miércoles, 1 de julio de 2020

Comentario Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 5 al 11 de Julio 2020


Servicio Bíblico Latinoamericano
Semana del 5 al 11 de julio de 2020 – Ciclo A





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DOMINGO 5 DE JULIO
14º Ordinario
Antonio Ma. Zacarías, fundador (1539)

Zacarías 9,9-10: Mira a tu rey que viene a ti
Salmo 144: Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey
Romanos 8,9.11-13: El Espíritu Santo les da vida
Mateo 11,25-30: Soy manso y humilde de corazón
La profecía de Zacarías era ‘una piedra en el zapato’ para los fanáticos que en la época de Jesús buscaban un mesías triunfante y nacionalista. Zacarías nos ofrece una reflexión que sintoniza mucho con las grandes aspiraciones de las comunidades que, después del exilio babilónico, intentaron reconstruir la identidad nacional a partir de elementos universales, pluralistas y comunitarios. La esperanza del pueblo de Dios no podía estar en un guerrero triunfador como David ni en un diplomático equilibrista como Salomón. El pueblo quería algo diferente y definitivo. Atrás quedaron los modelos militaristas, administrativos y centralistas de todos los reyes de Israel y Juda. El pueblo quería una persona que fuera capaz de encaminar la nación por los rumbos añorados de la justicia, la paz y la solidaridad. El profeta Zacarías asume esta propuesta y la lanza a todo el pueblo de Dios como una gran utopía.
Para Zacarías, el nuevo gobernante debía distinguirse por la humildad, la justicia y su carácter pacífico. La humildad entendida como la capacidad para andar en la verdad, no como sumisión y conformismo. La justicia como pilar de una organización social en la que se le da a cada persona de acuerdo con sus necesidades y no según sus ambiciones. El pacifismo como la actitud básica para solucionar los inevitables conflictos que se presentan en toda organización humana. Tres cualidades que configuran una nueva forma de ejercer el poder. Sin embargo, Israel se estrelló con la ambición de algunos grupos minoritarios y poderosos que impusieron una teocracia centralista, prepotente y uniformadora. Fueron suprimidas de manera sistemática, todas las disidencias posibles y se le negó así al pueblo de Dios la posibilidad de intentar una utopía universalista, solidaria y transformadora. Se centró todo el poder en unas pocas familias que controlaban el Templo, el gobierno y la tierra. Así, los pobres de Yahvé no tuvieron la posibilidad de dar vida a su proyecto por falta de posibilidades económicas, de apertura política y de libertad religiosa.
El evangelio de Mateo nos presenta a Jesús con las características mesiánicas de la profecía de Zacarías: una persona pacífica y humilde, apasionado por hacer realidad la Utopía de Dios. Por esta razón, Jesús no se identifica con los ideales acerca del Mesías, vigentes en su época. No hay en él el más mínimo asomo del militar aguerrido e irresistible que con un formidable despliegue eliminaría las pretensiones del imperio romano, ni del sacerdote excelso que con sus extraordinarias dotes santificadoras transformaría el Santuario de Jerusalén, ni del gobernante extraordinario que congregaría al pueblo de Israel disperso por el mundo. Jesús no comparte estos proyectos, como tampoco las extravagantes aspiraciones de los nacionalistas furibundos que veían en el imperio romano un peligro que no eran capaces de descubrir al interior de ellos mismos, la violencia incontenible.
Los ideales de Jesús estaban más cerca de las grandes tradiciones proféticas que aspiraban a que el pueblo de Dios fuera capaz de organizarse como modelo alternativo de sociedad. Por esta razón, valores como el pacifismo y la humildad eran urgentes y necesarios. El pacifismo obliga a asumir actitudes dinámicas de transformación social pero, al mismo tiempo, no se rinde a la imparable lógica de la violencia. La humildad, por su parte, exige reconocer en cada momento los propios límites de la existencia y las barreras intrínsecas de la historia. Humildad y pacifismo hacen de un proyecto tan grandioso e imponente como el reino de Dios, algo al alcance de los pobres y excluidos.
Jesús, sin embargo, sabía perfectamente que no bastaba con que el ‘rey’ o líder poseyera atributos excepcionales para que la situación cambiara. Para él, era necesario que una comunidad de hermanos y hermanas se comprometiera a vivir la alternativa, a demostrar al mundo que «otras maneras de organización eran posibles», que la lógica aparentemente inextinguible de la violencia podía ser controlada. Por esto, Jesús insiste en la necesidad de asumir el ‘suave yugo’ de la vida comunitaria y la ‘ligera carga’ de las opciones evangélicas. Pero, atención, esto no es para todo el mundo. Es necesario madurar la fe y crecer como personas antes de meterse en este proyecto. Porque para quien no ha crecido en la dinámica de la comunidad, sino que ve todo desde ‘afuera’, desde los valores sociales vigentes, los ideales de Jesús son una carga abominable y el ideal de la cruz una ideología insufrible. No podemos pedir a cualquiera que asuma la inmensa responsabilidad del pacifismo si toda su vida ha creído que la ‘ley del revólver’ es un destino inexorable. No podemos pedir mansedumbre a una persona a la que siempre le han enseñado que el control de los demás, las ambiciones de ascenso social y el arribismo son las herramientas para ‘progresar’ en la vida.
Jesús quiere una comunidad en la que los lazos de solidaridad, afecto y respeto hagan de un grupo humano una gran familia consagrada a la realización del Reino. Una comunidad en la que los sencillos, los pequeños, hallen un lugar de importancia y sean los gestores de una nueva manera de organizar las relaciones interhumanas. Porque, como dice Pablo, sólo el ser humano espiritual, o sea, el ser humano que se ha abierto a la acción del Espíritu de Dios, es capaz de vivir la vida en plenitud, es decir, en gozosa aceptación y armonía con la humanidad.
[Otro tema, muy de la espiritualidad de la liberaión, sobre el que centrar la homilía, puede ser el motivo de la alabanza de Jesús al Padre: por «haberles revelado estas cosas a los pequeños...». Cfr. infra, el apartado «para la reunión de grupo»].

Para la revisión de vida
- Dice Jesús: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les aliviaré". ¿Cuáles son mis cansancios? ¿Qué los causa: el trabajo por el Reino o mis intereses personales, mis egoísmos? ¿Dónde y cómo busco alivio a mi cansancio?
- Dice Jesús: “ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla”... ¿Cuál es mi valoración de «la sabiduría de los pequeños», los sencillos... los obreros, los campesinos, los indígenas...? ¿Creo que el pueblo, la clase popular, tiene su sabiduría y su capacidad, o que siempre necesitará de la clase «superior» para gobernar la sociedad, la política, la cultura...? 
- Es lo que la teología de la liberación llegó a descubrir como la «opción por el pueblo como sujeto histórico», que es un grado bastante alto de la opción por los pobres. Mucho mayor que la opción que recomendaba la Madre Teresa de Calcuta, o que la opción «por los más vulnerables», como está de moda decir hoy, y que no va más allá de lo que decía y practicaba la Madre Teresa de Calcuta –ella se opuso repetidas veces en público a la teología de la liberación–.

Para la reunión de grupo
- -“Te alabo, Padre, porque has revelado estas cosas a la gente sencilla...” La frase podría entenderse como la afirmación de que Dios hace alguna “revelación especial” a los pobres y sencillos... Pero, ¿cuáles son “estas cosas” en las que estaba pensando Jesús cuando lo dijo? 
- Orientación para el diálogo/debate en el grupo: El contenido de esa “revelación” no son afirmaciones doctrinales, “verdades reveladas”, apariciones marianas, revelaciones del cielo... sino “las cosas del Reino”. El Padre ha revelado “las cosas del Reino” a la gente sencilla, a los pobres... Jesús no está hablando quizá de ningún “milagro”, de ninguna “revelación positiva”, sino de un hecho fácilmente comprobable: dada la naturaleza del Reino de Dios, sólo lo ven con claridad ('sólo entienden estas cosas') los sencillos, los que tienen corazón de pobre, los que no dejan que el egoísmo les sofoque la transparencia de su mirada... Jesús se está refiriendo a lo que en teología de la liberación se llama el «privilegio hermenéutico de los pobres», es decir, que sólo desde abajo, desde los pobres, junto a las víctimas, se observa y se capta bien la maldad de un sistema, y allí es donde esa claridad de visión más fácilmente enciende el corazón en la pasión por la Justicia.
- -“Porque has revelado estas cosas...”. La palabra de Jesús puede ser ocasión para revisar el concepto de «revelación». El concepto dominante de revelación en muchos sectores del pueblo cristiano, todavía es un concepto de revelación cuasi-mágica: una revelación que viene de fuera, de lo alto, extrínseca, como una especie de milagro sobrenatural, cuyo contenido viene además como un paquete ya hecho y preparado, sin que los sujetos que “reciben” esa revelación hayan tenido nada que ver con ello... como si la llamada revelación fuera un proceso extra-natural, no tuviera que ver con el desarrollo de la conciencia y de la reflexión de los pueblos, o como si hoy no supiéramos que casi todas las religiones tienen su revelación, y que todas reflejan la mentalidad y el imaginario cultural de sus pueblos...
- Este concepto está superado y hay que abandonarlo. ¿Cuál sería el concepto renovado de revelación? Sugerimos un libro de lectura: Andrés TORRES QUEIRUGA, La revelación de Dios en la realización del hombre, Ediciones Cristiandad, Madrid 1987, y Repensar la Revelación, Trotta Madrid 2008. También, el capítulo 8º del libro de J.M.Vigil Teología del pluralismo religioso, disponible en la red (internet).
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Para la oración de los fieles
- Por todos los pueblos, todos los hombres y mujeres que están sufriendo en carne propia la pandemia, y sus consecuencias de todo tipo. Que la Humanidad saque lo mejor de sí misma, su fuerza más profunda y su resiliencia más flexible, para superar esta pandemia. Roguemos al Señor
- Por la Iglesia, para que sume su esfuerzo al de tantos hombres y mujeres de buena voluntad que luchan por conseguir la esperanza, la alegría, la paz y el gozo de quienes se saben en manos de Dios padre. Oremos.
- Por todos los que viven su fe como una obligación que cumplir, para que capten el mensaje de Jesús, que libera de toda atadura y agobio, incluso de los de la ley. Oremos.
- Por todo son los que no tienen paz en sus vidas, en sus relaciones con los demás, en su relación con Dios; para que encuentren la paz que Jesús trae para todos. Oremos.
- Por todos los gobernantes, para que sus palabras y promesas de servicio a la comunidad y al bien común se traduzcan en hechos reales. Oremos.
- Por los pobres, los sencillos, los pequeños... para que tengan parte esencial en la construcción del nuevo mundo, justo y fraterno, que todos anhelamos. Oremos. 
- Por todos nosotros, para que encontremos en Jesús la paz y la alegría que él nos trae de parte del Padre, y que nos libera de nuestras fatigas. Oremos. 

Oración comunitaria
- Te bendecimos, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido grandes cosas a los ‘sabios y prudentes’, y se las has revelado a los sencillos. Te pedimos que también a nosotros nos des un corazón de pobre, amor a la Causa de los pobres, y el desprendimiento necesario para no dejarnos llevar por intereses egoístas, de forma que siempre sepamos captar el sentido de “estas cosas” que revelas a los de corazón sencillo y abierto a los pequeños y los pobres. 
- ORAMOS. Cerramos nuestros ojos. Abrimos nuestros sentidos internos. Sentimos respirar nuestros pulmones. Nos hacemos conscientes de que corre nuestra sangre por todo este cuerpo vivo, que se apoya sobre nuestros pies, sobre nuestra Tierra, este macro-bio-sistema vivo, autoorganizado, que ha llegado a ser posible en estos últimos años que estamos viviendo en él, gracias a un enorme proceso evolutivo de la Vida en estos 13.730 millones de años. Somos un mismo y único árbol genealógico planetario, que nos une, en una misma familia, en una misma aventura, con todos los seres que viven y han vivido. Somos hermanos de los mamíferos, de los peces, de los vertebrados, de las bacterias, de los virus... con todas sus luchas por la sobrevivencia, por la evolución, por el equilibrio... Evocamos la Presencia del Misterio ‘no imaginable’ que habita esta Realidad total... de Todo, y del TODO. Deseamos activamente sintonizar, colaborar, recuperar, co-crear el equilibrio vital de la Biosfera, agitada en estos meses por la pandemia. La vida segada de las personas fallecidas, el dolor de las familias, nuestra inquietud personal: todo queremos que sintonice co-creadoramente con el Equilibro Total. Ofrecemos en silencio este deseo vibrante desde cada uno de nuestros corazones, en Comunidad total, con toda la Familia Humana, con toda la Comunidad de Vida de este Planeta, con nuestra Biosfera, con el cosmos inescrutable que, desde muy lejo, nos atrae con su gravedad, física y espiritual. ¡Salve, Salud!
Lunes 6 de Julio
María Goretti, mártir (1902)

Os 2,16.17b-18.21-22: Me casaré contigo
Salmo 144: El Señor es clemente y misericordioso
Mt 9,18-26: Mi hija murió. Ven y vivirá



La profunda confianza de Jesús con su Padre lo llevó a enfrentar con lucidez la muerte. Es en el corazón donde surge la confianza. En el Antiguo Testamento, el desposorio entre Dios e Israel está sellado por la confianza mutua. Dios lleva a su pueblo a una experiencia amorosa, hablándole al corazón, como dice Oseas. El amor no sólo es caricia, es también una fuerza sanadora, como manifiesta Jesús en el texto evangélico, colaborando para que dos mujeres recuperen su salud. Este relato resalta la importancia del contacto con Jesús, especialmente del "jefe" y de la mujer enferma. Ellos descubren que en Jesús está la vida. Tener un contacto personal, confiar en él, es fundamental en la vida de un creyente, de una comunidad discipular. ¿Mantengo una relación de confianza con los integrantes de mi comunidad cristiana? ¿Me acerco a las personas carentes de salud para brindarles confianza y ayudarles en su proceso de recuperación? ¿Hemos organizado en la comunidad alguna iniciativa para mejorar la salud de las mujeres del entorno? 
Martes 7 de Julio
Fermín, obispo y mártir (s. IV)


Os 8,4-7.11.13: Siembran vientos
Salmo 113: Israel confía en el Señor
Mt 9,32-38: La mies es abundante



La vida itinerante de Jesús es signo de su libertad y de su fe en el Reino. Él no vive de un trabajo remunerado; ni posee casa ni tierra. Ha abandonado todo para trabajar confiadamente en el Reino. Enseñar, proclamar y curar son los signos que acompañan su misión. Tres actividades significativas e inseparables en la vida del discípulo y de la comunidad cristiana. Actividades que nacen de la contemplación y de la compasión del Maestro (v. 36): "se conmovió por ellos, porque estaban maltratados y abatidos". Cuántos escenarios contemplamos en silencio percibiendo que el Pueblo de Dios necesita de pastores "con olor de oveja", líderes transparentes que promuevan el bien común, coordinadores de grupos que curen y consuelen a personas vulnerables. Agradezcamos a Dios la vida de tantas personas entregadas (catequistas, líderes de grupos, coordinadores de reflexión bíblica) al Reino y pidamos al Padre que cada día se sumen más a las tareas evangelizadoras. ¿Cuáles son las prioridades de la evangelización en tu comunidad?  
Miércoles 8 de Julio
Procopio, mártir (303)


Os 10,1-3.7-8.12: Consulten al Señor
Salmo 104: Busquen continuamente el rostro del Señor
Mt 10,1-7: Vayan a las ovejas de Israel


Mateo presenta parte del "discurso misionero" de Jesús, quién, para continuar su tarea evangelizadora, selecciona a doce varones, que llama apóstoles. En el grupo figuran Simón y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan. Es interesante ver encabezando la lista dos grupos de hermanos. Jesús los escoge y los envía, dándoles poder y haciéndoles unas recomendaciones. Este "poder" concedido por Jesús a los Apóstoles es "diferente" al que maneja un soldado romano o un jefe de nación. Es para ser utilizado como instrumento liberador, como herramienta de humanización para generar comunidades agradecidas con Dios. El envío misionero de Jesús tiene una prioridad: "vayan a las ovejas descarriadas de la Casa de Israel"; ellas necesitan cuidado y consuelo; necesitan reencender la luz de la esperanza en un Dios que ama la vida. El envío de Jesús es urgente y no hay que perder tiempo entrando en casa de paganos o en ciudades de samaritanos. El fuego del amor tiene que propagarse lo más pronto posible. ¿Sientes el fuego de Dios vibrar en tu interior 
Jueves 9 de Julio
N. S. de Chiquinquirá
Paulina del C. Agonizante de Jesús (1942)


Os 11,1-4.8c-9: Cuándo Israel era niño, lo amé
Salmo 79: Que brille tu rostro, Señor, y nos salve
Mt 10,7-15: Lo que recibieron gratis, denlo gratis


Para Jesús, el mensaje que van anunciando sus discípulos por las aldeas, debe estar íntimamente relacionado con el método del trabajo de ese anuncio. El método de vida de los mensajeros con relación al dinero, a la enfermedad, al lujo en el vestir, al modo de transporte etc… es el mejor anuncio de ese otro mundo alternativo del reino de Dios, que además debe ir acompañado de una proclamación entusiasta. La vida de los mensajeros, con sus nuevas prácticas de humanidad, es inseparable del mensaje. Debe ser un proyecto lleno de gratuidad, donde el dinero y los vestidos de lujo sobran, un proyecto terapéutico que cure las dolencias de la vida humana amenazada, un proyecto de las casas donde nacen, viven y mueren los seres humanos. Un proyecto pacificador, con el anuncio del Shalom bíblico. Un proyecto integral para nuestra iglesia en salida profética. No nos basta tener claro el mensaje, los dogmas, las reglas canónicas y los ritos litúrgicos. Todo eso debe ir acompañado de vidas alternativas. ¿Es la sencillez parte de tu anuncio? 
Viernes 10 de Julio
Cristóbal, mártir (s. III)


Os 14,2-10: Israel florecerá
Salmo 50: Mi boca proclamará tu alabanza, Señor
Mt 10,16-23: El Espíritu hablará por ustedes


Al escuchar de labios de Jesús las consecuencias de ese anuncio terapéutico y pacificador, desprovisto de poder y de dinero, como leíamos ayer en el evangelio y que es el proyecto misionero de los discípulos de Jesús, nos viene la duda: ¿cómo es posible que este servicio a la humanidad que pretende curar dolencias y pacificar las vidas, se convierte en un proyecto amenazante para los promotores de ese mismo proyecto? Incluso un proyecto conflictivo en el seno de nuestras propias familias. ¿No será porque los ídolos del poder y del dinero se han instalado demasiado en corazones y estructuras y pretenden mantenerse?. Por eso se rebelan contra el proyecto del reino. Ese anuncio, ese proyecto les pone nerviosos, les resulta una amenaza a su proceder injusto y son capaces de perseguir al mensajero de las buenas noticias. Pero Jesús nos promete su espíritu para seguir gritando esta noticia, y en el sermón de la Montaña, nos asegura que seremos felices si somos perseguidos por causa de la justicia. 
Sábado 11 de Julio
Benito, fundador (517)


Is 6,1-8: He visto con mis ojos al Rey
Salmo 92: El Señor reina, vestido de majestad
Mt 10,24-33: No teman a los que matan el cuerpo


Jesús prepara a sus seguidores a superar el miedo porque éste paraliza, bloquea el mensaje y de esta manera se convierte el mensajero en un evangelizador inútil. Nos pide ser valientes, nos pide gritar desde los techos el mensaje. Hoy diríamos que desde todas las plataformas tecnológicas posibles pero, sobre todo, con el testimonio de la vida. Con tristeza afirmamos que lo contrario a este mensaje de Jesús contra el miedo del evangelizador es precisamente eso mismo lo que hemos originado en la historia de la evangelización cuando hemos provocado los miedos en el pueblo de Dios, cuando hemos anunciado a un Dios de castigos que lleva cuenta de todos nuestros actos para luego pedirnos cuentas. En nuestros confesionarios y en las direcciones espirituales los sacerdotes hemos provocado el miedo en la gente sencilla. No es ese precisamente el miedo del que habla Jesús en el evangelio de hoy: si no todo lo contrario. Es el miedo a las persecuciones por haber anunciado la verdad y la justicia. 

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