martes, 26 de agosto de 2025

CIA, el Mossad y Epstein: desentrañando los vínculos de espionaje de la familia Maxwell

Recomiendo: La CIA, el Mossad y Epstein: desentrañando los vínculos de espionaje de la familia Maxwell Por Alan MacLeod | 25/08/2025 | Mentiras y medios Fuentes: The Unz Review. An alternative Media Selection. Traducido del inglés por Marwan Pérez para Rebelión Ante la creciente especulación sobre la posibilidad de que Trump indulte a Ghislaine Maxwell, convicta por explotación sexual de menores, MintPress presenta a la familia, desde su padre, -magnate de los medios de comunicación y espía de alto nivel para Israel-, sus hermanas -Isabel y Cristina que trabajan para impulsar los intereses de Tel Aviv en Silicon Valley-, sus hermanos -(Kevin e Ian) fundadores de un dudoso pero influyente Think Tank de estudios antiislámicos-, hasta sus sobrinos -con puestos influyentes en el Departamento de Estado y la Casa Blanca-. El clan Maxwell mantiene amplios vínculos con el poder estatal estadounidense e israelí. Esta es su historia. Liberando a Ghislaine, enterrando los archivos de Epstein Crece la especulación sobre la posible liberación inminente de Ghislaine Maxwell. A pesar decir en todos los medios que iba a publicar los Archivos de Epstein, cada vez hay más indicios de que la administración Trump está considerando indultar a la traficante sexual convicta más notoria del mundo. El mes pasado, Trump (quien ya contempló la idea durante su primer mandato) se negó repetidamente a descartar un indulto, declarando a la prensa: «Puedo hacerlo«. Apenas unos días después, Ghislaine Maxwell fue trasladada a otro estado, a un centro penitenciario de mínima seguridad en Bryan, Texas, una práctica sumamente inusual. Generalmente, ni las mujeres condenadas por delitos sexuales, ni aquellas con más de 10 años restantes de condena tienen permitido ser trasladadas a tales centros. La medida desató especulación e indignación a partes iguales. La decisión de reubicar a Ghislaine Maxwell se produjo después de que alguien —posiblemente una fuente dentro de su propio equipo— comenzara a filtrar pruebas incriminatorias y vergonzosas que vinculaban a Trump con Epstein. Esto incluyó una tarjeta de cumpleaños que Trump le envió a Epstein, con una mujer desnuda dibujada a mano y el texto: «Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto». Durante años, Ghislaine Maxwell ayudó a su socio Jeffrey Epstein a traficar con niñas y mujeres jóvenes con fines sexuales, creando así una gigantesca red de delitos sexuales. Entre los socios de Epstein se encontraban multimillonarios, científicos, famosos y políticos, incluyendo al presidente Trump, a quien consideraba su «mejor amigo«. En 2021, dos años después de la misteriosa muerte de Epstein en una prisión de Manhattan, y Ghislaine Maxwell fue declarada culpable de delitos de tráfico y abuso sexual de menores, y posteriormente condenada a 20 años de prisión. La noticia de que Trump podría liberar a una criminal tan infame conmocionó a sus bases y provocó acusaciones de corrupción flagrante en los medios. «¿Hay alguna razón para indultar a Ghislaine Maxwell aparte de comprar su silencio?», titulaba un artículo en The Hill. Mientras tanto, Tim Hogan, asesor principal del Comité Nacional Demócrata, denunció la existencia de un «encubrimiento gubernamental en tiempo real«. «El FBI de Donald Trump, dirigido por su leal Kash Patel, omitió el nombre de Trump de los archivos de Epstein, que aún no se han publicado», declaró. Robert Maxwell: magnate de los medios y agente israelí Si bien muchos de los crímenes de Ghislaine Maxwell han salido a la luz, son menos conocidos los innumerables vínculos de su familia con la seguridad nacional de Estados Unidos e Israel. Entre ellos, los más importantes son los de su padre, Robert Maxwell, un magnate de los medios de comunicación caído en desgracia y uno de los primeros emprendedores tecnológicos. Robert Maxwell, un refugiado judío que huyó de la ocupación hitleriana de su Checoslovaquia natal, luchó por Gran Bretaña contra Alemania. Tras la Segunda Guerra Mundial, utilizó sus conexiones checas para facilitar el suministro de armas al naciente Estado de Israel, armas que les ayudaron a ganar la guerra de 1948 y a llevar a cabo la Nakba, la limpieza étnica de casi 800.000 palestinos. Los biógrafos de Robert Maxwell, Gordon Thomas y Martin Dillon, escriben que fue reclutado por primera vez por la inteligencia israelí en la década de 1960 y comenzó a comprar corporaciones tecnológicas israelíes. Israel utilizó estas empresas y su software para llevar a cabo espionaje y otras operaciones clandestinas en todo el mundo. Robert Maxwell amasó un vasto imperio empresarial de 350 empresas que empleaban a 16.000 personas. Era propietario de diversos periódicos, como The New York Daily News, el Daily Mirror británico y el israelí Maariv, además de algunas de las editoriales de libros y publicaciones científicas más influyentes del mundo. Con el poder empresarial llegó el poder político. Fue elegido para el Parlamento británico en 1964 y contaba entre sus amigos más cercanos al secretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, y al primer ministro soviético, Mijaíl Gorbachov. Utilizó esta influencia para promover los intereses israelíes, vendiendo software israelí de inteligencia a Rusia, Estados Unidos, Reino Unido y muchos otros países. Este software incluía una puerta trasera israelí secreta que permitía a la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, acceder a información clasificada recopilada por gobiernos y agencias de inteligencia de todo el mundo. Al mismo tiempo que ampliaba sus capacidades de espionaje, Israel desarrollaba un programa secreto de armas nucleares. Este proyecto fue desenmascarado por el activista pacifista israelí Mordechai Vanunu, quien, en 1986, filtró pruebas a la prensa británica. Robert Maxwell, uno de los magnates de la prensa más poderosos de Gran Bretaña, espió a Vanunu, y envió fotografías y otra información confidencial a la Embajada de Israel. Esta información de inteligencia permitió al Mossad llevar a cabo el secuestro internacional de Vanunu y a su posterior encarcelamiento. Su muerte también estuvo rodeada de controversia, similar a la de Epstein. En 1991, el cuerpo sin vida de Robert Maxwell fue encontrado en el océano, en lo que las autoridades calificaron como un extraño accidente en el que el magnate se cayó de su lujoso yate. Hasta el día de hoy, sus hijos no se ponen de acuerdo sobre si creen que fue asesinado. Los rumores de que Robert Maxwell había actuado, durante décadas, como un «superespía» israelí quedaron prácticamente confirmados con el suntuoso funeral de Estado que recibió en Jerusalén. Su cuerpo fue enterrado en el Monte de los Olivos, uno de los lugares más sagrados del judaísmo, el lugar desde el que se dice que Jesús ascendió al cielo. Prácticamente toda la élite israelí, tanto del gobierno como de la oposición, asistió al evento, incluyendo a nada menos que seis líderes vivos de los servicios de inteligencia israelíes. El propio presidente Chaim Herzog pronunció el panegírico. También intervino en el evento el primer ministro Yitzhak Shamir, quien declaró: «Robert Maxwell ha hecho más por Israel de lo que hoy se puede decir». En el Reino Unido, sin embargo, se le recuerda con menos cariño. Hombre de reputación temible, Maxwell dirigió su negocio de medios de comunicación con mano de hierro, al igual que Rupert Murdoch (otro individuo con estrechos vínculos con Israel). Tras su muerte, se supo que había robado más de 500 millones de dólares del fondo de pensiones de sus empleados para rescatar a otras empresas en crisis de su imperio, dejando en ruinas los planes de jubilación de muchos de sus trabajadores. Como comentó el periódico The Scotsman diez años después, en 2001: Si [Robert Maxwell] fue despreciado en vida, fue odiado en su muerte cuando se supo que había robado 440 millones de libras del fondo de pensiones de Mirror Group Newspapers. Fue, oficialmente, el mayor ladrón de la historia criminal británica. Isabel Maxwell: La mujer de Israel en Silicon Valley Incluso antes de su publicación, Isabel Maxwell —hija de Robert y hermana mayor de Ghislaine— logró obtener una copia de la biografía de Thomas y Dillon sobre su padre. Inmediatamente voló a Israel, según informó The Times de Londres , donde se encontró con un «amigo de la familia» y subdirector del Mossad, David Kimche. Estas acciones no sirvieron para contrarrestar la afirmación central del libro: que su padre era, en efecto, un «superespía» israelí de alto nivel. Isabel Maxwell ha disfrutado de una larga y exitosa trayectoria en la industria tecnológica. En 1992, junto con su hermana gemela, Christine, fundó una empresa que desarrolló uno de los primeros motores de búsqueda de internet. Sin embargo, tras el escándalo de las pensiones de su padre, ella y sus hermanos se centraron en reconstruir cada faceta del derrumbado imperio empresarial de su padre. Las hermanas vendieron el motor de búsqueda, obteniendo enormes beneficios. Como señaló el medio israelí Haaretz, en 2001 Isabel Maxwell decidió dedicar su vida a promover los intereses del Estado de Israel, prometiendo «trabajar solo en asuntos relacionados con Israel», ya que «cree en Israel». Descrita por la experiodista de MintPress y reportera de investigación Whitney Webb como «la puerta trasera de Israel a Silicon Valley«, se ha convertido en una embajadora clave del país en el mundo tecnológico. “Isabel Maxwell se ha forjado un nicho único para sus intereses como enlace entre empresas israelíes que están en sus primeras etapas de desarrollo, e inversores privados en Estados Unidos. Al mismo tiempo, ayuda a empresas estadounidenses interesadas en abrir centros de desarrollo en Israel”, el periódico económico local Globes escribió . “Tiene una vida intensa, incluyendo innumerables vuelos entre Tel Aviv y San Francisco”. Israel es conocido por ser la fuente principal y más controvertida del mundo del software espía y las herramientas de piratería informática; herrramientas que son utilizadas por gobiernos represivos de todo el mundo para vigilar, acosar e incluso asesinar a opositores políticos. Esto incluye el infame software Pegasus, utilizado, por ejemplo, el gobierno de Arabia Saudita para rastrear al periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi, antes de asesinarlo en Turquía. Isabel Maxwell construyó sobre las conexiones políticas de su padre. «Mi padre fue una gran influencia en mi vida. Fue un hombre muy competente y logró muchas de sus metas. Aprendí mucho de él y he adaptado muchas de sus costumbres», dijo. Lo que incluye desarrollar vínculos estrechos con numerosos líderes israelíes, entre ellos Ehud Olmert y Ehud Barak, uno de los colaboradores más cercanos de Jeffrey Epstein. Durante la década de 2000, participó regularmente en la Conferencia de Herzliya, una reunión anual a puertas cerradas de los más importantes funcionarios políticos, de seguridad e inteligencia de Occidente, además de ser una “pionera tecnológica” en el Foro Económico Mundial. También fue incluida en la junta directiva del Centro Shimon Peres para la Paz y la Innovación, financiado por el gobierno israelí , y de los Amigos Americanos del Centro Yitzhak Rabin para Estudios de Israel, dos organizaciones estrechamente asociadas con esos ex primeros ministros israelíes. En 2001, se convirtió en la directora ejecutiva de iCognito, cargo que aceptó , según sus propias palabras, «porque [la empresa] está en Israel y por su tecnología». Esta tecnología en cuestión tenía como objetivo proteger a los niños en línea, algo sumamente irónico, dado que su hermana traficaba y abusaba sexualmente de menores durante ese período. Isabel Maxwell era una persona mucho más seria y competente que Ghislaine. Como señaló Haaretz : Mientras su hermana menor, Ghislaine, protagoniza las columnas de chismes tras desayunar con Bill Clinton o por sus vínculos con otro amigo íntimo, el príncipe Andrés de Gran Bretaña, Isabel Maxwell quiere mostrar fotos tomadas con el gran muftí de Egipto, o con beduinos en una tienda de campaña, o de visitas a un campo de refugiados de Gaza. En 1997, Isabel Maxwell fue nombrada presidenta de la empresa israelí de seguridad tecnológica Commtouch. Gracias a sus contactos, Commtouch logró captar inversiones de muchas de las figuras más destacadas de Silicon Valley, entre ellas Bill Gates, estrecho colaborador de la familia Maxwell y del propio Jeffrey Epstein. Christine Maxwell: ¿Financiada por Israel? La hermana gemela de Isabel, Christine Maxwell, no se queda atrás. Veterana de las industrias editorial y tecnológica, cofundó con su hermana la firma de análisis de datos Chiliad. Como directora ejecutiva, ayudó a supervisar la producción de una enorme base de datos antiterrorista que la compañía vendió al FBI durante el auge de la Guerra contra el Terror. El software ayudó a la administración Bush a tomar medidas enérgicas contra los musulmanes estadounidenses y a socavar las libertades civiles en Estados Unidos tras el 11-S y la Ley Patriota. Hoy, es la líder y cofundadora de otra corporación de big data, Techtonic Insight . Al igual que su hermana y su padre, Christine Maxwell mantiene una estrecha relación con el Estado de Israel. Actualmente es investigadora del Instituto para el Estudio del Antisemitismo y la Política Global (ISGAP), donde, según su biografía , Trabaja para promover la investigación académica innovadora que aprovecha las tecnologías facilitadoras para potenciar la comprensión proactiva y combatir los grandes peligros del antisemitismo contemporáneo, y mejorar la relevancia continua del Holocausto para el siglo XXI y más allá. La junta directiva de ISGAP está compuesta por un selecto grupo de funcionarios de seguridad nacional israelíes. Entre ellos se encuentran Natan Sharansky, exministro del Interior y viceprimer ministro de Israel, y la general de brigada del ejercito israelí Sima Vaknin-Gil, exjefa de la censura militar israelí y directora general del Ministerio de Asuntos Estratégicos y Diplomacia. También forma parte de la junta directiva Alan Dershowitz, el abogado de Jeffrey Epstein. Este think tank fue clave en la decisión del gobierno estadounidense de reprimir las protestas de Gaza de 2024 en campus universitarios de todo el país. El grupo elaboró informes que vinculaban a líderes estudiantiles con organizaciones terroristas extranjeras y promovió afirmaciones dudosas sobre una ola de antisemitismo que invadía las universidades estadounidenses. Christine Maxwell se reunió frecuentemente con líderes demócratas y republicanos, a quienes instó a «investigar» (es decir, reprimir) a los líderes de las manifestaciones. ISGAP ha advertido continuamente sobre la influencia extranjera en los campus estadounidenses, elaborando informes y celebrando seminarios que detallan el supuesto control de Qatar sobre el sistema de educación superior de Estados Unidos y vinculándolo con el creciente sentimiento antiisraelí entre la juventud estadounidense. Sin embargo, si ISGAP deseara investigar otras operaciones de influencia de gobiernos extranjeros, no tendría que buscar mucho, ya que sus propios fondos provienen, en su inmensa mayoría, de una sola fuente: el Estado israelí. En 2018, una investigación reveló que el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel (entonces dirigido por la propia general de brigada Vaknin-Gil) canalizó 445.000 dólares a ISGAP, una suma que representaba casi el 80 % de sus ingresos totales de ese año. ISGAP no divulgó dicha información ni al público ni al gobierno federal. En el punto álgido de la preocupación por la injerencia extranjera en la política estadounidense, la noticia apenas se publicó. Desde entonces, el gobierno israelí ha seguido financiando al grupo ISGAP con millones de dólares. En 2019, por ejemplo, les aprobó una subvención de más de 1,3 millones de dólares. Por lo tanto, como miembro de la organización, Christine Maxwell es la beneficiaria directa de los fondos del gobierno israelí. Maxwells de tercera generación: trabajando en el gobierno de Estados Unidos Si bien las hijas de Robert Maxwell estuvieron cerca del poder estatal, algunos miembros de la tercera generación de la familia han ocupado cargos dentro del propio gobierno estadounidense. Poco después de graduarse de la universidad, Alex Djerassi (el único hijo de Isabel Maxwell) fue contratado por Hillary Clinton en su campaña presidencial de 2007-2008. Djerassi redactó memorandos, informes y documentos de política para el equipo de Clinton y la ayudó a prepararse para más de 20 debates. Las familias Clinton y Maxwell están estrechamente entrelazadas. Ghislaine Maxwell se fue de vacaciones con la hija de Hillary, Chelsea, y tuvo una presencia destacada en su boda. Tanto ella como Jeffrey Epstein fueron invitados varias veces a la Casa Blanca de Clinton. Mucho después del encarcelamiento de Epstein, el presidente Bill Clinton invitó a Ghislaine Maxwell a una cena íntima con él en un exclusivo restaurante de Los Ángeles. Aunque Hillary Clinton fracasó en su intento por llegar a la Casa Blanca, el presidente Obama la nombró como su Secretaria de Estado, y una de sus primeras medidas fue incorporar a Djerassi (hijo de Isabel Maxwell) a su equipo. Rápidamente ascendió de rango, convirtiéndose en Jefe de Gabinete de la Oficina del Subsecretario de Estado, Oficina de Asuntos del Cercano Oriente. En este puesto, se especializó en el desarrollo de la política estadounidense hacia Israel e Irán, aunque también trabajó en la ocupación estadounidense de Irak y acompañó a Clinton en sus visitas a Israel y el mundo árabe. Durante su estancia en el Departamento de Estado, se desempeñó como representante del gobierno estadounidense ante las Conferencias de los Amigos de Libia y los Amigos del Pueblo Sirio. Estas eran dos organizaciones de grupos radicales y belicistas que buscaban el derrocamiento de ambos gobiernos y su reemplazo por regímenes afines a Estados Unidos. Washington logró lo que quería. En 2011, el líder libio, el coronel Gadafi, fue derrocado, asesinado y reemplazado por caudillos islamistas. Y en diciembre pasado, el veterano presidente sirio, Bashar al-Assad, huyó a Rusia y fue reemplazado por el fundador de Al Qaeda en Siria, Abu Mohammad al-Jolani. Posteriormente, Djerassi fue nombrado personal asociado al think tank Carnegie Endowment for Peace, financiado por el gobierno estadounidense. Durante su estancia allí, se especializó de nuevo en política para Oriente Medio. Su biografía indica que «trabajó en temas relacionados con la democratización y la sociedad civil en el mundo árabe, las revueltas árabes y la paz entre israelíes y palestinos». Actualmente, trabaja en Silicon Valley. Aunque la fortuna de Djerassi estaba ligada a la facción Clinton del Partido Demócrata, su primo Xavier Malina (el hijo mayor de Christine Maxwell) respaldó al caballo correcto, trabajando en la campaña presidencial de Obama-Biden de 2008. Su buen trabajo fue recompensado con un puesto en la propia Casa Blanca, donde se convirtió en asistente de personal en la Oficina Ejecutiva del Presidente. Al igual que su primo, una vez finalizado su mandato, Xavier Malina también consiguió un puesto en la Fundación Carnegie para la Paz antes de emprender una carrera en el mundo tecnológico, trabajando durante muchos años en Google en el Área de la Bahía. Actualmente trabaja para Disney. Si bien las acciones de padres y abuelos no deberían determinar las carreras de generaciones posteriores, el hecho de que dos individuos que provienen de una familia multigeneracional de espías y agentes impenitentes de una potencia extranjera hayan conseguido puestos en el centro del Estado de Estados Unidos es al menos digno de mencionar. Los hermanos Maxwell: de la bancarrota al contraterrorismo Gran parte del clan Maxwell es muy influyente en la política estadounidense e israelí. Sin

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