios. No se sabe, por ejemplo, las razones del retiro de la custodia policial de lugar poco antes del estallido. Israel impuso desde el primer momento un silencio de radio sobre todo el caso, que aumenta las sospechas sobre las razones que lo indujeron a evitar que se conozca la verdad. Encubrir lo sucedido en la Embajada y la AMIA se ha transformado en una política de Estado. Con esa finalidad se impide la apertura total de los archivos, que solo fueron expuestos en forma parcial en el 2015, luego haber facilitado su abandono o destrucción (Ginsberg; Gitter, 2025). El acceso a esos documentos continúa cerrado por razones obvias. Su apertura permitiría conocer lo sucedido y transparentaría con nombre y apellido a los artífices locales de la preparación, consumación y encubrimiento de los dos atentados. Para impedir esa clarificación se ha impedido también, la constitución de una comisión independiente que acceda a la verdad. Una CONADEP de la AMIA es indigerible para el establishment, los gobiernos y los principales partidos del país. Todos los funcionarios de las últimas décadas han argumentado que la apertura de los archivos afectaría la seguridad nacional, omitiendo que justamente ese resguardo quedó totalmente vulnerado por el encubrimiento de los atentados. Salta a la vista que el ocultamiento de la verdad conduce a mantener desguarnecido el país (Kollmann, 2024b). Lo que se quiere disfrazar es el grado de colonización que ha logrado Estados Unidos e Israel del Estado argentino. La negativa a conocer lo sucedido es tan grande, que impactantes testimonios conocidos por el gran público son desechados, a pesar de la imponente información que contienen. Es el caso de un probado infiltrado de la SIDE en la comunidad judía, que estuvo al tanto en forma anticipada de varios indicios de los atentados. Ese personaje -que por relatar su historia fue perseguido y amenazado- aportó el material para un libro y una película (Iosi). Pero es mantenido al margen de cualquier investigación y la justicia no lo indaga, cuándo es obvio lo mucho que sabe. También son descartados los testimonios de otro ex funcionario de la investigación AMIA (Claudio Lifschitz), que dio a conocer datos sobre la forma en que fueron falsamente inculpados los iraníes. Incluso aportó indicios del involucramiento de espías argentinos en el atentado (Hispantv, 2025). Esa línea de indagación es particularmente saboteada porque se aproxima a la verdad. Fue la hipótesis inicial de lo ocurrido, cuando se buscó explorar la denominada conexión local, enquistada en las áreas de Defensa y Seguridad. Los fiscales y jueces de todos los colores se encargaron de anular esa sospecha vetada por los gobiernos de Israel, Estados Unidos y Argentina (Ginsberg; Gitter, 2023). Sustituyeron el seguimiento de esa pista por una simulación, asentada en un meticuloso operativo para ensuciar pruebas y contra pruebas, orquestado por el perdurable jefe de los espías argentinos (Situsso) Milei extrema ese desmanejo. Anuló todas mediaciones que sus antecesores intentaron con Trump o Netanyahu y simplemente implementa a toda velocidad lo que demandan Washington y Tel Aviv. Cumple con el reinició de la farsa del juicio en ausencia por la AMIA, que el macrismo concibió para volver a la carga contra Irán (Kollmann, 2025a). Ya logró que la justicia y los parlamentarios cómplices habiliten el tratamiento de ese sainete. Si la pantomima se concreta, volverán a nombrar nuevamente a Irán y a Hezbollah y pondrán en primera plana de los diarios las figuras de individuos buscados por su invariable performance islámica. No se privarán de señalar nuevos e imaginarios complots de libaneses en la Triple Frontera. Pero la credibilidad de ese show se ha deteriorado al cabo de tantas patrañas y la autoridad de los jueces que avalan ese entretenimiento se ha desmoronado. Algunos convalidan la nueva farsa luego de haber desestimado la denuncia de Nisman, señalando que no había delito alguno en la firma del Memorándum con Teherán (Rafecas). El replay en marcha es tan inconsistente como su eventual continuidad. En su tono bravucón, Milei acepta que la investigación de la AMIA fue una construcción tramposa, pero afirma sin avergonzarse que el enredo fue montado para exculpar a Irán, quitándole todo sentido a lo ocurrido. Como no explica con qué propósito se armó ese engaño, salta a la vista que pretende potenciar el mareo de la población, para que nadie entienda algo de lo ocurrido. La nueva secuencia de delirios oficiales es retomada también con la tesis macrista que postula el asesinato de Nisman. Plantea que el fiscal no se suicidó, sino que fue ultimado por un comando venezolano-iraní amparado por el kirchnerismo. Con ridículos anuncios de pistas, acusados y conspiraciones, la prensa hegemónica mantiene vivo ese disparate. Un día presentan pericias truchas de la gendarmería, a la jornada siguiente detallan cómo los sicarios escalaron impenetrables paredes para ingresar al edificio y al final de zaga, señalan la complicidad de Cristina con la muerte de Nisman. El fiscal que fabrica esos desvaríos cuenta con la difusión asegurada, en las redes del principal multimedio del país (Kollmann, 2025b). El juicio en ausencia a Irán es una caricatura ahora recreada, para apoyar el genocidio de Gaza y justificar la ofensiva militar de Israel contra Teherán (Yanzón, 2025). Salta la vista ese propósito, cuando Netanyahu está embarcado en desatar un gran conflicto con el gobierno persa. Para aceitar el operativo se intenta relacionar a Hamas con la AMIA. Milei justamente conectó sin ninguna lógica, la captura de rehenes argentinos por parte de esa organización, con los atentados que conmovieron al país. TRES HIPÓTESIS DE CAUSAS EXTERNAS La historia oficial ha suscitado una generalizada indignación entre los familiares y víctimas de la AMIA y un gran descontento en sectores de la población. Salta a la vista el desprecio de todos los gobiernos hacia el esclarecimiento de lo ocurrido. Las voces críticas han multiplicado los cuestionamientos al desvío de la investigación, buscado indagar las causas y culpables de los estallidos. Refutar el mamarracho de versiones oficiales ya es una tarea repetida y el verdadero desafío es aportar hipótesis sobre lo sucedido. Una primera línea de clarificación continúa situando la lógica de los atentados en procesos políticos del exterior, pero pretende indagar la conexión de esa acción con sucesos del país. Pone el dedo acusador en Hezbollah y no en Irán, aunque subrayando el padrinazgo de Teherán sobre esa organización. Postula que ese agrupamiento político-militar del Líbano consumó el atentado de la AMIA, para vengar el asesinato de sus líderes por parte de Israel. Señala como prueba, la coincidencia de esa acción con coincidentes atentados, en otras localidades en la misma fecha (Elbaum, 2025). Pero ese indicio de simultaneidad parece muy endeble, si se recuerda la enorme capacidad de manipulación que han demostrado el Mossad y la CIA, para fabricar acusaciones con evidencias irrisorias. Los episodios señalados como convergentes con lo ocurrido en la AMIA en Tailandia, Londres o Panamá podrían ser más bien vistos como confusos accidentes o extraños episodios, sin conexión con una acción orquestada por Hezbollah. Pero, además, como esa agrupación de resistencia al colonialismo sionista no asumió como propio ninguno de esos hechos y faltan razones para cargarla con las acusaciones que difunden sus enemigos. En los hechos, la hipótesis que Hezbollah fue responsable del atentado de la AMIA constituye una variante del relato acusatorio de Irán. Ante la ausencia de pruebas contra Teherán se dirige el dedo acusatorio contra la organización libanesa, inundando la prensa con versiones sobre su accionar conspirativo en las mezquitas de Sudamérica. La investigación por ese sendero conduce al mismo laberinto sin salida que ha imposibilitado conocer lo sucedido. Una segunda hipótesis que busca explicaciones fuera del país choca frontalmente con la fábula oficial, señalando a Israel como responsable de las explosiones. Sugiere que especialmente el estallido de la Embajada fue un autoatentado de sectores del propio Estado sionista. Estima que los artífices de esa vandálica acción habrían hecho saber por esa vía, su oposición a las negociaciones de paz con los palestinos y su rechazo a cualquier acuerdo con enemigos fronterizos de Israel, como Siria (Ceresole, 1996). Esta mirada presenta como antecedente de virulencia armada en la interna sionista, el asesinato de Rabin por parte de un militante de la ultraderecha. Destaca que, si una figura tan afamada del poder israelí pudo ser ultimado por sus compatriotas, también cabe imaginar otros actos semejantes de cruda violencia fuera de ese país Esta tesis fue calificada de antisemita, negacionista y judeo-fóbica por la trayectoria o perfil político de sus exponentes (Elbaum; Lutzky, 2018). También fue descalificada por su implícita conexión con hipótesis enunciadas desde Teherán. Pero esas tipificaciones reavivan los prejuicios, sin esclarecer lo que está en juego e invalidan hechos, que deben ser explicados y no descartados con epítetos. En la prolongada y sangrienta confrontación de Medio Oriente se han consumado operativos de todo tipo entre las distintas fuerzas en pugna. La hipótesis del autoatentado es frágil por la ausencia de indicios efectivos de su consumación y por la carencia de antecedentes de este tipo de acciones. A lo sumo podría ser una sugerencia para lo sucedido en la embajada, pero no para lo ocurrido en la AMIA, ya que el mensaje de la interna sionista no presenta ninguna conexión con la voladura de esta última mutual. La durísima confrontación interna de Israel no ha tenido proyecciones externas de la misma índole y la comunidad judía local no tuvo tradicionalmente un alineamiento definido, con los bandos en pugna en el territorio sionista. Los auto atentados se suelen consumar, además, para precipitar la intervención bélica directa del país en una guerra específica. Esa fue por ejemplo la función del incidente en el Golfo de Tonkín que precipitó la intervención de los marines en Vietnam. Esa secuencia no se aplica a la Embajada o la AMIA, porque nadie buscó jamás inducir la participación militar directa de Argentina en las guerras de Medio Oriente. Una tercera hipótesis de causas externas del atentado estuvo centrada en la denominada pista siria, que ponía el foco en los oscuros lazos del entorno de Menem con sus familiares o allegados en Siria y el Líbano. Esa sospecha señalaba alguna traición del riojano a compromisos de negocios concertados con sus pares de esa zona (Salinas, 2024a). Se mencionó especialmente el incumplimiento de la contrapartida a los 40 millones de dólares, que habrían aportados esos grupos a la campaña electoral de Menem. Esa hipótesis fue seriamente considerada por Cristina Kirchner cuando era senadora, pero nunca hubo indicios de ese determinante y la misma oscuridad se extendió a los móviles del atentado. El defecto compartido de la acusación contra Hezbollah, la hipótesis del auto atentado y la pista siria, radica en la continuada indagación de la causa de las explosiones, en acontecimientos geopolíticos externos a la Argentina. Los indicios más consistentes de esos hechos deberían ser buscado en procesos políticos internos del país. ¿AUTORÍA LOCAL POR TRÁFICO DE ARMAS? La búsqueda de artífices argentinos de los atentados es un camino más provechoso para comprender lo sucedido. Ese protagonismo no anula la existencia de conexiones con países, gobiernos o bandas del exterior, pero induce a indagar con mayor realismo lo ocurrido, desbaratando una historia oficial centrada en sepultar cualquier posibilidad de autoría local. Los jueces y gobiernos manosearon la causa para bloquear ese camino, introduciendo relatos fantasmagóricos, para impedir el conocimiento de los participantes argentinos del hecho. Esa indagación es la única forma de entender la conexión de la Embajada con la AMIA y de ambos atentados con el estallido del arsenal de Río Tercero. La investigación conjunta de estos tres episodios -que permitiría encontrar un hilo conductor de lo sucedido- sitúa a las fuerzas locales en el centro de atención, evitando el mareo de volver una y otra vez a la versión anti iraní. Esa limitación es la falla compartida por algunos estudios recientes del problema, que nuevamente retornan al círculo vicioso de la culpabilidad de Irán (Salinas, 2025b). La repetición de hipótesis ya objetadas sobre lo sucedido en AMIA (como el conductor suicida y el vehículo-bomba), en gran medida obedecen a la dificultad de romper con la obsesión contra Teherán, buscado a los responsables dentro de Argentina (Salinas, 2024c). La internalizada demonización de Irán impide esa pesquisa. En la búsqueda de artífices locales de esos crímenes, algunos autores señalan a bandas de ex militares de la dictadura denominados “arcángeles”. Esos grupos estaban conectados con altos oficiales de la Policía Federal y con mercenarios que trabajaron para Estados Unidos, en los operativos centroamericanos de la Contra antisandinista de Nicaragua (Salinas, 2025b). Este señalamiento es más pertinente para bucear responsables, que toda la catarata de mentiras difundida por la historia oficial. Señala nombres y apellidos de los personajes de esos grupos, que nunca fueron investigados, a pesar de la gran facilidad judicial para acceder a sus testimonios. Mientras todos los gobiernos de las últimas décadas se empantanaron en inútiles exhortos y notificaciones rojas del FBI, para perseguir fantasmas en el exterior, tenían a mano testificaciones muy sencillas que desecharon adrede. En la red local de militares, espías y expertos en explosivos que encubrieron Galeano, Nisman y Toma, está el secreto de los tres atentados que convulsionaron al país. Basta con observar la meticulosa atención puesta durante tantas décadas, por tantos funcionarios, de tantos gobiernos para encubrir a esos personajes, para notar que allí se encuentra el corazón del problema. El empeño para amparar a esa gente es el principal indicio del protagonismo argentino de los atentados. Esa responsabilidad local fue sugerida por muchos analistas, antes que los emisarios de Israel impusieron la mono tesis de la culpabilidad iraní. Las principales menciones de participación argentina pusieron el foco en el tráfico de armas, señalando la existencia de distintas mafias involucradas en ese negocio. Esas hipótesis señalaron la traición a un pago de pertrechos ya vendidos, como el móvil de la colocación de bombas en la Embajada, la AMIA y/o Rio Tercero. Esta conjetura describe varios involucrados externos, resaltando en todos los casos la presencia de hampones argentinos como causantes del hecho. Una mirada ubica esa conexión con Siria, señalando que los extraños personajes de origen árabe que rodearon a Menem (Monzer Al Kassar, Nassif Hadad, Alberto Kanoore Edul, Alfredo Yabrán), habrían sido los intermediarios de operaciones de compra venta de armas, que terminaron con estallidos por algún cortocircuito en los pagos (Sanz, 2017). Toda la saga del libro y la serie de Netflix en torno a Iosi retoma esa hipótesis del tráfico de armas (y del lavado de dinero) como determinantes de los atentados. La credibilidad de esa secuencia se asienta en el verosímil testimonio de un espía de la SIDE, que involucra un contradictorio espectro de personajes árabes e israelíes. La simple investigación del espía y de sus superiores resolvería gran parte del enigma. Una tercera hipótesis del mismo tipo de conexiones menciona actores muy precisos. Señala que los atentados fueron una respuesta de traficantes de Irán, al incumplimiento de Menem de un convenio firmado por Alfonsín con Teherán, para proveer elementos de energía nuclear y misiles Cóndor. Cuando el riojano aceptó las presiones estadounidenses para desconocer esa venta ya abonada, la represalia persa no tardó en hacerse notar con las bombas que conmovieron al país (Elbaum, 2025). Pero en este tercer caso se expone un nítido conflicto entre dos Estados y no una oscura relación entre mafias del submundo del tráfico de armas. El diagnóstico expuesto no alude a una simple balaceras entre mafiosos. En los hechos, el tráfico de armas fue siempre una actividad marginal en Argentina por el contundente protagonismo del Estado en ese negocio. El país fue un gran proveedor secundario de pertrechos en sintonía con Estados Unidos. Garantizaba el suministro a países en conflicto, que la primera potencia no podía abastecer por alguna restricción política o diplomática. Por ese hueco, Argentina vendió armas a Croacia y Ecuador-Perú en situaciones críticas. El tráfico tampoco tuvo relevancia, ni tradición previa, puesto que el país fue proveedor de una enorme variedad de clientes, que incluyeron a Israel, Egipto, Irak e Irán, con explícitos manejos de la cúpula estatal bajo la égida directa de Estados Unidos. Como esta gestión del comercio bélico se mantuvo sin cambios durante el menemato, la explicación de los atentados por el tráfico de armas no parece conducir a buen puerto. La idea de grandes crímenes por un impago, con los códigos de la mafia o el narcotráfico, no cuaja con el protagonismo activo del Estado en el negocio bélico. MILITARES EN EL VIRAJE GEOPOLÍTICO Los tres atentados se consumaron en un contexto de crisis fulminante del ejército por el efecto acumulado de la derrota en Malvinas, el colapso de la dictadura y los juicios a los genocidas. Las fuerzas armadas afrontaban un proceso de crisis y disgregación interna con la opinión pública en contra y un desprestigio mayúsculo en todos los segmentos de la sociedad. Esta crisis fue potenciada por la propia reacción golpistas de los militares, que intentaron tres sublevaciones, para forzar el fin de los juicios y la impunidad de todos los involucrados en los crímenes de la dictadura. Con el levantamiento de Semana Santa (1987) consiguieron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, pero no cejaron en sus exigencias. La segunda asonada de Villa Martelli (1988) concluyó en un compromiso y con la brutal represión a la toma de La Tablada (1989). Allí recompusieron un protagonismo que los indujo a subir la apuesta. La demanda unificadora del ejército era la anulación de todas las penas a criminales de la dictadura, pero el sector nacionalista de derecha carapintada, embanderado con la incursión de Malvinas (Seineldin), pulseaba con la fracción amoldada al giro institucionalista y pro occidental del establishment y los partidos mayoritarios (Balza). En el ocaso de Alfonsín, los Carapintadas pactaron con Menem cargos en el futuro gobierno e impunidad para los genocidas, en el marco del perfil nacionalista que prometía introducir el riojano. Cuando Menen incumplió esas promesas y sepultó todo lo anunciado con un giro neoliberal pro yanqui, la fracasada sublevación de Seineldín fue más virulenta y se saldó con muertos, heridos y el encarcelamiento de su gestor (Csipka, 2025). El indulto posterior cohesionó las tropas en una línea de sumisión al Pentágono y todo el proyecto de recrear un curso malvinero quedó definitivamente sepultado. La expectativa de retomar una asociación con Estados Unidos, -pero preservando un fuerte aparato militar autónomo en el país- se extinguió. Los atentados a la Embajada, la AMIA y Río Tercero se perpetraron al final de este convulsivo escenario en el ámbito militar. Divorciar ese contexto de las explosiones ha sido principal propósito de la historia oficial. Hablando de exóticos personajes de Irán o Hezbollah se pierde de vista el palpable registro de los conocidos individuos con armas, que hacían valer su peso en la vida política nacional. Ese desvío de la atención apuntó a borrar la adscripción Carapintada de muchos sospechosos de las tres explosiones. La hipótesis de un propósito malvinero de los atentados se asienta en recordar que ese sector fue traicionado por Menem, en una disputa zanjada a tiros. No parece descabellado suponer que la balacera escaló de nivel con bombas de mayor porte, en explosiones que golpearon al gobierno incumplidor, en su viraje de sometimiento a Israel y Estados Unidos. Pero esa explicación de los atentados por simple venganza choca con el dato que los Carapintadas ya se encontraban en fulminante retroceso y disgregación, luego de su último y fallido complot. Su bandera del indulto había sido confiscada por Menem y ninguna fracción relevante del ejército mantenía en pie el proyecto de nacionalismo malvinero. Pero la búsqueda de un posicionamiento más autónomo de Argentina en el nuevo orden de globalización, posguerra fría y unipolaridad norteamericana persistía en esos años, como estandarte de toda la jefatura militar. Incluso los institucionalistas que acompañaban el giro de Menem hacia las “relaciones carnales” con Estados Unidos, compartían la intención de preservar un aparato militar sólido y propio del país, para continuar con la fabricación de armamento en gran escala, junto a las exportaciones de misiles y energía nuclear. Objetaban la privatización de esas actividades y rechazaban la presión externa para desmantelar los negocios bélicos de Argentina. En grandes sectores de las fuerzas armadas había un gran descontento con el curso iniciado por Alfonsín y profundizado por Menen de anulación del desarrollo misiles y obstrucción del desenvolvimiento nuclear, que siguió a la suscripción del Tratado de No Proliferación Nuclear impuesto por el Pentágono. Varios estamentos y las logias de las Fuerzas Armadas notaban que su definitivo desplazamiento de la vida política -con la ley de Defensa de la Democracia- implicaba también un recorte radical a sus negocios en el mundo. En ese contexto, cabe la hipótesis de una acción de grupos militares en los tres atentados, con la intención de reposicionar al ejército, como fuerza de peso en el giro pro occidental de la época. Esa incidencia exigía limitar el puro sometimiento a Estados Unidos e Israel que inauguró Menem. Pero si el propósito de las bombas fue emitir ese mensaje, el resultado final fue exactamente el opuesto. Los atentados reforzaron el debilitamiento del ejército como actor político y acentuaron el desplome de la economía militar, que se derrumbó sin pausa al compás de la desindustrialización padecida por Argentina. El contrapunto con Brasil se acrecentó y la pérdida de influencia social de las fuerzas armadas quedó a la vista, en la escasa relevancia que logró mantener en sus voceros políticos. La vicepresidenta Villarruel no ha logrado revertir ese declive. CLARIFICAR PARA LA BATALLAR POR PALESTINA Resulta indispensable incorporar la hipótesis de una pista militar argentina en la explicación de los atentados para comenzar a clarificar lo sucedido. La investigación de esos acontecimientos de la historia reciente del país continúa en la nebulosa. Se han publicado varios libros sobre el tema, pero el bloqueo de los archivos impide una indagación rigurosa de lo ocurrido. Esa obstrucción obliga a formular y concebir explicaciones que no logran asentarse en datos probatorios. Los cambios de opinión entre los estudiosos del tema, en gran medida obedecen a esa imposibilidad de contrastar intuiciones o razonamientos con documentos confirmatorios. Pero el interés no decae y las investigaciones que inicialmente se originaron en el ámbito de los afectados, tienden a traspasar esa frontera, incorporando nuevos evaluadores de lo sucedido. Esclarecer los atentados es vital para suturar un hueco de la historia reciente y para despejar un escollo a la masificación de la solidaridad con Palestina. Luego del juicio a la Junta Militar, Argentina comenzó a desenvolver una importante trayectoria en la batalla internacional por los Derechos Humanos y no puede quedar al margen de la lucha contra la masacre sionista. Una nación que ha vivido el terrorismo de Estado y ha construido un camino de memoria, verdad y justicia, tiene la responsabilidad ética de levantar su voz contra el genocidio. Para que esa presencia recupere protagonismo es indispensable esclarecer lo ocurrido con los atentados. RESUMEN La farsa en la investigación de la AMIA y la Embajada refuerza la propaganda sionista. Las tres hipótesis de responsabilidad externa mantienen la confusión y eluden la búsqueda de los artífices locales, que puede indagarse en torno al tráfico de armas. El reposicionamiento del ejército en el nuevo orden geopolítico es una hipótesis más prometedora. En todos los casos es vital esclarecer lo ocurrido para remover obstáculos a la solidaridad con Palestina. REFERENCIAS -Kollmann, Raúl (2024a). Atentado contra la AMIA: los actos, los debates y las polémicas. https://www.pagina12.com.ar/752753-atentado-contra-la-amia-los-actos-los-debates-y-las-polemica -Ginsberg, Laura; Gitter, Pablo (2024) Causa Amia: abrir los archivos y terminar con el pacto de impunidad https://www.clarin.com/opinion/causa-amia-abrir-archivos-terminar-pacto-impunidad_0_p22AfmJhSN.html -Lutzky, Horacio (2025). Entrevista 10 ago https://www.youtube.com/watch?v=Ucz7a-zbARI -Salinas, Juan (2025a). Blog https://pajarorojo.com.ar/temas/atentados/amia/ -14/07/2025 -Salinas, Juan (2024b). Blog https://pajarorojo.com.ar/temas/atentados/amia/ -02/12/2024 -Ginsberg, Laura; Gitter, Pablo (2025) Juicio en ausencia: una conspiración contra la verdad https://www.clarin.com/opinion/juicio-ausencia-conspiracion -Kollmann, Raúl (2024b) Treinta años, siete preguntas: Lo que se sabe y no se sabe sobre el atentado contra la AMIA https://www.pagina12.com.ar/751896-treinta-anos-siete-preguntas-lo-que-se-sabe-y-no-se-sabe-sob -Hispantv (2025), Acusaciones contra Irán por AMIA fueron fabricadas https://www.hispantv.com/noticias/politica/618200/revela-acusaciones-contra-iran-amia-fabricadas -Ginsberg, Laura; Gitter, Pablo (2023). Los archivos hablan de verdad https://www.clarin.com/opinion/archivos-hablan -Kollmann, Raul (2025a) 31 años del atentado contra la AMIA. Un revival del expediente Nisman https://www.pagina12.com.ar/842838-aniversario-de-actos-polemicas-y-un-poco-de-show -Kollmann, Raul (2025b). Juicio en ausencia, ausencia de justicia», la consigna central Memoria Activa: un aniversario diferente del atentado contra la AMIA https://www.pagina12.com.ar/843056-memoria-activa-un-aniversario-diferente-del-atentado-contra- -Yanzón, Rodolfo (2025). El juicio en ausencia es un retroceso, https://www.pagina12.com.ar/843004-el-juicio-es-ausencia-es-un-retroceso -Elbaum, Jorge (2025) Entrevistas https://www.youtube.com/watch?v=rTQMo9hZ0m8 -Ceresole, Norberto (1996) El terrorismo judío en la Argentina. CEAM 1996 https://es.scribd.com/document/133881497/EL-TERRORISMO-JUDIO-EN-LA-ARGENTINA-por-Norberto-Ceresole -Elbaum, Jorge; Lutzky, Horacio (2018) AMIA atentado: El pájaro oscurece sus plumas. Apuntes sobre “Infamia” de Juan José Salinas, 30/10/2018, https://llamamiento.net/2018/10/amia-atentado-el-pajaro-oscurece-sus-plumas-apuntes-sobre-infamia-de-juan-jose-salinas/ -Salinas, Juan (2025b). Blog https://pajarorojo.com.ar/temas/atentados/amia/ -20/07/2025 -Salinas, Juan (2024c). Blog https://pajarorojo.com.ar/temas/atentados/amia/ 04/08/2024 -Sanz, Christian (2017). Quiénes y por qué volaron la AMIA https://www.mendozapost.com/politica/milei-voto-octubre-plata-hoy-gobernadores-opinion/ -Csipka, Juan Carlos (2025) Carlos Menem y Mohamed Alí Seineldín: una relación más compleja que la de la ficción https://www.pagina12.com.ar/842822-carlos-menem-y-mohamed-ali-seineldin-una-relacion-mas-comple Claudio Katz. Economista, investigador del CONICET, profesor de la UBA, miembro del EDI. Su página web es: www.lahaine.org/katz Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Rixi Moncada: "El proceso electoral en Honduras aún no ha concluido"

- Sputnik Mundo Exclusiva La excandidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, comentó en una entrevista exclusiva para Sputnik Radio su reciente declaración de que las elecciones en Honduras no estaban perdidas, puntualizando que el procedimiento del conteo de votos se extenderá durante este mes. En la charla, la política centroamericana hizo un análisis de la situación en su país antes y durante los comicios generales. A continuación, presentamos la entrevista íntegra con Moncada. — Doctora, ¿cómo analiza el panorama político en Honduras tras los resultados que arrojaron estos comicios el domingo pasado, teniendo en cuenta la cantidad de denuncias de injerencia externa y las irregularidades que están apareciendo ahora? — Bueno, creo que ustedes y la región toda ha estado informada y al tanto de lo que ha ocurrido en el proceso electoral, no solo el día domingo 30, sino las 72 horas antes. Quizá uno o dos meses antes de la elección, en donde hubo fuertes denuncias sobre un plan para interrumpir el sistema de la transmisión de los resultados. Y ese plan fue revelado en unos audios que dio a conocer el Ministerio Público de Honduras. Ahí se decía la forma en cómo se iba a operar el sistema de transmisión para que un candidato fuera el ganador y eso quedó bastante reflejado. Nuestra sociedad tuvo acceso a esa información, y luego, llegamos hasta las 72 horas antes del domingo 30, en las que la injerencia del presidente Donald Trump de Estados Unidos fue (...) de manera directa, utilizando las redes, la comunicación lineal que, en segundos, puede llegar a millones de personas y en un acto injerencista sin precedentes en la historia. Una plataforma que, para mí, ya es una plataforma de práctica o de nueva práctica en la que se está utilizando nuestro país, nuestra sociedad, nuestra gente, para poner a prueba otro mecanismo. Recuerden ustedes que nosotros venimos del golpe de Estado de 2009, donde aquí en Honduras también se puso en práctica un mecanismo violento de sacar a un presidente a través del lawfare, inventando procesos posteriores a su salida. Entonces, acá lo que ocurrió fueron esos mensajes injerencistas, directos, tres mensajes del presidente Donald Trump, diciendo por quién debían votar los hondureños, porque era la única persona que él y que su gobierno apoyaría. Y además haciendo un llamado directo a no votar por mi candidatura, por considerarme comunista. Y esa es la elección, entre comillas, libre, en un país soberano. — Quería preguntarle si ya habló con la presidenta Xiomara Castro para saber cómo recibió el resultado. Y también conocer cómo evalúa la cohesión interna en Libre después de estas elecciones. — Nosotros nos mantenemos en comunicación constante. Yo estoy en el partido, ya que la presidenta está llevando adelante sus actividades, sus funciones dentro del Gobierno. Yo creo que aquí lo importante, lo destacable, es que hubo un resultado influenciado directamente por un acto injerencista que fue más allá, porque no solo es el mensaje del presidente Donald Trump diciendo por quién votar, o sea, es que ese mensaje va acompañado de la libertad del principal capo condenado en Estados Unidos por narcotráfico, el expresidente Juan Orlando Hernández. Entonces, hay como una mezcla cuando usted me pregunta si he hablado con la presidenta: la comunicación es constante porque la denuncia aquí es que la elección iba a ser interferida, adulterada, y el plan estaba en esos audios que dio a conocer el Ministerio Público, que están todavía pendientes de investigación. Ahora resulta que el plan se está llevando adelante tal como está en los audios, donde se relataba que debían usar las herramientas que les había proporcionado la Embajada de Estados Unidos. ¿Cuáles son esas herramientas? Entendemos que son (...) para la transmisión de los resultados y eso no solo incide la noche de la elección, la transmisión del domingo 30, sino que es para toda la elección, porque el escrutinio general definitivo también se lleva a cabo a través de ese mismo sistema de transmisión que está totalmente hackeado y tramposo. Entonces, ¿cómo recibe la presidenta? Ella es garante del proceso electoral en el sentido de otorgarles los presupuestos, lo cual lo hizo a tiempo, (...) a los organismos electorales y también poner a disposición las Fuerzas Armadas de Honduras en su carácter de comandante general para que estas (...) le den la seguridad al transporte y a la custodia de los materiales electorales. Entonces, la [jefa de Estado] está cumpliendo su función constitucional como presidenta. El punto es que el Consejo Nacional Electoral, en su independencia, los tres consejeros, hay uno que denuncia la existencia de ese plan y pone a disposición los audios del Ministerio Público. Y ahora el plan se está cumpliendo a cabalidad con el componente adicional injerencista de la gran potencia, de la gran potencia militar del imperio, en donde dice 'tienen que votar por este candidato'. Desde ese momento se despliega una gran campaña en la que intervienen ya los grupos de poder de Honduras a partir de las 72 horas. Y estos grupos de poder inundan a los hondureños con mensajes como el siguiente: 'Si votan por la candidata Moncada, sus remesas no llegan en el mes de diciembre'. — Estoy hablando 72 horas antes de la elección. ¿Y de dónde salieron esos mensajes? Esos mensajes fueron pagados por esa élite. Por la oligarquía, por esa estructura fuerte que dio el golpe de Estado en Honduras en 2009. Esos grupos que detentan verdaderamente el poder de facto y que les aterroriza el pensar que van a perder sus monopolios y que van a perder sus objetivos, después de la gran tarea que ha cumplido la presidenta Xiomara Castro en esta transición democrática post golpe de Estado y postdictadura. Aquí hubo meses después del golpe que se instauró la dictadura del Partido Nacional y fue una narcodictadura. No se puede denominar de otra manera. Floreció el crimen, floreció la narcoactividad y 57 hondureños entre políticos, diputados, alcaldes del bipartidismo están condenados en los Estados Unidos como parte del acuerdo de extradición que hay por narcotráfico. Uno de ellos es el expresidente Juan Orlando Hernández. Entonces, ¿cómo es eso de que Estados Unidos, el presidente Donald Trump, le perdona al capo hondureño la pena de 45 años y lo pone en libertad en el marco de las elecciones en Honduras? Además, llama a que la población vote por el candidato del narco porque dice que es con él que puede trabajar. Por lo que aquí, en este momento, lo que se proyecta desde el CNE es que el candidato del Partido Nacional, el que ordenó Donald Trump, es el que ellos van a declarar en este fraude electoral en marcha, en esta trampa en marcha, porque aún no termina, el periodo vence el 30 de diciembre. — Bueno, importante eso, porque la realidad es que hubo mucha información contradictoria, ¿no? Desde el cierre de los comicios que le daban a usted como ganadora en el boca de urna y después, bueno, fueron cambiando constantemente los resultados. Ahora lo que dice es que aparentemente el candidato apoyado por Donald Trump, entonces, ¿quién estaría liderando? — Eso es lo que está diciendo el Consejo Nacional Electoral. Y sí, gracias por recordarme para comentarlo con ustedes: nuestro partido y nuestra candidatura se mantuvo a lo largo de los últimos tres meses de campaña liderando el proceso. En nuestras encuestas y las (...) que ellos pagaban, que la oposición pagaba, yo estaba liderando las encuestas, quizá con un margen no holgado, pero un margen de entre 2 y 5%. De estar [encabezando] las encuestas, incluso hasta la última semana, 72 horas antes, el presidente de los Estados Unidos saca un X, publica en X en el que llama a no votar por mí. Dice por quién hay que votar y esa es una campaña que se despliega, como les digo, por redes. Yo pienso que es una campaña que aterrorizó a cientos de miles de familias. Honduras vive bajo la égida del dólar y aquí por lo menos 2,5 millones de familias reciben remesas. Tiene impacto y nosotros tenemos información fidedigna, plena, ya toda la distribución masiva de los mensajes se hizo a través de las plataformas de las principales empresas de telecomunicaciones que hay en el país y que fueron financiadas por el sistema, prácticamente el sistema bancario. Es una elección bastante atípica porque está prácticamente liderada por la injerencia del presidente Donald Trump, con un sistema de transmisión hackeado que fue denunciado hace más de dos meses, donde el plan consta de forma bastante clara y se ha ido llevando en ejecución hasta este día. El partidismo está ahora en punto porque el Partido Liberal está reclamando y ahora sí dice, después de estar aliado al Partido Nacional en el Consejo Nacional Electoral, (...) 'me están haciendo fraude y el sistema de transmisión no sirve'. Nosotros lo venimos diciendo desde hace dos meses porque ya vivimos experiencias, no solo la del golpe de 2009, sino también el fraude del año 2013, que fue sobre el sistema de transmisión y el de 2017. Son las formas tradicionales en que se opera mecánicamente o a través de los sistemas la elección y donde se vulnera y se manipula la voluntad popular y eso es bastante lamentable. Nosotros estamos haciendo diariamente nuestras conclusiones y evaluando lo que se va publicando, así como haciendo nuestros análisis y estudios para también ejercer nuestras acciones correspondientes de naturaleza política y de naturaleza legal. Nuestro objetivo fundamental es la protección de la voluntad popular. Vamos a denunciar en su momento este plan que, sin ninguna duda, es de naturaleza imperial para continuar con el saqueo de nuestros recursos naturales, para continuar con el narcotráfico, no hay tal lucha contra el narcotráfico, eso es una completa farsa. La presidenta Xiomara ha hecho esfuerzos enormes en el país, pero desde aquel país del imperio, esa lucha resulta ser una lucha que no responde, que tiene como una doble cara. Por un lado, dicen que 'sí hay que exterminar el narcotráfico' y, por otro lado, 'este es mi narcotraficante y yo le voy a perdonar'. No importa que la justicia de Estados Unidos le haya condenado, no importa que haya habido un jurado popular que haya dicho estas pruebas, son pruebas válidas y nosotros encontramos a este señor culpable de meter a los Estados Unidos 400 toneladas de cocaína, siendo el presidente de Honduras. Es bastante delicada la situación. — Doctora, usted bien fue bastante contundente al asegurar que las elecciones todavía no están perdidas, pero ¿cuál es el panorama que se abre a partir de ahora en Honduras? — Yo no sé si dije así, (...) no es que las elecciones todavía no están perdidas, es el proceso que aún no está concluido. — Gracias por aclarar. — Yo pienso que, al no estar concluido el proceso que termina el 30 de diciembre, y al estar en marcha una transmisión de resultados altísimamente cuestionada y denunciada, nosotros tenemos que evaluar cuáles son las acciones que se deben seguir. Se trata de proteger la base fundamental de este sistema democrático electoral, que es la soberanía popular, pues la soberanía no está, el pueblo no ha ejercido elecciones libres, no ha ido a la urna libremente. El proceso ahora, de contabilización de esos votos, tampoco es transparente y tampoco es puro; está respondiendo a cánones ya planificados y denunciados. El fraude electoral, o la trampa electoral, está en marcha, y eso es lo que nosotros hemos sostenido, y estando en marcha esta trampa electoral debemos evaluar las acciones que vamos a ejercitar de forma responsable. Nosotros lo hemos hecho siempre de esa manera, actuando responsablemente y teniendo las evidencias, las pruebas de lo que verdaderamente está ocurriendo en el país. Por supuesto, yo tengo que agradecer la solidaridad de la región, la solidaridad internacional de los observadores, de la gente que ha estado siguiendo el proceso de cerca, y no hay ninguna duda, es totalmente plena la prueba que esta es una elección donde la injerencia no tiene precedentes en la historia de América Latina. La injerencia de Estados Unidos. Asfura y Nasralla están en empate técnico en Honduras con el 57% de las actas transmitidas: CNE - Sputnik Mundo, 01.12.202 — Usted se ha referido en varias oportunidades a la concentración mediática en Honduras, y también en la región. Sabe que nuestra agencia de noticias se enfrenta a la censura en varias redes sociales. ¿Qué impacto tiene la concentración mediática y la censura para las democracias en América Latina? — Es solamente el reflejo de la concentración en el manejo de la riqueza de nuestro país, de nuestros países. Es el reflejo de la monopolización de la economía a través de los sistemas financieros y de la monopolización de la riqueza. Con unas poquitas manos detentan el poder de la riqueza. Se hacen con ese poder de las telecomunicaciones, no es la excepción; está ahí porque complementa ese círculo monopólico, y a eso se suman los partidos políticos. Aquí en Honduras, el bipartidismo tiene 130 años de historia, tienen dueño, y los dueños son los mismos monopolios que también detentan los medios de comunicación más grandes y que tienen mayor impacto, que inciden en el control de la agenda diaria, en el control y la manipulación de la verdad. Están en juego [ante] la ley las libertades: la libertad de información, la libertad de prensa, todas las libertades están en juego. Somos como democracias no solo tuteladas y dirigidas, y en este caso, con una injerencia suprema vergonzosa del presidente Donald Trump. No solo es que somos democracias tuteladas, sino que somos estados capturados por grupos de poder oligárquicos, que como les digo, detentan la riqueza de este país y ven a la población como mercancía. Aquí somos 10 millones de hondureños, de los cuales ocho de cada 10 están viviendo en extrema pobreza. La dictadura de 12 años, siete meses post golpe, aumentó la pobreza en más de un 20%, elevó la deuda en 350%. Somos sociedades condenadas, y yo hice una propuesta política, que fue bien recibida por el pueblo hondureño, para democratizar la economía y democratizar la riqueza. Decir no a los procesos de privatización, salvaguardar lo público porque es lo que une a nuestras poblaciones, defender esas riquezas públicas naturales. Hice una propuesta que fue bien recibida y siempre, siempre, todo el tiempo estuve encabezando las encuestas. — Totalmente. Hasta 72 horas antes. — Todo el tiempo estuve encabezando las encuestas. Claro que se produce ahí un desplome provocado por la injerencia del imperio. Yo no enfrenté la oligarquía nacional con mi propuesta, nada más. Yo enfrenté las políticas imperiales de Donald Trump. Enfrenté a Donald Trump y su política prácticamente de protección de la narcoactividad y de protección de las élites que han saqueado nuestro país con corrupción privada legalizada. Y ese es el resultado. El monopolio que está en los medios, en los partidos políticos, en la economía, en los recursos naturales y que lo protege de forma descarada el imperio. Así que yo me mantengo en pie de lucha, agradecida con el pueblo hondureño, con la gente que fue a la urna a depositar su voto, que creyó en mí, a toda esa gente en Honduras y a nuestra gente afín, que nos ha apoyado desde toda la región latinoamericana. Les decimos que no claudicamos en nuestra lucha, que es permanente, que es de vida. Es una lucha por la justicia y por la humanidad; nos mantenemos firmes haciendo las evaluaciones que corresponden en este proceso que aún no termina. Estados Unidos busca disciplinar a las naciones del Caribe y América Latina bajo la doctrina Monroe - Sputnik Mundo, 1920, 01.12.2025 Acentos "Estados Unidos busca disciplinar a las naciones del Caribe y América Latina bajo la doctrina Monroe" 1 de diciembre, 19:04 GMT — Doctora, le hago la última pregunta muy brevemente y de verdad muy agradecidos por su tiempo. ¿Cómo ve el futuro de Libre a partir de ahora y qué mensaje le da a sus seguidores? — Es un futuro de muchísima esperanza. Es un futuro bastante prometedor, especialmente para la juventud. Libre es un partido muy fuerte y potente, con mucha juventud y con una visión clara sobre el desarrollo y la transformación del país. Y lo veo en cada paso. Nosotros tenemos apenas 16 años de haber sido víctimas de un golpe [de Estado] cruento, que sacó al presidente Manuel Zelaya del Gobierno. Uno o dos años después, logramos la estructuración y organización del partido. En 14 años hemos participado activamente; este es nuestro cuarto proceso electoral con excelentes resultados. Libre es el partido del futuro, es la vanguardia de este país, de las propuestas de justicia, de las propuestas sociales en favor de nuestra gente. Libre es un partido revolucionario socialista, democrático, con una visión bien clara que gira alrededor del desarrollo humano, de las no privatizaciones, de la lucha contra estos monopolios que son realmente los que generan los niveles de extrema pobreza y de una distribución inequitativa. Una situación bastante crítica para nuestros pueblos. Todo eso está arropado con deudas públicas que, si no se buscan las alternativas y si no se rompen esas estructuras de poder monopólico, impedirán el futuro de nuestros pueblos. Así que aquí nos toca entrelazarnos, seguir luchando, saber que en nuestros pueblos encontramos la solidaridad. Se producen fenómenos como este, de la injerencia a 72 horas de las elecciones. Hoy, 4 de diciembre, estoy segurísima de que cada familia, en cada hogar, se está preguntando qué está pasando y cómo fue que esa influencia que se ejerció directamente para impedir votar por la propuesta que Rixi Moncada encabezaba. La gente ya en este momento se está preguntando, está analizando y está yendo ya más allá. ¿Qué significaba ese mensaje falso que se les transmitió directamente a su número celular a los 2,5 millones de hondureños que reciben remesas de los Estados Unidos? ¿Qué es lo que hay detrás? Yo veo el futuro bastante bien, con muchas posibilidades de que no solo el partido siga creciendo, sino que nuestra sociedad siga acumulando conciencia. Las luchas (...) son permanentes, son de vida. Estas luchas nuestras son de vida, y tenemos mucha juventud y mucho pueblo que nos arropa y con el que estamos bastante agradecidos.

jueves, 4 de diciembre de 2025

EEUU ataca otra embarcación en el Pacífico Oriental, informa el Pentágono.

EEUU ataca otra embarcación en el Pacífico Oriental, informa el Pentágono. © telegram SputnikMundo / Las Fuerzas Armadas de EEUU bombardearon otra lancha que, según Washington, transportaba drogas, informó el Comando Sur del país norteamericano. El "ataque cinético letal" acabó con la vida de las cuatro personas que viajaban en la embarcación, detallaron las autoridades militares norteamericanas. De este modo, la Administración Trump continúa su ofensiva naval y aérea en el Caribe para supuestamente "combatir el narcotráfico", un pretexto que utiliza la Casa Blanca para desestabilizar a Venezuela y derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro, según ha denunciado Caracas en repetidas ocasiones. El despliegue militar de EEUU ha sido rechazado por varios países latinoamericanos como Colombia, Brasil, México y Cuba, por tratarse de acciones que, según dichas naciones, cimbran a América Latina como zona de paz, tal y como está establecido en varios tratados internacionales.

La epopeya palestina (XI) La manipulación de Argentina

Recomiendo: La epopeya palestina (XI) La manipulación de Argentina Por Claudio Katz | 03/12/2025 | Palestina y Oriente Próximo Fuentes: Rebelión Israel ha sido un gran sostén de los gobiernos ultraderechistas de América Latina. Apuntaló a Uribe, Bolsonaro, Novoa y a todos los candidatos de la reacción. Pero la estrecha relación que ha establecido con Milei supera todos los precedentes. La simbiosis del mandatario argentino con Netanyahu es un caso extremo de subordinación al sionismo. Milei viajó a Tel Aviv para convalidar el bombardeo a Irán y el asesinato de los niños que buscaban comida. Proclamó que “Israel está salvando la cultura occidental” y ponderó la “hidalguía” de los mayores criminales del siglo XXI. Por esa celebración y por su apoyo a la mudanza de la embajada argentina a Jerusalén recibió un premio millonario (Schachter, 2025), con destinos tan misteriosos como todo el dinero que ingresa a los bolsillos de los hermanos Milei. En sus discursos de agradecimiento, el anarcocapitalista repitió sus conocidas alabanzas a la libertad, que en este caso implicaron carencia de restricciones para continuar la matanza de la población palestina (Elbaum, 2025). Esa ferocidad fue explícitamente convalidada por el vicepresidente de la principal institución sionista de Argentina (DAIA). Ese individuo proclamó sin ningún filtro, que salvo tal vez “los niños de menos de 4 años, no hay civiles inocentes en Gaza” (Pikholtz, 2025) A tono con ese clima de aprobación de la masacre, Milei auspició una visita de Netanyahu a la Argentina, para demostrar que ofrece refugio a un homicida con orden de captura internacional. En la misma línea de sostén a las matanzas, la cancillería rechazó el reconocimiento del Estado Palestino en las Naciones Unidas y participa del minúsculo grupo que se opone a todas las resoluciones críticas del genocidio. SUMISIÓN EXTREMA Milei pretende involucrar a la Argentina en el conflicto de Medio Oriente con algún gesto de mayor porte. Trabaja para perpetrar esa acción, reforzando el entrelazamiento de las fuerzas de seguridad de ambos países. Esa conexión es financiada con el colosal incremento de los gastos de Inteligencia, cuyo control por parte del Congreso ha sido bloqueado por el Ejecutivo. El desbocado anarcocapitalista forjó un compromiso personal muy intenso con el sionismo. Varios millonarios argentinos de esa orientación (Elsztain, Sielecki, Werthein, Epstein) financiaron su campaña electoral y manejan parte de su equipo gobernante. Para extremar la fidelidad a sus aportantes, Milei prometió convertirse al judaísmo y adoptó el credo de la vertiente ultraortodoxa Lubabitch, que le dicta el libreto a seguir en sus periódicas visitas a Estados Unidos. Esa postración incluye la persecución de los denunciantes del genocidio en Argentina y la colaboración con los jueces intimidados por el sionismo. La campaña para atemorizar, transita por e acusaciones de terrorismo a los periodistas que difunden las masacres. También se procesa mediante amenazas a los dirigentes de izquierda que levantan su voz contra las matanzas. Las causas abiertas en los tribunales tienen ese evidente propósito de coacción. La influencia del lobby que impone ese acoso es tan grande, que ha logrado anular las informaciones sobre Gaza en los principales medios de comunicación. Las figuras más renombradas de la propaganda derechista (Eduardo Feinmann, Alfredo Leuco) se han convertido en voceros directos de la embajada de Israel. Hacen flamear esa bandera en sus programas y emiten, sin ningún rubor, todos los materiales de propaganda del ejercito sionista. El simple relato del genocidio está censurado no solo en la prensa hegemónica, sino también en muchos programas críticos del oficialismo. Tampoco se mencionan las marchas callejeras a favor de Palestina en el país y la voz de los artistas solidarios con esa causa es rigurosamente acallada. El fanatismo oficial con el sionismo se traduce en mayores compras de armas a Israel. El lobby forjado por la ministra Bullrich y sus socios (Yanco y Montoto) ha copado todos los organismos de seguridad y asegura partidas millonarias para los proveedores de Tel Aviv. Es grupo de presión organiza frecuentes reuniones periódicas -con la presencia de popes de la casta empresaria, judicial y militar- para promover y concertar con los colonialistas de Medio Oriente. Ya preparan a todo vapor el “Encuentro Empresarial Argentina-Israel 2026”, para incrementar las compras de material bélico y policial. El Mossad transita además por todas las instancias nacionales de la Inteligencia como por su propia casa. Adiestra espías, entrena infiltrados e instruye gendarmes, para enseñar las brutalidades que implementa en Cisjordania. Los Memorándum de “cooperación contra del terrorismo” -que firma Milei en sus encuentros con Netanyahu- no son formalidades protocolares. Algunos conocedores de esos compromisos, consideran que incluyen promesas de envío de tropas argentinas a Gaza, si prospera el plan colonial de Trump y Blair para esa localidad (Fraga, 2025). LA CAPTURA DE LA POLITICA EXTERIOR La sumisión de Milei al sionismo no es tan solo otra mancha más en el prontuario de la ultraderecha. Es un episodio extremo de la prolongada tendencia a subordinar la política exterior argentina a las exigencias de Israel. Ese curso se ha verificado en presidentes de distinto tinte partidario. Argentina ocupa un lugar protagónico en las relaciones de América Latina con Medio Oriente por esa gravitación del sionismo. La captura de la cancillería del país por parte de Tel Aviv comenzó con el menemismo y ha sido profundizada por los gobiernos posteriores. Ese alineamiento fue detonado por los atentados a la Embajada de Israel (1992) y a la AMIA (1994), que desembocaron en un turbio entendimiento de los funcionarios de ambos países para culpar a Irán. Menem utilizó esos episodios para acentuar el giro pronorteamericano de su administración y el consiguiente sometimiento a Israel. Los enviados de Tel Aviv convirtieron a sus enemigos del momento (Irán, Hamas, Hezbollah) en antagonistas perdurables de Argentina. También capturaron el control de los servicios de Inteligencia, la estructura de la Defensa y parte del poder judicial. El punto de partida fue el monitoreo que hizo el Mossad de las investigaciones de ambos atentados. Esa captura explica el vergonzoso resultado de ambas causas. Sobre el estallido en la embajada se impuso un cono de sombra que impidió saber algo de lo ocurrido. La Corte Suprema se apropió de los indicios, para ocultar lo sucedido y simplemente archivó el tema. El itinerario que siguió la investigación incluyó todas anomalías imaginables para desviar la pesquisa y encubrir a los responsables (Salinas, 2024a). Los jueces, fiscales, diplomáticos, policías, militares y espías con algún conocimiento de lo ocurrido fueron acallados y se instaló el libreto que escribió el gobierno israelí y repitieron sus voceros argentinos. Para culpar a Irán difundieron una caprichosa e incomprobable versión del atentado, sostenida en la destrucción de pruebas, el encubrimiento de la complicidad policial y el metódico ocultamiento de la participación los sicarios argentinos en lo sucedido. Esos datos fueron enmascarados en una historia oficial del atentado, forjada mediante el soborno de testigos, la inculpación de inocentes y el mareo de toda población con pistas inverosímiles. Se mencionó a inhallables responsables localizados a miles de kilómetros y se descartaron los indicios de culpables locales, muy próximos y conocidos por todos los investigadores (Lutzky, 2025). Para consumar una estafa político-judicial de esa envergadura, contaron con la complicidad de las principales instituciones de la comunidad judía, que siguieron puntualmente las órdenes de encubrimiento emitidas por los gobiernos israelíes. Menem inauguró esa entrega de la soberanía en sintonía con su política económica neoliberal. La continuidad de ese rumbo por parte de Macri no introdujo ninguna sorpresa. El líder del PRO reforzó la nube de fantasías construidas en torno a los atentados, para estrechar los vínculos militares con Israel. Dio rienda suelta a la compra de armamentos y mantuvo a pleno la campaña anti iraní. Milei ha profundizado esa subordinación con delirios y payasadas nunca vistos. Asume el perfil de un creyente judío ultraortodoxo para afianzar el empalme con Netanyahu. Justifica las masacres con discursos de crueldad, que emparentan al hambreador de los jubilados con el asesino de los palestinos y acepta todo lo que Israel demande. AMOLDAMIENTO DEL PERONISMO Ningún gesto de entrega de la derecha argentina al sionismo suscita la menor sorpresa. Pero las razones por las cuáles el peronismo no menemista acepta esa misma subordinación constituyen una incógnita. Ese sometimiento contradice la tradición de un movimiento nacionalista embanderado con la soberanía. Durante su prolongada gestión, el kirchnerismo convalidó todas las falacias montadas para distorsionar lo ocurrido en los atentados de la Embajada y la AMIA. Sostuvo la línea de acusaciones contra Irán, designó al tramposo fiscal Nisman al frente de las investigaciones y avaló la complicidad de los servicios de Inteligencia en el manejo de los encubrimientos. También mantuvo cerrado el acceso a los archivos que hubieran permitido conocer la verdad. Ese continuismo contrasta con el giro hacia la política exterior autónoma de Estados Unidos, que imperó durante la gestión de Néstor y Cristina. En llamativo contraste con el rechazo del ALCA, la convergencia con Chávez, Lula y Evo y la promoción de la integración latinoamericana, la política hacia Israel mantuvo las pautas del menemismo. Esa anomalía es muy llamativa, porque antes de llegar a la presidencia, la propia Cristina objetaba las distorsiones de la causa AMIA. La postura pro sionista del peronismo progresista alcanzó un cenit con Alberto Fernández, que inauguró su mandato con un viaje a Jerusalén, un caluroso encuentro con Netanyahu y la convalidación del tratado de libre comercio entre Israel y el MERCOSUR. Bajo su mandato se profundizó la relación económica de siete gobernadores justicialistas con la empresa Mekorot (Schachter, 2024). Esa compañía familiarizada con la confiscación del agua a los palestinos se ha convertido en la principal asesora del gobierno en el manejo de ese recurso. Tiene convenios con numerosas provincias para realizar el mapeo de fuentes y prepara su utilización para las compañías que extraerán minerales depredando el agua (Zeta, 2024). Bajo su gestión, Alberto Fernández acentuó también la campaña contra Irán e indujo la Cancillería y a otros organismos, a adoptar como propia la definición del antisemitismo, que motoriza el lobby del IHRA (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto). Ese organismo realiza un informe anual al mejor estilo inquisidor, acusando a quiénes observa como violadores de sus normas. El dictamen es girado a los jueces amigos para enjuiciar militantes, disponer embargos y desarrollar una meticulosa persecución de los críticos del sionismo (Goodbar, 2024). En el último bienio, la masacre de Gaza no modificó la estrecha relación de altos funcionarios provinciales del Justicialismo con Israel. La intendencia de Tucumán mantiene acuerdos de “capacitación” de las fuerzas represivas de ese país, el intendente de Bahía Blanca celebra reuniones con los enviados de Tel Aviv, el gobernador de Catamarca y el ex ministro de Educación Nicolás Trotta participan de los eventos empresariales argentino-israelíes (Lung; Castilla, 2025) El resto del peronismo ha mantenido un silencio cómplice que se extiende al kirchnerismo. Sus exponentes omiten hablar del tema, en franco contraste con los líderes latinoamericanos del mismo espacio progresista (Lula, Petro, Boric). Las principales figuras del kirchnerismo eluden los pronunciamientos. Kicillof no se refiere al tema y la única vez que Cristina hizo saber su opinión, fue para reivindicar a un diputado derechista (Massot), que cuestionó la votación del gobierno en la ONU. Los dirigentes más contestatarios -como Grabois- tampoco se expresan con nitidez. Pero lo más chocante es la participación de algunos parlamentarios (como Santoro) en los Grupos de Amistad con el Estado de Israel (Lung, 2025). Es igualmente significativa la ausencia de todas las vertientes del peronismo en las periódicas movilizaciones por Palestina o en los actos de repudio a la persecución judicial de los militantes opuestos al genocidio. En ese plano es llamativo el contrapunto con la izquierda, que ha estado al frente de las campañas de solidaridad. Por ese compromiso, sus dirigentes son estigmatizados por los medios de comunicación. Han puesto el cuerpo no solo en las calles de Argentina, sino también en la flotilla que intentó llegar a Gaza y fue detenida por el ejército sionista. Varios militantes estuvieron presos y fueron liberados en medio del gran clamor internacional contra el genocidio. EL LIBRETO DEL SIONISMO LIBERAL La deserción del kirchnerismo se verifica también en el predominio del lobby sionista en los medios de comunicación afines a ese espacio. Allí silencian a los sectores del progresismo judío que están indignados con las masacres de Netanyahu. Con ese aislamiento se buscó que la única demanda visible fuera el regreso de los rehenes capturados por Hamas, omitiendo cualquier mención a la contraparte de ese cautiverio, que eran los prisioneros políticos palestinos. Esa doble vara fue la norma de los medios de comunicación -que enfatizaron la nacionalidad argentina de tres rehenes- para reproducir los mensajes del oficialismo israelí. También en ese plano, las vertientes progresistas del peronismo se sumaron al libreto en boga. No solo omitieron el padecimiento de los presos palestinos, que superan en incomparable número a las personas capturadas por Hamas. Criminalizaron además a esa organización con el mote de terrorista y la culparon de la tragedia que afronta la región (Patria Grande, 2025). Con esa mirada, adoptaron las posturas del sionismo liberal, que tiene muchos exponentes entre los emigrados judeo-argentinos en Israel. Suelen imputar a ambas partes las causas y la continuidad del conflicto, señalando la responsabilidad compartida de Hamas y Netanyahu por la devastación que sufre Gaza (Kupervaser, 2025). El progresismo peronista ha hecho suya esta visión para no incomodar al establishment de Argentina. Difunde una adaptación de la teoría de los dos demonios, poniendo en pie de igualdad al opresor israelí con el oprimido palestino. Presenta como acciones criminales la lucha de los resistentes, y olvida los efectos de la ocupación, la violencia y el despojo que impone el colonialismo (Caciabue, 2025). La equidistancia que pretende adoptar ese enfoque es un artificio. Enmascara la total ausencia de equivalencia entre las partes y la responsabilidad del sionismo por la expropiación que padecen los palestinos. Sugiere, además, la existencia de una guerra donde impera una masacre y omite la exigencia de encarcelar Netanyahu si visita Argentina. Además, su acompañamiento al llamado de constitución de los Dos Estados es una convocatoria vacía, desde el momento que esa alterativa es cotidianamente sepultada por el expansionismo de los colonos (Hof, 2025). El amoldamiento del kirchnerismo a los parámetros impuestos por Israel es un categórico indicio de la subordinación estructural del Estado argentino a los mandatos del sionismo (Katz, 2023). Es un proceso de largo plazo, que se alimentó con la incidencia del Mossad en el tráfico de armas y la penetración del lobby sionista, en todos los partidos políticos con peso gubernamental. Esa dinámica ha repetido la trayectoria del AIPAC en Estados Unidos y sintoniza con el aburguesamiento y la derechización de los sectores más influyentes de la comunidad judía local. En el país viven unos 300.000 argentinos que se identifican como judíos y se estima que 244.000 habitan en la ciudad de Buenos Aires. Es una comunidad urbana que tiene gran incidencia intelectual, significativa presencia cultural y un enorme peso político. Su compromiso con las luchas populares fue muy visible en el pasado y se tradujo en el alto número de desaparecidos de ese sector (1900 miembros) bajo la dictadura (Ramos, 2025). Esa alta proporción fue a su vez indicativa de la gran influencia que tuvo la izquierda en esa comunidad. Pero esa tradición socialista y comunista perdió relevancia, a medida que los grandes grupos capitalistas de origen judío se integraron a la cúspide del establishment y aumentaron su participación en la política convencional del país. La derechización de las dos últimas décadas coronó esa involución. La DAIA se transformó en una sucursal de la embajada israelí y la AMIA -que en sus orígenes priorizaba actividades de tipo social- cerró filas en torno al sionismo. Las escuelas, los grupos juveniles, los clubes sociales y deportivos adoptaron esa ideología y reforzaron la cultura bélica de la lengua de Israel (hebreo), en desmedro de la tradición humanista de otros idiomas judíos (como el idish). Ese giro reaccionario ha incluido también todos los tópicos de la ultraderecha sionista europea y estadounidense. Al igual que en el Viejo Mundo, la reconciliación con los antisemitas se procesa sin ningún trauma. En torno a Milei, convergen los defensores judíos del genocidio en Gaza (Ajmechet), con reconocidos personajes judeo-fóbicos (Fargosi). Del padrino yanqui, el sionismo local reproduce la aproximación al oscurantismo mesiánico del evangelismo neoliberal. Varios predicadores favoritos de Trump han desembarcado en Argentina para reivindicar a Israel y presentar a sus líderes o socios como enviados de Dios (Genoud, 2025). EL NUEVO ESCENARIO Al igual que en el resto del mundo, el genocidio de Gaza ha modificado el clima imperante en el país frente a la tragedia de Medio Oriente. Las miradas pro sionistas pierden peso y las simpatías con la causa palestina conquistan nuevos adherentes. Ese viraje es muy visible en las movilizaciones que organiza el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Sus marchas reúnen un creciente número de participantes y comienzan a disputar primacía en las calles, con los adversarios de la derecha pro israelí. La preeminencia que tenía este último sector al comienzo de la incursión bélica de Netanyahu decrece, al compás del generalizado uso del término genocidio, para calificar la matanza en Gaza. Una palabra censurada e impronunciable hace dos años se ha vuelto tan corriente, como enarbolar la bandera palestina en movilizaciones de toda índole. También el empleo de la prenda típica de esa comunidad (kufiya) se ha generalizado, mientras despuntan nuevas organizaciones críticas del sionismo dentro de la propia comunidad (Llamamiento argentino judío, Judíes x Palestina). En el caso argentino, la movilización por Palestina no es tan solo un compromiso político y moral con un pueblo atropellado. Es también un paso hacia la recuperación de la soberanía que necesita el país para retomar su desarrollo. El sometimiento al libreto del sionismo es un eslabón de la sumisión al imperialismo, que asfixia la economía y empobrece a la población. Argentina debe sostener a Palestina para reencontrar su propio rumbo hacia la democracia, la igualdad y la justicia. RESUMEN El alineamiento de Milei con Netanyahu consolida la pérdida de soberanía exterior que genera la sumisión al sionismo. Esa subordinación comenzó con la inculpación sin pruebas a Irán. En contradicción con su tradición nacionalista y con la política autónoma del kirchnerismo, el peronismo participa de ese sometimiento. Los cambios en la comunidad judía facilitaron una regresión, que comienza ser revertida en una lucha necesaria para rencausar al país. REFERENCIAS -Schachter, Silvio (2025) Israel enciende