Entrevista a Alfredo Caro Maldonado sobre el COVID-19 (VI)
“Es razonable pensar que en diciembre el virus ya estaría por Europa”
Fuentes: Rebelión
Biólogo, máster y curso de doctorado en inmunología, doctorado en
muerte celular, postdoctoral en Inmunología y metabolismo y segundo
postdoctoral en cáncer. Desde hace algo más de tres años lleva la
plataforma de divulgación científica Ciencia mundana.
Nos habíamos quedado en este punto. Diversas informaciones de estos días pasados han hablado de la presencia (muertes incluidas) del COVID-19 en países europeos desde hace medio año, desde noviembre o diciembre de 2019. ¿Puede haber ocurrido? Si fue así, ¿cómo es que no nos hemos dado cuenta de ello?
Hasta donde yo sé… permíteme una anotación aquí. Es muy complicado, y estresante, mantenerse al día con todo lo que va saliendo, seguir trabajando y teniendo vida. Así que decidí bajar el ritmo y los últimos 10 días no he estado tan atento así que seguro se me escapan cosas.
Pero esto sí me llamó la atención, y por lo que he visto, la información viene de este artículo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924857920301643
Relata que un médico en Francia decidió repasar todas las neumonías que tuvo entre diciembre y enero y analizar las muestras biológicas que guardan muy acertadamente congeladas durante 4 años. De 124 pacientes, 80 no tenían etiología (no se sabía qué los había enfermado) y uno dio positivo en SARS-Cov-2. Leyendo los métodos, parece improbable que haya sido un falso positivo o contaminación, pero no es descartable: es bastante fácil contaminar una muestra con material genético del virus en el ambiente. Este hombre, que ingresó muy a finales de diciembre, no había viajado, así que se habría contagiado localmente.
Pero los estudios de secuenciación y análisis filogenético no llevan este virus a más allá de noviembre. Por otro lado, con la cantidad de viajeros tan grande, no es de extrañar que el virus llegara a Francia a principios de diciembre. Y hay que sumar a esto que todavía no sabemos cuánta gente ha sido contagiada.
Así que es razonable que en diciembre ya estuviera por Europa, pero dudo mucho que antes, a no ser que los estudios filogenéticos estén mal.
Pero pueden estar mal esos estudios filogenéticos a los que haces referencia…
No tengo los conocimientos técnicos suficientes para juzgarlos, pero no he visto ninguna crítica a los mismos, así que las tres cepas que se han descrito y su evolución en el tiempo parece bastante clara.
Científicos expertos en coronavirus como Luis Enjuanes, tú has hablado de él en alguna ocasión en estas entrevistas, esperan que el SARS-CoV-2 pierda patogenicidad, no que la gane. ¿Es una esperanza vana? Otros científicos, en cambio, mantienen posiciones contrarias: no sólo pierde, afirman, sino que ganan capacidad de contagio. ¿Hay disensos en la comunidad científica en este punto?
No son planteamientos contradictorios, aunque puedan estar relacionados. La capacidad de contagio en este virus tiene sobre todo que ver con su “supervivencia” (entrecomillado porque no es un ser vivo), su afinidad por el receptor de entrada y porque haya tanta gente asintomática.
La virulencia o patogenicidad tiene que ver con cómo el sistema inmune de algunas personas no responde adecuadamente al virus, lo que lleva a una respuesta inflamatoria muy grande. No se sabe muy bien por qué pasa esto.
Existe una ley general en parasitología que dice que la evolución huésped-parásito (aunque el virus no es estrictamente un parásito al no ser un “ser vivo”) tiende a reducir la mortalidad. O sea, cuanto más virulento menos capacidad de transmitirse. Sin embargo, no es de extrañar que se seleccionen aquellas versiones del virus que se escondan más (menos sintomáticas) y que sean más contagiosas. Eso es negativo porque se transmitirá más, pero positivo porque será menos letal.
Unos científicos españoles dirigidos por Valentín Fuster han constatado que los anticoagulantes previenen infartos o ictus en pacientes con coronavirus. Los resultados de la investigación en 2.773 pacientes se han publicado en la revista The Journal of the American College of Cardiology (JACC). Según los autores del estudio, estos hallazgos podrían aportar una nueva visión sobre cómo tratar y manejar a los pacientes con coronavirus una vez que ingresan en los hospitales. ¿Es relevante este hallazgo? ¿Nueva visión sobre cómo tratar y manejar a los pacientes?
Usemos este ejemplo para ver cómo me formo un criterio sobre una noticia. Lo primero que hago es buscar noticias divulgativas al respecto en sitios especializados. He encontrado esta, del Colegio americano de cardiología, que la titula: “La anticoagulación está asociada con una mejora en los pacientes de covid-19 hospitalizados.” A continuación me voy a la publicación original, compruebo que se haya revisado por pares (están saliendo muchas noticias a partir de prepublicaciones). Cómo lo titulan los autores: “Asociación del tratamiento con anticoagulantes con supervivencia en el hospital entre pacientes con covid-19”. No dice en el título que el tratamiento mejore, sino “asociación”, o sea, ambiguo. Cuando leo el texto no doy crédito, lo leo una y otra vez porque pienso que no lo estoy entendiendo, pero es muy claro y permitidme por una vez que lo ponga literal en inglés: “In-hospital mortality for patients treated with AC was 22.5% with a median survival of 21 days, compared to 22.8% and median survival of 14 days in patients who did not receive AC”. Y eso quiere decir: “la mortalidad en el hospital para los pacientes tratados con anticoagulante fue del 22,5%, comparada con un 22,8% de supervivencia en los no tratados”. Aunque los tratados vivieron unos días más. Y al final dicen que los anticoagulantes “pueden” (el “may” en inglés) estar asociados con mejores resultados, pero que tendría que evaluarse el aumento detectado en las hemorragias.
Creo que está clarito. Existe una necesidad de convertir los resultados científicos en propaganda, hay muchos millones en juego. Lo que no es de recibo es que la agencia EFE y todos los medios, como este, que copian esas notas de prensa sin ni siquiera abrir el artículo original, afirmen que el tratamiento “mejora la supervivencia hospitalaria” cuando ni el autor se atreve a decirlo en el artículo, aunque sí en la entrevista. Juzguen ustedes.
Excelente observación crítica. Gracias.
Para los lectores (yo incluido) no puestos: ¿qué es eso de las prepublicaciones? ¿Los artículos que se publican sin haber sido revisados por otros científicos puestos en el tema desarrollado e investigado?
Desde hace algunos años, y para intentar mejorar el proceso de revisión por pares y reducir el fraude científico que parece estar aumentando mucho, se desarrolló el “pre-print”. Existen unas plataformas donde cualquier investigador puede subir unos resultados o un borrador de artículo científico. Ahí la comunidad podría evaluar, comentar, replicar los experimentos, etc., ¿qué pasa? Que en tiempos de avidez informativa, los periodistas (y muchos investigadores oportunistas) toman esas “prepublicaciones” como publicaciones científicas, y no lo son. Por eso hay que andar muy atento con los supuestos estudios anunciados en prensa.
¿Debemos seguir esperanzados? ¿Son vanas nuestras esperanzas? ¿Cómo deberíamos comportarnos de forma prudente y razonable?
No creo que nadie tenga una bola de cristal. Creo que lo más sensato, prudente ¡y revolucionario! es la humildad epistemológica y la prudencia. Si alguien da una previsión está siendo arrogante.
La situación objetiva ahora es que tenemos muchas más personas infectivas que cuando empezó el estado de alarma. Si se ha mantenido la R0 a 1 (o menos) es porque a esas personas jóvenes y lozanas no se les está permitiendo salir. Una fiesta y una comida con los con los abuelos y la semana siguiente puede ser letal.
Tenemos que retomar ciertos aspectos de nuestras vidas, porque si no va a ser peor el remedio que la enfermedad. Pero tenemos que ser muy conscientes de que ir al súper, interaccionar con gente “por primera vez”, en el metro, etc., son prácticas de riesgo y que podemos ser portadores asintomáticos. Así que cuando vayas a ver a gente con la que no tenías contacto físico, lleva mascarilla, no hacen falta guantes, lávate bien las manos, usa gel hidroalcohólico cada vez que te toques y reprímete esas ganas tan grandes de besar.
Pero permíteme una pregunta no científica, ¿no es ese vivir que describes un vivir poco humano, casi imposible, poco gozoso, muy represor (por hablar mal y rápido)?
¡Lo sé! Hay gente que está hablando de la “asiatización” de occidente. No lo entendamos desde un punto vista racista, sino como proceso cultural. Opino que someter para siempre a nuestras sociedades mediterráneas a un distanciamiento social más o menos coercitivo puede tener consecuencias más graves que la pandemia descontrolada. De ahí lo de la humildad epistemológica. Intentar manejar los riesgos de nuestras acciones con equilibrio. Voy a ayudar y visitar a mi abuela, pero como estuve de fiesta la semana pasada no la voy a besar. O voy a visitar a mi abuela pero como llevo tres semanas sin estar en contacto con nadie le voy a dar un abrazo. No sé si me explico, el riesgo no solo no lo podemos eliminar, sino que intentarlo es indeseable, ¿qué tal reducirlo?
¿Quieres añadir algo más?
Sí, gracias. En las últimas semanas gente cercana me hace llegar todo tipo de ideas conspiratorias y complotistas. En especial, esta moda del 5G y su relación con el virus. No voy a intentar desmontarlas porque “son cuestiones de fe”. Solo quiero volver a recomendar este texto de Santiago Alba Rico del que se hace eco Público de una manera elegante. Y citar esta parte que me parece importantísima: “La segunda tiene que ver con la sobrevaloración de la ciencia y la medicina. Creíamos que en occidente estábamos protegidos de la muerte, que la ciencia siempre encontraría el recurso”.
(*) Primera parte de esta entrevista: Entrevista a Alfredo Caro Maldonado sobre el COVID-19 (V) “Quien piense que para navidades estaremos vacunados y podremos pasar página… puede olvidarse, va a ser más lento” https://rebelion.org/quien-piense-que-para-navidades-estaremos-vacunados-y-podremos-pasar-pagina-puede-olvidarse-va-a-ser-mas-lento/
Nos habíamos quedado en este punto. Diversas informaciones de estos días pasados han hablado de la presencia (muertes incluidas) del COVID-19 en países europeos desde hace medio año, desde noviembre o diciembre de 2019. ¿Puede haber ocurrido? Si fue así, ¿cómo es que no nos hemos dado cuenta de ello?
Hasta donde yo sé… permíteme una anotación aquí. Es muy complicado, y estresante, mantenerse al día con todo lo que va saliendo, seguir trabajando y teniendo vida. Así que decidí bajar el ritmo y los últimos 10 días no he estado tan atento así que seguro se me escapan cosas.
Pero esto sí me llamó la atención, y por lo que he visto, la información viene de este artículo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924857920301643
Relata que un médico en Francia decidió repasar todas las neumonías que tuvo entre diciembre y enero y analizar las muestras biológicas que guardan muy acertadamente congeladas durante 4 años. De 124 pacientes, 80 no tenían etiología (no se sabía qué los había enfermado) y uno dio positivo en SARS-Cov-2. Leyendo los métodos, parece improbable que haya sido un falso positivo o contaminación, pero no es descartable: es bastante fácil contaminar una muestra con material genético del virus en el ambiente. Este hombre, que ingresó muy a finales de diciembre, no había viajado, así que se habría contagiado localmente.
Pero los estudios de secuenciación y análisis filogenético no llevan este virus a más allá de noviembre. Por otro lado, con la cantidad de viajeros tan grande, no es de extrañar que el virus llegara a Francia a principios de diciembre. Y hay que sumar a esto que todavía no sabemos cuánta gente ha sido contagiada.
Así que es razonable que en diciembre ya estuviera por Europa, pero dudo mucho que antes, a no ser que los estudios filogenéticos estén mal.
Pero pueden estar mal esos estudios filogenéticos a los que haces referencia…
No tengo los conocimientos técnicos suficientes para juzgarlos, pero no he visto ninguna crítica a los mismos, así que las tres cepas que se han descrito y su evolución en el tiempo parece bastante clara.
Científicos expertos en coronavirus como Luis Enjuanes, tú has hablado de él en alguna ocasión en estas entrevistas, esperan que el SARS-CoV-2 pierda patogenicidad, no que la gane. ¿Es una esperanza vana? Otros científicos, en cambio, mantienen posiciones contrarias: no sólo pierde, afirman, sino que ganan capacidad de contagio. ¿Hay disensos en la comunidad científica en este punto?
No son planteamientos contradictorios, aunque puedan estar relacionados. La capacidad de contagio en este virus tiene sobre todo que ver con su “supervivencia” (entrecomillado porque no es un ser vivo), su afinidad por el receptor de entrada y porque haya tanta gente asintomática.
La virulencia o patogenicidad tiene que ver con cómo el sistema inmune de algunas personas no responde adecuadamente al virus, lo que lleva a una respuesta inflamatoria muy grande. No se sabe muy bien por qué pasa esto.
Existe una ley general en parasitología que dice que la evolución huésped-parásito (aunque el virus no es estrictamente un parásito al no ser un “ser vivo”) tiende a reducir la mortalidad. O sea, cuanto más virulento menos capacidad de transmitirse. Sin embargo, no es de extrañar que se seleccionen aquellas versiones del virus que se escondan más (menos sintomáticas) y que sean más contagiosas. Eso es negativo porque se transmitirá más, pero positivo porque será menos letal.
Unos científicos españoles dirigidos por Valentín Fuster han constatado que los anticoagulantes previenen infartos o ictus en pacientes con coronavirus. Los resultados de la investigación en 2.773 pacientes se han publicado en la revista The Journal of the American College of Cardiology (JACC). Según los autores del estudio, estos hallazgos podrían aportar una nueva visión sobre cómo tratar y manejar a los pacientes con coronavirus una vez que ingresan en los hospitales. ¿Es relevante este hallazgo? ¿Nueva visión sobre cómo tratar y manejar a los pacientes?
Usemos este ejemplo para ver cómo me formo un criterio sobre una noticia. Lo primero que hago es buscar noticias divulgativas al respecto en sitios especializados. He encontrado esta, del Colegio americano de cardiología, que la titula: “La anticoagulación está asociada con una mejora en los pacientes de covid-19 hospitalizados.” A continuación me voy a la publicación original, compruebo que se haya revisado por pares (están saliendo muchas noticias a partir de prepublicaciones). Cómo lo titulan los autores: “Asociación del tratamiento con anticoagulantes con supervivencia en el hospital entre pacientes con covid-19”. No dice en el título que el tratamiento mejore, sino “asociación”, o sea, ambiguo. Cuando leo el texto no doy crédito, lo leo una y otra vez porque pienso que no lo estoy entendiendo, pero es muy claro y permitidme por una vez que lo ponga literal en inglés: “In-hospital mortality for patients treated with AC was 22.5% with a median survival of 21 days, compared to 22.8% and median survival of 14 days in patients who did not receive AC”. Y eso quiere decir: “la mortalidad en el hospital para los pacientes tratados con anticoagulante fue del 22,5%, comparada con un 22,8% de supervivencia en los no tratados”. Aunque los tratados vivieron unos días más. Y al final dicen que los anticoagulantes “pueden” (el “may” en inglés) estar asociados con mejores resultados, pero que tendría que evaluarse el aumento detectado en las hemorragias.
Creo que está clarito. Existe una necesidad de convertir los resultados científicos en propaganda, hay muchos millones en juego. Lo que no es de recibo es que la agencia EFE y todos los medios, como este, que copian esas notas de prensa sin ni siquiera abrir el artículo original, afirmen que el tratamiento “mejora la supervivencia hospitalaria” cuando ni el autor se atreve a decirlo en el artículo, aunque sí en la entrevista. Juzguen ustedes.
Excelente observación crítica. Gracias.
Para los lectores (yo incluido) no puestos: ¿qué es eso de las prepublicaciones? ¿Los artículos que se publican sin haber sido revisados por otros científicos puestos en el tema desarrollado e investigado?
Desde hace algunos años, y para intentar mejorar el proceso de revisión por pares y reducir el fraude científico que parece estar aumentando mucho, se desarrolló el “pre-print”. Existen unas plataformas donde cualquier investigador puede subir unos resultados o un borrador de artículo científico. Ahí la comunidad podría evaluar, comentar, replicar los experimentos, etc., ¿qué pasa? Que en tiempos de avidez informativa, los periodistas (y muchos investigadores oportunistas) toman esas “prepublicaciones” como publicaciones científicas, y no lo son. Por eso hay que andar muy atento con los supuestos estudios anunciados en prensa.
¿Debemos seguir esperanzados? ¿Son vanas nuestras esperanzas? ¿Cómo deberíamos comportarnos de forma prudente y razonable?
No creo que nadie tenga una bola de cristal. Creo que lo más sensato, prudente ¡y revolucionario! es la humildad epistemológica y la prudencia. Si alguien da una previsión está siendo arrogante.
La situación objetiva ahora es que tenemos muchas más personas infectivas que cuando empezó el estado de alarma. Si se ha mantenido la R0 a 1 (o menos) es porque a esas personas jóvenes y lozanas no se les está permitiendo salir. Una fiesta y una comida con los con los abuelos y la semana siguiente puede ser letal.
Tenemos que retomar ciertos aspectos de nuestras vidas, porque si no va a ser peor el remedio que la enfermedad. Pero tenemos que ser muy conscientes de que ir al súper, interaccionar con gente “por primera vez”, en el metro, etc., son prácticas de riesgo y que podemos ser portadores asintomáticos. Así que cuando vayas a ver a gente con la que no tenías contacto físico, lleva mascarilla, no hacen falta guantes, lávate bien las manos, usa gel hidroalcohólico cada vez que te toques y reprímete esas ganas tan grandes de besar.
Pero permíteme una pregunta no científica, ¿no es ese vivir que describes un vivir poco humano, casi imposible, poco gozoso, muy represor (por hablar mal y rápido)?
¡Lo sé! Hay gente que está hablando de la “asiatización” de occidente. No lo entendamos desde un punto vista racista, sino como proceso cultural. Opino que someter para siempre a nuestras sociedades mediterráneas a un distanciamiento social más o menos coercitivo puede tener consecuencias más graves que la pandemia descontrolada. De ahí lo de la humildad epistemológica. Intentar manejar los riesgos de nuestras acciones con equilibrio. Voy a ayudar y visitar a mi abuela, pero como estuve de fiesta la semana pasada no la voy a besar. O voy a visitar a mi abuela pero como llevo tres semanas sin estar en contacto con nadie le voy a dar un abrazo. No sé si me explico, el riesgo no solo no lo podemos eliminar, sino que intentarlo es indeseable, ¿qué tal reducirlo?
¿Quieres añadir algo más?
Sí, gracias. En las últimas semanas gente cercana me hace llegar todo tipo de ideas conspiratorias y complotistas. En especial, esta moda del 5G y su relación con el virus. No voy a intentar desmontarlas porque “son cuestiones de fe”. Solo quiero volver a recomendar este texto de Santiago Alba Rico del que se hace eco Público de una manera elegante. Y citar esta parte que me parece importantísima: “La segunda tiene que ver con la sobrevaloración de la ciencia y la medicina. Creíamos que en occidente estábamos protegidos de la muerte, que la ciencia siempre encontraría el recurso”.
(*) Primera parte de esta entrevista: Entrevista a Alfredo Caro Maldonado sobre el COVID-19 (V) “Quien piense que para navidades estaremos vacunados y podremos pasar página… puede olvidarse, va a ser más lento” https://rebelion.org/quien-piense-que-para-navidades-estaremos-vacunados-y-podremos-pasar-pagina-puede-olvidarse-va-a-ser-mas-lento/
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