Lectura del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».
Palabra de Dios
El desenlace del capítulo 15 del evangelio de Juan no puede ser más coherente con el sentido teológico de la totalidad de dicho evangelio. Jesús advierte a la comunidad discipular de las consecuencias y peligros resultantes de la fidelidad a lo esencial: la relación de alianza con Dios como acontecimiento de humanización integral. Desde esta perspectiva, la comunidad no se humaniza salvándose «del» mundo y alejándose de las tribulaciones y conflictos, sino que se humaniza «en» el mundo, dando testimonio del amor de Dios en medio de la gente, sus angustias y esperanzas; sembrando en el Espíritu, es decir, dejando de ver al otro con odio y desprecio, sino asumiéndolo como hermano, aún en medio de la violencia, las persecuciones y conflictos generados por el anuncio de la buen nueva. Caemos en la cuenta de las exigencias de este pasaje: ¿Actúas según las inspiraciones del Espíritu, o según el modus operandi de la violencia fratricida? ¿Creemos en el principio de la compasión fraterna por encima de nuestros prejuicios morales, opciones políticas y creencias religiosas?
Diario Bíblico
Misioneros Claretianos
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