martes, 19 de noviembre de 2019

Servicio Bíblico Latinoamericano Del 24 al 30 de Noviembre de 2019 – Ciclo C, liturgico.


Servicio Bíblico Latinoamericano
Del 24 al 30 de Noviembre de 2019 – Ciclo C
OBSERVACIONES
-          Cada día de la semana comienza una nueva página para facilitar la impresión independiente. Por ese mismo motivo no hay numeración de páginas.
-          En el tamaño de letra se ha intentado llegar a un equilibrio en ahorro de papel en la impresión y legibilidad.
-          Se ha renunciado al uso del color para facilitar la impresión. Esta opción y todas las anteriores, son modificables en su procesador de textos.
-          Si tiene problemas con esta versión en RTF comuníquenoslo a través de contacto@biblico.org. En todo caso, tiene a su disposición la versión en formato PDF, que podrá utilizar en cualquier sistema.


Domingo 24 de Noviembre
34º Ordinario
Jesucristo Rey del Universo

2 Samuel 5,1-3: Ungieron rey a David
Salmo 121: ¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”!
Colosenses 1,12-20: Nos ha trasladado al reino de su Hijo
Lucas 23,35-43: Señor, acuérdate de mí en tu reino


La fiesta de Cristo Rey fue establecida por la Iglesia en la época del ocaso del Ancien Régime, con objeto de apoyar a las monarquías, las aristocracias, la burguesía, y para oponerse a los nacientes regímenes republicanos, que para las Iglesias representaban, lógicamente, los intereses del pueblo, de los pobres, del liberalismo y de la naciente democracia. Sus orígenes son pues muy discutibles. En todo caso, de los textos bíblicos de la liturgia de esta fiesta no pueden menos que manifestar la manera peculiar en que Cristo sería “Rey”.
Conviene recordar en qué consistían las esperanzas mesiánicas del pueblo judío en el tiempo de Jesús: unos esperaban a un nuevo rey, al estilo de David, tal como es presentado en la primera lectura de hoy. Otros, un caudillo militar que fuera capaz de derrotar el poderío romano. Otros como un nuevo Sumo Sacerdote, que purificaría el Templo. En los tres casos, se esperaba un Mesías triunfante, poderoso.
El salmo que leemos también proclama el modelo davídico de “rey”. Jerusalén, la “ciudad santa” es la ciudad del poder. Eso explica por qué, cuando Jesús anuncia su pasión a los que le siguen, no logran entender por qué tiene que ir a la muerte.
- El evangelio de hoy nos presenta cómo reina Jesús el Cristo: no desde un trono imperial, sino desde la cruz de los rebeldes. La rebelión de Jesús es la más radical de todas: pretende no sólo eliminar un tipo de poder (el romano, o el sacerdotal) para sustituirlo por otro, que con un nombre distinto estaría basado en la misma lógica de dominación y violencia (que era lo que correspondía a las expectativas judías).
Podríamos decir que Jesús es el anti-modelo de rey de los sistemas opresores: no quiere dominar a las demás personas, sino promover, convocar, suscitar, el poder de cada ser humano, de modo que cada una y cada uno de nosotros asumamos responsablemente el peso y el gozo de nuestra libertad.
Uno de los grandes sicólogos del siglo XX, Erich Fromm, plantea, en su libro El miedo a la libertad, que ante la angustia que produce en el ser humano la conciencia de estar separados del resto de la creación, adoptamos dos actitudes igualmente patológicas: dominar a otros, y buscar de quién depender entregándole nuestra libertad. En ambos casos, las personas tratamos de, a través de estos mecanismos, disolver esa barrera que nos separa de las otras personas y del resto del universo. El pecado fundamental del ser humano es, según esto, un pecado de poder mal administrado, mal asumido. Y éste es el origen de todos los demás pecados: la avaricia, que conduce a un orden económico injusto; la soberbia, que nos impide ver con claridad nuestros errores y pecados; la mentira, que nos lleva a manipular o a dejarnos manipular; la lujuria, el sexo utilizado como instrumento de poder para “poseer”, oprimir; el miedo, que nos impide levantarnos y caminar sobre nuestros propios pies.
Enmarañados en estas trampas del poder a que nos conduce nuestro “miedo a la libertad”, cuando un régimen opresor de cualquier signo que sea se nos hace insoportable, buscamos cómo derrocarlo... para sustituirlo por otro que sin embargo funciona sobre la misma lógica. Esa es la lógica que Jesús desarticula de manera radical.
Cuando en Getsemaní acuden los soldados y las turbas “de parte de los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo” (Mt 26,47) para prender a Jesús, él no recurre a violencia de ningún tipo. Jesús se niega a ser coronado rey al estilo del “mundo”, luego de la multiplicación de los panes y los peces (Jn 6,15). La tentación del poder, entendido al estilo de los sistemas opresores persigue a Jesús desde el desierto hasta la cruz. Y desde el desierto hasta la cruz, Jesús rechaza este modelo, denuncia con toda claridad que procede del diablo, del “príncipe de este mundo”, no cae en sus trampas. El costo de esta resistencia no sólo valiente sino lúcida de Jesús es la muerte.
En la cruz Jesús derrota radicalmente al demonio del poder concebido como violencia y opresión por una parte y como dependencia, sumisión y alienación por otra. De este modo que inaugura así un nuevo tipo de relaciones entre las personas y con el universo entero, basadas no en la dominación/dependencia, sino en el respeto mutuo, en la armonía, en la valentía para asumir el peso de la propia libertad responsable.

- En la carta a los Colosenses, Pablo señala cómo a través de Jesús el Cristo (primogénito de todas las criaturas, preexistente y co-creador del universo, cabeza de la iglesia, primicia de la plenitud de la Creación entera) se produce la reconciliación de todos los seres con Dios. Esta y otras expresiones paulinas han dado lugar a interpretaciones erróneas, que consideran que la muerte de Jesucristo en la cruz era el precio que había que pagar para que el Padre, enojado y rencoroso, perdonara a la humanidad pecadora.
Los evangelios nos muestran con claridad por qué y cómo es que Jesús nos reconcilia con el Padre: no por que ese Dios, padre–madre, sea un dios rencoroso, sino porque habíamos perdido el rumbo de la auténtica unidad con Dios y con el universo entero: ésa que no se hace sucumbiendo a nuestro miedo existencia y escudándonos en posiciones de poder (dominante o dependiente) sino superando nuestros miedos, atreviéndonos a presentarnos tal como somos ante Dios, en total pobreza de espíritu, sin escudos protectores que nos impidan ver su rostro.
- Desgraciadamente, ¡cuántas veces en nuestra vida eclesial reproducimos los modelos de “reinado” del mundo, y no los de Dios en Jesucristo! ¡Cuántas veces establecemos relaciones de poder autoritarias en vez de fraternas! ¡Cuántas veces entramos en complicidad con los poderes del sistema, ya sea por acción o por omisión!
El modelo de “reinado” que nos presenta el “Cordero degollado” nos interpela y llama a la conversión. No es necesario ni conveniente subrayar la «realeza» de Jesús si ello conlleva tergiversar su auténtico y efectivo proyecto de vida. Hace daño, sobre todo a los más oprimidos, presentar esa imagen monárquica y principesca de un Jesús que, en verdad, dedicó toda su vida y sus energías a desenmascarar y a luchar contra ese tipo de estructuras.

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 122 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil, titulado «Hasta la muerte de cruz». El audio del capítulo, el guión, y su comentario bíblico-teológico, puede ser tomados de aquí: https://radialistas.net/article/122-hasta-la-muerte-de-cruz/ 

Para la revisión de vida

              A la luz de la fiesta de “Cristo Rey” y del modelo de relaciones entre personas y con la Creación, reflexiones sobre nuestras actitudes en los diversos ámbitos en que nos movemos, y preguntémonos:
             ¿Cómo son las relaciones de poder en nuestra pareja? ¿Se basan en la dominación/dependencia o en la promoción de la mutua libertad responsable de ambos?
              ¿Cómo son las relaciones de poder en la familia? ¿Nos valemos de nuestra autoridad como personas adultas para imponernos de manera autoritaria? ¿Justificamos en nombre de la “autoridad” nuestros abusos de poder, maltrato físico, verbal, psicológico? ¿Excusamos los abusos sexuales con algún argumento de poder?
              Las relaciones entre los miembros de la Iglesia, ¿siguen el modelo cristiano, o bien siguen el modelo autoritario, represivo, impositivo, excluyente, propio del “príncipe de este mundo?
              En el seno de nuestra sociedad, ¿luchamos por nuevas relaciones de poder, según el modelo de Jesucristo, el anti-rey, que nos presentan los evangelios? ¿O nos plegamos a los modelos autoritarios? ¿O nos declaramos impotentes o indiferentes y renunciamos a la lucha?

Para la reunión de grupo

-                 En Gen. cap. 3 se nos presenta las desigualdades de género y la ruptura con la naturaleza como producto del pecado. ¿De qué manera el “reinado” de Cristo nos libera y nos marca una nueva lógica en las relaciones de poder?
-                 ¿De qué manera se presenta el pecado del poder en Gen 4? ¿Qué hacer para revertir esta lógica diabólica?
-                 En la carta a los Colosenses, ¿cómo interpretar los versículos 19 y 20 a la luz del nuevo “reinado” de Cristo?
-                 Los Evangelios sinópticos (y el texto que leímos hoy en particular) nos presentan a Jesús durante la pasión lleno de humillaciones, dolores, sufrimientos, burlas. El evangelio de Juan en cambio, presenta la cruz como la glorificación del Hijo y del Padre. (Jn 12,23.28; 17,1) ¿Cómo explicar esta diferencia de enfoques?

Para la oración de los fieles

-                 Por la Iglesia, para que seamos fieles al siempre nuevo modelo de relaciones entre las personas y con la creación que nos presente Jesús desde su reinado en la cruz redentora, sin autoritarismos ni exclusiones. Te rogamos, óyenos.
-                 Para que en nuestras familias vivamos también la liberación de todo autoritarismo, opresión o sometimiento. Te rogamos, óyenos.
-                 Para que luchemos por nuevas relaciones de género, basadas en el respeto, el aprecio recíproco y la armonía. Te rogamos, óyenos.
-                 Para que también en nuestras relaciones con la naturaleza seamos partícipes de modelo de respeto, reverencia y libertad responsable que nos enseña Jesús. Te rogamos, óyenos.
-                 Para que construyamos “por Cristo, con él y en él” la nueva Jerusalén, en que ninguna rodilla se doble sino ante Dios y el Cordero. Te rogamos, óyenos.

Oración comunitaria

              Dios Padre Nuestro que enviaste a Jesús para que anunciara a todos tu deseo de renovar totalmente el mundo, contaminado por el pecado; te pedimos que el proclamarlo Rey no nos impida ver que lo verdaderamente importante es construir -como él y con él, siguiendo sus huellas- tu Reino. Por el mismo J.N.S.

             O
             Unidos a todos los hombres y mujeres, que desde hace miles de años han sentido en sus vidas los signos de tu presencia –en arrobados éxtasis, y otras muchas veces sin saberlo-, queremos confesarte, oh «Dios de todos los nombres», como el fundamento misterioso de nuestra existencia, como la meta inefable hacia la que caminamos, Padre y Madre de la Vida y del Ser. Convencidos de que «todo lo que avanza y asciende, converge», evocamos tu amor y nos abrazamos a todo lo que existe y a todo lo que vive, contigo, que vives y amas por los siglos de los siglos…


Lunes 25 de Noviembre
34ª Semana Ordinario
Luis y María Beltrame (1951/1965)

Dn 1,1-6.8-20: No se encontró ninguno como ellos
Interleccional Dn 3: Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres
Lc 21,1-4: Esa viuda ha puesto cuanto tenía para vivir



Jesús se encuentra en Jerusalén con sus discípulos y ahí fija los ojos en una sencilla mujer que deposita dos moneditas en las arcas del Templo. Esta mujer, pobre y viuda, absolutamente insignificante desde el punto de vista social y religioso de su tiempo, es puesta por Jesús como ejemplo. De ella pueden los discípulos aprender algo muy importante: una fe total en Dios y una generosidad sin límites. Difícilmente se encuentra en el ambiente del Templo un corazón más religioso y más solidario que el de esta viuda. Ella ha dado más que nadie, pues esas monedas son todo lo que tiene para vivir. Implícitamente Jesús está condenando el sistema del Templo que explotaba a los más pobres, exigiendo altos impuestos y costosas ofrendas. La viuda anónima representa la verdadera espiritualidad de los seguidores de Jesús que ponen en Él toda su confianza y no en las riquezas ni en el poder. ¿Qué damos nosotros? ¿De lo que nos sobra o de lo que tenemos para vivir?


Martes 26 de Noviembre
34ª Semana Ordinario
Santiago Alberione, fundador (1971)


Dn 2,31-45: Dios suscitará un reino
Interleccional Dn 3: Ensálcenlo con himnos por los siglos
Lc 21,5-11: Este templo será derribado



El Templo de Jerusalén era un lugar santo y motivo de orgullo para todos los judíos. Era un símbolo de tiempos mejores, en que Jerusalén era la ciudad sede del reino de Israel. La riqueza del recinto alimentaba los sueños mesiánicos del regreso a la monarquía, a la grandeza de la época del rey David. Ante el anuncio de destrucción, los discípulos no parecen asustarse y más bien preguntan: “¿cuándo?” Presuponen que ahora sí Dios intervendrá para cambiar la historia por obra del Mesías esperado. Jesús les advierte que no ha llegado la hora y que no crean en falsos mesías. Él es el único y verdadero Mesías. Pero Jesús no es un Salvador poderoso en armas para luchar contra los dominadores romanos, como muchos esperaban. Jesús es un Mesías diferente: Él es un servidor, al estilo del Siervo Sufriente anunciado por el profeta Isaías (Is 52,13-53,12) ¿Sabemos reconocer al verdadero Salvador? ¿Nos dejamos llevar por falsos predicadores que ofrecen una solución mágica para nuestros problemas? 


Miércoles 27 de Noviembre
34ª Semana Ordinario
Ntra. Sra. de la M. Milagrosa
Virgilio (784)


Dn 5,1-6.13-14.16-17.23-28: Baltasar tuvo un sueño
Interleccional Dn 3: Ensálcenlo con himnos por los siglos
Lc 21,12-19: Los odiarán por mi nombre



En textos como el de hoy es difícil distinguir si las advertencias que encontramos provienen de mismo Jesús o más bien reflejan la situación de persecución que están viviendo las primeras comunidades cristianas. En todo caso, el texto es claro: los discípulos, de ayer y de hoy, van a experimentar la misma oposición que Él de parte del poder religioso: la sinagoga, y de parte de poder político: reyes y gobernadores. El tiempo de persecución no es tiempo de huida, sino más bien es el momento de dar testimonio, es momento del martirio. Cuando se busca cambiar este mundo por uno más humano y más fraterno es lógico esperar persecución de parte de las autoridades que se oponen al cambio… pero lo más difícil es recibir oposición de parte de las personas más cercanas. A veces nuestra propia familia no comprende el camino que hemos tomado. Al mismo tiempo se nos pide no temer, pues en este camino no estamos solos: nos anima el Espíritu del Resucitado.


Jueves 28 de Noviembre
34ª Semana Ordinario
Catalina Labouré (1876)


Dn 6,12-28: Dios cerró las fauces de los leones
Interleccional Dn 3: Ensálzalo con himnos por los siglos
Lc 21,20-28: Está cercana la destrucción de Jerusalén



Jesús anuncia con un lenguaje apocalíptico muy típico de los profetas del Primer Testamento, que ha llegado el “día del Señor”, o el “día de la venganza” Su anuncio pone énfasis en la destrucción de Jerusalén, ciudad donde reside el poder político, económico y religioso de su época. Todo un sistema de dominación, que se opone a la propuesta de Jesús, va a caer estrepitosamente. El anuncio de Jesús no es para asustar a los discípulos por lo que va a suceder, sino que es más bien un llamado a la esperanza: los poderes de este mundo no son más fuertes que el poder de Dios. La victoria es del Hijo del Hombre anunciada por el profeta Daniel (cf. (Daniel 7, 13-14). Desde nuestras comunidades también estamos llamados a ser portadores de esperanza y no dejarnos desanimar por los tiempos difíciles que vivimos. Aunque nos parezca que nada tiene remedio y que todo va a seguir igual, hay que seguir luchando con la seguridad que el bien va a vencer al mal.


Viernes 29 de Noviembre
34ª Semana Ordinario
Saturnino de Tolosa (250)


Dn 7,2-14: Vi venir como un hijo de hombre
Interleccional Dn 3: Ensálcenlo con himnos por los siglos
Lc 21,29-33: Sepan que se acerca el reino de Dios



El texto evangélico trae un llamado a observar los signos de los tiempos, a darnos cuenta de que, aunque todo parece complicado, hay señales de que algo puede cambiar y el “verano” se acerca. Los problemas de injusticia, el sistema económico explotador, la crisis de valores, la violencia contra mujeres y niños, la explotación salvaje de los recursos naturales… parecen obstáculos imposibles de superar y es fácil caer en el pesimismo. Vale la pena recordar que “en el principio existía el Verbo” (Jn 1,1) y este Verbo encarnado es la Palabra que no pasará. Cuando este Evangelio se escribe, las palabras de Jesús ayudaban a las comunidades a leer sus penurias con lentes de esperanza. Hoy, el mismo texto, también nos da la seguridad de que el reino llegará y el imperio de aquellos que oprimen al pueblo se acabará. Los signos que sacuden la sociedad, no son signos de muerte, sino de vida. ¿Estamos dispuestos a colaborar con la Palabra en la construcción de un mundo más humano?


Sábado 30 de Noviembre
34ª Semana Ordinario
Andrés, apóstol (s. I)


Rom 10,9-18: La fe nace del mensaje
Salmo 18: A toda la tierra alcanza su pregón
Mt 4,18-22: Dejaron las redes y lo siguieron



El Lago de Galilea era rico en pesca y a su alrededor se encontraban varios pueblos de pescadores. Los hermanos Andrés y Pedro vivían en Cafarnaún, y de ahí salían cada noche a pescar. También ahí tenían su “negocio familiar” Zebedeo y sus hijos Juan y Santiago. Estos sencillos pescadores son los primeros invitados a colaborar con Jesús en su misión. Los cuatro llamados están haciendo distintas tareas: los unos están echando las redes al mar y los otros reparando redes… son funciones complementarias y necesarias para su faena. No se puede pescar sin echar redes… y las redes rotas no atrapan peces. Los cuatro dejan apresuradamente lo que están haciendo para seguir a Jesús. Hoy somos llamados para ejercer diferentes y necesarias funciones dentro del mismo seguimiento de Jesús. Todos tenemos una misión diferente de acuerdo a nuestros carismas y a nuestra realidad. Unos tenemos que “echar redes” y a otras nos toca repararlas. ¿Estamos dispuestos a dejar nuestros propios proyectos para seguirle?



Servicio Bíblico Latinoamericano
In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm
 
Reciba gratuitamente este servicio por correo-e en castellano:
Para contactarnos: contacto@biblico.org
 
Servicio Bíblico Latinoamericano es uno de los Servicios Koinonia

Consulte las lecturas bíblicas de cualquier domingo o día de la semana
desde 2004 a 2036, en nuestro Calendario Bíblico-Litúrgico




No hay comentarios:

Publicar un comentario