58 peregrinación militar internacional al santuario francés
La yihad católica peregrina a Lourdes
En el año 1934 el
fuhrer Adolf Hitler y su ministro de propaganda Goebbels encargaron a la
cineasta Leni Riefenstahl la realización de un documental con motivo
del VI congreso del partido nacional-socialista en Núremberg. Los nazis
necesitaban imperiosamente exhibir el glorioso esplendor de una Alemania
renacida tras la derrota en la I Guerra Mundial.
Con una impresionante movilización de medios técnicos y logísticos “El Triunfo de la Voluntad” se destaca por su extraordinaria puesta en escena y teatralidad donde intervienen miles de militares empeñados en eternizar la memoria del III Reich. El aparato propagandístico Nazi pretendía encandilar a las masas con un mensaje mesiánico y triunfalista. La disciplina y el trabajo son los ejes centrales de un guion insuperable y muy bien estudiado.
Los realizadores utilizaron varias cámaras para darle una mayor versatilidad al film haciendo especial énfasis en las tomas panorámicas y las vistas aéreas. Desde luego el método ideal para describir tan majestuosa megalomanía. Igualmente los primeros planos buscaban acentuar la superioridad de la raza aria llamada a dominar el mundo. Sin olvidar la luminotecnia y los claroscuros que imprimen a la trama un carácter mítico y épico.
Psicológicamente había que elevar la moral de un pueblo alemán que coronaba a Hitler como su redentor.
“El Triunfo de la Voluntad” es considerado por los expertos una obra maestra en la historia del cine documental.
Sin pretender hacer ningún tipo de comparaciones la 58 peregrinación militar internacional al santuario de Lourdes (Francia) -que se desarrolló entre el 20 al 22 de mayo del 2016 (con la participación de 44 países y 12.000 militares) no se queda atrás en boato y pomposidad.
En esta peregrinación no se sublima la figura de un líder supremo o caudillo sino que se reverencia la imagen de la santísima virgen de Lourdes. La madre de Dios se convierte en la protagonista de esta apoteósico cónclave clerical-castrense que se intenta enmascarar bajo la apariencia de un “encuentro humanistas y espiritual”. Una ocasión perfecta para que los brillantes cerebros de la Santa Sede se luzcan en el diseño de una obra melodramática capaz de competir perfectamente con las mejores procesiones de semana santa. (Un espectáculo que se transmiten en vivo y en directo a través de innumerables cadenas de televisión cristianas).
El encuentro militar se desarrolla -según sus organizadores- en un ambiente festivo y fraternal movidos por la fe y el amor a María, la Madre de Dios. “La puerta de Dios siempre está abierta” “seamos los promotores de la paz. Que cada uno ore por su patria y ore por todas las patrias”.
Los jerarcas de la santa madre iglesia saben la importancia estratégica del “parque temático” de Lourdes en una época en la que el paganismo materialista domina la sociedad occidental.
En Lourdes nos produce vértigo el contemplar esa mezcla de clérigos, frailes, monjas, prelados, vicarios, nuncios papales, obispos, soldados, sargentos, capitanes, generales y almirantes que nos retrotrae a épocas nefastas marcadas por el fascismo o el nacional-catolicismo.
Con marcialidad la casta clerical-castrense marca el paso al ritmo de los clarines y tambores; un dos, un dos, ¡ave María purísima! sin pecado concebida… La espada y la cruz desde siempre han simbolizado la Santa Alianza entre estos dos estamentos para gloria del padre, del hijo y del espíritu santo.
Tantas contradicciones son difíciles de asimilar de ahí que los teólogos y eruditos se esfuercen al máximo por justificar que un avión cargado de misiles no es otra cosa que una inocente paloma de la paz. Mientras los santos guerreros luchan a brazo partido en el frente de batalla los clérigos se dedican a la oración para que afinen la puntería y no yerren en el blanco.
Occidente culpa al islam del clima bélico que reina en el mundo. El Islam se ha criminalizado y es el enemigo a batir. Si antes fue el comunismo pagano y ateo (como estaba escrito en las profecías de Fátima) ahora los musulmanes son la bestia negra.
El expresidente George Bush siempre hizo gala de un discurso religioso cristiano fundamentalista: “Estados Unidos es un país engendrado por la concepción inmaculada” “Venceremos en la operación “Justicia Infinita” que hace parte de la lucha colosal entre el bien y el mal” “si Dios está contra el terrorismo, tiene que estar al lado de la cruzada antiterrorista” “nuestra nación ha sido bendecida para crear un mundo mejor” “yo tengo una tarea que realizar con las rodillas doblada, y con las rodillas dobladas pido al buen Señor que me ayude a cumplirla con sabiduría”.
El mismísimo presidente Obama, jefe del ejército imperial más poderoso de la tierra y premio Nobel de la paz, asistía (y asiste) de manera regular al Trinity United Church of Christ de Chicago (protestante). Él reconoce que la biblia es su libro de cabecera y que reza todos los días. Si tiene que tomar decisiones primero la consulta con Dios. De ahí que buena parte de su discurso también este imbuido de tintes religiosos cristianos: “América es el pueblo elegido por Dios” “Jesucristo murió por mis pecados y ahora yo los estoy redimiendo a través de él”. “EEUU es la fuerza impulsora del bien y la libertad” “esta época nos recuerda que Dios está siempre con nosotros en el sufrimiento y en la celebración” “Dios nos dará la victoria porque Dios está con el bien y el bien lo representa un país como EE.UU (los guardianes de la democracia y la libertad del planeta)”.
Mientras tanto Donald Trump, ¿el futuro candidato republicano?, es aún más radical y se muestra abiertamente favorable a promover una cruzada cristiana que pacifique de una vez por todas Oriente Medio.
Occidente se niega a reconocer la existencia del “yihadismo” católico o el “salafismo” cristiano. Estos calificativos no encajan en su filosofía fraterna y humanista. Pero tan sólo hay que remitirnos a hechos históricos irrefutables para demostrarlo. El Vaticano desde la antigüedad lanzó bulas y proclamas favorables a la cruzada contra los infieles y herejes (especialmente en la conquista de “tierra santa”). Aunque ahora la situación es aún más grave con el advenimiento de las sectas cristianas evangélicas (en EE.UU) en las que sobran los predicadores del odio y la venganza.
Muchos creían que a estas alturas del siglo XXI el factor religioso quedaría relegado al mito o la leyenda. Vivimos inmersos en un mundo dominado por la ciencia y la tecnología donde la fe se deriva al campo de las supersticiones. Pero lo cierto es que la influencia de la religión prevalece y mantiene una gran preponderancia en el ámbito político, económico y militar. ( como sucede especialmente en EE.UU).
Aunque el catolicismo se halle en franca decadencia Lourdes después de Roma es el segundo destino en importancia con 6 millones de visitantes anuales. Esta mina de oro espiritual reporta incalculables ganancias económicas que se reparten equitativamente los clérigos y los mercaderes. Se da la paradoja que buena parte de los propietarios de estos negocios (tiendas, hoteles y restaurantes) son de origen judío.
Los capellanes castrenses han cumplido con éxito el adoctrinamiento de la tropa a la que preparan para cumplir su “misión universal”. “Misiones humanitarias” planificadas por el Pentágono, la OTAN o la CIA.
Los cristianos también aspirar al máximo sacrificio siguiendo el ejemplo del mártir más famoso de la humanidad: Jesucristo, el hijo unigénito de Dios. “El martirio es una gracia especial”. El mártir se sumerge en la muerte de Cristo para resurgir con él a la vida nueva. Es un orgullo y un honor para un soldado alcanzar la palma del martirio. “Compartamos pues con el todopoderoso la vida eterna en el paraíso”. “Que la virgen santa nos ampare y nos favorezca”.
Uno de los rituales más conmovedores de la peregrinación internacional es el “homenaje a los caídos”. Como no dirigido por la plana mayor de los capellanes castrenses que se desviven en letanías implorando al Dios todopoderoso que acoja en su seno el alma de los difuntos (mártires). La madre de Cristo que ha sufrido en carne propia la pérdida de su hijo es la única capaz de comprender tan aciago dolor. Estos son los momentos más emocionantes y desgarradores pues se rinde homenaje póstumo a aquellos soldados que dieron su vida en nombre de la paz y la libertad del mundo Suena el cornetín del llamado a la oración y los soldados cariacontecidos guardan un minuto de silencio en honor de los santos mártires. “A la espera de la resurrección de los muertos, la vida del mundo futuro. Amén”.
Pero el momento cumbre de la peregrinación es sin duda alguna la “procesión mariana de las antorchas”. Por su magnificencia y majestuosidad esta gran parada militar es la que goza de mayor fama y renombre. Los mandos y la tropa luciendo sus mejores galas desfilan por las calles de Lourdes portando velas, cirios y antorchas que los trasmuta en ángeles del Señor. La virgen inmaculada sale en procesión a hombros la Guardia Suiza mientras las unidades especiales conformadas por sus hijos más valerosos cargan la cruz del nazareno. Estas escenas nos recuerdan a algunos pasajes del documental “el Sueño de la Voluntad” de Leni Riefenstahl. El fuego fatuo ilumina la oscuridad de la noche y los continuos cantos de adoración a la virgen María se repiten en un eterno mantra: ¡ave, ave, ave María…!
Un himno celestial que retumba por toda la ciudad provocando un sobrecogedor éxtasis místico.
La liturgia cristiana no está exenta de loas a la grandeza de Dios, la virgen, los apóstoles o los santos. Si ¡Allah Ukbar! gritan los musulmanes igualmente con brío y apasionamiento los cristianos repiten alto y fuerte: ¡Dios es Grande! o ¡viva la madre del rey del universo! ¡Ave María purísima sin pecado concebida! ¡Salve nuestra señora!
Los cristianos representan el bien o los ángeles del cielo; mientras los musulmanes representan el mal o los demonios que nos acechan. Este apocalíptico enfrentamiento entre ángeles y demonios hace parte de la mitología cristiana que ha pervivido durante siglos y se proyecta hasta el presente.
La virgen inmaculada se apareció en la gruta de Massabielle (1858) a una humilde pastorcita llamada Bernardette. Por intermedio de ella la madre de Dios envió un mensaje a los creyentes: “yo mando que en este lugar se construya un santuario dedicado a la oración y la penitencia” “reza por los pecadores” “carga la cruz de Cristo”. “yo te prometo que te haré feliz no en este mundo sino en el otro”.
Hasta esta cueva de Massabielle se acercan por turnos las delegaciones militares que desean fervientemente rendirle pleitesía a la inmaculada concepcion. Es el momento de rezar el santo rosario y pedir por la paz mundial. La guardia Suiza preside la ceremonia para dejar constancia que el Vaticano ejerce la soberanía sobre este santo lugar.
Es increíble que la república francesa -aparentemente un estado laico y aconfesional- promueva y patrocine este tipo de encuentros donde se hace una exaltación del militarismo imperialista.
Mientras en Lourdes desfilan altivos los santos guerreros de la yihad católica el mismísimo Papa Francisco, representante directo de Dios en la tierra, guía de la fe (ayatola), y perpetuo vicario de Cristo predica la no violencia, el desarme y la paz.
El domingo, el día del señor, se celebra la santa misa internacional con la presencia de los altos mandos, las delegaciones militares, la jerarquía eclesiástica, las autoridades civiles y el cuerpo diplomático (católico) Desde luego que los poderes fácticos están más unidos que nunca. La basílica de san Pio XII (de 12.000 metros cuadrados y capacidad para 25.000 almas) se convierte literalmente en un cuartel que acoge a miles de soldados de los 44 países que enarbolan los estandartes y banderas invictas. Muchos de ellos lucen elegantes trajes de gala en los que no faltan sus medallas y condecoraciones ganadas en franca lid en el campo de batalla. Tal es el descaro que algunas representaciones castrenses que sin consideración alguna desfilan con los uniformes mimetizados y botas de campaña. Desde luego que este es el signo de los tiempos. “Jesucristo regresará liderando un poderoso ejército” Cristo ya lo dijo: “no he venido a traer la paz sino a traer la espada” “todo el mundo debe adquirir un rifle AR-15 porque eso es lo que Jesús habría hecho” -sabias palabras del teniente general de los comandos de operaciones especiales USA. William Boykin.
En Lourdes se reúnen las facciones más conservadoras y fundamentalistas del catolicismo: el Opus Dei, los guerrilleros de Cristo Rey, la Legión de María, los Warriors of Lourdes - adscritos al ejército USA- los Knights of Colombus, Our Lady of Lourdes, los Caballeros de la Virgen, la Hermandad de Nuestra Señora de los Ejércitos.
Todos han venido aquí a orar por la paz y la sanación del mundo ¿“sanación”? Sí. Aunque parezca estúpido hoy realizan una campaña de “sanación” movilizando miles de soldados, aviones, helicópteros, cazabombarderos, navíos y submarinos con el propósito de exterminar a los fanáticos yihadistas del califato EI.
Aquellos responsables de apretar el gatillo humildemente vienen a implorar el perdón de sus pecados y la protección de la santísima virgen de Lourdes. Deben primar los valores eternos de la misericordia, la caridad, la solidaridad como está escrito en las sagradas escrituras.
Tal vez lo más asombroso sea la presencia de cientos de veteranos de guerra muchos de ellos heridos, lisiados, mutilados que en sus sillas de ruedas o en camillas ocupan un lugar preponderante frente al altar mayor. Movidos por su fe albergan la postrer esperanza de que la virgen obre un milagro igual al que realizó su hijo Jesucristo en Betania cuando le dijo a Lázaro: “levántate y anda”.
El reino de España envió una delegación de 150 militares (tierra, mar y aire) compuesta por los capellanes castrenses (arzobispado castrense), los funcionarios del Ministerio de Defensa, cónsules y agregados militares, la Guardia Real (Casa de su majestad el Rey), la Guardia Civil y la UME. Una variopinta y folclórica “armada invencible” cuyo viaje y estancia (hoteles y restaurantes de primera categoría) se carga a la cuenta de los presupuestos generales del reino (fondos reservados) Ellos han venido hasta Lourdes con la gloriosa misión de rezar por la paz del mundo y rogar la misericordia de Dios en esta época de tribulación.
El capellán militar mayor y obispo castrense del ejército francés Luc Ravel (al que le gusta exhibirse en traje de camuflaje en sus múltiples visitas a los cuarteles) concelebró una multitudinaria homilía el domingo 22 de mayo a las 10 de la mañana en la basílica San Pio X. Con motivo de la fiesta de la Santísima Trinidad, pronunció un emocionante sermón del que vamos a destacar algunos apartes: “recuperemos la misericordia de Dios en estos tiempos de guerra y la bondad de Dios en el campo de batalla” “Dios le da a todo cristiano la fuerza y el coraje que jamás le faltarán” “hay demasiada violencia en el mundo y nosotros no podemos dejar que gane la muerte ” “el cristiano con certitud y serenidad sabe que jamás le faltará Dios ni antes, ni durante, ni después de la guerra” “en el campo de la muerte Dios siembra su gran amor” “es el aliento de libertad que nos entrega el Espíritu Santo y esta libertad del Espíritu Santo es más que nunca necesaria en esta Tercera Guerra Mundial combatida a plazos -como ha dicho el papa Francisco-” “la misericordia de Dios es la única que nos salva de la locura de la guerra” “En tiempos de guerra el amor se convierte en perdón” “Dios hace el soldado de un amor inoxidable” “nosotros no vamos a pasar fácilmente esta página del terrorismo hace falta comprometerse”.
El obispo castrense Luc Ravel tras consagrar la hostia santa invita a los presentes a recibir el sacramento de la comunión. Tras el perdón de los pecados ahora sin remordimientos pueden seguir aniquilando enemigos en el campo de batalla. “Dios nos atiende cuando nosotros le demandamos la victoria” Ego te absolvo a peccatis tuis.
Los sangrientos atentados de París y Bruselas han desencadenado una ola de indignación incontenible. La virgen de Lourdes llora entristecida la pérdida de sus hijos más queridos y es necesario aplicar un castigo ejemplar a los culpables. El poderío militar francés se despliega en Siria e Irak para cumplir las profecías del apocalipsis.
El ejército y la policía francesa se encuentran en estado de alerta permanente pues es muy probable que se produzcan nuevos ataques terroristas. Lourdes no es una excepción y por lo tanto los gendarmes con sus metralletas en ristre patrullan las calles mientras los agentes secretos disfrazados de turistas vigilan el más mínimo movimiento sospechoso.
Definitivamente la guerra que se desarrolla en Oriente Medio se ha trasladado a Europa y nadie puede bajar la guardia. “el precio de la civilización, como el de la libertad, es la eterna vigilancia para mantener la seguridad”.
Se ha creado el mito de la guerra buena y justa, una guerra buena y justa en la que Occidente interviene por motivos “humanitarios y altruistas”. Los soldados buenos y justos se merecen todas las bendiciones. Tras los retiros espirituales es la hora de sentarse en las terrazas y restaurantes a deleitar de la gastronomía nativa y brindar con el mejor champagne para que Dios les otorgue la victoria en esta guerra buena y justa.
Con una impresionante movilización de medios técnicos y logísticos “El Triunfo de la Voluntad” se destaca por su extraordinaria puesta en escena y teatralidad donde intervienen miles de militares empeñados en eternizar la memoria del III Reich. El aparato propagandístico Nazi pretendía encandilar a las masas con un mensaje mesiánico y triunfalista. La disciplina y el trabajo son los ejes centrales de un guion insuperable y muy bien estudiado.
Los realizadores utilizaron varias cámaras para darle una mayor versatilidad al film haciendo especial énfasis en las tomas panorámicas y las vistas aéreas. Desde luego el método ideal para describir tan majestuosa megalomanía. Igualmente los primeros planos buscaban acentuar la superioridad de la raza aria llamada a dominar el mundo. Sin olvidar la luminotecnia y los claroscuros que imprimen a la trama un carácter mítico y épico.
Psicológicamente había que elevar la moral de un pueblo alemán que coronaba a Hitler como su redentor.
“El Triunfo de la Voluntad” es considerado por los expertos una obra maestra en la historia del cine documental.
Sin pretender hacer ningún tipo de comparaciones la 58 peregrinación militar internacional al santuario de Lourdes (Francia) -que se desarrolló entre el 20 al 22 de mayo del 2016 (con la participación de 44 países y 12.000 militares) no se queda atrás en boato y pomposidad.
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En esta peregrinación no se sublima la figura de un líder supremo o
caudillo sino que se reverencia la imagen de la santísima virgen de
Lourdes. La madre de Dios se convierte en la protagonista de esta
apoteósico cónclave clerical-castrense que se intenta enmascarar bajo la
apariencia de un “encuentro humanistas y espiritual”. Una ocasión
perfecta para que los brillantes cerebros de la Santa Sede se luzcan en
el diseño de una obra melodramática capaz de competir perfectamente con
las mejores procesiones de semana santa. (Un espectáculo que se
transmiten en vivo y en directo a través de innumerables cadenas de
televisión cristianas).<br /><br
/> El encuentro militar se desarrolla -según sus
organizadores- en un ambiente festivo y fraternal movidos por la fe y el
amor a María, la Madre de Dios. “La puerta de Dios siempre está
abierta” “seamos los promotores de la paz. Que cada uno ore por su
patria y ore por todas las patrias”.<br
/><br /> Los jerarcas de la santa
madre iglesia saben la importancia estratégica del “parque temático” de
Lourdes en una época en la que el paganismo materialista domina la
sociedad occidental.<br /><br
/> En Lourdes nos produce vértigo el contemplar esa mezcla
de clérigos, frailes, monjas, prelados, vicarios, nuncios papales,
obispos, soldados, sargentos, capitanes, generales y almirantes que nos
retrotrae a épocas nefastas marcadas por el fascismo o el
nacional-catolicismo.<br /><br
/> Con marcialidad la casta clerical-castrense marca el
paso al ritmo de los clarines y tambores; un dos, un dos, ¡ave María
purísima! sin pecado concebida… La espada y la cruz desde siempre han
simbolizado la Santa Alianza entre estos dos estamentos para gloria del
padre, del hijo y del espíritu santo.<br
/><br /> Tantas contradicciones son
difíciles de asimilar de ahí que los teólogos y eruditos se esfuercen al
máximo por justificar que un avión cargado de misiles no es otra cosa
que una inocente paloma de la paz. Mientras los santos guerreros luchan a
brazo partido en el frente de batalla los clérigos se dedican a la
oración para que afinen la puntería y no yerren en el
blanco.<br /><br />
Occidente culpa al islam del clima bélico que reina en el mundo. El
Islam se ha criminalizado y es el enemigo a batir. Si antes fue el
comunismo pagano y ateo (como estaba escrito en las profecías de Fátima)
ahora los musulmanes son la bestia negra.<br
/><br /> El expresidente George Bush
siempre hizo gala de un discurso religioso cristiano fundamentalista:
“Estados Unidos es un país engendrado por la concepción inmaculada”
“Venceremos en la operación “Justicia Infinita” que hace parte de la
lucha colosal entre el bien y el mal” “si Dios está contra el
terrorismo, tiene que estar al lado de la cruzada antiterrorista”
“nuestra nación ha sido bendecida para crear un mundo mejor” “yo tengo
una tarea que realizar con las rodillas doblada, y con las rodillas
dobladas pido al buen Señor que me ayude a cumplirla con
sabiduría”.<br /><br /> El
mismísimo presidente Obama, jefe del ejército imperial más poderoso de
la tierra y premio Nobel de la paz, asistía (y asiste) de manera regular
al Trinity United Church of Christ de Chicago (protestante). Él
reconoce que la biblia es su libro de cabecera y que reza todos los
días. Si tiene que tomar decisiones primero la consulta con Dios. De ahí
que buena parte de su discurso también este imbuido de tintes
religiosos cristianos: “América es el pueblo elegido por Dios”
“Jesucristo murió por mis pecados y ahora yo los estoy redimiendo a
través de él”. “EEUU es la fuerza impulsora del bien y la libertad”
“esta época nos recuerda que Dios está siempre con nosotros en el
sufrimiento y en la celebración” “Dios nos dará la victoria porque Dios
está con el bien y el bien lo representa un país como EE.UU (los
guardianes de la democracia y la libertad del planeta)”.<br
/><br /> Mientras tanto Donald Trump,
¿el futuro candidato republicano?, es aún más radical y se muestra
abiertamente favorable a promover una cruzada cristiana que pacifique de
una vez por todas Oriente Medio.<br
/><br /> Occidente se niega a
reconocer la existencia del “yihadismo” católico o el “salafismo”
cristiano. Estos calificativos no encajan en su filosofía fraterna y
humanista. Pero tan sólo hay que remitirnos a hechos históricos
irrefutables para demostrarlo. El Vaticano desde la antigüedad lanzó
bulas y proclamas favorables a la cruzada contra los infieles y herejes
(especialmente en la conquista de “tierra santa”). Aunque ahora la
situación es aún más grave con el advenimiento de las sectas cristianas
evangélicas (en EE.UU) en las que sobran los predicadores del odio y la
venganza. <br /><br />
Muchos creían que a estas alturas del siglo XXI el factor religioso
quedaría relegado al mito o la leyenda. Vivimos inmersos en un mundo
dominado por la ciencia y la tecnología donde la fe se deriva al campo
de las supersticiones. Pero lo cierto es que la influencia de la
religión prevalece y mantiene una gran preponderancia en el ámbito
político, económico y militar. ( como sucede especialmente en
EE.UU).<br /><br /> Aunque
el catolicismo se halle en franca decadencia Lourdes después de Roma es
el segundo destino en importancia con 6 millones de visitantes anuales.
Esta mina de oro espiritual reporta incalculables ganancias económicas
que se reparten equitativamente los clérigos y los mercaderes. Se da la
paradoja que buena parte de los propietarios de estos negocios (tiendas,
hoteles y restaurantes) son de origen judío.<br
/><br /> Los capellanes castrenses
han cumplido con éxito el adoctrinamiento de la tropa a la que preparan
para cumplir su “misión universal”. “Misiones humanitarias” planificadas
por el Pentágono, la OTAN o la CIA. <br
/><br /> Los cristianos también
aspirar al máximo sacrificio siguiendo el ejemplo del mártir más famoso
de la humanidad: Jesucristo, el hijo unigénito de Dios. “El martirio es
una gracia especial”. El mártir se sumerge en la muerte de Cristo para
resurgir con él a la vida nueva. Es un orgullo y un honor para un
soldado alcanzar la palma del martirio. “Compartamos pues con el
todopoderoso la vida eterna en el paraíso”. “Que la virgen santa nos
ampare y nos favorezca”.<br /><br
/> Uno de los rituales más conmovedores de la peregrinación
internacional es el “homenaje a los caídos”. Como no dirigido por la
plana mayor de los capellanes castrenses que se desviven en letanías
implorando al Dios todopoderoso que acoja en su seno el alma de los
difuntos (mártires). La madre de Cristo que ha sufrido en carne propia
la pérdida de su hijo es la única capaz de comprender tan aciago dolor.
Estos son los momentos más emocionantes y desgarradores pues se rinde
homenaje póstumo a aquellos soldados que dieron su vida en nombre de la
paz y la libertad del mundo Suena el cornetín del llamado a la oración y
los soldados cariacontecidos guardan un minuto de silencio en honor de
los santos mártires. “A la espera de la resurrección de los muertos, la
vida del mundo futuro. Amén”.<br /><br
/> Pero el momento cumbre de la peregrinación es sin duda
alguna la “procesión mariana de las antorchas”. Por su magnificencia y
majestuosidad esta gran parada militar es la que goza de mayor fama y
renombre. Los mandos y la tropa luciendo sus mejores galas desfilan por
las calles de Lourdes portando velas, cirios y antorchas que los
trasmuta en ángeles del Señor. La virgen inmaculada sale en procesión a
hombros la Guardia Suiza mientras las unidades especiales conformadas
por sus hijos más valerosos cargan la cruz del nazareno. Estas escenas
nos recuerdan a algunos pasajes del documental “el Sueño de la Voluntad”
de Leni Riefenstahl. El fuego fatuo ilumina la oscuridad de la noche y
los continuos cantos de adoración a la virgen María se repiten en un
eterno mantra: ¡ave, ave, ave María…! <br
/><br /> Un himno celestial que
retumba por toda la ciudad provocando un sobrecogedor éxtasis
místico.<br /><br /> La
liturgia cristiana no está exenta de loas a la grandeza de Dios, la
virgen, los apóstoles o los santos. Si ¡Allah Ukbar! gritan los
musulmanes igualmente con brío y apasionamiento los cristianos repiten
alto y fuerte: ¡Dios es Grande! o ¡viva la madre del rey del universo!
¡Ave María purísima sin pecado concebida! ¡Salve nuestra
señora!<br /><br /> Los
cristianos representan el bien o los ángeles del cielo; mientras los
musulmanes representan el mal o los demonios que nos acechan. Este
apocalíptico enfrentamiento entre ángeles y demonios hace parte de la
mitología cristiana que ha pervivido durante siglos y se proyecta hasta
el presente. <br /><br /> La
virgen inmaculada se apareció en la gruta de Massabielle (1858) a una
humilde pastorcita llamada Bernardette. Por intermedio de ella la madre
de Dios envió un mensaje a los creyentes: “yo mando que en este lugar se
construya un santuario dedicado a la oración y la penitencia” “reza por
los pecadores” “carga la cruz de Cristo”. “yo te prometo que te haré
feliz no en este mundo sino en el otro”.<br
/><br /> Hasta esta cueva de
Massabielle se acercan por turnos las delegaciones militares que desean
fervientemente rendirle pleitesía a la inmaculada concepcion. Es el
momento de rezar el santo rosario y pedir por la paz mundial. La guardia
Suiza preside la ceremonia para dejar constancia que el Vaticano ejerce
la soberanía sobre este santo lugar.<br
/><br /> Es increíble que la república
francesa -aparentemente un estado laico y aconfesional- promueva y
patrocine este tipo de encuentros donde se hace una exaltación del
militarismo imperialista.<br /><br
/> Mientras en Lourdes desfilan altivos los santos guerreros
de la yihad católica el mismísimo Papa Francisco, representante directo
de Dios en la tierra, guía de la fe (ayatola), y perpetuo vicario de
Cristo predica la no violencia, el desarme y la paz.<br
/><br />El domingo, el día del señor,
se celebra la santa misa internacional con la presencia de los altos
mandos, las delegaciones militares, la jerarquía eclesiástica, las
autoridades civiles y el cuerpo diplomático (católico) Desde luego que
los poderes fácticos están más unidos que nunca. La basílica de san Pio
XII (de 12.000 metros cuadrados y capacidad para 25.000 almas) se
convierte literalmente en un cuartel que acoge a miles de soldados de
los 44 países que enarbolan los estandartes y banderas invictas. Muchos
de ellos lucen elegantes trajes de gala en los que no faltan sus
medallas y condecoraciones ganadas en franca lid en el campo de batalla.
Tal es el descaro que algunas representaciones castrenses que sin
consideración alguna desfilan con los uniformes mimetizados y botas de
campaña. Desde luego que este es el signo de los tiempos. “Jesucristo
regresará liderando un poderoso ejército” Cristo ya lo dijo: “no he
venido a traer la paz sino a traer la espada” “todo el mundo debe
adquirir un rifle AR-15 porque eso es lo que Jesús habría hecho” -sabias
palabras del teniente general de los comandos de operaciones especiales
USA. William Boykin.<br /><br
/> En Lourdes se reúnen las facciones más conservadoras y
fundamentalistas del catolicismo: el Opus Dei, los guerrilleros de
Cristo Rey, la Legión de María, los Warriors of Lourdes - adscritos al
ejército USA- los Knights of Colombus, Our Lady of Lourdes, los
Caballeros de la Virgen, la Hermandad de Nuestra Señora de los
Ejércitos.<br /><br />
Todos han venido aquí a orar por la paz y la sanación del mundo
¿“sanación”? Sí. Aunque parezca estúpido hoy realizan una campaña de
“sanación” movilizando miles de soldados, aviones, helicópteros,
cazabombarderos, navíos y submarinos con el propósito de exterminar a
los fanáticos yihadistas del califato EI.<br
/><br /> Aquellos responsables de
apretar el gatillo humildemente vienen a implorar el perdón de sus
pecados y la protección de la santísima virgen de Lourdes. Deben primar
los valores eternos de la misericordia, la caridad, la solidaridad como
está escrito en las sagradas escrituras.<br
/><br /> Tal vez lo más asombroso sea
la presencia de cientos de veteranos de guerra muchos de ellos heridos,
lisiados, mutilados que en sus sillas de ruedas o en camillas ocupan un
lugar preponderante frente al altar mayor. Movidos por su fe albergan
la postrer esperanza de que la virgen obre un milagro igual al que
realizó su hijo Jesucristo en Betania cuando le dijo a Lázaro:
“levántate y anda”.<br /><br
/> El reino de España envió una delegación de 150 militares
(tierra, mar y aire) compuesta por los capellanes castrenses
(arzobispado castrense), los funcionarios del Ministerio de Defensa,
cónsules y agregados militares, la Guardia Real (Casa de su majestad el
Rey), la Guardia Civil y la UME. Una variopinta y folclórica “armada
invencible” cuyo viaje y estancia (hoteles y restaurantes de primera
categoría) se carga a la cuenta de los presupuestos generales del reino
(fondos reservados) Ellos han venido hasta Lourdes con la gloriosa
misión de rezar por la paz del mundo y rogar la misericordia de Dios en
esta época de tribulación.<br /><br
/> El capellán militar mayor y obispo castrense del
ejército francés Luc Ravel (al que le gusta exhibirse en traje de
camuflaje en sus múltiples visitas a los cuarteles) concelebró una
multitudinaria homilía el domingo 22 de mayo a las 10 de la mañana en la
basílica San Pio X. Con motivo de la fiesta de la Santísima Trinidad,
pronunció un emocionante sermón del que vamos a destacar algunos
apartes: “recuperemos la misericordia de Dios en estos tiempos de guerra
y la bondad de Dios en el campo de batalla” “Dios le da a todo
cristiano la fuerza y el coraje que jamás le faltarán” “hay demasiada
violencia en el mundo y nosotros no podemos dejar que gane la muerte ”
“el cristiano con certitud y serenidad sabe que jamás le faltará Dios ni
antes, ni durante, ni después de la guerra” “en el campo de la muerte
Dios siembra su gran amor” “es el aliento de libertad que nos entrega el
Espíritu Santo y esta libertad del Espíritu Santo es más que nunca
necesaria en esta Tercera Guerra Mundial combatida a plazos -como ha
dicho el papa Francisco-” “la misericordia de Dios es la única que nos
salva de la locura de la guerra” “En tiempos de guerra el amor se
convierte en perdón” “Dios hace el soldado de un amor inoxidable”
“nosotros no vamos a pasar fácilmente esta página del terrorismo hace
falta comprometerse”.<br /><br
/> El obispo castrense Luc Ravel tras consagrar la hostia
santa invita a los presentes a recibir el sacramento de la comunión.
Tras el perdón de los pecados ahora sin remordimientos pueden seguir
aniquilando enemigos en el campo de batalla. “Dios nos atiende cuando
nosotros le demandamos la victoria” Ego te absolvo a peccatis
tuis.<br /><br /> Los
sangrientos atentados de París y Bruselas han desencadenado una ola de
indignación incontenible. La virgen de Lourdes llora entristecida la
pérdida de sus hijos más queridos y es necesario aplicar un castigo
ejemplar a los culpables. El poderío militar francés se despliega en
Siria e Irak para cumplir las profecías del apocalipsis.<br
/><br /> El ejército y la policía
francesa se encuentran en estado de alerta permanente pues es muy
probable que se produzcan nuevos ataques terroristas. Lourdes no es una
excepción y por lo tanto los gendarmes con sus metralletas en ristre
patrullan las calles mientras los agentes secretos disfrazados de
turistas vigilan el más mínimo movimiento sospechoso. <br
/><br /> Definitivamente la guerra
que se desarrolla en Oriente Medio se ha trasladado a Europa y nadie
puede bajar la guardia. “el precio de la civilización, como el de la
libertad, es la eterna vigilancia para mantener la
seguridad”.<br /><br /> Se
ha creado el mito de la guerra buena y justa, una guerra buena y justa
en la que Occidente interviene por motivos “humanitarios y altruistas”.
Los soldados buenos y justos se merecen todas las bendiciones. Tras los
retiros espirituales es la hora de sentarse en las terrazas y
restaurantes a deleitar de la gastronomía nativa y brindar con el mejor
champagne para que Dios les otorgue la victoria en esta guerra buena y
justa. </body>
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En esta peregrinación no se sublima la figura de un líder supremo o caudillo sino que se reverencia la imagen de la santísima virgen de Lourdes. La madre de Dios se convierte en la protagonista de esta apoteósico cónclave clerical-castrense que se intenta enmascarar bajo la apariencia de un “encuentro humanistas y espiritual”. Una ocasión perfecta para que los brillantes cerebros de la Santa Sede se luzcan en el diseño de una obra melodramática capaz de competir perfectamente con las mejores procesiones de semana santa. (Un espectáculo que se transmiten en vivo y en directo a través de innumerables cadenas de televisión cristianas).
El encuentro militar se desarrolla -según sus organizadores- en un ambiente festivo y fraternal movidos por la fe y el amor a María, la Madre de Dios. “La puerta de Dios siempre está abierta” “seamos los promotores de la paz. Que cada uno ore por su patria y ore por todas las patrias”.
Los jerarcas de la santa madre iglesia saben la importancia estratégica del “parque temático” de Lourdes en una época en la que el paganismo materialista domina la sociedad occidental.
En Lourdes nos produce vértigo el contemplar esa mezcla de clérigos, frailes, monjas, prelados, vicarios, nuncios papales, obispos, soldados, sargentos, capitanes, generales y almirantes que nos retrotrae a épocas nefastas marcadas por el fascismo o el nacional-catolicismo.
Con marcialidad la casta clerical-castrense marca el paso al ritmo de los clarines y tambores; un dos, un dos, ¡ave María purísima! sin pecado concebida… La espada y la cruz desde siempre han simbolizado la Santa Alianza entre estos dos estamentos para gloria del padre, del hijo y del espíritu santo.
Tantas contradicciones son difíciles de asimilar de ahí que los teólogos y eruditos se esfuercen al máximo por justificar que un avión cargado de misiles no es otra cosa que una inocente paloma de la paz. Mientras los santos guerreros luchan a brazo partido en el frente de batalla los clérigos se dedican a la oración para que afinen la puntería y no yerren en el blanco.
Occidente culpa al islam del clima bélico que reina en el mundo. El Islam se ha criminalizado y es el enemigo a batir. Si antes fue el comunismo pagano y ateo (como estaba escrito en las profecías de Fátima) ahora los musulmanes son la bestia negra.
El expresidente George Bush siempre hizo gala de un discurso religioso cristiano fundamentalista: “Estados Unidos es un país engendrado por la concepción inmaculada” “Venceremos en la operación “Justicia Infinita” que hace parte de la lucha colosal entre el bien y el mal” “si Dios está contra el terrorismo, tiene que estar al lado de la cruzada antiterrorista” “nuestra nación ha sido bendecida para crear un mundo mejor” “yo tengo una tarea que realizar con las rodillas doblada, y con las rodillas dobladas pido al buen Señor que me ayude a cumplirla con sabiduría”.
El mismísimo presidente Obama, jefe del ejército imperial más poderoso de la tierra y premio Nobel de la paz, asistía (y asiste) de manera regular al Trinity United Church of Christ de Chicago (protestante). Él reconoce que la biblia es su libro de cabecera y que reza todos los días. Si tiene que tomar decisiones primero la consulta con Dios. De ahí que buena parte de su discurso también este imbuido de tintes religiosos cristianos: “América es el pueblo elegido por Dios” “Jesucristo murió por mis pecados y ahora yo los estoy redimiendo a través de él”. “EEUU es la fuerza impulsora del bien y la libertad” “esta época nos recuerda que Dios está siempre con nosotros en el sufrimiento y en la celebración” “Dios nos dará la victoria porque Dios está con el bien y el bien lo representa un país como EE.UU (los guardianes de la democracia y la libertad del planeta)”.
Mientras tanto Donald Trump, ¿el futuro candidato republicano?, es aún más radical y se muestra abiertamente favorable a promover una cruzada cristiana que pacifique de una vez por todas Oriente Medio.
Occidente se niega a reconocer la existencia del “yihadismo” católico o el “salafismo” cristiano. Estos calificativos no encajan en su filosofía fraterna y humanista. Pero tan sólo hay que remitirnos a hechos históricos irrefutables para demostrarlo. El Vaticano desde la antigüedad lanzó bulas y proclamas favorables a la cruzada contra los infieles y herejes (especialmente en la conquista de “tierra santa”). Aunque ahora la situación es aún más grave con el advenimiento de las sectas cristianas evangélicas (en EE.UU) en las que sobran los predicadores del odio y la venganza.
Muchos creían que a estas alturas del siglo XXI el factor religioso quedaría relegado al mito o la leyenda. Vivimos inmersos en un mundo dominado por la ciencia y la tecnología donde la fe se deriva al campo de las supersticiones. Pero lo cierto es que la influencia de la religión prevalece y mantiene una gran preponderancia en el ámbito político, económico y militar. ( como sucede especialmente en EE.UU).
Aunque el catolicismo se halle en franca decadencia Lourdes después de Roma es el segundo destino en importancia con 6 millones de visitantes anuales. Esta mina de oro espiritual reporta incalculables ganancias económicas que se reparten equitativamente los clérigos y los mercaderes. Se da la paradoja que buena parte de los propietarios de estos negocios (tiendas, hoteles y restaurantes) son de origen judío.
Los capellanes castrenses han cumplido con éxito el adoctrinamiento de la tropa a la que preparan para cumplir su “misión universal”. “Misiones humanitarias” planificadas por el Pentágono, la OTAN o la CIA.
Los cristianos también aspirar al máximo sacrificio siguiendo el ejemplo del mártir más famoso de la humanidad: Jesucristo, el hijo unigénito de Dios. “El martirio es una gracia especial”. El mártir se sumerge en la muerte de Cristo para resurgir con él a la vida nueva. Es un orgullo y un honor para un soldado alcanzar la palma del martirio. “Compartamos pues con el todopoderoso la vida eterna en el paraíso”. “Que la virgen santa nos ampare y nos favorezca”.
Uno de los rituales más conmovedores de la peregrinación internacional es el “homenaje a los caídos”. Como no dirigido por la plana mayor de los capellanes castrenses que se desviven en letanías implorando al Dios todopoderoso que acoja en su seno el alma de los difuntos (mártires). La madre de Cristo que ha sufrido en carne propia la pérdida de su hijo es la única capaz de comprender tan aciago dolor. Estos son los momentos más emocionantes y desgarradores pues se rinde homenaje póstumo a aquellos soldados que dieron su vida en nombre de la paz y la libertad del mundo Suena el cornetín del llamado a la oración y los soldados cariacontecidos guardan un minuto de silencio en honor de los santos mártires. “A la espera de la resurrección de los muertos, la vida del mundo futuro. Amén”.
Pero el momento cumbre de la peregrinación es sin duda alguna la “procesión mariana de las antorchas”. Por su magnificencia y majestuosidad esta gran parada militar es la que goza de mayor fama y renombre. Los mandos y la tropa luciendo sus mejores galas desfilan por las calles de Lourdes portando velas, cirios y antorchas que los trasmuta en ángeles del Señor. La virgen inmaculada sale en procesión a hombros la Guardia Suiza mientras las unidades especiales conformadas por sus hijos más valerosos cargan la cruz del nazareno. Estas escenas nos recuerdan a algunos pasajes del documental “el Sueño de la Voluntad” de Leni Riefenstahl. El fuego fatuo ilumina la oscuridad de la noche y los continuos cantos de adoración a la virgen María se repiten en un eterno mantra: ¡ave, ave, ave María…!
Un himno celestial que retumba por toda la ciudad provocando un sobrecogedor éxtasis místico.
La liturgia cristiana no está exenta de loas a la grandeza de Dios, la virgen, los apóstoles o los santos. Si ¡Allah Ukbar! gritan los musulmanes igualmente con brío y apasionamiento los cristianos repiten alto y fuerte: ¡Dios es Grande! o ¡viva la madre del rey del universo! ¡Ave María purísima sin pecado concebida! ¡Salve nuestra señora!
Los cristianos representan el bien o los ángeles del cielo; mientras los musulmanes representan el mal o los demonios que nos acechan. Este apocalíptico enfrentamiento entre ángeles y demonios hace parte de la mitología cristiana que ha pervivido durante siglos y se proyecta hasta el presente.
La virgen inmaculada se apareció en la gruta de Massabielle (1858) a una humilde pastorcita llamada Bernardette. Por intermedio de ella la madre de Dios envió un mensaje a los creyentes: “yo mando que en este lugar se construya un santuario dedicado a la oración y la penitencia” “reza por los pecadores” “carga la cruz de Cristo”. “yo te prometo que te haré feliz no en este mundo sino en el otro”.
Hasta esta cueva de Massabielle se acercan por turnos las delegaciones militares que desean fervientemente rendirle pleitesía a la inmaculada concepcion. Es el momento de rezar el santo rosario y pedir por la paz mundial. La guardia Suiza preside la ceremonia para dejar constancia que el Vaticano ejerce la soberanía sobre este santo lugar.
Es increíble que la república francesa -aparentemente un estado laico y aconfesional- promueva y patrocine este tipo de encuentros donde se hace una exaltación del militarismo imperialista.
Mientras en Lourdes desfilan altivos los santos guerreros de la yihad católica el mismísimo Papa Francisco, representante directo de Dios en la tierra, guía de la fe (ayatola), y perpetuo vicario de Cristo predica la no violencia, el desarme y la paz.
El domingo, el día del señor, se celebra la santa misa internacional con la presencia de los altos mandos, las delegaciones militares, la jerarquía eclesiástica, las autoridades civiles y el cuerpo diplomático (católico) Desde luego que los poderes fácticos están más unidos que nunca. La basílica de san Pio XII (de 12.000 metros cuadrados y capacidad para 25.000 almas) se convierte literalmente en un cuartel que acoge a miles de soldados de los 44 países que enarbolan los estandartes y banderas invictas. Muchos de ellos lucen elegantes trajes de gala en los que no faltan sus medallas y condecoraciones ganadas en franca lid en el campo de batalla. Tal es el descaro que algunas representaciones castrenses que sin consideración alguna desfilan con los uniformes mimetizados y botas de campaña. Desde luego que este es el signo de los tiempos. “Jesucristo regresará liderando un poderoso ejército” Cristo ya lo dijo: “no he venido a traer la paz sino a traer la espada” “todo el mundo debe adquirir un rifle AR-15 porque eso es lo que Jesús habría hecho” -sabias palabras del teniente general de los comandos de operaciones especiales USA. William Boykin.
En Lourdes se reúnen las facciones más conservadoras y fundamentalistas del catolicismo: el Opus Dei, los guerrilleros de Cristo Rey, la Legión de María, los Warriors of Lourdes - adscritos al ejército USA- los Knights of Colombus, Our Lady of Lourdes, los Caballeros de la Virgen, la Hermandad de Nuestra Señora de los Ejércitos.
Todos han venido aquí a orar por la paz y la sanación del mundo ¿“sanación”? Sí. Aunque parezca estúpido hoy realizan una campaña de “sanación” movilizando miles de soldados, aviones, helicópteros, cazabombarderos, navíos y submarinos con el propósito de exterminar a los fanáticos yihadistas del califato EI.
Aquellos responsables de apretar el gatillo humildemente vienen a implorar el perdón de sus pecados y la protección de la santísima virgen de Lourdes. Deben primar los valores eternos de la misericordia, la caridad, la solidaridad como está escrito en las sagradas escrituras.
Tal vez lo más asombroso sea la presencia de cientos de veteranos de guerra muchos de ellos heridos, lisiados, mutilados que en sus sillas de ruedas o en camillas ocupan un lugar preponderante frente al altar mayor. Movidos por su fe albergan la postrer esperanza de que la virgen obre un milagro igual al que realizó su hijo Jesucristo en Betania cuando le dijo a Lázaro: “levántate y anda”.
El reino de España envió una delegación de 150 militares (tierra, mar y aire) compuesta por los capellanes castrenses (arzobispado castrense), los funcionarios del Ministerio de Defensa, cónsules y agregados militares, la Guardia Real (Casa de su majestad el Rey), la Guardia Civil y la UME. Una variopinta y folclórica “armada invencible” cuyo viaje y estancia (hoteles y restaurantes de primera categoría) se carga a la cuenta de los presupuestos generales del reino (fondos reservados) Ellos han venido hasta Lourdes con la gloriosa misión de rezar por la paz del mundo y rogar la misericordia de Dios en esta época de tribulación.
El capellán militar mayor y obispo castrense del ejército francés Luc Ravel (al que le gusta exhibirse en traje de camuflaje en sus múltiples visitas a los cuarteles) concelebró una multitudinaria homilía el domingo 22 de mayo a las 10 de la mañana en la basílica San Pio X. Con motivo de la fiesta de la Santísima Trinidad, pronunció un emocionante sermón del que vamos a destacar algunos apartes: “recuperemos la misericordia de Dios en estos tiempos de guerra y la bondad de Dios en el campo de batalla” “Dios le da a todo cristiano la fuerza y el coraje que jamás le faltarán” “hay demasiada violencia en el mundo y nosotros no podemos dejar que gane la muerte ” “el cristiano con certitud y serenidad sabe que jamás le faltará Dios ni antes, ni durante, ni después de la guerra” “en el campo de la muerte Dios siembra su gran amor” “es el aliento de libertad que nos entrega el Espíritu Santo y esta libertad del Espíritu Santo es más que nunca necesaria en esta Tercera Guerra Mundial combatida a plazos -como ha dicho el papa Francisco-” “la misericordia de Dios es la única que nos salva de la locura de la guerra” “En tiempos de guerra el amor se convierte en perdón” “Dios hace el soldado de un amor inoxidable” “nosotros no vamos a pasar fácilmente esta página del terrorismo hace falta comprometerse”.
El obispo castrense Luc Ravel tras consagrar la hostia santa invita a los presentes a recibir el sacramento de la comunión. Tras el perdón de los pecados ahora sin remordimientos pueden seguir aniquilando enemigos en el campo de batalla. “Dios nos atiende cuando nosotros le demandamos la victoria” Ego te absolvo a peccatis tuis.
Los sangrientos atentados de París y Bruselas han desencadenado una ola de indignación incontenible. La virgen de Lourdes llora entristecida la pérdida de sus hijos más queridos y es necesario aplicar un castigo ejemplar a los culpables. El poderío militar francés se despliega en Siria e Irak para cumplir las profecías del apocalipsis.
El ejército y la policía francesa se encuentran en estado de alerta permanente pues es muy probable que se produzcan nuevos ataques terroristas. Lourdes no es una excepción y por lo tanto los gendarmes con sus metralletas en ristre patrullan las calles mientras los agentes secretos disfrazados de turistas vigilan el más mínimo movimiento sospechoso.
Definitivamente la guerra que se desarrolla en Oriente Medio se ha trasladado a Europa y nadie puede bajar la guardia. “el precio de la civilización, como el de la libertad, es la eterna vigilancia para mantener la seguridad”.
Se ha creado el mito de la guerra buena y justa, una guerra buena y justa en la que Occidente interviene por motivos “humanitarios y altruistas”. Los soldados buenos y justos se merecen todas las bendiciones. Tras los retiros espirituales es la hora de sentarse en las terrazas y restaurantes a deleitar de la gastronomía nativa y brindar con el mejor champagne para que Dios les otorgue la victoria en esta guerra buena y justa.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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