Servicio
Bíblico Latinoamericano
Semana
del 8 al 14 de Marzo de 2020 – Ciclo A
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Domingo 8 de Marzo
2º de Cuaresma
Juan de Dios (1550)
Génesis 12,1-4a: Haré de
tí un gran pueblo
Salmo 32: Que tu
misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
2Timoteo 1,8b-10: Dios nos
llama e ilumina
Mateo 17,1-9: Su rostro
resplandecía como el sol
Según la Biblia, Abraham y Sara pertenecían a un clan de pastores seminómadas, de
los muchos que buscaban pastos para sus rebaños lejos de las ciudades-estado
que, por los años 1800 a.C. se estaban organizando en Mesopotamia y a lo largo
de las costas del Mediterráneo. Abraham tal vez fue uno de los muchos grupos
que emigraban, lo mismo que hoy, «buscándose la vida». En ese andar luchando
por la vida descubrieron el llamado de Dios a dejarlo todo y fiarse de su
promesa de vida. Dios promete a Abraham que será padre de un pueblo numeroso y
que tendrá una tierra, la “tierra prometida”. Es lo que anhelan sus corazones,
lo que necesitan para vivir una vida humana y digna. Hoy son muchas las
“minorías abrahámicas” que siguen escuchando el llamado de Dios, que les invita
a buscar nuevas formas de “vida prometida” para todos los hijos de Dios. Hoy
también hay muchísimos desplazados por el sistema neoliberal globalizado, que
crea marginación y expulsa a los más débiles de sus tierras. Y millones de
desplazados por efecto de las guerras y los problemas políticos. Son los nuevos
Abrahán y Sara, que se ven forzados a dejarlo todo en busca de la vida digna
que la realidad les niega en su lugar de origen.
La Biblia pone el origen de Israel en esta
mitológica «migración» desde Oriente Próximo, «justificándolo» en la voluntad
de Dios de elegirse un pueblo... Así, en unos textos que son «Palabra de Dios»
y que hablan de Dios... en realidad es el pueblo judío el que habla de sí
mismo, y se da una identidad a sí mismo, que se presenta como la voluntad del
Dios altísimo, que decidió crearse un pueblo eligiendo a la persona de cuyas
entrañas lo haría nacer. Además de padre «biológico» de Israel, a Abraham la
Biblia le atribuye el ser «padre en la fe» de Israel, y por tanto de las tres
religiones en que derivó la fe de Israel: el judaísmo, el cristianismo y el
islam.
Como el problema de la historicidad de los
«mitos» bíblicos de la creación, de la primera pareja humana, y del pecado
original que abordábamos en el domingo pasado, también los Patriarcas y los
orígenes de Israel hoy están sometidos a un nuevo abordaje. Es algo muy nuevo.
Hoy en Biblia se habla de un «nuevo paradigma arqueológico», una generación de
arqueólogos desprendida de las adherencias y condicionamientos teológicos
clásicos, que cree hallar en el subsuelo israelita un nuevo libro que nos habla
fehacientemente de los demás libros que componen la Biblia. Israel Finkelstein
es el nombre abanderado de este nuevo paradigma bíblico. «La Biblia
desenterrada» (editorial Siglo XXI, Madrid 2003, disponible en la red;
original: The Bible Unearthed. Archeology's New Vision of Ancient and the Origin of its Sacred Texts, también disponible en la
red). Han
aparecido también investigaciones importantes sobre el papel que la creación de
la Biblia tuvo respecto a la construcción de la identidad de Israel; así por
ejemplo, el libro de Shlomon SAND, Comment
le peuple juïf fut inventé (Fayard, Paris 2008, disponible en la red,
original en hebreo). La visión que actualmente se está imponiendo desde un
plano científico respecto al mundo de los patriarcas bíblicos significa una
verdadera revolución, un conjunto de descubrimientos muy importantes que
transforman el contexto en el que deben ser interpretados. No se trata de una
intuición vaga o un primer anticipo, sino de una corriente fundamentada que
merece más respecto incluso que las simples «hipótesis» sobre las que hasta
ahora estaba basada la ciencia bíblica. Es urgente para los biblistas, los
predicadores y todos los agentes de pastoral asomarse cuanto antes a este nuevo
panorama, para no ser sorprendidos cualquier día proponiendo interpretaciones
que hoy, a estas alturas del desarrollo de las ciencias, no tienen razón de
ser.
La segunda carta de Timoteo nos asegura que la Palabra de Dios no está encadenada. Ella
hace su propio camino en medio de los muchos caminos del pueblo. Aunque hagamos
muchas lecturas interesadas de ella, el Espíritu siempre encontrará las formas
de echarla a volar, sobre todo en manos de los que buscan mejores situaciones de
vida en dignidad y justicia, como Abrahán y Sara, o como los desplazados de
hoy. Todos ellos, minorías abrahámicas o mayorías desplazadas, están
pronunciando con su vida el rechazo a este sistema excluyente que ha perdido la
brújula, y que podría encontrarla con la Buena Noticia de Jesucristo.
La escena de la transfiguración que nos relatan los evangelios es, obviamente, otro
símbolo. No tiene sentido hablar de ella con un «realismo ingenuo», como si la
entendiéramos literalmente y pensáramos que nos describe un hecho ocurrido tl
cual. Escribieron ese relato, mucho tiempo después de la muerte de Jesús, y con
mucha libertad. Esa transfiguración de Jesús que Mateo redacta es un símbolo de
esas otras muchas «experiencias de transfiguración» que todos experimentamos.
La vida diaria tiende a hacerse gris, monótona, cansada, y a dejarnos
desanimados, sin fuerzas para caminar. Pero he aquí que hay momentos
especiales, con frecuencia inesperados, en que una luz prende en nuestro
corazón, y los ojos mismos del corazón nos permiten ver mucho más lejos y mucho
más hondo de lo que estábamos mirando hasta ese momento. La realidad es la
misma, pero nos aparece transfigurada, con otra figura, mostrando su dimensión
interior, esa en la que habíamos creído, pero que con el cansancio del caminar
habíamos olvidado. Esas experiencias, verdaderamente místicas, nos permiten
renovar nuestras energías, e incluso entusiasmarnos para continuar marchando
luego, ya sin visiones, pero «como si viéramos al Invisible».
Todos necesitamos esas experiencias, como los
discípulos de Jesús la necesitaron. Nosotros no podemos encontrarnos con Jesús
en el Tabor de Galilea. Necesitamos buscar nuestro Tabor particular, los
lugares externos o los rincones de nuestra casa donde nos es más fácil hacer
orción, las fuentes que más fuerzas nos dan, las formas con las que nos
arreglamos para lograr renovar nuestro compromiso primero, siendo la oración,
sin duda, el más importante.
El evangelio de hoy es dramatizado en el
capítulo 68 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. LÓPEZ VIGIL, titulado «En
la cumbre del Tabor». El guión, el audio y su comentario pueden ser tomados de
aquí: https://radialistas.net/68-en-la-cumbre-del-tabor/
Los libros citados más arriba sobre
arqueología son fácilmente encontrables en la red. Hay algunos videos
públicamente disponibles sobre la historicidad de Abraham, en la línea de estas
investigaciones científicas arqueológicas que hemos citado: véase https://vimeo.com/user10361814
Los cuatro son de excelente calidad y fiabilidad; para el tema de este domingo
puede bastar el de los patriarcas.
Para la
revisión de vida
El
motor de la vida es la esperanza, la utopía, el futuro que añoramos… Y todo
depende de nuestra visión, de lo que vemos, de si nuestra mirada sólo capta lo
inmediato y rastrero que nos rodea, o si es capaz de penetrar en ello y
descubrir lo profundo y lo elevado… «Todo es según el color del cristal con que
se mira»… ¿Cómo es mi mirada? ¿Más allá de lo inmediato que me rodea soy capaz
de ver la trastienda de eternidad, de profundidad de sentido, de presencia de
Dios… que hay detrás de cada circunstancia? ¿Soy capaz de transfigurar la
mirada? ¿Qué debo hacer para conseguirlo?
Para la
reunión de grupo
-
Abraham es la figura que mejor expresa, para el
Primer (o Antiguo) Testamento, la fe. Dejarlo todo, romper con todo, e irse a
«la tierra que Yo te mostraré», sin seguridades, sin saber, sólo confiando en
la Palabra de Dios. ¿Qué relación podemos establecer a esta lectura con la
transfiguración? ¿Por qué?
-
El pasaje de la transfiguración puede causar un
malentendido, si nos lleva a imaginar que Jesús "por dentro", o sea,
en su conciencia psicológica, sabía y veía y sentía todo como Dios, sólo que lo
estaría disimulando o reprimiendo continuamente... Tema difícil, pero
importante, éste de la "conciencia psicológica" de Jesús. Tal vez
puede ser oportuno tener una charla, un intercambio con una persona entendida
en cristología...
-
Más allá de lo que históricamente pudo ser el
“hecho” de la transfiguración, en el evangelio nos es trasmitido como una
narración simbólica que contiene una afirmación teológica sobre Jesús, para
alimento de nuestra fe:
-
¿cuál es la afirmación teológica, lo que Mateo está
queriendo aludir sobre el mesianismo de Jesús (las figuras-símbolo que aparecen
acompañándole, y sobre todo las palabras que se escuchan, muy elocuentes)?, y
-
¿qué interpretación o reinterpretación (una o
varias) se puede dar al “símbolo” de la “transfiguración” para hacerlo
significante en nuestra vida hoy día?
-
Para estudiar los planteamientos actuales de la
nueva arqueología bíblica, véase El nuevo paradigma arqueológico bíblico, en
RELaT 442
Para la
oración de los fieles
-
Para que las tres religiones «abrahámicas», que se
remiten a Abraham como «padre de los creyentes», muestren fehacientemente que
son hermanas y que dialogan y colaboran y se aman, roguemos…
-
Para que seamos capaces de salir de nuestra tierra,
de nosotros mismos, de nuestras seguridades, de nuestro egoísmo, de los
estrechos límites de nuestro pequeño mundo… para ir la tierra que Dios nos
muestra cada día en las necesidades de los hermanos, roguemos...
-
Para que no tengamos miedo a abandonar nuestras
seguridades por seguir la llamada de Dios, única roca sobre la que podemos
construir sólidamente nuestra vida y nuestra sociedad, roguemos...
-
Para que el Señor nos dé capacidad de mirar la vida con
penetración, para ver lo que hay en el fondo de ella, más allá de las
apariencias, roguemos...
-
Para que no nos quedemos en las apariencias que
figuran externamente, y descubramos lo que configura la realidad profunda de
las situaciones y las personas, roguemos...
-
Para que el Señor nos dé fe, fuerza en la mirada,
potencia en el corazón, ojos nuevos y luz mayor… para ver la realidad
transfigurada, roguemos...
Oración
comunitaria
Dios Padre,
Madre, Sabiduría eterna, Visión infinita, Intuición total: danos profundidad en
la mirada, potencia en el corazón, luz en los ojos del alma, para que seamos
capaces de transfigurar la realidad y contemplar tu gloria ya ahora, en nuestra
peregrinación terrestre, por Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén.
Lunes 9 de Marzo
2a Semana de Cuaresma
Francisca Romana (1440)
Dn 9,4b-10: Hemos pecado
Salmo 78: Señor, no nos
trates como merecen nuestros pecados
Lc 6,36-38: Perdonen y
serán perdonados
Jesús nos invita a vivir un amor generoso y
universal que haga posible otro modelo de humanidad, capaz de construir una
nueva sociedad. La invitación, concreta de Jesús, es a vivir un amor que vaya
configurando al cristiano con la forma de ser del Padre Dios. La compasión, el
no juzgar, el no condenar, el perdonar y el dar… son características de Jesús y
de su Padre. Por eso él quiere que todos los que le sigan asuman esas
características y las coloquen como realidades dinamizadoras de la existencia.
Esas características, que Jesús propone, son en definitiva una regla de oro que
puede vivir toda persona, hombre o mujer, de buena voluntad, en cualquier
pueblo, cultura o religión. ¿Estamos dispuestos a vivir según éstas exigencias?
¿Seriamos capaces de aprender a vivir como Dios, para llenar el mundo de más
humanidad?. Aprendamos a vivir tan humanamente que cuándo los demás nos miren,
vean a Dios mismo a través de nuestras vidas. La cuaresma es el tiempo propicio
para dar ese cambio profundo en la vida.
Martes 10 de Marzo
2a Semana de Cuaresma
María Eugenia de Jesús
(1898)
Isaías 1,10.16-20:
Aprended a obrar bien, buscad el derecho
Salmo responsorial 49: Al
que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mateo 23,1-12: No hacen lo
que dicen
Jesús no fustiga la validez de las enseñanzas
sino la incoherencia de quienes las proponen. Letrados y fariseos las dictan
pero no las ejecutan, carecen de la mínima solidaridad, son exhibicionistas y
autocomplacientes. Jesús reclama para su comunidad de discípulos un liderazgo y
pedagogía diferentes. En la comunidad de los discípulos, el dinamismo de
enseñar y aprender compete a todos sus miembros. La Iglesia entera “camina
hacia la verdad plena”, según enseñan los Padres Conciliares (ver Dei Verbum
8). Esto significa que más que un cuerpo de preceptos y doctrinas perfectamente
delineados, lo que ha de distinguir al pueblo de Dios inmerso en las
diversidades culturales de cada continente, es el dinamismo de su caminar bajo
la guía del Espíritu de la verdad (Jn 16,13). Ese dinamismo implica la recepción,
experiencia y transmisión de la fe, con la relevancia de sus formas históricas
y culturales específicas. En este servicio nadie sobra; toda experiencia es
relevante. El reto para nuestra Iglesia es encontrar vías nuevas para que fluya
la participación, para que sea más incluyente.
Miércoles 11 de
Marzo
2a Semana
de Cuaresma
Jr 18,18-20: Heriremos al
profeta
Salmo 30: Sálvame, Señor,
por tu misericordia
Mt 20,17-28: Lo condenarán
a muerte
La madre de los Zebedeos, sus hijos y todos los
discípulos se encuentran confundidos con Jesús. No le han comprendido. No
captan la hondura de su propuesta. Todos buscan puestos de poder, anhelan
seguridades políticas, intentan subir de categoría y piensan que Jesús continúa
la idea del mesías nacionalista, que con las armas derrocará el poder de turno
y lo asumirá. El grupo cercano a Jesús, tiene motivaciones político-militares.
La idea mesiánica de guerra inunda sus pensamientos. Anhelan ver a Jesús
enmarcado en esas mismas motivaciones. Pero Jesús propone todo al revés. Sale
al paso con una “antilógica” mesiánica, que los dejará desconcertados. La
propuesta del Maestro rompe todas las intuiciones posibles. Exige que cada uno
se convierta en servidor, sirviente, y los invita a dar la vida por los demás.
La propuesta de Jesús también es compleja para los cristianos de hoy. Jesús
exige a sus seguidores otros valores, diferentes a los que el mundo coloca como
apetecibles. ¿Seremos capaces de asumir la propuesta de Jesús en nuestras
vidas?
Jueves 12 de Marzo
2a Semana de Cuaresma
Luis Orione, fundador (1940)
Maximiliano de Tébessa (295)
Jr 17,5-10: Bendito quien
confía en el Señor
Salmo 1: Dichoso el hombre
que ha puesto su confianza en el Señor
Lc 16,19-31: Recibiste
bienes y Lázaro males
Solemos leer el relato de hoy, tomado de Lucas,
en una perspectiva equivocada. El relato no tiene la intención de indicarnos
cómo será la otra vida; ni cómo será la recompensa en el más allá, en relación
a la forma cómo hemos vivido en el más acá. El relato en sí, presenta los
compromisos reales que está llamado a tener toda persona que vive con hondura y
seriedad el proyecto de humanidad en su vida, más allá de la religión que
profese. Todo ser humano está llamado a vivir solidariamente, haciendo posible
que el mundo entre en una vertiente novedosa de dignificación. Si eso es una
exigencia para todos en el mundo, lo es mucho más para los seguidores de Jesús
el Cristo. Los cristianos estamos invitados a llenar el mundo de una humanidad
total, que haga posible el sueño de Dios. Tenemos a Jesús, la palabra
definitiva de Dios, que nos señaló la ruta exacta por la que podemos llegar a
ser plenamente humanos. Que la cuaresma nos ayude a crecer en profunda
humanidad.
Viernes 13 de Marzo
2a Semana de Cuaresma
Ángel de Pisa (1275)
Eufrasia (410)
Gén 37,3-4.12-13a.17b-28:
Ahí viene, vamos a matarlo
Salmo 104: Recordarán
ustedes las maravillas que hizo el Señor
Mt 21,33-43.45-46: Éste es
el heredero: ¡matémoslo!
A lo largo
de la historia de la salvación, Dios ha insistido a los hombres y mujeres, de
una y mil formas, para que, libremente, asuman la propuesta de vida, justicia y
verdad que él quiere para toda la humanidad. Las páginas de la Biblia lo
recuerdan. Hoy, el mismo Jesús, en el relato de Mateo, lo vuelve a indicar. En
el centro de la parábola está Jesús que es el Hijo, el heredero, al que matarán
con el deseo de quedarse con la herencia. No obstante la insistencia de la
maldad, nacida del egoísmo no controlado, busca por todos los medios, también
hoy, eliminar las propuestas de vida y de libertad, como las que hizo Jesús. La
Iglesia está llamada a colocarse de parte de los proyectos de vida y en favor
de la vida digna de todos los seres humanos. La fe en Jesús se ratifica con una
oposición total a los sistemas de muerte. Estamos invitados a colocarnos de
parte de la vida y en contra de toda señal de muerte.
Sábado 14 de Marzo
2a Semana de Cuaresma
Matilde (968)
Miq 7,14-15.18-20:
Arrojará al mar nuestros delitos
Salmo 102: El Señor es
compasivo y misericordioso
Lc 15,1-3.11-32: Tu
hermano estaba muerto y ha revivido
Estamos frente a la parábola que
tradicionalmente se ha llamado “del Hijo Pródigo”. Ésta debe ser entendida
desde la vida del Padre y la relación que cada uno de los hijos establece con
él. El hijo menor, el pródigo, es figura de las personas marginadas,
descreídas, de aquellas personas que una vez corregidos del mal camino, son
capaces de experimentar el perdón recibido con fiesta, gozo y corazón
profundamente agradecido, porque descubren que el amor que los acoge es mayor a
todos los placeres juntos que han experimentado. En cambio, en la figura del
hijo mayor están simbolizadas las personas religiosas y observantes. Viven tan
metidos (en apariencia) en las cosas del Padre, pero se sienten extraños y sin
alegría haciendo todo eso. Al hijo mayor solo le preocupa cumplir. No ha
experimentado el amor. Las relaciones con el Padre son rígidas, carentes de
vida, hasta tal punto que siente rabia que la vida de otro hijo sea rescatada.
¿Cómo es nuestra relación con Dios? ¿Como la del hijo menor o como la del
mayor?
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