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lunes, 16 de agosto de 2021
Perú: La derecha quiere gobernar por las buenas o por las malas
Perú
La derecha quiere gobernar por las buenas o por las malas
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Por Carlos Aguilar del Carpio | 16/08/2021 | América Latina y Caribe
Fuentes: Rebelión
Cada gobierno ha tenido un plazo prudente de gracia -“tregua política”- de parte de sus adversarios, es una tradición en cualquier democracia el poder dar la oportunidad al ganador de las elecciones de implementar sus políticas y juzgar los resultados en un tiempo prudente, eso ha caracterizado a las oposiciones democráticas y constructivas que, sin perder su perfil opositor, “dejan trabajar” al gobierno entrante, al menos en sus primeros meses.
El escenario descrito en el párrafo anterior parece no aplicar al Perú, el gobierno tiene 15 días de gestión y ya hemos podido apreciar una «guerra sin cuartel» por parte de la oposición política y mediática, no ha pasado un día en el que no se hable de vacancia, de negar la confianza a los ministros, de buscar cualquier motivo; justificado o no; para hacer una “tormenta de un vaso de agua”, y boicotear desde el inicio la gestión de Pedro Castillo. El interés descarado de generar un clima de inestabilidad policía que afecte a la economía y la gobernabilidad es evidente por parte de la derecha peruana en todas sus variables ideológicas.
Podemos reconocer entonces que tenemos una oposición antidemocrática, que no solo pretendió desconocer el resultado electoral, inventando un fraude inexistente, sino que también ahora presiona descaradamente a Pedro Castillo para que traicione su plan de gobierno, ponga a ministros de confianza de la derecha, o designe funcionarios que sean afines a los que perdieron las elecciones; es decir la derecha peruana quiere gobernar sin haber ganado, y para ello hace uso de sus medios de comunicación que – en una campaña concertada – exigen cambios, renuncias y designaciones en el gabinete como si ellos fueran un poder democrático elegido por el pueblo.
Es necesario señalar que en el estado existen funcionarios de carrera y funcionarios de confianza, estos últimos los designa el gobierno de turno, son atribuciones que han tenido todos los gobiernos hasta ahora, pero parece que a esta gestión le quieren negar sus prerrogativas , pretendiendo que gobierne -si es que puede- con los funcionarios y personal de las gestiones pasadas que fueron derrotadas en las urnas y que secuestraron el estado; basta con ver la tecnocracia neoliberal atornillada desde la década de los 90 en el Ministerio de Economía.
Frente a esta arremetida de la derecha conservadora, el gobierno ha mostrado pocos reflejos, se ha evidenciado la ausencia de una estrategia medianamente articulada para los 100 primeros días de gestión, la improvisación le está jugando en contra, su inexperiencia en el conocimiento del manejo del estado les está “pasando factura”, y es claro que no cuentan con los cuadros políticos y técnicos suficientes para poder conducir el país en el corto y mediano plazo. Es importante señalar también que estas falencias del gobierno son también responsabilidad de la derecha que no reconoció los resultados electorales generando un clima de incertidumbre que no ayudó en la transición, ni en la preparación en la transferencia de ministerios, ni diseño de políticas con la calma y el tiempo que necesitaba el gobierno electo.
En todo caso el gobierno aún puede retomar la iniciativa, dejar de actuar con sectarismo, con una mayor amplitud de criterio en la designación de los funcionarios de confianza, porque si bien es cierto que no deben ser las mismas “argollas” de siempre, ni deben ser solo personas de Lima y de universidades privadas, también es cierto que el ejecutivo puede demostrar que hay personas de izquierda, de universidades públicas, de provincias, que también pueden asumir responsabilidades, pero que sobre todo, están preparadas y capacitadas para ello. No hay que ceder a las presiones de la derecha clasista y racista pero tampoco “disparase a los pies” cometiendo errores como designar funcionarios de confianza sin la más mínima calificación para el puesto a asumir. Depende del gobierno de Pedro Castillo y de su partido Perú Libre recuperar la iniciativa política, aún tienen margen para hacerlo.
Carlos Aguilar del Carpio es docente universitario.
Publicado en la Revista «Bitagora» ( https://bitagora.pe/2021/08/la-derecha-quiere-gobernar-por-las-buenas-o-por-las-malas/ )
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