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sábado, 27 de febrero de 2021
Argentina y México proponen un nuevo eje progresista en América Latina y el Caribe
Argentina y México proponen un nuevo eje progresista en América Latina y el Caribe
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Por Pedro Brieger | 27/02/2021 | América Latina y Caribe
Fuentes: Rebelión / CLAE
Las visitas de Estado tienen múltiples dimensiones y hay diferentes criterios para evaluarlas más allá de las afinidades políticas, entre otros, la duración de una visita y las actividades que se realizan. Muy lejos en el recuerdo quedan las giras de semanas, como la que realizó el presidente de Francia Charles de Gaulle en 1964 por 10 países de América del Sur a lo largo de 26 días. Ahora el tiempo apremia, todo es breve y las visitas de Estado suelen durar horas, apenas para un saludo y la firma de algún documento protocolar. No es el caso de la visita de Alberto Fernández al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La excusa del viaje a México fue la conmemoración del bicentenario de la independencia mexicana y específicamente el día de la bandera, el 24 de febrero. Fernández permaneció durante tres días y se pudo percibir una gran empatía con AMLO, que lo invitó a varias actividades por fuera de lo estrictamente protocolar.
De hecho, fue el primer presidente extranjero en participar de la famosa “mañanera”, la conferencia matutina de AMLO. Además, habló en el Senado, fue declarado huésped ilustre de la Ciudad de México por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y visitó el laboratorio Liomont para conocer el lugar donde están desarrollando vacunas de manera conjunta. Como si esto fuera poco acompañó a AMLO al acto central por el día de la bandera en Iguala el 24 de febrero.
Vale la pena recordar que López Obrador accedió a la presidencia el 1 de diciembre de 2018 mientras en la Argentina gobernaba Mauricio Macri, claramente alineado con la política exterior de los Estados Unidos y que propugnaba el abandono de los mecanismos de integración regional. El hecho fortuito que unió a Fernández con López Obrador un mes antes de que asumiera formalmente la presidencia fue el golpe de Estado contra Evo Morales el 10 de noviembre de 2019. Entre ambos lograron salvarle la vida a Morales.
Ya en la presidencia desde el 10 de diciembre de 2019 Fernández estrechó el vínculo con el gobierno de México buscando una mayor integración regional a través de proyectos conjuntos, el relanzamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el Grupo de Puebla como ejes políticos. De esta manera se diferenció de los gobiernos de derecha de la región que no impulsan mecanismos de integración latinoamericanos sino todo lo contrario; salvo, cuando se trata de atacar de manera conjunta al gobierno de Nicolás Maduro, como si este fuera el único tema de interés en América Latina.
Desde ya que no extraña que los grandes medios de comunicación opositores a ambos gobiernos hayan puesto el énfasis en todo lo que podía provocar roces y distanciamiento entre los dos presidentes. Sin embargo, sus discursos, las imágenes de cordialidad entre ambos, sus elogios mutuos y el documento conjunto de 15 puntos son más que elocuentes.
Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador tienen una visión estratégica común respecto de la necesidad de una verdadera integración regional de América Latina y el Caribe, el acceso equitativo a las vacunas, las críticas a la Organización de Estados Americanos (OEA) comandada por Luis Almagro, e incluso de la cooperación espacial a través de una Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE). La tarea no es sencilla, pero para comenzar se necesita voluntad política. Y ambos la tienen.
Pedro Brieger, Sociólogo y analista internacional argentino, director de nodal.am, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Nayib Bukele se encamina a obtener una mayoría en el Parlamento
El Salvador: Nayib Bukele se encamina a obtener una mayoría en el Parlamento
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Las encuestas vaticinan una amplia ventaja para el oficialismo en los comicios legislativos y municipales de este domingo, lo cual le permitiría un mayor control. "El de Bukele es un populismo de derecha con rasgos autoritarios", afirmó la académica Amparo Marroquín Parducci. Además, analizó la pandemia y la violencia social en el país.
El presidente salvadoreño Nayib Bukele podría obtener una mayoría de escaños en el Parlamento y de alcaldías en los comicios de este domingo, según las encuestas.
Esta situación le permitiría dominar el Legislativo tras casi dos años de tensiones. "El país enfrenta un gran deterioro de los partidos tradicionales", dijo Amparo Marroquín Parducci, doctora en Filosofía e investigadora de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
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Si bien el mandatario "se vende como por fuera de la política, perteneció a un partido de izquierda por diez años". Ahora, su proyecto político consiste en "un populismo de derecha que tiene apoyo popular".
La académica subrayó que Bukele "se ha negado a una reforma fiscal" y presenta posturas ultraconservadoras en temas como el aborto y el matrimonio igualitario.
"Él mismo ha dicho que uno de sus grandes referentes es Donald Trump", agregó.
Sobre el impacto de la pandemia, Marroquín Parducci aseguró que "en los primeros meses de cuarentena se perdieron 250 mil empleos formales y los analistas calculan que hemos tenido un retroceso económico de 30 años". "Bukele aumentó la deuda en un 90 por ciento", dijo.
"Pero somos un país profundamente desigual –continuó la académica–, por lo que el hecho de que el Estado llegue con una bolsa de frijoles o maíz a los sectores menos favorecidos hace que el apoyo popular se vuelque al presidente".
Respecto a los acuerdos que lleva adelante con las pandillas, resaltó que "es difícil que se dé una baja en el número de homicidios si no hay un tipo de negociación". Si la pandilla sube la cantidad de homicidios, eso hace que el político se tambalee en su popularidad", añadió.
"El índice de homicidios ha bajado, pero la cantidad de personas desaparecidas ha subido", concluyó la profesora de la Universidad Nacional de La Plata.
viernes, 26 de febrero de 2021
Las redes sociales, nuevo medio dominante
Las redes sociales, nuevo medio dominante
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Por Ignacio Ramonet | 22/02/2021 | Mentiras y medios
Fuentes: La Jiribilla
Imagen de Portada: “(…)aunque la revolución digital permitió una indiscutible democratización de la comunicación —objetivo que parecía absolutamente impensable— esa democratización provoca ahora una proliferación incontrolada y desordenada de los mensajes, así como ese ruido ensordecedor creado sobre todo por las redes sociales”. Ilustración: Brady Izquierdo
El Internet moderno, la Web, se inventó en 1989, hace treinta y dos años. O sea, estamos viviendo los primeros minutos de un fenómeno que llegó para quedarse durante siglos. Pensemos que la imprenta se inventó en 1440, y que tres décadas después casi no había modificado nada, pero acabó por trastornar el mundo: cambió la cultura, la política, la economía, la ciencia, la historia. Resulta evidente que muchos de los parámetros que conocemos están siendo modificados en profundidad, no tanto por la pandemia actual de Covid-19, sino, sobre todo, por la irrupción generalizada de los cambios tecnológicos y de las redes sociales. Además, no solamente en términos de comunicación —¿se está muriendo la verdad?—, sino también en las finanzas, el comercio, el transporte, el turismo, el conocimiento, la cultura… Todo ello sin olvidar los nuevos peligros en materia de vigilancia y de pérdida de privacidad.
Ahora, con la Web y las redes sociales, ya no es únicamente el Estado quien nos vigila. Algunas empresas privadas gigantes (Google, Apple, Facebook, Amazon, etc.) saben más sobre nosotros que nosotros mismos. En los próximos años, con la inteligencia artificial y la tecnología 5G, los algoritmos van a determinar más que nuestra propia voluntad el curso de nuestras vidas. Que nadie piense que esos cambios tan determinantes en la comunicación no van a tener consecuencias en la organización misma de la sociedad y en su estructuración política tal como la hemos conocido hasta ahora. El futuro es muy largo y los cambios determinantes apenas acaban de empezar.
Vivimos en un universo en el que nuestra privacidad está muy amenazada; estamos más vigilados que nunca mediante la biometría o las cámaras de videoprotección, mucho más de lo que imaginó el mismísimo George Orwell en su novela distópica 1984. Además, la robótica, los drones y la inteligencia artificial amenazan con crear un ecosistema del que el ser humano podría acabar siendo expulsado; sin hablar de la “crisis de la verdad” —en materia de información—, sustituida por las fake news, la posverdad, las nuevas manipulaciones o las verdades alternativas. En este punto el futuro podría estar acercándose más rápido de lo que pensamos a nuestro pasado más aterrador.
Sobre el aspecto emancipador de la actual revolución digital, lo más notable es la “democratización efectiva de la información”. Un ideal que constituía una reivindicación fundamental, y en cierta medida un sueño, desde la revuelta social de mayo de 1968 —es decir, el deseo de que los ciudadanos se apoderaran de los medios de comunicación y sobre todo de información— en cierta medida se ha realizado. Hoy en día con el equipamiento masivo de dispositivos ligeros de comunicación digital (teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, tabletas y otros) los ciudadanos disponen, individualmente, de una potencia de fuego comunicacional superior a la que poseía, por ejemplo, en 1986, el primer canal de televisión de alcance planetario, Cable News Network (CNN). Es mucho más barato y fácil de operar. Cada ciudadano es ahora lo que antes se llamaba un mass media. Mucha gente lo ignora o no conoce el poder real del que dispone. Hoy, frente a las grandes corporaciones mediáticas, ya no estamos desarmados. Otra cosa es saber si estamos haciendo un uso óptimo del superpoder comunicacional del que disponemos.
¿Ha resuelto eso los problemas en materia de información y de comunicación? La respuesta es no, porque en la vida cada solución crea un nuevo problema. Es la trágica condición humana. Los griegos antiguos la ilustraban con el mito de Sísifo, condenado a empujar una enorme roca hasta lo alto de una montaña; una vez alcanzada la cumbre, la roca se le escapaba de las manos y se precipitaba de nuevo hasta el pie del monte. Entonces Sísifo tenía que volver a subirla a la cima, donde se le volvía a resbalar, y así hasta el fin de la eternidad.
En ese sentido, aunque la revolución digital permitió una indiscutible democratización de la comunicación —objetivo que parecía absolutamente impensable— esa democratización provoca ahora una proliferación incontrolada y desordenada de los mensajes, así como ese ruido ensordecedor creado sobre todo por las redes sociales. Esto es precisamente lo que constituye el nuevo problema. Como dijimos, ahora la verdad se ha diluido. Si todos tenemos nuestra verdad, ¿cuál es entonces la verdad verdadera? O será, como decía Donald Trump, que la “verdad es relativa”.
Al mismo tiempo, la objetividad de la información (si alguna vez existió) ha desaparecido, las manipulaciones se han multiplicado, las intoxicaciones proliferan como otra pandemia, la desinformación domina, la guerra de los relatos se extiende. Nunca se habían “construido” con tanta sofisticación falsas noticias, narrativas delirantes, “informaciones emocionales”, complotismos. Para colmo, muchas encuestas demuestran que los ciudadanos prefieren y creen más las noticias falsas que las verdaderas, porque las primeras se corresponden mejor con lo que pensamos. Los estudios neurobiológicos confirman que nos adherimos más a lo que creemos que a lo que va en contra de nuestras creencias. Nunca fue tan fácil engañarnos.
Más que una “nueva frontera”, Internet, o sea, el ciberespacio o digitalandia, es nuestro “nuevo territorio”. Vivimos en dos espacios, el nuestro habitual, tridimensional, y el espacio digital de las pantallas. Un espacio paralelo, como en la ciencia-ficción o en los universos cuánticos, donde las cosas o las personas pueden hallarse en dos lugares al mismo tiempo. Obviamente nuestra relación respecto al mundo, desde un punto de vista fenomenológico, no puede ser la misma. Internet —y mañana la Inteligencia Artificial— dota a nuestro cerebro de unas extensiones inauditas. Ciertamente la nueva sociabilidad digital, acelerada por redes socializantes como Facebook o Tinder, está modificando profundamente nuestros comportamientos relacionales. No creo que pueda haber “vuelta atrás”. Las redes son sencillamente parámetros estructurales definitorios de la sociedad contemporánea.
También hay que tener conciencia de que Internet ya no es ese espacio de libertad descentralizado que permitía escapar de la dependencia de los grandes medios de comunicación dominantes. Sin que la mayoría de los internautas se haya dado cuenta, Internet se ha centralizado en torno a algunas empresas gigantes que ya citamos —las GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon)—, que lo monopolizan y de las que ya casi nadie puede prescindir. Su poder es tal, lo acabamos de ver, que se permiten incluso censurar al presidente de los Estados Unidos cuando Twitter y Facebook le cortaron el acceso y enmudecieron al propio Donald Trump a principios de enero pasado.
No entendimos, a principios de los años 2000, que el modelo económico de “publicidad contra gratuidad” crearía un peligroso fenómeno de centralización, porque los anunciantes tienen interés en trabajar con los más grandes, con aquellos que poseen más audiencia. Ahora hay que conseguir ir en contra de esta lógica para descentralizar de nuevo Internet. La opinión pública debe comprender que la gratuidad conlleva una centralización tal de Internet que, poco a poco, el control se vuelve más fuerte y la vigilancia se generaliza.
En cuanto a esto, debemos precisar que hoy la vigilancia se basa esencialmente en la información tecnológica, automática, mucho más que en la información humana. Se trata de “diagnosticar la peligrosidad” de un individuo a partir de elementos de sospecha más o menos comprobados y de la vigilancia (con la complicidad de las GAFA) de sus contactos en redes y mensajes; con la paradójica idea de que, para garantizar las libertades, hay que empezar por limitarlas. Que se entienda bien: el problema no es la vigilancia en general, sino la vigilancia clandestina masiva.
En un Estado democrático las autoridades están completamente legitimadas para vigilar a cualquier individuo que consideren sospechoso, para ello se apoyan en la ley y hacen uso de la autorización previa de un juez. En la nueva esfera de vigilancia, toda persona es considerada sospechosa a priori, sobre todo si las “cajas negras algorítmicas” la clasifican mecánicamente como “amenazante” después de analizar sus contactos en redes y sus comunicaciones. Esta nueva teoría de la seguridad considera que el ser humano está desprovisto de verdadero libre arbitrio o de pensamiento autónomo. Es inútil, por lo tanto, que para prevenir eventuales derivas se busque intervenir retroactivamente en el entorno familiar o en las causas sociales. Lo único que ahora se desea, con la fe puesta en los informes de vigilancia, es reprimir lo antes posible, antes de que se cometa el delito. Esta concepción determinista de la sociedad, imaginada hace unos sesenta años por el escritor estadounidense de ciencia ficción Philip K. Dick en su novela Minority Report, se impone poco a poco. Es el “predelito” lo que a partir de ahora se persigue, bajo el pretexto de “anticiparse a la amenaza”.
Con semejante fin, empresas comerciales y agencias publicitarias cachean nuestras vidas. Estamos siendo cada vez más observados, espiados, vigilados, controlados, fichados. Cada día se perfeccionan nuevas tecnologías para el rastreo de nuestras huellas. En secreto, los gigantes de la red elaboran exhaustivos ficheros de nuestros datos personales y de nuestros contactos, extraídos de nuestras actividades en las redes sociales mediante diferentes soportes electrónicos.
Sin embargo, esta vigilancia generalizada no impide el despertar de algunas sociedades mucho tiempo mantenidas en silencio y ahora interconectadas. Sin duda, lo que se llamó en 2011 la “primavera árabe”, igual que el “Movimiento de los indignados” en España y “Occupy Wall Street” en Estados Unidos, no hubieran sido posibles —en la manera en que se desarrollaron— sin las innovaciones comunicacionales aportadas por la revolución de Internet. Ello no solo se debe al uso de las principales redes sociales, que entonces estaban apenas extendiéndose —Facebook se crea en 2006 y Twitter arranca en 2009—, sino al recurso del correo electrónico, de la mensajería y simplemente del teléfono inteligente. El impacto de las manifestaciones populares provocadas por esas innovaciones comunicacionales fue muy fuerte ese año 2011, independientemente de la naturaleza de los sistemas políticos (autoritario o democrático) contra los que chocaron.
Claro, en el mundo árabe, “congelado” por diversas razones desde hacía medio siglo, la “sacudida” tuvo consecuencias espectaculares: dos dictaduras (Túnez y Egipto) se derrumbaron, y en otros dos países (Libia y Siria) empezaron dolorosas guerras civiles que aún, diez años después, no han terminado. También en el seno de sistemas democráticos —España, Grecia, Portugal, Estados Unidos— se produjeron ese año impactos considerables que modificaron definitivamente la manera de hacer política. Piénsese, por ejemplo, en España, donde al calor de ese movimiento surge un partido nuevo de izquierda, Podemos, que los electores acabaron por propulsar en 2019 hasta el poder, en coalición con el Partido Socialista Obrero Español. No es poca cosa.
Deseo añadir dos ideas. Primero, que esas innovaciones comunicacionales dieron muy pronto lugar a un uso político de las redes sociales. No podemos ser ingenuos. Hay manuales para usar las redes con intenciones subversivas. Se han usado contra Cuba un sinnúmero de veces, así como contra la Revolución Bolivariana en Venezuela y contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Recordemos también que entre 2003 y 2006, de manera organizada y planificada, con financiamiento de poderosos intereses, se habían producido ya lo que se llamaron las “revoluciones de colores” en Georgia (2003), Ucrania (2004), Kirguistán (2005), etc.; con la intención no disimulada de romper las alianzas de estos países con Moscú y disminuir la potencia de Rusia.
En segundo lugar, comentaremos que en el otoño de 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 se extendiera a todo el planeta, el mundo —de Hong Kong a Chile, pasando por Irak, Líbano, Argelia, Francia, Cataluña, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, entre otras naciones— estaba conociendo un reguero de grandes protestas populares impulsadas y acentuadas por el recurso de las redes sociales. Todos los gobiernos de esos países, teóricamente democráticos, no supieron, en la mayoría de los casos, cómo enfrentar este nuevo tipo de contestación social excepto con la represión brutal.
Así que podríamos, en efecto, decir que por una parte, las redes sociales y las mensajerías de nuevo tipo (Twitter, Facebook, Instagram, Telegram, Signal, Snapchat, WhatsApp, Zoom, TikTok y otras) han ampliado indiscutiblemente el espacio de nuestra libertad de expresión, pero a la vez han multiplicado al infinito las capacidades de manipulación de las mentes y de vigilancia de los ciudadanos. Es clásico. Podríamos afirmar, parafraseando a Marx, que la Historia es la historia de las innovaciones tecnológicas. Cada innovación tecnológica aporta una solución a un problema, y a su vez, como ya subrayamos, cada solución crea un nuevo problema. O sea, siempre que se produce un salto hacia adelante en las tecnologías de la comunicación, nos hallamos efectivamente ante un progreso en materia de capacidades de expresión, y también, ante un peligro de confusión, de confrontación y de nuevas intoxicaciones mentales. Es normal. En ese aspecto no hay nada nuevo. Todo poder que posee el monopolio de la expresión pública se desespera ante cualquier aparición de una tecnología comunicacional democratizante que amenaza su uso solitario de la palabra. Piénsese, de nuevo, en la invención de la imprenta en 1440, y el pánico de la Iglesia y del trono ante una máquina que les arrebataba de repente el monopolio de la verdad.
Ante el dilema peligros v.s. ventajas, la pregunta sigue siendo ¿qué hacer? Depende de quién se plantee esa interrogación. Si son los ciudadanos, es previsible que deseen hacer uso inmediato de la excesiva potencia que les confieren las redes, sin tener la precaución de desconfiar del segundo aspecto: la manipulación de la que pueden ser objeto. Las decepciones, por ello, pueden ser fuertes.
Si quien se hace la pregunta es el poder, yo diría que debe guardar la serenidad; no puede soñar con que, por milagro, desaparezcan las redes que ya están aquí para siempre. Él también debe adaptarse a esta nueva realidad, a esta nueva normalidad comunicacional. La censura, la negación o la ceguera no sirven de nada, solo agravarían el problema, visto desde el poder. Lo rígido rompe, mientras que lo flexible resiste. Por lo tanto, el poder debe entender que las redes son un nuevo espacio de debate y de confrontación, y constituyen quizás, en el campo político, el principal espacio contemporáneo de enfrentamiento dialéctico. Es el ágora actual, y es ahí, en gran parte —como lo fue en las páginas de los periódicos durante mucho tiempo—, donde se dirimen ahora los grandes diferendos y las principales polémicas. Quien no desee ser el gran perdedor de nuestro tiempo debe estar presente en este espacio central de los debates.
Sí, las redes sociales son el medio dominante hoy, como lo fueron en otras épocas la televisión, la radio, el cine o la prensa. Es una revolución considerable, como no la ha habido jamás en el campo de la comunicación. Repetimos, todo cambio importante en el ámbito de la comunicación acaba fatalmente por tener repercusiones decisivas en lo social y lo político. No hay excepciones. Desde la invención de la escritura hasta Internet, pasando por la imprenta.
En cualquier país, las redes obligan a todos los demás medios de masas (prensa escrita, radio, cine, televisión) a tener que repensarse. Hay un darwinismo mediático en marcha. El medio que no se adapte al nuevo ecosistema desaparecerá. Adaptarse no quiere decir que los otros medios deben hacer lo que hacen las redes. No. Las redes son también el territorio, ya lo dijimos, de la manipulación, de la intoxicación, de las fake news, de las “verdades emocionales”, de las “verdades alternativas”, de los relatos conspiracionistas. La prensa escrita, por ejemplo, debe concentrarse en sus cualidades: la calidad de la escritura, la brillantez del relato, la originalidad de la temática, la realidad del testimonio, la autenticidad de la información, la inteligencia del análisis y la garantía de la verdad verificada.
Catedrático, periodista, historiador, escritor y analista político. Dirigió la edición francesa y española de Le Monde Diplomatique. Cofundador de la organización no gubernamental Media Watch Global (Observatorio Internacional de los Medios de Comunicación). Fundador de la Red en Defensa de la Humanidad.
Manuel Pérez, sacerdote y guerrillero (II)
Entrevista a Pablo Beltrán
Manuel Pérez, sacerdote y guerrillero (II)
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Por Aureliano Carbonell | 25/02/2021 | Colombia
Fuentes: Rebelión
¿En qué momento conoció a Manuel? A mediados de 1983 se convocó una Reunión Nacional de las estructuras urbanas y rurales del ELN, el Regional 4 lo conformaban Bucaramanga, Cúcuta y Barranca, nos delegó a otro compañero y a mí para participar; ahí lo conocí porque él era el jefe de la Dirección Nacional que […]
¿En qué momento conoció a Manuel?
A mediados de 1983 se convocó una Reunión Nacional de las estructuras urbanas y rurales del ELN, el Regional 4 lo conformaban Bucaramanga, Cúcuta y Barranca, nos delegó a otro compañero y a mí para participar; ahí lo conocí porque él era el jefe de la Dirección Nacional que había sido designada en el 82, que representaba los tres principales Frentes que había en ese momento, el Galán, el Camilo y el Laín.
¿Qué concluyó esa Reunión Nacional?
Tomó unas decisiones trascendentales, por ejemplo, una cosa que fue muy sabia en su momento, la centralización económica, todo tiene manejo colectivo, la reunión traza un plan político y todos los recursos que se consigan se centralizan, la Dirección Nacional elegida distribuirá los recursos en función del plan trazado.
VISIÓN DE LA RECONSTRUCCIÓN
Para ese año ya se estaba saliendo de la crisis de mediados de los 70 se estaba en un momento de desarrollo, ¿qué papel había jugado Manuel en ello?
En el año 78 se realiza un evento de gran importancia en la superación de la crisis que se llamó la Reunión Nacional de Responsables, en ella el Comandante Manuel adquirió un liderazgo nacional en la reconstrucción del ELN; esa reunión lanza una consigna que redefine las tareas de la organización, decía: “reconstruyamos al ELN al calor de la lucha de masas, de la lucha de clases y de la lucha armada”.
En el ELN comienza un debate después del golpe de Anorí en el 73 y de la salida de Fabio en el 74, entre el 75 y 76 hay un primer debate muy fuerte y se escinde un grupo que se conoció como Replanteamiento, que decía que tenemos que volvernos un partido de masas; en el de Bogotá entre otros propician una nueva escisión con tesis parecidas a 78 grupos las de Replanteamiento.
Lo que salva al ELN en esos tiempos fue que mantuvo los frentes originales así estuviesen reducidos y debilitados, también muchos sectores que se desarrollaron en las ciudades y en muchas partes del país que se reivindicaban elenos tenían una inserción social muy fuerte y venían con una experiencia de lucha de clases y lucha de masas, y organizados en colectivos clandestinos de militancia.
LOS CAMBIOS Y LOS NUEVOS ENFOQUES
¿En ese contexto cómo incide Manuel?
En junio del 76 Manuel se pasó con un grupo de unos 40 guerrilleros para la cordillera Oriental hacia los departamentos del Cesar y Norte de Santander, allí comenzó a hacer escuelas de incorporación, a tener una dirección colectiva, a construir una base económica propia, comenzó también a construir un trabajo político-organizativo de manera sistemática, en el campo militar comenzó una experiencia que se llamó Trabajo Rural Conjunto en el que actuaba el frente guerrillero y las estructuras urbanas de la región Nororiental, estas atienden los trabajos de los pueblitos y la guerrilla atiende hasta las periferias de los mismos en un plan coordinado.
En las escuelas se da formación política, historia, geografía, marxismo, cuestiones organizativas y de masas y se da formación y entrenamiento militar, antes sólo se aprendía en el día a día, esto fue un salto; la gente del trabajo de masas fue clave en este diseño formativo, incluso se hicieron escuelas de preincorporados asociadas a proyectos económicos propios.
En cuanto a la dirección colectiva se estableció un responsable político, uno militar, otro de organización y así con otras responsabilidades, se discute y se toman decisiones colectivas no unipersonales, ese es otro cambio sustancial.
En cuanto al Trabajo político-organizativo o sea el trabajo con la base social, se consideró que la guerrilla además de hacer ataques y conseguir recursos también debe organizar la base social.
Todo esto es la experiencia de esos años en el Frente Camilo, la condujeron entre Manuel y otro gran líder que fue el sacerdote franciscano Diego Cristóbal Uribe Escobar.
¿Qué pasaba por esos años en el Frente Galán?
Se están dando experiencias similares mientras en el Frente Camilo la escuela estuvo incidida por la conjugación de los cristianos revolucionarios y los marxistas, el Galán estuvo más incidido por la experiencia de sectores obreros y sindicales de trayectoria marxista, quienes también desarrollan escuelas, dirección colectiva, proyectos económicos, trabajo político-organizativo, todo con bastante articulación con Medellín.
¿Cómo se adoptaron los principios organizativos leninistas?
En el 78 se da un salto en términos de principios, ahí se dice, para estructurar este ELN hay que adoptar los principios leninistas de organización: la dirección colectiva, la crítica y autocrítica, la planificación y evaluación, la división del trabajo y el centralismo democrático, fueron la crítica al mando unipersonal y a la actividad espontánea.
Desde el 78 se elige la dirección y esta se somete a una Asamblea, a un evento, a un grupo de militantes; en el tope de la jerarquía no está el individuo sino el Congreso, la Asamblea, los espacios democráticos.
La división del trabajo prepara a la organización para que haya actividad militar y también trabajo de masas, para que haya integralidad de la organización como proyecto revolucionario; la planificación y la evaluación es para acabar con el espontaneísmo, aplicar el sentido crítico del marxismo, racionalizar y corregir.
INCIDENCIA DE CAMILO
¿Cuál es la incidencia de Camilo en los sacerdotes Manuel, Domingo y José Antonio?
Todo fue producto de un proceso en la iglesia que se llamó el Aggiornamento que es como cuando usted abre puertas y ventanas para que entre el aire fresco, ¿cuál era el aire que estaba viciado? El Vaticano en cabeza del Papa Pio XII había apoyado las dictaduras más feroces que tuvo el siglo XX, las de Mussolini y Hitler, en España la iglesia había sostenido a Franco.
Ese Aggiornamento tuvo un líder que fue el Papa Juan XXIII, bajo él hubo un Concilio que cambió todo lo anterior; Juan XXIII dijo tenemos que “confluir el humanismo cristiano y el humanismo de los marxistas, hay que hacer un diálogo”, lo que Camilo dice del diálogo entre marxistas y cristianos, es de Juan XXIII.
Juan XXIII dijo “la iglesia es de todos, pero preferencialmente de los pobres”, de ahí nace Camilo y el Amor Eficaz, lo que hace Camilo es recoger a Juan XXIII; la Conferencia de Obispos de América Latina (CELAM) del 68 en Medellín recoge lo de Juan XXIII y da el espaldarazo a Camilo, al plantear “una opción preferencial por los pobres”.
Manuel y los otros curas que ingresaron a la guerrilla nacen en una iglesia que se está refrescando desde abajo, que gestó los curas obreros, las misiones, el encarnarse que es vivir como viven los pobres, por eso los tres hacen su práctica de curas obreros.
Surge Camilo con una mayor radicalidad, con el Amor Eficaz que considera que hay que hacer la revolución, que son las clases dominantes las que deciden si le entregan el poder al pueblo a las buenas o a las malas; Camilo pone este segundo tope y lo pone más alto.
Un tercer componente es el Che, Manuel se ordena de sacerdote en el 66, lo ordena Pablo VI y estando en esas matan al Che, la reflexión que él hace sobre el Che es muy precisa: “si este hombre es Ministro y deja todas sus prerrogativas y sus cosas para irse a luchar por otros y muere allá, que más ejemplo que ese”.
Con estas influencias surge gente de temple como Manuel, Domingo, José Antonio y muchos otros en el continente; Latinoamérica fue tierra fértil para todas esas expresiones de la Iglesia de los pobres.
LAS FORMAS DE SER VANGUARDIA
¿Cómo se ubicó Manuel frente al tipo de vanguardia por construir?
También aportó en dos aspectos que hacen parte del acervo del ELN, el concepto de construir una Organización Político Militar (OPM), es una variante de lo clásico tradicional marxista que considera que el ejército y el partido son cosas aparte.
Son dos modelos diferentes, construir algo nuevo tiene que hacerse en medio de un debate político y teórico, pero sobretodo construirlo en la práctica para demostrar que eso vale; la discusión interna que se da a mediados de los 70 sobre lo que somos, sobre la refundación del ELN, reafirma el principio de seguir siendo una OPM.
En cuanto a la vanguardia colectiva hay una lucha ideológica y política con los que consideran que hay una sola vanguardia y que los demás no lo son; el ELN reconoce a los revolucionarios organizados en partidos y en movimientos, y a los revolucionarios de las organizaciones sociales que hacen lucha política y hay que tener en cuenta que ellos también son vanguardia, todos son la vanguardia colectiva, en estas formulaciones y líneas Manuel jugó un papel destacado.
MANUEL Y LA UNIDAD
Ilústrenos sobre los esfuerzos unitarios de la década del 80.
La visión sobre la unidad se consolida en la organización hacia el 83, fue muy importante la llamada Trilateral creada en el 84 con la unión del ELN, el PRT y el MIR Patria Libre, dentro de un plan único; desde la Trilateral se jalonó la conformación de la Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG) en el 85.
Al tiempo nacieron la Coordinadora Nacional de Movimientos Cívicos, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), fue un trabajo de unificación social y político que permitió saltos como el Paro de junio del 85, en medio de este Paro nace la CNG, después en el 87 se crea la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB).
Todo esto para nosotros era el desarrollo del plan político trazado en el 83, que traía sus raíces desde la Reunión del 78, plan del que Manuel fue ejecutor y líder.
LA LUCHA IDEOLÓGICA INTERNA
¿Y el debate interno?
Él no vivía haciendo fracción o grupo de adeptos, esa fue una característica de él como líder, saber ser la cabeza, tener posición propia, pero a su vez tratar de representar a la mayoría incluso en cosas que no coincidían con sus posiciones, eso es difícil; supo hacer dos cosas que son determinantes en un líder, en un jefe, en un comandante: construir un consenso como visión colectiva y después ejecutarlo con lealtad.
¿Cómo fue el estudio del marxismo?
Desde mediados de los 70 entró el afán por estudiar, por entender y apropiarse del marxismo; Manuel también se entusiasmó en ello, lo valoró mucho y fue muy dedicado, se estudiaba sobre la formación social colombiana, la economía política, fue un gran esfuerzo de fundamentación, él lo vivió con gusto y aprendió mucho.
¿Esto comenzó antes de hacer el cruce hacia la cordillera Oriental?
Sí, fue en el 75 cuando comenzaron todas las discusiones, entre otras, si había que convertir al ELN en un partido, ahí llegaron las tesis leninistas de organización, la teoría de la guerra de Clausewitz, sobre el Estado, la estrategia, etc.
IDEAS ESENCIALES DE MANUEL
¿Dónde están sus escritos?
Están en cartas, hay muchas y valiosas, hay declaraciones, documentos internos y sobre todo entrevistas; en los 90 hizo varios documentos, textos cortos, por ejemplo, el de “La izquierda: que cambie, para seguir su camino”, en el que reafirma las convicciones revolucionarias en un momento de dificultades, cuando el desplome del campo socialista.
Comenzó muchas búsquedas intelectuales para fundamentar posiciones, algunos de esos textos están en el libro Rojo y Negro de Milton Hernández y en una recopilación que aún no se ha publicado; entre las entrevistas están las de Marta Harnecker, María López Vigil, Ion Arregui, otras con periodistas europeos, hizo un texto de historia que preparó para la Escuela de cuadros del 96.
¿Cómo concebía Manuel la articulación entre la lucha política, el accionar militar y la lucha de masas?, ¿qué ajuste proponía a lo que era la práctica de ese momento?
Uno de los giros copernicanos que dio el ELN entre finales de los 70 y principios de los 80, fue incorporar lo relativo a la construcción del Poder Popular, significó ‘un antes y un después’, era dejar de decir que el poder lo toma un grupo para el pueblo, a decir que el poder se toma y se construye; a su vez fue un cambio de sujeto, esto lo tenía totalmente interiorizado Manuel, que la guerrilla es un aporte a la lucha popular revolucionaria, que es el conjunto del pueblo quien con su lucha logra las condiciones de acceso al poder. En esta época él comenzó a ejercer un liderazgo más decidido en el ELN.
Él daba un alto valor a las luchas de las masas, al papel del pueblo; junto con otros compañeros fue el gestor del planteamiento sobre la participación de la sociedad en los diálogos para la Solución Política del Conflicto.
SUS PRINCIPALES LEGADOS
¿En síntesis cuáles podrían ser sus principales aportes?
Su mayor aporte estuvo en mantener la continuidad de la construcción del ELN como una fuerza popular revolucionaria que busca los cambios y el socialismo para Colombia, sobre todo en los tiempos más tormentosos de la crisis de mediados de los 70, y luego en la crisis del socialismo en los 90, si bien fue un esfuerzo en muchas direcciones y de mucha gente él supo estar ahí y tener un liderazgo.
Otro de sus legados es la búsqueda de la unidad de los revolucionarios, de la izquierda, de los demócratas.
Un tercer legado es la Humanización de la Guerra, decía que si uno hace la Guerra en los mismos términos que la hacen las clases dominantes se degrada, la guerrilla no puede rebajarse a las mismas expresiones de barbarie de las clases dominantes; hacer una lucha insurgente contra un poder bárbaro exige superioridad moral e intelectual para distinguirse de la agresión despiadada de las clases dominantes, hay que comportarse en la guerra con unos criterios éticos.
Un cuarto legado es que hay que distinguirse del poder ejercido por las clases dominantes, fundarlo en un fuerte soporte ético, el asunto no solo es tener fuerza porque somos un poder al servicio del pueblo, un poder altruista que no busca beneficio personal o de grupo, en ese sentido el aporte de Manuel en la construcción del ELN es determinante.
LA ENFERMEDAD QUE SE LO LLEVÓ
¿Cómo fue lo de la enfermedad y la muerte de Manuel?
Él comenzó a tener una salud muy frágil por los paludismos que se le enquistaron en el hígado, este órgano se debilita tanto por el parásito como por la medicina, eso derivó en una hepatitis, la quina del tratamiento repetida muchas veces es mortal para el hígado, lo destruye.
En esa situación de fragilidad en el penúltimo año, él se echó encima unas tareas de mucho esfuerzo físico que acrecentaron la enfermedad, marchas de no menos de 10 días por caminos muy duros, sin mayores cuidados alimenticios, eso lo desplomó.
En septiembre del 97 por su agravamiento entramos un especialista que con un escáner portátil le midió el hígado, diagnosticó una situación crítica, tenía el hígado totalmente destruido, inmediatamente organizamos su salida pero ya era muy tarde porque tenía menos del 50 por ciento del hígado, el especialista nos dijo: está en un punto en que el hígado ya no se recupera; a pesar de esto batallamos, como pudimos lo sacamos, se le dio la mejor atención que había en ese momento, pero repito ya era muy tarde, él murió el 14 de febrero de 1998.
jueves, 25 de febrero de 2021
Curas y militares: ¿continuismo o transformación?
Curas y militares: ¿continuismo o transformación?
Por Marcelo Colussi | 24/02/2021 | Opinión
Fuentes: Rebelión
https://mcolussi.blogspot.com/
¿Qué significa la revolución socialista? Es un gran cambio en la historia, un parteaguas que marca un antes y un después. No es cualquier cambio: es la transformación político-social, económica y cultural más grande que pueda concebirse. Es, para ser congruentes con lo pensado por los clásicos decimonónicos, Marx y Engels, el inicio de un camino hacia el comunismo, hacia la sociedad sin clases sociales, aquella pretendida «unión de productores libres asociados«, aquel lugar donde rige la máxima «de cada quien según su capacidad, a cada quien según su necesidad«.
Ha habido algunos procesos de esos en la historia, muy pocos, que marcaron rumbo, que iniciaron un camino socialista, habiendo logrado fenomenales mejoras para su población: Rusia en 1917, China 1949, Cuba en 1959. Hubo procesos que se acercaron a la construcción de esos nuevos paradigmas: Vietnam, Corea, Nicaragua. Hubo igualmente numerosos momentos de cambio en la historia reciente, que no pasaron al socialismo en sentido estricto, pero fueron buenos intentos: los socialismos africanos, los socialismos árabes, interesantes procesos en Latinoamérica.
Sin dudas, cambiar radicalmente paradigmas no es fácil. De ahí que, pese a tanta sangre derramada, tantos esfuerzos, tantas luchas heroicas de pueblos que se alzaron contra las injusticias, lograr edificar una sociedad nueva es una tarea titánica. La toma del poder político, el asalto final a la Casa de Gobierno, es apenas un paso, minúsculo en relación a la magnitud del cambio en ciernes. Lo más dificultoso viene después: edificar el socialismo no es solo industrializar o electrificar un país, como decían los bolcheviques en 1917. Eso puede ser básico, pero no alcanza.
¿Qué significa entonces una revolución socialista? Es un cataclismo social, en el más amplio sentido de la palabra. Es decir: no se trata solo de cambiar -transformar de raíz, no con cambios cosméticos pasajeros sino cambios irreversibles- la estructura económica de base, confiscar en nombre del pueblo alzado las grandes propiedades privadas del capitalismo (extensiones territoriales, grandes empresas privadas de producción industrial o de servicios, la banca). No se trata solo de transformar el Estado, de órgano de dominación de clase en un Estado obrero-campesino-popular; no se trata solo de desarticular los órganos represivos de la otrora clase dominante: fuerzas armadas, policía, todos los mecanismos de control e inteligencia, sino que se trata también de cambiar la ideología, la cultura dominante, transformar de raíz el pensamiento autoritario, machista-patriarcal, racista, adultocéntrico, homofóbico que permea todas las sociedades. Es decir: es una revolución en todos los campos, al mismo tiempo, que libera todas las fuerzas sociales, las expande, que no tiene miedo a nada, que no es conservadora.
Sin dudas, la magnitud del cambio en juego es fabulosa. Por eso cuesta tanto, y no hay manual que presente los pasos «correctos» para lograrlo. ¿Quién es el encargado de ese cambio? Eso es un complejo proceso, y lo que las experiencias exitosas de revoluciones socialistas nos enseñan es que se deben conjugar necesariamente dos factores: una población hastiada de las injusticias y penurias debidamente movilizada, y un grupo que, en articulación con esa movilización, esté en condiciones de conducir políticamente toda esa energía. En otros términos: si no se dan ambos factores, con una potencia revolucionaria que saca de una vez a la hasta ese entonces clase dirigente, no hay revolución. Puede haber cambios superficiales, pero no revolución. La revolucionaria polaco-alemana Rosa Luxemburgo, analizando la revolución bolchevique de 1917, expresaba: «No se puede mantener el «justo medio» en ninguna revolución. La ley de su naturaleza exige una decisión rápida: o la locomotora avanza a todo vapor hasta la cima de la montaña de la historia, o cae arrastrada por su propio peso nuevamente al punto de partida. Y arrollará en su caída a aquellos que quieren, con sus débiles fuerzas, mantenerla a mitad de camino, arrojándolos al abismo«.
Una movilización espontánea, tal como las que se han visto en muchos puntos del mundo últimamente, y en especial hacia fines del 2019 antes que llegara -casualmente- la pandemia de COVID-19, sin conducción, sin proyecto político revolucionario a mediano y largo plazo, termina extinguiéndose; allí no hay revolución socialista (la Primavera Árabe, las cuantiosas protestas en Latinoamérica, los “chalecos amarillos” en Francia, etc.) Y una vanguardia -intelectual o guerrillera- sin conexión con las masas movilizadas, igualmente no es revolución socialista. Ejemplos de fracasos al respecto -tristes y estrepitosos en algunos casos- sobran en la historia. El mesianismo debe dejársele a los Mesías. Y parece que mesías, fuera del oratorio compuesto por Haendel en 1741, no hay.
Hablando de este segundo elemento, del grupo conductor, vale profundizar el análisis. «¿Qué representa una minoría organizada? Si esta minoría es realmente consciente, si sabe llevar tras de sí a las masas, si es capaz de dar respuesta a cada una de las cuestiones planteada en el orden del día, entonces esa minoría es, en esencia, el partido«, decía Lenin en 1920. Ahora bien: ¿quién forma ese partido, vanguardia, elemento de conducción o como quiera llamársele? Gente que tiene una firme convicción en el ideario socialista, gente con sólida preparación ideológico-política y con una ética de la solidaridad a toda prueba. Obviamente, ningún «político» de cualquier partido de la democracia restringida que presenta el capitalismo cumple con estos requisitos. Ellos son, en definitiva, quienes manejan el aparato que custodia los capitales y que está destinado a continuar con las cosas tal cual están. Puede haber maquillajes reformistas, socialdemócratas, pero de allí no pueden pasar. Si lo intentan (Salvador Allende en Chile con un socialismo por vía democrática, Jean-Bertrand Aristide en Haití con importantes reformas sociales o, salvando las distancias, John Kennedy en Estados Unidos intentando oponerse al poderoso complejo militar-industrial, por poner algunos ejemplos) terminan desplazados del poder con un golpe de Estado, o con un balazo en la cabeza.
Ahora bien: ¿pueden militares o religiosos ser revolucionarios? ¡Absolutamente imposible! ¿Por qué? Porque en su ADN ideológico no hay revolución posible alguna. Ambos estamentos sociales están preparados para otra cosa: obedecer y no cuestionar. «Un pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre» rezaba una pinta del Mayo Francés. Nunca más oportuna la cita: ejército e iglesia son instituciones conservadoras, hiper jerárquicas, autoritarias. No permiten el disenso, la pregunta creativa, el cuestionamiento.
Muchas de las experiencias de nacionalismo socializante que se ha dado, y se sigue dando, en Latinoamérica, con tonos antiimperialistas a veces, no pueden pasar de reformismos capitalistas con cierta preocupación social. Pero de revolución socialista: nada. Y muchas de esas expresiones han sido conducidas justamente por militares: Juan Domingo Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil, Jacobo Árbenz en Guatemala, Juan Velasco Alvarado en Perú, Omar Torrijos en Panamá, Hugo Chávez en Venezuela. Es que, si son militares los que conducen el cambio, no puede haber cambio revolucionario genuino y sostenible, porque ellos (muchos formados en el más visceral anticomunismo, incluso en la Escuela de las Américas regenteada por Estados Unidos) están listos para «matar enemigos», cumplir órdenes y desfilar (payasada que alimenta un pensamiento no pensante, que solo acata voces de mando). Solo para poner un ejemplo: en Guatemala, los comandos kaibiles -el grupo elite más avanzado- tenía como consigna militante sentirse «máquinas de matar». ¿Puede alguien preparado en esta lógica, en el más absoluto respeto a la autoridad sin cuestionamiento alguno, en el acatar sin deliberar, estar en condiciones de cambiar las estructuras profundas de la sociedad? ¡¡No, en absoluto!!, porque está preparado para conservar esas estructuras. El general Jorge Rafael Videla en Argentina no entendía por qué lo estaban juzgando como criminal de guerra, cosa que expresó públicamente, si se consideraba un «salvador de la patria ante el avance del comunismo internacional»… ¡Y tenía razón en su razonamiento! Si se dedicó a «matar enemigos», según los manuales con los que se formó, no podía entender por qué ahora lo criminalizaban. Él, al igual que todos los militares latinoamericanos, están para servir al capital, para mantener el estado de cosas y no para cambiarlo. Hugo Chávez en Venezuela pudo afirmar sin vergüenza que en ese país «no hay lucha de clases». «Nosotros, el Movimiento Bolivariano, yo Hugo Chávez, no soy marxista pero no soy antimarxista. No soy comunista pero no soy anticomunista«. ¿De verdad? Intríngulis difícil de digerir.
¿Y los curas? Su máxima expresión de preocupación social fue la Teología de la Liberación, surgida luego del Concilio Vaticano II, cuando la iglesia católica, en sintonía con el clima contestatario dominante en ese entonces: década de los 60 del siglo XX, propuso su «opción preferencial por los pobres». Pero «optar por los pobres» no significa transformar de raíz su situación de exclusión histórica. Fue un movimiento importante, sin dudas, que incluso sirvió para alimentar grandes luchas sociales en su momento, e incluso movimientos de acción armada, pero que no pudo pasar de un reformismo samaritano. En numerosas ocasiones los sacerdotes (¡todos varones, ni una sola mujer!, déficit inaudito ya de entrada) se plantearon la posibilidad de salirse de la curia romana, mas nunca lo hicieron. Finalmente, como proyecto transformador no cuajó, no pasó nunca de una buena intención. Más aún: en Latinoamérica fue neutralizado por la llegada en masa de los nuevos cultos neopentecostales, con un discurso enfermizamente anticomunista e individualista. Al no salirse de la égida de Roma, acatando las órdenes del Vaticano finalmente, terminó esfumándose (la imagen del padre Ernesto Cardenal arrodillado frente al Papa Juan Pablo II pidiéndole perdón en Managua lo dice todo).
Definitivamente un proceso revolucionario necesita de revolucionarios. O, para decirlo de otro modo (pues suena demasiado altanero, petulante, cuestionable incluso llamarse «revolucionaria» una persona; los pueblos, a veces, son revolucionarios), necesita la conjunción de masas movilizadas y conducción coherente. Alguien preparado para matar, o alguien que hizo votos de castidad, definitivamente no puede entender de verdad lo que es la gente común (que no mata y que sí tiene actividad sexual).
Por tanto, sabiendo que curas y militares no pueden, aunque quieran, llevar adelante un proceso revolucionario (en las academias castrenses y en los seminarios se prepara a jóvenes para distanciarse de la gente, para sentirse distintos, para no cuestionar el orden dado), sabiendo todo eso, habrá que pensar en algo distinto. Todos los procesos de reforma social con talante antiimperialista que se conocieron en Latinoamérica a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI impulsados por militares «progresistas» terminaron fracasando, no caminaron hacia el socialismo. Cuba se mantiene. ¿Habrá que estudiar el porqué? Todos los procesos conocidos en Latinoamérica inspirados en la Teología de la Liberación, murieron. ¿Habrá que estudiar el porqué? Una revolución socialista la hace la gente común, que no está preparada solo para recibir órdenes. Diferencia absolutamente fundamental.
El Salvador: los retos para después
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El Salvador: los retos para después
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Por Luis Armando González | 25/02/2021 | América Latina y Caribe
Fuentes: Alainet
Después de las elecciones del domingo 28 los desafíos para los poderes que surjan de esa reconfiguración, cualesquiera que éstos sean, son de envergadura.
En El Salvador nos preparamos para otro evento electoral, este próximo 28 de febrero 2021, en el que serán elegidos los diputados, alcaldes y consejos municipales para los siguientes tres años. Una parte importante de las energías mentales (de analistas y ciudadanos en general) se gastan en los cálculos de cómo quedará conformada la Asamblea Legislativa después de este domingo.
Las discusiones resultan agobiantes, sobre todo porque lo más seguro es que de ellas (de las discusiones) no se derive un cambio de lo que vaya a suceder durante las votaciones. Pero las personas discuten como si de sus opiniones, o por ellas, fuera a resultar algo distinto a lo que sucederá ese día. No pocos creen que al insistir en sus vaticinios (y deseos) estos se harán realidad. De tal suerte que no es extraño leer o escuchar formulaciones contundentes acerca de cuáles serán los resultados electorales, cuyos autores parecen creer que al proclamarlos los hacen efectivos.
En experiencias electorales pasadas, hubo quienes, desde los medios, incluso cuando estaban por cerrarse las votaciones o cuando ya se habían cerrado, insistían hasta el cansancio en sus vaticinios y predicciones, cuando de lo que se trataba era simplemente de esperar información sobre los resultados efectivos, en lugar de estar creyendo que las cosas serían distintas a partir de las opiniones que se ventilaban. Eso lejos de ayudar a calmar los ánimos y las pasiones, las mantenía encendidos a partir de predicciones fuera de lugar porque, una vez que cerradas las urnas, ya estaba decidido qué parte del pastel electoral le había tocado a cada cual.
Esta historia se ha venido repitiendo desde hace mucho tiempo en El Salvador, y ahora parece que tendremos una edición más de análisis electorales dedicados a predecir algo que, en unos pocos días, ya no será objeto de predicción sino de un hecho consumado. Un hecho consumado sobre el cual sí valdrá la pena reflexionar.
A una semana de las elecciones, nadie puede decir, con certeza científica –una certeza siempre aproximada, por cierto— cuál será su resultado. Pero no hay que comer ansias: ese resultado será el que decidan quienes vayan a votar, como sucede siempre. Y, a partir del mismo, se tendrá una configuración determinada del poder legislativo y municipal que marcará los rumbos del país, durante tres años, en lo que concierne a ese poder estatal y a ese poder local.
Después de las elecciones del domingo los desafíos para los poderes que surjan de esa reconfiguración, cualesquiera que éstos sean, son de envergadura. Se tienen en el país problemáticas que, a estas alturas, son impostergables para los poderes públicos y, en rigor, para las autoridades estatales, centrales y municipales, y para el conjunto de la sociedad. La problemática del medio ambiente, con sus aristas inocultables: el agua y los desechos sólidos, requiere una atención inmediata. Pero hay más problemas en la lista: la salud pública requiere una operación de cirugía mayor para ponerse a punto, en vistas al bienestar de la mayor parte de la población. Y ambos problemas se conectan con otros que son esenciales: las finanzas públicas, el sistema tributario y el modelo económico.
Y la lista sigue: hay un cúmulo demandas sociales, algunas de las cuales tienen por base necesidades vitales, que no pueden esperar más. Muchas de esas demandas y necesidades tienen marcos legales y derechos humanos que las amparan y ordenan su atención, pero en realidad lo de fondo es que atañen a la dignidad humana, que se ve pisoteada por la pobreza, la precariedad, las desigualdades, el abandono y los abusos, provenientes estos últimos de ámbitos privados (del sistema financiero, por ejemplo) y públicos.
Las problemáticas reseñadas, y otras, no conciernen a un partido, a una ideología o a una fracción legislativa. Ni siquiera, en exclusiva, a la Asamblea Legislativa o a los gobiernos locales. Conciernen al Estado como un todo y a la sociedad, con los diversos sectores y grupos que la conforman.
Por lo anterior, la configuración legislativa y municipal que resulte del domingo 28 tendrá importantes responsabilidades de cara a no sólo a las necesidades y demandas de la sociedad salvadoreña, sino en el diseño de un país en el que la dignidad de sus habitantes se proteja por encima de cualquier otra consideración. Esperemos, pues, el desenlace electoral del domingo; y, después de ese día, reflexionemos sobre cómo, tanto desde las instancias estatales como desde el quehacer social (gremial, empresarial, universitario, mediático, religioso, etc.), se abordarán problemáticas que, en definitiva, son asunto de todos los que vivimos en El Salvador.
Luis Armando González es Licenciado en Filosofía por la UCA. Maestro en Ciencias Sociales por la FLACSO, México. Docente e investigador universitario.
Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/211096
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miércoles, 24 de febrero de 2021
Texas, un estado fallido por el modelo neoliberal
Texas, un estado fallido por el modelo neoliberal
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Por Alberto López Girondo | 24/02/2021 | EE.UU.
Fuentes: Tiempo Argentino
La tormenta Uri desnudó las falencias de los servicios públicos: 13 millones de hogares sin agua, 500 mil sin luz y 15 millones de personas sin calefacción y tarifas que se disparan por el consumo plantearon el debate sobre la desregulación y la falta de controles.
La ola de frío que atraviesa Estados Unidos dejó al descubierto las falencias del modelo neoliberal aplicado con fervor en Texas y pone en jaque el proyecto independentista que alienta con regularidad.
Que una tormenta deje a 13 millones de hogares sin agua, a 500 mil sin electricidad, a unos 15 millones de personas sin calefacción, provocando una veintena de muertos, en otros países daría para llamarlo un estado fallido. En ese rico territorio, los medios y el establishment eligieron culpar a los ambientalistas, que propugnan el uso de energías alternativas en lugar de las tradicionales, que siguen siendo la gran fuente de ingresos de las corporaciones privadas. Para agravar esta crisis, gran parte de México se quedó sin energía eléctrica porque depende del gas que compra en Texas desde que la liberalización de la economía allí también.
Con récords de 20 grados bajo cero, la tormenta Uri produjo una cadena de calamidades, todas ellas previsibles. Los caños de agua estallaron por el frío, lo mismo que los ductos de gas. Esto provocó una serie de cortes de energía de las plantas alimentadas con combustible justo cuando en muchas viviendas necesitaron calentarse por algún medio para no morirse de fío. Para evitar el congelamiento de los caños, se sabe, es necesario dejar una canilla goteando, pero eso aceleró dramáticamente el consumo.
Las autoridades recomendaron hervir el agua para evitar posibles contaminaciones. Toby BaKer, de la Comisión de Calidad Medioambiental de Texas dijo a la radio NPR que tuvieron que emitir 250 alertas sobre la calidad del agua en 110 condados del estado ya que “hay unos 332 sistemas dañados”.
Donde más controversias se generaron es en el sistema eléctrico. En Estados Unidos coexisten tres sistemas de interconexión. El de la Este, el de la costa Oeste y Texas, que no está conectado con el resto del país. En 1935, durante el primer gobierno de Franklin Roosevelt -cuenta Kate Galbraith en el Texas Tribune- se dictó la Ley Federal de la Energía. Ese estado, que adhirió en 1845 pero se reservó el derecho a irse de la Unión cuando quisiera, aprovechó esa circunstancia para dejar su servicio eléctrico sin controles federales.
En 1976, los tejanos formaron un ente que maneja la provisión de energía, ERCOT (Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas). En pleno auge neoliberal, en 1999 se liberaron totalmente los precios. Tienen libre flotación de acuerdo a la demanda en casi todo el estado. El problema de este temporal es que por el aumento del consumo, la tarifas crecen hasta un 10.000%, pudiendo llevar la factura de una casa familiar a cerca de 100.000 dólares.
Un estudio realizado en 2019 por la Coalición de Texas para la Energía Accesible (CAPTX por sus siglas en inglés) que reúne a usuarios de unas 160 ciudades, revela que en esos 20 años los tejanos que padecen el servicio no regulado pagaron cerca de 22.000 millones de dólares más que si hubieran seguido siendo clientes de servicios regulados.
La catástrofe climática, que es fácil atribuir al cambio climático, juega también en esta partida. “Las casas en Texas generalmente están diseñadas sobre la idea de mantener el calor afuera, no de retenerlo”, tuiteó el novelista Mark Sumner. El frío inesperado obligó a miles a salir en busca de garrafas de gas envasado. Entre que las carreteras estaban bloqueadas por la nieve y el mayor consumo, los centros proveedores estaban totalmente vacíos. Lo mismo ocurrió con las góndolas de los supermercados, literalmente arrasadas por los pobladores.
El mensaje brutalmente libertario si fluyó. El alcalde de Colorado City, Tim Boyd, pretendió salvar su responsabilidad alegando que “nadie le debe nada a usted ni a su familia. ¡Tampoco es responsabilidad del gobierno local apoyarte en tiempos difíciles como estos! ¡Nadar o hundirte, es tu elección ¡Estoy harto y cansado de que la gente busque la maldita caridad!”. Tuvo que renunciar.
El Premio Nobel de Economía Paul Krugman también terció en la discusión en su habitual columna del The New York Times. “A diferencia de otros estados, Texas ha optado por no presionar a las compañías eléctricas para que instalen capacidad adicional y así hacer frente a posibles emergencias. Esto hizo que la electricidad fuera más barata en tiempos normales, pero dejó al sistema vulnerable si algo salía mal”, dijo, y agregó: “Después de que una ola de frío de 2011 dejó a millones de tejanos en la oscuridad, la Comisión Federal de Regulación de Energía instó al estado a acondicionar sus plantas de energía con aislamiento, tuberías de calor y otras medidas. Pero Texas, que cortó deliberadamente su red eléctrica del resto del país precisamente para evadir las regulaciones federales, sólo ha implementado parcialmente las recomendaciones”.
Tras el colapso de la red eléctrica, el gobernador Greg Abbott prometió una reforma de ERCOT. “La red ERCOT se ha derrumbado exactamente de la misma manera que la antigua Unión Soviética. Cojeó debido a la falta de inversión y la negligencia hasta que finalmente se rompió en circunstancias predecibles”, consideró Ed Hirs, de la Universidad de Houston en el Los Angeles Times. «
Exportación de cortes
Texas no solo exporta gas a México. También le regaló cortes de electricidad a 42 millones de clientes de la Comisión Federal de Electricidad. Sucede que desde los ’90, México fue perdiendo soberanía energética y gran parte de la electricidad es provista por empresas privadas que compran del otro lado de la frontera. Y como los conductos de gas que alimentan las usinas estaban congelados, quedaron sin servicio.
Los medios y la feroz oposición a Andrés Manuel López Obrador se ensañaron con esta crisis en particular y desataron un vendaval de criticas contra su gobierno. AMLO apuntó a dos factores: por un lado, obviamente, a la ola de frío inusual, pero también a las alzas en el precio de los combustibles del 5000% en los últimos días.
México tuvo una importante infraestructura energética y el país figura como uno de los grandes productores de petróleo y gas natural del mundo. Hasta que en las últimas décadas, los planes neoliberales lograron el milagro de que México tuviera que importar energía a un valor en 2020 de 18 mil millones de dólares.
Fuente: https://www.tiempoar.com.ar/nota/texas-un-estado-fallido-por-el-modelo-neoliberal
México tras la prohibición del glifosato y el maíz transgénico
Los desafíos de México tras la prohibición del glifosato y el maíz transgénico
Además de decretar la prohibición a la Administración Federal de comercializar o promover el glifosato, el Gobierno mexicano propone que el maíz transgénico sea eliminado de la dieta de la población. El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez, revela a Sputnik cómo hacerlo.
Hoy, el maíz transgénico —el maíz amarillo— entra a México desde Estados Unidos, dónde el 90% de la producción de este cereal se hace con semillas genéticamente modificadas para interactuar de diversa manera con el entorno: las más comunes vuelven a las semillas inmunes al herbicida glifosato (Maíz RR) y otras, por ejemplo, resistente a algunos insectos, como los lepidópteros (Maíz Bt).
Aunque existe un puñado limitado de cultivos que han logrado ser registrados como transgénicos (como las modificaciones en el maíz, soya, algodón, alfalfa), el uso de los herbicidas asociados a ellos se masificaron hacia cultivos que no los son.
La tecnificación del trabajo agrícola es el elemento que completa la tríada que sostiene al agronegocio: semillas genéticamente modificadas, agro-químicos y siembra directa. Gracias a la promoción de la siembra directa como forma de producir, se puede concentrar en un solo trabajador la cobertura de grandes extensiones de tierra, que antes requerían muchas personas, ahora sustituídas por maquinaria y químicos. Así, se operó un cambio en la estructura laboral del trabajo agrícola, aparejado a la difusión del modelo industrial de transgénicos y agroquímicos.
Aunque se asume que el maíz transgénico al entrar en México se utiliza como alimento de engorde para granjas animales, no está descartado que llegue por vías alternas al consumo humano.
Según confirmó a Sputnik el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez, se desconoce el rumbo que esos maíces toman en la industria agroalimentaria mexicana.
"Los transgénicos entran al consumo humano a través del consumo de alimentos de origen animal y por otras vías, puesto que no hay una correcta trazabilidad de estos maíces importados, y no estamos seguros que no se estén también desviando al consumo humano", señaló.
En 2017, un estudio realizado por la científica Elena Álvarez-Buylla, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), probó que en el 90,4% de las tortillas que consumen los mexicanos contienen "secuencias" de maíz transgénico; así como el 82% de las tostadas, harinas, cereales y botanas que son otras de las variadas formas de consumir cotidianamente el maíz en México.
Álvarez-Buylla es la actual titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), una de las tres instancias principales que tendrán a su cargo el proceso de "sustitución del glifosato", que se estableció por decreto presidencial el 31 de diciembre de 2020 y pone como plazo al 31 de enero de 2024 para cumplir este propósito.
Autosuficiencia y soberanía
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria explicó en diálogo con Sputnik que actualmente México tiene una producción suficiente de maíz blanco para consumo local, pero al mismo tiempo sufre un déficit de maíz amarillo que por eso se importa desde Estados Unidos —el transgénico— . Este es permitido únicamente para ser usado como alimento de ganado o insumo industrial ultra procesado.
"Sin embargo, en México tenemos un gran potencial productivo. Por un lado, tenemos 8 millones de hectáreas que producen anualmente 28 millones de toneladas de maíz, mientras se importan 16 millones de toneladas desde Estados Unidos. Estamos haciendo un esfuerzo de acompañamiento técnico y financiamiento a la producción para subir nuestros rendimientos de maíz de 3,5 toneladas por hectárea a 5,4 toneladas", detalló el subsecretario mexicano.
Según el cálculo de Suárez Cabrera, ese aumento del rendimiento nacional por hectárea proyectado hacia el año 2024, "permitirá pasar de 28 millones de toneladas que producimos hoy, a 40 o 42 millones de toneladas con las que sustituir las importaciones de maíz amarillo".
El otro punto importante de esa proyección hacia la autosuficiencia del maíz mexicano tiene que ver con la semilla, dado que existe una puja entre el avance de las genéticamente modificadas —que cobran regalías y patentes por el "conocimiento" que llevan en su interior— y la amplia diversidad de semillas de maíz que tiene México, por ser centro de origen de este cultivo que sus ancestros domesticaron para la humanidad y por eso, contiene todo el abanico genético de esta planta en sus variedades autóctonas.
"Además de la riqueza genética del maíz también tenemos un cuerpo de genetistas y fito-mejoradores mexicanos de primera línea, que complementan la estrategia de incrementar de producción de maíces forrajeros para el sector pecuario e industrial que eventualmente, nos permita ir sustituyendo esas 15 o 16 toneladas de maíz amarillo importado, que en su totalidad es transgénico", apuntó Suárez a este medio.
Pero sobre todo, mencionó como impulso el decreto presidencial que instruye una transición hacia el 2024, "para que en las mesas de los mexicanos no haya alimentos producidos con maíz transgénico", señaló.
El Gisamac
El Grupo intersecretarial de salud, medio ambiente y competitividad (Gisamac) es el "mecanismo de coordinación que está impulsando un cambio estructural en el sistema agroalimentario y nutricional de México", expicó Suárez Cabrera.
El subdirector de la Secretaría de Agricultura tiene un activo papel público en la promoción del "fin de la Revolución verde", y apuntó que esta tarea no puede ser asumida únicamente por una única dependencia del Estado, sino que por su magnitud, los problemas de agricultura y alimentación "son transversales, transdisciplinarios y para enfocarlos en su complejidad, requieren esta coordinación".
El Gisamac fue iniciado por Suárez desde la Secretaría de Agricultura, el salido Víctor Toledo lo hacía por la Secretaría de Medio Ambiente —que ahora está en manos de María Luisa Albores— y Hugo López Gatell, por la Secretaría de Salud.
Suárez Carrera expresó que desde el Gisamac se "busca construir un nuevo sistema agroalimentario y nutricional con cuatro características ineludibles: que sea justo, saludable, sustentable y competitivo".
Apuntó que a partir de la elaboración conjunta de un diagnóstico del problema agroalimentario de México, el grupo intersecretarial trazó una estrategia de transformación a mediano plazo. En esa línea se conjuntan el nuevo etiquetado frontal de alimentos ultraprocesados y bebidas altas en azúcares añadidos y luego, el decreto del glifosato y el maíz transgénico.
En el horizonte inmediato señaló la adopción de medidas de regulación de la sobre-explotación de los mantos acuíferos en México, "ordenar el desorden que prevalece en la administración del agua y su abastecimiento en todas las regiones marginadas del país"; también el fomento de mercados locales de producción y consumo de alimentos frente a las largas cadenas de traslado y distribución; así como la inclusión de educación en salud alimentaria en niveles básicos y primaria de escuela y la regulación de la publicidad de los alimentos dirigidos a los niños.
martes, 23 de febrero de 2021
Sandino y nuestro tiempo
Sandino y nuestro tiempo
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Por Gustavo Espinoza M. | 23/02/2021 | América Latina y Caribe
Fuentes: Rebelión
En una reunión del Mando Militar de su país celebrada en la capital de Nicaragua a las 5 de la tarde del miércoles 21 de febrero de 1934, Anastasio Somoza García, el Jefe del Ejército de entonces, dijo: «Vengo de la embajada (norte) americana donde acabo de sostener una conferencia con el embajador Arturo Bliss Lañe, quien me ha asegurado que el gobierno de Washington respalda y recomienda la eliminación de Augusto César Sandino, por considerarlo un perturbador de la paz del país».
Seis horas después, antes de la medianoche, el invicto caudillo popular fue secuestrado y asesinado. Fue ese el inicio de un aciago periodo de la historia en el que La Estirpe Sangrienta –los Somoza- se apoderaron del país y mantuvieron sometido a su pueblo por más de cuatro décadas.
Cuando en 1961 por iniciativa de Carlos Fonseca Amador, se creó el Frente Sandinista de Liberación Nacional, se marcó el inicio del fin de esa etapa siniestra. La lucha, que duró 18 años, finamente se coronó con la victoria cuando la dictadura fue derribada y las huestes sandinistas hicieron su ingreso a Managua en medio del más expresivo fervor ciudadano.
Hoy se recuerda el 87 aniversario del infausto acontecimiento que acabó con la vida del General de Hombres Libres, como se le llamara Henri Barbusse, el célebre autor de “El Fuego”; y se puede apreciar desde lo alto de la Loma de Tiscapa su estatua de acero, de 18 metros de altura, que domina completamente el escenario de la capital nicaragüense.
Cuando Sandino inicio su lucha contra las tropas norteamericanas de ocupación, fue fiel a un concepto que mantuvo desde el inicio, hasta el fin de la guerra: “la soberanía de un Estado, no se discute. Se defiende con las armas en la mano”.
Esa, no fue una frase vacía. Fue el resultado de una segura voluntad, y se confirmó con el accionar de este valeroso combatiente que, desde la sierra de Las Segovias, supo enfrentar, y derrotar a los agresores, que debieron retirarse vencidos en diciembre de 1933.
El “Pequeño Ejército Loco” -como se le conoció también al destacamento guerrillero que hizo frente a la Infantería de Marina de los Estados Unidos- fue creado por tan sólo 29 obreros de la mina San Albino y alcanzó a contar un total de 514 combatientes que lucharon durante 6 años en las condiciones más adversas, hasta conseguir la victoria.
Nuestro Mariátegui, admirador de la experiencia de Sandino, tuvo un juicio categórico en torno a la materia. El 10 de noviembre de 1928, en la revista Variedades, y bajo el título de “Las elecciones en Estados Unidos y en Nicaragua” aseguró que “el único camino de resistencia activa al dominio yanqui, era el camino heroico de Sandino”.
Han pasado 87 años de aquellos acontecimientos luctuosos en los que se derramara la sangre generosa de un pueblo hermano. Pero allá y acá, en todo el continente, aun se libra la batalla por rescatar la soberanía de los Estados y recuperar las riquezas de las naciones.
En este periodo, se han desplegado diversas formas de lucha, pero las esenciales han sido orientadas a un mismo objetivo: recuperar la estela que dejara la imagen de Sandino en el corazón y en la conciencia de los pueblos de América Latina.
Hoy, efectivamente Nicaragua marcha por el derrotero que trazara ese valeroso guerrillero al asestar a las tropas norteamericanas su primera derrota militar en nuestro continente. Forja, en efecto, una sociedad distinta en la que se hace realidad el sueño de los pueblos.
Pero todos somos conscientes que la batalla es más amplia, y que no se circunscribe a los estrechos límites de un país, o de otro. Se trata de una contienda de alcance continental en la que se juega la vida, y el destino, de millones de personas.
Por todo eso asoma ante los ojos de los pueblos el Proceso Emancipador Latinoamericano, y resplandece la espada de Bolívar. Recientemente fue posible asestar a la clase dominante duros golpes.
Se logró doblegar en Argentina, el proyecto neo liberal del Macrismo; abatir, en Bolivia a la siniestra mafia fascista que asestara un golpe al pueblo en noviembre del 2019; paralizar la iniciativa de la derecha más reaccionaria en Chile.
El próximo 11 de abril tendremos planteada una nueva batalla, también de alcance continental. El mismo día, y a las mismas horas, la ciudadanía de Ecuador, Perú y Chile estarán abriendo su propia puerta hacia el futuro.
En la Patria de Olmedo será posible retomar el rumbo de la Revolución Ciudadana. En la tierra de Neruda, eligiendo su Convención Constituyente, se dará sepultura al cadáver maloliente del Pinochetismo. Y en el Perú, en el marco del Bi Centenario, se deberá asestar una dura derrota a la Mafia Tradicional imponiendo un cambio real del escenario político y abriendo paso a la capacidad creadora de todo el pueblo.
Desde lo alto de la Loma de Tiscapa, Sandino, oteando el horizonte, alentará a cada uno de los nuestros para afirmar la victoria. Esta vez, la embajada de los Estados Unidos, no podrá impedirlo
Comentario Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 28 de febrero al 6 de marzo de 2021 – Ciclo B
Servicio Bíblico Latinoamericano
Semana del 28 de febrero al 6 de marzo de 2021 – Ciclo B
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Domingo 28 de Febrero
2º de Cuaresma
Leandro (600)
Gn 22,1-2.9a.10-13.15-18: El sacrificio de nuestro padre Abrahán
Salmo 115: Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida
Rom 8,31b-34: Dios no perdonó a su propio Hijo
Mc 9,2-10: Este es mi Hijo muy amado
Después del anuncio de la pasión y del llamado al seguimiento, Marcos introduce el relato de la transfiguración (Mc 9,2-8). Algo así como una “Pascua anticipada”, junto a una crucifixión igualmente “anticipada”. Después viene la discusión sobre la resurrección y el retorno de Elías (Mc 9,9-13) y la historia de la sanación del niño mudo (Mc 9,14-29). Según Javier Pikaza, los tres relatos tejen un tríptico eclesial que vincula la experiencia de oración, la fe sanadora y el anuncio de la pasión y la resurrección. Así la experiencia pascual (transfiguración) está unida a la acción liberadora.
Veamos en primer lugar la fuerza simbólica del relato, y después “ataremos cabos” para resaltar el mensaje para nuestro HOY:
“Seis días” que evocan los “seis días” de la creación, o los “seis años” de trabajo antes del “año sabático”. Es pues, tiempo productivo, de siembra, de actividad, de preparación. En este ambiente sucede la transfiguración. Pudiéramos decir que la transfiguración pertenece a “otro tiempo”, que irrumpe en el “tiempo ordinario”, con el fin de producir un contraste, un desequilibrio, un llamado de atención, una corrección.
“Tres discípulos”: Pedro, Santiago y Juan, en representación de la comunidad discipular conducida por Jesús. La humanidad masculina en camino al encuentro transformador con la divinidad. Quizá por ello más necesitada de la corrección que va a desarrollarse en lo alto del monte.
“Vestidos resplandecientes” para resaltar la transformación, en donde el resplandor y la blancura expresan la profundidad y la integridad del cambio operado. Las primeras comunidades cristianas usaron vestidos blancos recién lavados para simbolizar la nueva vida que se proponían vivir. Los vestidos exteriores son expresión de los profundos cambios en el interior de las personas.
“Tres seres resplandecientes”: Jesús, Moisés y Elías, en representación de la “comunidad celestial” en comunión. También masculina. Quizá por ello, el encuentro de las dos comunidades sólo suma “seis” ... La plenitud del “siete” tendrá lugar mediante la inclusión de la comunidad femenina.
“Tres tiendas”, simbolismo del éxodo y del Dios del éxodo, experiencia tribal originaria y fundacional de Israel. El tiempo de las tiendas es también tiempo de alianza tribal, de solidaridad, de igualdad. En la fiesta de las tiendas sukkot cada familia hacía una choza y habitaba en ella, recordando la salida de Egipto.
Tenemos un énfasis en el simbolismo trinitario: 3 seres celestiales (Jesús, Moisés, Elías), 3 discípulos (Pedro, Juan, Santiago), 3 chozas (éxodo); tres veces tres junto con la gloria de Dios. Tres significa comunidad, perfección, plenitud. Es la propuesta comunitaria de Dios para la humanidad a partir del mismo ser trinitario de Dios. Es el proyecto a construir una vez que se regrese a la llanura.
“Nube”, para los pueblos del desierto significa sombra, lluvia, vida, alegría, bendición. Por eso, siempre está relacionada con Dios. Es un signo visible de la presencia y la compañía gratificante de Dios. Así lo fue durante la travesía del pueblo por el desierto, Dios caminaba delante de él señalando el camino. La voz y la nube van junto al pueblo, cuando este decide construir el proyecto de Dios.
“Subir el monte alto”: evocando Horeb-Sión, lugar donde Moisés y Elías se vieron “cara-a-cara” con Dios. Epifanía que revela el proyecto de Dios y que da fuerza y sabiduría para llevarlo a cabo. Ascenso humanizador, en cuanto capacidad y decisión para realizar lo revelado por Dios.
“Descender del monte”: a la llanura, para el encuentro y la transformación humana y social. En el descenso, quienes experimentaron la resurrección, discuten sobre la “resurrección de los muertos”. El monte está relacionado con la resurrección y la llanura con la muerte. Evocación de los orígenes de Israel en las montañas tribales en contraste con las llanuras tributarias e idolátricas. Producir tal contraste es la tarea permanente de quienes “descienden del monte”. De ahí el imperativo a descender.
En el camino a Jerusalén era necesaria la transfiguración. Galilea había mostrado el “éxito” del reino de Dios. La comunidad discipular identificó allí la realización de los tiempos mesiánicos relacionados con los milagros de Jesús y con las multitudes necesitadas. La expectativa judía de un Mesías liberador de la opresión romana estaba siendo respondida. La comunidad discipular aún no salía de estos moldes mesiánicos. Cuando Jesús anuncia su pasión y crucifixión, hay alarma y desconcierto. No se entiende un mesianismo que pase por la cruz. Para “corregir” esta situación vivida por la comunidad post-pascual de Marcos, el relato introduce la transfiguración.
No sabemos cuál sea el contenido materialmente histórico de este relato teológico, ni es importante conocerlo; este relato, como todo el evangelio, no está escrito tanto “para que sepamos” un dato material de la vida de Jesús, sino “para que creamos”, para alimentar nuestra fe subrayando un aspecto de una verdad salvífica (no una verdad física). Para comunicarnos un mensaje espiritual (una verdad profunda), sin que importe la veracidad fáctica del hecho que sirve de símbolo-vehículo para la transmisión de ese mensaje (o sea, aunque como verdad superficial no fuera cierto tal hecho).
Lo que en el sentido profundo se trasmite en el texto es una vivencia fundamental para toda persona humana, que lo fue sin duda también para Jesús: la necesidad de transcender la superficie de las cosas para captar su sentido profundo. En un momento privilegiado de gracia, los discípulos pudieron acceder a una visión más honda de lo que significaba aquél Jesús humilde que les acompañaba “como uno de tantos”. Y eso les dio ánimos y les fortaleció para continuar la “subida a Jerusalén”.
La fe es la que opera esa “transfiguración”; por ella la vida real, tantas veces chata y sin relieve, rutinaria o hasta decepcionante, se “trasfigura”, mostrándonos sus riquezas de sentido, su trasfondo de dimensiones transcendentes, hasta hacernos experimentar incluso que “todo es gracia”, como dijo Bernanos. Ante esa visión transfigurada de la realidad, uno se extasía, sentimos el deseo de detener el tiempo para contemplar y saborear... Pero esos momentos privilegiados, transfigurados, son excepciones; a lo largo del camino hacia Jerusalén hay pocos montes Tabor...
La fe es la que debe suplir y hacer posible en el fondo del corazón la fuerza para subir al monte Tabor, incluso cuando podamos estar más cerca del otro monte, el Calvario… La fe nos puede dar “una visión contemplativa de la realidad”, una visión mayor, penetrante, transfiguradora, anticipadamente escatológica incluso. Este poema de Casaldáliga que les ofrecemos parece expresar algo semejante.
"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva"
Entonces veré el sol con ojos nuevos
y la noche y su aldea reunida;
la garza blanca y sus ocultos huevos,
la piel del río y su secreta vida.
Veré el alma gemela de cada hombre
en la entera verdad de su querencia;
y cada cosa en su primero nombre
y cada nombre en su lograda esencia.
Confluyendo en la paz de Tu mirada,
veré, por fin, la cierta encrucijada
de todos los caminos de la Historia
y el reverso de fiesta de la muerte.
Y saciaré mis ojos en Tu gloria,
para ya siempre más ver, verme y verte.
El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 68 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil. El audio, el guión, y su comentario bíblico-teológico, pueden ser tomados de aquí: https://radialistas.net/68-en-la-cumbre-del-tabor/
Para la revisión de vida
- ¿Hasta qué punto me fío yo de la Palabra de Dios, como Abraham?, ¿cómo reacciono cuando esa Palabra me trae complicaciones y comporta dificultades a mi vida?
- Abraham no se reservó para sí ni a su propio hijo, y eso que era el medio necesario para el cumplimiento de la promesa que Dios le había hecho de tener una numerosa descendencia... ¿También yo soy capaz de ofrecerle y entregarle todo? ¿O hay zonas o realidades de mi vida que yo no estaría dispuesto a entregar a Dios si me lo pidiera?
- ¿Necesito yo un alto en el camino -como el que proporcionó Jesús a sus tres discípulos en el monte Tabor- para verle transfigurado y transfigurar así también mi vida? ¿Me ayuda la fe a ver las dimensiones profundas de la realidad? ¿Me ayuda a transfigurarla?
Para la reunión de grupo
- La fe de Abraham fue "una fe contra toda evidencia"... ¿una especie de "obediencia ciega"? Se trata fundamentalmente de un símbolo que no hay que extrapolar tomándolo a la letra. Teniendo eso en cuenta: ¿la fe, puede estar contra la evidencia de la razón? ¿Fe y razón pueden oponerse contradictoriamente? ¿Puede estar la fe en contra del «sentido común»?
- El ser humano no sólo es un “animal racional”, al decir de Aristóteles, sino que es también un “animal de sentido”, lo que es una definición mucho más profunda. Necesita un «sentido» para vivir. Y lo necesita tanto o más que los bienes materiales necesarios para su vida. Sin sentido, su vida se hace sencillamente insufrible, insoportable. ¿Qué relación tiene la cultura y la religión con esta necesidad antropológica fundamental?
- Estamos en un tiempo sin utopías, donde todo se compra y se vende y se calcula fríamente... ¿Qué mensaje nos trae el símbolo de la transfiguración a este tiempo de mirada tan corta?
- Abraham no es «nuestro» padre en la fe, sino el padre de tres religiones monoteístas, las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islamismo. ¿No parece que tenemos bastante infravalorada esta «consanguinidad» o especial relación que deberíamos tener, que debería unirnos a las tres religiones? Sin ir más lejos: ¿qué relación tenemos desde mi comunidad cristiana con comunidades de religión judía o islámica de nuestra propia ciudad o región?
- (La citada obra "Un tal Jesús" incluye un episodio sobre la Transfiguración, elaborado con bastante libertad literaria, el capítulo 68, que se presta a ser escuchada (leída o representada) y dialogada en grupo. El comentario bíblico teológico que acompaña al episodio –en el libro– es excelente; puede tomarse de http://www.untaljesus.net/audios/cap09b.mp3).
- El pasaje de la transfiguración puede causar un malentendido lamentable, si nos lleva a imaginar que Jesús, "por dentro", o sea, en su conciencia psicológica de persona humana, sabía y veía y sentía todo “como Dios”, sólo que lo estaría "disimulando" o reprimiendo continuamente, aparentando "ser normal"... Tema difícil, pero importante, éste de la "conciencia psicológica" de Jesús. Tal vez puede ser oportuno tener una charla, un intercambio con una persona entendida en cristología... o estudiar este aspecto en el conocido libro de José Antonio Pagola (disponible en la red para quienes no puedan acceder al libro físico).
- La frase “Dios no perdonó a su propio Hijo”, de la segunda lectura de hoy (Rm 8,31b-34), es equívoca, y si no se tiene en consideración la forma alegórica y literaria de expresarse de san Pablo, puede hacer un gran daño a la catequesis. Por expresar “hiperbólicamente” el infinito amor de Dios a la humanidad, cae en la representación de una imagen de Dios vinculada a la violencia. La comprensión clásica de la «redención», la «re-compra» de los esclavos humanos para liberarlos, «pagando» con la sangre de su Hijo... es una imagen falsa de Dios –por muy común que ha sido y lo sigue siendo todavía–, y merece que estemos atentos a desmontarla siempre que se presente. Aun así, costará mucho tiempo, pues está tan arraigada, que muchos la consideran, todavía hoy, "esencial", "de fe", como formando parte del paquete central de la fe; y no lo es; es sólo una imagen, un símbolo, inadecuado ya para estos tiempos actuales. Recomendamos al respecto el artículo Imágenes de Dios e imitación de Dios: problemas en torno a la idea de expiación/satisfacción, en «Selecciones de Teología» 47/188 (diciembre 2008) 310-324. Se puede recoger aquí: http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol47/188/188_daly.pdf O también este artículo de John Shelby SPONG: «Jesús como Rescatador y Redentor: una imagen que debe desaparecer», en la RELaT (http://servicioskoinonia.org/relat/380.htm).
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Para la oración de los fieles
- Por la Iglesia, para que en medio de las oscuridades y angustias de nuestro mundo sea siempre signo de la esperanza capaz de transfigurar la existencia humana. Oremos.
- Por todas las personas, para que encontremos el sentido de la vida en el trabajo por conseguir un mundo nuevo y mejor, transfigurado. Oremos.
- Por todos los que padecen injusticia, opresión, soledad, rechazo; para que encuentren hermanos que transfiguren su mirada con la ayuda solidaria. Oremos
- Por todos los indecisos, para que descubran lo urgente que es amar. Oremos.
- Por todos los pueblos a los que no llegó la luz del Evangelio: para que sean fieles a la luz que el Dios único ha puesto a su disposición en la religión del pueblo en el que han venido al mundo. Oremos.
- Por esta comunidad nuestra, para que permanezcamos fieles a Jesús, a quien el Padre resucitó de entre los muertos, y nos mantengamos firmes en la esperanza de encontrarnos un día cara a cara con el Cristo glorioso. Oremos.
Oración comunitaria
- Dios, Padre nuestro, que nos invitas a "escuchar a tu Hijo muy amado", Jesucristo; abre nuestros corazones para que sepamos acoger su Palabra con cariño y confianza, la pongamos por obra, y así lleguemos a participar un día de la plenitud de su felicidad gloriosa. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro hermano e hijo tuyo muy amado...
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- o bien:
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- Dios, Padre y Madre de todos tus hijos e hijas, «que quieres que todos se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad», y que invitas a «escuchar a tu Hijo muy amado», Jesús, nuestro hermano adelantado; haz que cada pueblo comparta con los demás tu Palabra, la que has dado a cada uno de ellos en su propia religión, para que reflejando cada uno un destello de tu luz pluriforme, mutuamente nos iluminemos, y reconozcamos comunitariamente la Verdad plena de tu rostro siempre inabarcable. Nosotros te lo pedimos por Jesús de Nazaret, nuestro hermano, hijo tuyo muy amado.
Lunes 1 de Marzo
2ª semana de Cuaresma
40 Mártires de Sebaste (420)
Dn 9,4b-10: Hemos cometido iniquidad
Salmo 78: Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados
Lc 6,36-38: Perdonen y serán perdonados
Las palabras de Jesús van a contrapelo de lo que suele escucharse en círculos de competencia, sean estos la escuela, el hogar, el comercio o el mercado de las religiones inclusive. En una competencia hay que prevalecer, someter, dominar al adversario porque de otro modo, él terminará por triunfar sobre ti. Solo que, en la dinámica liberadora del Reino, la expectativa no la crean los compañeros del círculo, sino Dios, nuestro Padre. Él espera que seamos como él, y a esto responde el comportamiento de los discípulos de Jesús.
Las conductas discipulares no son reacciones espontáneas, ni “naturales”, en el sentido de que broten de nuestro carácter innato, pues ese estado natural lo hemos perdido o sofocado, en el mejor de los casos. La compasión, el perdón y la generosidad son actitudes a cultivar y transmitir deliberadamente por ningún otro afán que el de convertirnos en hijos de Dios. Esto son los discípulos de Jesús. El Evangelio nos pide recrear la dinámica del Reino en nuestros círculos sociales.
¿Nos guía la bondad de Dios?
Martes 2 de Marzo
2a semana de Cuaresma
Simplicio (483)
Is 1,10.16-20: Aprendan a obrar bien
Salmo 49: Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
Mt 23,1-12: No hacen lo que dicen
Jesús mira a los maestros de las comunidades cristianas, a contraluz de los maestros de las sinagogas. Esto mismo, dice que las palabras de Jesús están siendo actualizadas y adaptadas a circunstancias nuevas: los discípulos de Cristo, no son los detentores de una pirámide de doctrinas a los que hay que reverenciar, sino los ejemplos vivos de cómo se hace realidad el amor; son los actores, no los guionistas; son los obreros, no los arquitectos; hacen lo que comprenden, y de una manera que sirve a todos. Entendámoslo bien, la fe cristiana no es un cúmulo de doctrinas perfectamente articuladas, sino la praxis consecuente de Cristo muerto y resucitado.
La presencia de escuelas con inspiración cristiana en nuestro entorno ha significado una cristianización que no ha reflejado los valores fundamentales del Evangelio. Si así fuera no tendríamos los índices de analfabetismo, desigualdad económica y corrupción política y social que nos laceran. Muchas de las élites gobernantes han pasado por escuelas y universidades de cuño cristiano ¿Son los valores del Maestro de Nazaret los que comunicamos?
Miércoles 3 de Marzo
2a semana de Cuaresma
Catarina Drexel (1955)
Jer 18,18-20: Lo heriremos con su propia lengua
Salmo 30: Sálvame, Señor, por tu misericordia
Mt 20,17-28: Lo condenarán a muerte
El martirio es una de las marcas más elocuentes en la tradición del cristianismo; la heredó del judaísmo. Ya entrada la época helenística, cuando los modos de vivir y entender el mundo con moldes griegos comenzaron a imponerse, los judíos de Palestina, se levantaron los campeones de la fe a defender los valores patrios y el monoteísmo, y empuñaron las armas. A los mártires del judaísmo siguieron los mártires cristianos, que fueron ejecutados por fidelidad a su conciencia. Cada vez que un gobierno absolutista, del signo y color que sea, ha querido suplantar la conciencia personal y soberana de los fieles al Dios único, el derramamiento de la propia sangre, como la de Cristo en la cruz, se ha convertido en testimonio elocuente de la inviolabilidad de la propia conciencia. Nada ni nadie puede sujetarla sino el propio Dios. Así, una de las tareas más urgentes entre los creyentes es la formación de la propia conciencia. ¿Qué hacemos para actualizar nuestras normas de conducta personal y social? ¿Qué valor o principio personal consideramos inviolable?
Jueves 4 de Marzo
2a semana de Cuaresma
Juan Antonio Farinas (1888)
Jer 17,5-10: Bendito quien confía en el Señor
Salmo 1: Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor
Lc 16,19-31: Recibiste bienes y Lázaro males
Jesús tomó distancia del modo de pensar de las fraternidades fariseas que tenían en su credo la vida de ultratumba, y la resurrección de los muertos, pero no la relacionaban con “el aquí y ahora” de la realidad diaria. Para los fariseos era asunto crucial cumplir escrupulosamente todas las estipulaciones de piedad, o sea, aquéllas que honran al templo y su personal. Era ese cumplimiento estricto lo que fincaba una relación recta con Dios para participar del banquete mesiánico en la era venidera. La parábola de Jesús, por el contrario, vincula la suerte del fiel en la vida de ultratumba con lo que haya hecho o dejado de hacer en la vida actual.
Lázaro, único personaje con nombre propio de las parábolas de Jesús, significa “Dios ayuda”, lo que parece desdecir su condición: pobre, desnudo y hambriento. ¿Dónde está el que ayuda? Está en la Ley y los Profetas, es decir, en la voz revelada que norma todo el quehacer cristiano. El no hacer, la omisión, significa la pérdida definitiva del sentido de la vida.
Viernes 5 de Marzo
2a semana de Cuaresma
José Oriol (1702)
Gén 37,3-4.12-13a.17b-28: Vamos a matarlo
Salmo 104: Recordarán ustedes las maravillas que hizo el Señor
Mt 21,33-43.45-46: Éste es el heredero: ¡matémoslo!
Por generaciones enteras se pensó, y en algunos círculos esto perdura, que el liderazgo promovido en las Sagradas Escrituras es una especie de don celeste, que Dios otorga a una persona o grupo, para un quehacer específico. De aquí que el elegido goza de tal autocracia e inmunidad, “derecho divino”, que nadie osa poner en cuestión. Este concepto de liderazgo es lo que Jesús socava con la parábola de hoy, como muchos profetas lo hicieron siglos antes. Este entredicho va a exacerbar, en los líderes del pueblo, sumos sacerdotes, ancianos y fariseos, la intención de quitarlo de en medio.
De la parábola deriva claramente que el liderazgo no es autócrata, sino una función delegada para administrar y producir, necesariamente sujeta a la rendición de cuentas. La tensión que escala cada vez que el dueño busca hacer valer su derecho, revela la inmunidad que creen tener quienes abusan, apropiándose de lo que no les pertenece. El Evangelio exige desenmascarar todo tipo de cacicazgo, civil y religioso, en aras de una distribución equitativa de bienes entre todos los actores sociales.
Sábado 6 de Marzo
2a semana de Cuaresma
María de la Providencia, fundadora (1871)
Miq 7,14-15.18-20: Arrojará al mar nuestros delitos
Salmo 102: El Señor es compasivo y misericordioso
Lc 15,1-3.11-32: Tu hermano ha revivido
Perder un hijo, por cualquier motivo, debe ser una tristeza profunda para un Padre o una Madre. La parábola de Lucas ilustra la compasión misericordiosa de Dios por sus hijos extraviados y la alegría que lo inunda cuando se reencuentran con él. La trama del relato de la parábola, entre otros tópicos, también tiene que ver con el discernimiento necesario para la conversión. El discernimiento es la deliberación que la inteligencia lleva a cabo para escoger lo que mejor le conviene al individuo. En este ejercicio de racionalidad se pone en juego la libertad, pero no de una manera abstracta o filosófica, sino en el marco pragmático e histórico humano.
El hijo menor de la parábola decide alejarse de la casa paterna para entregarse a una vida disoluta que desemboca en una vida miserable, sin pan. Tocó fondo. En esa condición miserable se gesta la opción del retorno. Convertirse es recuperar la sensatez más elemental, decidir y ejecutar. ¿En qué circunstancia hemos nosotros tocado fondo? ¿Qué nos mueve a volvernos a Dios?
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El mundo es construcción y Dios exige el sacrificio del intelecto
Camus: El mundo es construcción y Dios exige el sacrificio del intelecto
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Por Javier Cortines | 22/02/2021 | Opinión
Fuentes: Rebelión
Albert Camus (1913-1960) desgarra el velo de la ilusión en su obra “El mito de Sísifo”[1] y remarca que hay sólo dos métodos de pensamiento: el de Perogrullo y el de Don quijote. El primero trata de lo que es evidente, de lo que se puede medir y palpar y nos pone en contacto con la realidad tal cual. El segundo abarca el ideal, los deseos, la grandeza del espíritu y, por ende, los sueños de la humanidad.
“Si quiero limitarme a las evidencias, sé lo que el hombre quiere, sé lo que el mundo le ofrece y ahora puedo decir que sé también lo que les une. No necesito ahondar más. Una sola certidumbre basta para quien busca. Se trata solamente de sacar de ella las consecuencias» [2], subraya Camus en su magistral ensayo que aborda temas como la juventud, la vejez, la muerte, el suicidio, la religión, la gloria efímera, y el papel de Dios, ese ente creador que “exige, por encima de todas las cosas, el sacrificio de la razón”.
Tras señalar que “la muerte es repugnante”, como colofón de la decrepitud, agrega que “los dioses griegos amaban a quienes morían jóvenes”[3].
En este sentido compartía el conocimiento sagrado del viejo Sileno, el preceptor de Dionisio que, cuando el Rey Midas le preguntó, “¿Qué es lo mejor que puede hacer el hombre en esta vida? ¿Entregarse al placer? ¿Buscar la sabiduría? ¿Rodearse de riquezas? ¿Perseguir la fama y el poder?, el sátiro le respondió con sarcasmo: Lo mejor para el hombre es no haber nacido y, si lo hace, morir pronto”[4].
Camus, al hablar del “rostro más duro de las religiones”, dice -rememorando a Kierkegaard- “que el cristianismo (al igual que todas las religiones monoteístas) reclama sin rodeos el tercer sacrificio exigido por Ignacio de Loyola, el que más alegra a Dios: ´El sacrificio del intelecto´, pues, al decir del pensador danés, “En su fracaso, el creyente encuentra su triunfo”.[5]
Frente a Schopenhauaer y “su mundo como voluntad y representación”[6] y a Nietzsche y “su mundo como voluntad de destrucción y creación”[7], Camus, quien murió a los 46 años en un accidente automovilístico, afirma que el mundo es algo que construimos, tejemos, desde la realidad personal de nuestro yo.
“Puedo sentir mi corazón y juzgar que existe. Puedo tocar el mundo y juzgar también que existe. En eso se detiene toda mi ciencia, el resto es construcción”,[8] subraya el autor de La Caída, La peste, El extranjero (…) quien fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1957.
En línea con lo anterior conviene remarcar que la construcción de una corriente de pensamiento, ideología, patria, personaje histórico etc., se hace “poniendo conceptos o grupos de conceptos con puentes móviles, en un plano infinito, por lo que la mutación es permanente y se mueve por la ley de la oferta y la demanda de las necesidades sociales del momento, muchas de ellas creadas artificialmente”.
También reflexiona Camus sobre la idea de Schopenhauer “acerca de los pensamientos propios y los pensamientos de segunda mano”[9] y subraya que “pensar es aprender de nuevo a ver, dirigir la propia conciencia, hacer de cada imagen un lugar privilegiado (eso último a modo de Proust)”[10].
Retomando el tema religioso enfatiza que “todas las iglesias, divinas o políticas, aspiran a lo eterno. La felicidad y el valor, el salario o la justicia -agrega- son para ellas fines secundarios. Lo que aportan es una doctrina y hay que suscribirla. Pero yo nada tengo que ver con lo eterno. La mano puede tocar las verdades que son a mi medida. No puedo separarme de ellas”[11].
Camus, quien se prende en el cenit y el nadir del suicidio, entiende las razones por las que una persona desea quitarse la vida, pero rechaza acabar la existencia de esa forma tan brutal “por el daño que se puede hacer a los amigos o a los seres queridos”. En este sentido se inclina por tener que soportar, a pesar de que estemos hundidos, “la carga de la existencia”.
Nuestro autor concluye su ensayo con Sísifo[12], paradigma de la tortura sin sentido, a quien define “como proletario de los dioses, impotente y rebelde” y como “héroe absurdo”.
“Su desprecio a los dioses, su odio a la muerte y su pasión por la vida le valieron ese suplicio indecible en el cual todo ser se dedica a no rematar nada (…) El obrero actual trabaja, todos los días de su vida, en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo”, recalca Camus, quien continuamente defiende la revolución contra todo lo que ata y mata.
[1] El mito de Sísifo. Alianza Editorial (2014)
[2] P. 18
[3] P. 84.
[4] El Robot que amaba a Platón (libro I, Grecia). P.74 (Ediciones Aebius, 2013).
[5] El mito de Sísifo. P. 55.
[6] «El mundo es, por una parte, representación y nada más que eso, y, por otra parte, solamente voluntad. Pero una realidad que no fuera ninguno de estos dos lados, sino que fuera un objeto en sí (y a esa condición la redujo lamentablemente Kant) es una quimera soñada, y, el supuesto de la misma, un fuego fatuo de la filosofía» remarca Schopenhauer en El Mundo como voluntad y representación. (Ed. Akal, 2011). Págs. 32-33.
[7] A esa conclusión se llega leyendo la obra de Nietzsche, el hombre que filosofaba a martillazos y que acabó en un manicomio, según me dijo en su día Luis Eduardo Aute, tras realizar la acción más inteligente de su vida: «abrazarse al cuello de un caballo».
[8] El mito de Sísifo.P.34.
[9] Arthur Schopenhauer desarrolla esas ideas (los pensamientos propios y los pensamientos de segunda mano en sus estudios «Sobre el lenguaje y las palabras» texto que corresponde al tomo II, págs. 598-611, de su obra «Parerga y Paralipomena» (Ed. Frauenstädt) y «Sobre la personalidad literaria», misma obra págs. 526-535.
[10] Mito de Sísifo. P. 60.
[11] Ibíd. P.114.
[12] El filósofo Lucrecio (siglo I a.C) compara a Sísifo con los políticos que intentan llenar su vacío aferrándose a un poder que jamás sacia sus ambiciones. En nuestra época Sísifo sería un palestino (o cualquier miserable del tercer mundo) pidiendo a gritos justicia en el corazón de una Europa que sigue fingiendo, cual momia inyectada, que sigue viva y es dueña de su destino. La antítesis de Sísifo sería Bill Gates «El anticristo del siglo XXI». Hay quien dice que en un mundo paralelo dio a luz, cual Hermafrodito embarazado, a Donald Trump.
Blog del autor Nilo Homérico
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